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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA,


CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD MONTEÁVILA
CENTRO DE ESTUDIOS DE REGULACIÓN ECONÓMICA (CERECO) EN
ALIANZA CON EL CENTRO PARA LA INTEGRACIÓN Y EL DERECHO
PÚBLICO (CIDEP)

ANÁLISIS JURÍDICO DEL PROCEDIMIENTO DE DECLARATORIA DE


ABANDONO DE AERONAVES
Trabajo presentado para optar al Diploma en Derecho Aeronáutico

Autor: Abg. Jean Carlo Galicki Villegas


C.I.: V-18.665.743

Caracas, agosto de 2016

1
ÍNDICE GENERAL

RESUMEN
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I LA INVESTIGACIÓN
1. Planteamiento del Problema
2. Objetivo General
3. Objetivos Específicos
4. Justificación
CAÍTULO II MARCO TEÓRICO

1. Nociones Generales Sobre la Aeronave, Naturaleza Jurídica, Registro y


Reconocimiento de Derechos sobre éstas en el país
1.1 La Aeronave
1.2 Naturaleza Jurídica
1.3 Registro
1.4 Reconocimiento de derechos sobre la aeronave en el país.
2. Supuestos de Procedencia para la Declaratoria en Estado de Abandono de
Aeronaves en el País.
2.1. Por la declaración del propietario
2.2. Por indeterminación o carencia de marcas de nacionalidad y matrícula
legítimas o se ignore su propietario
2.3. Por permanecer inactiva por más de noventa días continuos y no estar
bajo el cuidado de su propietario o poseedor legítimo
3. Procedimiento de declaratoria de abandono de aeronaves venezolano
3.1. Regulación
3.2. La notificación a los particulares
3.3. Vicios y nulidades en el procedimiento administrativo de declaratoria de
abandono de aeronaves

2
4. Los derechos y garantías de los particulares vs el procedimiento de
declaratoria de abandono de aeronaves conforme al ordenamiento jurídico
del país.
5. La garantía del debido proceso, el principio de la legalidad, razonabilidad y
proporcionalidad de la actividad administrativa vs el procedimiento de
declaratoria de abandono de aeronaves a la luz del ordenamiento jurídico
del país.
6.

CAPÍTULO III MARCO METODOLÓGICO

CAPÍTULO IV RESULTADO DEL ANÁLISIS

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES

REFERENCIAS

ANEXOS

3
UNIVERSIDAD MONTEÁVILA
Centro de Estudios de Regulación Económica (CERECO) en Alianza con El
Centro para la Integración y el Derecho Público (CIDEP)

ANÁLISIS JURÍDICO DEL PROCEDIMIENTO DE DECLARATORIA DE


ABANDONO DE AERONAVES

Autor: Abg. Jean Carlo Galicki Villegas


Fecha: Julio de 2016

RESUMEN

El propósito de este trabajo de investigación es analizar los procedimientos de


declaratoria de abandono de aeronaves, previsto en el artículo 28 y 29 de la Ley
de Aeronáutica Civil vigente, iniciados durante el año 2015 y 2016 por el Instituto
Nacional de Aeronáutica Civil (INAC). La metodología utilizada es de tipo
documental, de diseño bibliográfico y jurídico, dando como resultado la precisión
del vicio de exceso de poder y falso supuesto de hecho y de derecho en los actos
administrativos contenidos en las Providencias Administrativas dictadas por la
Autoridad Aeronáutica con ocasión a aquellos procedimientos objeto de estudio,
que consecuencialmente, causaron la lesión de los derechos y garantías de los
particulares, como lo son la garantía del debido proceso y la presunción de
inocencia y de culpabilidad, consagrados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela vigente. Se realizó un estudio de los supuestos de
hecho o casos específicos para la procedencia de la declaratoria de abandono de
aeronaves, para evitar las continuas actuaciones administrativas contra legem e
incentivar en el futuro la legalidad, legitimidad y veracidad de los actos
administrativos, característicos del Estado democrático y social de Derecho y de
Justicia.

Descriptores: abandono de aeronaves, acto administrativo, vicios, nulidades,


procedimiento administrativo, derechos de los particulares

4
INTRODUCCIÓN

5
CAPÍTULO I

DE LA INVESTIGACIÓN

1. Planteamiento del Problema

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)1 establece un


modelo de Estado democrático y social de derecho y de justicia, cuyo fin esencial
es la defensa de la persona, sus derechos y garantías; surgiendo la necesidad de
analizar específicamente el debido proceso que ha de aplicarse a todas las
actuaciones judiciales y administrativas de los Órganos que ejercen el poder
público, que conlleva a garantizar a cada persona o particular: (i) que todo acto
dictado en ejercicio del poder público que viole o menoscabe los derechos y
garantías establecidos en la Constitución y Leyes sea nulo; (ii) el acceso a los
órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, y
a la tutela efectiva de éstos; (iii) la defensa y asistencia jurídica en todo estado y
grado de investigación y del proceso, es decir, a ser notificada, a acceder a las
pruebas, a disponer del tiempo y medios necesarios para su defensa, y a recurrir
del fallo que la declare culpable; (iv) la presunción de inocencia hasta tanto no sea
probado lo contrario; (v) ser oída en cualquier proceso con las debidas garantías y
dentro de los plazos legalmente establecidos por una autoridad o tribunal
independiente e imparcial; (vi) ser juzgada por sus jueces naturales con apego a
las garantías establecidas en la Constitución; (vii) no ser sancionada por actos u
omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas o infracciones por leyes
pre-existentes; (viii) no ser sometida a juicio por los mismos hechos juzgados
previamente; (ix) solicitar el restablecimiento o reparación de la situación jurídica
lesionada por error, retardo u omisión injustificados; (x) presentar peticiones ante
cualquier autoridad pública sobre asuntos de su competencia y a obtener la
oportuna y adecuada respuesta; y (xi) usar, gozar, disfrutar y disponer de sus

1Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999) Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela, 5.908 (Extraordinario), Febrero 19, 2009.

