Pregunta #5: Carácter humanista de la Filosofía.

Basándonos en el enfoque humanista, en donde se establece que el hombre no es una

ideología, sino más bien, alerta sobre el uso inhumano de sí mismo, de la libertad y de la
responsabilidad en la decisión y sobre dejar de lado la conciencia y todos los recursos de la
mente. Y que el condicionamiento no significa poder y control sobre su entorno. Que debe
ser un agente de cambio en su hábitat. Y que a su vez la observación indiferente permite
adquirir conocimientos “útiles” pero solo la participación permitirá adquirir el conocimiento
que sirva de ayuda en el desarrollo vital de su existencia.

Nuestra sociedad es unidimensional que busca reducir las categorías de pensamiento y

discurso a una especie de aprobación consensual de las directivas de una cultura agresiva y
adquisitiva.

Según plantean distintos personajes de la filosofía: las personas crecen pasando por muchas
y a su vez complejas etapas de desarrollo cognitivo, todos los seres humanos somos agentes
activos buscadores de información y que hay poco aprendizaje sin experiencia, poca
experiencia sin envolvimiento y poco envolvimiento sin entrega al entorno de nuestra propia
comprensión y crecimiento.

Floyd Matson, cita que deberíamos comprometernos con nuestra propia transformación, que
todos necesitamos de otros para desarrollarnos a sí mismos, y así contribuir a la madurez de
todos los seres de nuestro entorno. Que debemos de respetarnos unos a otros como personas
completas que tienen la libre elección en la toma de decisiones y que ésta a su vez es
impredecible pero racional.

El individuo humanista es una persona única, autónoma con procesos mentales que buscan
activamente información, consciente de sí misma y de su enraizamiento en la sociedad, con
libertad de elección y responsable de la conducta resultante que tiene como fin aprender a
vivir en un mundo carente de sentimientos sin adoptar su modo de obrar. La persona sana es
aquella que trata de llegar al otro.

El componente básico del proceso de la comunicación es el ser humano. Según estudios

realizados el 93% del comportamiento humano es predecible y se afirma que los individuos
espontáneos escasean mucho entre la población y que la función básica de la comunicación
humana consiste en desarrollar relaciones interpersonales y no en el intercambio de
información.

La comunicación tiene lugar en diferentes contextos culturales, ideológicos tales como las
creencias, temores, deseos y expectativas; contexto situacional ejemplo de ello es el tiempo,
el lugar (variables psicológicas, sociológicas y físicas), y finalmente tenemos el contexto de
urgencia en el que se vincula con la necesidad de comunicar o de una clase especifica de
comunicación.

Podríamos definir que el problema más importante de la comunicación humanista es:

 La Rehumanización de la persona Deshumanizada: Porque existe una creciente
incapacidad del hombre para llevarse bien consigo mismo y con los demás. La
comunicación personal es, en realidad, sumamente difícil y rara (no común) nuestro
destino actual es existir en un mundo en el que la comunicación entre las personas está
prácticamente destruida.
En medio de una multitud, el hombre parece estar luchando por lograr relaciones
significativas con su mundo, sus semejantes y el mismo, tratando de aferrar lo que aquí
denominamos comunicación humana.

Ahora bien, sumergiéndonos en el análisis humanista de la película “El Capitán Fantástico”

que para algunas personas puede significarnos mas que una película, una representación
artística de la realidad que actualmente todos y cada uno de los seres humano vive
diariamente.

El personaje principal de la película “Ben” (padre de 6 criaturas) representa una figura nada
aceptable a la realidad de los seres humanos, criar a 6 hijos con cualidades supernaturales
(según nuestra apreciación) que puedan desarrollarse en su hábitat sin la necesidad de estar
conectados a un mundo lleno de excesos y consumos, es algo que para nuestra óptica es
espectacular y hoy en día es muy estrecho de realizar.

La naturaleza siempre ha sido parte de nuestro hábitat, del desarrollo de nuestro nicho
ecológico, el ser humano no siempre fue un ser errante y lleno de ocios; si bien es cierto “el
mundo” ha evolucionado y la globalización afecto tanto las relaciones económicas, sociales,
políticas y culturales al punto de generar un impacto en el que el ser humano es el mas
afectado creando patrones irreconocibles de su pensamiento, actividades diarias, relaciones
en su entorno, entre otras variantes de la sociedad.

Como podemos visualizar en varias escenas, los hijos de Ben viven en un mundo aislado,
lleno de tranquilidad, autonomía, comunicación con las diversas especies (flora y fauna), sin
respirar aire contaminado de la ciudad, sin escuchar y distorsionar su lenguaje con palabras
faltas de sintaxis y reglas gramaticales, sin trastornar sus pensamientos. Si bien es cierto, el
ser humano no debe aislarse, pero en la sociedad en la que vivimos a veces es necesario, para
no forjarnos con los patrones comúnmente establecidos en la sociedad.

Perder a un ser querido nos llena de nostalgia, melancolía, tristeza, soledad, y distintos
sentimientos y emociones que paulatinamente nos van llegando con el pasar de segundos,
perder una madre… en mi caso, perder mi madre, seria perder una pieza importante de mi
vida. Pero la vida no termina con la ausencia de signos vitales, la vida termina… cuando
dejamos que otros decidan por nosotros, cuando nos dejamos guiar por las decisiones que
toman los demás, cuando nuestra propia existencia se ve forzada a no “querer” ver más allá
de lo evidentemente.

Somos lo que somos, no por lo que tengamos materialmente hablando, no por los logros y
éxitos alcanzados, sino por la humanidad que hay dentro de nosotros, por la ayuda
desinteresada que aportamos a otro individuo sea o no de nuestra gracia.
El Capitán Fantástico, como su titulo lo describe, representa sin lugar a dudas, una persona
capaz de ir contra la adversidad (lo común de la sociedad) y romper esquemas, que si se
puede vivir en pleno contacto de la naturaleza sin perder la humanidad, sin convertirse en el
rango de animalidad, que todos somos capaces de afrontar las consecuencias de nuestras
acciones pero sin dejar de lado las innumerables oportunidades que surjan a costa de la
aceptación y cambio de nuestra realidad.