Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
A
Colección CES Centro de Estudios Sociales
Familias colombianas y
migración internacional:
entre la distancia y la proximidad
Colección CES
Familias colombianas
y migración internacional:
entre la distancia y la proximidad
S E D E B O G O TÁ
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
CENTRO DE ESTUDIOS SOCIALES - CES
GRUPO DE ESTUDIOS DE FAMILIA
Catalogación en la publicación Universidad Nacional de Colombia
Comité editorial
Sergio Bolaños Cuéllar, decano
Jorge Rojas Otálora, vicedecano académico
Amparo Fajardo, vicedecana de investigación
Jorge Aurelio Díaz, profesor especial
Patricia Simonson, profesora asociada
Yuri Jack Gómez, director del CES
Preparación editorial
Facultad de Ciencias Humanas
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio sin el permiso previo por escrito de los titulares
de los derechos correspondientes.
Convenciones utilizadas
Ciudad
1 Bogotá
2 Cali
3 Manizales
4 Medellín
5 Cartagena
5b Barranquilla
8 Pereira
Prólogo 9
María Margarita Echeverri Buriticá
Introducción 15
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León,
María Cristina Palacio Valencia
Autoras 457
8
Prólogo
L
os actuales procesos migratorios internacionales latinoamerica-
nos han cambiado su dinámica. Como nunca antes, se diversifi-
can, mundializan, aceleran y feminizan, producto de economías
fuertemente relacionadas, movimientos transnacionales de capitales y
mercancías, nuevas tecnologías del transporte y de comunicación que
comprimen la distancia y el tiempo y facilitan la circulación de informa-
ción y de personas. En los nuevos escenarios de las migraciones, la revo-
lución transnacional está reestructurando la sociedad a escala planetaria
y las familias migrantes, como actores sociales dinámicos, están influyen-
do de manera constante en la configuración étnica, laboral, demográfi-
ca, económica, social y cultural de múltiples ciudades, simultáneamente,
en cualquier parte del mundo.
Las migraciones internacionales son un ‘hecho social’ que produce
transformaciones en las estructuras y dinámicas familiares, económicas,
culturales, políticas y del mercado de trabajo de los países de origen,
tránsito y destino de los y las migrantes. A partir de la última década del
siglo xx, la perspectiva transnacional para el estudio de las migracio-
nes internacionales ha retado al modelo asimilacionista y de integración,
pues alude, en su sentido más general, a procesos y prácticas económicas,
políticas y socioculturales que están vinculados a, y configurados por las
lógicas de más de un Estado-nación, caracterizado por el cruce constante
de sus fronteras.
María Margarita Echeverri Buriticá
10
Prólogo
11
María Margarita Echeverri Buriticá
12
Prólogo
13
María Margarita Echeverri Buriticá
14
Introducción
Yolanda Puyana Villamizar
Universidad Nacional de Colombia
Dicen que el rancho se ha ido quedando vacío, que ya no viven ahí sino
mujeres con niños y viejos huérfanos de hijos. Quizás exageran, lo cierto es
que yo tengo años de oír cómo se van unos y vuelven otros, mientras el rancho
espera en vilo su ir y venir.
Ángeles Mastretta
E
n nuestra vida académica hemos investigado diversos temas acer-
ca de los grupos familiares en Colombia. Encontramos, en ese
recorrido, la heterogeneidad de ellos y sus cambios a lo largo y
ancho de la geografía nacional. Asumimos el reto de leer y comprender
el mundo familiar a partir de varias dimensiones: especificidades regio-
nales, características étnicas y raciales, cambios del ciclo vital, transfor-
maciones en medio de procesos de modernización, urbanización, con-
formación de las ciudades y drásticos procesos de desplazamiento como
consecuencia del conflicto armado. A través de todo ello se hacen visibles
algunas de sus complejas realidades.
Desde la primera década del siglo xxi comenzamos a observar la
emergencia de nuevos movimientos y giros en la vida cotidiana de al-
gunas familias en el escenario internacional. Escuchamos las voces de
madres colombianas que llaman a su terruño desde los locutorios en Es-
paña o en otros países europeos; oímos los relatos de quienes se han visto
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
16
Introducción
17
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
3 Persisten varias interpretaciones sobre las teorías migratorias: atracción y repulsión, las teo-
rías de la acción individual, las histórico-estructurales, las del capital social, de movilidad
social, entre otras. Si bien en el informe vamos a hacer referencia a algunas de ellas, la teoría
que más ha sido útil a nuestros análisis corresponde a la transnacional (Rivas, 2004).
4 «Transnational families are defined here as families that live some or 7most of the time separated from each
other, yet hold together and create something that can be seen as a felling of collective welfare and unity, namely
family hood, even across of national borders» (son las familias cuyos integrantes viven separados,
18
Introducción
pero todavía se mantienen juntos, porque han creado un sentimiento colectivo de bienestar
y unidad a través de los límites nacionales) (traducción de las autoras).
19
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
Sobre la metodología
20
Introducción
21
22
Cuadro 1. Tipo de población entrevistada
Hijas Hijos Cuidadoras Cuidadores Madres migrantes Padres migrantes Total ciudades
Ciudad
No % No % No % No % No % No % No %
Bogotá 24 16,55 12 14,63 26 13,40 7 17,50 2 12,50 6 22,22 77 15,28
Medellín 19 13,10 8 9,76 26 13,40 4 10,00 3 18,75 10 37,04 70 13,89
Cali 17 11,72 13 15,85 25 12,89 9 22,50 5 31,25 4 14,81 73 14,48
Cartagena 20 13,79 10 12,20 26 13,40 4 10,00 1 6,25 2 7,41 63 12,50
Barranquilla 17 11,72 9 10,98 28 14,43 2 5,00 - - 2 7,41 58 11,51
Manizales 24 16,55 12 14,63 32 16,49 6 15,00 2 12,50 2 7,41 78 15,48
Pereira 24 16,55 18 21,95 31 15,98 8 20,00 3 18,75 1 3,70 85 16,87
Total 145 100 82 100 194 100 40 100 16 100 27 100 504 100
Fuente: investigación «Cambios de los grupos familiares a partir de la migración internacional de padres o madres, 2008-2010».
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
Introducción
9 La saturación de los relatos se presenta cuando estos se repiten y no obtenemos información no-
vedosa sobre las categorías derivadas de las preguntas de investigación (Strauss y Corbin, 2002).
10 Atlas.ti es un software para análisis de datos que ofrece un «conjunto de herramientas para el
análisis cualitativo de grandes cuerpos de datos textuales, gráficos y de vídeo. La sofisticación
de las herramientas le ayuda a organizar, reagrupar y gestionar su material de manera creativa
y, al mismo tiempo, sistemática» (Puyana, Motoa y Viviel, 2009: 23).
23
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
11 En los hogares monoparentales fue muy difícil encontrar un padre que asumiera las funcio-
nes de cuidado. De hecho, él tiende a buscar ‘madres’ para estos oficios.
24
Cuadro 2. Tipo de población entrevistada y motivo general de migración
Migración para lograr el bienestar Migración para salvar la vida
Ciudad Cuidadoras y Madres y padres Cuidadoras y Madres y padres Total ciudades
Hijas e hijos Hijas e hijos
cuidadores migrantes cuidadores migrantes
Bogotá 29 30 4 7 3 4 77
Medellín 26 28 6 1 2 7 70
Cali 30 31 8 - 3 1 73
Cartagena 29 30 1 1 - 2 63
Barranquilla 26 30 2 - - - 58
Manizales 34 36 3 2 2 1 78
Pereira 42 39 4 - - - 85
Total 216 224 28 11 10 15 504
Fuente: investigación «Cambios de los grupos familiares a partir de la migración internacional de padres o madres, 2008-2010».
25
Introducción
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
26
Introducción
zona persiste una tendencia de las familias más pobres a migrar hacia
Venezuela como una estrategia de mejorar las condiciones de vida y de-
vengar ingresos o recibir subsidios. En todas las ciudades se percibe una
concentración de hogares con migrantes en los estratos bajos y medios,
posiblemente porque esa población ha tenido que partir afectada por el
desempleo, la inestabilidad laboral y los bajos ingresos. Estos aspectos los
desarrollaremos de manera más amplia en el capítulo segundo que trata
sobre los factores que motivaron la migración internacional. Así mismo,
creemos que la concentración de hogares de migrantes en los estratos
más pobres (nos referimos al núcleo de integrantes que permanece en
Colombia) indica que los miembros de esas familias no han superado el
nivel de vida original, a pesar de las remesas.
14 De acuerdo con Enmir (Observatorio, 2009), el promedio nacional de edad de los emigrantes
se ubica entre los 35 y 44 años (31,3%), seguido por el rango de 25 a 34 años (31%) dentro
del total estudiado. Es menos frecuente la migración entre la población mayor de 45 años y
menor de 25.
27
28
Cuadro 4. Edad de los y las migrantes en las siete ciudades estudiadas
29
Introducción
30
Cuadro 6. Países y regiones de destino por estrato socioeconómico en siete ciudades colombianas
Estrato socioeconómico Total país/ %
País/región
Bajo-bajo Bajo Medio-bajo Medio Medio-alto Alto Sin inf. región país/región
España 9 58 61 17 5 3 1 154 41,85
Estados Unidos 2 10 32 20 13 2 - 79 21,47
Venezuela 24 19 24 1 2 - - 70 19,02
Canadá - 1 2 3 - - 1 7 1,90
América Latina y el Caribe 3 14 7 3 3 1 5 36 9,78
Inglaterra y Unión Europea 1 3 10 - 1 - - 15 4,08
No informa - - 1 - - - 3 4 1,09
Otro - - 2 - 1 - - 3 0,82
Total estratos 39 105 139 44 25 6 10 368 100
Fuente: investigación «Cambios de los grupos familiares a partir de la migración internacional de padres o madres, 2008-2010». Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales,
Pereira y Cartagena.
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
Cuadro 7. Países y año de la migración por destinos en las siete ciudades colombianas
Año de la migración
Total países/ % países/
País/región Antes de
1996-2000 2001- 2005 Después de 2005 No informa regiones regiones
1995
España 2 43 61 39 4 149 40,49
Estados Unidos 14 28 31 6 - 79 21,47
Venezuela 13 10 19 27 1 70 19,02
Canadá 1 1 4 1 7 1,90
América Latina y el Caribe 2 5 17 9 3 36 9,78
Inglaterra y Unión Europea 1 5 7 1 1 15 4,08
No Informa 1 3 4 1,09
Otro - - - 3 - 3 0,82
Total años 33 98 135 89 13 368 100
Fuente: investigación «Cambios de los grupos familiares a partir de la migración internacional de padres o madres, 2008-2010». Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Manizales,
Pereira y Cartagena.
31
Introducción
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
32
Introducción
33
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
34
Introducción
Bibliografía
35
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
36
Introducción
____ (2001). The Global Servants: Migrant Filipina Domestic Workers in Rome
and Los Angeles. Palo Alto, California: Stanford University.
Pedone, C. (2003). “Tú siempre jalas a los tuyos”. Cadenas y redes migratorias
de las familias ecuatorianas hacia España. Barcelona: Universidad Autó-
noma de Barcelona
37
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, María Cristina Palacio
Puyana, Y., Motoa, J. y Viviel, A. (2009). Entre aquí y allá. Las familias
colombianas transnacionales. Bogotá: Ediciones Universidad Nacional,
Fundación Esperanza.
Rivas, A., Gonzálvez, H., Rodríguez, A. N., Medina, M. C., Tapia, M.,
González, A.,
38
El contexto de las migraciones
internacionales en Colombia
(1990 - 2010)
Yolanda Puyana Villamizar
Universidad Nacional de Colombia
E
n Colombia, los múltiples núcleos y relaciones de poder que
inciden en la organización de la sociedad no se pueden expli-
car sin entender la configuración y reconfiguración transna-
cional en un mundo globalizado (Guarnizo, 2006a). Pero no sólo las
estructuras del Estado y la economía se organizan en esta dinámica
trasnacional; también, algunas personas y familias —es decir, el nivel
microsocial— definen sus vidas en este contexto, a partir, entre otros,
de la migración internacional.
En el país, las familias con inmigrantes en diversos lugares del mundo
esperan tener un consumo similar al de aquellas de los países más ricos;
comparan sus ingresos con las oportunidades laborales y de consumo en
el exterior y proyectan sus expectativas de trabajo en el marco de una
demanda laboral globalizada. Los migrantes internacionales de estas fa-
milias comienzan a influir en la organización social tanto del país de
llegada como del de origen.
En la migración internacional, unos países se configuran como recep-
tores de población y otros como expulsores de la misma. Las estructuras
39
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
40
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
41
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
42
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
Probablemente, como dice Elías (2000: 167), quienes parten son seres hu-
manos con «anhelos personales conectados con un deseo personal promo-
vido por instituciones y experiencias sociales, al que en determinados casos
las instituciones sociales de su grupo humano no dan satisfacción».
Es así como las migraciones internacionales hacen parte de las diná-
micas económicas transnacionales y geopolíticas mayores, y son al me-
nos uno de los resultados de las acciones de los gobiernos y de los prin-
cipales actores económicos privados de los países receptores. Por ello, la
responsabilidad de la inmigración, no se puede atribuir exclusivamente
a los inmigrantes, sino a la internacionalización económica o política
derivada de los viejos patrones coloniales (Sassen-Koob, 1998: 40, 41).
Los procesos migratorios se desarrollan en medio de una inequidad
social, pues quienes sustentan el poder económico y político mantienen
un flujo permanente de capitales y mercancías que les genera mayor
riqueza, pero, al tiempo, ven a los migrantes como un peligro a su iden-
tidad nacional, mientras que los Estados nacionales restringen la libre
circulación de quienes son expulsados de los países periféricos (Medina,
2009; Bauman, 2005).
Generalmente, poco se reconoce el aporte de los migrantes a los paí-
ses receptores. Estas personas, así no sean regulares, contribuyen con sus
ingresos a mantener y garantizar los servicios sociales y el actual sistema
de pensiones de países como los de la Unión Europea (Ocampo, 2006).
A pesar del beneficio de la emigración internacional para los países de
destino, los medios de comunicación dan cuenta a diario de las condicio-
nes drásticas de inequidad en la remuneración de su trabajo, de la forma
como los inmigrantes son víctimas de xenofobia y de la frecuencia con
que se les vulneran sus derechos humanos.
Aún así, cada vez más hombres y mujeres salen de sus países en busca
de mejores condiciones de vida, esto a pesar de las barreras que los países
ricos ponen al ingreso de personas provenientes de otros países, en espe-
cial de los países más pobres. Como plantea Portes (2001: 4):
43
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
Según los cálculos censales del dane (2005), la población colombiana era
de 42.888.594 habitantes en aquel momento, de los cuales 31.886.602
(74,3%) residían en las cabeceras municipales o distritales y 11.001.990
(25,7%) en el sector rural; el 51,4% de la población eran mujeres y el
48,6% hombres. Para el 2009, el organismo proyectó una población de
un poco más de 45 millones de personas.
Los datos migratorios desde el siglo xx hasta la primera década del xxi
nos brindan elementos para que consideremos a Colombia como expulsor de
población, ya que los flujos de emigrantes son sustantivamente más altos con
respecto a los inmigrantes. Aproximadamente un 10% de la población colom-
biana ha partido por lo general a centros donde las oportunidades laborales
son mejores o, por lo menos, garantizan seguridad para la vida de las personas.
Para el 2005 «el número total de inmigrantes en Colombia era de 109.971
personas procedentes de diversos países y diversos continentes; de este total,
58.889 (51,7%) eran hombres y 53.082 (48,3%) eran mujeres» (oim, 2010: 41).
Con relación al número de emigrantes desde Colombia, las cifras
varían. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane)
44
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
calculó los emigrantes a partir del censo del 2005, con base en los ho-
gares que manifestaron tener un miembro de la familia que vivía en el
exterior. Según las primeras estimaciones y con las proyecciones hasta el
2008 se calcularon un total de 4.167.388 millones de residentes colom-
bianos fuera del país (dane, 2008). Otra forma de medición consiste en
contabilizar los registros de quienes aparecen en los consulados del país
esparcidos por el mundo; la cifra proyectada por el Ministerio de Rela-
ciones Exteriores era de 5.243.800 en el 2004 (Guarnizo, 2006a: 4).
Con el objeto de proyectar el número de migrantes en el exterior, la En-
cuesta Nacional 2008-2009 (Observatorio Distrital de Migraciones y Ob-
servatorio Colombiano de Migraciones, 2009: 8) calculó la diferencia entre
colombianos y colombianas que en un año parten al exterior y no regresan
—es decir, los saldos migratorios— y reportó un total de 3.956.433 migran-
tes para el 2008. De todas formas, en lo que respecta a la cifra del censo del
dane sobre número de migrantes, la totalidad de los expertos coinciden en
un alto subregistro, como lo confirma el documento Conpes (dnp, 2009: 31):
45
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
Al tiempo, el censo del 2005 calculó que una de las áreas con mayor
población migrante en relación con el número de habitantes —es decir,
mayor densidad migratoria— es el eje cafetero.
En la encuesta de Profamilia (2005), mientras que el 5% de hogares
de la zona urbana declararon haber tenido un miembro en el exterior, los
hogares rurales apenas alcanzaron el 3%, lo cual indica que en Colombia
el fenómeno migratorio internacional tiende a ser más urbano que rural.
Persiste una discusión acerca del estrato social de donde provienen los y las
migrantes. Según Guarnizo (2006b), migran personas de distintos estratos, pero
cuando parten a un país más lejano, pertenecen más a grupos de ingreso me-
dios y altos, porque ya se les ha facilitado conectarse a través de redes al sistema
económico mundial. Al tiempo, es bien conocido cómo las migraciones fronte-
rizas congregan una mayoría de personas de estratos de menores ingresos.
Después de consultar varias fuentes, Cárdenas y Mejía (2006: 21) con-
cluyen que:
1 Es muy difícil encontrar con base en fuentes secundarias el número de migrantes por las
ciudades objeto del estudio que presentamos en este texto, porque la mayoría de las encuestas
suman regiones o departamentos y sólo Bogotá se establece como región aparte.
46
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
2 La encuesta rcn de 2005 presentó un cálculo de 21% de hijos o hijas de migrantes, pero el
formulario fue contestado a través de internet, de forma voluntaria; debe contener un alto
subregistro (Cárdenas y Mejía, 2006: 14).
47
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
48
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
Según los datos disponibles a comienzos del año 2010, son ya 367.937 las
personas de origen colombiano que residen en España. De ellas el 78% dis-
pone de tarjeta o autorización de residencia en vigor, bien sea de carácter ge-
neral (65%) o comunitaria (13%). Un 1% se encuentra irregular y una quinta
parte ha conseguido la nacionalidad española. (Vicente et al., 2011: 65)
49
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
50
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
51
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
52
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
53
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
54
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
55
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
56
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
57
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
3 Estas condiciones obedecen a épocas de bonanza en los países de llegada. Desde mediados
del 2008 en adelante se han ido deteriorando.
58
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
5 Cálculos del Messed con base en la Encuesta de Hogares del dane (2008).
59
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
6 Otros grupos insurgentes dejaron las armas y algunos de sus miembros se vincularon a orga-
nizaciones políticas como el epl (Ejército Popular de Liberación), creado en 1966; en 1991
buena parte de sus miembros entregaron las armas y fundaron el movimiento Esperanza Paz
60
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
y Libertad; otros grupos fueron el m-19 (1970-1985), y el Quintín Lame (1980 -1991).
7 En Colombia se debate la permanencia actual del conflicto armado; mientras el Estado y al-
gunos sectores de la sociedad hablan de postconflicto o niegan que el fenómeno existe, otros
sectores políticos y académicos mantienen la posición de afirmar su vigencia (Posada, 2002).
