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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Centro Educativo ASOCHEF’ S de Venezuela

MODULO II
COCINERO A Y B. COCINA
PROFESIONAL.

Arroces, Pastas y Salsas, Elaboración de Paella, Cocción y


Despojo de Grandes Platos, Otras cocciones de pescado,
Sopas, Hervidos y Cremas, Presentación de plato
(Pescado), Preparación y Cocción de Cerdo y Cordero,
Vino
Historia del origen del arroz

La gastronomía Alicantina tiene un pilar, sobre el que giran

gran cantidad de platos, y este no es otro que el arroz. Hoy en día es

la base de la economía de muchos países orientales, y es un

verdadero comodín de la cocina cotidiana en Occidente, el arroz

constituye la base de la alimentación de más de la mitad de los

habitantes del planeta.

Originario de Asia, su cultivo se remonta a épocas muy lejanas,

ya que se habla de que hace más de 5.000 años en China era un

privilegio de Emperadores. De allí pasó a Egipto y mucho más tarde

a Italia (a finales del S XV), para a continuación llegar a España

desde donde lo enviamos a las Américas.

Hoy todavía, China es el mayor productor mundial de arroz,

pero en Europa también se cultiva ampliamente: Italia sola alcanza

más de la mitad de la producción europea, seguida de España.

Como alimento, el arroz es nutritivo y de fácil digestión, y

además no engorda: 50 gr. de arroz cocido contienen solamente 62

calorías, frente a las 140 para la misma cantidad de patatas. Casi el

90% de su peso está integrado por elementos nutritivos tales como

proteínas, hidratos de carbono, minerales grasas y vitamina B,

aunque la mayor parte de esta última reside en la cascarilla, que

solo se conserva en el arroz integral.


Tipos de arroz

Se conocen más de 5.000 especies aunque básicamente, pueden

dividirse en dos grandes categorías: los que se venden al natural o

arroces sin tratar y únicamente han sufrido el proceso normal de

comercialización como limpieza o envasado; y los arroces tratados,

que han sido sometidos a alguna modificación más profunda para

facilitar su cocción.

De grano largo

Aunque originario de la India, se cultiva también en España,

especialmente en Sevilla y Murcia. Sus granos son largos y estrechos.

Una vez cocido queda suelto y ligero. Rara vez se abre o se pasa, por

lo que es muy recomendable para manos todavía inexpertas en

cuanto al punto del arroz.

De grano corto

También llamado blanco, o redondo, este arroz abunda en

España, y se cultiva especialmente en la zona levantina. Una vez

cocido queda tierno por fuera y ligeramente entero en su interior. Es

adecuado para todo tipo de platos, dulces o salados, pero habrá que

prestar atención al punto de cocción. Puede abrirse o pasarse

fácilmente.

Integral

Sus granos han sido desprovistos únicamente de la corteza

exterior, conservando una ligera cascarilla oscura, donde reside la

mayor parte de la vitamina B. Muy apreciado por los vegetarianos,


tiene un característico sabor suave y es más duro que el arroz

blanco, por lo que tarda más tiempo en cocerse.

Vaporizado

Es un arroz de grano largo que ha sido sometido a un breve

proceso de escaldado para evitar que se pase o se ponga pastoso

durante su cocción posterior. De aspecto ligeramente amarillento y

translúcido, requiere menos tiempo de cocción.

Instantáneo

Se trata de un arroz pre cocido y deshidratado que no requiere

cocción, sino un remojo o escaldado breve. No aporta más ventajas

que la de solucionar una emergencia.

El Arroz es el alimento principal de dos terceras partes de la

población del planeta. El arroz en un cereal sano y nutritivo y tiene

cualidades que lo vuelven ideal en cualquier tipo de dieta o

requerimiento nutricional.

Contiene sólo 103 calorías por media taza de arroz blanco y 108

calorías por media taza de arroz moreno

No contiene colesterol

No contiene grasa

No contiene sodio

Es un carbohidrato complejo

No contiene gluten y es no alergénico

Es sencillo de digerir
El Arroz Alimento Base

El arroz es el alimento básico de 17 países de Asia y del Pacífico,

de ocho países de África, de siete países de América Latina y del

Caribe, y de uno del Cercano Oriente.

Puedes comer arroz a diario que no te supondrá ningún

perjuicio para la salud. Todo lo contrario. El arroz es un alimento

básico para gran parte de la humanidad.

Seguramente todos los días comes pan y ninguna vez te has

planteado que pueda ser algo malo. En muchos países, el arroz hace

las funciones de nuestro pan y lo toman a diario para acompañar las

comidas. En Japón, cuando te sientas en la mesa de un restaurante lo

primero que te sirven es un plato de arroz blanco. En cambio, no te

sirven pan.

Por su bajísimo contenido en grasas, es un alimento excelente

para mantener una buena salud cardiovascular siempre y cuando

no se le incorporen grasas al cocinarlo.

El componente mayoritario del arroz es el almidón y por ello

supone una buena fuente de energía. Aporta unas 350 calorías por

cada 100 gramos. Aporta un 7 por ciento de proteínas y es rico en

vitaminas del grupo B, si se consume integral. Es pobre en minerales,

especialmente en hierro, calcio y zinc y por ello resulta conveniente

tomarlo en combinación con legumbres, verduras, carnes o pescados.

Hay que tener presente que el arroz blanco, debido al procesado

al que ha sido sometido, se halla desprovisto de nutrientes que se


encuentran en el pericarpio del grano, como es la fibra, vitaminas y

minerales. He ahí la conveniencia de consumirlo integral.

El arroz debe estar presente varias veces por semana en una

dieta equilibrada, sea como plato principal o como guarnición de

carnes, pescado, huevos. También puede tomarse como postre.

Si tenemos en cuenta el conjunto de todos los países en vías de

desarrollo, el arroz representa el 27% del consumo de energía y el

20% del consumo de proteínas alimenticias. No obstante, aunque el

arroz representa una importante cantidad de la energía alimenticia,

presenta un perfil aminoácido incompleto y contiene una escasa

cantidad de micronutrientes esenciales.

En la actualidad, más de 2.000 millones de personas sufren

todavía una malnutrición de micronutrientes. La malnutrición

disminuye la capacidad de los niños de aprender, reduce la

productividad de los adultos y conlleva una muerte prematura,

especialmente en mujeres y niños. Por consiguiente, las

consideraciones nutricionales son fundamentales para el AIA y el

concepto de que El arroz es vida.

Aunque es necesario disponer de una documentación más

amplia sobre las propiedades nutricionales inherentes a las

diferentes variedades de arroz, resulta bastante evidente que no

todas las variedades tienen el mismo valor nutricional. El arroz es

un cultivo con una genética muy variada; las especies Oryza sativa

L. presentan miles de variedades pertenecientes a los subconjuntos

del índica, japónica, japónica tropical, glutinoso y aromático.


En África Occidental, el O. Glaberrima Steud. Se añade a la

variedad de arroces. En el escaso número de variedades estudiado, el

hierro y el zinc pueden estar comprendidos entre 1-6 mg y las

proteínas entre 5-14 g por 100 g de arroz. Si se utilizaran mejor, las

variedades con un mayor valor nutricional podrían contribuir a

reducir el censo total de mal nutrición.

Habitualmente, debido a la tradición y a las preferencias, se

procede a moler el arroz dando lugar al arroz sin pulir. Aunque

este proceso reduce el tiempo de cocción y aumenta su caducidad,

también elimina un alto porcentaje de muchos nutrientes, entre ellas

las proteínas, la fibra, la grasa, el hierro y las vitaminas B. En

algunos países se vaporizan los granos de arroz para conservar los

nutrientes que se encuentran de forma natural en ellos. Pueden

utilizarse técnicas de fortificación para añadir vitaminas y

minerales esenciales a los granos. Lamentablemente, esta práctica no

está demasiado extendida en muchos países consumidores de arroz

debido a la limitada infraestructura del procesamiento.

Composición del Arroz

Carbohidratos

Los carbohidratos simples y complejos son ambos importantes en

la dieta. Son el combustible del cual nuestro cuerpo toma la mayor

cantidad de energía. Al menos la mitad de las calorías consumidas

durante el día deberían venir de carbohidratos, especialmente

carbohidratos complejos tales como el arroz. El azúcar, el almidón y

la fibra son tipos de carbohidratos.


Los carbohidratos simples son azucares dentro de las cuales se

encuentran la glucosa, fructosa, lactosa y sucrosa. Los carbohidratos

complejos que son compuestos por cadenas de moléculas de glucosa

consisten en principio de almidones y fibra. El almidón es la forma

de almacenamiento del carbohidrato en plantas; en los humanos es el

glucógeno.

El arroz contiene un gran porcentaje de carbohidratos

(variando entre 23.3 y 25.5 gramos por 100 gramos de arroz cocido).

De hecho, el 90% de las calorías en el arroz provienen de los

carbohidratos. Este carbohidrato complejo ofrece más vitaminas y

fibra que cualquier carbohidrato simple.

Fibra

Los expertos recomiendan que consumamos por lo menos 25

gramos de fibra cada día para reducir el riesgo de enfermedades

crónicas. Los alimentos ricos en fibra ayudan al funcionamiento del

sistema digestivo y reducen el riesgo de desarrollo de desórdenes

intestinales. Media taza de arroz blanco proporciona 0.3 gramos de

fibra. Media taza de arroz moreno proporciona 1.8 gramos de fibra.

Proteína

Las proteínas proporcionan amino ácidos para construir y

mantener el tejido, para formar enzimas, algunas hormonas y

anticuerpos. Las proteínas hacen parte de algunos procesos de

regulación del cuerpo y son una buena fuente de energía.


Las proteínas son únicas dentro de los nutrientes energéticos

porque contienen nitrógeno y están compuestos por unidades de

amino ácidos conectados por cadenas. Los aminos ácidos esenciales

no son producidos por el cuerpo; así que tienen que ser

proporcionados por las proteínas. Los ocho aminos ácidos deben estar

presentes al mismo tiempo y en las cantidades necesarias para que

las proteínas se sinteticen. En el arroz los aminos ácidos están bien

balanceadas pues se encuentran los ocho y en las cantidades

necesarias. Es por esto que el arroz es único. A pesar de ser limitado

el contenido de proteína en el arroz (entre 2.0 a 2.5 mg por media

taza de arroz cocido) esta es considerada una de las proteínas de

mejor calidad.

Grasa

El arroz contiene únicamente una mínima cantidad de grasa

(entre 0.2 gramos en media taza de arroz blanco cocido y 0.9 gramos

en media taza de arroz moreno cocido). La grasa es la fuente más

concentrada de energía. Además de proporcionar energía, la grasa

contribuye con la absorción de vitaminas que son solubles en esta.

El ácido graso es la unidad básica en las grasas. Todos los ácidos

grasos requeridos por el cuerpo pueden ser sintetizados de

carbohidratos, grasa o proteínas a excepción de uno, el ácido

linoleico. El ácido linoleico representa el 30% del total de los ácidos

grasos que se encuentran en el arroz.


Debido a que el arroz es bajo en grasa, (menos de 1% de las

calorías provienen de grasa) y no contiene colesterol es un excelente

alimento para ser incluido en cualquier tipo de dieta.

Enriquecimiento

Cerca del 70% del arroz consumido en los Estados Unidos es

enriquecido. El arroz contiene tiamina, niacina y hierro. Sin

embargo durante el proceso de molido las cantidades de estos

nutrientes son reducidos. Para compensar esta perdida, el arroz es

enriquecido con tiamina, niacina y hierro. Todo arroz enriquecido es

adicionalmente fortificado con ácido fólico. El proceso de

enriquecimiento se convirtió en ley en Enero de 1998. Los niveles de

enriquecimiento de estos nutrientes que están especificados por el

Departamento de Administración de Alimentos y Medicamentos

(FDA) proporcionan un mínimo de 2 miligramos de tiamina, 13

miligramos de hierro, 16 miligramos de niacina y 0.7 miligramos de

ácido fólico por libra de arroz puro.

Ácido Fólico

El ácido fólico es una vitamina B recomendada para las mujeres

durante su etapa de vida reproductiva como una alternativa para

reducir defectos neuronales. El ácido fólico ha demostrado contribuir

con la maduración de las células rojas y en la síntesis de ADN y

ARN. El FDA recomienda el consumo de 400 miligramos de ácido

fólico al día provenientes de una dieta variada. En las comidas que

contienen ácido fólico se incluyen los granos secos, vegetales verdes,


frutas y jugos de fruta. Media taza de arroz blanco fortificado

contiene 8% del consumo diario requerido.

Tiamina

La tiamina (vitamina B-1) funciona como parte de una

coenzima que contribuye con el rompimiento de la glucosa para

generar energía. El funcionamiento adecuado de la tiamina

mantiene el cerebro y las células nerviosas sanas, el corazón en buen

estado, el apetito normal y una adecuada agilidad mental. Como la

tiamina no puede ser almacenada por el cuerpo, es importante

incluir en la dieta diaria alimentos que contengan este nutriente.

Incluir granos enteros, pan enriquecido y cereal en la dieta es la

mejor forma de conseguir tiamina. Media taza de arroz moreno

cocido proporciona 6% del consumo diario requerido. Y media taza

de arroz blanco cocido proporciona 7% del consumo diario requerido.

Niacina

La niacina también es requerida en el rompimiento de glucosa

para la producción de energía. La niacina es esencial para la salud

de la piel y el sistema nervioso. Media taza de arroz moreno cocido

proporciona 8% del consumo diario requerido. Y media taza de arroz

blanco cocido proporciona 6% del consumo diario requerido.

Hierro

La mayor cantidad del hierro en el cuerpo humano está presente

en la hemoglobina, una proteína que consiste de un compuesto

metálico y que está atada a una proteína llamada globina. La


hemoglobina transporta el oxígeno necesario a los tejidos para que se

lleve a cabo el proceso de oxidación en las células. El hierro es un

elemento importante de muchas enzimas que son requeridas para el

rompimiento de la glucosa y los ácidos grasos en energía. Media taza

de arroz moreno cocido proporciona 8% del consumo diario

requerido. Y media taza de arroz blanco cocido proporciona 7% del

consumo diario requerido.

Riboflavina

El arroz contiene una pequeña cantidad de Riboflavina

(vitamina B-2), metabólicamente importante para la producción de

energía y el mantenimiento de la piel y el tejido de los ojos. Media

taza de arroz moreno cocido proporciona 1% del consumo diario

requerido.

Vitamina E

La vitamina E es una vitamina soluble en ácidos grasos y que

protege a la vitamina A y a ciertos ácidos grasos de oxidarse en las

células del cuerpo y evita el rompimiento de los tejidos. Media taza

de arroz moreno cocido proporciona una mínima cantidad del

consumo diario requerido.

Calcio

Los niños requieren calcio para formar un esqueleto fuerte, pero

su requerimiento no para allí. A través de la madurez, el calcio es

requerido para mantener los huesos y evitar la osteoporosis; un


decrecimiento en la densidad de hueso que puede llevar a fracturas e

inhabilidades.

