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El protocolo del Ministerio de Salud

que usarán los médicos para atender


abortos

Normativa da las directrices a los médicos sobre cómo abordar


y tratar a las mujeres que invocan una de las tres causales. Se
detalla que guardarán restos de ADN del feto para ayudar a las
investigaciones por violación.

El Ministerio de Salud publicó la Norma Técnica de Acompañamiento y


Atención Integral en torno a las prestaciones que garantiza la Ley 21.030 sobre
Despenalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en Tres Casuales.

Ahí se determina el actuar de los profesionales de salud, de toda la red de salud


frente a la solicitud de interrupción cuando exista riesgo de vida de la madre,
inviabilidad fetal y violación.

En términos generales, se especifica que la norma regirá para todos los


prestadores de salud que realizan este procedimiento, es decir, los públicos y
privados que suscriban convenio con los servicios de salud; de las Fuerzas
Armadas y de Orden y Seguridad; y los privados.

El documento establece un modelo de atención integral en base a las decisiones


que esta determine; el procedimiento para cada una de las causales; el
programa de acompañamiento; la forma de proceder por el consentimiento
informado; y los métodos de la interrupción del embarazo.

En general se establece que los niveles primarios de atención -como los


consultorios, servicios de urgencia, centros comunitarios y rurales de salud, entre
otros- serán sólo entes derivadores de la paciente hacia centros de especialidad,
para lo cual tendrán un plazo máximo de 24 horas.

Será el nivel secundario, es decir, unidades de salud de especialidad, el lugar


donde se realizará la constitución de la causal, mientras que los centros de salud
terciarios, como con los centros de Alto Riesgo Obstétrico (69 en Chile),
resolverán los casos de mayor complejidad. Esta norma es parte de las tareas que
se le encomendaron al Minsal en la ley, promulgada el 23 de septiembre, para su
implementación. Entre esas tareas se incluye el reglamento de acompañamiento
que está actualmente en Contraloría.

En su elaboración participaron representantes de salud y colaboraron expertos de


las sociedades médicas de Obstetricia y Ginecología, Genética, Pediatría y
revisores externos.

Entre estos últimos está la presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román,
quien explicó que estas medidas “vienen a resolver la aplicación de la ley a todas
las mujeres que la solicitan en las tres casuales. Lo que hace es redundar lo que
ya existía hace siete u ocho años, la orientación técnica de la pérdida
reproductiva, pero esa norma es muy técnica y biomédica y lo que hace la de
ahora es agregarle el componente biopsicosocial. Ahora habrá más
acompañamiento, apoyo, contención”, dijo.

Violación
En el caso de la causal de violación, el protocolo establece como ejes rectores
el evitar la revictimización y la estigmatización de la mujer, manteniendo la
confidencialidad del caso.
Es por ello que para la fase de recopilación de antecedentes queda estipulado que
en el caso en que la mujer adulta ha denunciado el delito de violación, “el equipo
de salud puede, con consentimiento previo de la mujer, incorporar la declaración
que esta haya dado en el contexto de la denuncia, para evitar que deba repetir el
mismo relato”. Asimismo, “si la menor de 18 años ha declarado previamente, el
equipo médico podrá prescindir de exigir un nuevo relato a la víctima y utilizar
esas declaraciones previas para determinar la concurrencia de los hechos que
constituyen causal de violación”. En caso de las menores de 14 años, se debe
prescindir del relato, porque la violación está dada por definición legal, indica el
documento.

Establece además que se debe constituir un equipo dedicado especialmente a ver


estos casos, que va a confirmar la concurrencia de los hechos y la edad
gestacional, la que debe estar dentro de los plazos que estableció la ley, es decir,
12 semanas para mujeres de 14 años y 14 semanas para menores de 14 años. Este
equipo tiene un plazo de 24 horas para informar por escrito a la paciente si se
configura o no la causal de violación, sobre la base de su entrevista y análisis de
la víctima. En casos de menores, el jefe del establecimiento deberá reportar la
situación a la Fiscalía. Para los mayores de edad, si es que no existe denuncia
previa, informará de la situación. Sin embargo, el documento señala que acreditar
las acusaciones es un proceso que no corresponde al equipo médico, sino a la
Fiscalía, por lo que no es necesaria para practicar el procedimiento. Además,
“debe estar en conocimiento de que se tomarán muestras de los restos del feto
para la persecución del violador/es, y la eventual activación del proceso judicial
correspondiente”.