61
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
62
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
63
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
10 Las cifras presentan algunas variaciones según la entidad que las emite: Cinep, Comisión
Colombiana de Juristas y Comité permanente de derechos humanos.
64
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
65
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
66
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
67
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
68
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
12 Aunque hayamos tendido a idealizar las familias nucleares formadas por el padre, la madre
e hijos/as, bajo la autoridad del padre proveedor, las formas familiares colombianas han sido
bien heterogéneas en el transcurso de la historia (Puyana et al., 2003).
69
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
Fuentes : Encuesta de Demografía y Salud. 2005- 2010. Encuesta Nacional de Hogares DANE: 1993 ( Puyana et-alt 2003, 35)
1314151617
Comentario final
13 Si bien la encuesta de Profamilia se refiere a familia, una crítica teórica a esta aplicación -
que no es pertinente analizar en este texto- nos lleva a referirnos a hogares, como espacio de
convivencia e ingresos comunes.
70
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
Bibliografía
____ (2005). Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos. Bue-
nos Aires: Fondo de cultura económica.
71
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
72
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
73
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
____ (2010, junio 16). Resumen Ejecutivo. Mercado laboral por sexo. Gran En-
cuesta Integrada de Hogares. Recuperado de http://www.dane.gov.co/
files/investigaciones/boletines/ech/ech/bol_sexo_feb_abr10.pdf
El Nuevo Día (2004, junio 15). Hubo 317 masacres en Colombia du-
rante el 2003. Indymedia Colombia. Recuperado de http://colom-
bia.indymedia.org/news/2004/06/13982.php
74
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
75
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
76
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
____ (2003). Los nuevos padres, las nuevas madres. Cali: Programa editorial
de la Universidad del Valle.
Medina Villegas, M. (2009). Los ausentes están siempre presentes. Una aproxima-
ción interpretativa de la experiencia materno filial transnacional entre España y Co-
lombia (tesis doctoral). Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
77
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
78
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
Pessar, P. (2005). Women, gender, and international migration across and beyond
the Americas: inequalities and limited empowerment. México City: Expert
group meeting on international migration and development in Latin
America and the Caribbean, Population Division, Department of
Economic and Social Affairs, United Nations Secretariat.
79
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
Puyana, Y. Motoa, J. Viviel, A. (2009). Entre aquí y allá. Las familias co-
lombianas transnacionales. Bogotá. Fundación Esperanza. Universidad
Nacional de Colombia.
80
El contexto de las migraciones internacionales en Colombia (1990 - 2010)
____; Duque, V. y Ruíz, M. (s. f.). Estructura, evolución del desempleo en Co-
lombia y obstáculos para su reducción, 1980-2007. Recuperado de www.
dnp.gov.co/.../Evolución%20del%20Desempleo%20en%20Colom-
bia%20y%20O
81
Yolanda Puyana Villamizar, Amparo Micolta León, Blanca Inés Jiménez Zuluaga
Taylor, E., Arango, J., Hugo, G., Kouaouci, A., Massey, D. S. y Pellegri-
no, A. (1996, summer). International migration and national develo-
pment. Population Index, 62, (2), 181-212.
82
Padres y madres en procesos
migratorios internacionales:
momentos previos al viaje
María del Pilar Morad Haydar
Universidad de Cartagena
L
os estudios sobre migración internacional han sido abordados
desde diversos enfoques teóricos y perspectivas de análisis que
aportan a la comprensión del tema. Sin embargo, no se cuenta
con un cuerpo unificado y, como lo señala Massey et al. (2008), existe
una amplia producción de teorías con gran nivel de generalidad, desa-
rrolladas aisladamente, con el riesgo —en algunos casos— de ser frag-
mentadas por fronteras disciplinarias. Aún así, es importante reconocer
que aquellas llamadas ‘de alcance intermedio’ como el transnacionalis-
mo, nos permiten confrontar realidades más concretas y situadas en con-
textos histórico-sociales tanto en origen como en destino. Se supera en-
tonces el llamado nacionalismo metodológico1, que plantea una relación
dicotómica entre países al centrarse en un solo aspecto de la experiencia
migratoria, desconocer las conexiones transnacionales que los migrantes
generan y subestimar la acción e influencia de ellos en la esfera global
(Guarnizo, 2004: 3).
Desde la perspectiva transnacional, siguiendo a este mismo autor
(2006: 81), la migración se concibe como un conjunto de procesos con-
dicionados por estructuras sociales, económicas y políticas que se mue-
ven dialécticamente desde niveles micro, meso y macroestructurales
entre los contextos de origen y destino. Lo microestructural se refiere
1 Concepto aplicado a los estudios sobre migración planteado por Wimmer y Glick Schiller, 2002.
83
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
84
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
sacrificios para compensar las “salidas”2 necesarias para proveer los re-
cursos y restablecer la posición material o simbólica. Así se reproducen o
transforman las condiciones de la propia producción, se perpetuán iden-
tidades, diversidades; se mantienen las brechas, distancias y diferencias
constitutivas del orden social (Bourdieu, 2011: 38), tal como podremos
apreciarlo en los relatos de viajeros y familiares cuando se insertan en un
proyecto migratorio.
La participación y reconocimiento del papel que asumen las familias
en la toma de la decisión y la suscripción de algunos de sus miembros
en los movimientos migratorios, nos permiten identificar el fenómeno
como una entidad intermedia entre los factores contextuales o puramen-
te individuales. Esas articulaciones han sido desarrolladas desde la nueva
economía de las migraciones (Stark, 1991), que plantea que la movilidad
afecta al grupo colectivamente y es él quien decide sobre la estrategia
para encontrar la solución que más se ajuste a las necesidades globales de
sus miembros. Así, se torna en un asunto de familia (citado por Recaño,
2002: 3) por lo que, para nuestro objeto de análisis, lo hemos denomina-
do ‘proyecto familiar’.
Dentro del análisis relacional desde el cual situamos la migración in-
ternacional, es necesario incluir los desarrollos y aportes de las redes y
cadenas migratorias inmersas en un sistema de construcción y recons-
trucción permanente, que estructuran la movilidad espacial y la vida la-
boral, social, cultural y política tanto de la población que parte como de
familiares, amigos y comunidades en los países de origen y de destino
(Guarnizo, 2006: 10). Las redes también han sido consideradas como
una teoría de articulación entre lo macro y lo microsocial, concebidas
como una forma de capital social (Massey et al. 2008; Portes, 1995; Ri-
bas, 2004) que se dinamiza, también, para obtener acceso a los merca-
dos laborales en destino y para poder incorporarse a un nuevo contexto
sociocultural. Dichas redes permiten, además, el análisis de los aspectos
menos visibles en el lugar de origen, que son observables en la habilidad
de padres y madres para construir estrategias y recursos a partir de rela-
ciones de solidaridad, confianza y lealtades que se configuran para poder
emprender la partida.
85
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
86
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
87
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
88
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
89
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Ahora bien, como lo expone Hernández (2010: 19), aunque los de-
seos de migrar se construyen a través de decisiones autónomas, lo que
constituye una aventura riesgosa de unión, diferenciación personal y gru-
pal, es necesario reconocer que cada individuo deviene como productor
y producto de sus organizaciones familiares y sociales. La concreción de
la expectativa de viaje implica el análisis de las posibilidades personales
pero también del entorno que rodea a quien parte: familia, trabajo, con-
texto comunitario y amigos que afectan y son afectados por la migración.
Las motivaciones individuales en relación con el evento migratorio se
podrían identificar cuando estas aparecen condicionadas por el grado de
autonomía con que se pueda actuar al respecto (Herrera, 2006: 137). Es
decir, a mayor capacidad de disponer de su propio destino, el migrante
potencial podrá considerar factores individuales con mayor o menor li-
bertad. En este caso, las posibilidades de elección, como lo plantea Her-
nández (2010: 19), requieren que la persona compute y reflexione sobre
las situaciones que afronta, establezca escenarios y proyectos, decida entre
ellos y lleve a cabo la acción, sin que esta dependa de la voluntad de otros.
Cuando la decisión responde a un proyecto familiar, se percibe la
obligación de justificar la acción de migrar, sobre todo si algunos de los
miembros del grupo —cónyuge, hijos o hijas— permanecen en el país
de origen. En consecuencia, quienes quedan en Colombia legitiman los
motivos que impulsaron el evento y juzgan como correcta tal determi-
nación. Frente a la pauta cultural de permanecer con los hijos e hijas, el
imaginario de la familia unida y el valor de la solidaridad que supone el
privilegio del grupo sobre el individuo, surge la necesidad de justificar
todo acto que contradiga la pauta y las argumentaciones en torno al
posible abandono, egoísmo o, sencillamente, despreocupación que esta
decisión insinúe.
Cuando no se responde a un proyecto familiar, el grupo que perma-
nece en el país de origen tiende a censurar la decisión con base en imagi-
narios sociales frente a la familia y el papel de padres y madres. Le quita
base de justificación a los motivos y considera el hecho como una salida
que no contribuye a la felicidad ni al bienestar, sino que afecta al grupo
familiar, tanto en términos económicos como emocionales.
En este análisis, según lo que emerge de los relatos, hemos incluido
como factores que impulsan la migración a: a) las redes migratorias y
familiares que facilitan la movilidad y la gestión de recursos entre los
90
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
91
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
92
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Redes migratorias
Son estructuras sociales mayores que trascienden los límites geográficos,
tienen un carácter eminentemente transnacional e involucran a todas
aquellas personas e instituciones que están vinculadas al hecho migra-
torio: políticas de Estado (origen y destino), migrantes, empleadores y
empleadoras, organizaciones no gubernamentales, personal de servicios
sociales (preferentemente educación y salud), instituciones religiosas,
asociaciones de migrantes, entre otros (Pedone, 2010: 107).
Podríamos afirmar que, para concretar el evento migratorio, padres
y madres se apoyan en amigos, otros viajeros o contactos laborales en el
país de destino, cuando en estos lugares no hay una tradición de cadena
migratoria familiar o parientes de referencia. En estos casos, los lazos
de amistad e instituciones previamente contactadas son los actores que
entran a ofrecer determinadas garantías a la migración.
En todas las ciudades, cuando mencionamos a la redes como soporte
de la migración, la ayuda que se reportó consistió en ofertas laborales,
apoyo en la documentación, vivienda y alimentación.
3 De acuerdo con los estudios de Pedone (2010: 127) sobre redes y cadenas migratorias, es
necesario diferenciar y analizar las prácticas sociales, económicas y financieras del compor-
tamiento mafioso que, en numerosas ocasiones, se les ha atribuido a las redes.
93
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
hotel le habían dicho que ellos se encargaban de todo, así que el viaje fue
bueno, bacano, sin problema. (5, H, Adrian, 2009)
Ella tenía muchas amistades donde ella trabajaba con su padre […],
entonces una amiga de ella le dijo que se fuera, porque igual, el trabajo
acá estaba duro y donde el papá no ganaba muy bien, entonces ella tenía
los hijos pequeños y decidió irse. (2, C, Antonio, 2009)
94
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Redes familiares
En las redes familiares4 que soportan la migración, circulan parientes
cercanos como tíos, tías, abuelos, primos, primas, hermanos y hermanas
—con grupos familiares ya conformados—y suegros. La red pone a fun-
cionar el carácter extenso de las relaciones familiares como soporte y es-
trategia para la concreción del evento migratorio. Estas redes no se crean
en el marco del evento, sino que «existían con anterioridad a él, solo que
ahora se activan tras encontrarse en estado latente» (Pesantez, 2006: 6).
En los relatos de esta investigación prevalecen las redes formadas a raíz de
considerar que los lazos de sangre juegan un papel muy importante. Paralelo a
la ayuda económica, está el apoyo moral; la solidaridad que los familiares brin-
dan ante la eminente decisión del viaje, que contribuye a que quien parte sien-
ta lo que significa ser amado o amada (Puyana, Motoa y Viviel, 2009: 90-91).
95
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
De acuerdo con los historias podemos inferir que, antes de que al-
guno de los miembros de la familia experimentara la migración, con
frecuencia estas redes venían operando tradicionalmente como estrate-
gias locales de apoyo en los momentos de crisis o consolidación familiar.
Sin embargo, ante el evento migratorio, estas adquieren otras dinámicas
que no se circunscriben al espacio meramente local. El apoyo de la red
familiar para la consolidación del viaje, tanto en el país de origen como
de llegada, fue común en todas las ciudades.
Fue su hermano quien la recibió allá, pues obvio que se iba a vivir
donde él vivía, y también la relacionó, para poder conseguir algún tra-
bajo porque ella no iba con contrato de trabajo. En España, contaba
además con el apoyo de su cónyuge quien hacia algunos meses también
había migrado a dicho país. (4, C, Samy, 2009)
La mamá le había mandado los pasajes; el hermano le ayudó, por-
que él se fue como turista y cuando eso no pedía visa en el 2000. Porque
como tenía a la mamá y al papá ahí, pues él tenía por lo menos a dónde
llegar, como dicen que por allá hay tanto trabajo y tantas oportunidades,
pues él se fue a trabajar. (1, C, Carmen, 2009)
96
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Allá vivía una hermana de él […]. Llegó sin trabajo pero la herma-
na tenía empleo y él iba y le ayudaba en casas de familia, y le ayudaba
a lavar los vidrios hasta que consiguió trabajo. La hermana como que
mandó una carta o mandó por él, pero él allá no ha podido sacar los
papeles, entonces no ha podido venir […]. (8, C, Marcela, 2009)
97
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Por su parte, las redes familiares que actúan desde el país de destino
no aparecen solo tras la demanda de ayuda, sino que además son oferentes
de apoyo con la intención de contribuir al mejoramiento de la calidad
de vida de la red. Es así como muchos de los migrantes han tomado la
decisión de irse tras la insinuación o propuestas laborales de familiares
en el exterior. Así, la principal ayuda intangible que ofrece la red es la
circulación de la información que conecta el país de origen con el de des-
tino. Las experiencias de sus antecesores alientan la decisión de migrar,
situación encontrada en los relatos de las ciudades estudiadas:
98
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Yo tengo una sobrina en España, y ella hacía cuatro años estaba allá
y entonces ella ya llamó, y dijo que había una oportunidad para alguien
de la familia de irse para España, que el que quisiera. Entonces como
Claudia era la más pobre, no, porque todos somos pobres, como la que
menos apoyo tenía para darle sostenimiento a la niña, hicieron los pape-
les para ella, y se fue. (3, C, Piedad, 2009)
Una hermana de él me contó que el esposo le había propuesto que
se fuera, que allá había buen trabajo, que él le ayudaba; que por él, ya se
había ido. Es más, él mandó plata, él le dio una parte y él acá consiguió
otra y se fue. Y él le tenía trabajo allá. (2, C, Lorena, 2009)
Ella tenía los hermanos allá, la estadía y todo, fue más fácil para ella.
(2, C, Antonio, 2009)
Él tiene su mamá y toda su familia allá; entonces era mejor llegar allá
—que tenía donde bajar y todo— que irse a otra parte. (5, C, Mari, 2009)
Ella le consiguió el trabajo, y mientras estuvo sin trabajo un mes,
ella se responsabilizó de mis gastos aquí, un mes, mientras él estuvo sin
trabajo. (4 C, Pili, 2009)
99
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
porque tengo una hermana que está pensionada allá y un cuñado tam-
bién está pensionado allá. (5, C, Carmenza, 2009)
Motivos económicos
A él no le salía trabajo.
(2, C, Catalina, 2009)
100
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
101
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
5 García y Espinosa (2009: 43) muestran cómo el sector informal se ha ido constituyendo
en una de las fuentes de trabajo más importantes para ciudades como Cartagena. Entre el
2001 y 2008, dos de cada tres ocupados de la ciudad se dedicaban a actividades informales
en condiciones precarias, un porcentaje relativamente alto en el contexto nacional. Entre
las características de esta población trabajadora se destaca que, de las mujeres ocupadas, el
68,3% trabajaba en 2001 en el sector informal, aunque esa participación desde el 2005 viene
siendo muy similar a la de los hombres. El estudio muestra cómo la dinámica de la economía
local de Cartagena en los últimos diez años, pese a su actividad como ciudad portuaria y
turística, no se tradujo en un crecimiento positivo del empleo, frente al aumento de la fuerza
de trabajo, y se observó un aumento solo del 0,3% en el número de empleos de calidad.
102
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Aquí no haces nada. Aquí él, más bien, no hacía nada, porque a
raticos era que le daban una moto y salía y trabajaba y traía pa’ los ali-
mentos, y ella también, entonces estaban como alcanzados, entonces fue
lo que los hizo irse. (5, C, Marisela, 2009)
Ella me dijo: yo me voy porque yo aquí no gano lo suficiente […] yo
aquí lo que gano son 180.000 pesos y eso para nada me sirven, nada más
pa’ pagar los recibos, no sirven ni pa’ la comida, ni pa’ comprarles un
pantaloncillo a mis hijos. (5b, H, José, 2009)
7 Romero (citado en Pérez y Salazar, 2007: 23), en un reciente estudio estimó las diferencias en
el ingreso laboral para las principales ciudades de Colombia. Al analizar el efecto regional,
los resultados muestran que las desigualdades entre ciudades son significativas. Para el caso
particular de Cartagena, la diferencia, en relación con Bogotá, es cercana al 22% y al 40%
con Medellín, el más alto; Pasto, Montería y Barranquilla muestran los índices más cercanos.
Para los trabajadores de Cartagena, los ingresos laborales se diferencian con los de Medellín
en cerca del 20%.
8 En Colombia, el salario mínimo legal vigente para el 2009 fue de $ 496.900 (Decreto 4868,
diciembre de 2008).
10 Manizales y Pereira son las ciudades que poseen las tasas más altas de desempleo (15,5% y
21,3%, respectivamente), seguidas por Cali (14,6%) y Medellín (14,3%), según las últimas
encuestas dane (2008).
103
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Motivos familiares
104
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
105
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
106
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Esta seguridad también está entendida por las familias como la po-
sibilidad de vivir de manera tranquila y libre de deudas. Así lo refiere el
siguiente relato:
Ella tenía que cumplir con unas obligaciones con una entidad finan-
ciera; de hecho, por eso ella se apremiaba para irse, se tenía que ir a
trabajar, para cumplir con lo que tenía aquí y cumplir luego con la hija.
(4, C, Mercedes, 2009).
[…] ella nos sentó así a las tres y nos dijo: con el dolor de mi alma
me tengo que separar de ustedes por un tiempo porque me voy a
Venezuela a buscarles un futuro a ustedes, a darles una estabilidad
que ustedes se merecen, darles todo lo que ustedes se merecen, para
que mañana, más tarde, ustedes sean unas personas de bien, se edu-
quen, estén en una universidad… Esas eran sus metas siempre. (5b,
C, Rosa, 2009).
Así tenía que ser, porque tenía que sostener una hija, o sea, no era
porque ella se quisiera ir. (5, C, Abril, 2009).
107
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
12 De acuerdo con los datos de Medicina Legal, en 2008, la violencia de pareja representó el
67% por ciento de los casos de agresiones al interior del hogar, en los que el 89% las víctimas
fueron mujeres entre los 18 y 44 años. Y en el periodo de enero a julio de 2009, hubo cerca de
27 mil dictámenes de mujeres por maltrato de pareja. En cuanto a la violencia sexual, entre
108
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Fue una decisión que tomé de que él se fuera, porque tenía muchos
problemas con él y decidimos alejarnos […] porque él me maltrataba
mucho y yo quería que las cosas cambiaran, o sea que no termináramos
ni que todo se acabara por nuestros hijos, porque están pequeños y ne-
cesitan de su papá. (5b, C, Nelly, 2009)
el 2000 y 2008, Medicina Legal conoció 152.156 casos; 84% de ellos tenían como principal
víctima a las mujeres, en su mayoría entre 5 y 14 años. Se debe tener en cuenta, sin embar-
go, que en el caso de la violencia sexual el subregistro es todavía mayor comparado con el
de la violencia intrafamiliar (www.medicinalegal.gov.co; http://www.eltiempo.com/justicia/
Artículo-Web-New_Nota_Interior-10151268.html).