Fósforo

El fósforo es muy importante en la construcción de huesos y

dientes y juega un papel importante en el metabolismo. Media taza

de arroz moreno cocido proporciona 8% del consumo diario

requerido. Y media taza de arroz blanco cocido proporciona 3% del

consumo diario requerido.

Potasio

El potasio es esencial para la síntesis de proteínas, para el

funcionamiento de las enzimas en las células y para el

mantenimiento del balance de fluidos del cuerpo.

De acuerdo con la afirmación recientemente aprobada por la

Administración de Comidas y Medicamentos (FDA), "las dietas que

incluyen comidas que son buenas fuente de potasio y bajas en sodio

pueden ayudar a reducir el riesgo de presión arterial alta e infarto".

De acuerdo con el USDA, más de 80% de los americanos no

consumen la dosis diaria requerida de potasio (3,500 mg). Media taza

de arroz moreno cocido proporciona 1% del consumo diario

requerido. Y media taza de arroz blanco cocido proporciona un

mínimo del consumo diario requerido.

Sodio
El sodio ayuda a mantener el balance de los fluidos del cuerpo y

al funcionamiento de los nervios para una buena salud. La mayoría

de los americanos consumen más sodio del requerido diariamente.

Los cereales como el arroz contienen un bajo contenido de sodio por

cada media taza. El contenido de sodio varía de acuerdo a los niveles

de sal agregada durante el proceso de cocción. El arroz en la comida

ideal para dietas bajas en sodio.

Tipos de Arroz

Arroz de grano largo y fino

Es muy seco y el grano queda suelto luego de la cocción, lo que lo

hace ideal para ensaladas.

Arroz arborio

Tiene un gran contenido de almidón; tras la cocción los granos

quedan pegados unos a otros. El grano es corto y es ideal para las

recetas italianas, como el Risotto con arroces de las variedades

Arborio y Carnaroli.

Arroz silvestre o arroz salvaje

No es un verdadero arroz, sino una planta acuática que crece

en Canadá y Estados Unidos. Es más fino que el de grano largo y

tiene un color oscuro. Tras la cocción se mantiene entero, y su interés

radica más en su efecto decorativo que en sus cualidades

gastronómicas.
Arroz vaporizado

Tiene el mismo valor nutritivo que el integral y su mismo color

dorado que se vuelve blanco al cocerlo. Por llevar un proceso especial

antes de su comercialización, no se pasa ni se pega, aunque tarda

más en cocer y absorbe menos los sabores de los ingredientes que lo

acompañan.

Arroz integral

Conserva el salvado de la cáscara, lo que lo hace rico en fibras y

vitaminas.

Arroz Basmati

Su grano es largo y muy fino. Tras la cocción permanece entero

y suelto, conservando un sabor característico. Procede de la India.

Arroz Tailandés

Se destaca por su aroma a jazmín. Existen más de 2000

variedades de arroz cultivadas en el mundo. El banco de genes del

IRRI en las Filipinas conserva no obstante alrededor de 83 000

variedades. Las diferencias se refieren a la morfología de la planta y

del grano, la calidad del grano, la resistencia al acampamiento, la

precocidad, la ramificación, la resistencia y tolerancia a los factores


bióticos (malezas, insectos y enfermedades) y abióticos (frío, sequía,

acidez del suelo, carencias en elementos minerales primordiales, etc.)

y la productividad física.

El mercado de arroz de calidad superior con una baja tasa de

quebrados (menos de 10%) está dominado por la Tailandia, el

Vietnam y los Estados Unidos, y responde principalmente a la

demanda de los países industrializados.

El mercado de arroz de calidad inferior (más de 10% de

quebrados) está dominado por los países asiáticos (Tailandia,

Vietnam e India) y responde principalmente a la demanda de los

países en desarrollo de África, América latina, o de Asia.

o Calidad media: 15/20 % de quebrados,

o Calidad baja: 25/35 % de quebrados y hasta 100% de

quebrados

Toda irregularidad (decoloración o afrecho residual) baja el

grado de calidad arroz.

Tres tipos de granos

El arroz de grano largo es 3 veces más largo que ancho (superior

a 6 mm). Es ligero, no pega y se separa fácilmente. Existen también

los arroces glutinosos de grano largo en Laos y Tailandia.

El arroz de grano medio es entre 2 y 3 veces más largo que

ancho (5-6 mm), más corto y más inflado que el arroz de grano largo.
El arroz de grano corto o redondo es casi tan largo como ancho

(4-5 mm de largo y 2,5 mm de espesor)

Arroz de grano largo Basmati de India y Pakistán, arroz

aromático de jazmín de Tailandia, Ferrini de Italia.

Arroz de grano mediano y corto Arborio, Carnaroli, Vialone,

Nano.

Cuatro variedades de arroz

El arroz integral o arroz completo es un arroz entero al cual se

le ha quitado la cáscara externa fibrosa y no comestible llamado

cascabillo, pero que conserva el germen (el embrión) y el cáscara que

hacen que sea más nutritivo que el arroz blanco. En Europa este

arroz es comúnmente llamado "arroz cargo" que es la forma como se

transporta por vía marítima. El arroz pardo contiene casi siempre

granos verdes que no han todavía terminado de madurar en el

momento de la cosecha. Esto es inevitable pues los granos no

maduran todos al mismo ritmo a lo largo de la panícula, (y también

a causa de mezclas de variedades en las semillas. Separarlos antes o

después de la cosecha es difícil y costoso.

Estos granos verdes se encuentran también en el arroz blanco,

pero son menos visibles por el hecho de que el descascarillado es más

profundo.

El arroz blanco es descascarillado y pulido. Ha perdido una

gran parte de sus elementos nutritivos y contiene particularmente

menos niacina, tiamina, magnesio, zinc, hierro y fibras que el arroz


pardo. En algunos países, como en los Estados Unidos, el arroz blanco

puede ser untado con silicato de magnesio o recubierto con una

mezcla de glucosa y de talco ("arroz pulido", "arroz glaseado").

El arroz ROJO es un arroz con una capa de afrecho rojo. Puede

ser butanés, himalayo o thai.

El arroz NEGRO se caracteriza por tener una delgada capa de

afrecho negro bajo el cual hay un grano blanco. Puede ser balinés,

chino o tailandés.

Otros

El arroz arborio es un arroz blanco y redondo que es

considerado como uno de los arroces más finos, ya que puede

absorber una gran cantidad de líquido de cocción sin ablandarse

demasiado.

Por el gusto particular que los caracteriza, los arroces

aromáticos (naturalmente perfumados) son mucho más sabrosos que

las otras variedades.

El arroz basmati (cultivado en India y Pakistán) es uno de los

más conocidos y los más apreciados; indispensable para la comida

hindú, tiene una textura y un sabor ligeros, secos y perfumados. El

arroz con aroma de jazmín (cultivado en la meseta del Isarn al

Noreste de Tailandia) es también muy estimado.


Tipos de arroz según el proceso industrial del grano

El grano de arroz, tal y como sale del campo, es un grano

vestido y se llama arroz-cáscara o paddy. A continuación, ha de

sufrir un proceso de transformación industrial que consiste,

básicamente, en las siguientes operaciones: limpieza preliminar y

secado, aspiración, descascarado, separación del grano, pulido y

abrillantado del grano, almacenaje, clasificación, envasado,

etiquetado y expedición.

Según la particularidad del proceso industrial, se pueden obtener

diferentes tipos de arroz, a saber:

Arroz cargo: conocido también como “arroz integral”, es el arroz en

que los granos han sido desprovistos de la cáscara (las glumelas) pero

todavía conservan el pericarpio y la testa. Es por este motivo que

poseen un color obscuro.

Arroz blanco: en el cual los granos han sido desprovistos del

pericarpio y la testa mediante un esmerado proceso de pulido. Éste

es el arroz de consumo corriente en casi todo el mundo.

Arroz vaporizado (arroz sancochado): llamado, a veces también,

arroz “medio cocido”. Es el arroz que se ha sometido inicialmente a

un tratamiento con agua y vapor y a un secado posterior. De esta

manera, se facilita la posterior cocción y los granos quedan más

sueltos. Además, una parte de las vitaminas y de los minerales de las

capas externas pasan a su interior y no se eliminan en el proceso de

pulido. Tiene un color amarillento.


Arroz tratado: la legislación prevé la posibilidad de elaborar arroces

tratados, sometiendo el arroz blanco a procesos especiales de

elaboración. Se consideran como arroces tratados: el arroz satinado,

el arroz matizado y el arroz enriquecido.

Los arroces blanco y vaporizado se comercializan en diferentes

categorías: extra, primera (I) y segunda (II), en función de los

contenidos de granos enteros y de granos rotos o partidos presentes

en la muestra.

Risotto

Ingredientes:

Arroz arbório.
Champiñones frescos (bandeja pequeña)
Albahaca fresca.
200gr. de Mantequilla.
1 taza de Vino Blanco.
1 cebolla cortada en brunoise.
Fondo blanco cantidad necesaria.
Sal
Pimienta.
250 gr. de queso parmesano.

Modo de Preparación:

En un sartén colocar mantequilla a fuego medio, Acitronar la

cebolla (cuando la cebolla este transparente) agregar el arroz,

mezclar y desglasar con vino, debe estar en constante movimiento.

Previamente el fondo debe estar tibio y colocar por cucharones

soperos, ya que este arroz es alto en almidón, cuando el grano este al


dente agregar más mantequilla y los champiñones, salpimentar,

agregar queso parmesano al gusto, la albahaca y rectificar puntos de

sal, al final agregar un poco más de mantequilla o aceite de oliva (la

mantequilla debe estar siempre fría).

Arroz de coco:

Ingredientes:

2 tazas de arroz blanco común


100gr. de pasitas
1 cda. de azúcar
1cdta. de sal
1 coco grande o dos pequeños

Modo de Preparación:

Extraer la leche de coco procesando la pulpa con 2 tazas de

agua tibia, luego tamizar 2 veces, volver a procesar con 4 tazas de

agua tibia con la misma pulpa que fue procesada la primera vez

para obtener una segunda leche. Luego llevar el extracto de la

primera leche a una olla dejar reducir hasta obtener una reducción

de la cual se va a obtener un aceite de coco y unos pequeños

chicharrones que son los que darán una tonalidad de color marrón.

Se agrega el arroz, se sofríe y se adiciona la segunda leche como

liquido de cocción, se agrega el azúcar y la sal, dejar reducir los

líquidos, agregar las pasas, tapar y bajar el fuego.


Arroz frito cantonés

Ingredientes:

2 tazas de arroz común

previamente cocidas

preferiblemente de un día para

otro.

1 zanahoria grande rallada

1 lata de maíz

250gr. de guisantes

100gr. de cebollín

6 huevos (hacer con los huevos unas tortillas delgadas y

cortarlas en macedonia)

Ajino moto (cantidad necesaria)

Ingredientes:

3 cdas de Salsa Soya


Aceite (cantidad necesaria)
Opcional: Jamón cortado en macedonia, cerdo, camarones o
pollo previamente salteado o cocidos.

Modo de Preparación:

Colocar en un bol la zanahoria, el maíz, el petit-pois, las

tortillas, saltear rápidamente y reservar. En un sartén u olla

previamente caliente agregar aceite, soya, el arroz y mezclarlos

para que el arroz tenga una tonalidad de color marrón claro,

agregar ajinomoto, el restante de los ingredientes, el cebollín que


debe estar previamente cortado en brunoise y retirar del fuego y

servir.

Arroz thai

Ingredientes:

2 tazas de arroz común


previamente cocidas
preferiblemente de un día para
otro.
1 zanahoria grande rallada
1 cebolla cortada en juliana
100gr. de cebollín
200 g de camarones limpios
Carne de cerdo cortado en
julianas
Curry a gusto
Aceite (cantidad necesaria)
Crema de coco al gusto
Chile a gusto

Modo de Preparación:

Colocar en un wok el cerdo y la cebolla, saltear un rato y colocar

el curry, la zanahoria y los camarones hasta que esté todo bien

cocido. Luego agregar un poco de crema de coco, sal y chile a gusto,

agregar seguidamente el arroz y mezclar bien, por último el cebollín

que debe estar previamente cortado en brunoise y retirar del fuego y

servir.
Breve Historia del origen de las Pastas

El origen de la pasta es muy controvertido. Una de las hipótesis

más populares, ahora descartada por los historiadores del buen

comer, situaba sus orígenes en China, desde donde llegó hasta Italia

en el siglo XIII gracias a los viajes de Marco Polo por las rutas

asiáticas. Seguramente fueron los chinos los primeros en darse

cuenta de las ventajas que suponía la buena conservación de la

pasta durante algún tiempo antes de cocerla pero, también, otros

países asiáticos, como la India, e incluso algunos países árabes,

elaboraban desde tiempos remotos una especie de pasta que llevaba

el nombre de "sebica" que significa "hebra".

Precisamente la palabra hebra puede hacer alusión a la forma

de algunas pastas actuales, como son los espaguettis. La palabra

"spaguetti" es el diminutivo plural de la palabra italiana "spago" que

significa "cordel".

Es muy probable que la pasta fuese introducida en Italia

durante la Edad Media por los árabes, posiblemente en el siglo XI,

por tanto, antes del nacimiento de Marco Polo, y que rápidamente se

extendiera y popularizara su consumo por toda Italia.

En el caso de España, parece indudable que su aparición está

ligada a los árabes, al menos no existe ningún dato que indique su

consumo antes de la dominación musulmana. La denominación más

antigua empleada en España para designar la pasta, la de "fideos" ha

llegado hasta nuestros días y ya aparece por primera vez en un

manuscrito árabe del siglo XIII.


Numerosos documentos atestiguan que, durante la Edad Media,

su consumo tuvo un gran apogeo en la zona del Levante español.

Hoy día, la pasta es uno de los alimentos más típicos y

apreciados de la dieta mediterránea. Ya sea como entrante,

guarnición, plato único, ensalada, sopa o postre, se recomienda su

consumo al menos una vez por semana alternando con otros platos

de legumbres y arroz.

Se denomina pasta a los alimentos preparados con una masa

cuyo ingrediente básico es la harina, mezclada con agua, y a la cual

se puede añadir sal, huevo u otros ingredientes, conformando un

producto que generalmente se cuece en agua hirviendo. Aunque

cualquier harina sirve para este propósito, la mayor parte de las

recetas occidentales siguen la tradición italiana y emplean el trigo

candeal (Triticum durum).

En Oriente son habituales otros materiales, como la harina de

alforfón (Fagopyrum esculentum) o de arroz (Oryza sativa). De

igual forma en la zona mediterránea de Europa, se prefiere el uso

de aceite de oliva, tomate, pimienta, verduras, pescado y sal marina,

para la preparación de ésta.