La norma indica que dado el momento complejo que vive la mujer que ha sido
víctima de una violación y que quiere interrumpir su embarazo, el equipo
médico al momento de recepcionar los antecedentes debe manifestar
empatía y “profundo respeto”.
Sobre la toma de decisión se pondrán a su disposición tres alternativas:
interrumpir la gestación, continuar con el embarazo y quedarse con el hijo/a,
donde se le explicará el conjunto de beneficios sociales a los cuales podrá
postular; o dar el hijo/a en adopción, donde se le explicará que contará con apoyo
continuo de un trabajador social para asesorar dicho proceso.

Para proceder a la interrupción, en tanto, indica que el equipo biopsicosocial


informe por escrito la concurrencia de la causal además de la decisión de la mujer
para interrumpir.

Las normas que se seguirán en casos de


violación
Contacto con la víctima

Existe un primer nivel de atención, en que se le informará sobre la ley. “El


objetivo es facilitar el acceso oportuno a la atención clínica de especialidad y al
acompañamiento”, dice la norma.

La normativa también da cuenta de la forma en que los médicos o funcionarios


de estos centros en que se hace el primer contacto deben enfrentar la situación.
“Los equipos deberán actuar de manera empática ante la situación de la mujer -
adolescente o adulta-, sin juzgarla y sin solicitar el relato de lo sucedido, evitando
la revictimización y estigmatización, manteniendo en todo momento la
confidencialidad de la atención (…). La calidad de este primer contacto será
crucial para favorecer una adecuada vinculación con la red de salud”, indica el
documento.

Si durante esta atención surge la sospecha de riesgos para la víctima relacionados


con su entorno familiar, se deberán adoptar medidas tendientes a la protección.
En el caso de invocar esta causal para interrumpir el embarazo, la derivación a
los recintos asistenciales que cuenten con especialistas para evaluar y realizar la
intervención debe realizarse en un plazo no mayor a 24 horas. “En el
enfrentamiento de una vulneración tan extrema como la violación, es crítico el
acceso oportuno a salud. De esta forma, la referencia coordinada y/o asistida al
nivel secundario de especialidad, Policlínicos de Alto Riesgo Obstétrico (ARO) o
nivel de especialidad obstétrica acorde a su seguro de salud o las Urgencias
Gineco-Obstétricas, debe realizarse antes de las 24 horas”, estipula el documento.

Tras el traslado se deberá conformar un equipo médico que realice la evaluación


y determine si se cumple con los requisitos en la tercera causal de la ley.

Evaluación médica

Serán funciones iniciales de este equipo profesional la acogida y la evaluación de


la constitución de la causal.

Posterior a esto deben hacer una evaluación médica para verificar que la edad
gestacional debe estar dentro de los plazos establecidos: 12 semanas para mujeres
de 14 años y más; 14 semanas para niñas menores de 14 años. “La valoración de
la edad gestacional se realizará a través de ecografía obstétrica. Previo a su
realización se consultará a la mujer si desea ver y escuchar la ecografía,
explicándole que es su derecho, pero no su obligación hacerlo. Si ella no lo
desea, el profesional a cargo del procedimiento deberá girar la pantalla del
ecógrafo y poner en silencio el sonógrafo, con el objeto de que se respete su
decisión y no se transforme en un elemento que violente su estado emocional”,
señala el protocolo.

El equipo deberá informar por escrito a la mujer y al jefe del establecimiento si


se configura o no la tercera causal en un plazo de 24 horas. Tendrán que
argumentar “sobre la plausibilidad del relato de la violación, la idoneidad de los
hechos relatados para producir un embarazo y la concordancia estimada entre la
fecha de la violación relatada y la edad gestacional informada. Este documento
será firmado por al menos dos profesionales que hayan participado de la
evaluación”, indica el documento.