109
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Ella decía que iba a unir todo el grupo familiar, porque el papá de los
niños estaba en España. Ella se va por seguir los sueños de él, porque,
digamos, ella nunca había tenido esas motivaciones, eso fue primero más
un interés de su compañero. (4C, Samy, 2009)
Ella quería que los recursos se administraran de buena forma y por-
que mi papá lo que realmente mandaba, ella decía que lo que mandaba
era poquito. “Eso debe ser que él está haciendo de las suyas allá”, decía
ella. “Voy a trabajar con él”, primer motivo. Y segundo, otra fuente de
ingreso; ella nunca había trabajado y desde ese momento decidió traba-
jar con él. (5, HC, Karen, 2009)
Motivos individuales
Él, algún día, iba a tomar vuelo, bien sea conmigo o no.
(8, C, Marcela, 2009)
110
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
111
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Pues ella se fue porque a ella le gusta mucho, cómo le dijera yo, la
libertad, el baile, la calle, todo eso, y pues por conseguir dinero, y como
ella ya no vivía con el hijo mío. (2, C, Olga, 2009)
Para los padres que optan por la migración dada una motivación indi-
vidual, el cuidado de la prole no es un asunto del que se ocupen, en tanto
ella ya se encontraba a cargo de las madres o de algún otro familiar. Así, el
cuidado de los hijos, adscrito tradicionalmente a las mujeres, no represen-
ta una limitante y les otorga a los hombres cierta libertad para la toma de
decisiones. Por su parte, para algunas madres, los descendientes podrían
representar un elemento que implique mayor culpabilidad y sacrificio.
Si se retoma el planteamiento de que las motivaciones individuales
para migrar aparecen condicionadas por el grado de autonomía con
112
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
113
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
114
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
con las personas a las que se les delega y se compromete en esta tarea.
Con ellas se conversa y reafirma el compromiso con la remesa, el esta-
blecimiento de normas y reglas para con los hijos e hijas, la satisfacción
de necesidades básicas y demás tareas asumidas que en la vida cotidiana
estaban a cargo de el o la migrante.
Por todo lo anterior, entendemos el proyecto familiar como un mo-
mento cíclico, fluctuante, que las familias asumirán de manera diversa.
El elemento cohesionador es el sostenimiento de los vínculos y la inclu-
sión de los miembros en la dinámica que implica la migración para la
familia, lo que va a contribuir a que cada uno se sienta como actor vin-
culado a la decisión.
115
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Nosotros nos reunimos, yo hablé con mis hijas, mi esposo y ellos todos
estuvieron de acuerdo; porque ella aquí prácticamente estaba trabajan-
do y ni siquiera le pagaban, o le pagaban a retazos. (2, C, Laura, 2009)
Siempre me han pedido opinión, entonces sí, mi papá nos dijo “me
voy para Venezuela, allá voy a trabajar en una empresa”. El patrón de
la empresa lo llamó, le dijo que le iba a poner la plata, o sea, que le iba
a poner los pasajes. Entonces así fue que se dieron las cosas, pues todo
el mundo decidió que sí, bueno pues que se vaya porque imagínate esta
situación aquí económica […]. (5, H, Duvis, 2009)
116
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
117
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
118
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Desde antes de irse, me mandaría el dinero para pagar las deudas que
tenemos y pagar las cosas, servicios, el arriendo, porque si uno no tiene
para el arriendo lo sacan, así que con esas cosas, él es muy responsable
[…] Los acuerdos más que todo fueron económicos, (5b,C, Susy, 2009)
119
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
“Lo principal, tienes que portarte bien”. Eso era lo que él me quería
decir, que si yo me portaba bien, igual iba a seguir cumpliendo, pero si
yo me portaba mal, ¡no mandaba más nada! (5, C, Rosalba, 2010)
120
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
[...] se iba y me dejaba la niña, pero que ella me mandaba todos los
meses y que la llamaba a cada ratico, y así, ella me manda, ella le manda
a ella sus cosas del colegio, de alimento, para vestirse, de zapatos, de todo
le manda. (5, C, Antonia, 2009)
121
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
122
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
[…] Sí, a ellas siempre les dio duro, más que todo a Íngrid, porque la
adoración de ella, siempre fue el papá […]. (3, C, Rosa, 2009)
123
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
124
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
125
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Yo ya sabía que él se iba, muy triste, pero con los niños se fue escon-
dido, les dijo que iba para donde la abuela. (8, C, Victoria, 2009)
Eso fue muy improvisado, me dijo un sábado que se iba el domingo
[…] yo le empaqué, lo despedí, pero no lo llevamos al aeropuerto ni
nada, porque él dijo que no era capaz de ver a la niña así, y a ella se le
dijo que el papá se iba de viaje y ya. (4, C, Kelly, 2009)
126
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Conclusiones
127
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
128
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Bibliografía
129
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
130
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
131
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
Portes, A. (1995). The economic sociology inmigration. New York: Rusell Sage.
Puyana, Y., Rodríguez, M., Bonilla, G., Cano, N., Micolta, A., Escobar, M.
C., Sánchez, G., Palacios, M. C., López, L. M., Jiménez, B., Maldo-
132
Padres y madres en procesos migratorios internacionales: momentos previos al viaje
Puyana, Y., Motoa, J. y Viviel, A. (2009). Entre aquí y allá. Las familias colom-
bianas transnacionales. Bogotá, Colombia: Fundación Esperanza, Códice.
133
María del Pilar Morad Haydar, Mercedes Rodríguez López, Gloria Bonilla Vélez
134
Vida familiar transnacional:
nuevas lógicas para comprender la
organización familiar
Gloria Inés Sánchez Vinasco
Universidad de Caldas
E
l traspaso de fronteras y la migración internacional tiene desde la
segunda posguerra un lugar en las conversaciones cotidianas, los
discursos institucionales y los marcos legales. Sin embargo, desde
el inicio del siglo xxi, y de manera especial en su primer quinquenio,
comenzaron a circular diversas voces que hicieron visible la conexión
entre las remesas provenientes del exterior y el mundo familiar. Nuevas
preguntas en torno al migrante con sus razones, motivos e intenciones
pusieron en primer plano el asunto de la movilidad de padres y madres
hacia otros países, mientras dejaban hijos e hijas en proceso de forma-
ción y con demanda de cuidado en el país de origen.
Este panorama aportó, por una parte, a la configuración de argumen-
tos sobre la desintegración de la familia, el abandono y la orfandad de hi-
jos e hijas menores, y al incremento de casos de drogadicción, deserción
escolar, embarazos tempranos y prácticas delictivas. Por otra, contribuyó
a la construcción, desde procesos investigativos, de nociones que permi-
tieran nombrar de manera comprensiva estas realidades. En tal línea de
argumentación, en el presente capítulo focalizamos la reflexión en torno
al mundo familiar.
¿Cómo nombrar la realidad familiar que produce la migración in-
ternacional de padres o madres cuando, de manera convencional, se
considera como requerimiento para esa denominación la copresencia
física, la corresidencia y el cuidado directo? ¿Hasta qué punto la noción
135
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
136
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
137
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
138
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
139
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
140
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
141
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
El universo simbólico
La experiencia en la familia de la migración internacional en contextos de
globalización, hunde sus raíces en un proceso de doble mitificación: desde
el origen y en el retorno o la reunificación familiar. Respecto al origen, el
evento migratorio convoca tanto a mantener y conservar un tiempo pasa-
do, como a cambiarlo. No solo se inmovilizan y sacralizan las actuaciones
cotidianas, sino que se otorga un umbral de tránsito en correspondencia
con el momento original. La migración instaura la dinámica que mantiene
o cambia el orden, de tal modo que las acciones de los integrantes de la
familia se producen en conexión con el ‘tiempo de origen’. Hay recuerdo
explícito o implícito de la acción del padre o madre migrante como héroe,
heroína, villano o villana en la implementación y organización de la vida
cotidiana familiar. Esto se convierte en una especie de hilo conductor de la
historia y la memoria familiar, que transita del caos al orden, de la pobreza,
142
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
143
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
5 Se enuncia la posición del dane en el desarrollo de los censos, al hablar de hogar como el gru-
po de personas que comparten el mismo espacio y comen de la misma olla, definición que se
ha tomado en los estudios y análisis sobre familia y ha servido de soporte para la construcción
de las tipologías.
144
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
El hogar glocal
7 De los trabajos al respecto surge la acepción de hogar glocal que aparece ampliada en párra-
fos siguientes. 145
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Familia en situación
de transnacionalidad
Figura 1
146
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
147
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
148
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
149
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
150
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
151
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Mi familia nunca fue pacífica, no sabría decir qué es una familia, tal
vez la unión de todos, emocional, que estén muy bien, creo que eso es
una familia, pero no he tenido esa experiencia. (2, H, Cristian, 2009)
Mi familia son mis hijos, mi esposo ya no era de mi familia. Eso es
muy triste y muy doloroso. (4,C, Mireya, 2009)
Uno se va y siempre la familia se derrumba. Es como cuando una
porcelana se rompe, se pone a pegarla y ya no vuelve a quedar lo mismo.
Por mucho que yo quiera sostener un hogar en cuestión moral y afectiva
como la tenía antes, eso ya se perdió. (2, M, Liliana, 2010)
152
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
153
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
154
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
155
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
156
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
157
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
158
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Relaciones de pareja
En algunos casos, la relación de pareja no se supedita a la copresencia
física; al contrario, se establecen mecanismos que permiten fortalecer los
vínculos en la distancia; unos son virtuales, mediante la incorporación de
los medios de comunicación, y otros presenciales, como las visitas espo-
rádicas. A través de unos y otros se intercambian expresiones de afecto,
detalles, mensajes afirmativos y manifestaciones de apoyo.
159
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
161
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
162
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
163
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
164
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Relaciones parentofiliales
Instituidas social y culturalmente por lazos de sangre (condición bioló-
gica) y por la ley (condición jurídica), estas relaciones van más allá de su
denominación y están permeadas por la densidad de los vínculos afec-
tivos y emocionales que les sirven de soporte. Esa densidad no solo se
instituye por la presencia física; la relación materno y paterno filial se
traslada, según Pribilsky (2004: 315), a un espacio social trasnacional, en
el cual fluyen y circulan sentimientos, emociones y recursos económicos
que mantienen los vínculos entre quienes permanecen en el país de ori-
gen, y aquellos que se encuentran en el de destino.
Los pronunciamientos de algunas instituciones gubernamentales, no
gubernamentales, académicas, políticas y de la Iglesia sobre la “desinte-
gración” de la familia, resultado de la ausencia física que se genera con
la migración internacional del padre, la madre o ambos, se ponen en
tela de juicio. Si bien se producen cambios en cuanto a la copresencia
en un espacio común de los miembros de las familias, los vínculos no
se fragmentan ni disuelven, pero al contrario, se crean nuevas formas
de comunicación, interrelación y lazos, mediados por los desarrollos
tecnológicos de la virtualidad. Esas nuevas configuraciones no siempre
adquieren connotaciones negativas; en algunas familias son una vía de
fortalecimiento entre padre, madre y su prole.
También analizamos la existencia de redes paternofiliales que se esta-
blecen en tiempo posterior a la migración del padre, quien ha mantenido
una comunicación con miembros de la familia extensa pero nunca con
el hijo o hija: es decir, quien no asumió una paternidad responsable. En
estos casos, ha sido la madre la encargada de crear los medios para que
exista algún acercamiento o conocimiento entre los implicados.
165
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
El padre, mientras vivió con ellos, cumplía con todas las funciones,
pero ya después se separaron y los abandonó. (3 C, Fanny, 2009)
La distancia hace al olvido, ya la relación es lejana, uno cree que la
plata es todo, a nosotros no nos falta nada, pero los lazos familiares se
van disolviendo mucho. (1, EH, Marcela, 2008)
A él se ve que no le interesan las hijas. Mi suegra y mi cuñado res-
ponden por ellas; el papá no llama, la chiquita le dice papá al tío. (2, C,
Orfa, 2009)
A partir de que ella se fue, notamos que era más plata lo que nos en-
viaba, vivimos mejor. Cuando ella venía traía cosas de lujo para la casa,
ropa. (5, C, Kety, 2009)
166
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Relaciones fraternales
Desde los patrones convencionales y los imaginarios individuales y colec-
tivos, se presume que los hermanos o hermanas deben llevarse bien por
cuanto están entrelazados por lazos de sangre o legales. En palabras de
Gimeno (1999: 97):
167
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Es que con dos de ellas no me las llevo, que son hijas de otra señora;
con mi otra hermana que se llama Carolina, con ella sí medio trato. (3,
H, Marcela, 2009)
Yo con ellas no la voy bien, porque mi padre ha tenido preferencias
con las hijas legítimas de él y eso me duele mucho. (8, H, Patricia, 2009)
168
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
169
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Ella llama dos, tres veces, o cuando puedo también la llamo. No hemos
perdido la comunicación, ni diálogo, ni nada de eso. (2, C, Juan, 2009)
Papá llama muchas veces, yo creo que casi todos los días, lo máximo
que se demora en llamar son tres días. (3, H, Marcela, 2009)
Mi papá siempre llamaba, cuando nos encontraba a los tres, para
hablar con nosotros. (8, H, Pablo, 2009)
Casi todos los días hablamos y cada mes nos enviamos un video con
el niño, de cómo va evolucionando. (1; C, Consuelo, 2008)
Le ponemos el altavoz y la cámara, hablamos, así todos los días. Él
me ve cocinar, me ve planchar. Como es un portátil, yo lo traslado por
toda la casa. (4, C, Pilly, 2009)
Él llama una vez en el día; dos o tres veces si tiene algo pendiente. (5,
C, Aída, 2009)
170
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Por Skype todos los días hablamos con mi mamá, del trabajo, del
clima, del almuerzo, de mi novio, de cómo es su vida allá y como es mi
vida acá. (1, H, Johana, 2009)
La estamos viendo por internet y toda gomosa se mete al internet y
vamos a vernos todos los días; esa alegría de nosotros cuando la vemos.
(4, H, Alexandra, 2009)
Ella llama todos los días; por la mañana, antes de irse al jardín, la
llama; por la tarde, cuando llega del jardín…Está muy al tanto de todo
lo que ocurre con la niña. (2, C, Alberto, 2008)
Mi papá nos dice que nos ubiquemos delante de la cámara para po-
der ver cómo estamos vestidos, cómo llevamos el pelo, cómo estamos.
Pide que suban el altavoz del computador para podernos regañar y de-
cirnos todo lo que tenemos que hacer. (3, H, Maribel, 2009)
171
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
172
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
173
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Es así como los mensajes que circulan entre los miembros de las familias
y el padre o la madre migrante giran en torno a las situaciones que vive la
familia, a demandas y requerimientos, tanto materiales como intangibles, de
los no migrantes y las posibilidades que tiene el migrante para satisfacerlas;
se sustenta la comunicación en la necesidad de responder al compromiso de
garantizar las condiciones necesarias para el bienestar de los hijos e hijas.
174
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Todos los días le preguntaba, “papi, y eso cómo van los papeles”. Él
me contestaba siempre que iban muy demorados, que las cosas no se
habían dado, pero que pronto iba a venir. Ella [madre migrante] y yo
hablamos de cómo le va en el trabajo, de mi estudio o de mis hermanos,
de cómo estoy, cosas así. (8, H, Mónica, 2009)
Yo lo llamo todos los fines de semana y hay veces que él me llama,
que me dice las cosas que pasan en Italia con mi familia y todo, aunque
yo no me acuerdo de mi familia bien, porque yo los conocí cuando tenía
seis años, pero si sé quiénes son. (5, H, Yoly, 2009)
Pues él sí me llama y me dice que cómo están, que cómo van las niñas
en el colegio, y yo le digo que bien, sí, charlamos como amigos. (8, EC,
Amparo, 2009)
175
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Todos los días ella llama, a ver si está él, si está enfermo, si está alivia-
do, nosotros le preguntamos que cómo está, que cómo le ha ido y él nos
cuenta. (3, EC, Juan, 2009)
Visitas esporádicas
Otro de los aspectos que consideramos en la sostenibilidad de las relacio-
nes y los vínculos en las familias con experiencia migratoria del padre o
madre, son las visitas esporádicas. En ellas circulan sentimientos, afectos
y mercancías, y se generan transacciones culturales y económicas, entre
otros. De igual manera, se constituyen en un dispositivo para afianzar o
debilitar los vínculos y las relaciones familiares. Estos movimientos de ida
y regreso no pasan inadvertidos; por una parte, despiertan la esperanza y
añoranza del regreso definitivo con la idea de la reunificación en el sitio
de llegada, lo que responde a una promesa hecha por el padre o madre
migrante al ir en la búsqueda de nuevas perspectivas, o como estrategia
para escapar de situaciones agobiantes de las relaciones familiares. Y por
la otra, generan tensión cuando no se desea el regreso del migrante —
principalmente el padre—porque con su llegada se pueden volver a vivir
episodios de agresión y violencia.
La presencia del padre o madre migrante no es neutral ni ajena; pro-
voca cambios en la cotidianidad de la familia, mediados por los intere-
ses, las expectativas, los temores, las dudas y las certidumbres de quienes
llegan y de quienes se encuentran en la ciudad de origen. Se instaura un
ambiente signado de emociones, afectos y sentimientos detonado por el
encuentro y por la convivencia transitoria; a partir de la presencia, se re-
definen los lugares y las formas de actuar y de situarse en la cotidianidad.
Con la llegada del padre o madre, quienes adquieren la connota-
ción, en palabras de Schutz (2003), de visitantes o huéspedes, se cruza el
176
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
177
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
178
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
179
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
180
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
La conexión emocional
Este primer elemento da cuenta del enlace emocional entre la madre o
el padre con los hijos e hijas a través de la distancia. Se sustenta en la cir-
culación en doble vía (destino-origen) para conectar espacios y tiempos
cotidianos, mediante el intercambio de objetos, expresiones afectivas y
simbólicas, remesas económicas y sociales; así se construye un sentido de
la experiencia familiar transnacional:
Nos enviaba las cartas y poemas, y eso era bonito. Abrir la encomien-
da, las cartas, fotos. Después ya dijo que por internet; de ahí para allá
todo ha sido telefónicamente. (1, C, Yolanda, 2009)
Mantengo [madre migrante] muy pendiente. Si no llamo, me meto a
internet: “no tengo tarjeta, prendan el computador”. (2, M, Ingrid, 2009)
Ellos hablan con el papá cada dos o tres días. Él los llama. Ellos se
sienten muy unidos a su papá. La niña pequeñita le escribe muchas car-
tas, se ven por internet. (3, C, María Fernanda, 2009)
Los domingos llama, aunque en semana, el día menos pensado llama
o nosotros llamamos. (8, C, Victoria, 2009)
Ella llamaba. Me decía “dígame la verdad”; ella ya sabía que algo me
pasaba. Yo sé que ellos se sienten mal, y si yo me siento mal, ellos decaen
allá y no es fácil estar tan lejos y sentirse tan triste. Cuando se las pillaba,
me tocaba decir sí me siento mal por esto, por lo otro. (1, H, Elsa, 2008)
Él [padre] nos dice que nos quiere. Yo le digo que se cuide. Le digo
muchas cosas para que no se sienta solo y sienta más fortaleza. (5B, C,
Alder, 2009)
181
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Darles un bienestar a los niños; esa fue la razón. (3, C, María, 2009)
Él aquí no tenía trabajo y él quería un mejor bienestar para sus hijos.