6
bienes y ejercer libremente la propiedad salvo las restricciones y obligaciones que
establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general.

La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal desconcentrado,


compuesto por órganos y entidades políticas, que ejercen el poder público, sujeto
a los derechos y garantías constitucionales entre los cuales se encuentran los
mencionados anteriormente.

Uno de estos órganos del gobierno central del país, que ejerce el poder público es
la Autoridad Aeronáutica de la República representada por el Instituto Nacional de
Aeronáutica Civil (INAC), dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio,
adscrito al Ministerio del Poder Popular para Transporte y Obras Públicas2; cuya
competencia en general, es regular y fiscalizar las actividades de aeronáutica civil,
transporte y navegación aérea, establecida en la Ley de Aeronáutica Civil (2009)3;
que en el artículo 28 y 29 prevé los casos en los que se declarará el abandono de
aeronaves y procedimiento previo a tal declaratoria, siendo éste el objeto de
análisis del presente trabajo.

Al relacionar los anteriores artículos de ese cuerpo normativo con el artículo 118
ejusdem que señala que el inicio, sustanciación y resolución de las actuaciones
administrativas de la Autoridad Aeronáutica se ajustarán a las disposiciones
contenidas en la propia Ley de Aeronáutica Civil 4 y supletoriamente en la Ley que
regule los Procedimientos Administrativos; se puede aseverar a priori que no está
regulado en ninguna norma del ordenamiento jurídico venezolano un
procedimiento administrativo especial o específico aplicable a la declaratoria de
abandono de aeronaves; lo que trae consigo, la aplicación de lo establecido en la

2 Decreto Nro. 2.181 (Mediante el cual se nombra como Vicepresidente Ejecutivo de la República,
como Vicepresidentes del Consejo de Ministros y como Ministros y Ministras a los ciudadanos y
ciudadanas que en él se mencionan). (2016, Enero 6). Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela, 40.822, Enero 6, 2016. (Art. 8)
3 Ley de Aeronáutica Civil. (2009). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela,
39.140, Marzo 17, 2009.
4
Ley de Aeronáutica Civil, Ibídem.

7
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos (1981)5, a todos aquellos actos
dictados por la Autoridad Aeronáutica.

Se circunscribe el problema a investigar; la aplicación de lo previsto en los


artículos 28 y 29 de la Ley de Aeronáutica Civil 6 sobre los procedimientos de
declaratoria de abandono de aeronaves, iniciados por el Instituto Nacional de
Aeronáutica Civil (INAC) desde el año 2015 y 2016; surgiendo las interrogantes
siguientes:

¿Los supuestos de hecho y el procedimiento de declaratoria de abandono de


aeronaves, previsto en los artículos 28 y 29 de la Ley de Aeronáutica Civil 7 ,
garantiza el principio de favor libertati o derechos e intereses de los particulares?

¿Los procedimientos de declaratoria de abandono de aeronaves iniciados,


sustanciados y decididos durante el año 2015 y 2016 por parte de la Autoridad
Aeronáutica, conforme a lo previsto en los artículos 28 y 29 de la Ley de
Aeronáutica Civil8, son compatibles con la aplicación de lo establecido en la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos 9 , al Decreto con Rango Valor y
Fuerza de Ley Orgánica de la Administración Pública (2014)10 y la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela 11 ; y se ajusta a la garantía del debido
proceso, el principio de la legalidad, razonabilidad y proporcionalidad?

¿Los supuestos de hecho y procedimiento de declaratoria de abandono de


aeronaves, previsto en los artículos 28 y 29 de la Ley de Aeronáutica Civil 12
garantiza el ejercicio del derecho a la propiedad de los particulares?

5 Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos. (1981). Gaceta Oficial de la República


Bolivariana de Venezuela, 2.818 (Extraordinario), Julio 1°, 1981.
6 Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.
7 Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.
8 Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.
9 Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, óp. cit.
10 Decreto con Rango Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Administración Pública. (2014). Gaceta

Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 6.147 (Extraordinario), Noviembre 14, 2014.

11
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, óp. cit.
12
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

8
2. Objetivo General

Analizar los supuestos y el procedimiento de declaratoria de abandono de


aeronaves previsto en los artículos 28 y 29 de la Ley de Aeronáutica Civil13; para
determinar si es cónsono con los derechos y garantías de los particulares
consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 14 y
leyes patrias; y en virtud de ello establecer si la aplicación de éstos artículos en
los procedimientos iniciados, sustanciados y dictados por el Instituto Nacional de
Aeronáutica Civil (INAC) durante el año 2015 y 2016, se ajustan al debido
proceso, el principio de la legalidad, razonabilidad y proporcionalidad, así como del
derecho de propiedad de los particulares.

3. Objetivos Específicos

3.1. Estudiar los supuestos de hecho y el procedimiento administrativo de


declaratoria de abandono de aeronaves, previsto en los artículos 28 y 29
de la Ley de Aeronáutica Civil15, a la luz de los derechos y garantías de
los particulares, consagrados en el ordenamiento jurídico vigente, así
como la doctrina más calificada y la jurisprudencia patria.
3.2. Precisar los vicios y nulidades administrativas en los que puede incurrir
el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) en los procedimientos
de declaratoria de abandono de aeronaves iniciados, sustanciados y
dictados durante el año 2015 y 2016; por la aplicación de los artículos
28 y 29 de la Ley de Aeronáutica Civil 16; así como la afectación en la
esfera de los derechos de los particulares.
3.3. Determinar la necesidad de interpretar, reformar y/o reglamentar el
contenido y alcance de los artículos 28 y 29 de la Ley de Aeronáutica

13
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.

14
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, óp. cit.
15
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.
16
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.

