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ORIGINALES

FORMAS NO USUALES DE
LA TUBERCULOSIS PULMONAR
EN EL ADULTO
A. ROMERO TABARES, A. CRUZ CABALLERO,
M.A. MUNIAIN EZCURRA, F. POZUELO DEL ROSAL,
P.P. CARNERERO MIRANDA, M.C. RODRÍGUEZ
HORNILLO y M. GARRIDO PERALTA

Hospital Universitario. Sevilla.

Introducción Material y método


La tuberculosis pulmonar (TBCP) es una enfer- Se han recogido las historias clínicas de los pacientes de 16 o
medad en regresión moderada, cuya tasa de morbi- más años ingresados en el Servicio de Medicina Interna (1 Cá-
lidad en nuestro país es del 14,3/100.000 habitan- tedra de Patología y Clínica Médicas) del Hospital Universitario
de Sevilla y que recibieron por primera vez el diagnóstico de
tes/año en 1981'. La aparición menos frecuente de TBCP activa. El periodo de estudio comprende desde enero
la enfermedad y el cambio en la forma del trata- de 1978 hasta agosto de 1981 (44 meses).
miento, del sanatorio al médico y hospital genera- Para el diagnóstico de TBCP activa se ha exigido uno cual-
les, contraproducentemente han provocado que los quiera de los siguientes criterios:
1. Cultivo positivo en medio de Lowenstein para Mycobac-
médicos de nuestras últimas generaciones no acu- terium tuberculosis, a partir de muestras de esputos o, en gene-
mulen la suficiente experiencia sobre la patología ral, de cualquier fluido biológico susceptible de estar afectado
tuberculosa para permitirles reconocerla en todas en presencia de sistomatologia que haga sospechar tuberculosis.
sus formas, siendo probable que no identifiquen 2. Hallazgo del bacilo mediante tinción con técnica de
ZiehI-Neelsen, o visualización del mismo por fluorescencia
como tales manifestaciones no usuales de la (auramina-rodamina), en conjunción con clínica y radiología
TBCP. La finalidad del presente articulo es la de compatibles.
aportar nuevos datos sobre la frecuencia de apari- 3. Demostración de granuloma tuberculoso, aún sin de-
ción de formas inusuales de la TBCP en el adulto, mostración del bacilo, en muestra biópsica proveniente de pul-
món, pleura, o ganglio linfático, o mediante necropsia.
para lo cual resumimos nuestra experiencia duran- Según estos criterios se admitieron en este estudio 42 pa-
te 44 meses con casos de TBCP activa de nuevo cientes.
diagnóstico. Según las características radiográficas de los enfermos, éstos
se clasificaron en portadores de una forma común (usual) de la
enfermedad y en portadores de «formas inusuales».
Los criterios seguidos para esta división fueron:
1. Se clasificaron como usuales las formas de enfermedad
Recibido el dia 27 de julio de 1982. que presentaban un infiltrado uni o bilateral en lóbulos supe-

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ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOGIA. VOL. 19. NUM. 4. 1983