(8, MC, Liliana, 2009)
Ella [madre] conversa también con la niña sobre muchas cosas que le
puede guiar. La aconseja mucho. (8, C, Leticia, 2009)
Él [padre migrante] se ha vuelto más comprensivo, muy amoroso y
muy espiritual en el manejo del hogar. (4, H, Milena, 2009)
A pesar de que ellos viven allá, nos sentimos protegidos. (5, C, Kety,
2009)
Desde que ella [madre] se fue, llama dos o tres veces en la semana;
vino el año pasado y estuvo un mes. Nunca se ha desprendido de la niña;
es más, ahora está más pendiente. La niña también la llama mucho. (8,
C, Amparo, 2009)
182
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
183
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
184
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Les digo: ella está allá por lo mucho que los quiere, tomó el sacrificio
de estar lejos de ustedes para poderles brindar lo mínimo que ustedes se
merecen, lo mínimo que necesitan. El objetivo de ella es conseguir su
casa y ya, a ver si se puede regresar. (2, C, Marino, 2008)
Yo estoy allá trabajando a brazo partido para darle lo mejor y que sea
una profesional. (4, M, Mercedes, 2009)
Ella está allá, ayudándonos, para algún día volver a estar juntos. Ese
es el sueño de los que migran, “sí, voy a ir a conseguir por allá plata y
cuando vuelva vamos a ser muy felices”. (4, H, Carlos, 2009)
185
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Ella acá tuvo una casa. La vendió y ese dinero está organizado que es
para comprar otra casa. (8, C, Leticia, 2009)
Mi mamá compró esta casa, y ya aquí quedamos todos acomodados
y [con la remesa hacen negocios] los helados, el almacencito de varieda-
des. (4, H, Alexandra, 2009)
186
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
187
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
188
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
189
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
190
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Al menos tiene su casita [la nuera migrante] para llegar, sí, yo in-
clusive esta semana le decía “sepárense, que no tienen por qué hacerse
daño”. (3, C, Nancy, 2009)
191
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Nunca ha querido que sus hijos vayan a vivir allá; dice que ese es un
país con muchos problemas para la juventud, y prefirió que se quedaran
acá conmigo en la crianza y educación. (5b, C, Mara, 2009)
192
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
En un futuro no muy lejano los veo aquí conmigo y eso me hace feliz.
Sueño viéndolos aquí, trabajando, estudiando y labrándose un futuro.
(4, M, Jhon, 2009)
El interés mío es que me resulte un empleo para poder meter la rea-
grupación del niño, porque él me dice que se quiere venir conmigo. [La
mamá] me dijo que ella me firmaba los papeles. (2, P, Humberto, 2010)
193
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Poder estar juntos. Hay que esperar que ella (hija migrante/madre
migrante) tenga sus papeles; que no se vaya a llevar el niño a sufrir, ni
que ella vaya a sufrir, y que esté ubicadita. (8, C, Leticia, 2009)
194
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Estos hallazgos son similares a los expuestos por Luis Jorge Garay
(2006:105), en tanto las condiciones propias de los sistemas macro —como
las políticas migratorias restrictivas de los países de destino— generan
condiciones que prolongan a veces hasta por un tiempo indefinido el
reagrupamiento familiar o, al menos, un reencuentro temporal entre los
miembros de estas familias. Claudia Pedone (2011: 10), por su parte,
añade que los obstáculos jurídicos, laborales, residenciales y de la red de
cuidado impiden y también aplazan la reagrupación exitosa. Las leyes
siguen sin considerar la organización familiar de la población migrante y
continúan restringiendo el derecho a vivir en copresencia física.
Finalmente, se puede afirmar que la vida familiar transnacional pro-
duce una realidad compleja y diversa. Para algunas familias, se consti-
tuye en una oportunidad de concreción de sus proyectos de vida y de
formar equipajes culturales, emocionales y económicos que los habiliten
para disponer de una seguridad humana. Para otras, se producen giros y
movimientos hacia otras experiencias familiares y personales que pueden
provocar constricciones que vulneran y ponen en riesgo sus proyectos y
perspectivas de vida individual y familiar. Es decir, con los argumentos
anteriores buscamos aportar elementos para descifrar y comprender la
complejidad de la familia en situación de transnacionalidad.
195
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
196
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
197
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Bibliografía
198
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
199
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
200
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Jelin, E. (2004). Pan y afectos. La transformación de las familias. Buenos Aires: fce.
201
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
Murillo, S. (2006). El mito de la vida privada. Buenos Aires: Siglo xxi editores.
202
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
Puyana, Y., Motoa, J. y Viviel, A. (2009). Entre aquí y allá. Las familias
colombianas transnacionales. Bogotá: Fundación Esperanza.
203
Gloria Inés Sánchez Vinasco, Luz María López Montaño, María Cristina Palacio Valencia
204
Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para comprender la organización familiar
205
Relaciones paternofiliales en el contexto
de la migración internacional
Yolanda Puyana Villamizar
Universidad Nacional de Colombia
Me quedó eso, porque yo antes cuando estaba con mi papá, yo era mucho más
tierna, pero a raíz de la migración de mi padre fui creciendo. No, yo no soy melosa.
(1, H, Paula, 2008)
P
aula y Álvaro han interpretado de forma distinta los efectos cau-
sados sobre sus vidas por la migración internacional de sus res-
pectivos padre y madre. Mientras la joven se siente afectada en
sus emociones y en las relaciones con otras personas como producto del
conflicto asociado a este proceso, Álvaro, a pesar de que han pasado doce
años desde que la madre migró y de vivir dolores recurrentes, siente que
ha logrado mayor capacidad de gestión de sus acciones y autonomía.
Al significar distinto este evento, el curso de sus actuaciones también
varía. La diversidad de sus historias, así como las de otros hijos e hijas
de migrantes, nos muestran la necesidad de elaborar complejos análisis
a partir de los relatos en torno a las relaciones paterno/materno y filiales
cuando se presenta este cambio en el grupo familiar.
Después de analizar las familias en situación transnacional, en este
capítulo nos encaminamos a contestar el siguiente interrogante: ¿cómo
cambian las relaciones de padres o de madres con su prole, a partir de un
evento contextual como es la migración de ellos?
Hemos venido anotando en los artículos anteriores de este libro que,
cuando migran los padres o madres, el vínculo afectivo se convierte en
la fuerza central de la vida cotidiana transnacional y se transforma en
aquello intangible que une o separa a las familias. Aunque se viva en
países distintos, son estas relaciones emocionales las que mantienen los
207
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
208
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
La emoción no es acción per se, sino que es energía interna que nos
impulsa a un acto. La emoción puede definirse como el aspecto cargado
de energía de la acción, en el que se entiende que implica al mismo tiem-
po cognición, afecto, evaluación, motivación y el cuerpo.
209
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
210
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Sobre el tema, Blanca Jiménez (2003: 59-62) señala que persisten dis-
tintas tendencias en el uso de la autoridad en los grupos familiares:
211
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
3 Como se trató en el capítulo anterior, por hogar glocal se comprende aquel que mantiene
una vida activa trasnacional.
4 Como veremos a lo largo de este capítulo, además el tema ha sido abordado por autoras
como Russell Hochschild (2007), Riest y Riaño (2008), Herrera (2005), Parella y Solé (2006),
Salazar Parreñas (2000), Rivas y Gonzálvez (2008).
212
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
5 Cuando Bruner (2004, 57) se refiere a los relatos, a diferencia de las narrativas científicas
fundamentadas en la lógica, plantea: «los relatos contienen desenlaces tristes o cómicos o ab-
surdos, mientras los argumentos teóricos son sencillamente convincentes o no convincentes».
213
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
214
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
215
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
216
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
217
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
partir de la migración, debido a que en el momento del evento migratorio no se había cons-
truido un vínculo o este ya se había perdido.
218
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
7 ‘Te vas y te alejas’; te alejas y me acerco’; aunque te vayas, estoy contigo’; ‘si te vas, no me importa; igual, nunca
has estado’.
219
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Con mi papá la relación era buena, era buena persona, salía con uno,
recochaba, lo que sí notaba era que con mi mamá peleaban mucho, pero
nada más es lo que recuerdo.
220
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Todos estos niños y niñas han vivido la partida de los padres con una
sensación de pérdida en la relación, porque cuando estaban en la misma
ciudad, compartían con ellos. Sus progenitores se comportaban como pa-
dres presentes cuya vinculación trascendía al tradicional papel de provee-
dor que solo se ocupa de la asistencia económica. Construyeron una pater-
nidad a través del intercambio de expresiones de cariño, incluso abrazos
y besos; compartían la recreación conjunta y la comunicación continua,
a pesar de los problemas de pareja entre quienes vivieron una separación
conyugal. A estos padres los hemos denominado ‘en ruptura’ o ‘en cons-
trucción de nuevas paternidades’ (Jiménez, 2008; Puyana, 2003); para
ellos la migración implicó un fuerte resquebrajamiento de la interacción
afectiva construida y significó un quiebre emocional con sus hijos o hijas.
Con relación a la partida de la madre antes de la migración, algunos
hijos e hijas hacen comentarios acerca de que antes vivían en una familia:
[…] muy unida, pues vivíamos pues normal, estábamos todos muy
unidos, ya cuando ella después se fue, ya como que a nosotros nos afectó
mucho. (3, H, Andrés, 2009)
221
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
222
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Recordemos, para este caso, lo expuesto por Pauline Boss (2001, 19):
«la pérdida ambigua puede ocasionar problemas familiares y personales,
no porque exista un defecto en la psiquis de aquellos que la experimen-
tan, sino por situaciones fuera de su control, impedimentos exteriores
que obstaculizan rematar la pérdida o el duelo».
En esta tendencia se produce una ruptura de los vínculos emocionales
a partir de la migración y, por tanto, un proceso de «cambio dos», en el
sentido elaborado por Watzlavick, Bavelas y Jackson (1997), ya que la pauta
de la relación varía: va desde el acercamiento afectivo hacia el resquebra-
jamiento que se produce en medio de situaciones complejas y dramáticas.
En otros casos, los sentimientos de odio se asocian con el incumpli-
miento de los migrantes en torno a expectativas de reunificación familiar.
En el caso de David, según se relata, porque el padre generó una expectativa
de reunificación durante diez años, pero no cumplió, por lo que se sintie-
ron engañados:
223
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Se fueron borrando esas ideas, esas acciones buenas que tenía con él.
La imagen se fue convirtiendo de algo bueno a algo malo; un papá irres-
ponsable, aparte de que se portó muy mal. Complementa estas ideas con
224
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Una vez mi hijo alcanzó a escuchar por teléfono que él había dicho
que a él no le interesaba tener un hijo, así que le iba quitar el apellido,
eso fue como traumático para él.
225
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
226
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
A veces discutimos, porque ella me quiere imponer cosas con las que
yo no estoy de acuerdo, y no es así, porque ella no está acá y para mí es
muy difícil que me entienda por qué hago las cosas que hago8.
8 Ante la falta de los y las migrantes, la autoridad es ejercida por la cuidadora, como se va
analizar en el capítulo quinto acerca del tema.
227
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Fue a los pocos meses; él no llevaba sino dos o tres meses de haber
llegado. David no le hacía caso en algunas tonterías, por ejemplo, que no
malgastara el agua de la ducha… lo agredió en la ducha. (1, C, Sonia, 2009)
228
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Desde esa época la madre cela a su hija con la nana y fue impositiva
hasta generar rechazo.
Por su parte Mónica (1, H, 2009), quien vivió desde muy pequeña un
conflicto fuerte entre sus padres, explica por qué tenía recelo:
229
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Mi papá siempre ha sido muy seco y muy frío. Nosotros, así, casi
muestras de cariño o algo así con mi papá nunca, hasta ahora. Pero
si él llega a la casa como “hola niñas”, entonces nosotras obviamente
estamos mirando televisión en el cuarto de los papás, saludábamos al
papá y ya ese era como todo el contacto. “¿Cómo te fue en la univer-
sidad?”, “bien”, “¿notas, están bien?, ¿sí?”, “tuve un parcial”, “¿cómo
te fue?”, “bien, hum, voy a salir hoy”, “¿con quién, para dónde?”, “no
sé”… Sí…, mi papá, eso sí, él es muy seco, muy serio y muy reservado.
230
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Similar papel ha jugado Piny de Medellín con su hijo que padece hi-
drocefalia y otras malformaciones genéticas. El padre, presionado por la
falta de recursos, viajó a España cuando el niño tenía menos de un año;
ella le ha construido una imagen positiva:
231
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
232
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
te voy a decir que es una figura ¡uf¡, un modelo a seguir, no. Pero si lo
quiero mucho por ser mi papá, o sea, yo si no me dejé alimentar desde
el rencor y esas cosas.
233
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
234
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
235
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
236
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Él la deja hacer todo lo que ella quiere, pues igual como no ha com-
partido con ella. Él dirá: “el poco tiempo que voy a estar con ella, y ¿la
voy a estar regañando?”.
237
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Una vez falté dos meses al colegio, no sabía nadie, entonces mi papá
me dijo: “no has ido en dos meses, te voy a castigar ¿cómo quiere que
lo castigue?”. Yo le dije: “no me mande plata, no me compre nada”; yo
escojo mis propios castigos, los que más me gustan…
238
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
[…] yo era muy niña, era la consentida, la primera hija de él, eso era
“mi negrita”, “mi nenita” y él me consentía mucho.
239
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Mi papá más que todo es con mi hermanito y con los nietos, pero
por ser yo la última, casi siempre me cargaba, me traía que el buñuelito
y todo. Mi mamá sí con nosotras era bastante pegada; ella llegaba y se
sentaba en una mecedora en el patio y el tintico. Nos poníamos a echar
risa ahí las tres o los cuatro; han sido bastante pegados con nosotras.
240
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
¡Uy! no sé; es que igual ella viajó para ofrecernos una muy buena
educación acá a nosotros, entonces no sé si, en serio, se hubiera quedado
acá hubiéramos terminado de estudiar. (1, H Álvaro, 2009)
La situación hubiera sido que ella hubiera decidido quedarse y nos
hubieran cambiado de colegio. Realmente sí seríamos personas diferen-
tes, pues igual el colegio sí lo forma a uno diferente, pero si mi mamá se
hubiera quedado… no sé. (1, H Diana, 2009)
El último caso aquí referido coincide con el narrado por Tania (1,
C, 2009), Rosa, (1, C, 2010) y Erika (1, H, 2009), todas de hogares
de estratos 5 o 6 de Bogotá. Ellas encontraron en las remesas prove-
nientes de la migración de los progenitores, una manera de mantener
su nivel de vida y evitar el dolor provocado por un descenso en la
escala social, como el causado al asumir colegios públicos y disminuir
el consumo de objetos. Coincide el tiempo de emprender estos pro-
yectos con momentos de una fuerte crisis en Colombia (1998-2001),
cuando el desempleo o el endeudamiento para organizar negocios se
incrementaba. En todos estos casos, la prole había establecido rela-
ciones emocionales cercanas con sus padres y madres antes de la mi-
gración; su seguridad afectiva fue fortalecida por una imagen positiva
hacia la figura de quien parte, lo que ayudó a concebir la migración
como un paso necesario para el bienestar, al tiempo que sentir agra-
decimiento por ello.
La fluidez de la comunicación y de la relación les llevó a participar
de forma activa en la toma de decisión de migrar; algunos hijos e hijas
incluso lo sugirieron, como en el caso de Alicia (1, H, 2008) y su hermano
quienes, al contemplar su crisis económica, le insinuaron a la madre que
la migración podría ser una alternativa:
241
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
242
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
9 Verraco/a: En Colombia se usa este término para designar personas luchadoras y capaces de
llegar a las metas.
243
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
lentos, y tú veías que los días pasaban más rápido. […] Mi mamá y yo
pasábamos a cada ratico abrazadas, y mi hermano a cada rato: “Ustedes
si fastidian, ¡ay! dejen la melosería”; la abrazaba, y no me cansaba.
Más súper unidas, o sea, a pesar de todo, sabe todo acerca de mí,
todo, todo, lo sabe. Yo no sé, es como adivina, o algo así. Además, pues
las mujeres pasamos por cosas diferentes. Yo me desarrollé cuando esta-
ba en Londres con ella, cuando tenía diez años, entonces son como esas
cosas de tener novio y eso las que no hemos podido vivir, como las dos,
pero en realidad si las hemos vivido porque ella sabe todo. […] si yo no
estoy ocupada y tengo tiempo, hablamos fácil dos horas, nos contamos
todo. Ella me cuenta lo que pasó en la semana, yo le cuento todo lo que
pasó, sin omitir detalle [risas], nosotras somos muy unidas.
244
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
A pesar de vivir en otro país, desde Pereira, Luis (3, H, 2009) compar-
te la cotidianidad con su madre y el diario vivir de ambos está ligado a
las conversaciones a través de internet:
También nos hemos visto por internet, cartas, fotos… Nos ha man-
dado cosas materiales como ropa, cada que viene alguna amiga de ella a
pasear, nos manda, si la persona le quiere traer las cosas.
245
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Ha sido tan buena; es que es muy rara porque, a pesar de que cuando
estuvimos juntos no era de compartir, de que yo me sentara hablar o que
mi mamá dijera “¿cómo le fue?”. Pero, total, sin necesidad de hablarnos,
mi mamá sobre todo ya sabía cómo me sentía.
246
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Por qué mi mamá nunca nos preguntó: Oiga ¿usted está de acuerdo
en que yo me vaya? ¡No! Y la respuesta fue que era por el bienestar de
nosotros, por el futuro de nosotros.
247
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Ellos son la autoridad y ellos son los cabezas de aquí. Están lejos, pero
lo son y nadie toma esa figura, nadie puede tomar esa figura. Ellos son
mi papá y mi mamá de aquí, a donde uno quiera y así seguirá siendo.
Él sigue siendo normal, porque igual nos sigue hablando, nos sigue
dando consejos, nos dice qué es malo, nos dice qué es bueno.
248
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Ya si ella autoriza ya, igual se les dice a todos acá, digamos mi tía, la
que vivía acá, la que vivía conmigo, mi tía Gina, se le pide permiso, pero
primero si ella autoriza bien, y mi papá también, si él autoriza igual […].
Pero si ella dice que no, pues no y ya.
249
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
250
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
de ambos y que la joven saliera ganando. Por ello la madre cuidadora trató
de arreglarlo, como comenta Dora, (1, C, 2008):
Yo con ella nunca sentí como un lazo muy fuerte; pues sí, es mi mamá.
(1, H, Liliana 2009).
Uno extraña a las personas cuando uno se relaciona bastante con las
personas. Vi que para mí nunca había un espacio en él.
(5, H, María 2009)
251
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
252
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Siempre hablamos pero no, nunca diálogo así súper amistoso, un diálogo
como muy seco.
Lo primero que hicimos fue que pusimos el equipo duro, duro. Brin-
camos, bailamos, felices. Mamá me abrazaba, me daba picos y me decía
que las cosas iban a cambiar mucho.
Otra terrible historia de violencia hacia los hijos e hijas es narrada por
Adela (2, H, 2009). En cuanto a la relación con su madre cuando vivía
en Colombia, ella y sus tres hermanos se sintieron siempre abandonados
y violentados. Adela llega a expresar que la migración ha sido buena
porque la liberó de un mal futuro. Refiere que era promiscua y sus hijos
eran testigos de sus encuentros sexuales. La joven comenta:
253
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
[…] luego, me mandó a buscar otra vez. Como ella tenía que traba-
jar porque tenía un bebé y no tenía quien se lo cuidara, me dijo que me
llevaba a estudiar, pero estudié nada más dos meses y de ahí me puse a
cuidar el niño. No me dejaba tampoco salir y tenía que andar con el niño
cargado haciendo la limpieza, tenía que cocinar. Me llama a mí es para
regañarme o para decirme que si me voy, que me necesita allá para que
le cuide a mis hermanitos.
254
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
255
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Yo creo que el haberse ido él, habernos dejado, ha hecho que el niño
se una más a mí. El me dice “no mamá, yo no te voy a dejar; yo, hasta
que usted no esté acomodada, hasta que yo no pueda irme a trabajar, no
te voy a dejar”.