9
Civil17, de acuerdo a los mecanismos establecidos por el ordenamiento
jurídico vigente.
4. Justificación

La importancia del análisis de los supuestos de procedencia y el procedimiento


concreto y específico que debe aplicarse a la declaratoria de abandono de
aeronaves, previsto en el ordenamiento jurídico venezolano vigente, obedece en
primer término al escaso desarrollo doctrinario y jurisprudencial patrio sobre la
materia, pues tal falta de especificidad en la práctica puede conducir a
imprecisiones en la aplicación que la Autoridad Aeronáutica pueda hacer a los
casos concretos. En segundo término, cobra especial relevancia determinar la
esfera de afectación y restricción de los derechos y garantías de los particulares
propios del Estado democrático y social de derecho y de justicia, que pueda
causar esta imprecisión establecida en los artículos 28 y 29 de la Ley de
Aeronáutica Civil 18 sobre la declaratoria de abandono de aeronaves; y
eventualmente una práctica contra legem por parte de la Autoridad Aeronáutica,
que en sujeción a tal cuerpo normativo, incurra en los vicios y nulidades previstos
en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos19.

En consecuencia, resulta imperioso establecer la necesidad de una interpretación,


reforma y/o reglamentación del procedimiento de declaratoria de abandono de
aeronaves y de los supuestos de procedencia; para salvaguardar los derechos y
garantías de los particulares.

17
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.
18
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.

19
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, óp. cit.

10
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

1. Nociones Generales sobre la Aeronave, naturaleza jurídica, registro


y reconocimiento de derechos sobre éstas en el país
1.1 La Aeronave

El autor patrio Belisario Capella (2008) señala que “El Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española define la aeronave de una manera muy sencilla,
al expresar que se trata del “vehículo capaz de navegar por el aire”20.

La definición jurídica inicial del término aeronave la encontramos en la Convención


de París de 1919, donde se señaló que era “…cualquier aparato capaz de
sostenerse en la atmósfera gracias a la reacción del aire”. Esta definición se repitió
en otros dispositivos legales, como en la Sexta Conferencia Panamericana
celebrada en La Habana en 1928. Es de acotar que en el Anexo 7 del Convenio
de Chicago del 7 de diciembre de 1944 se la conceptúa como “…toda máquina
que puede sustentarse en la atmósfera por reacciones del aire que no sean las
reacciones contra la superficie de la tierra”.21

Realmente, la aeronave es un vehículo aéreo más pesado que el aire, que se


utiliza para transportar personas o cosas. Se mueve por acción de hélices,
motores de retropropulsión o turbinas, y se sostiene en la atmósfera por efecto de
la resistencia del aire a ciertas superficies rígidas.22

Dejando atrás la doctrina y entrando en materia legal, a la aeronave la Ley de


Aeronáutica Civil23 en el artículo 16 la define así: “La aeronave es toda máquina
que pueda sustentarse en la atmósfera por reacciones del aire, que no sean las

20 Belisario Capella, F. (2008). Derecho del Transporte Aéreo. Catia La Mar: Universidad Nacional
Experimental Marítima del Caribe. Pág. 70.
21 Belisario Capella, loc. cit.
22 Belisario Capella, loc. cit.

23
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

11
reacciones del mismo contra la superficie de la tierra y que sea apta para
transportar personas o cosas.” (Cursiva propia)

1.2. Naturaleza Jurídica

La aeronave no puede ser considerada como sujeto de derechos y, ya que por


otro lado es una cosa susceptible de apropiación, algo que envuelve los aspectos
de utilidad y apropiabilidad, se hace acreedora a la categoría de bien, que le es
atribuible en conformidad con el artículo 525 del Código Civil (1982)24, sobre todo
cuando esta norma sólo requiere para ello la apropiabilidad.25

En efecto, el artículo 525 del Código Civil 26 dispone expresamente lo siguiente:


“Las cosas que pueden ser objeto de propiedad pública o privada son bienes
muebles e inmuebles”.27

La aeronave, además de ser una cosa corporal, es también una universalidad y no


podrá ser catalogada como una cosa compuesta, ya que si es verdad que está
integrada por un conjunto de objetos independientes desde el punto de vista
material y económico, forma un todo orgánico y tiene un propósito propio: la
navegación aérea.28

El propio legislador patrio fijó la naturaleza jurídica de la aeronave en la Ley de


Aeronáutica Civil29 en el artículo 18 que reza: “Las aeronaves civiles venezolanas,
aún cuando estén en construcción, en todo o en partes, son bienes muebles
registrables de naturaleza especial, conforme al ordenamiento jurídico”.

1.3. Registro

24
Código Civil. (1982). Gaceta Oficial de la República de Venezuela, 2.990 (Extraordinario) Julio
26, 1982.
25
Belisario Capella, óp. cit., pág. 72
26
Código Civil, óp. cit.
27
Belisario Capella, loc. cit.
28
Belisario Capella, loc. cit.
29
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

12
La Ley de Aeronáutica Civil 30 prevé en el artículo 19 el principio de publicidad
registral, mediante el cual, todos los actos y documentos relativos a la aeronave y
partes integrantes de ésta; propietarios, poseedores o interesados de éstas, así
como expedir los certificados matrículas (que indican los datos de identificación de
las aeronaves, propietarios o poseedores legítimos, y marca de nacionalidad
venezolana con las siglas YV 31 ) , concesiones y permisos varios, entre otros,
serán inscritos ante el Registro Aeronáutico Nacional del Instituto Nacional de
Aeronáutica Civil.

El jurista argentino Folchi (2015) aduce que la necesidad del registro de la


aeronave sigue teniendo señalada importancia, por varias razones, a saber: a)
para que tenga nacionalidad; b) para que le sea asignada una matrícula; c) para
que puedan registrarse todos aquellos actos que con ella se vinculan y que crean
derechos a su respecto y d) para que un Estado determinado, el que le otorga
nacionalidad, sea garante de que cumple con las condiciones internacionales de
seguridad operacional. Como puede verse, es un vasto ámbito jurídico. De allí que
sea adecuado asignarle otro carácter, además del de cosa mueble: el de
registrable, con lo cual se diferencia del resto de los bienes inmuebles y de las
cosas muebles propiamente dichas.32

En efecto señala el artículo 19 ejusdem: “El Registro Aeronáutico Nacional es de


carácter público, dependiente de la Autoridad Aeronáutica y se regirá por los
principios regístrales de publicidad y seguridad jurídica, para lo cual se llevarán los
libros necesarios donde se inscribirán los documentos y títulos relativos a la
propiedad, gravámenes, actos, contratos de utilización de aeronaves y acuerdos
similares, personal aeronáutico, infraestructura, concesiones o permisos y todo
aquello que establezca la normativa aeronáutica que organiza y regula su
funcionamiento. Los documentos requeridos por el Registrador Aeronáutico

30
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.
31
Ibídem., Artículo 20
32
Folchi, M.O (2015). Tratado de Derecho Aeronáutico y Política de la Aeronáutica Civil. Buenos
Aires: Astrea. Tít. VII.