Debido a que se elabora con trigo contiene gluten, por lo cual

deben evitarla las personas que no toleren esta proteína (por ejemplo

los celíacos).
Elaboración de Pasta Casera

Ingredientes:

500gr Harina de trigo


1 cda de leche
5 huevos
Sal
Harina necesaria para el estirado

Modo de Preparación:

Coloque la harina en la mesa o mesada en forma de volcán o

corona y en el centro agregue todos los otros ingredientes. Comience

a amasar con sus manos, al principio resultará una pasta muy

blanda, a medida que se va trabajando adquiere consistencia, hasta

incluso costar esfuerzo amasarla.

Luego, de un buen rato de amasado, adquirirá consistencia

elástica, haga una bola que se cubre con un paño limpio para que

repose de 1/2 a 1 h. Transcurrido este tiempo, espolvoree la mesa y el

palo de amasar con harina, y extienda la masa. Conviene estirarla

dos o tres veces seguidas hasta conseguir una lámina uniforme de un

par de milímetros de espesor. A esta gran lámina u hoja de pasta

«ponerla a secar». Es decir colocarla sobre un palo colocado entre dos

sillas o en una estructura similar. Pasados unos 10 min. Ya se puede

doblar y cortar más fácilmente. Doble la lámina, se dobla por la

mitad y de nuevo por la mitad. Con el cuchillo, muy bien afilado,

corte en tiras cuyo tamaño será de acuerdo al tipo de pasta que

desee hacer. Luego, separe y desdoble. La pasta puede ser fresca o

seca, existiendo también variedades que se caracterizan por ser

rellenas.
Spaghetti (espaguetis): alargados y con sección

circular.

tagliatelle (tallarines): similares a los espaguetis pero

con sección rectangular o plana. Sus medidas oscilan los 7

mm y 8 mm de ancho.

vermicelli: fideos chinos largos y finitos hechos a base

de harina de soja, similares a los espaguetis pero más

delgados.

Pappardelle: es una banda plana de hasta 2,5 cm de

ancho;

Fettuccine: alargada y plana, de 6 mm de ancho;

linguine (pequeñas lenguas.): similar a los fettuccini,

pero de 3 mm de ancho;

Capelli: cabellos de ángel alargados de sección circular,

pero muy delgados. Según algunas fuentes su medida es

igual al del vermicelli;

Ziti: espaguetis gruesos ahuecados en el centro;


Bucatini: similar a los ziti pero menos gruesos;

capelli d' angelo (cabello de ángel.), muy delgado y de

rápida cocción.

Pastas cortas

Macarrones (maccheroni): con forma de tubo estrecho,

ligeramente curvo o recto;

Rigatoni: pasta tubular con estrías paralelas, levemente

curva, de 3,5 cm de largo;

Tortiglioni: pasta tubular con estrías levemente

enroscadas, recta;

Penne (plumitas): con forma de tubo corto, estriado en su

cara exterior y cortada al sesgo;

Gnocchi (ñoquis): pasta de puré de patatas y harina, con

forma ovalada;

Fusilli (hélice): forma de pajarita o tornillo de

Arquímedes;

Rotini: similar a los fusilli pero más cortos;


Farfalle: con forma de mariposa y bordes dentados;

Coditos: con forma tubular y semicircular;

Dedales (ditalini): pasta tubular muy corta, empleada

para el minestrone;

Lengua de pájaro (semini o risini): pasta en forma de

granos de arroz, empleada mayormente en consomés.

Cuscús: pasta en granos.

Pastas rellenas

También hay pastas en forma de loncha, utilizadas para

preparar los canelones y lasañas, platos que se acompañan con carne

picada, bechamel, verduras u otros rellenos y salsas. Se usan también

discos de masa fina, de entre 8 y 13 cm de diámetro, cortados a mano

o con máquinas cortadoras o troqueladoras, utilizados para

conformar empanadas de diferentes rellenos.

Al igual que en las pastas sin relleno, en las pastas con relleno

existen numerosos tipos aparte de los mencionados, algunos de los

cuales son:
Ravioli: con forma de paquetito cuadrado;

Tortellini: con forma de rollito anudado dentro del cual se

incluye un relleno de carne, queso parmesano u otros ingredientes;

Tortelloni: son similares a los tortellini pero más grande y

rellenos con requesón y espinaca;

Cappelletti: son una pasta rellena en forma de pequeño

sombrero;
Agnolotti: raviolis con borde redondeado.

SALSAS PARA PASTAS


Salsa Cuatro Quesos

Ingredientes:

100grs de queso roquefort


100grs de queso pecorino
100grs de queso manchego
200grs de queso parmesano
1 lata de crema de leche

Modo de Preparación:

En una olla colocar la crema de leche, llevar a fuego medio y

fundir allí el roquefort, el queso pecorino, el queso manchego y el

parmesano hasta q tenga una textura cremosa y brillante.


Salsa Carbonara

Ingredientes:

200grs de Tocineta
1 huevo
1 lata de crema leche
½ cebolla
50grs de Parmesano

Modo de Preparación:

Cortar la cebolla en brunoise, al igual que la tocineta. Colocar la

tocineta en un sartén caliente hasta que comience a soltar la grasa,

incorporar la cebolla y acitronar, agregar la pasta caliente recién

hecha, agregar la crema de leche, el huevo crudo y mezclar,

emplatar y colocar queso parmesano en el tope.

Salsa Pesto

Ingredientes:

1 manojo de albahaca fresca


Aceite de Oliva
50grs Piñones (se puede sustituir
con maní, almendras, pistacho,
nueces)
100gr Queso parmesano
3 dientes de ajo rostizado

Modo de Preparación:

Colocar todos los elementos sólidos en una licuadora, procesar,

agregar el aceite en forma de hilo hasta que tenga una textura


pastosa pero consistente sin exceder la cantidad de aceite para que

no se separe durante el emplatado.

Salsa Putanesca

Ingredientes:

100 ml. de aceite de oliva extra


virgen.
6 filetes de anchoa finamente
picados.
1/2 cucharada de ajo, finamente
picado.
4 tomates, con su jugo, cortados en
trozos grandes.
2 cucharaditas de orégano fresco o
1/2 del disecado.
2 cucharadas de alcaparras.
8-10 aceitunas negras cortadas en
rodajas.
1 peperoncini

Modo de Preparación:

En una sartén colocamos los filetes de anchoas con un poco de

aceite e intentamos formar una pasta, luego se agrega el ajo y se

saltea, se agregan los tomates y se dejan pochar durante pocos

minutos, agregar las alcaparras y las aceitunas cortadas en Vichy, 2

ruedas pequeñas de peperoncini. Cuando este por terminar las

cocción se agrega el orégano y se salpimienta.


Salsa Amatriciana

Ingredientes:

150grs de Tocineta
½ Cebolla
1 peperoncini
250 grs Salsa de tomate madre

Modo de Preparación:

En aceite caliente acitronar la cebolla cortada en brunoise, la

tocineta en macedonias y cuando suelte parte de la grasa agregar la

salsa de tomate y una poca cantidad de peperoncini cortado en

hache.

Tortelones rellenos de ricota y espinaca

Ingredientes Para la masa:

2 tazas de harina de trigo


2 huevos
1 cucharada de aceite de oliva
Sal c/n
Sémola –Opcional-: Se le puede dar color y sabor añadiendo un
concentrado (zanahoria, remolacha o espinaca).

Ingredientes Para el relleno:

100 gramos de ricota


500 gramos de espinaca
Queso parmesano rallado en cantidad necesaria
Sal y pimienta al gusto

Modo de Preparación:
Cortar los tallos de espinacas y lavar las hojas. Blanquear las

espinacas, escurrir. Cortar en brunoise las hojas, Saltear las

espinacas con un poco de mantequilla y mezclar con la ricota y el

parmesano hasta formar una mezcla homogénea.

Preparar la masa y estirar muy finamente. Cortar en círculos

de cuatro centímetros de diámetro aproximadamente. Colocar en el

centro del círculo una pequeña cantidad del relleno y cerrar en

forma de empanadita y luego unir los bordes formando especies de

anillos. Escalfar y bañar luego con la salsa de su preferencia.


La paella es, sin exagerar, la palabra más internacional del

diccionario gastronómico español. Paella es, en realidad, el

recipiente plano donde se cocina el guiso. Por extensión, se ha

llamado paella a la propia preparación, tanto si se ajusta como si no,

a los cánones y dictados de la tradición. Por ello en Alicante

encontraremos un gran número de "paellas", que en definitiva, los

alicantinos somos más dados en llamar "Arroces".

El arroz en paella, nació en hogares de familias campesinas

valencianas. Allí se servía una o dos veces al día y se guardaba el

sobrante para el desayuno del día siguiente.

Como ya hemos indicado, la "paella" consiste en un recipiente

circular de hierro, de forma parecida a una sartén, pero sin mango.


Dispone de dos asas, también de hierro, situadas en ambos costados.

Su base es amplia y su poco fondo resulta especialmente adecuado

para emplear la leña como combustible y para cocinarla en el campo

sobre un pequeño trípode de hierro, llamado trébede.

Dado que hoy en día son pocas las veces que se puede recurrir a

este sistema tan "natural", tendremos que prescindir de los aromas

que aportan al guiso las leñas del monte, las ramas de naranjo y los

sarmientos, y conformarnos con nuestra cocina de gas en la mayoría

de los casos.

Para ello, es imprescindible contar con un difusor de gas para

los quemadores con el fin de que el fuego se distribuya

uniformemente por toda la base de la paella consiguiendo así una

cocción uniforme del arroz. Dichos quemadores se pueden encontrar

en cualquier ferretería.

Por otro lado, otro requisito indispensable es el del tamaño de la

paella, que ha de ser el adecuado para el número de comensales, solo

pudiendo haber una variación de 1 ó 2 comensales, es decir no sirve

una paella de 12 para hacer un arroz para 6.

Valencia, el indiscutible origen, la capital del Turia no sólo es

cuna de luz, naranjas y fallas. Valencia comparte, generosamente

otro de sus mayores símbolos: la paella. En sus tierras fértiles fue

donde de forma incuestionable se gestó el guiso de arroz que hoy se

consume más allá de nuestras fronteras. Pero el arroz lleva siendo

un alimento importante para esta comunidad desde hace mucho

tiempo.
Fueron los musulmanes que se asentaron en esta zona los que

implantaron el cultivo del arroz, que se iría extendiendo poco a

poco a toda la Península. Las supersticiones cristianas de la

Reconquista no tardaron en mandar al exilio los arrozales por ver

en ellos una fuente incontrolable de plagas.

Para localizar este plato de forma contundente y perfectamente

documentada, tendríamos que viajar hasta el siglo XIX y sus

sainetes, piezas dramáticas y jocosas en un acto, de carácter

popular, que se representaban como intermedio de una función o al

final de la misma.

Grandes errores

La paella es el contenido y la paellera es el continente, sin

embargo, estos términos muchas veces se confunden. Son muchos los

que aún llaman paella a la sartén en la que se hace el guiso,

mientras que afirman que la paellera es la cocinera encargada de tal

menester.

Para alejar dudas, nada mejor que dirigirse al diccionario

donde la paella se define como un "plato de arroz seco, con carne,

pescado, mariscos, legumbres, etc., característico de la región

valenciana, en España" mientras que la paellera es el "recipiente de

hierro a modo de sartén, de poco fondo y con dos asas, que sirve

para hacer la paella".

Por otro lado, se piensa equivocadamente que una paella tiene

como ingrediente principal el arroz y que, a partir de ahí, vale


cualquier cosa. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que, sin este

cereal, hablar de paella resulta cuanto menos, un poco extraño, pero

la imaginación a la hora de prepararla no es sinónimo de 'cuanto

más, mejor'.

La razón es sencilla: la mezcla excesiva de diferentes carnes,

aves, pescados o verduras, puede darle a nuestro paladar una

sorpresa muy desagradable. A este respecto, los autores de '100

paellas y una fideuá', Ignacio Méndez-Trelles y Ernesto Cantón,

califican la paella mixta, donde el pollo convive con las gambas, de

auténtica herejía culinaria.

Consejos para hacer una paella

Es cierto que, hoy en día, se puede hacer una paella hasta en

vitrocerámica. Otra cosa es que esté buena, 'realmente' buena. Por

tanto, el primer aspecto que debemos tener en cuenta, si queremos

una paella en condiciones, es el fuego. Los más radicales sólo admiten

el fuego de leña, pero si las circunstancias nos lo permiten, las

brasas, siempre nos proporcionarán una cocción más uniforme.

Si no disponemos de un jardín o de algún espacio al aire libre, la

cocina de gas servirá, pero el problema aparece cuando intentamos

hacer este guiso en una paellera cuyo diámetro supera con creces el

del quemador. No obstante, en el mercado podremos encontrar un

invento fantástico llamado paellera: unos aros provistos de agujeros

por los que se reparte el fuego homogéneamente. Funciona gracias a

una bombona de gas.


En cuanto al recipiente, las paelleras más aconsejables son las de

hierro de toda la vida. Antes de estrenarla, hay que frotarla bien

con vinagre. Después, aclararla y fregarla con lavavajillas. Por

último, estaría bien que hirviéramos unos puñados de arroz en la

misma para quitar del todo el sabor a antioxidante.

Para conservar la paellera al margen de los efectos del óxido,

podemos optar por colocar servilletas empapadas de aceite en el

interior de la misma, o bien, espolvorear harina. En el caso de que la

oxidación ya haya hecho de las suyas, frotaremos abundante

bicarbonato con la ayuda de medio limón y nuestra paellera lucirá

como nueva.

Es mejor disponer de un juego de varias paelleras para poder

adaptar el número de comensales al diámetro de la ésta. También

habrá que pensar en los ingredientes de la misma, ya que no es lo

mismo una paella que únicamente lleva arroz y poco más, que una

que sea, por ejemplo, de marisco.

Para 2-3 personas, nos vale una paellera de 30 cm., e iremos

incrementado 5 cm. más por cada ración o dos raciones más.

Secretos para una paella perfecta

Dentro del mencionado libro '100 paellas y una fideuá' se

revelan algunos de los secretos más efectivos para cocinar una paella

"con todas las de la ley". Uno de los aspectos esenciales es el tiempo de

cocción del arroz. Popularmente, se admite como medida universal

los típicos 20 minutos cuando, en realidad, este periodo de tiempo


viene marcado por el nivel del mar. Así, una paella a pie de playa

podrá presumir de arroz al punto en 13-14 minutos, mientras que en

el interior de la península, necesitaremos un par de minutos más.

Por otro lado, hay que saber 'colocar' el arroz en la paellera.

Éste no se puede espolvorear. Lo correcto es tender una línea del

mismo de asa a asa, respetando el ancho de las mismas y, en el

apartado de altura, no superar los bornes interiores. Otro capítulo

fundamental es la cantidad de líquido que llegará hasta el comienzo

de los bordes de la paellera. Si somos de los que necesitamos medidas

exactas, tomaremos como regla los dos vasos y medio de agua por

uno de arroz.

El cereal debe repartirse por la paellera de un modo muy

particular. Debemos hacerlo con una espumadera redonda, nunca

con cucharas de madera y describiendo movimientos secos y cortos

sin sacar nunca el arroz a la superficie. Para terminar, daremos

unas sacudidas al contenido de la paellera tomándola de las asas.

