El poema describe el campo de Acosta Ñu ubicado en Paraguay, que fue escenario de batallas durante la Guerra de la Triple Alianza. Aún se pueden ver trincheras y las sombras de los valientes soldados paraguayos caídos. El río Yukyry fue testigo de su lucha y resistencia contra enemigos superiores en número. Solo quedó en pie la raza heroica de los guaraníes.
El poema describe el campo de Acosta Ñu ubicado en Paraguay, que fue escenario de batallas durante la Guerra de la Triple Alianza. Aún se pueden ver trincheras y las sombras de los valientes soldados paraguayos caídos. El río Yukyry fue testigo de su lucha y resistencia contra enemigos superiores en número. Solo quedó en pie la raza heroica de los guaraníes.
El poema describe el campo de Acosta Ñu ubicado en Paraguay, que fue escenario de batallas durante la Guerra de la Triple Alianza. Aún se pueden ver trincheras y las sombras de los valientes soldados paraguayos caídos. El río Yukyry fue testigo de su lucha y resistencia contra enemigos superiores en número. Solo quedó en pie la raza heroica de los guaraníes.
se extiende el campo de Acosta Ñu. Llano florido que en su silencio recuerda aquella guerra guasu. Cruzan sus valles viejas trincheras, llenas de gloria tradicional. Como el setenta se alzan las sombras de aquellos bravos del Paraguay. Yo quisiera cantarte tu heroico pasado, la gran epopeya de un pueblo viril, pedacito de tierra, color de esperanza, reliquia de gloria y honor guaraní. Yukyry va surcando tu valle dormido, fue el mudo testigo de tu kurusu, y en cien luchas tenaces, su cruel resistencia pusieron los héroes de tu Acosta Ñu. Pechos de acero y corazones escalonaron py’a guasu. Y hasta los niños su sangre joven dieron en aras de Acosta Ñu. Niños y ancianos, todos cayeron al juramento de antes morir. Solo una cosa quedó en su puesto, la raza heroica del guaraní. Letra: Federico Riera 12 de octubre de 1923 PATRIA QUERIDA Robusto el cuerpo, la frente siempre erguida, alegres, vamos en pos de tu pendón. Y en tu loor, sube, patria tan querida, de nuestro amor la más férvida canción. Eres la tierra encantadora, llena de luz y de placer, donde gentil brilla la aurora, donde sonríe todo ser. Silente el cielo azul, las selvas con su voz alientan nuestras vidas cual favor de Dios. CORO Patria querida, somos tu esperanza, somos la flor del bello porvenir, volverá tu antigua bienandanza con su fama a relucir. Y en los anales de tu noble historia te lo juramos va nuestro valor a escribir la página de gloria del honor, del honor, del honor. Si por desgracia el clarín de la batalla nos llama algún día a cumplir un gran deber serán allá nuestros pechos la muralla que detendrán las afrentas a tu ser. Libre serás, ¡oh patria amada!, mientras tengamos el rubí de nuestra sangre derramada triunfante allá en Curupayty. El lema de valor que siempre ha de seguir la raza paraguaya es ¡“vencer o morir”! Letra: Padre Marcelino Noutz, 12 de octubre de 1923 “Un pueblo inculto es más fácil de dominar”. (Federico Martín Maglio) QUE LINDA ES MI BANDERA Bandera de mi patria tan querida, bandera de mi cielo guaraní. Emblema sacrosanto de mi vida, sabremos defenderte hasta morir. Enseña tricolor de mis amores, en ti se representa mi heredad: el rojo simboliza la justicia, el blanco la paz y el azul la libertad. Qué linda es mi bandera paraguaya a su sombra generosa sueño la felicidad.
En el escudo ostenta un gorro frigio,
dice Paz y justicia, y un gallardo león; en el reverso, la palma y el olivo la estrella de bonanza, simbolizan mi nación.
Los Yegros, Doctor Francia y Caballero
velaron tu nacer en mayo aquel. Iturbe, Molas, Troche y otros héroes su esfuerzo ofrendaron a tus pies.
Los López contemplaron orgullosos
surcar en el progreso tu flamear. El Mariscal de acero dio su vida defendiendo hasta la muerte nuestro amado Paraguay. El temple de tus hijos, mi bandera, tornará de dicha plena a mi amado Paraguay.