13
Nacional a las autoridades o personas competentes públicas o privadas, serán
remitidos con carácter obligatorio.” (Cursiva propia)

Adicionalmente, y tomando en cuenta la especialidad técnica de la materia, el


Instituto Nacional de Aeronáutica Civil mediante Providencia Administrativa Nro.
PRE-CJU-GDA-022-15 de fecha 30 de enero de 2015 dictó la Regulación
Aeronáutica Venezolana 47 RAV 47 33 que establece todo lo relacionado a las
normas aplicables al Registro Aeronáutico Nacional.

1.4. Reconocimiento de derechos sobre la aeronave en el país.

Parafraseando a Belisario Capella 34 , la República Bolivariana de Venezuela,


además reconoce los derechos sobre las aeronaves civiles extranjeras siempre
que cumplan con el Registro ante la autoridad competente del Estado de matrícula
(Estado al cual pertenece o fue emitida la matrícula extranjera de la aeronave)
como lo indica el artículo 22 de la Ley de Aeronáutica Civil 35.

2. Supuestos de Procedencia para la Declaratoria en Estado de Abandono


de Aeronaves en el País.

Agotadas brevemente las nociones elementales sobre la aeronave conforme a la


regulación especial venezolana sobre la materia, y entrando en las profundidades
del tema objeto de estudio, debido a la escasa doctrina patria sobre la declaratoria
de abandono de aeronaves, citamos nuevamente al jurista venezolano Belisario
Capella; que conjuntamente con lo establecido en el artículo 28 de la Ley de
Aeronáutica Civil36 sobre los supuestos de abandono de aeronaves se ilustra lo
siguiente:

33
Providencia Administrativa Nro. PRE-CJU-GDA-022-15, Instituto Nacional de Aeronáutica Civil
(Regulación Aeronáutica Venezolana 47 RAV 47 Registro Aeronáutico Nacional). (2015, Enero 30).
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 40.654, Mayo 6, 2015.
34
Belisario Capella, óp. cit., pág. 78
35 Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

36
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.

14
“…La expresión abandono comprende la facultad de renunciar a lo que como
propio nos pertenece.”37

Establece el artículo 28 de la Ley de Aeronáutica Civil38 textualmente:


“…Se declarará el abandono de una aeronave, en los siguientes casos:
1. Por la declaración del propietario;
2. Por indeterminación o carencia de marcas de nacionalidad y matrícula
legítimas o se ignore su propietario;
3. Por permanecer inactiva por más de noventa días continuos y no estar
bajo el cuidado de propietario o poseedor legítimo.” (Cursiva y negrita
propia)
Conocidos los supuestos de hecho establecidos por la norma para determinar los
casos en los cuales puede la Autoridad Aeronáutica declarar el estado de
abandono de aeronaves, se procede al análisis de cada uno así:

2.1. Primer supuesto: 1. Por la declaración del propietario

Indica Belisario Capella, que sobre este primer supuesto:

“Este caso tiene lugar cuando existe la manifestación y decisión voluntaria del
dueño de renunciar a la unidad aérea que como propia le pertenece. Se produce
esta figura jurídica en los casos en que el propietario de la aeronave hace
renuncia a la misma, sea por deudas a favor de sus acreedores o cuando el monto
de los daños sufridos por la aeronave superen más de la mitad de su valor.”39

En el caso de este primer supuesto, es necesario por parte del propietario de la


aeronave que emita una declaración de voluntad en forma escrita y sea inscrita
ante el Registro Aeronáutico Nacional, conforme a la interpretación de lo previsto
en la Sección 47.7 Competencias del Registrador o Registradora Aeronáutico
Nacional de la Regulación Aeronáutica Venezolana 47 RAV 47 contenida en la

37
Belisario Capella, óp. cit., pág. 86
38
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.
39
Belisario Capella, óp. cit., pág. 86

15
Providencia Administrativa Nro. PRE-CJU-GDA-022-15 dictada en fecha 30 de
enero de 2015 por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil, que establece:

“El Registrador o Registradora Aeronáutico Nacional es competente, en el ámbito


de su jurisdicción, para dar fe pública de todos los actos, hechos y declaraciones,
que autorice con tal carácter, así mismo será competente para lo siguiente:

(1) Inscribir todo documento por el que se constituya, transmita, ceda, declare,
renuncie, resuelva, revoque, rescinda, prorrogue, modifique, grave o
extinga derechos reales sobre las aeronaves…”
(…)
(7) Asentar todo documento, mediante el cual se decrete, suspenda, modifique
o levante medidas administrativas o judiciales, preventivas o ejecutivas, que
recaigan sobre aeronaves civiles venezolanas.” 40 (Cursiva y subrayado
propio)

Si partimos de la premisa fundamental mediante la cual corresponde la carga de la


prueba a la Autoridad Aeronáutica, en caso de iniciar de oficio el procedimiento de
declaratoria de abandono de aeronaves, si el basamento fuera este primer
supuesto, corresponde que se deje constancia en las actas que conformen el
expediente administrativo de dicho procedimiento de lo siguiente: (i) la
manifestación de voluntad inequívoca expresada por el propietario de la aeronave
de declarar en estado de abandono ésta y la legitimación con la cual actúa; (ii) la
renuncia al derecho de propiedad de la aeronave por parte del propietario en
forma escrita, y que tal declaración conste en forma autentica y sea sometida a la
publicidad registral por ser una renuncia al derecho real de propiedad sobre la
aeronave, todo lo anterior, a los fines de que conste la fecha cierta de dicha
declaración, que debe ser previa a la apertura del procedimiento de declaratoria
de abandono de aeronave por parte de la Autoridad Aeronáutica .

