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Volviendo a las raíces 3

1Co 3:6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

Hoy hablaremos de que, para volver a las raíces, debemos vivir en un


constante crecimiento. Hablamos de crecimiento cristiano. Este
crecimiento tiene que ver con Dios. Jesús nos dice: “mirad los Lirios Como
Crecen”. Biológicamente esto lo llaman automatismo, pero para nosotros
es Teomatismo. Es la acción de Dios en la semilla, en el bebé, o el joven.
Esto es lo que se llama el desarrollo del potencial en tres fases.
I. Dones espirituales.
1. Debemos descubrir nuestros dones, porque ellos son para el
desarrollo de la iglesia.
2. Es donde cumplimos funciones dentro del cuerpo de Cristo y
somos de bendición.
3. Es estar en el tiempo correcto en el lugar correcto. Es ahí
donde Dios trae bendición y nos sentimos con vida. Esto nos
trae un sentido de realización y de paz al corazón al saber que
estamos haciendo la perfecta voluntad de Dios.
4. Son recibidos por gracia para que por gracia los demos. Son
un regalo de Dios.
5. Tienen que ver con toda la estructura de la iglesia en su
totalidad.
II. Servicio.
1. Esta hecho para servir.
2. Tiene la característica de perfeccionar al propio creyente en
lo que hace en el o los dones que Dios le ha dado. No quiere
decir que saldrá perfecto siempre, sino que se irá
perfeccionando.
3. Se crece aun cuando las condiciones sean favorables o no
para el creyente que está realmente en Cristo, y no deja de
servir al Señor en lo que le toca hacer independientemente
de las circunstancias.
4. Si no hay servicio no hay crecimiento, por tanto debemos
preocuparnos si no hay crecimiento en nuestra vida, ya que
es natural si estamos en una correcta relación con Dios.
5. Ej. La vid verdadera de Juan 15. Unión con Cristo. Si estamos
unidos al Señor, crecemos.
III. Fruto.
1. Fruto es parte del carácter. Es parte del gobierno de Dios
sobre nuestra vida, o sea, el resultado de.
2. Es natural si estamos siendo alimentados y unidos a Cristo.
3. Si somos nutridos por la palabra del Señor, la Oración, el
ayuno. El fruto se dará de forma espontánea.
4. Es como a un niño no le debemos estar diciendo que crezca,
sino que naturalmente va a crecer sano y fuerte siendo bien
nutrido crecerá saludablemente, sino crecerá
desnutridamente, pero crecerá.
5. El fruto es algo visible a los ojos de los demás. Y Cristo viene
donde nosotros diariamente a ver si llevamos fruto o no. Es
de preocuparse.
Fuimos llamados a crecer en Cristo y estas tres fases deben estar de
forma permanente en nuestra vida para alcanzar los objetivos de Dios en
nuestra vida y así se cumplan los planes de Dios en nosotros. Dones,
servicio y fruto es lo que Dios quiere ver en cada uno de nosotros.
Pidamos su ayuda y bendición día a día.

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