256
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
10 La expresión alude a tener varios hombres al tiempo; de ser infiel y viene de la expresión
popular ‘poner los cachos’.
257
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
nosotros nos dimos cuenta dos días antes de él irse […] que vuelva de
pronto sí, pero que anhelo ese día no, si viene o no, es igual, […] yo no lo
he extrañado la verdad.
Liliana, durante un tiempo, tuvo que vivir con la abuela debido a los
conflictos de pareja de sus padres:
Porque mi madre cuando yo tenía dos o tres años se fue; ella tiene dos
de sus hijas de otra relación. Ella es muy cariñosa y muy consentidora,
pero mi madre nunca fue la mejor y ha cometido errores fuertes. Yo con
ella nunca sentí como un lazo muy fuerte, pues sí, es mi mamá.
Fue horrible, pues porque ya era evidente que ella no estaba con mi
padre. Nosotros lloramos y sufrimos mucho porque no entendíamos por
qué mi madre no nos decía nada; no nos explicaba ese comportamiento
tan frío con mi padre.
258
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Incluso algunos, como Fabio (1, H, 2008), no quieren que su padre les
envíe remesas. Cuando el padre de Fabio lo hacía, él prefería no saber
acerca de ellas; más bien cree que esta situación fue útil para interesarse
en trabajar:
Sirvió mucho para crecer, para madurar tal vez un poco, pues se me
abrieron mundos. Empecé a trabajar, ya no dependía tanto de él, depen-
día más de mi mamá y de mí mismo, como que me despegué un poco
de él y me pareció bien.
259
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
En el caso del padre de Lilí María (3, H, 2009) y sus hermanos, quienes
han sido maltratados física y emocionalmente por este, la madre decidió
desautorizarlo tras la migración. Les induce que entreguen al padre una
versión distinta sobre su cotidianidad cuando se comunican a través de Sky-
pe, para que así mande remesas. La madre (3, C, Luz Mary, 2009) comenta:
260
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
[Los padres] Se van lejos, a trabajar por sus hijos. Pero cuando vuel-
ven al país muchos ya los han perdido. Sus familias se destruyen. Arol-
do Quiroz, procurador delegado para los asuntos de infancia, sostuvo
que de no tomar medidas urgentes esas regiones enfrentarían una grave
crisis social, pues según él, “estos niños se están saliendo de las manos de
quienes los cuidan”.
261
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
262
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
263
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
No nos falta nada, ni nada, pero la situación sí cambia, pues los lazos
familiares se van disolviendo mucho.
264
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
sus padres o madres migrantes, pero no por ello dejan de aducir que este
evento les generó situaciones límite y efectos psicológicos adversos en
algunos momentos.
Entre quienes entrevistamos en esta investigación, el significado que
las y los relatantes dan a sus vidas a partir del suceso migratorio de sus
padres o madres se ubica en dos extremos: quienes han interpretado el
hecho como causante de múltiples sentimientos de abandono y, a la vez,
promotor de problemas en el comportamiento, lo que hemos denominado
situaciones límites, y, por el contrario, quienes lo asumieron como un reto, lo
que representó para ellos y ellas adquirir comportamientos positivos, tales
como ‘estudiar más para compensar así el sacrificio hecho por los progeni-
tores’. Veamos en detalle cada uno de este conjunto de narraciones.
265
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Yo creo que ella [madre] diría: “no, pues al pelado le faltó el apoyo
de los padres”, porque realmente, como te digo, el estilo de vida mío es
muy hard core; entonces diría, “vea, si yo no me hubiera ido, de pronto él
no hubiera sido así”.
Por eso es que nosotros somos como tan desprendidos de ellos a ve-
ces, porque nosotros crecimos solos, sin ese amor, ni el cariño, ni los
consejos de los padres; entonces, para nosotros siempre fue duro.
266
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
[…] bueno, todas las veces que me han echado, que he tenido pro-
blemas en el colegio, y así. Lo más reciente ahoritica lo de mi hijo, pues
eso también fue como muy difícil.
267
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Así mismo, Jorge (2, C, 2008), de Cali, reporta dificultad para vivir
con su hija mayor desde la partida de la madre:
Al analizar estos relatos a partir del ciclo vital de los hijos e hijas,
encontramos que se refieren a la adolescencia como la etapa del ciclo
vital en la que asumieron dichas conductas, y luego una vez que han
cumplido más de 17 años. Unos manifestaron que no continuaron adic-
tos a las drogas y otros todavía se encuentran atrapados en ella. Todos y
todas sintieron el suceso migratorio como un abandono, la mayoría en
medio de un conflicto de la pareja. Hijos e hijas fueron objeto de violen-
cia simbólica por parte de la familia de origen, quienes les reiteraban la
desatención de padres o madres para que tomaran partido en contra de
los migrantes.
Las narraciones presentadas nos sugieren que son las circunstancias
que rodean la migración, las violencias recibidas y, en especial, el sentir-
se abandonados, lo que produjo más agresividad, búsqueda ansiosa de
compañía, participación en grupos de jóvenes que consumen fármacos y,
posiblemente, ansias de rebelarse ante quien abandona. Todo lo anterior
268
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
269
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
270
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Valernos por nosotros, que si tenemos, por ejemplo, que hacer vuel-
tas del banco, que pagar servicios… ya tenemos que hacerlo nosotros.
Ya sería como más independencia para un futuro, cuando uno se vaya
de la casa, ya uno está preparado. Si ellos estuvieran acá, nosotros nos
quisiéramos mucho, pero seríamos más dependientes.
271
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Yo diría más bien beneficios. Que nos dio educación, vivienda y co-
mida durante seis años, siete años, más o menos, que fue el tiempo que
duró la universidad. La tranquilidad de tener una comida y un techo.
Esas son las tres cosas: como había estabilidad económica, tenía comida,
techo y los recursos diarios para realizar las actividades diarias dentro de
la universidad.
Conclusiones
272
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
273
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Jackson, es decir, aquel en el que se altera la pauta que conecta las inte-
racciones que creaban el sistema (1997).
En las otras dos tendencias —tres y cuatro— no se produce un cam-
bio, porque la relación permanece en la misma condición. Padres/
madres e hijos/hijas eran cercanos o estaban alejados y, a pesar de la
distancia, continúan igual. Aunque te vayas, estoy contigo, la tercera tenden-
cia, nos deja ver relaciones que han logrado sostener lazos afectivos y
emocionales muy próximos e, incluso, con posibilidad de reconstrucción
para que fluyan a pesar de la distancia. Se mantiene el vínculo y se hacen
evidentes los afectos cuando manifiestan particular nostalgia y tristeza en
el momento de celebrar fechas especiales. Se caracterizan estos casos por
una buena relación previa la migración, la participación de hijos e hijas
en la toma de decisión, el apoyo de las familias extensas, la comunicación
abierta que permite entender los motivos de la migración y el despliegue
de estrategias para asumir la nueva organización familiar, lo que facilita
el cuidado emocional desde la lejanía. Se presenta un enaltecimiento de
la madre o padre a partir de la migración misma, pues su viaje al exterior
ha sido interiorizado por hijos e hijas como un sacrificio frente al cual
deben responder con coherencia y reciprocidad. Por lo tanto, las y los
migrantes han mantenido una autoridad legítima frente a su prole; son
tenidos en cuenta en las decisiones importantes, en la orientación general
del comportamiento y en la definición de reglas y normas.
Finalmente, la cuarta tendencia, la llamada si te vas, no me importa; igual,
nunca has estado, expresa relatos en los cuales las relaciones ya estaban
tan deterioradas que la migración no fue un evento que las impactase
significativamente. El resquebrajamiento de la misma se debió, en buena
medida, a hechos violentos de parte de padres y madres que generaron
rupturas desde antes del viaje. Esas acciones fueron rememoradas con
rencor e indiferencia por hijos e hijas. Quienes se quedan, no manifes-
taron sentimientos de dolor ante la partida del padre o de la madre; por
el contrario, en muchos de los casos se expresa alivio o satisfacción, pues
con la ausencia consideran que se logró dar salida a conflictos asociados
con violencia familiar y, en algunos casos, con agresión sexual. En ese
sentido, hijos e hijas no reconocen al padre o la madre migrante como
figura legítima de autoridad y, además, la distancia impuesta desde antes
les excluye de la toma de decisión migratoria. Los rituales de despedida,
cuando los hay, suelen ser formales y apresurados.
274
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
275
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
Bibliografía
Boss, P. (2001). La pérdida ambigua. Cómo aprender a vivir con un duelo no ter-
minado. Barcelona: Geidisa S. A.
11 Esto no quiere decir que en los países de origen no se extraiga esa plusvalía, sino que en el
marco de la división internacional del trabajo, este concepto se articula a una noción racial
y geopolítica.
276
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
277
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
278
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
279
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
____ (2001). The Global Servants: Migrant Filipina domestic workers in Rome
and Los Angeles. Palo Alto, California: Stanford University.
280
Relaciones paternofiliales en el contexto de la migración internacional
Puyana, Y. (1999, octubre). “Quiero para mis hijos una infancia feliz”.
Socialización y cambio en torno a las representaciones sociales sobre
la infancia. Revista Nómadas (.1), 138-145. Bogotá: Universidad Central.
281
Yolanda Puyana Villamizar, Alejandra Rojas Moreno
282
El cuidado de hijos e hijas de madres
y padres migrantes
Amparo Micolta León
Universidad del Valle
L
a familia contemporánea actúa en correspondencia con una épo-
ca de cambios significativos que han afectado los espacios macro
y microsociales (Bell, 1976; 1982; Beck y Beck-Gernsheim, 1998;
Castells, 1998; Giddens, 2001), transformaciones que tienen relación con
prácticas y modalidades organizativas de orden global, inmersas en terri-
torios y dominios institucionales en gran parte del mundo (Sassen, 1993;
Ianni, 1998). Uno de los cambios en la familia tiene que ver con el reco-
nocimiento del cuidado que proporcionan unos de sus miembros a otros.
La actividad de cuidar se ha dado en todas las épocas; sin embargo,
actualmente se comienza a definir como un trabajo, como una tarea que
contiene aspectos emocionales y morales que requieren una valoración
económica1. El cuidado es una actividad que poco se ha estudiado. Hoy
se hace visible desde las investigaciones con perspectiva de género y es re-
conocida como tema de estudio en la sociología, la economía, el derecho,
la psicología, la enfermería y el trabajo social. Particularmente, las re-
flexiones sobre el cuidado han tenido desarrollos en el campo de la salud
(Davis, 2006; Martin, 2008, 2008a, 2006; Villalba, 2002; Villarías et al.,
2007; Leininger, 1988) y recientemente se estudia su relación con las mi-
graciones internacionales contemporáneas, asunto que aquí abordamos.
283
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
2 Los hijos e hijas de padres y madres entrevistados —infantes y adolescentes— tienen nece-
sidades psicoafectivas y económicas, por lo tanto, son dependientes y requieren a los adultos
para su satisfacción y su cuidado. Al migrar uno o ambos padres entran otros a actuar como
cuidadores.
284
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Los estudios del care3 surgen en Europa como una crítica a los sistemas de
protección social y:
3 Término en inglés que significa cuidado en español. Según Martin (2008: 35) y Letablier
(2007:70-71) care fue un término planteado por Daly y Dewi en el mundo anglosajón de los
años ochenta y considerado “campo de investigación”, en el que se relacionan actores, insti-
tuciones y formas de interacción. Arango y Moliner (2011: 16), por razones conceptuales y
de léxico utilizan el término traducido al español y sus derivados: cuidado, cuidar, cuidador,
cuidadora, y señalan que las autoras francesas prefieren utilizar la voz inglesa y las españolas
el plural, los cuidados. La traducción al español de caring y caringrelations tiene dificultades;
María Julia De Ruschi, traductora del libro “Negociación de la Intimidad” (Zelizer, 2009: 29)
utiliza la expresión relaciones de cuidados, ya que ‘relaciones de cuidado’ denotaría, más bien,
‘relaciones peligrosas’.
285
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Es así que el cuidado es una acción entre dos personas: una provee
el cuidado y la otra lo recibe; tradicionalmente se ha estudiado con más
detenimiento a la persona que se encuentra en la posición de cuidadora
que aquella que es cuidada, sus características poco se han explorado. La
acción de cuidar se funda en la necesidad o necesidades de una persona,
286
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
287
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
288
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
289
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
El cuidado en la familia
Los estudios de género indican que hay que clarificar los límites y cruces
de fronteras entre los conceptos de cuidado, socialización, vida domésti-
ca, tareas productivas y reproductivas, el trabajo doméstico y el trabajo
del cuidado, la remuneración o no de esas labores, y todos estos aspectos
en relación con la economía, la cultura, la legislación, la vida familiar y
la doméstica. Esto en el campo de la familia en general y en el contexto
de la migración internacional en particular. Además, cuando se refiere
al cuidado de infantes y adolescentes en el hogar y en la familia, el aná-
lisis del fenómeno es complejo, en tanto se requiere hacer referencia a la
crianza y socialización de los niños por parte de los adultos.
Las propuestas en cuestión establecen conexiones entre cuidado y
familia. Señalan que las tareas de cuidado no son naturales sino cul-
turales e incluyen relaciones de poder, en las que las mujeres ocupan
posiciones subordinadas: ellas tienen a su cargo el trabajo doméstico y
las tareas de cuidado. Al considerar las labores descritas como parte de
lo doméstico, se carga a la mujer con una desvalorización que hace que
la inclusión o destinación total de su vida cotidiana al cuidado de otros
quede política y económicamente invisible. La visibilización del cui-
dado ha permitido a las feministas plantear discusiones en materia de
políticas públicas para la familia (véanse García-Calvente et al., 2004;
Salvador, 2007).
290
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
291
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Cuidado y parentalidad
Los análisis sobre el cuidado en la familia se han centrado en las tareas
dirigidas hacia los parientes de edad avanzada y los menores. Por una
parte, están los estudios de Villarías et al. (2007) referidos a la tercera
edad, que aportan al tema de los cuidados dos dimensiones fundamen-
tales. La primera se refiere a los costos4 emocionales para las mujeres
cuidadoras, y la segunda a la red de apoyo formal e informal a su dispo-
sición. Por otra parte, encontramos los estudios sobre el cuidado de los
niños en las familias. En estos se señala que es una tarea que socialmente
ha sido asignada a las madres y a los padres; son ellos, en primera instan-
cia, quienes deben responder por el cuidado de los hijos para garantizar
lo que Letablier (2007) denomina caring cultures, es decir, progenitores que
orienten sus acciones de cuidado de acuerdo con las representaciones
sociales construidas y aprendidas acerca de las obligaciones que se tienen
con los hijos.
Las representaciones sociales sobre los deberes parentales se susten-
tan en rasgos culturales que se trasmiten de generación en generación,
en correspondencia con el marco de los derechos y deberes y con la le-
gislación sobre infancia, adolescencia, matrimonio y familia. Es así que
cuando el cuidado de los hijos no es realizado por los dos padres, se le
asigna a otros y se le llama custodia, que es el cuidado otorgado desde
la cultura o la ley e implica una responsabilidad temporal o definitiva
para asegurarle a los niños/as techo, ropas, alimentos, respuestas a sus
necesidades de salud, estimulación y educación con el fin de favorecer
su desarrollo intelectual. Es una responsabilidad que los padres delegan
a otros miembros de la familia u otras personas de la red social privada
(Myers, 1993).
4 En relación con los costos, en Villarías et al. (2007) se señalan los personales, los emocionales,
las consecuencias físicas, el tiempo invertido en el cuidado, la reestructuración del tiempo del
cuidador, vida afectiva y relacional y, por último, los económicos y laborales. En cuanto a las
redes, se refieren a la necesidad de apoyo, bien sea el que se da dentro de la familia o de la
comunidad, o el que proporciona el Estado.
292
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
293
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
La red en el cuidado
Los padres y las madres de los menores que abordamos en esta investiga-
ción han migrado por motivos económicos; están en una edad reproduc-
tiva y se encuentran atravesando el ciclo vital familiar caracterizado por
la crianza y socialización de sus hijos infantes y adolescentes. En general,
estos progenitores y progenitoras han salido del país en busca de mejorar
294
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
295
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
5 El tamaño reducido de la red se debe, en primer lugar, a que las y los entrevistados sólo
mencionaron algunos miembros: aquellos que reconocen en el ejercicio de los cuidados y no
incluyeron todas a las personas con las que los establecen contactos cotidianos. En segundo
término, este estudio no tuvo el propósito de identificar el número de miembros que parti-
cipan en la red. Por lo tanto, las entrevistas se orientaron a conversar sobre los cuidados y
las personas que los realizan a partir del hogar en el que residen con los hijos e hijas de los y
las migrantes, y la actividad de cuidar que realizan otros que geográficamente están cerca al
hogar, a la familia o que tienen alguna relación con los y las migrantes y sus hijos.
296
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
297
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Trabajé desde que el niño tenía seis meses, primero en la casa, des-
pués salí; al niño lo cuidaban mi mamá o mis tías maternas. (2, C, Lo-
rena, 2009)
Una abuela relata sus razones para encargarse del cuidado de sus
nietos; entre ellas figura el parentesco por consanguinidad:
6 Aquí se utilizará la palabra divorcio en el sentido genérico, o sea, se trata de una separación
del vínculo conyugal sea por la ley o por la cultura. Esto con el propósito de diferenciarla de
la separación geográfica por migración sin ruptura conyugal.
298
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
en la que dos tías han asumido los cuidados de sus sobrinos, a quienes
los dos progenitores se los dejaron prácticamente de manera inconsulta,
reflexionan sobre la interrupción de sus proyectos de vida, resaltan el
agotamiento por la atención y el estado alerta que implica el cuidado de
tres menores de edad. Esta situación se ha perpetuado por el no retorno
del migrante o agrupamiento en otro país y la falta del envío de remesas
de ambos padres migrantes. Una de las tías, cuidadora actual, se refiere
a las dificultades y al retiro de la otra tía, quien cuidó inicialmente a sus
sobrinos, los cuales le atribuían un rol materno:
299
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
300
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Toda la vida he vivido con mi abuela y cuando venía del jardín era
ella la que me recogía. Me gusta estar con mi abuela. (8, H, Luisa, 2009)
Ella [migrante] quería dejarlo donde mi papá [abuelo del niño cui-
dado], pero mi papá en ese entonces estaba enfermo, y yo le dije “pero si
él se ha criado aquí, el niño se queda conmigo”. (5, C, Fela, 2009)
301
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
302
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
con las personas que los cuidaban en una misma vivienda. Una abuela
paterna cuenta que compartía la residencia con su nuera desde antes de
que ella migrara a España:
Mi nuera desde que se salió a vivir con mi hijo, siempre vivió con
nosotros. Los niños nacieron y se criaron aquí, por eso los niños se que-
daron con nosotros cuando ella se fue. (2, C, Laura, 2009)
303
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Hay familias en las que las tías son expertas en el cuidado; esta acción
de las tías se repite de generación en generación. Derly cuenta que cuida
sus sobrinos; igualmente su hermana Patricia lo hace, en tanto cuidó de
ella cuando estaba pequeña. Asoció la actividad de cuidar con ser una
persona casera, a la falta de matrimonio e hijos y a compartir las tareas
de cuidado con su progenitora:
304
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
La tía expresa:
Así como mi hermana Lucha [la migrante] nos cuidó, uno aprendió.