40
Providencia Administrativa Nro. PRE-CJU-GDA-022-15 (Regulación Aeronáutica Venezolana 47
RAV 47 Registro Aeronáutico Nacional), óp. cit.

16
En caso que se hubiese verificado la manifestación o declaración voluntaria de
abandonar la aeronave por parte del propietario sin que hubiese la Autoridad
Aeronáutica iniciado un procedimiento de oficio, salvo mejor criterio, se considera
necesario que exista un procedimiento y se de cumplimiento a lo establecido en el
artículo 29 de la Ley de Aeronáutica Civil41 sobre la publicación en un diario de
circulación nacional de los tres (3) avisos dentro de los treinta días continuos, para
que los interesados o terceros de buena fe presenten sus objeciones a la
declaratoria propuesta, como por ejemplo en los casos de los acreedores
quirografarios. Esto con la finalidad de que la Autoridad Aeronáutica constate que
el declarante del abandono de la aeronave, posea el mejor derecho y sea el
propietario, así como para salvaguardar los intereses de cualquier tercero de
buena fe que considere tener un mejor derecho real sobre la aeronave que el
declarante del abandono; y así antes de declarar el abandono de la aeronave en
cuestión mediante una Providencia Administrativa dictada por la Autoridad
Aeronáutica, exista un procedimiento administrativo previo iniciado con la
declaración o manifestación de voluntad del que diga ser el propietario de la
aeronave y demuestre el mejor derecho real sobre el objeto de abandono; pues se
considera que la simple declaratoria de abandono por parte del propietario no es
suficiente para que sea considerada abandonada la aeronave, todo lo anterior, a
fin de salvaguardar el principio de seguridad jurídica y debido proceso. Pues en la
práctica ocurre que las aeronaves son vendidas mediante documentos auténticos
bien sea en el propio territorio venezolano o en el extranjero, y el acto de
inscripción de la traslación de la propiedad ante el Registro Aeronáutico Nacional
ocurre con posterioridad a la materialización (manifestación de voluntad, entrega
material o tradición y pago del precio).

Ahora bien, si partimos del punto inicial bajo el cual la carga de la prueba
corresponde a la Autoridad Aeronáutica, en caso de iniciar de oficio el
procedimiento de declaratoria de abandono de una aeronave bajo la premisa de
este primer supuesto, bastará por parte del particular o propietario en caso de
oponerse a tal declaratoria propuesta en el lapso establecido en el artículo 29 de
41
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

17
la Ley de Aeronáutica Civil 42 , es decir, dentro de los diez (10) días continuos
contados a partir de la última de las 3 publicaciones efectuadas en un diario de
circulación nacional que se refiere la norma; alegando en la oposición que no ha
efectuado tal declaración pues mal podría avocarse a probar que no realizó la
declaración de abandono, ya que estamos en presencia de un caso de probatio
diabólica, o prueba diabólica, toda vez que los hechos negativos no pueden ser
objeto de prueba, debido a que no son hechos en sentido real, sino solo en
sentido ideal. En principio, quien niega el hecho no tiene la carga de probar tal
negación, y así lo ha sostenido la jurisprudencia nacional en numerosas
sentencias como la dictada por el Juzgado Décimo de Municipio de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 18/09/2008,
ASUNTO N° AP31-V-2008-001611.

En ambos casos, sea iniciado el procedimiento de declaratoria de abandono bajo


la premisa del primer supuesto in comento de oficio o por instancia de parte, -se
considera salvo mejor criterio-, necesaria la apertura del procedimiento
administrativo, para de salvaguardar las garantías y derechos de los particulares
consagrados en los artículos 2, 25, 26, 49, 50, 51, 115, de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela 43, que más adelante serán analizados con
mayor abundamiento.

2.2. Segundo supuesto: 2. Por indeterminación o carencia de marcas de


nacionalidad y matrícula legítimas o se ignore su propietario

Como punto previo al análisis del segundo y tercer supuesto de procedencia,


previstos en el numeral 2 y 3 del aparte del artículo 28 de la Ley de Aeronáutica
Civil 44 para la declaración en estado de abandono de una aeronave, como de
seguidas se hará; es importante precisar primero los elementos de interpretación
de las leyes, respecto de su contenido y alcance, fijadas por el ordenamiento

42
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.
43 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, óp. cit.
44 Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

18
jurídico venezolano; que ha de aplicar la Autoridad Aeronáutica a los supuestos
de procedencia de la declaratoria de abandono de aeronaves objeto de estudio.

La regulación en cuanto a la regla general de interpretación de las leyes, se


encuentra recogida en el derecho dispositivo en estos términos:

Artículo 4 del Código Civil: “A la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece
evidente del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí
y la intención del legislador.

Cuando no hubiere disposición precisa de la Ley, se tendrán en consideración las


disposiciones que regulan casos semejantes o materias análogas; y, si hubiere
todavía dudas, se aplicarán los principios generales del derecho.”45

Existen sentencias recientes del Tribunal Supremo de Justicia, específicamente de


la Sala Constitucional, como la del Expediente Nro. 14-0102, del 7 de julio de
2014, caso Compañía Operativa de Alimentos COR, C.A, contra la Inspectoría del
Trabajo del Municipio Guaicaipuro del Estado Miranda, en la cual se señala que:

“Así, cabe reiterar que la hermenéutica jurídica y para el caso concreto, el


análisis de las normas, es una actividad que debe desarrollarse en su totalidad, lo
cual comporta que la interpretación normativa debe realizarse enmarcada en el
sistema global del derecho positivo, para así esclarecer el significado y alcance de
las disposiciones legales, cuyo conocimiento es necesario para determinar cuál ha
sido la voluntad del legislador.

