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27 DE MAYO DE 2018
ANDREA DEL ROCIO PEREZ CHÁVEZ
PARALELO 71
COMPARACIÓN ENTRE LAS ESCUELAS DE PENSAMIENTO
ECONÓMICO: MERCANTILISMO Y ESCUELA CLÁSICA
En primer lugar, el Mercantilismo tuvo su auge en los siglos XVI, XVII y XVIII, por lo
cual se constituyó como un período de grandes transformaciones frente al Feudalismo,
este último cuyo periodo de decadencia se caracterizó por:
Motivo por el cual, existió un mayor desarrollo del pensamiento crítico con respecto a la
Escolástica Medieval que mayormente se vinculaba con el pensamiento subjetivo
religioso, pero sin embargo manteniendo aún una política absolutista ligada al monarca.
Esta estructura económica se caracterizaba porque “el capitalista mercader dominaba el
proceso productivo ejecutado por pequeños artesanos. Las ganancias del comerciante
llegaron a ser producto del monopolio y de la extensión” (Florescano, 1968, pág. 458),
mismas que eran repartidas a través de elevados impuestos con el rey. Esta escuela
consideraba que la prosperidad de una nación dependía de la acumulación de oro y plata
de la cual se pueda proveer, motivo por el cual la explotación de las colonias era un medio
de acaparamiento y monopolización de recursos. Es necesario mencionar, que uno de los
méritos de esta escuela, fue con respecto al crecimiento de la industria interna de los
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países, ya que era primordial que las exportaciones sean superiores a las importaciones,
incrementando la balanza comercial positiva de una nación con respecto a otras. Al estar
vinculadas las formas de producción a la tierra, consideraban que el país debía producir
todo lo que necesita para abastecer a su población. Los mercantilistas fueron los
pensadores que dieron origen al proteccionismo de la economía, a través de la
intervención del Estado en la misma.
Con respecto a la Escuela Clásica, esta se viene a constituir en la más influyente de las
escuelas en la ciencia económica contemporánea, siendo uno de sus principales
exponentes Adam Smith. Este pensamiento se caracteriza por que en el mismo aparece el
contexto de libre comercio, junto con el cual la revolución industrial provoca grandes
cambios y se entra a un sistema de capitalismo de mercado. Este pensamiento está a favor
de la mínima intervención del Estado en la economía, siendo uno de sus principales
objetivos la búsqueda del interés particular de cada individuo a través de la compra venta
de bienes y servicios, actividades que se verán limitadas por una mano invisible (oferta y
demanda), que equilibrará el conjunto de decisiones con un resultado más eficiente. Una
de las hipótesis que más se maneja en esta Escuela es que:
Es decir que de cumplirse esta premisa, no deberían existir monopolios ni oligopolios que
resulten en la colusión de reducir la competencia, y disparen los precios de bienes o
servicios a su favor. Adicionalmente, esta línea, busca que el producto nacional se divida
entre trabajadores, terratenientes y capitalistas, en forma de salario, renta e interés; lo que
permite que haya una mayor distribución de la riqueza, y la misma no se concentre en una
sola persona como el monarca.
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temor a la intervención estatal y consecuentemente al acceso de recursos económicos
como tierra, trabajo y capital. Adicionalmente, la riqueza es distribuida entre varias
personas de acuerdo a su trabajo, y no se concentra en un grupo pequeño como el monarca
y los mercaderes capitalistas; por ende existe un aumento en la calidad de vida de los
ciudadanos de una nación. A nivel de naciones, se mejora la eficiencia productiva, ya que
esta escuela permite que haya un intercambio de educación y experiencias con respecto a
producción o métodos específicos de un negocio.
Bibliografía
Agüera Sirgo, J. M. (1994). El Mercado como fetiche. Ábaco , 43-52. Obtenido de CICEES
Centro de Iniciativas Culturales: http://www.jstor.org/stable/20796169
Florescano, S. (1968). La política mercantilista española y sus implicaciones económicas en la
Nueva España. Historia Mexicana, 455-468.