Ella prácticamente nos crió a mi hermano y a mí; él dice que ella nos
ayudó mucho, ahora le cuidamos a sus hijos. (2, C, Martha, 2009)
305
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
casi todos los días. Ella me dice: “estudien, que ustedes van a salir ade-
lante, no se preocupen, esto es momentáneo”. (5, H, Hener, 2009)
Siempre he estado con mi mamá o con mi abuela; han sido mis dos
casas [familias u hogares en donde se realiza el cuidado], la de mi mamá
y la de mi abuela, allí voy con mis hijos. (2, C, Lorena, 2009)
De igual manera, otra abuela materna que se quedó con su nieto deja
ver la naturalidad que tiene para cuidar y argumenta que su nieto no
tiene padre. Dice:
306
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Siempre hemos contado con las tías; ellas han estado pendientes de
nosotros; hay una tía que queremos mucho, también algunos tíos del
pueblo han estado ahí, dándonos apoyo. Los hermanos de mi mamá me
quieren como si yo fuera hijo de ellos. Hemos sido muy unidos. También
las amistades, los vecinos están pendientes de uno. (5, H, David, 2009)
307
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
308
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Las tías, los tíos, toditos luchamos por los pelaos, todo el mundo corre
cuando cualquiera cosa sucede. (5, C, Lida, 2009)
Cuando mi hija se fue, la niña [nieta] quedó con los abuelos pater-
nos. Cada 15 días yo iba y veía a la niña desmejorada, se aferraba a mí,
no me quería soltar. Pasaron unos cinco meses y la niña seguía en lo
mismo. Yo lloraba más y más y más. Una vez fui y la niña se aferró a mí,
se puso a llorar, no me quería soltar, entonces, reaccioné, ¡esto no es con-
migo! Me voy con esta niña de aquí, abrí esa puerta, cogí un taxi y me
fui con la niña para mi casa. Esa señora [abuela paterna] salió corriendo,
no me alcanzó. (4, C, Abril, 2009)
Antes de que mis padres (migrantes) se fueran, las tías no nos visita-
ban, decían que teníamos mamá y papá, que no necesitábamos, pero
ahora ellas están más pendientes de nosotros, están ahí, puedo contar
con ellas, me siento apoyada. (5, C, Irina, 2009)
309
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
310
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
311
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Los tíos entran en la red por pedido de las cuidadoras centrales. Ellos
actúan fundamentalmente para cumplir funciones de control cuando los
hijos e hijas de los y las migrantes son adolescentes, presentan nuevas
demandas y problemas asociados a su participación en grupos de pares y
en espacios públicos; por lo tanto, requieren una atención especial. Una
tía cuidadora central en momentos de preocupación acude a los tíos para
evitar que sus sobrinos consuman drogas y para que les ordene dejar las
actividades peligrosas en las que se habían implicado.
312
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Son pocos los padres que se quedan como cuidadores centrales; sin
embargo, se encuentran algunos que sí lo hacen. Un aspecto común es
que desde antes de que las madres migraran ellos venían compartiendo
el cuidado con las progenitoras y les pareció obvio asumir el cuidado:
Mi abuela y mis tíos vienen a ver cómo estamos y cómo van las cosas
(5, C, Irina, 2009).
313
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
314
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Igualmente, las tías realizan las actividades referidas a las tareas es-
colares y a la recreación de los hijos del migrante en una red femenina,
en la que la madre cuidadora distribuye y coordina las labores con base
en la confianza que tiene en las mujeres de la red. El cuidado que ellas
proporcionan no es permanente sino esporádico y está condicionado
por las circunstancias que impiden a la madre, eje central de los cuida-
dos, ejecutarlas.
Ella me ayuda en cuanto a las tareas. Mi otra tía se los lleva dos, tres
días a paseos, es a la única persona con la que dejo salir a mis hijos, por-
que sé que ella está pendiente de si comieron, si están en la piscina, si les
dolió algo. A ellas les puedo delegar mi responsabilidad en el momento
en que yo no pueda. (2, C, Lorena, 2009)
315
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
316
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Yo le digo a ella [migrante]: “es que usted torea los toros desde la
barrera, y yo en cambio estoy acá en vivo y en directo, porque si el mu-
chachito tiene que comer hay que darle de comer sin que usted lo diga”.
(3, C, Olga, 2009)
317
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Que no vaya a hacer nada malo, que me cuide, que porque si me llega
a pasar algo ella se muere, eso es lo único que me dice. (3, H, Diana, 2009)
Que me maneje bien, que me comporte bien, que mucho cuidado
con drogas, mucho cuidado con muchas cosas, pero, pero entonces eso
son cosas que uno también aprende de parte de ella. (3, H, Luis, 2009)
Pues ella [migrante] me dijo: “usted se queda con los pelaos, no se los
entregue al papá”. (5, C, Bertha, 2009)
318
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
[…] que cuidara de mis hermanas, que no las abandonara, que nun-
ca las dejara solas, que fuéramos las tres para todos lados, que si íbamos
a hacer una diligencia fuéramos las tres como hermanitas que somos.
(5B, C, Flory, 2009)
La autoridad en el cuidado
319
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
320
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
321
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
322
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
asocian al respeto y al afecto que todo hijo debe tener con sus progenitores,
pero sienten que estas dos características de la autoridad van disminuyendo
con el paso del tiempo y la distancia. Una hija dice:
323
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Aquí siempre he dicho que el hombre soy yo, así ella me man-
tenga [se refiere a la abuela-cuidadora]. Ella me puede estar dando
la comida, pero la autoridad es la mía porque yo soy el hombre. La
verdad es que ella [abuela] no interviene; si quiero, ahora mismo me
voy pa’ Caracas con Adriana [nieta] y ella no tiene que intervenir. (5,
C, Franco, 2009)
324
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
325
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
326
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
327
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
328
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
En las dos formas jerárquicas, los hijos e hijas obedecen a dos man-
datos y, a veces, expresan su rebeldía hacia las órdenes del padre o la
madre migrante, y en otras, hacia sus cuidadores y cuidadoras. Es-
pecialmente en la adolescencia, la prole presiona a su progenitor o
progenitora migrante y a sus cuidadores/as para participar en la toma
de decisiones y la definición de normas que se aplican en la vida co-
tidiana. Ante esto, los unos y los otros abren espacios para que los y
las adolescentes intervengan en las decisiones y en la modificación de
normas; lo hacen cuando perciben la necesidad de continuar el proce-
so de independencia y muestran conductas responsables. Para los y las
migrantes es más difícil entender los cambios de los hijos y tener una
postura flexible frente a las normas, sin embargo, algunos y algunas
lo logran. Observamos que ellos y ellas lentamente van entendiendo
la necesidad de independencia de su prole mientras que la cuidado-
ra o el cuidador, especialmente las madres no migrantes, comprende
esta necesidad en forma inmediata y actúa en correspondencia con los
cambios de sus hijos:
329
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Desconocimiento de la autoridad
En el contexto de la migración, en primer lugar encontramos que se
presenta desconocimiento de la autoridad de el o la migrante por la no
corresidencia con la prole. Si el cuidado desde la presencia física otorga
potestad, es muy frecuente que no estar al lado de los hijos conlleve a que
madres y padres migrantes pierdan el lugar como figura de autoridad.
Esta situación incita a enfrentamientos entre padres e hijos cuando los
primeros quieren hacer uso de su posibilidad de mando y decisión, y la
prole desconoce esos atributos como tales. Veamos lo que una hija co-
menta al respecto:
Ahora ha sido mucho más difícil, por lo que ellos durante este último
año no me tuvieron así como de tiempo completo, en cambio a él [padre
cuidador] sí, como siempre escucharon su voz, su carácter, en otras pala-
bras no me respetaban, entonces para ganarme su respeto ha sido muy
difícil. (5, C, Violeta, 2009)
330
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Ahora que está más grande, es muy difícil, porque tiene a sus ami-
gos y quiere salir, quiere tener su vida, pero yo no lo puedo dejar solo
llevando su vida, porque no tiene todavía la responsabilidad suficiente.
Me hago la boba, él pelea y no le contesto, me dice: “soy el único que
no dejan dormir en la casa de los amigos”. Le digo: “pobrecito, fue la
vida que te tocó, esa es la mamá; si quiere cambiarla busque otra”. (4,
C, Orfa, 2009)
331
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Yo le digo a él: “usted está conmigo hasta que se maneje bien; cuan-
do se maneje mal, voy a Bienestar para que me den un papel y se lo
mando a su mamá, se va para España”. Él dice que no, que no se va. (3,
C, Olga, 2009)
332
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Acá no hay norma, no hay condiciones para guiar los niños; hay
una dificultad, esta es haber intervenido los niños pensando “¡ay!, qué
pesar”, “pobrecitos los niños”. Entonces, los niños decidieron no ir a
estudiar, ellos deciden su vida, cómo, cuándo y dónde. (4, C, Samy, 2009)
333
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
7 Esta metáfora resume la manera de educar a los niños tradicionales en Colombia. Según Barreto
y Puyana (1996: 90) hasta finales del siglo xx: «se socializaba en y para la violencia, incluso para
expresar el afecto se utilizan la agresión y el castigo físico. Se calificaba como bondad paterna
o materna acciones violentas que pretendían corregir comportamientos considerados negativos
para las niñas, tales como jugar en vez de trabajar, salir a la calle o relacionarse con varones».
334
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
cho. Uno, por la edad, es muy diferente a los padres de ahora […] Digo
“no me salen, no me salen”. Entonces de eso es de lo que uno debe
cuidar a un niño; uno ve niños tan pequeños en la calle, entonces, toca,
como se dice, en una mano el pan y en otra el rejo. ¿Por qué hay tanta
corrupción en Colombia? Es porque los padres no se dan cuenta de lo
que hacen sus hijos. Uno ya es más rígido. (1, C, Ana, 2009)
Para los hijos e hijas que se han quedado en Colombia al lado de sus
madres, la partida de los padres representa un vacío en el ejercicio de
la autoridad. Encontramos dos expresiones al respecto. La primera se
refiere a la ausencia del control del padre que migró, lo que la madre
cuidadora no logra suplir; ella no impone sus órdenes, el hijo añora el
mandato del padre a través del castigo físico y lo compara con el regaño
de la madre que parece ser un mecanismo poco efectivo para obtener
la obediencia:
Desde que se fue mi papá [migrante] las cosas aquí han cambiado
mucho; mi hermano se volvió muy rebelde, él se fue volviendo “me man-
335
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
336
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Cuando ella va a pedir permiso para irse para alguna parte, primero
le pide permiso a la mamá, por teléfono; si la mamá le dice que sí, y está
en la calle ahí mismo llama y nos dice. (3 C, Piedad, 2009)
337
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
338
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
el malestar desánimo.
Entretenimiento/aburrimiento: En el entretenimiento, el sujeto sale
abiertamente de sí mismo, busca situaciones que lo diviertan para
sentirse satisfecho y liberarse de preocupaciones y ocupaciones. Por el
contrario, en el aburrimiento, el sujeto no es provocado suficientemen-
te por los objetos de su entorno, no encuentra una forma efectiva de
salir de su estado.
Sosiego/inquietud: El sosiego es un sentimiento de tranquilidad, acom-
pañado de un estado de reposo. La inquietud es un sentimiento de in-
tranquilidad, se presenta alteración y ansiedad; el sujeto se sobresalta en
cualquier momento y ante algo o alguien que lo perturba.
Confianza/desconfianza: La confianza se asocia con la seguridad o es-
peranza firme que una persona tiene en los objetos que le rodean. De
acuerdo con Yáñez, Ahumada y Cova (2006), representa una intención
para tomar un riesgo, es decir, la voluntad o deseo de comprometerse
en tomar un riesgo con la persona en quien se confía. Por su parte, la
desconfianza no sería simplemente la ausencia de confianza, pues en las
personas coexisten expectativas positivas y negativas con respecto a las
conductas de los demás; así, la desconfianza representa más una ambiva-
lencia respecto al objeto, pues hay elementos que aumentan y disminu-
yen la confianza-desconfianza o el riesgo que se está dispuesto a asumir
en la relación con un ‘otro’.
339
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
340
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
341
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Llega una persona y dice: “¿Tú sabes que tu hijo está fumando ma-
rihuana?”. No puede ser, entonces, me eché la culpita de la marihuana,
pensé: “¡no puede ser, deja que llegue!”.Y hablé con él, así empecé a
tener una relación un poco más cercana. Yo le dije que la droga no trae
nada y tal; me asusté. (5B, C, Albert, 2009)
Temía cuando ellos se enfermaban, qué iba a hacer, cómo iba hacer,
porque no sabía de eso. (5B, C, Irina, 2009)
344
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
345
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
También, los hijos e hijas dicen estar aburridos porque las o los cui-
dadores les indican normas que les impiden satisfacer sus necesidades.
Jessenia expresa:
346
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Con mis abuelos bien, pero siempre con los papás es distinto que con
los abuelos. Yo quiero bastante a mis abuelos; de todos modos nos han
criado como si fueran mis papás. (5, H, Leidis, 2009)
Hay veces que me da tristeza y me pongo a llorar; pienso más que
necesito estar con mi mamá [migrante]. (5, H, Johany, 2009)
347
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
mi papá uno se siente como más seguro, ahora se siente como una
inseguridad. Uno no sabe, pero nos puede pasar algo, y él por allá, y
que se vaya a preocupar. (2, H, Carolina, 2009)
Uno no sabe valorar las cosas que le dan, como dice el dicho: uno no
sabe lo que tiene sino hasta que lo pierde. No es que uno haya perdido
al papá porque se murió sino porque se fue a Chile. Uno pierde al papá
que le decía las cosas y ahora que no está, uno lo necesita. Ahora que él
no está, ¿a quién voy a acudir? (2, H, Octavio, 2009).
Conclusiones
348
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
349
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
día a día—.
Los cuidados que proveen las cuidadoras y los cuidadores a los hi-
jos de los y las migrantes son cotidianos y presenciales. Aunque ellas
y ellos desarrollen tareas parentales, como la proveeduría económica
y una socialización virtual, los miembros de la red otorgan más va-
lor a la socialización presencial. En consecuencia, los hijos resaltan lo
aprendido de sus abuelas/os, tías/os, hermanas/os y niñeras presentes
en la cotidianeidad, y las cuidadoras/es se autodefinen como tales al
atender todas o casi todas las tareas que requiere un infante o un ado-
lescente para su bienestar.
El cuidado de hijos de los y las migrantes colombianos, en las prác-
ticas y en las representaciones, es un asunto que compete a la familia
y no a otras organizaciones de la sociedad, y a sus mujeres más que
a los hombres. Algunos de ellos participan, pero siempre apoyados o
apoyando a las mujeres. Así, las relaciones de cuidado están revesti-
das de un velo femenino; cuidar es una acción femenina que, cuan-
do la realizan los varones por ser padres biológicos, responde a una
obligación ineludible, en primer lugar, por los parámetros de la ley,
y, en segundo, por la cultura. Si las labores de cuidado las ejercen los
hermanos, los abuelos y los tíos, se consideran actos delegados por los
padres o madres biológicas, y se catalogan como acciones solidarias
y circunstanciales.
Los temas estudiados son más complejos cuando la madre es quien
migra, porque cuando se va el progenitor, generalmente la madre
continúa con su papel incuestionable, porque cuida a sus hijos que
son también los del migrante. Algunas madres cuidadoras cumplen
con ambos roles porque la relación con el padre migrante es esporá-
dica; otras sólo adicionan algunas actividades que el padre realizaba
antes de migrar.
Cuando la madre migra, la elección de otra persona para que se en-
cargue del cuidado de sus hijos es difícil. Las dificultades para las madres
migrantes están asociadas a múltiples factores: la historia conyugal con
el padre de sus hijos, el mantenimiento o rompimiento del vínculo con-
yugal, la edad de la prole, la calidad de los nexos con la familia extensa
propia y la del papá de los hijos, entre otros.
En los casos en que los dos progenitores han estado ausentes en las ta-
reas parentales —por migración, abandono o fallecimiento—, las abuelas,
350
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
las tías y otras mujeres de las familias los sustituyen parcial o totalmente, lo
que depende de la capacidad económica que tienen las y los progenitores
migrantes para retener su papel como proveedores económicos.
Quienes se quedan a cargo de los hijos de padres y madres migrantes
se ven forzados a realizar un ejercicio valorativo sobre su acervo de re-
cursos personales, familiares, sociales y culturales con los cuales cuentan
para enfrentar las obligaciones que implican el cuidado de infantes y
adolescentes, la alimentación, la salud, educación y representación ante
el sistema escolar y establecimiento de normas de comportamiento en el
hogar y en la calle. Son compromisos que implican cambios en las ruti-
nas, en las tareas y en el manejo del tiempo de los miembros del grupo
familiar y, en particular, de cuidadoras y cuidadores.
La situación de la migración de padres y madres que dejan a sus hi-
jos infantes y adolescentes en el país de origen ha generado reacciones
y reflexiones de diferente orden. Se encuentran varias posturas, desde
aquellas que perciben el fenómeno como un problema que ha causado
efectos negativos relacionados con el abandono de las obligaciones del
cuidado de los menores, hasta otras menos condenatorias que valoran
la migración y el papel del migrante, e invitan a relativizar la supuesta
situación de abandono de los hijos por parte de las y los progenitores.
Además, reconocen el papel de los hombres y, principalmente, de las mu-
jeres, que cuidan a los infantes y adolescentes sin uno de sus padres en el
país de origen; resaltan las acciones de reorganización de la vida familiar
en redes para el cuidado y los lazos con el migrante que vive en otro país.
Los cuidadores y las cuidadoras tejen expectativas en el orden mate-
rial y afectivo en su acción con los hijos de progenitores migrantes. Los
primeros, además, esperan un reconocimiento especial en el ejercicio
de tareas tradicionalmente femeninas. Las cuidadoras oscilan entre vi-
sibilizar o no sus esperanzas, porque el cuidado de otros está mediado
por la necesidad que experimentan las mujeres del grupo familiar de
reemplazar a la pareja de padres, al padre o a la madre que migró en la
variedad de funciones parentales. Las expectativas pueden ser del orden
de la satisfacción de necesidades básicas de los infantes y adolescentes o
del de las relaciones de autoridad y las afectivas, de especial significado
para las familias y centrales en el análisis de los vínculos de cuidado.
La migración del padre o la madre denota el desarrollo de autori-
dades total o relativamente autónomas. En las primeras, la autoridad
351
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
352
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
353
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
354
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Bibliografía
Aguirre, R. (ed.) (2009). Las bases invisibles del bienestar social. Uru-
guay: Unifem.
355
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
356
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Leininger, M. (1988). Care. The essence of nursing and health. Detroit, Mi-
chigan: Wayne State University Press.
357
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
____ (2008a). Los cuidados y las mujeres en las familias. Política y So-
ciedad, 45, (2), 29-47. Recuperado de http:// www.revistas.ucm.es/
cps/11308001/articulos/POSO0808230029A.PDF.
358
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
Osso, L. (1998). La migración hacia España de mujeres jefas de hogar. Madrid, Es-
paña: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer.
Puyana, Y., Motoa, J. y Viviel, A. (2009). Entre aquí y allá. Las familias co-
lombianas transnacionales. Bogotá: Unión Europea-Secemi, Universidad
Nacional de Colombia, Fundación Esperanza, Editorial Códice.
359
Amparo Micolta León, María Cénide Escobar Serrano, María Cristina Maldonado Gómez
Sánchez, R., Tomé, P., y Valencia M.A. (s.d.) Nuevos tiempos, nuevas
familias: Aproximaciones etnográficas en el estudio de configuraciones familiares
contemporáneas. Recuperado dehttp://www.ucaldas.edu.co/docs/.../
Nuevos_tiempos_nuevas_familias.pdf
Villarías M., I., Romeo P., Z., Canto C., A. y Villarías M., R. (2007).
Interpretando el cuidado. Por qué cuidan sólo las mujeres y qué
podemos hacer para evitarlo. Revista Zerbitzuan, (42), 29-38. Recu-
perado dehttp://www.zerbitzuan.net/documentos/.../Interpretan-
do%20el%20cuidado.pdf
360
El cuidado de hijos e hijas de madres y padres migrantes
361
Inmigración internacional forzada.
