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COMO ESTIMULAR LA INDEPENDENCIA INFANTIL

Los cuidados que los padres damos a los niños en los primeros años de vida son
indispensables para su crecimiento y desarrollo personal. Estamos para satisfacer
las necesidades básicas de los pequeños tales como: alimentación, protección, un
hogar, educación y amor. Pero esto no quiere decir que tengamos que caer en la
sobreprotección del niño, por el contrario debemos promover su independencia y
autonomía desde la infancia.

La independencia en los niños es muy importante, ya que aprenderán a responder


frente al mundo y las personas, cuando los papás no podamos estar cerca de
ellos.

No obstante, muchas veces, se dan casos donde los pequeños son vigilados todo
el día por sus padres o cuidadores, y no se les permiten realizar ciertas
actividades, por miedo a que les ocurra algo malo, estos niños no podrán
desarrollarse plenamente y les costará mucho formar su carácter, ya que
constantemente son invadidos por sus padres.

¿Qué debemos hacer los padres?

 Es natural, que los papás deseen cuidar a sus hijos, y que velen por su
seguridad y bienestar en todo momento, no obstante, los excesos son
siempre malos.
 Darle un poco de libertad e independencia a los pequeños, no
significa, que seamos descuidados, o los amen menos, resulta todo lo
contrario.
 Un niño independiente, por lo general confía en sí mismo, y tiene una
autoestima.
 Tienen más posibilidades de lograr cosas, porque están seguros de sí
mismos.
 No temen competir, tampoco huyen ante los desafíos, ganen o pierdan,
siempre sabrán sobrellevar la situación.
 Los ayuda a ser más creativos.
 Tomarán siempre la iniciativa.
 Los niños autónomos, son futuros adolescentes y adultos felices, porque
podrán realizarse plenamente como personas.

Para que un niño desarrolle esa independencia bien, es necesario que


desarrollen actividades sin sus papás. Estas actividades, pueden ser en
presencia de otros adultos, dejándolos siempre tomar sus decisiones: pintar,
dibujar, algún deporte o tocar algún tipo de instrumento.
¿Cómo promover la independencia infantil?

 Asegurarnos que los niños aprendan a ser autónomos, de la mejor manera


y siendo el ejemplo.
 Para conseguir un aprendizaje positivo, los papás jamás deben realizar por
anticipado las acciones que sus hijos desean realizar, muchos papás lo
hacen con la intención de ayudarlos, pero resulta ser todo lo contrario.
 Confianza en los niños, pueden ir dejándolo hacer actividades solitos con la
supervisión de ellos. De esta manera, los papás tendrán la seguridad que
sus pequeños están bien, y al mismo tiempo los niños pueden ir
preguntándole, las dudas que puedan surgir.
 Mientras el pequeño, sea más autónomo, menos dependerá de los demás y
podrá de igual manera decidir si algo le agrada o no.
 Pueden partir, ayudando a ordenar a sus papás, los juguetes que ocupan,
vestirse solos, comer solos, cepillar sus dientes solos, ir al baño, bañarse,
etc.
 Se recomienda, que después de cada actividad que realice el pequeño, los
papás lo feliciten por su buena acción y por su esfuerzo.

CUÀNDO LOS NIÑOS APRENDEN A SER INDEPENDIENTES?

El recién nacido depende totalmente de su madre: la alimentación, los


movimientos, el frío, el calor, el afecto, su relación con el mundo, su higiene, todo
su bienestar está en manos del adulto que lo cuida. A medida que crece empieza
a dar pequeños pasos de autonomía, desde poder abrir su mano hasta girar su
cuerpo hacia los lados o ponerse bocabajo y bocarriba.
A los dos meses será capaz de mover sus manos y sus pies, a los ocho se
sostendrá sentado, a los diez podrá gatear y al año o un poco más tarde estará
caminando. Este proceso de desarrollo significa para el bebé ganar
independencia: con cada paso podrá moverse mejor y alcanzar objetos por sí
solo hasta desplazarse sin la ayuda del adulto. Con esta misma naturalidad podrá
comunicarse con el mundo y, finalmente, controlar esfínteres, un momento
fundamental para su autonomía y logro que se da hacia los dos años de edad.