Tras cinco minutos, el arroz no se puede volver a mover y

solamente añadiremos un puñadito más en el caso de que quede

alguna calva.

Otro gran error que se produce con las paellas es el tiempo de

reposo: no son 5 minutos, son 12. Además, el arroz no tiene que

taparse ni con trapos, ni con servilletas, ni con ningún elemento

especial, sólo tiene que dejarse al aire 12 minutos en alguna

superficie que no emita calor. Lo retiraremos cuando aún esté un

poco duro y con algo de caldo.


Si vemos que el arroz todavía está duro y se nos ha acabado el

líquido, podemos añadirlo, pero nunca frío, puesto que no podemos

'asustarlo', es decir, frenar su cocción. Y después de todos estos

consejos, ¡buen provecho!

Paella Venezolana

Si bien esta preparación a base de arroz es originaria de

España, más precisamente de la ciudad de Valencia, a continuación

ensayaremos su producción tal cual se la realiza en Venezuela. Si

bien los ingredientes fundamentales son los mismos, de esta forma

podemos conocer una variante de la paella en otra parte del mundo.

Ingredientes:

400 gr. de pechuga de pollo, cortadas en trozos pequeños


250 gr. de jamón cortado en pequeños cubos
2 cebollas cortadas en brunoise
Un pimentón rojo cortado en brunoise
Aceitunas verdes
3 dientes de ajo triturados
Salsa inglesa
3 tazas de arroz común
Fondo blanco (de aves) cantidad necesaria
4 cucharadas de margarina
1 cucharada de aceite
150gr. de cebollín
Salsa Inglesa (cantidad necesaria)
Modo de Preparación:

Junta en una olla amplia la margarina, aceite, el ajo y la

cebolla. Fríelo durante unos cinco minutos y entonces agrega los

trozos de pollo junto con la salsa inglesa y procura que absorba todos

los sabores y aromas de los acompañantes.

Posteriormente, agrega el arroz y el pimentón y continúa

removiendo, asegurándote de que todos los elementos se

complementen por completo.

Vierte el fondo y enseguida con la sal y pimienta al gusto, y los

guisantes. Todo esto continúa mezclándolo sin prisa pero sin pausa,

constantemente. Entonces deja que la preparación se cocine por

espacio de diez minutos con fuego alto. En ese momento bájalo y deja

que se fría por otros 20 minutos, aunque esta vez a fuego moderado.

Una vez esté listo podrás sacarlo y servirlo en una paellera

mediana o grande para que tus invitados se puedan servir.


Paella de mariscos

Ingredientes:

3 filetes de mero (o de carne firme de pescado) no muy gruesos.


½ kg de almejas
¾ kg de mejillones
½ kg camarones pelados
¾ kg calamares medianos
6 dientes de ajo machacados
½ kg de langostinos frescos o gambas grandes
¼ kg de guisantes frescos o congelados
1 pimiento rojo cortado en juliana
2 cebollas medianas cortada en brunoise
2 cebollines medianos
5 tomates concasse cortados en brunoise
3 tazas de arroz vaporizado
6 tazas de fumet
Azafrán o colorante (preferiblemente azafrán)
Aceite de oliva virgen y sal.
Perejil finamente picado
sal y pimienta al gusto

Modo de Preparación:

Se corta el calamar en aros, y los filetes en trozos pequeños. Se

limpian los mejillones y las almejas, se cuecen previamente un poco

hasta que se abran.

Blanqueamos las vainitas. (No deben estar demasiado cocidos

porque luego tienen que cocer otros 20 minutos con el arroz).

Se corta los cebollines en trocitos pequeños.

Se tiene preparada el fumet con sal, ajo y con el azafrán, el

azafrán se puede majar previamente en el mortero mezclándolo con


un poco de sal o colocarlo directamente en el agua. Una vez tenemos

todo preparado, se acitrona en la paellera primeramente la cebolla,

cuando esté transparente se añade el tomate, se rehoga un poco y se

añade el pimiento rojo, una vez que está salteado se añaden el

calamar, los camarones y los filetes, se rehoga bien, se añade el arroz

y se sofríe, se añaden las verduras, y finalmente el agua con el

azafrán caliente. Se colocan los langostinos por encima y se hierve

todo hasta que se seque el agua.

A medida que se cocina hay que regular el fuego bajándolo un

poco y el calor tiene que repartirse bien por toda la paellera. El

punto se nota cuando se ha consumido todo el agua y el arroz está

tierno, si el arroz se ha quedado un poco duro se puede agregar un

poco de agua.

Tapar con un paño limpio y dejar que repose cinco minutos

antes de servirlo. Se sirve con un chorrito de aceite de oliva y unas

gotas de limón y se espolvorea con perejil.


Arroz a la Valenciana en ASOCHEF ‘S

Ingredientes:

1 kg de Pollo troceado
500 g de Conejo troceado
1 Kg de Tomate concassé en brunoise
1/2 Kg de Cebolla en brunoise
1 Pimentón Rojo y 1 Pimentón Verde en julianas (reservas unas
tiras para guarnecer)
2 dientes de Ajo Chafados
Vino Blanco Seco a gusto
Pimentón Español
Pistilos de Azafrán
Aceite de Canola para saltear
Aceite de Oliva para guarnecer
Perejil en brunoise para guarnecer
Sal y Pimienta al gusto
Habas blancas 60 g cocidas
Judía blanca o tavella – 60 g cocidas
Alcachofas - 2 ó 3 en temporada (opcional)
Sal
Fondo de Ave CALIENTE en cantidad necesaria

Modo de Preparación:

Vertemos el aceite en el centro de la paella, la nivelamos,

encendemos el fuego y calentamos el aceite. Agregamos el pimentón

español hasta disolver. Cuando el aceite está caliente, incorporamos

el pollo y el conejo troceados, dorándolos cuidadosamente a fuego

alto.

Es muy importante que toda la carne esté muy dorada, el éxito

de la paella depende mucho de esta etapa de la elaboración.


Luego agregamos la cebolla para cristalizarla, colocamos los

dientes de ajo chafado, dejamos pochar removiendo constantemente.

Luego agregamos los tomates, dejamos pochar. Agregamos el

vino blanco, dejando evaporar el vino. Agregamos el arroz, dorando

unos 2 minutos. Colocar el fondo de ave al que se le ha colocado unas

hebras de azafrán. Agregamos la sal y la pimienta, dejar en cocción

hasta que evapore el fondo. Al evaporar el fondo colocamos las

julianas de pimentón, las habas blancas, la tapamos con papel

aluminio y la llevamos al horno, para dejarla unos 10 minutos o

hasta que evapore todo el fondo. Se retira del horno y se lleva a la

mesa con la paellera. Si es de su agrado guarnecer con perejil y

aceite de oliva. Dejar refrescar unos 5 minutos, para servir.


Callos a la madrileña

Se desconoce el origen de este plato en la gastronomía

madrileña, existen recetas del mismo que datan del año 1599 que en

el libro Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, menciona el plato

de callos como: “revoltillos hechos de las tripas, con algo de los callos

del vientre”. Ya en el año 1607 Domingo Hernández de Maceras

presenta una receta de callos bajo la denominación: "De manjar

blanco de callos de vaca".

Es un plato que nació en tabernas y que acabó con el tiempo en

los más prestigiosos restaurantes. Se sabe que se ofrece en un menú

de Lhardy ya en pleno siglo XIX. Algunas teorías no confirmadas

sostienen que los emigrantes procedentes de Asturias trajeron la

costumbre de sus tierras. No obstante variantes de este plato se

encuentran en diversas partes de fuera de España. En Europa se

pueden encontrar en diversas partes. De esta forma, en Francia se

toman "al estilo de Caen, en Roma en el barrio de Trastevere se

sirven con ralladura de queso pecorino romano. Cada lugar posee un

cambio sutil en la receta lugareña que le distingue de los demás.


Características

Este típico plato se ofrece en numerosos bares y restaurantes de

la capital. Por regla general los callos proceden de diversas partes

de la anatomía de la vaca (vísceras: morro y patas) y suelen estar

acompañados de chorizo (rara vez morcilla) (cortados en forma de

ruedas o rodajas) y morcilla. Se menciona que lo ideal es que sean de

ternera. Las vísceras se deben lavar durante casi veinticuatro

horas, hoy en día esto se puede evitar ya que se venden limpias en

las casquerías. Los ingredientes se cocinan muy lentamente en un

caldo de carne con pimentón (algo que les proporcionan ese color rojo

característico), salsa de tomate, especias (Clavo de olor, hoja de

laurel, nuez moscada, tomillo, romero) y ajo, de tal forma que

mediante la cocción (que sin ser viva, sea animada) la gelatina de los

elementos cárnicos que se desprenda y se homogenice entre los

diversos ingredientes.

Algunos autores discuten la posibilidad de incluir o no, el

morro. Su elevado tiempo de cocción les hace ser un plato muy

elaborado y complicado, apto solo para restaurantes o grandes

familias que consumen una gran porción de los mismos en breve

tiempo. Esta es una de las razones por las que ya no son elaborados

artesanalmente en las casas, por el contrario se puede adquirir en

supermercados ya precocinados.

Es un plato que suele tener un ligero sabor picante debido al

empleo de guindillas durante su elaboración. Se trata de un plato de


gusto adquirido con gran aporte calórico y de grasas que suele

asustar a los extranjeros.

Es frecuente encontrarlo como tapa en bares. Servido muy

caliente (abrasando) y que pueda tener una textura fluida durante

su consumo. Esta característica le convierte en un plato ideal para

los meses de invierno.

Este es un plato que está más sabroso al hacerse de un día para

otro, pero en ningún caso deben de durar más de una semana.

Recetas De La Clase De Despojos De Grandes Platos

Callos a la Madrileña

Ingredientes:

2 kilos de panza
200 gramos de chuleta chorizo español cortada en macedonia
200 gramos de tocineta cortada en strogonoff o juliana
100 gramos de chorizo español cortado en macedonia
200 gramos de garbanzos al dente
1 cebolla cortada en brunoise
1 pimentón rojo y verde cortado en brunoise
Fondo blanco cantidad necesaria
2 tazas de salsa madre de tomate
6 tomates en concasse
Aceite vegetal
Sal
Pimienta
Páprika al gusto
Modo de Preparación:

La panza debe lavarse con un día de anticipación, de la

siguiente manera: se lava bien con agua y limón restregándola,

colocarla en agua con bastante harina de trigo y dejarla en remojo

por un día. Al siguiente día se vuelve a limpiar sacando todo el

exceso de harina, se corta en parmentier y se coloca en olla de

presión hasta ablandar.

Al tener la panza lista, se procede a la preparación:

Se coloca en un sartén aceite se lleva a fuego medio a calentar.

Incorporar la cebolla y sofreír un poco. Agregar el pimentón, la

chuleta, la tocineta los tomates y el chorizo, mezclar. Añadir la

panza y remover por unos minutos. Agregar el fondo y la salsa

madre. Rectificar la sal y la pimienta. Añadir paprika al gusto.

Incorporar los garbanzos, remover. Dejar en cocción unos minutos

sin dejar reducir mucho, ya que no debe quedar seco.


Corazón en reducción de vinagre balsámico y azúcar

Ingredientes:

1 Corazón de res
1 taza de vinagre balsámico
½ taza de vino tinto
3 cucharadas de aceite neutro
Sal
Pimienta en cantidad necesaria

Modo de Preparación:

Se lava bien el corazón, se limpia y se filetea bien delgado. Se

coloca en un caldero un poco de aceite se lleva a fuego y se sella

rápidamente. Se agrega el vinagre balsámico, azúcar y vino. Se deja

reducir. Rectificar de sal y pimienta.


Hígado a la veneciana

Ingredientes:

3 cucharadas de aceite
3 cebollas
1 litro de leche
200 ml de vino blanco seco
gr. de manteca
500 gr. de hígado
Pimienta negra
2 cucharadas de perejil picado fino
1 limón
sal.

Modo de Preparación

Calentar el aceite, pelar las cebollas, cortarla pluma y dorarlas

en el aceite, añadir el vino y rehogar durante 20 minutos hasta que

el vino se haya evaporado. Retirar las cebollas y guardarlas aparte.

Derretir la manteca, cortar el hígado (previo a remojarlo en

leche) en tiras delgadas, echarlo a la manteca caliente y cocerlos a

fuego lento sin dejar de remover. Añadir la cebolla y dejar que se

caliente, molerle la pimienta negra, salar. Espolvorear el perejil

picado y servir caliente. Acompañar con rodajas de limón.


Lengua de res en vino tinto y tomate

Ingredientes:

1 lengua
1 cebolla grande en brunoise
1 lata de tomates pelados de 500gr
300gr de tocineta cortada en brunoise
2 tazas de Vino Tinto
1 Taza de Fondo
3 cucharadas de aceite neutro
1 cucharada de azúcar

Modo de Preparación:

Se saltea en una cacerola la cebolla y la tocineta, luego se agrega

la lengua que debe estar cortada en láminas, se mezcla. Luego se le

agrega el vino tinto se deja evaporar el alcohol, se le añade el

tomate, el fondo y se deja reducir, luego se le coloca azúcar (para

nivelación de la acidez) y se salpimienta hasta obtener una salsa

según su gusto (espeso o ligero).


Una PAPILLOTTE es una envoltura de papel (actualmente de

aluminio) o una bolsa de asar en la que se cuece una ración de carne,

aves, pescado o verdura. Al quedar los alimentos encerrados, el

proceso de cocción conserva todo su aroma y sabor, preservando su

suculencia.

La cocción en papillotes es una de las grandes técnicas de la

prestigiosa cocina francesa de principios del siglo XIX. En un

principio eran de papel, tenían forma de corazón o de ovalo y se

untaban por ambas caras con mantequilla fundida o aceite. Se metía

en ellas la comida, luego se freían en aceite para que se hincharan y

después se hacían en el horno.

Hoy, los cocineros más prácticos utilizan hojas de aluminio y

bolsas de asar transparentes para obrar maravillas sin

preocupaciones.

Los alimentos se cuecen en su propio jugo, por lo que el aliño

posterior o el acompañamiento de salsas no son necesarios ya que, las

sales minerales, que son las que dan sabor al alimento, se conservan

en su totalidad. Además, al no haber ningún otro líquido ni agua en

contacto con la comida, se pierde menos cantidad de vitaminas y

nutrientes.
La palabra escabeche según el Diccionario Etimológico de Joan

Corominas, proviene del catalán "escabetx", que a su vez deriva del

árabe-persa sikbâg,"guiso con vinagre" que en Persia se refería a un

guiso de carne con vinagre y otros ingredientes que ya aparece

citado en “Las mil y una noches”.

Esta técnica culinaria, casi únicamente con carne, se desarrolló

paralelamente también en otros países árabes a la vez que en Persia.

La pronunciación vulgar de “sikbâg” sonaba a “iskebech”, que pasó a

"escabetx" en catalán. Según Corominas, la adaptación directa del

árabe-persa al castellano no contendría el sonido "ch" sino que sería

algo así como "escabej" o "escabeje". También según Corominas, la

palabra "escabetx" pasó con el concepto a otras cocinas europeas de

lenguas romances, esta debe diferenciarse del zirbaja, que es una

preparación convencional de sabor agridulce.

