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CATÓLICA LOS
ÁNGELES DE
CHIMBOTE
ACTIVIDAD 1:
“ABOGADO, LA FILOSOFÍA Y LA
FILOSOFÍA DEL DERECHO.”
PRESENTADO POR:
Juan José Torres More.
ESTUDIANTE DE DERECHO.
1
DYNNIK ALEXANDROVICH, Miguel, Historia de la Filosofía, pág. 9.
2
CASTILLO, Melquíades, Filosofía del Derecho, pág.27.
Soy de la idea de que el abogado, debe aunque sea contar
sistemáticamente, con algunas pautas iusfilosóficas que posibiliten
y orienten en forma sencilla y práctica en la aplicación del derecho.
Lo que podrá armar una estructura iusfilosofica que armoniza la
práctica y teoría para obtener de esa forma que la iusfilosofía sirva
con fines prácticos a su actividad diaria.
Pero sabemos bien que el abogado carece de tiempo para
lecturas que no sea de derecho positivo, pues acuciados por la
tiranía del cliente e inclusivo de los términos judiciales, está
posibilitando de hecho para dedicarse a la academia y en particular
a la filosofía jurídica.3 Lo que hace que exprese con frecuencia de
que el derecho-las leyes y normas- no involucra una filosofía del
derecho. Por pensar estúpidamente que sólo la ley consiste en
declaraciones o enunciados expresados verbalmente, y tales
declaraciones, comúnmente llamado juicios-que en derecho son
netamente juicios normativos-, no dan lugar a una clase de
cuestiones filosóficas generales, de su significación para tales
juicios.
La mayoría de abogados en ejercicio pleno deben ser prácticos,
pues viven del derecho como herramienta o instrumento útil para
resolver problemas concretos de la más variada índole, olvidando la
perspectiva iusfilosófica como método de conocimiento e
interpretación.
Es necesario reconocer que le práctica resulta más eficaz si el
abogado se apoya en una sólida preparación doctrinal, pues la teoría
jurídica cuando es clara no se opone a la práctica, sino, que le sirve
de fundamento y de brújula.
El abogado no puede sentirse realizado o feliz con realizar
solamente un ejercicio mecánico de su oficio o hábil manejo de las
leyes, códigos o expedientes. “Esto porque se piensa que su
experiencia está constituída solamente por las leyes o códigos o
normas se parece a quien para estudiar medicina sólo tiene en
cuenta catálogos de farmacia o de enfermedades.”4 “…o al zoólogo
que nunca ha visto los animales que debe estudiar y que para
conocer un buey se contenta con saber que tiene cabeza, tronco,
3
WAGNER, Manuel, El derecho y el hecho jurídico, pág. 18.
4
CARNELUTTI, Francesco, Metodología del derecho pág. 18.
patas, cuernos”.5 Algunos que olvidan este aspecto caen en el yerro
de la subvalorización y hasta el desdén por la filosofía jurídica.
5
Ob.cit.pág.25.
6
WAGNER, Manuel, El derecho y el hecho jurídico, pág.23
en la memoria, de leyes y artículos, citas y códigos. El elemento
básico del quehacer profesional del abogado, debe ser la metódica
reflexión filosófica-jurídica que da el necesario sentido de totalidad
a su labor.
El abogado no debe prescindir que tiene decisiva importancia
en su labor de interpretación y metodológica a la iusfilosofía, que
tiene gran influencia real en su actividad, pues lo usa para
orientarse e inspirar su crítica jurídica.
La filosofía –en general- provee al abogado una forma
sistemática de analizar y ordenar los materiales dispersos y
variables de la realidad, de modo que lo acerca al concepto de
totalidad y unidad el derecho.7
De aquí que el abogado no debe desdeñar la filosofía, no debe
sentirse ajeno a ella, en su ejercicio de su profesión. Sabemos bien
la importancia de la práctica en el quehacer del abogado, pero mayor
utilidad le prestará aquella cuando está basada o respaldada en una
estricta y necesaria formación iusfilosófica donde lo práctica con lo
teórico se compactan y se complementan.
7
Ob.cit.pág.27.