Cambios y conflictos en los grupos
familiares
Blanca Inés Jiménez
Universidad de Antioquia
Migrar es dejar todo para ir a iniciar con casi nada, se queda parte de
la familia, los amigos y todos los recuerdos. Cuando se regresa es otra
migración, pues ya no se encuentra lo que supuestamente se dejó. Con la
migración se pierde mucho, pero el ser se endurece para sobrevivir a los
obstáculos y rechazos. Lo positivo es que se amplía la visión de la vida, se
ven los problemas en dimensiones posiblemente más amplias. Se siembra en el
migrante una tristeza honda y crónica.
(4, M, Diego, 2009)
Q
uienes migran para proteger su vida o en busca de mejores
condiciones de existencia llevan consigo lo que han construido
de sí mismos en el lugar de origen, pero dejan atrás espacios,
personas, relaciones, rutinas y costumbres. Una decisión tan
trascendental en la vida de una persona o de una familia se toma consi-
derando lo que se tendría que dejar y lo que se desea encontrar. Pero no
todos tienen la opción de decidir, porque un segmento importante de las
migraciones es forzado1.
A pesar de ser Colombia un país con un régimen democrático, este es
deficiente. Una muestra de esto son las altas estadísticas sobre migración
forzada. Por ejemplo, según Diez, entre 1996 y 2005, las solicitudes de
asilo político de colombianos en España se triplicaron. En 2004, Colom-
bia fue el tercer país con mayor petición de asilo a España después de
Nigeria y Argelia; en 2005 hubo 1.700 solicitudes de las cuales el 79%
1 Tal como lo plantea María Ileana García, en el mundo, «[…] uno de cada diez migrantes ha
salido de su país por razones políticas», (García Gossio et al., 2006).
363
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
2 Este texto es de obligada consulta para complementar los hallazgos de nuestra investigación,
si tenemos en cuenta que mientras el trabajo de Ofelia Restrepo se refiere a mujeres exila-
das, el nuestro, por dificultades en la obtención de entrevistas a cuidadores/as o hijos/as en
Colombia cuando migra la madre forzadamente, hace énfasis en la situación de las familias
cuando migra el padre.
3 De las veinte mujeres entrevistadas por Ofelia, solo dos no migraron con sus hijos, pero se
reunificaron posteriormente (Restrepo, 2006: 17).
364
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Aproximación teórica
La migración forzada
En la actualidad hay un debate social y académico en torno a definir y
caracterizar la migración forzada4. Las posiciones se dividen entre quie-
nes consideran que tanto la migración por motivos económicos como la
que se produce por razones políticas, catástrofes o hambrunas es forza-
da —argumentan que se deben a factores expulsores, muchos de ellos
estructurales, que dejan a las personas sin mayores opciones (Gzesh,
2000)— y quienes diferencian la migración forzada de aquella que obe-
dece a cuestiones económicas. Estos últimos afirman que mientras el pri-
mer tipo de migración es producto de la coacción o de la presencia de
una amenaza, generalmente asociada con la violencia o la violación a
los derechos humanos (Castles, 2003), el segundo está relacionado con
la búsqueda de mejores oportunidades para la existencia o como una
manera de lograr niveles de vida más altos (Organización Internacional
para las Migraciones, oim, 2006).
Si bien consideramos que en las migraciones por motivos económicos
existen factores estructurales expulsores como la desigualdad de oportu-
nidades, inequidad y falta de empleo digno, en esta investigación diferen-
ciamos estos antecedentes de los asociados a amenazas o coacción. Esto
en la medida en que el peligro de perder la vida y la integridad personal
tiene implicaciones en las características de la migración y en las familias
de quienes parten.
La migración forzosa, como aparece en el diccionario de la oim (2006)
es un:
365
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
366
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
367
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
5 Por la magnitud e intensidad de los conflictos políticos en el interior de los países, el refugio se
ha convertido en un problema mundial. Según Angarita, el barómetro de conflictos del Depar-
tamento de Ciencia Política de la Universidad de Heidelberg para el año 2007 registraba 328
conflictos políticos, de los cuales seis constituyeron verdaderas guerras y 25 crisis severas, con
lo que 31 conflictos implicaron gran cantidad de violencia masiva. En 99 casos hubo un uso
esporádico de violencia, por lo que el informe los clasifica como crisis. Las crisis y los conflictos
altamente violentos llegaron a un total de 130 (Heidelberg Institute, citado en Angarita, 2008).
368
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
El asilo o refugio6 es una figura jurídica del derecho internacional que tie-
ne una clara conexión con el reconocimiento y garantía de los derechos
políticos como la libertad de pensamiento y expresión, y la participación
política y de asociación, pero el derecho fundamental que se protege es
el de la vida y la integridad personal. Es por esto que en muchos casos
quien solicita asilo es una persona que, en el país del que procede, corre
grave peligro de ser asesinada, torturada, sufrir detenciones arbitrarias,
desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, lesiones físicas o psicológicas
(oim, 2004). En relación con los derechos económicos y sociales, la con-
cesión del asilo supone la garantía de trabajo, obtener autorización para
desarrollar actividades laborales, profesionales o mercantiles, e igual-
mente recibir ciertas prestaciones sociales, sanitarias y educativas. Todo
ello según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de las Na-
ciones Unidas de 1951 (Acnur, 2012).
El asilo ha tenido trasformaciones en la última mitad del siglo xx.
Tradicionalmente fue considerado una prerrogativa del Estado, pero
desde 1948 en la Declaración Universal de Derechos Humanos se consagró
como un derecho humano, al establecer en su artículo 14 que: «En caso
de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar
de él, en cualquier país».
Para preservar el derecho a la protección, existen varios tratados in-
ternacionales entre los que se destaca la Convención sobre el estatuto de los
refugiados adoptado en Ginebra el 28 de julio de 1951, en el que se reco-
noce la condición de refugiado a toda persona que tenga:
369
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
7 Para velar por el cumplimiento del derecho al asilo, las Naciones Unidas creó el 1 de ene-
ro de 1951 la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(Acnur). Allí se proporciona asistencia a los refugiados, solicitantes de asilo, a los que han
regresado a sus hogares pero aún necesitan ayuda para rehacer sus vidas, y a las comunida-
des civiles locales que se ven directamente afectadas por los desplazamientos de refugiados,
personas apátridas y los desplazados internos.
370
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
9 Al migrar, el ciudadano pierde sus derechos civiles en el país de origen y no adquiere nuevos
derechos en el país de destino hasta tanto no logre una nueva nacionalidad.
371
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
372
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Persecución política
El exilado político, padre o madre, sale de Colombia sin el interés, el de-
seo o la expectativa de vivir en otro lugar, precisamente porque el com-
promiso con su país lo motivó a desarrollar acciones consideradas por
otros perturbadoras de sus intereses, hasta el punto de señalarlo como
su enemigo y presionarlo para que abandone su quehacer político y se
retire del medio. Lo anterior incide en el exiliado para que tenga la im-
presión de vivir donde no quiere estar, sienta la añoranza de la familia y
373
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
374
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
375
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
376
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
377
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
378
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
379
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
380
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Júver salió del país rumbo a Alemania con visa de turista; tuvo que
regresar a Colombia porque no encontró apoyo de una hermana y luego
de varios meses viajó a España, donde vive actualmente. Es un hombre
que desde temprana edad y durante unos diez años trabajó como militar
en organizaciones legales e ilegales. Su recorrido por diferentes grupos
armados da cuenta de las características del conflicto en Colombia, en el
cual la flexibilidad y la rotación en varias organizaciones evidencian las
fronteras “porosas” entre los grupos armados.
David pertenecía a las milicias urbanas. Sufrió varios atentados por
parte de un grupo armado paramilitar. Su vivienda fue allanada en va-
rias ocasiones por parte del ejército y fue torturado.
Fui amenazado inicialmente por una banda que se llamaba Los Es-
corpiones, que tenía su lugar de trabajo en la comuna nororiental de
381
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
382
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
El testimonio del hijo de un profesional de la salud que tuvo que salir del
país por no aceptar la extorsión que le hacía un grupo guerrillero, muestra
hasta qué punto se afecta no sólo el trabajo sino la situación familiar:
383
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
384
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
385
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
era mejor que se fuera lejos. Él estuvo pidiendo el asilo político mucho
tiempo, no le quisieron dar el asilo político, estuvo escondido como ocho
meses. (2, Mónica, 2010)
Violencia familiar
Tal como se planteó en la primera parte de este capítulo, la mutilación
genital femenina (mgf) o el peligro de sufrirla es la primera forma de vio-
lencia contra la mujer protegida por el derecho de asilo, reconocido por la
Convención de 1951 sobre el estatuto de los refugiados. Posteriormente,
algunos países como España contemplan el asilo a personas que sean per-
seguidas por su «género u orientación sexual o que hayan padecido actos
de violencia física o psíquica, incluidos los actos de violencia sexual».
En una publicación de la Procuraduría General de la Nación (2009),
en la que se analiza la ley 1257 de 2008 que protege a la mujer frente a
la violencia y garantiza sus derechos, se afirma:
386
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Ella narró cómo la madre preparó su fuga sin que el esposo se en-
terara. Un día «le arregló el desayuno, lo despachó para el trabajo» y
cuando él volvió por la tarde, la esposa se había ido y había dejado la hija
al cuidado de la familia materna. Él la buscó hasta que la encontró en
Barranquilla; hasta allí se desplazó para obligarla a regresar de una ma-
nera violenta, por lo que ella no encontró otra opción que salir del país.
Para concluir este apartado sobre los motivos de la migración forza-
da, podemos afirmar que en todos los casos está antecedida de amena-
zas directas o indirectas, de persecución, muerte de personas allegadas o
compañeros/as de ideales o de trabajo político y, en fin, la presencia de
la violencia10. Tanto la migración por factor económico como la forzada,
es una respuesta individual o de grupos familiares ante problemas es-
tructurales del país. La migración forzada evidencia la realidad política y
social del país, en el que existen problemas de exclusión e intolerancia, y
donde se recurre a la violencia y no a las vías legales o concertadas para
tramitar los conflictos.
Uno nunca se imagina lo que significa salir del país bajo esas con-
diciones de migrantes por razones de seguridad. Además, la condición
de nosotros como costeños, como caribeños tan apegados a la tierra, a
nuestra casa, a nuestros amigos, a la cotidianidad nuestra, nos hace to-
davía más difícil el tener que asumir una decisión como esa […]. (5, M,
Mauricio, 2009)
10 Esta afirmación se evidencia también en el trabajo de Ofelia Restrepo (2006: 69), el cual da
cuenta del exilio de 18 mujeres que viven en España. Algunas de ellas participaban en Co-
lombia en grupos de izquierda o guerrilleros, desarrollaban trabajos políticos «impulsando y
apoyando procesos autogestionarios y movimientos comunitarios de lucha por la vida y por
los derechos humanos».
387
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
388
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
389
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Rosa, según su hijo, tampoco les habló sobre el motivo de su viaje por-
que pensaba que era por corto tiempo, que podía ser «una falsa alarma
y no era necesario angustiarlos». No obstante, se vio obligada a ampliar
su estadía en el exterior, por lo cual pidió a la compañera de su exesposo
que informara a sus hijos. Su hijo dice entender los motivos del silencio
de la madre pero considera que debió informales:
390
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Yo creo que la familia marca también algo que fue muy determinan-
te y es por eso que cada paso que uno da, aunque yo pueda ser el cabeza
de familia, lo tomamos de manera consensuada. (5, M, Mauricio, 2009)
391
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Y pues fue muy conversado en el sentido de que pues había que tener
cuidado, que había que estar alertas, de que había que mirar, pero que
no había que desesperarse o volver de esto, pues, una tragedia. (1, C,
Gloria Gisela, 2009)
León (4, M, 209) estuvo unos días en Bogotá con toda su familia como
medida de protección, y ella lo apoyó para que saliera del país. Sus hijos
no lo acompañaron al extranjero porque estaban terminando estudios
y su hija, porque trabajaba; además, pensaban que el padre era el ame-
nazado y no sentían la necesidad de enfrentar el cambio. Entonces, la
esposa optó por quedarse con los hijos, a pesar de que él le pidió que se
fueran juntos.
Aparte de las consultas, también los acuerdos y las promesas cobran
gran importancia en la migración, porque disminuyen el dolor de la par-
tida y compensan un poco el sacrificio que representa la separación. Pero,
en las decisiones forzadas no hay lugar para ello, de modo que en salir del
país se materializa la promesa más importante: conservar la vida.
392
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
El circuito migratorio
Diferenciamos el término circuito migratorio de trayecto, categoría uti-
lizada por Riaño et al. (2007), porque el primero da cuenta de la movi-
lidad geográfica de los migrantes. La trayectoria es mucho más amplia
porque envuelve rumbos, lugares y experiencias de los sujetos en movi-
miento, pero, además, incluye las identidades, las huellas dejadas, los co-
nocimientos acumulados, las trasformaciones de los individuos, asuntos
que sobrepasan los alcances de nuestro trabajo. En esta investigación
llamamos circuito migratorio a las escalas que hacen los viajeros en su
proceso de salida del país, en el regreso a su lugar de origen y en el ir y
venir. El concepto de circuito11 da cuenta de que la migración es un pro-
ceso y no una acción con un punto de salida y otro de llegada.
Algunas personas amenazadas tienden a realizar un desplazamiento
interno antes de la migración internacional, con la esperanza de con-
servar su anonimato. Se trasladan a la capital del país, o de la capital
pasan a otras ciudades, pero cuando los tentáculos de los violentos los
alcanzan, sólo les queda el exilio. Cuando las condiciones han cambia-
do en su lugar de origen o cuando ya no pueden permanecer más en el
extranjero, regresan.
Pedro (4, M, 2009) viajó a Bogotá, donde vivió seis meses, pero allí
también fue amenazado. Salió para Brasil donde vivía una hermana.
Allí permaneció durante un año, luego regresó a Bogotá donde vivió
11 Algo similar, sucede con la población desplazada en Colombia, que después de ser expulsada
de su lugar de residencia, permanentemente cambia de barrio o de ciudad debido a amena-
zas o al no lograr condiciones de vida dignas.
393
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
394
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Es que a mí me conocía esa gente por todas partes, hasta por tele-
visión me habían visto en varios programas, entones mi rostro ya era
conocido por todos ellos. (4, M, Irene, 2009)
Tuve que tomar una decisión dura: o los dejo y me voy yo aparte para
no sacrificarlos a ellos, o vivo con ellos. Vivo con ellos un tiempo, pero
tienen que asumir todas mis medidas de seguridad; eso significa capaci-
tarlos en eso de cómo es la seguridad en la casa, de cómo se contesta el
395
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
teléfono, cómo se mira el entorno, quién pasa, quién vive al frente, quién
vive allí o allá, qué información se da y qué información no se da. Toda
esta situación que involucró a toda la familia. (4, M, Francisco, 2009)
396
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
13 Las mujeres entrevistadas por Ofelia Restrepo (2006: 73) también dan cuenta de redes y
organizaciones que facilitaron su salida del país.
397
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
398
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
399
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
[…] la persona me dijo que habían dicho que con ese tipo de docu-
mento no podían hacer un contrato y el documento dice: “válido para
estar en España y autoriza a trabajar”. Entonces, es algo que uno dice:
¿es posible que eso esté creando algún tipo de exclusión para darle tra-
bajo a los solicitantes de asilo? (1, M, Carlos, 2008)
Lo más triste para mí es que él esté por allá y nosotros por acá. Esta-
mos esperando que nos pida. Pero yo digo que si se nos da la oportuni-
dad de que nos vamos, después que estemos juntos, así sea en cualquier
400
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
rincón del mundo, lo importante es que estemos juntos, que él esté con
sus hijos, que yo esté con mi esposo, que yo me levante y esté él ahí. (1,
C, Patricia, 2008)
14 La hija relata que el padre fue engañado por unos conocidos que le pidieron que recogiera una
encomienda y la guardara en su casa. El paquete contenía droga y fue hallado por la policía.
401
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
402
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
¿En qué condiciones retornan los migrantes forzados por razones po-
líticas? Encuentran una gran distancia entre lo que dejaron y lo que viven
al retorno (Rubio, 1977; Godoy, 2002). En la investigación se identifican
dos maneras de asumir el regreso: aquellos que se aíslan del trabajo políti-
co que tenían antes del exilio y, en consecuencia, el propósito de personas
o actores armados de sacarlos del medio con amenazas y persecuciones
se cumple, y quienes hacen frente a las condiciones de inseguridad y con-
tinúan con su trabajo político pero con mayor cuidado y bajo perfil.
En los del primer grupo, el aislamiento está acompañado de miedo y
culpa. Temor a repetir la tragedia de ser amenazados y vivir capoteando
la muerte:
El miedo de los hijos a quedarse sin padre o madre los lleva a pre-
sionar a sus progenitores para que se aparten de todo lo que pueda re-
presentar riesgo. El exiliado político del relato anterior retornó al país y
dice que sus hijos le pidieron que no aceptara ser entrevistado, para no
meterse en asuntos relacionados con su pasado. Una madre afirma que
su hijo prefiere que el padre no vuelva a Colombia, para evitar que «le
pase algo» (2, C, Mónica, 2010).
403
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
15 En esta investigación nos referimos a la culpa consciente, que Freud denomina consciencia
de culpabilidad, para diferenciarla del sentimiento de culpa inconsciente: «Si alguien tiene
un sentimiento de culpabilidad después de haber cometido alguna falta, y precisamente a
causa de ésta, tal sentimiento debería llamarse, más bien, remordimiento. Sólo se refiere a un
hecho dado, y, naturalmente, presupone que antes del mismo haya existido una disposición
a sentirse culpable […]» (Freud, 1929).
16 León periódicamente hace incursiones en zonas rurales en busca de los restos de su hijo y está
pendiente de cualquier información sobre fosas comunes.
404
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Para el exilado/a, las visitas al país de origen son un medio para sal-
vaguardar la cohesión familiar o fortalecer los lazos afectivos, pero ge-
neralmente presentan situaciones cargadas de tensión y miedo. Vienen
a visitar a la madre enferma o por demandas familiares o afectivas, pero
no salen de sus casas o lo hacen en contadas ocasiones y con cautela, «sin
dar mucha pantalla y de una manera discreta», tal como relatan David
(4, M, 2010) y Júver (4, M, 2009). Rosa muestra, a su vez, la contradic-
ción entre el miedo y la necesidad de asumir el cuidado de la hija de diez
años que se enfermó:
405
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Este padre se lamenta del poco tiempo que ha podido dedicar a sus
hijos durante el exilio:
406
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
puntualmente; iba, les daba una vuelta y no más. Pero después de que
retorno, quedaba mi madre; mi padre había muerto. Mi madre para
mí era un referente, tenía que ir y quedarme, acompañarla, estar con
ella, escucharla, cosas que no hacía antes; igualmente con mis hijas, el
cambio se produce. Creo que la lejanía aferra más toda esa serie de sen-
timientos. (2. M, Luis, 2009)
17 Nombramos como hogar glocal, tal como se señaló en un capítulo anterior, el escenario de
encuentro familiar que liga el hogar del país de origen y el del país de destino, mediante la
interconexión virtual, el sostenimiento de vínculos afectivos entre los integrantes y el compar-
tir la cotidianidad, no obstante estar ubicados en países diferentes y distantes.
407
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
(2, M, 2009)—, otras con madre exiliada —como el caso de Rosa18 (1,
M, 2010)—, o ambos padres emigrados —como el caso de Irene (4, M,
2009)—. En los relatos se da cuenta de once padres y tres madres en si-
tuación de transnacionalidad, pero que no tienen un proyecto común ni
un sentido de pertenencia al grupo familiar.
En las familias con padre o madre en el exilio, las estrategias para
mantener la cohesión del grupo se desarrollan fundamentalmente en
torno a la comunicación y el proyecto común, que generalmente gira
alrededor de la reunificación o el retorno, tema que ya analizamos en el
apartado anterior. Pero los arreglos familiares pueden cambiar durante
el proceso migratorio.