En la andalusí se empleó de igual forma como sinónimo al-

mujallal. Además del ingrediente principal a base de una mezcla de

vinagre, especias y aceite, el escabeche, incorpora frecuentemente

color rojizo. Se menciona la preparación de escabeches de carne en

diversos tratados andalusies.

Como (escabeyg) en el Sent Soví. A principios del siglo XVII,

Martínez Montiño, da indicaciones muy precisas en su obra de sobre

cómo confeccionar escabeches. De la misma forma Alejandro Dumas,

describe un escabechado de liebre con poco azafrán y más pimentón.

A lo largo de la historia culinaria española el pimentón fue

substituyendo poco a poco al azafrán. Las obras posteriores de la


cocina española van mostrando diversas recetas de elaboración de

escabeches tanto de pescado como de carne.

Aunque extendido por el área del Mediterráneo, suele señalarse

en los recetarios internacionales como un proceso de los alimentos

genuinamente español.

La forma castellana “escabeche” apareció escrita, por vez

primera, en 1525, en el "Libro de los Guisados" de Ruperto de Nola,

editado en Toledo. Dicho libro tiene una edición anterior, catalana,

de 1520, en la que también aparecía. Aunque parece probable que la

primera redacción se efectuase a mediados del siglo XIV. Donde

aparecería "escabeig a peix fregit".

Existe también un manuscrito catalán "Flors de les medicines"

de mediados del siglo XV en el que también hay una referencia al

"escabex", y tanto el nombre en catalán como su descripción (en tres

recetas) ya habían aparecido en el Libre de Sent Soví de 1324.

Otros estudiosos buscan un origen distinto. Antepongamos a

“aleche”, uno de los pescados más agradecidos para su conservación

en esta salsa fría también llamada “muria” (cuando la salsa lleva sal

por principal conservante se convierte en sal muria o salmuera, el

prefijo latino “esca”, que significa alimento, y obtendremos

esca/aleche>escabeche. (Véase también: Historia de la gastronomía

española).

Existen otras teorías como que a través del árabe pasase a

Sicilia, "schivecch", y de ahí al catalán, sin embargo está


documentado que la siciliana proviene del genovés, "scabeccio" y esta

última de España, sin saberse si del castellano o el catalán.

Papillote de Salmón

La receta de Salmón al papillote es una receta muy sencilla que

permite cocer varios tipos de alimentos conservando todo su sabor.

Además es una receta muy rápida, sencilla, ligera y con muy pocas

calorías.

Ingredientes:

8 rodajas de Salmón
2 Puerros
Calabacín
8 Champiñones
2 Plátanos Maduros
2 Naranjas en rodajas
16 puntas de Espárragos
1 ramita de Perejil
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

Modo de Preparación (Tiempo estimado: 20 minutos)

Cortar cuatro trozos de papel de aluminio suficientemente

grande para que permita embalar dos trozos de Salmón y las

verduras.

Se cortan las zanahorias, los tomates, los champiñones y los

puerros a julianas y se colocan sin mezclar encima de cada trozo de

papel de aluminio con un pellizco de sal.


A parte, se limpia el Salmón restante, se salpimienta y se

colocan dos rodajas encima de los montoncitos de verdura de cada

trozo de papel. Se riega con aceite y se ponen en el horno

previamente calentado a 180° durante 15 minutos.

Por otro lado, se pone un chorrito de aceite en una sartén y se le

añaden los ajos y el perejil. Se sofríe ligeramente y se reserva.

Cuando el Salmón ya está cocido se retira del horno y se riega

con el sofrito de ajos y perejil que se ha preparado anteriormente y

se sirve caliente.

Escabeche de Carite

Ingredientes:

Un carite según el gusto (puede ser


otro pez de piel azul)
1/2 kilo de Cebolla por cada 3/4 kilo de
pescado
1/2 kilo de pimiento (pimentón) por
cada kilo de pescado
Aceite para freír
Pimienta blanca
Comino en polvo
Sal
Jugo fresco de Limón
Harina para cubrir o maicena
Aceitunas a gusto (rellenas, negras,
verdes)
3/4 taza de Vinagre de vino
1 fuente honda y grande.
½ taza de miel
Modo de Preparación

Se limpia el pescado, se rebana en ruedas de 3 cm, se le baña con

el jugo de limón y se le pone, sal, pimienta y comino. Se deja reposar

10 minutos y se pasa por harina que tenga un poquito de sal y

pimienta.

Se pone a freír a fuego medio, que quede dorado, más o menos 4

minutos por cada lado, dependiendo de la intensidad del calor. Las

cebollas se cortan en julianas, al igual que el pimiento.

Una vez frito el pescado se deja aparte y en la misma sartén se

añade 1/2 taza de aceite, se deja que caliente y se va a poner la

cebolla y los Pimientos hasta que cristalicen, alrededor de 7 minutos,

se les añade el vinagre y la miel, se mezcla y se tapa dejando cocinar

por 3 minutos. Se napa el pescado con esta vinagreta colocándolo en

una fuente, luego se lleva a la nevera hasta el momento de comer.

Se puede comer al momento de preparar, pero es mejor luego de

tres horas al menos. La cantidad de vinagre puede ser mayor o

menor, dependiendo del gusto de la persona. También se le puede

colocar las cebollas salsa inglesa (Worcestershire) o también salsa

picante. Lo demás va a la imaginación.


Tempura de Camarones

Tempura de camarones y verduras

Si tuviera que elegir como representativa una comida

tradicional japonesa, esta sería probablemente la que elegiría. Es un

clásico de la cocina asiática ideal para degustar con la también

famosa, salsa de soya.

Es ideal para servir como aperitivo, o como bocadillos en una

fiesta informal.

Ingredientes:

20 camarones grandes, enteros


2 tazas de harina
2 tazas de cerveza
2 yemas de huevo
1 calabacín grande cortado en juliana
1 pimiento rojo cortado en juliana
1 cebolla cortada en aros
Aceite para freír, cantidad necesaria
Salsa de soya para servir

Modo de Preparación

Limpia bien los camarones, dejando intacta la cola. Cúbrelos

suavemente con harina, sin enharinar la cola, y sacúdelos para

retirar el exceso.

En un bol, mezcla suavemente la harina tempura, el agua y las

yemas (la mezcla debe quedar grumosa; no la batas demasiado).


Calienta el aceite en una sartén o bol a fuego moderado. Fríe en

tandas pequeñas los camarones hasta que queden ligeramente

dorados. Retíralos y escúrrelos bien en toallas de papel. Repite este

proceso con los vegetales, friendo de a 2 ó 3 piezas a la vez.

Sirve enseguida con salsa de soya. Para mejorar el sabor de esta

última, agrégale tiras de jengibre fresco 15 minutos antes de llevar a

la mesa.

NOTA: la harina tempura se consigue en casas de especialidades

asiáticas, y hace que el batido quede más ligero. Se puede sustituir la

harina tempura por harina común, eligiendo la más fina posible,

aunque el batido quedará un poco más pesado.


Las sopas son platos básicos de tradición muy antigua, han sido

consumidas por las gentes más humildes, que dependiendo de la

región, juntaban los pocos productos a su disposición dejándolos

hervir en ollas con mucha agua para obtener una comida líquida,

pero rica en Vitaminas y Proteínas.

Los textos más antiguos de recetas de sopas, encontrados en

Europa, hablan de sustancias líquidas o espesas que contenían

diferentes tipos de cereales, con el pasar del tiempo se le fueron

agregando verduras y ocasionalmente carnes y pescados, pero fue

solamente la inicio del siglo XIX cuando el Chef Antoni Carini

empezó a hacer una búsqueda y recopilación de estos textos

desarrollando nuevos platillos, nuevas técnicas e introduciendo como

parte esencial de una cocina clásica internacional.

Como consecuencia de estos cambios también las recetas muy

regionales empezaron a refinarse más, volviéndose parte

imprescindible en las dietas de las familias nobles; y así nacen en

Francia las petites marmitas, en la región flamenca lo hochepots, y

en España, las famosas ollas. La idea principal de Carini fue

encontrar un alimento base para la cena que fuese altamente

nutritivo y poco pesado. Hoy día las sopas encuentran una excelente
ubicación en muchas y diferentes ocasiones, así como en muchas

dietas. La sopa es muy versátil y la podemos tomar en cualquier

estación del año, incluido el verano, una buena sopa fría es muy

refrescante, y con el frío, una sopa bien caliente, es un excelente

reconstituyente. Las hay de todo tipo de alimentos, en resumidas

cuentas, es un gran plato por excelencia.

Pero, ¿conoces la leyenda de la sopa?, es bastante curiosa y

graciosa, para todo aquel que no la conozca, se la mostramos a

continuación.

En el año 128 d. C. en una pequeña isla de Jaspe frente a las

costas de Perú, tuvo lugar el descubrimiento de la sopa. Por

casualidad, un brujo estaba cociendo en agua hierbas aromáticas

para elaborar una tizana digestiva y empezó a llover con fuerza,

hacía un viento terrible.

Las olas del mar eran gigantescas, el brujo, fue corriendo a

buscar unas piedras para resguardar el fuego del vendaval, en ese

momento, unos bonitos (pescado) atacaban a unas corvinas (otro tipo

de pescado), estas últimas intentaban huir saltando por la superficie

del mar y como el viento era tan fuerte, una de estas corvinas cayó

en la marmita de la cocción.

Cuando acabó la tormenta, el brujo descubrió que dentro de la

marmita había un pescado cocido, como estaba hambriento, lo probó

y quedó muy asombrado con el sabor de aquel pescado tan delicioso,

es más, desmenuzo el pescado junto al caldo y volvió a probarlo

dándose cuenta que acababa de descubrir un alimento sin igual.


Las leyendas son leyendas, pero no le vamos a quitar ningún

mérito a las sabrosas sopas existentes en el mundo de la

gastronomía.

SOPAS

Famosa Pho vietnamita.

La sopa es un plato alimenticio de base líquida, generalmente

agua. Culinariamente es más elaborada que un caldo, y está

destinada a ingerirse con cuchara.

Características

Cuando se estén preparando las sopas, se van añadiendo al caldo

original los ingredientes que darán nombre a la sopa, durante un

proceso de cocción. Según los ingredientes que se añadan, con

propiedades nutricionales y saporíferas características, la sopa toma

su nombre: sopa de pescado, sopa de espárragos, sopa de arracacha,

etc.

Algunas de estas sopas pueden tener como ingrediente común el

pan, que se añade en el momento del consumo, generalmente

preparado en rebanadas de no demasiado grosor. Existen también

otros ingredientes especialmente indicados para este tipo de plato,

por ejemplo los fideos, las estrellitas o las letras, todos ellos hechos con

pasta de harina y huevo.

En general, cualquier alimento propenso a ser cocido puede ser

empleado para la sopa, como el pollo, el cerdo, la vaca, el buey (Sopa

de rabo de buey), el marisco, el pescado y el jamón. Otros


ingredientes empleados con frecuencia son la sal, el perejil y el huevo

duro picado.

Sopas Claras

Se definen bajo el nombre técnico de sopas claras todos los caldos

y los consomés, los cuales tienen como elemento base exclusivamente

un tipo de carne, ya sea de res, pollo, pescado, ternera o animales de

cacería.

Caldos

Recibe el nombre de caldo, el líquido resultante de la cocción de

carnes, pescado o verduras, con o sin condimentar. Caldo corto es

cuando se reduce el líquido, que también se le llama consomé. Se

utiliza para la elaboración de guisos, salsas o sopas compuestas como

por ejemplo el gazpacho de melón (v. sopas y cremas).

Son usualmente los fondos (mencionados en Modulo I),

cuidadosamente enriquecidos con ingredientes como vegetales,

cereales, carnes, pasta, etc. en cantidades, a veces, tan abundantes

que pueden considerarse casi un plato único. Los caldos son

generalmente parte de una cocina muy regional, por ende, las

formas de preparación y los ingredientes varían mucho.

Consomés

Son prácticamente caldos mucho más refinados y con sabor más

fuerte. La preparación de un consomé está hecha con base de un

caldo o fondo al cual se agrega carne magra del mismo tipo,

utilizada para la preparación del fondo, agregándole también un


mirepoix de cebolla, poro, zanahoria, apio y clara de huevo; este

último ingrediente tiene una importancia clave para que el fondo se

pueda clarificar y dar así un consomé muy limpio, completamente

ausente de grasa, con sabor fuerte pero refinado y con un alto

contenido tradicional.

Sopas Ligadas

Son sopas generalmente a base de leguminosas o verduras que se

espesan con el mismo almidón contenido en las verduras al

momento de ser licuadas, también los potajes, como las celdas, son

platillos muy regionales.

Cremas

Pueden preparase en base a verduras o carnes; antiguamente la

base de las cremas era una bechamel y por lo tanto resultaba una

sopa un tanto pesada; actualmente su preparación ha cambiado un

poco desde la técnica inicial. Muchos chefs están sustituyendo la

bechamel con un fondo de cocción (de acuerdo con el ingrediente

principal) y una mínima parte de leche, generalmente las cremas se

ligan con un roux o con harina de arroz, se licuan y se pasan por un

colador fino, por último, se refinan con crema. Siempre se sirven con

costrones.

Las sopas son una especialidad culinaria muy antigua, puesto

que su origen está en la necesidad de ablandar con agua hirviendo

los alimentos más duros que no se podían masticar en crudo. Como el


agua de la cocción tomaba el sabor de los productos, muy pronto se

pensó en la posibilidad de consumirla como caldo.

Las sopas son fáciles de preparar y pueden llevar multitud de

ingredientes, lo que permite jugar con un amplio abanico de

texturas y sabores. También suelen resultar muy económicas y

siempre digestivas ya que su punto de partida, que es el caldo,

aparte de ser un tesoro de aromas y sabores, lo es también de

vitaminas y minerales, porque los que no se quedan en el alimento

pasan al caldo, aprovechando así hasta el último nutriente.

Conservación

El caldo es una receta fácil de conservar en la nevera, pero lo

más aconsejable es congelarlo y así tenerlo listo cuando se necesite,

incluso se puede preparar más cantidad, ya que el tiempo empleado

es el mismo.

Para congelar el caldo, lo primero que debemos hacer es

concentrarlo: una vez colado y limpio, ponerlo a hervir hasta que se

reduzca a la mitad. Después hay que dejarlo enfriar y envasarlo en

recipientes de tamaño adecuado. Para descongelarlo, es suficiente

con introducirlo unos minutos en el microondas o cocerlo a fuego

lento con un vaso de agua.

Casi todas las sopas aguantan bien el proceso de congelación.

Antes de congelarlas, debemos enfriarlas rápidamente para poder

retirarles la grasa que contengan y evitar así que se vuelvan


rancias. Es posible mantenerlas en el congelador hasta 3 meses,

aunque esto depende bastante de los ingredientes que lleve la receta.