Ello implica “tener en cuenta el fin del derecho, pues lo que es para un fin
por el fin ha de deducirse”, así, el principio general de interpretación de la ley
consagrado en el artículo 4 del Código Civil -conforme al cual, a la ley debe
atribuírsele el sentido que aparece evidente del significado propio de las palabras,
según la conexión de ellas entre sí y la intención del legislador-, resulta aplicable
no sólo en un contexto lógico sino teleológico o finalista, con lo cual los elementos
normativos deben ser armonizados como un todo, en el sentido de no poder hacer
abstracción unos de otros, sino que los mismos han de ser tomados en cuenta al
momento de hacer la correcta valoración del contenido del texto legal (Vid.

45
Código Civil, óp. cit.

19
Sentencia de esta Sala Nº 2.152 del 14 de noviembre de 2007, caso: “Antonio
José Ledezma Díaz”).

Conforme a lo expuesto, la Sala ha señalado que “(…) la interpretación


jurídica debe buscar el elemento sustantivo que se halla en cada una de las reglas
del ordenamiento jurídico, constituido por los principios del derecho que
determinan lo que García de Enterría (Revolución Francesa y Administración
Contemporánea. Madrid: Editorial Cívitas, 4° edición. 1994. P. 29), denomina
como ‘fuentes significativas’ del ordenamiento, esto es, lo que el iuspublicismo con
Kelsen, por un lado, y Santi Romano por otro, teorizaron como una Constitución
<en sentido material> distinguible de la <Ley constitucional> en sentido formal,
como un condensado de reglas superiores de la organización del Estado, que
expresan la unidad del ordenamiento jurídico. Así, la Constitución como expresión
de la intención fundacional y configuradora de un sistema entero que delimita y
configura las bases jurídico-socio-políticas de los Estados, adquiere valor
normativo y se constituye en lex superior, lo cual imposibilita la distinción entre
artículos de aplicación directa y otros meramente programáticos, pues todos los
preceptos constituyen normas jurídicas directamente operativas, que obligan a las
leyes que se dictan a la luz de sus principios a respetar su contenido esencial”
(Vid. Sentencia de esta Sala Nº 2.152/2007).

De ello resulta pues, que la Sala al contrastar la expresión jurídica legal o


sub legal con el Texto Fundamental, de acuerdo al principio de supremacía
constitucional, debe tener presente que toda manifestación de autoridad del Poder
Público debe seguir los imperativos o coordenadas trazadas en la norma
fundamental, como un efecto del principio de interpretación conforme a la
Constitución y de la funcionalización del Estado a los valores que lo inspiran.

En este sentido, sobre el enfoque sistemático en la interpretación de


normas, WEAVER ha señalado que “es deber del Tribunal recurrir a la totalidad
del instrumento en orden a desentrañar el significado de una disposición
particular, y ninguna de las partes del mismo debe ser considerada superflua. Una
disposición no debe ser separada de las otras o considerada sola, sino que todas
las disposiciones relativas a un sujeto particular deben ser consideradas
conjuntamente para dar efecto al propósito del instrumento. Si existe repugnancia

20
entre diversas disposiciones, el tribunal debe ponerlas en armonía” (Vid. Segundo
Linares Quintana; “Tratado de Interpretación Constitucional”, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1998, p. 405). (Cursiva y subrayado propio)

Petzold Pernía (1988) ha dedicado comentarios al tema en su artículo “El Juez y la


interpretación de la ley”. Parafraseando a este autor que hace mención a algunas
reglas jurisprudenciales establecidas, en materia hermenéutico-jurídica, por la
extinta Corte Suprema de Justicia (actual Tribunal Supremo de Justicia) tenemos:

“A) Los jueces pueden interpretar la ley si el caso es dudoso, pero no cuando el
asunto se plantea en abstracto, en el orden puramente ideal, ya que no existe
ninguna disposición legal que autorice a los jueces para emitir su opinión en
abstracto sobre la inteligencia y alcance de un precepto legal…”

“B) Que es una regla de interpretación, la primera de todas, que cuando una ley es
clara no se interpreta...” “Cuando los términos de la ley son claros, no está
permitido eludir su letra bajo el pretexto de interpretar su espíritu…”

“C) Que cuando el legislador no distingue el intérprete no debe distinguir…”

(…)

“G) En materia de interpretación de la ley, sin excluir de un todo la interpretación


gramatical, hay que tener en cuenta los perjuicios que pudiera acarrear ésta, y
según los casos, preferir otra más jurídica, que responda mejor a la verdadera
norma que el legislador ha querido establecer… ya que el derecho positivo
venezolano no solamente admite las dos clases tradicionales de formas de
interpretación: la gramatical y la lógica, sino que además les da a éstas carácter
normativo…En la interpretación gramatical su labor se reduce a la significación del
texto mismo, cuando éste expresa claramente el pensamiento del legislador…”

“H) Que la interpretación de una disposición legal no puede hacerse prescindiendo


de la letra y espíritu del cuerpo de leyes de la Nación… por lo que ha de
rechazarse el análisis parcial de los textos y enfocar estos con visión de
conjunto…De consiguiente, para lograr un resultado perfectamente coherente en

21
la interpretación de la ley, no debe fragmentarse ésta, sino que ha de analizarse
en su totalidad…”

“I) Que no debe interpretarse una disposición legal en forma que resulte
contradictoria,…pues un principio elemental de hermenéutica jurídica, (es) (sic)
que las leyes no deben entenderse en un sentido que conduzca a lo absurdo, a lo
imposible, o a la antinomia de sus propias disposiciones…”46

En modo alguno termina aquí la referencia al punto de la interpretación de las


normas jurídicas venezolanas según lo señalado por la jurisprudencia más
calificada, pues se considera de gran importancia determinar con claridad y
precisión los supuestos necesarios para que sea procedente la declaratoria de
abandono de aeronaves, debido principalmente a la interpretación que ha hecho la
Autoridad Aeronáutica en algunos casos que particularizaremos más adelante, en
los cuales, no han prevalecido las reglas jurisprudenciales y lo establecido por el
referido artículo 4 del Código Civil47.