Ricardo (5, M, 2009) es un ejemplo de una familia en situación de
transnacionalidad que ha vivido diferentes formas de arreglos. Migró a
Estados Unidos con todo el grupo que conformaba una familia nuclear,
pero la esposa no logró adaptarse y al mes regresó a Colombia. Ella, al
poco tiempo, murió de leucemia. Ricardo dejó a sus hijos con la familia
de la esposa y retornó a Estados Unidos mientras estabilizaba su situa-
ción; estuvieron varios años separados y cuando él mandó por los hijos,
no logró que la suegra enviara a la hija mayor porque antes de salir «se
perdió el pasaporte»19. La hija aún está en Colombia a la espera de po-
der reunificarse con la nueva familia —poligenética—, porque el padre
contrajo matrimonio.
Las familias en situación de transnacionalidad pueden dejar de serlo
debido a la reunificación o el retorno, o cuando dejan de constituirse
como grupo familiar. Esto último sucede cuando los migrantes —en este
caso, los exilados— se separan de sus parejas y los hijos configuran el
grupo familiar con el progenitor que permanece en Colombia, pero ex-
cluyen al migrante del proyecto común familiar, quien ejerce la paterni-
dad o maternidad en situación de trasnacionalidad.
David (4, M, 2010) da cuenta de la manera como cambió la es-
tructura de la familia: antes del exilio vivía en una familia nuclear,
salió solo y al cabo de varios meses logró que la esposa viajara para
reunirse con él. Dejó en Colombia una hija al cuidado de la abuela
19 La pérdida del pasaporte tiene varias interpretaciones: la abuela dice que la niña, jugando, lo em-
bolató, y el padre dice que la abuela lo escondió porque no quería que la separaran de su nieta.
408
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
409
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
21 Mujeres como la esposa de Francisco se resisten a desempeñar trabajos asociados con los
servicios, que son los que más se ofrecen para los migrantes. Vale resaltar cómo las mujeres
exiliadas entrevistadas por Ofelia Restrepo (2006: 76) en España desempeñaban trabajos de
cuidado familiar a niños y ancianos, y oficios de limpieza de casas.
410
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Relaciones familiares
Cuando sus papás están a 1.500 kilómetros, a $700.000 pesos de pasaje en avión
o 30 horas por tierra, es muy jodido.
(1, H, Pablo, 2009)
22 En las entrevistas a los padres, ellos tienden a ser reservados al hablar de conflictos con los
hijos e hijas, lo que puede ser porque tienen dificultad para registrar y comunicar a otros ese
tipo de situaciones. En general, se extienden en la información sobre los móviles y el proceso
migratorio, pero son parcos a la hora de hablar sobre su familia. Como se puede observar,
son rasgos masculinos propios de una cultura tradicional.
411
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
[…] Entonces uno dice: “todo esto son secuelas, divorcio, disgustos,
cosas”. Eso son secuelas de ese pasado nefasto que uno tuvo, y digo ne-
fasto en el sentido de que uno no le encuentra ya sentido a esto. Uno no
le encuentra sentido, se lo buscó y se lo buscó y no ha podido cuadrar
cosas, no es arrepentimiento pero tampoco es un éxtasis. No se ha logra-
do nada, nuestro país sigue igual, creo que peor… (4, M, David, 2010)
Uno se autoculpa de todas las cosas que pudo haber hecho y que no
las ha hecho, sobre todo con el tema familiar […] A mí me preguntaba
una vez alguien que cuando yo fuera a Colombia qué me gustaría ha-
cer. Yo decía: “primero, comprarme un comedor muy grande, poderme
sentar con mis hijos todos los días a la hora de la comida, si no se puede
más, y comer con ellos y compartir”. Eso que yo antes no le daba ningún
valor. (1, M, Juan Manuel, 2008)
412
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Yo creo que todo este proceso que yo viví, los afectó tanto, tanto,
tanto, que al hijo mío, a los 10 años, le detectamos un cáncer. Un médico
alemán dice que el cáncer es un problema fundamentalmente psicológi-
co, ¿cierto? (4, M, Pedro, 2009)
413
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Los hijos también aluden a culpas sentidas por no haber logrado evi-
tar la migración, o no haberse ido con la familia al exterior.
414
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Pedro (4, M, 2009) relata que antes de migrar las relaciones con los hi-
jos eran muy estrechas, especialmente con el niño mayor que tenía cinco
años; compartían, jugaban, les leía cuentos. Cuando estuvo fuera del país
trató de mantener el contacto; les mandaba casetes grabados con cuen-
tos que él narraba, los llamaba por teléfono. Al retornar se dedicó a los
hijos, participó de sus intereses, los apoyó, les expresó su cariño, en fin,
afianzó el vínculo afectivo hasta el punto de convivir con ellos durante la
semana, porque comparten con la madre los fines de semana.
Según Irene (4, M, 2009), las relaciones con las hijas se han caracteri-
zado por la confianza y el afecto, a pesar de que en ocasiones han tenido
conflictos. Le dio muy duro la separación de la hija que se quedó en
Medellín; la niña sufrió mucho, porque eran muy cercanas.
Con mis hijos, antes de la migración era una relación muy bonita,
porque la hija mayor mía —ella fue la primera y después de tres años
vino un varoncito—, entonces yo estaba muy pegada con ella, y era una
relación muy bonita. Después vino el niño, que de todos modos ese es el
orgullo de un hombre cuando uno tiene su primer niñito.
En la misma actividad que tienen [las dos hijas] hay mucha afinidad con
lo que yo hago; entonces nos encontramos mucho en derechos humanos,
nos encontramos mucho en investigación, intercambiamos mucha informa-
ción. Yo creo que a partir de eso hay una relación, digamos, como intelec-
tual, que nos ha unido más. Por ejemplo, la semana pasada yo iba a Bogotá
a presentar una investigación que hicimos aquí sobre desaparición forzada,
entonces yo llamo a T [una hija] y le digo: “mira tengo esta ponencia, corrí-
gemela”, y no me la corrige, me la cambia, [se ríe]. O sea, desde ese punto
de vista, la relación que tenemos ahora es muy bonita. (2, M, Luis, 2010)
415
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
23 Obsérvese que hay similitudes con el relato de David: madre que, ante los peligros que corre
el padre, lo separa de la hija como una manera de protegerla.
416
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Yo los llamaba cada tres o cuatro días y les preguntaba cómo se sen-
tían, que si me querían, y lo que yo más le inculcaba al hombre y a la
niña era que yo los tenía en mi corazón.
417
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
418
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
esas gentes del barrio, las empiezo a entender, empiezo a compartir con
ellos y empiezo a hacer también cosas en el barrio. Sí, como tratar de se-
guir las huellas del papá de uno o, más bien, en el proceso de construcción
política de uno; comenzar a entender también por qué mi papá hacía ese
tipo de cosas, y la importancia que tenía eso, es decir, el avance del barrio.
(1, H, Pablo, 2009)
Porque yo con mi papá ya, como que rompí casi contacto. Contacto,
pues, familiar no, él sigue siendo mi papá, y él sigue intentando esforzarse
en entablar una amistad conmigo. Pero, pues ya, en la época en la que lo
419
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
La comunicación
Tanto la familia como la paternidad o maternidad en situación de tras-
nacionalidad, se soportan, en buena medida, por el establecimiento de
una comunicación permanente. Esto es posible por las nuevas tecnolo-
gías que acercan en la distancia, lo que permite que los y las migrantes
se enteren de las dinámicas familiares, se expresen afectos, compartan la
toma de decisiones importantes para la vida familiar y participen, aun
cuando no sea físicamente, de momentos cruciales (Parella, 2007: 6).
24 No fue posible desarrollar esta tendencia con el relato de Daniel y el hijo no accedió a ser
entrevistado, por lo que amerita ser estudiada en futuras investigaciones.
420
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Con problemas allá, uno para qué mierdas les va a meter más
problemas, y ellos también a uno no le dicen lo que pasa, porque
también dicen: “no tiene mucho sentido de que usted se entere de
que aquí me agarré con no sé quién, yo no tuve pa’ comer, o no tuve
para… entonces uno también hace eso”. Mi mamá me llama y es
muy chistoso, porque lo que les digo, la conversación termina siendo
a veces hasta tediosa porque siempre lo mismo: “sí, yo lo extraño
mucho, cuídese, que Dios lo bendiga, le mando la bendición tatatá
tatatá”. Pero nunca pregunta por las cosas que uno vive, y eso para
uno es muy jodido, porque uno se empieza también a hacer como
muchos escenarios de cómo están ellos, y uno sabe que están mal. (1,
H, Pablo, 2009)
421
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Nos había contado cuándo iba a volver pero siempre era el problema
de que no podíamos hablar, que no podíamos saber cuándo ella llega-
ba ni que ella llegaba. Yo creo que nosotros estábamos más preocupa-
dos por mi mamá por el tema de la seguridad, más paranoicos que mi
mamá, pero de todas maneras era muy complicado... La comunicación
fue muy indirecta, sobre todo a través de la compañera de mi papá o de
Luis, el compañero de mi mamá, pero, normalmente eso no lo discutía-
mos ni por teléfono, ni por correo. (1, H, Andrés, 2010)
25 Durante el proceso para desarrollar esta investigación, en Colombia se hizo público el me-
canismo utilizado por el Departamento Administrativo de Seguridad (das) de interceptar
teléfonos y hacer seguimiento a sectores de la oposición al Gobierno.
422
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Cuando ella vino de visita fue muy bonito volver a verla, porque a
uno se le olvida cómo es su mamá. (4, H, Carmen, 2009)
423
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
El ejercicio de autoridad
La autoridad es una de las funciones que la sociedad delega a los padres
y madres, y esta se ejerce centrada en el padre —cuando las familias son
tradicionales—, es compartida o incluso asumida con autonomía por la
madre cuando hay ruptura con los modelos tradicionales impuestos en
la sociedad (Puyana et al., 2003).
La manera como el padre o la madre migrantes ejercen la autoridad
depende de varios factores: La forma como se ejercía antes de la partida,
porque si el progenitor antes de la partida no representaba una figura de
autoridad, difícilmente puede hacerlo en la distancia; la edad que tenían
los hijos/as en el momento del exilio, porque si eran infantes, apenas
lograron establecer una relación —la autoridad en estos casos la ejerce
quien se ha encargado de su cuidado—; la posición asumida por la cui-
dadora en el sentido de reconocer y consultar o no al migrante como
figura de autoridad; el manejo de la comunicación y la manera como se
sustenta el vínculo afectivo entre el migrante y su prole.
Con la migración la autoridad cambia, especialmente si los hijos son
pequeños, porque la persona que cuida ocupa un papel preponderante al
constituirse en puente para la comunicación entre el progenitor que está
fuera del país y su prole. Patricia, una madre cuidadora, reconoce que el
padre migrante cumple funciones de autoridad porque ella cuenta con él
y los hijos lo respetan:
424
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
425
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
el migrante como con la persona que cuida, una cercanía que se constru-
ye día a día en la distancia o con la presencia.
Hallamos diferentes estilos en su ejercicio: autoritaria y democrática,
pero también ausente cuando el migrante no ha cumplido sus funciones
parentales. Quienes ejercen la autoridad con estilo democrático utilizan
métodos basados en el diálogo y el ejemplo, y forman en la libertad y la
responsabilidad, no en el rigor de los códigos. Los de estilo autoritario
cumplen una función disciplinar, a la manera como lo plantea Michel
Foucault (1976: 175-198): «un control minucioso del cuerpo que garan-
tiza una sujeción y una relación de docilidad».
En los testimonios de las personas que han vivido el exilio por sus
concepciones políticas, encontramos una relación entre ellas y el tipo de
autoridad familiar. Varios entrevistados/as consideran que son democrá-
ticos en lo político y en sus relaciones familiares, por ello con sus hijos/
as la autoridad está basada en el ejemplo, en infundir valores, en argu-
mentar criterios, tal como lo relató Luis anteriormente o como lo señala
Pedro en el siguiente testimonio:
426
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
427
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Él estaba más metido con el trabajo social que hacía en el barrio que
atendiendo la labor de la familia ¿no? Era un hogar bien chistoso, en-
tonces como hijo yo siempre me pregunté ¿por qué carajos atendía más
a lo de afuera que lo de adentro? De todas maneras sí habían unos lazos
afectivos bien, bien grandes ¿no? (1, H, Pablo, 2009)
428
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
429
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
Una actitud muy de rapidez: “ay, mire, que por qué hizo esto”. Y de
una vez, si encontraba un palo, de una vez les iba pegando, cosa que yo
nunca he hecho, sino más bien por el diálogo. (1, C, Emilio, 2008)
Ella, feliz, que bueno que yo he sabido responder con el manejo del
hogar; entonces, bien, felicitarme, que admirable. (1, C, Emilio, 2008)
26 Este tema fue ampliamente tratado en el capítulo Vida familiar transnacional: nuevas lógicas para
comprender la organización familiar.
430
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
431
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
En las migraciones forzadas, igual que en las motivadas por otros factores,
las redes de apoyo, además de hacer posible la emigración, son importantes
para el sostenimiento económico de las familias y el cuidado de los hijos.
432
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Comentario final
433
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
434
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
Bibliografía
____ (2009). Guía sobre las solicitudes de asilo relativas a la mutilación genital
femenina. Ginebra: Sección de Políticas de Protección y de Asesora-
miento Jurídico División de Servicios de Protección Internacional.
Recuperado de http://www.acnur.org/biblioteca/pdf/7139.pdf.
435
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
436
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
437
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
438
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
439
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
440
Inmigración internacional forzada. Cambios y conflictos en los grupos familiares
unfpacol/public_htmlfile/PDF/Bolet%C3%ADn%204%20Pro-
curando%20final.pdf
Puyana, Y., Motoa J. y Viviel, A. (2009). Entre aquí y allá. Las familias
colombianas transnacionales. Bogotá, Colombia: Fundación Esperan-
za, Códice.
441
Blanca Inés Jiménez, Nora Cano Cardona
442
Reflexiones finales
Yolanda Puyana Villamizar
Universidad Nacional de Colombia
N
uestra experiencia investigativa sobre la migración internacio-
nal de padres o madres con hijos e hijas en proceso de forma-
ción, y la búsqueda de comprensión sobre los cambios que se
generan en sus familias nos puso en un triple reto: comprender la con-
sistencia y correspondencia de las construcciones teóricas y conceptua-
les de uso recurrente en los análisis de las familias; buscar nociones que
nos permitieran nombrar la realidad emergente del análisis de los datos
y, finalmente, construir conectores metodológicos entre los diversos ejes
temáticos que planteamos en la investigación en siete ciudades colom-
bianas: procesos migratorios, mundo familiar, relaciones entre la prole y
los migrantes internacionales, prácticas y concepciones sobre el cuidado
y migración forzada.
El análisis de los grupos familiares con experiencias de migración in-
ternacional, implicó un desafío provocado por múltiples interrogantes
que orientaron nuestras observaciones. Algunos, con respaldo en las teo-
rías transnacionales, nos dirigieron a seguir la pista del traspaso de fron-
teras, la conexión entre el país de origen y el país de destino, el significado
y el sentido de las remesas, el papel de las redes familiares y sociales, las
tensiones en la reconfiguración de las vidas cotidianas de las familias con
los giros en las prácticas de cuidado y el ejercicio de la maternidad y la
paternidad a distancia. Estas pistas las contextualizamos en la conexión
entre un espacio global con el local y, desde allí, comenzamos a hacer
443
Yolanda Puyana Villamizar , Amparo Micolta León María Cristina Palacio Valencia
444
Reflexiones finales
445
Yolanda Puyana Villamizar , Amparo Micolta León María Cristina Palacio Valencia
446
Reflexiones finales
447
Yolanda Puyana Villamizar , Amparo Micolta León María Cristina Palacio Valencia
448
Reflexiones finales
449
Yolanda Puyana Villamizar , Amparo Micolta León María Cristina Palacio Valencia
especial las abuelas, en esa labor, así como la forma en que se reproduce
la tradicional división sexual del trabajo mientras se ejerce el cuidado.
En segundo término porque, cuando el padre se moviliza al exterior, el
cuidado de su prole continúa a cargo de las madres y no se cambian las
relaciones de género; se invierte la tradicional división sexual de roles en
el hogar cuando viaja la madre. En este momento se presenta un inten-
so cuestionamiento social, pero, en general, otras mujeres comienzan a
configurar las cadenas globales del cuidado desde el país de origen para
remplazar las funciones de la madre migrante.
De acuerdo con lo anterior, con extrañeza en todas las ciudades ob-
jeto encontramos muy pocos padres cuidadores cuando las madres mi-
graron al exterior. En estos casos, también fueron rodeados por redes
familiares de apoyo en las que las mujeres juegan un papel central. En
estas familias, las mujeres migrantes reciben un aprecio especial, porque
con su migración han cambiado el orden sexual que atribuye a la mujer
el papel central en la familia.
En las prácticas de cuidado aquí presentes emerge la alta valoración
que nuestra cultura le otorga a los lazos de sangre que consolidan las
familias, para justificar así las responsabilidades de las redes parentales
hacia los hijos e hijas. Estos lazos son naturalizados y se considera incues-
tionable que las abuelas o las tías, por ejemplo, sean quienes se deban
dedicar a la prole cuando migran los padres. Las cuidadoras esperan,
así, una gratificación económica o moral, pero tienden a evitar que los
hijos o hijas estén desprotegidos. Los lazos de sangre implican establecer
prioridades, ya que a pesar de la distancia y de la debilidad de algunas
relaciones paterno/materno filiales, cuando los niños o niñas parten al
exterior a encontrarse con sus progenitores, no se aprecia el dolor de la
cuidadora que queda en Colombia ni la relación emocional que se había
establecido con ella. Por otra parte, una vez que se habita en los países de
destino, los niños y niñas extrañan la falta de redes parentales que en el
país de origen estaban representadas por la familia extensa. Nos pregun-
tamos entonces sobre las soledades de quienes migran a países donde las
redes parentales de afectos y cuidados son más débiles.
Consideramos, además, que cuando se culpa a los padres o a las ma-
dres por haber migrado y que la prole permanezca en Colombia, no se
reconoce el papel que cumple la familia extensa al ser solidaria en las
labores de crianza y cuidado de las nuevas generaciones.
450
Reflexiones finales
451
Yolanda Puyana Villamizar , Amparo Micolta León María Cristina Palacio Valencia
452
Reflexiones finales
453
Yolanda Puyana Villamizar , Amparo Micolta León María Cristina Palacio Valencia
454
Índice
temático
A Crisis
Abuela/o económica
Abandono social
Actores sociales Cuidado
Actitudinal Cuidador/a
Aculturación
Agrado D
Asilo Derechos humanos
Autodefensas Desagrado
Autonarración Descorporización
Autonomía Desplazamiento
Autoridad Dinámica relacional
Drogadicción
C
Cadenas migratorias E
Conflicto armado Embarazo temprano
Conflictos Ética del cuidado
Constructivismo Exilio
Consumo de drogas
Copresencia F
Corresidencia Femenino
455
Feminizar Paternidad
Pauta que conecta
G Proceso migratorio
Generación Proyecto familiar
Género Psicoafectivo
Guerrilla
R
H Reagrupación
Habitus Red
Hermana/o de cuidados
Hogar Redes familiares
glocal Redes parentales
Refugio
L Remesa
Líderes Retorno
Lideresas Reunificación
M S
Macrosocial Sentimientos
Masculino Sindicalista
Masculinización Sistema
Maternar Sistémico
Maternidad
Microsocial T
Migración forzada Tía/o
Trabajo comunitario
N Transnacional
Nacionalismo Transnacionalismo
O V
Organización comunitaria Vida cotidiana
Virtual
P
Paramilitares
Parentesco
Paternar
456
Autoras
457
Autoras
458
Autoras
459
Autoras
460
Familias colombianas y migración internacional: entre la distancia y la proximidad