Las sopas que incluyan pasta o arroz no toleran la congelación

ya que estos productos pierden sus cualidades rápidamente tras

cocinarse.

Al descongelarlas, debemos colocar el recipiente cerrado bajo el

chorro del agua caliente. A continuación, verter el contenido en una

cazuela y hervirlo a fuego lento, añadiendo un vasito de agua, para

restarle densidad. También es conveniente rectificar de sal. Si la

receta incluye nata o huevos, debemos añadirlos justo en el momento

de recalentarla.

Las sopas son mucho más que caldos ya que se completan con

una buena guarnición, en ocasiones contundentes fideos, arroz, pan,

huevo, legumbres, verduras y hortalizas, carne, pescados, mariscos.

Son una excelente fórmula para entrar en calor, equilibradas,

energéticas y un auténtico tesoro nutricional.


Hervido de Gallina

Ingredientes:

1 gallina mediana
½ taza de arroz lavado previamente 5 veces
3 litros de fondo neutro.
3 jojotos en Vichy.
½ kg. de auyama.
½ kg. De yuca
1 tallo de cebollín.
200g de ajíes dulce.
½ taza. de cilantro.
Sal y Pimienta.

Modo de Preparación:

En una olla colocar los 3 litros de fondo, los ajíes en brunoise, los

jojotos y el arroz a hervir hasta que el arroz abra, agregar la

gallina troceada y con piel para evitar que la carne oscurezca,

cocinar durante 30 minutos e incorporar la auyama y la yuca, dejar

hervir durante 15 más o hasta que ablanden los vegetales,

salpimentar y agregar las hierbas.


Sopa de cebolla Gratinada

Ingredientes:

1 1/2 kilo de cebolla en Vichy


6 cucharadas de mantequilla
3 cucharadas de aceite
1 cucharada de harina
1/2 taza de vino tinto seco
6 tazas de fondo oscuro
1 taza de demiglase
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de coñac
12 rebanadas delgadas de pan francés tostadas hasta dorar,
unos 15 minutos a 300 ° F.
1 taza de queso parmesano rallado.

Modo de Preparación:

En una olla grande y de fondo grueso, se calientan el aceite y la

mantequilla. Se agrega la cebolla en ruedas y se cocina hasta dorar,

sin quemar, unos 25 minutos a fuego mediano, revolviendo de vez en

cuando hasta caramelizar. Se agregan la harina, revolviendo, y se

cocina 3 minutos más.

Se agrega el vino y se cocina hasta reducir a un cuarto, unos 2

minutos. Se agrega el fondo, se lleva a hervor y se cocina unos 10

minutos, luego incorporamos la demiglass, el azúcar y el coñac y 2

cucharadas de queso rallado, rectificar sal y pimienta y se retira del

fuego. Se precalienta el horno.


Se dividen la cebolla y el caldo en envases individuales

refractarios. Se adorna cada envase con 2 rebanadas del pan

tostado, se cubre toda la superficie con unas 2 cucharadas del queso,

se meten al horno y se gratinan hasta comenzar a dorar, unos 10

minutos y se sirve inmediatamente.

Sopa Mulligatawny

Ingredientes:

1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de Aceite
½ Cebolla mediana en brunoise
150 gr de tocineta en brunoise
5 tomates medianos maduros
concasse y en macedonia
5 cucharadas de curry
2 hojas de laurel
4 cucharadas de hierbas
1 suprema de pollo sellada y cortada en parmentier
½ litros de fondo de ave
1 taza de crema de leche
Sal y Pimienta

Modo de Preparación:

En una olla acitronar la cebolla con el aceite y la mantequilla,

incorporar la tocineta hasta que despida parte de la grasa, luego

agregar una buena cantidad de curry para activarlo, el laurel y la

mitad de las hierbas, en el momento que despida el aroma el curry,

agregar los tomates y dejar pochar, incluir el pollo y el fondo, dejar

hervir hasta q tenga consistencia de sopa y los tomates se hayan


disuelto en su mayoría, salpimentar y agregar el resto de las

hierbas. De desearlo agregar crema de leche y servir.

Crema Parmentier

Ingredientes:

1 cucharadita de mantequilla
1 cucharadita de aceite
½ Cebolla en brunoise
250gr de tocineta en brunoise
1 litro de fondo neutro
1 kg de papas en mirepoix
Sal y pimienta al gusto
100 gr de queso parmesano rayado
Crotones de pan

Modo de Preparación:

Acitronar la cebolla con la mantequilla y el aceite hasta

cristalizar, agregar la mitad de la tocineta hasta q suelte parte de

su grasa, incorporar la papa y el fondo, dejar hervir hasta que

ablande la papa, procesar hasta obtener consistencia cremosa,

rectificar sal y pimienta. El resto de la tocineta colocarla en un

sartén caliente (sin grasa) y dejar rehogar hasta que suelte toda la

grasa y obtener crocantes de tocineta. Servir la crema y guarnecer

con crotones de pan y la tocineta tostada.


El pescado es un alimento importante en la dieta cualquier

persona debido a la gran cantidad de nutrientes que aporta, sin

embargo, es un platillo que genera rechazo entre jóvenes y niños.

Hacer de su consumo un hábito puede ser una tarea difícil, pero

una presentación de platillo más atractiva: cambiar la preparación,

la condimentación y la guarnición que acompaña al pescado;

cocinarlo de forma que les resulte más apetecible, puede ser de

utilidad para que los niños estén más dispuestos a comerlo.

Sopas de pescado

El pescado que sirve como ingrediente para el cocido

proporciona al caldo, sabor y muchos nutrientes.

Una sopa de pescado caliente entona el cuerpo, y puede resultar

interesante cuando el niño o la niña llega a casa destemplado o

inapetente. Para que sea un plato energético, se le puede agregar

pasta fina (fideos, estrellas...), arroz, sémola o patata cocida, pescado

desmenuzado.
Primeros platos con pescado "consistentes"

Paella con congrio, rape y gambas; arroz con chipirones;

macarrones con sardinas y tomate, espaguetis con atún; lasaña de

bonito; patatas con bonito (marmitako). Estos son algunos nombres

de recetas que forman parte de una lista innumerable de platos en

los que con la combinación de vegetales y productos de mar se

consigue un plato consistente, nutritivo y equilibrado. Con ellos se

vincula el pescado a otros alimentos muy estimados por los niños y

niñas, como la pasta, el arroz o las patatas.

Ensaladas, ensaladillas

El atún o el bonito en conserva mezclado con las ensaladas es

algo a lo que muchos niños y niñas ya están acostumbrados. Esto

mismo se puede hacer con el resto de conservas (anchoas, sardinas) y

crear ensaladas variadas con distintos sabores. Se pueden ofrecer

conservas de marisco (pulpo, mejillones, berberechos...), en ensalada o

como aperitivo. O se pueden presentar en forma de brocheta de

pescado para que comer les resulte más divertido. Por ejemplo:

brocheta de langostinos, pulpo y tomates cherry.


Flanes de pescado

Una manera original de comer este alimento. Se pueden servir

fríos o calientes, y combinan muy bien con verduras, con lo que se

crean platos más variados, vistosos, sabrosos y nutritivos. Algunas

sugerencias: flan frío de espárragos y gambas, budín de cabracho,

pastel de salmón. y más son algunas presentaciones posibles.

Relleno de platos: pimientos, croquetas, empanadillas, huevos

Una manera de aprovechar restos de comida o de incluir el

pescado y disimular su sabor. Se varía el menú y la presentación de

los platos, y se consigue lo que se pretende: que los niños y niñas

coman pescado y se acostumbren a su sabor. Se puede hacer más

cantidad y se congela, lo que ayuda improvisar una comida o una

cena.
En tortilla

Las tortillas o los revueltos que llevan pescado resultan sabrosos

y muy nutritivos.

Tortilla de bacalao, revuelto de ajos frescos o espinacas y

gambas, de atún, de sardinas o de anchoas... son algunas de las

sugerencias que se brindan para comidas o cenas.

En bocadillo

Los embutidos son uno de los alimentos que los niños toman con

más frecuencia en bocadillo y la bollería también está a la orden del

día. Así que una alternativa muy nutritiva, más saludable, y que les

puede resultar deliciosa es preparar bocadillos con pescados en

conserva, como, por ejemplo, bocadillo de atún o bonito y rodajas de

tomate; de atún y queso; de sardinas y unas gotas de aceite o un poco

de mantequilla; de anchoas y queso; vegetal con atún o anchoas; de

salmón ahumado con queso a las finas hierbas; de paté de atún; de

mojama.
Pizzas caseras

Incluir trozos pequeños de pescado como un ingrediente más de

las pizzas, tan apreciadas por los más pequeños, es una manera más

de fomentar el consumo de este alimento. Se puede emplear pescado

en conserva, ahumado, congelado o cocinado a la plancha. Si se

combina con vegetales resulta un plato muy completo y equilibrado.

Pizza de atún, con sardinas o anchoas, con salmón ahumado,

marinera (trozos de rape, gambas y palitos de cangrejo)... son

algunas de las opciones.


El Cerdo

Un mamífero omnívoro, con el hocico terminado en morro,

apreciado tanto por su carne como por su piel; el macho se llama

verraco, la hembra, marrana y la cría, cochinillo. Un ejemplar de

tres a cuatro semanas de vida que todavía se amamanta recibe el

nombre de lechón.

Características

Es un animal prolífico y de fácil cría cuyo valor proviene no

sólo de la cantidad de carne que procura, sino de que de casi todas

sus partes se puede sacar provecho.

Porciones del cerdo

Del cerdo se aprovecha todo, no tiene desperdicios, y se divide

en las siguientes porciones:

Lomo: para servir en trozos o en chuletas

Solomillo: para asado.

Jamón fresco brazuelo (codillo): calidad inferior


Cabeza: para hacer pasteles, queso de cerdo o jabalí, sesos, orejas

y lengua, riñones, hígado, telilla, pies y rabo.

Pescuezo: para salchichas

Tocino: en fresco saldo, gordo o con tiras de magro (entreverado)

manteca.

Categorías

Primera: solomillo, cabeza de lomo, jamón, filete, situado en el

lomo.

Segunda: paleta, costillar o carré y lacón o codillo

Tercera: papada y panceta

Variedades

Existen varias razas de cerdo, entre las que destacan: la raza

asiática, la raza napolitana y la raza céltica que por medio de

cruces ha dado lugar a numerosas y conocidas variedades.

Entre los mestizos ingleses, hay que mencionar de manera

especial el cerdo de Yorkshire, muy afamado por sus jamones.

Conservación

Se puede conservar en el congelador, si la carne estuviera

picada, se conserva en la nevera un par de días. Las chuletas y las

salchichas frescas se conservan en la nevera de dos a tres días y la

carne asada o cocida, de tres a cuatro.


Las chuletas y las piezas para asar se conservan congeladas de

ocho a diez meses; las salchichas, de dos a tres meses, y el bacón y el

jamón, de uno a dos meses.

Modo de Preparación:

Se seca y endurece con facilidad durante la cocción. Por eso

conviene no cocerlo en exceso y si se retira la grasa visible, proteger

la carne con un poco de grasa.

Debe cocerse a temperatura no superior a los 125º C para que la

carne pueda cocerse sin perder sabor y ternura.

Cocina

El cerdo es delicioso acompañado de frutas como la manzana,

ciruela, castaña, piña, naranja, albaricoque, etc.

Salud

Contra lo que se suele creer, el cerdo proporciona una de las

carnes más magras que se conoce. Todos sus cortes, de la espalda al

muslo, contienen menos de un 10% de materia grasa.

Su valor nutritivo varía en función de los cortes y de si se

incluye o no grasa visible.

Nutrición

Por 100 gr. de lomo crudo: Calorías: 142 kcal, Grasas

monoinsaturadas: 2,6 gr., Proteínas: 21,4 gr., Grasas poli-

insaturadas.: 0,6 gr., Colesterol: 59 Mg., Calcio: 17 Mg., Grasas sats: 1,9
gr., Magnesio: 23 Mg., Fósforo: 211 Mg., Vitamina C: 0,6 Mg.,

Potasio: 389 Mg., Vitamina E: 0,3 Mg., Sodio: 52 Mg., Vitamina A: 7

IU.

Cortes de Cerdo

Cabeza, patas y manos: Se preparan hervidas para hacer

gelatinas, vinagretas, gelatinas, queso de cerdo, entre otros.

Bondiola: Carne tierna y de buen sabor. Se utiliza el trozo

entero al horno o a la parrilla y fraccionada en trozos para la

elaboración de churrascos, milanesas y escalopas.

Paleta: Tiene múltiples aplicaciones. Se emplea para preparar al

horno o a la cacerola, en milanesas, escalopas fritos, hamburguesas

con la carne picada.

Costillar: Se caracteriza por su pulpa tierna. Se puede preparar

al horno con o sin hueso (carré) o cortado en churrascos a la

parrilla, plancha o fritos en sartén.

Panceta con pechito: Por su reducido porcentaje de grasa

permite diversas posibilidades: con hueso o sin él, con el pechito,

asada al horno o la parrilla, frita en lonjas, en trozos, guisada o

picada para budines, patés y hamburguesas.

Jamón: Es muy tierno y de exquisito sabor. Puede prepararse

entero al horno, cortado en trozos para churrascos a la parrilla,

plancha, con o sin hueso.


Jamonín (jambonneau): La forma más difundida en que se

utiliza este corte es para hervirlo en pucheros, guisos o el clásico

chucrut.

Lomo de Cerdo Mechado

Ingredientes:

1 KG de Lomo de Cerdo entero


1/2 cabeza de ajos
Perejil
Tocineta
1/2 litro de aceite de oliva
1/2 de vino banco
Fondo Neutro
Sal

Modo de Preparación

Se cortan en brunoise los ajos y el perejil, se le agrega la tocineta

cortada en brunoise y la pimienta en grano. Se revuelve todo esto.


Se sala el trozo de lomo, y con la ayuda de un cuchillo se le

hacen varias incisiones pequeñas por toda la pieza, introducimos la

preparación que hemos hecho. Se lleva aceite para freír en una

sartén onda, cuando está caliente se coloca con cuidado el trozo de

lomo, y se va rehogando por todos lados hasta que tome color

dorado.

A continuación incorporamos el vino, rehogamos un ratito y

después añadimos el agua. Tapamos y a cocer, vamos dando vueltas

a la carne para que tome sabor por ambos lados. Cocer hasta que

quede en el aceite y la carne esté tierna por un tiempo aproximado

de 1 hora y media.

Se sirve en medallones con la salsa que ha soltado por encima. Se

puede acompañar con patatas fritas y verduras salteadas.


Chuletas de cerdo al estilo cajun

Ingredientes:

650 gr de chuletas de cerdo


1 diente de ajo
1 cucharada de azúcar moreno
2 cucharaditas de pimentón picante
3 cucharaditas de orégano
1 cucharadita de salvia
1 cucharadita de romero
3 cucharadas de aceite
Zumo de 1/2 limón
Sal y pimienta

Modo de Preparación:

Precalentamos el horno a 200ºC. Por otro lado en una sartén

sellamos las chuletas con una película de aceite y reservamos.