En ese mismo orden de ideas, se sostiene que los numerales 2 y 3 del aparte del
artículo 28 de la Ley de Aeronáutica Civil48 deben ser interpretados atendiendo a
los criterios preponderantes en nuestra legislación y jurisprudencia, pues se hace
necesario hacer énfasis especial en lo siguiente:

El Numeral 2 del aparte del artículo 28 de la Ley de Aeronáutica Civil establece


como supuesto para la declaratoria en estado de abandono de aeronaves:

“2. Por indeterminación o carencia de marcas de nacionalidad y


matrícula legítima o se ignore su propietario.” (Cursiva, negrita y
subrayado propio)49

46 Petzold Pernía, H (1988) El Juez y la interpretación de la ley. Pág. 69-72. (Documento en línea)
Disponible: http://www.ulpiano.org.ve/revistas/bases/ortic/texto/RDUCV/69/ruc-1988-69-59-76.pdf
(Consulta: 2016, Julio 25)
47
Código Civil, óp. cit.
48
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.
49
Ley de Aeronáutica Civil, loc. cit.

22
De la simple lectura se denota que el legislador utilizó el nexo “o” que en sentido
gramatical es una conjunción disyuntiva que se emplea por defecto, e indica
alternancia entre opciones, y habiendo dicho esto, podemos comenzar el análisis
del segundo presupuesto establecido en la norma para la declaratoria de la
aeronave en estado de abandono señalando que –salvo mejor criterio- se
considera que el legislador quiso con esta redacción denotar 2 opciones que son:

(i) La indeterminación o carencia de marcas de nacionalidad y matrícula


legítima

Entendida tal indeterminación (falta de determinación en algo)50 o carencia (falta


de privación de algo)51 como el hecho de que a la aeronave objeto de declaración
en estado de abandono, le falte la marca de nacionalidad y matrícula, y utilizando
los elementos de interpretación ut supra y ahondando en el ordenamiento jurídico
venezolano en materia aeronáutica, tenemos la Providencia Administrativa Nro.
PRE-CJU-GDA-106-13 de fecha 26 de abril de 2013 que contiene la Regulación
Aeronáutica Venezolana 45 RAV 45 Identificación de Productos, Marcas de
Nacionalidad, Matrícula y Uso de las Aeronaves 52 que establece al respecto lo
siguiente:

“Capítulo A, Sección 45.2 Definiciones. Certificado de Matrícula:


Documento otorgado por la Autoridad Aeronáutica que certifica la
asignación de la marca de nacionalidad venezolana y el número de
identificación de una aeronave. El certificado de matrícula presume la
posesión legítima o la propiedad de la aeronave, salvo prueba en
contrario.” (Cursiva y subrayado propio)

50 Real Academia Española. (2014) Diccionario de la Lengua Española. Vigesimotercera Edición.


(Documento en línea) Disponible: http://www.rae.es/diccionario-de-la-lengua-española/la-23a-
edicion-2014. (Consulta: 2016, Julio 25)
51 Real Academia Española., loc. cit.
52 Providencia Administrativa Nro. PRE-CJU-GDA-106-13 (Regulación Aeronáutica Venezolana 45

RAV 45 Identificación de Productos, Marcas de Nacionalidad, Matrícula y Uso de las Aeronaves)


(2013, Abril 26). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 6.099, (Extraordinario)
Mayo 23, 2013.

23
Respecto de la legitimidad de la matrícula de la aeronave, la Regulación in
comento señala en el Capítulo C, Marcas de Nacionalidad y Matrícula, Sección
45.8 Generalidades:

a) La operación de aeronaves en la República Bolivariana de Venezuela se


permitirá cuando las marcas de nacionalidad y matrícula sean exhibidas
conforme a las previsiones de esta sección y de las Secciones 45.9 hasta la
45.11, ambas inclusive.
b) A menos que sea autorizado por la Autoridad Aeronáutica de otra forma, no
se podrá colocar en una aeronave un diseño, marca o distintivo que
modifique o confunda las marcas de nacionalidad y matrícula.
c) Las marcas de nacionalidad y matrícula de las aeronaves deberán:
1. Estar Pintadas en la aeronave o fijadas por cualquier
otro método que asegure un grado similar de
permanencia, con excepción a lo establecido el
parágrafo (d) de esta Sección.
2. No tener ningún tipo de ornamentos.
3. Ser de un color que contraste con el fondo; y
4. Ser legibles.
d) Las marcas de nacionalidad y matrícula de aeronaves podrán ser fijadas a
una aeronave con un material de fácil remoción en los siguientes casos:
1. En el supuesto previsto en el numeral 2 de la Sección
45.18 de esta Regulación.
e) En el caso , que una aeronave le sea asignada una matrícula especial para
su traslado desde el exterior hasta territorio venezolano, o viceversa, o para
su traslado dentro del territorio nacional con fines de mantenimiento u otros,
de conformidad con lo establecido en el literal (b) de la Sección 45.15 de
esta Regulación.
Sección 45.9 Exhibición de Marcas
Generalidades
a) Todo operador de aeronave debe exhibir las Marcas de identificación que
consisten de los distintivos “YV”, que denotan la Nacionalidad Venezolana

24
otorgada por la Autoridad Aeronáutica por medio del Registro Aeronáutico
Nacional, seguidas del número de matrícula de la aeronave; cada distintivo
subsiguiente usado en la identificación deberá ser también en mayúscula.”53
(Cursiva y subrayado propio)

En este orden de ideas, se coincide con el planteamiento del autor Belisario


Capella que aduce: “Por matrícula de aeronaves debe entenderse no solo el acto
de inscribir una máquina aérea en el Registro Aeronáutico Nacional, sino también
el certificado que lo acredita y las siglas convencionales que para su identificación
han de colocarse en la aeronave. De conformidad con el Convenio de París de
1919, cada aeronave debe inscribirse en un solo país, lo cual determina su
nacionalidad…”54

Sigue el autor Belisario Capella “De conformidad con el ordenamiento jurídico


aéreo venezolano, son aeronaves civiles venezolanas las matriculadas en el
Registro Aeronáutico Nacional. La marca de la nacionalidad venezolana se
identifica con las siglas YV y se acredita con el certificado de matrícula.”