El equipo deberá mostrar a la mujer las alternativas de decisión y reflexionar con


ella sobre las consecuencias de cada una, debiendo tener una actitud neutra. Las
opciones son: interrumpir la gestación, seguir con el embarazo y quedarse con el
menor o darlo en adopción.

Además, se debe informar sobre los procedimientos clínicos disponibles,


incluyendo aspectos como los posibles riesgos y complicaciones asociadas al
procedimiento elegido, manejo del dolor, riesgos potenciales y posibles
complicaciones.

Denuncias e investigación

Luego de que acepte la interrupción del embarazo, también se le informará que se


tomará una muestra de ADN del feto para la persecución del violador y la
eventual activación del proceso judicial. En el caso de que se quiera tomar una
muestra genética a la madre, esta se puede negar, pero un juez puede autorizar la
diligencia en el proceso investigativo.

Cuando la víctima de violación es menor de 18 años, el delito es de acción penal


pública y la Fiscalía puede iniciar de oficio la investigación, lo mismo ocurre con
las mujeres menores de 14 años. Sin embargo, las mayores de edad no están
obligadas a presentar una denuncia y el Ministerio Público no podrá indagar si la
víctima no denuncia o no ratifica una efectuada por un tercero.

En estos casos, si no hay denuncia previa, el jefe del establecimiento asistencial


deberá comunicar esta situación a la Fiscalía, la que podrá iniciar la indagatoria.
El plazo para reportar la situación es de 24 horas. En el caso de los mayores de
edad, se deberá indicar que se ha invocado el delito de violación, el nombre y
RUT. La denuncia se podrá hacer ante Carabineros, la PDI, el Ministerio Público
o los tribunales.
“Cabe aclarar que, si bien de acuerdo con la ley, el Ministerio Público siempre
tomará conocimiento de los hechos que fundan la causal, ya sea por denuncia o
comunicación de ellos, esto no es requisito para practicar la interrupción
voluntaria del embarazo, por lo que dichos procesos pueden realizarse con
posterioridad a la intervención”, dice el texto.

Finalmente, el documento establece que el deber del equipo de salud se agota con
la denuncia o la comunicación, debido a que la comprobación o no del hecho es
función propia de la investigación dirigida de manera exclusiva por el Ministerio
Público.

Acompañamiento

En el proceso, según el protocolo, el rol de profesional no puede ser “directivo,


disuasivo o impositivo. Se requiere que acoja e informe, sin dar sugerencias,
recomendaciones ni instrucciones”.

En caso de decidir continuar el embarazo y quedarse con el hijo/a, se le explicará


el conjunto de beneficios sociales a los cuales podrá postular y será acompañada
por un equipo multidisciplinario a través del Subsistema de Protección Integral a
la Infancia Chile Crece Contigo.

Si determina dar al hijo/a en adopción. Se le deberá explicitar que contará con el


apoyo continuo de un trabajador social que la acompañará y asesorará durante el
proceso.

Se deberá analizar la situación de vida de la mujer para elaborar el plan de


acompañamiento psicosocial. Para esto se tomarán en cuenta: la situación
familiar, identificación de figuras significativas, red de apoyo, creencias
espirituales y religiosas, significados asociados a la interrupción del embarazo y a
la maternidad, presencia de problemas de salud mental, condiciones de
vulnerabilidad social, requerimientos de protección.
“El equipo de salud ofrecerá su plena disposición para acompañar y apoyar a la
mujer, y movilizará las redes intersectoriales necesarias para propiciar su acceso
al sistema de protección social.

Por último, teniendo presente la valoración del vínculo establecido por la persona
y el equipo de acompañamiento, se deberán estructurar instancias de
seguimiento, que se traduzcan en conversaciones, llamadas telefónicas o visitas
domiciliarias (…), según sea necesario”, indica el paquete de medidas del
Ministerio de Salud.

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