Mezclamos el resto de ingredientes en un recipiente y

marinamos en esta preparación las chuletas. Las llevamos al horno

en una bandeja y las cocemos durante 20 minutos.

Retiramos las chuletas y engrosamos la salsa para cubrir,

rectificamos sal y pimienta. Guarnecer con un puré de auyama.


Cordero

Guía De Cortes - Carne De Cordero


Brocheta de Cordero

Ingredientes:

4 cdas de aceite de oliva


1 taza de jugo de limón
Tomillo
Albahaca
1 diente de ajo en brunoise
1kg de lomo de cordero
1 pimentón rojo
1 pimentón verde
1 cebolla grande
Champiñones Frescos

Modo de Preparación:

Mezclar 4 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de jugo

de limón, tomillo, albahaca y ajos picados.

Alternar en las varillas un trozo de cordero, pimientos rojos y

verdes, cebolla y los champiñones. Untar con la preparación

anterior y dejar macerar 2 horas. Colocar en la parrilla durante 15

minutos. Servir en cada plato sacando uno de los distintos

ingredientes para cada comensal. Guarnecer con papas al romero.


Cordero al vino tinto

Ingredientes:

1 ½ kilo de cordero
vino tinto
3 tomates sin piel y sin semillas
cortados en dadito (concasse)
2 yemas
1 cucharada de perejil picado fino
El zumo de dos limones
1 pizca de azúcar
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta
100 ml de aceite
½ litro de fondo de res

Modo de Preparación

Se corta el cordero en trozos y se sazona con la sal y la

pimienta. Se vierte el aceite en una cacerola y se fríe en él la carne.

Una vez dorada la carne, se agrega el vino. Se tapa y se cocina

lentamente 10 minutos.

Se añade el tomate y el azúcar, se cocina unos instantes y se

incorpora el fondo y se tapa, continúa la cocción hasta que el

cordero esté a punto antes de retirar del fuego, se añade el perejil y

las yemas de huevo que se habrán batido junto con el jugo de limón

se salpimienta.
El vino (del latín vinum) es una bebida obtenida de la uva

(especie Vitis vinifera) mediante la fermentación alcohólica de su

mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica

de levaduras que transforman los azúcares del fruto en alcohol

etílico y gas en forma de dióxido de carbono. El azúcar y los ácidos

que posee la fruta Vitis vinifera hace que sean suficientes para el

desarrollo de la fermentación. No obstante, el vino es una suma de

un conjunto de factores ambientales: clima, latitud, altitud, horas de

luz, temperatura, etc. Aproximadamente un 66% de la recolección

mundial de la uva se dedica a la producción vinícola; el resto es para

su consumo como fruta. A pesar de ello el cultivo de la vid cubre tan

sólo un 0,5% del suelo cultivable en el mundo. El cultivo de la vid se

ha asociado a lugares con un clima mediterráneo.

Se da el nombre de «vino» únicamente al líquido resultante de la

fermentación alcohólica, total o parcial, del zumo de uvas, sin

adición de ninguna sustancia. En muchas legislaciones se considera

sólo como vino a la bebida fermentada obtenida de Vitis vinifera,

pese a que se obtienen bebidas semejantes de otras especies como la

Vitis labrusca, Vitis rupestris, etc. El conocimiento de la ciencia

particular de la elaboración del vino se denomina enología (sin


considerar los procesos de cultivo de la vid). La ciencia que trata tan

sólo de la biología de la vid, así como de su cultivo, se denomina.

ampelología.

El vino se produjo por primera vez durante el neolítico, según

los testimonios arqueológicos hallados en los montes Zagros, en la

región que hoy ocupan Georgia, Armenia e Irán, gracias a la

presencia de Vitis vinifera sylvestris y la aparición de la cerámica

durante este periodo. La evidencia más antigua de la producción y

consumo de vino es una vasija del año 5400 a. C., hallada en el

poblado neolítico de Hajii Firuz Tepe, en los montes Zagros. La vasija

contiene un residuo rojizo, presumiblemente vino. Aunque

recientemente se ha encontrado la bodega más antigua conocida,

datada en año 6000 a. C., que sitúa en Armenia la producción más

antigua de vino. Posteriormente, el consumo de vino se extendió

hacia el occidente, llegando a Anatolia y Grecia; y hacia el sur,

llegando hasta Egipto, ya célebre en Bahariya durante el Imperio

Medio (siglo XX a. C.) La más antigua documentación griega sobre el

cuidado de la vid, la cosecha y el prensado de las uvas, es Los

trabajos y los días, de Hesíodo, del siglo VIII a. C.8 En la antigua

Grecia el vino se bebía mezclado con agua y se conservaba en pellejos

de cabra.

Lo primero que cabe destacar es que el vino, a lo largo de la

historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad

occidental, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento

o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los

grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente.


Ya en Egipto, Grecia y Roma, se adoraba a Dioniso o Baco (dios

de los viñedos) y la Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre

otros donde relata la última cena de Jesús, que ofreció una copa de

vino a sus discípulos representando su sangre. Sabemos que en China,

hace 4.000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y

que en Egipto, en el siglo XIV a. C., ya conocían la viticultura.

La viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del

cristianismo, por ser el vino necesario para la celebración de la misa.

Los monasterios, con sus propios métodos de elaboración y

extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura,

dejando huellas tan claras como los vinos priorato, proveniente de la

palabra prior.
Regiones Vitivinícolas

La producción vitivinícola está restringida a ciertas latitudes

geográficas, por regla general está asociada a isotermas climáticas

anuales que poseen de media temperaturas entre los 10º y 20ª.1 Por

regla general el cultivo de la vid se ha asociado a los lugares que

poseen ciertas similitudes con el clima mediterráneo. Se puede dar

igualmente en climas subtropicales si se poda la vid constantemente.

A veces los microclimas afectan positivamente a la vid.

En la Unión Europea la organización común del mercado

vitivinícola tiene como norma básica el Reglamento 1493/ 1999 de 17

de mayo, que ha sido parcialmente modificado en muchas ocasiones,

especialmente por el Reglamento 479/2008 de 29 de abril. En su

Anexo III estableció tres grandes zonas —A, B y C—, cada una de

ellas con múltiples subdivisiones. Esas zonas y subzonas son mucho

más sutiles y matizadas que dividir los países europeos en norteños y

sureños, sino que una determinada zona o subzona comprende parte

Francia, parte de Alemania, parte de Hungría, etc. Esas

subdivisiones tienen gran minuciosidad. Vgr. “En Chipre, la zona

vitícola C III a) comprende las superficies plantadas de vid situadas

en cotas que superen los 600 m de altitud”. Lo propio hace del Anexo

IX del Reglamento 479/2008 de 29 de abril que retoca esas grandes o

pequeñas zonas.

Carlos Delgado escribía en 1997 que con 1.700.000 hectáreas de

viñedo España es el país que dedica mayor extensión al cultivo de la

vid: un 17% del total mundial y un 22% del viñedo europeo. Sin
embargo la producción anual de 2.500 millones de litros de vino es la

mitad de la francesa o italiana.23 En la medida en que la cantidad

está reñida con la calidad supone un balance muy positivo.

Se tiene en cuenta en esa organización del mercado vitivinícola

muchas consideraciones no estrictamente comerciales, lo que da

lugar a una legislación muy flexible. “Hay zonas —se lee en el

considerando (26) del reglamento de 2008— cuya producción no se

ajusta a la demanda; para favorecer el mejor ajuste del sector en su

conjunto, debe fomentarse el abandono definitivo de la viticultura

en estas zonas; en consecuencia, debe concederse una prima con tal

objetivo; la gestión de esta prima debe corresponder a los Estados

miembros, etc”. Pero, a continuación en el siguiente considerando se

establece: "La producción en los Estados miembros que elaboran

menos de 25.000 hectolitros de vino al año no afecta gravemente al

equilibrio del mercado; en consecuencia, tales Estados miembros

deben quedar exentos de las restricciones de plantación pero no

deben tener acceso a la prima por abandono definitivo de la

viticultura". En definitiva, se permite y hasta se alienta que en

ciertas regiones se cultive vino en pequeña cantidad, si con ello se

satisface esa legítima aspiración de que la región o país tenga su

propio vino. También se muestra tolerancia con aquellas zonas en las

que, por carecer de suficiente insolación, las uvas apenas pueden

madurar, por lo que tienen que recurrir a la azucarización de los

mostos, especialmente en determinadas cosechas.24

La Unión Europea ha efectuado una decidida opción por

comercializar el vino en razón de nombres toponímicos, al frente de


los cuales hay unos Consejos Reguladores que agrupan a los

viticultores de la región. Un vino es presentado como de Burdeos, de

Rioja, de Cariñena, de Beaujolais, de Tokay, etc. Es más, ni siquiera

llega a mencionarse la palabra genérica “vino”. Uno bebe un rioja,

un burdeos, un cariñena, un chablis, etc. La comercialización del

vino es muy distinta de la de la cerveza. En la cerveza no se

promociona comercialmente nombre toponímico alguno — pues está

prohibido para las marcas comerciales—, sino una marca. La

cerveza no tiene consejos reguladores. El propietario de la marca

encarga a las fábricas de cervezas de diversos países que se la

fabriquen, dándole las instrucciones pertinentes para que elaboren el

producto deseado. La cerveza X se hace igualita en España que en los

Estados Unidos de América del Norte, que en Alemania, de la misma

manera que una marca comercial de automóviles puede instalar

fábricas en diversos países y regiones.

La rigidez del “sistema de denominaciones toponímicas” para la

comercialización del vino se ha dulcificado un poco con el

Reglamento 479/2008 del Consejo de 29 de abril.25 Quedan

suprimidos los llamados “vinos de calidad producidos en una región

determinada (v.c.p.r.d.)". La calidad del vino no queda ya ligada a

que las uvas procedan de una determinada región. Las

denominaciones toponímicas actualmente son de dos clases. En un

vino con denominación de origen “las uvas utilizadas en su

elaboración proceden exclusivamente de esa zona geográfica.” En un

vino con indicación geográfica basta que “el 85 % de la uva utilizada

en su elaboración proceda exclusivamente de esa zona geográfica”.


Nadie se ve obligado ya a recurrir exclusivamente a las uvas de su

terruño, para que su vino sea considerado de calidad. La Mancha

suele suplir las carencias de toda Europa. Las lluvias del año 2002

hicieron imposible cosechar uva en todo Europa, salvo en el Sur de

España. La Mancha proporcionó a todas las bodegas europeas

carentes de cosechas aceptables la materia prima necesaria.

La calidad del vino viene asegurada por la calidad de la uva. A

la denominación de origen Rioja se le otorgó el carácter de

“calificada” por orden de 3 de abril de 1991.26 El decreto 157/1988 de

22 de febrero fijó las condiciones que hacen posible a una

denominación de origen acceder a la categoría de “calificada”. Una

de las condiciones consiste en que el precio de las uvas de esa

denominación alcance un precio superior al 200% del precio del

mercado nacional. También detenta esa condición de “calificada” la

denominación de origen “El Priorato”. La calidad de la uva no se

considera ya ligada a que toda la uva proceda de una determinada

región. Que la denominación de origen X o el pago X produzca vino

con uvas procedentes sólo de esa región o pago no asegura de suyo la

calidad, especialmente en un año en que la cosecha ha sido mala.

Excepcionalmente la legislación europea da tratamiento de

indicación o denominación geográfica a nombres que no son

geográficos. Un ejemplo característico es la denominación “cava”,

que en modo alguno es una denominación geográfica, pero tiene

asignada una región determinada en el Penedés y también en parte

de Valencia, de Extremadura y de la Rioja. Esa denominación de

origen no se reduce a una simple asociación de campesinos que


reciben ayudas comunitarias bien por elaborar vino, bien por

dejarlo de elaborar arrancando viñedo, sino que cuenta con casas

comerciales potentes. Freixenet y Codorniu se han instalado en

California con gran éxito. Otro ejemplo es el de “vinho verde”, que no

es una región geográfica, sino una clase de vino. Se le ha asignado,

no obstante, una región determinada entre el Miño y el Duero.

Fuera de Europa han surgido potentes productores de vino en

África del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Se han basado en

estudios serios, que han revolucionado la viticultura, tanto por lo

que se refiere a la recolección como a la disposición de los viñedos.

No se presentan como vinos geográficos sino como varietales.

Carecen de pagos con nombres rimbombantes. Esos vinos se han

comenzado a imponer en Inglaterra, que aunque produce vino

blanco de buena calidad, no se autoabastece ni mucho menos.

En América Latina sobresalen Argentina y Chile entre los países

que exportan vino a precios muy competitivos y de una alta calidad.

Morfología

La uva contiene en su interior todos los elementos requeridos

para la elaboración del vino, es por esta razón que comprender la

morfología del fruto puede ayudar a comprender el resultado final

del vino. Esta morfología es semejante a una división concéntrica de

zonas sin solución de continuidad que empieza por las semillas que

ocupan una posición interior cerca de su centro:


Primera zona - En el interior las semillas se encuentran

rodeadas de una muy alta concentración de azúcares (la mayor

zona de concentración se encuentra rodeando las semillas), en esta

zona hay azúcares y ácido málico (a veces este ácido se convierte en

un azúcar mediante gluconeogénesis). Esta zona suele tener unas

ligeras tonalidades verdes.

Segunda zona - En la siguiente zona, concéntrica a la anterior,

la concentración de azúcares disminuye progresivamente y

aumenta la presencia de ácido tartárico. El segundo componente

químico en la uva, tras los azúcares, es la presencia de estos dos

ácidos: a. málico y a. tartárico. Ambos ácidos juegan un papel

importante en la elaboración de los vinos y los vinicultores son los

que deciden modificar la presencia de cualquiera de ellos en el

producto final.

Tercera zona - En ella se encuentran las sales minerales,

principalmente potasio. Los polifenoles como pueden ser los taninos

(ubicados principalmente en la piel exterior), antocianinas

(responsables de los colores colorados en los vinos), los aromas, etc.


Los sabores característicos de la uva se almacenan en esta tercera

zona, en el interior de la piel.

La manera en la que se aplasta la uva puede afectar las

propiedades organolépticas del mosto, por ejemplo, si se prensa poco

se extraen los azúcares del centro de la uva, obteniéndose pocos

polifenoles (vinos blancos afrutados), pero si se aprieta más,

empiezan a extraerse los taninos y aparece la coloración tinta.