“De todo lo expresado se desprende que la posesión de una nacionalidad, es


pues, imprescindible a las aeronaves y, por esta circunstancia, la Ley de
Aeronáutica Civil prescribe que ninguna aeronave podrá desplazarse sobre el
territorio de la República si no tiene nacionalidad, salvo el caso de que se le
conceda un permiso especial. Esta precaución legislativa, de una parte,
proporciona protección a los intereses privados y públicos subyacentes y, de otra,
considerando el carácter peculiar de la aeronave, imposibilitan al comandante de
la unidad aérea respectiva hacer actos perjudiciales y dañinos, ocultando la
identificación de la máquina aérea.

“Es incuestionable que las aeronaves llevan unas marcas de nacionalidad e


incluso los colores de un pabellón en su aspecto exterior, … El pabellón significa

53
Providencia Administrativa Nro. PRE-CJU-GDA-106-13 (Regulación Aeronáutica Venezolana 45
RAV 45 Identificación de Productos, Marcas de Nacionalidad, Matrícula y Uso de las Aeronaves),
óp. cit.
54
Belisario Capella, óp. cit., pág. 75

25
que la aeronave está matriculada en un Estado determinado, el cual
conjuntamente con otorgarle el derecho de llevarlo y el de invocar su protección, le
impone la obligación de soportar su intervención desde el punto de vista
diplomático.”

“La matrícula venezolana quedará cancelada en los siguientes casos: 1. Cuando


la aeronave civil, fuere inscrita en otro Estado o sea expedida la matrícula sin el
cumplimiento de los requisitos exigidos en el ordenamiento jurídico. Es de acotar
que si la aeronave fuese inscrita en otro Estado, violaría el principio de que las
unidades aéreas no pueden tener sino una sola matrícula y, por ende, una sola
nacionalidad. De igual manera, si la matrícula fuese adquirida por medios
fraudulentos, la Autoridad Administrativa tendría razones más que suficientes para
proceder a la anulación de la matrícula venezolana. 2. Cuando su propietario
dejare de reunir los requisitos que el ordenamiento jurídico venezolano establezca.
3. Cuando la aeronave civil sea declarada abandonada o perdida por la Autoridad
Aeronáutica. 4. En caso de decisión judicial…”55

Se comparte el criterio de Belisario Capella, y al respecto cabe acotar que cuando


el legislador hacer referencia como supuesto de declaratoria de abandono de
aeronave el numeral 2 del aparte del artículo 28 de la Ley de Aeronáutica Civil que
reza: “La indeterminación o carencia de marcas de nacionalidad y matrícula
legítima” no solo atañe a la falta del certificado de matrícula expedido por el
Registro Aeronáutico Nacional entendido como un documento que se encuentre
vigente o expirado su fecha de vencimiento, sino que comprende también la falta
de las marcas y siglas distintivas de la nacionalidad de la aeronave exhibidas y
pintadas o fijadas en ésta que permita identificarla, individualizarla y diferenciarla
de otras; y se refiere a la legitimidad de dicha matrícula en el sentido de que el
certificado de matrícula sea expedido por la Autoridad Aeronáutica competente;
que exista concordancia entre la información señaladas en el certificado de
matrícula y la realidad, respecto del propietario y/o poseedor legítimo u operador,

55
Belisario Capella, óp. cit., pág. 76-77

26
así como de las marcas de nacionalidad y siglas; y que las marcas de
nacionalidad y siglas exhibidas o fijadas sean las que corresponden a dicha
aeronave y puedan ser determinables de alguna forma; y finalmente que exista
prueba fehaciente de la vinculación de dicha aeronave a un Estado que ejerce un
vínculo político y jurídico sobre ésta; de allí que se encuentre tipificado en la Ley
de Aeronáutica Civil como uno de los delitos aeronáuticos en el artículo 143
“Quien coloque en una aeronave marcas falsas de nacionalidad, matrícula o
cualquier otra señal de individualización, será castigado con prisión de seis a ocho
años. Se aplicará igual pena a quien altere las verdaderas o explote una aeronave
sin marcas de nacionalidad, matrícula o señales de individualización”56 y el artículo
144 ejusdem establece: “Quien conduzca una aeronave sin señales de
individualización, el permiso correspondiente o con más de una nacionalidad, será
castigado con prisión de seis a ocho años.” (Cursiva propia)

Como acaba de exponerse, -salvo mejor-criterio- basados en el supuesto en


estudio, no basta para que sea declarada en estado de abandono una aeronave,
que no estén fijadas las siglas y marcas de nacionalidad en ésta; o que el
certificado de matrícula entendido como el documento expedido por la Autoridad
Aeronáutica competente, se encuentre vencido o haya expirado su vigencia; pues
más bien atiende el supuesto, a la imposibilidad de identificar, individualizar y
diferenciar a la aeronave por cualquier medio idóneo y disponible para ello;
además de establecer el vínculo político con un Estado determinado y un vínculo
jurídico con un propietario, poseedor legítimo u operador, para garantizar el
ejercicio de los derechos y obligaciones sobre ésta, así como establecer las
responsabilidades en los caso de incumplimiento de las regulaciones de las
actividades aeronáuticas, de conformidad con lo establecido en el ordenamiento
jurídico con base a los estándares internacionales.

56
Ley de Aeronáutica Civil, óp. cit.

27
(ii) O se ignore su propietario

1.2 Tercer supuesto: por permanecer inactiva por más de noventa días
continuos y no estar bajo el cuidado de su propietario o poseedor
legítimo

2. Procedimiento de declaratoria de abandono

Además de lo señalado en los anteriores epígrafes, resulta conveniente hacer las


siguientes precisiones respecto a la situación del procedimiento de declaratoria en
estado de abandono de aeronaves

28
29

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