También podrá expresar claramente qué quiere y qué no, qué le gusta, qué acepta
y qué rechaza. Cada uno de estos momentos estará acompañado de cambios en
su cerebro y desarrollo de nuevas habilidades cognitivas. Durante la edad
preescolar desarrollará la motricidad fina y la capacidad para tener periodos más
largos de concentración.
Todo el proceso de desarrollo de los bebés está guiado por la naturaleza, y la
labor de los padres consiste en permitir que se lleve a buen término. Para ello, la
actitud consiste en dejar crecer sin pedir más de la cuenta y sin limitar en exceso.

Fracasar no es malo
Es importante que los padres les permitan a los niños fracasar en un intento y
ensayar hasta lograrlo. El objetivo es educar a los hijos para que puedan vivir
solos en el mundo y este trabajo empieza desde que son bebés, pasa por la
infancia y es fundamental en la adolescencia.
Por eso hay que dejarlos que carguen sus maletas y sus loncheras cuando van al
jardín, que se vistan solos cuando logran hacerlo. Si esto les toma mucho tiempo,
es bueno levantarlos un poco más temprano y ser pacientes con sus esfuerzos. Si
algo queda mal amarrado, el padre o la madre debe intervenir para mejorarlo, pero
el intento del niño es importantísimo para que aprenda a valerse por sí mismo y
descubra de qué es capaz.

Los bebés y los niños van descubriendo sus habilidades a medida que pueden
alcanzar objetivos y con esto ganan seguridad en sí mismos. Esto les permitirá,
cuando sean adolescentes y adultos, asumir nuevos retos y no depender de otros
para tomar decisiones.

Es importante que los padres de hoy lo entiendan, pues es una generación que
tiende a sobreproteger a los hijos para evitar que se frustren, lo que es un error
muy grave. Los bebés y los niños necesitan equivocarse y fracasar. Superar
obstáculos los hará sentirse autónomos y libres.
Como escribió la psicóloga Annie de Acevedo en su artículo titulado ‘Una
generación dependiente’: “Nos hemos concentrado en desarrollar el
coeficiente intelectual de nuestros hijos, pero hemos fracasado en el
desarrollo del carácter, la autodisciplina y la perseverancia, que es lo que
define a las personas exitosas. Por decirlo de alguna manera, les damos alas,
pero no les enseñamos a volar”.
Y agrega que, “en estos tiempos, los papás no permiten que sus hijos tomen
riesgos emocionales y, por lo tanto, los salvan y se tornan temerosos de asumir
cualquier posición por el temor a fracasar nuevamente”. Los padres no deben
hacer por los hijos lo que ellos ya son capaces de hacer, es muy importante
permitirles enfrentar el mundo con sus propios conocimientos y habilidades para
descubrirse a sí mismos y encontrar su verdadera independencia.
Déjalo crecer
• Si tu hijo empieza a gatear, crea un espacio seguro para que pueda desplazarse.
• Si ya puede caminar, seguramente se caerá muchas veces: protégelo cuando
sea necesario para evitar un daño físico, pero déjalo que se caiga e intente
levantarse por sí mismo.
• Cuando ya no necesite pañal, no se lo vuelas a poner. Él necesitará sentirse
grande y le molestará el retroceso a su etapa de bebé.
• Permítele pintar libremente, jugar con tranquilidad y crear. Él necesita sentirse
capaz.
• Déjalo que cargue sus cosas, que mueva sus juguetes, no le alcances todo y
deja que se esfuerce.
• Confía en la naturaleza. Tu hijo ganará autonomía de acuerdo con sus
habilidades y según su momento de desarrollo.

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