Fermentación

La fermentación es la parte principal del proceso de la

elaboración del vino, en realidad el vino no puede elaborarse de

forma alguna sin la fermentación. La fermentación tiene como

principal efecto la conversión de los azúcares del mosto en alcohol

etílico. El organismo capaz de elaborar la fermentación son las

levaduras del género de las Saccharomyces y las especies más

abundantes son la S. cerevisiae y la S. bayanus (asociada con la

producción del vino de jerez), estas especies tienen a su vez otras sub-
especies como la montrachet, la epernay, la steinberger, etc. cada

una de ellas objeto de una selección artificial hecha durante tiempo

con el objeto de mejorar aspectos sutiles de la tolerancia a ciertos

niveles de pH, contenido de alcohol, dióxido de azufre (SO2), etc. La

fermentación se hace en recipientes (hoy en día en cubas de acero

inoxidable) y pasa por cuatro fases:

Fase de demora - En la que las levaduras se aclimatan a las

condiciones del mosto, a las altas concentraciones de azúcares, bajo

valor de pH (acidez), temperatura y SO2. Suele ocupar un período

entre dos y tres días.

Crecimiento exponencial - las levaduras ya acondicionadas al

entorno, empiezan a multiplicarse en crecimiento exponencial,

alcanzando el máximo de su densidad de población, que suele estar

en torno a los 100 millones de levaduras por centímetro cúbico.

Debido al consumo que hacen las levaduras del azúcar presente en el

mosto, las concentraciones del mismo declinan rápidamente. La

duración de esta fase es de aproximadamente cuatro días.

Fase estacionaria - Es la fase en la cual la población de

levaduras que ha llegado a su máximo valor admisible, lo que hace

que se alcance un valor estacionario y que la fermentación se

mantenga a una velocidad constante. El calor formado por la

fermentación hace que la temperatura de la cuba durante esta fase

sea igualmente constante.

Fase declinante - En esta fase la carestía de azúcares o la

elevada concentración de alcohol etílico empieza a matar las


levaduras y la población disminuye, con ello la velocidad de

fermentación.

Existen algunas prácticas modernas como la inoculación de

levaduras durante las fases estacionarias con el objetivo de alcanzar

el máximo de 108/ml, esta creencia dicta que el vino poseerá una

mayor complejidad de sabores, estas prácticas son habituales en

algunos viñedos de Francia y California. No obstante algunos

vinicultores optan por evitar la inoculación, emplean las levaduras

salvajes presentes en el entorno de fermentación, lo que ha dado

lugar a un debate. Se puede medir la progresión de la fermentación

mediante la medida de la densidad del líquido fermentante; medida

con un picnómetro de las muestras extraídas de la cuba. Por ejemplo

el mosto es más denso que el vino y esto fija dos límites para saber la

evolución de la fermentación.

La fermentación se ve afectada por una variedad de factores,

entre ellos se encuentra la temperatura; el rango de temperaturas

entre los que es posible la fermentación se encuentra entre los 5oC

hasta los 38oC. Los vinos blancos fermentan a un rango inferior (8oC

hasta los 14oC) y los vinos tintos emplean rangos mayores (25oC hasta

los 30oC). La fermentación se suele parar a 33oC. Los aromas de

frescura y afrutados se preservan más en fermentaciones a baja

temperatura. Otros limitantes son la concentración de azúcares, el

grado de acidez debido a la presencia de ácidos, y también a la

presencia de micronutriente como vitaminas, incluso la aireación de

la cuba (oxígeno), la adicción de inhibidores de la fermentación

como: el propio etanol (en concentraciones por encima del 17%), los
ácidos grasos, el empleo de levaduras asesinas que secretan

polipéptidos tóxicos para las levaduras (algunas son capaces de

portar virus ARN bicatenario). En algunos casos la presencia de

fungicidas y pesticidas puede limitar la fermentación.

Fermentación maloláctica

En paralelo con la fermentación, se produce una reacción

similar denominada fermentación maloláctica en la que actúan

bacterias lácticas presentes de forma natural en la uva para

convertir el ácido málico en ácido láctico reduciendo la acidez del

vino. La fermentación maloláctica es completamente imprevisible,

pero los viticultores procuran que ocurra al mismo tiempo que la

fermentación alcohólica mediante levaduras. Este proceso se

comenzó a comprender con Pasteur, pero no se perfeccionó hasta

1935 con Flanzy.

Hoy en día se practica la inoculación artificial de bacterias

lácticas en la fase de fermentación, con el objetivo de poder alcanzar

la fermentación láctica. Las bacterias malo-lácticas pertenecen a

tres géneros: Lactobacillus, Pediococcus y Leuconostoc. Existen

factores limitantes de la fermentación maloláctica, uno de ellos es la

temperatura (por debajo de 15oC es inexistente), las bacterias

malolácticas son sensibles a bajos niveles de pH, de inhibidores (uno

de los más conocidos es el ácido fumárico) y ácidos grasos (uno de los

más efectivos es el ácido dodecanóico C12).

Es de creencia generalizada que una fermentación maloláctica

controlada aumenta la calidad de los vinos. Entre los beneficios de


esta fermentación, se encuentra: la reducción de la acidez (acidez

titulable o acidez titratable). Existe un cambio en los sabores del vino

final debido a la presencia de ésteres volátiles (2,3-butanodiol), así

como una apreciación amantequillada de algunos vinos tratados con

este procesamiento.

Segunda fermentación

Los vinos espumosos tienen una segunda fermentación en la

botella. El desarrollo comercial de este tipo de vinos no llegó hasta

comienzos del siglo XVII, cuando los avances en las botellas y en los

tapones de corcho alcanzaron un nivel suficiente como para

permitir las altas presiones que se generan en una fermentación

cerrada. Entre los vinos espumosos más famosos se encuentra el

champagne, el Asti y el cava, entre otras denominaciones de origen.

A tenor del Reglamento (CE) No1493/199 del Consejo de 17 de mayo

de 1999 por el que se establece la organización común del mercado

vitivinícola., esa segunda fermentación en botella no debe ser

calificada como"champanés" "champenoise" o "champenois".

Proporcionaa las siguientes alternativas: “fermentación en botella

según el método tradicional”; “método tradicional”; “método clásico”


y “método tradicional clásico”. En inglés se suele llamar “sparkling

wine” a aquel cuyas burbujas proceden del procedimiento llamada

natural. Si procede de inyectarle gas, se le llama “carbonated wine”.

Este último a tenor de la legislación comunitaria se llama vino

"espumosos gasificado". La segunda fermentación hace que la

concentración de gas se eleve y quede un vino espumoso agradable y

chispeante al paladar. Otros vinos sufren una fermentación malo-

láctica en la botella. Este es el caso del vinho verde de Portugal.

Desde el siglo XIX es posible que al vino se le inyecte dióxido de

carbono a presión, lo que origina las burbujas de forma no

tradicional (es decir sin que proceda de la fermentación alcohólica).

Esos vinos gasificados suelen considerarse de inferior calidad.

Maduración

La maduración se hacía en los

vinos ya en la época de antiguo Egipto

que conservaban el vino en ánforas de

barro, fueron los romanos quienes

aprendieron la técnica de conservar el

vino en barilles de madera de roble

(quercus). El género quercus posee cientos de especies diferentes, por

ejemplo con una de las especies la Quercus suber (Alcornoque) se

elaboran los tapones de corcho empleados en el embotellado. Se

emplea roble en la elaboración de los toneles debido a su robustez y a

que resulta fácil trabajar su madera. Su madera es rica en

estructuras celulares denominadas tilosas que impermeabilizan la

madera. La composición de la madera de roble es de un 40% de


celulosa, un 20% de hemicelulosa, 25% de lignina, 10% de elagitaninos

(ésteres hexahidroxidifénicos que aportan taninos al vino), y 5% de

componentes de naturaleza química diversa. La influencia de la

madera en el vino es compleja y hay muchos estudios acerca de la

química de la maduración en barrica de roble. A veces se suele

añadir astillas de madera de roble (quercus fragmentus) con el objeto

de acelerar el proceso de adopción de sabores de la madera, aunque

esta práctica está regulada por ley en cada país. El vino tiende a

evaporarse dentro de las barricas a una velocidad que puede variar

entre un 2% y un 5% de su volumen por año (lo que hace una pérdida

entre un litro y cinco por año en un barril de 225 litros).

l oxígeno tiene una posición relevante en la maduración del

vino en las barricas. Uno de los métodos recientes (desde 1991)

permiten introducir pequeñas cantidades de oxígeno en la

fermentación, se han venido a denominar microoxigenación. El

oxígeno juega un papel importante en la estabilización de los colores

del vino tinto, permite que los taninos y las antocianinas tengan un

proceso conocido como acoplamiento oxidativo. Algunos vinos

generosos se suelen hacer pasar por una serie de barriles (criaderas),

un ejemplo de este tipo de vinos es el fino, el amontillado y el oloroso,

típicos de la zona Montilla-Moriles. Otros vinos como el vermouth se

maduran con hierbas aromáticas (entre ellas la artemisia

absinthium).

La maduración en barricas es una especie de lenta oxidación del

vino. Dos de las reacciones más habituales en la maduración son la

oxidación fenólica y la polimerización de las antocianinas con otros


flavonoides para formar pigmentos y sabores. Una de las más

conocidas es la aparición de vainillina debido a las reacciones con la

lignina presente en la madera. En la actualidad el vino se almacena

en barricas de roble procedente de América (qercus alba, qercus

bicolor, qercus macrocarpa) y de Francia (principalmente qercus

robur y quercus sessillis), la elección de uno de estos materiales

impacta en el precio final del vino. El roble francés (europeo)

contribuye más a la aportación de extractos sólidos y compuestos

fenólicos, además su vida útil es mayor que el roble americano (más

blando).

Embotellado

El embotellado es una operación

relativamente reciente en la historia

del vino. Se empezó a realizar

cuando era posible elaborar vidrios

más robustos y asequibles. Las

botellas de vino primitivas tenían

una forma abombada (similar a los actuales bocksbeutel alemanes).

El embotellado es un conjunto de operaciones (generalmente

realizadas de forma mecánica) para el acondicionamiento final del

vino con el objeto de realizar su expedición y venta final al

consumidor. Las botellas actuales tienen un volumen estándar de 750

ml, destacando por sus cualidades la Bordelesa. Un elemento

importante en el embotellado es la encapsulación que puede emplear

tapones de materiales naturales (tapón de corcho), semisintéticos,


sintéticos y cápsulas metálicas. Por regla general antes de embotellar

se realizan operaciones de:

Clarificación - Corresponden al conjunto de operaciones que

hacen del vino un líquido límpido, para ello se emplean diversas

substancias.

Estabilización - Con el objeto de que sea permanente en el tiempo

la limpidez lograda en la clarificación.

Filtración - La filtración elimina cualquier residuo del proceso

de elaboración del vino.

El taponado acaba el proceso de embotellamiento en los vinos. Se

puede decir que tras el embotellado el contacto con el aire es

prácticamente nulo, es por esta razón por la que el vino deja de

envejecer (oxidarse). El cristal es impermeable al aire, pero otros

recipientes como el cartón no poseen esta característica. En algunos

casos el oxígeno disuelto en el vino puede hacer que se produzcan

reacciones de oxidación fenólica que se denominan: "enfermedad de

la botella" y es considerado uno de los defectos del vino. Uno de los

compuestos más habituales en los vinos envejecidos es dimetil sulfido

(CH3-S-CH3) que posee un sabor similar al "repollo" y se forma en

maduración dentro de la botella, su formación no está muy

explicada. El corcho empleado en el sellado de las botellas es de uso

mayoritario en el mundo.
Tipos de Vino

Existen dos criterios fundamentales de clasificación de los vinos:

el geográfico y el del viduño o viduños con el que el vino está hecho.

El primero predomina sobre todo en Francia y en general de Europa

y el segundo en los países que han accedido a la comercialización del

vino más recientemente, como California, Sudáfrica o Nueva

Zelanda. Tales criterios de clasificación de los vinos afloran ya en las

cartas de vino de los restaurantes.

Funciones gastronómica

Los vinos destinados al consumo humano como bebida se llaman

“vinos de boca”. Los vinos de boca son clasificables en distintas

categorías en razón de su función gastronómica: de mesa, de postre y

de aperitivo.

Vinos aromáticos

Desde época romana es usual aderezar los vinos con especias,

yerbas y otros aditamentos. El más conocido y popular de los vinos

aromáticos es el vermut, aromatizado principalmente con sustancias

amargas, generalmente provenientes de artemisas. Pero los

ingredientes de un vermut pueden ser más de veinte.

Vinos jóvenes y añejos

En castellano se llama añada a la cosecha de cada año,

especialmente en el caso del vino. La vendimia tiene lugar en otoño y


el primer vino (también llamado "caldo") es el mosto de uva

fermentado y encubado durante unos cuarenta días, con un grado

alcohólico aproximado de 12%, muy popular en el Aljarafe sevillano.

Los italianos llaman al primer vino, “novello”, puede aparecer ya en

noviembre, mes y medio después de la vendimia. El vino “novello”

requiere una técnica particular de fermentación. Es muy oloroso y

fragante y nada adecuado para el envejecimiento.

Formas de servir el vino

También es costumbre que los vinos blancos se beban frescos (que

tengan una temperatura de entre 8°C a 10 °C) y que los vinos tintos se

beban a «temperatura ambiente» (para esto se descorchan

aproximadamente entre una a media hora antes de ser bebidos),

entendiendo como tal la de la bodega, y en tal caso se aconseja beber

un vino tinto que tenga una temperatura de 18 °C a 22 °C (algunos

consideran temperaturas incluso más bajas: 15-16 °C, e incluso 13-14 °C

para los tintos jóvenes o los claretes). En cuanto a los vinos blancos,

aunque el consejo de beberlos frescos es generalizado, existe la

excepción cuando se bebe en climas fríos; por su parte los espumosos

como el champagne pueden llegar a servirse con sus botellas dentro

de envases con hielo y es aconsejable evitar cambios bruscos de

temperatura como los producidos por un congelador.

En cuanto al champagne, aunque es popular y divertido hacer el

mayor ruido al destapar las botellas e incluso hacer «saltar» parte

de este vino al ser destapado, la etiqueta establece que el destapado

debe ser silencioso (esto se entiende principalmente en los


restaurantes, lugares en los cuales no se debe importunar a los demás

concurrentes).

El decante: existen recipientes decantadores en los cuales se

vierten los vinos para que se aireén y se decanten sus sedimentos. El

vino así destapa sus aromas ("se abre") permitiendo apreciarlos

mejor.

Se recomienda el uso de copas de cristal transparante para

poder apreciar el color y las tonalidades del vino (excepcionalmente

se usan en ocasiones copas coloreadas para degustar los vinos

blancos de Alsacia y el Rin) estas copas, como las que se observan en

las fotos, poseen una ligera combadura hacia adentro (no tan

evidente como en las copas de cognac) y una boca bastante ancha, la

ligera combadura permite mantener mejor los aromas, la boca

ancha posibilita ver mejor los matices y brillos del vino. Estas copas

se llenan en sus 2/3 con vino y luego el vino se bebe lentamente para

poder apreciar las distintas «tonalidades» gustativas. Una excepción

importante en la forma de las copas para vino la constituyen las

copas para vinos espumosos como el champagne («champaña»): fue

común que se bebiera el vino espumoso en copas de amplias bocas,

aunque lo más correcto es todo lo contrario: los vinos tipo

champagne se toman en copas alargadas y estrechas.

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