riores. Tanto si representaban un hallazgo de enfermedad TABLA I


primaria como postprimaria, y tanto se acompañase o no de
derrame pleural o de adenopatias hliares. Estas lesiones se han Características demográficas de la tuberculosis usual
considerado como usuales siempre que no presenten además di- y no usual
seminación bronquial a lóbulos inferiores.
2. Se clasificaron como inusuales todas aquellas formas de Edad Usual No usual Total %
presentación que no reunían las anteriores características. A su
vez, estos pacientes se subdividieron en los siguientes grupos: 16-40 10 7 17 40,4
a} tuberculosis primaria; b) tuberculosis del campo pulmonar 41-60 11 1 12 28,5
inferior; c) tuberculosis miliar; d) tuberculoma. más de 60 8 5 13 31,0
Para incluir a un paciente dentro del grupo de TBCP prima-
ria éste debía cumplir algunos de los siguientes requisitos: Sexo
1) adenopatia hiliar con o sin infiltrado parenquimatoso; 2) hombre 23 9 32 76,2
derrame pleural aislado o con infiltrado en lóbulos inferiores; mujer 6 4 10 23,8
3) derrame pleural con adenopatia hiliar e infiltrado homola-
teral.
Definimos la TBCP del campo inferior como la afección tu- TABLA II
berculosa por debajo de una linea horizontal imaginaria que Factores incidentes sobre los mecanismos de defensa
pase por ambos hilios, lo que comprende el lóbulo medio de-
recho y los segmentos inferiores. Nosotros no hemos excluido Usual No usual Total »7o
aquí a aquellos pacientes que muestran además afectación de
campos pulmonares superiores. Incluimos por lo tanto las dise- 8 19
minaciones broncógenas a lóbulos inferiores. Abuso de alcohol 6 (20,7 %) 2 (15,4 %)
Entendemos por TBC miliar la diseminación de la enferme- Enfermedad neo-
dad tuberculosa por ambos pulmones, con un patrón radiográ- plásica en
fico micro o reticulonodular homogéneo y más o menos unifor- tratamiento
inmunosupresor 2 (6,9 %) 1 (7,7 %) 3 7,1
me en su distribución. 4 (13,8 %) 3 (23 "7o) 7 16,6
Definimos al tuberculoma por criterios radiológicos y anato- Diabetes
mopatológicos, asi entendemos por tubereuloma la lesión ra- Enfermedad in-
fecciosa previa 0 2 (15,4 %) 2 4,7
diológicamente bien circunscrita, de más de 1 cm de diámetro,
de aspecto nodular y que, tras estudio anatomopatológico, se Enfermedad
hematológica 0 1 (7,7.%) 1 2,3
demuestre de etiología fuñica granulomatosa. Gastrectomia 1 (3,4 Vo) 0 1 2,3
Según lo dicho anteriormente, del total de 42 pacientes diag-
nosticados en el periodo de estudio de TBCP activa, se hallaron
13 cuyas formas de presentación de la enfermedad eran inu-
suales. dentro de los procedimientos diagnósticos indica-
A todos los pacientes se les había realizado una historia dos para el estudio de la enfermedad que determi-
clínica y una exploración rutinarias, radiografías posteroante-
riores y laterales de tórax, y estudios hematológicos y bio- nó su ingreso (hemorragia digestiva, cirrosis hepá-
químicos. Desde el punto de vista microbiológico, a todos los tica, insuficiencia cardíaca, etc.). Todos los pa-
pacientes se les practicaron exámenes de esputos por técni- cientes asintomáticos eran portadores de formas
ca de ZiehI-Neelsen y por cultivos en medio de Lowenstein. En
siete de los 13 enfermos constituyentes del grupo «inusual» fue usuales de TBCP, suponiendo en este grupo el
útil la extensión de esputo estudiada mediante Ziehi. En cinco 20,68 %.
pacientes del mismo grupo fue positivo el cultivo de esputo en Respecto a los factores incidentes sobre los me-
medio de Lowenstein. En otro paciente se identificó el bacilo canismos de defensa biológicos (tabla II) podemos
mediante el método de la auramina-rodamina. Dos pacientes decir que ocho pacientes (19 %) tenían una histo-
fueron sometidos a biopsia ganglionar; uno, a biopsia pulmo-
nar; y uno, a biopsia pleural. Tanto las biopsias pleurales como ria cierta de abuso de alcohol, tres pacientes
las pulmonares se realizaron mediante toracotomia. Dos pa- (7,1 %) tenían cáncer, de localización pulmonar o
cientes tuvieron en la intervención quirúrgica el único medio no, y recibían o habían recibido tratamiento. Siete
diagnóstico y terapéutico posible, ambos tenían tuberculoma.
En un caso sólo se pudo llegar al diagnóstico en la necropsia. pacientes (16,6 %) tenían además diabetes mellitus;
tres de ellos eran «inusuales». Dos pacientes tenían
enfermedad infecciosa previa. Una enferma tenía
Resultados una patología hematológica subyacente. Estos tres
últimos pacientes pertenecían al grupo «no usual».
De los 42 pacientes, 13 (31 %) fueron considera- Un paciente estaba gastrectomizad.o; su forma de
dos portadores de alguna forma inusual de la en- enfermedad era usual.
fermedad. En la tabla I se resumen las caracterís- La comparación entre los grupos «usual» y «no
ticas demográficas de los 42 pacientes que compu- usual» (tablas I y II) reveló que los portadores de
sieron el estudio. Del total de pacientes, el 76,2 % enfermedad usual se distribuían con relativa ho-
(32 pacientes) eran hombres, y el 23,8 % (10 pa- mogeneidad entre los tres grupos de edad, con re-
cientes), mujeres. El 40,4 Vo de los pacientes tenían ducción del número en el grupo de 60 o más años.
menos de 40 años, el 28,5 Vo entre 41 y 60, y el En cambio, en el grupo de afectos de una forma no
31 % eran mayor de 60. Seis pacientes (14,3 °7o) no usual se apreciaba un desplazamiento hacia los
presentaban ningún síntoma relacionado con la grupos de edad extremos, mientras que sólo un pa-
tuberculosis que determinara su admisión en el ciente de los 13 tenían entre 41 y 60 años.
hospital sino, por el contrario, el diagnóstico de Se apreció una notable mayor incidencia de la
TBCP se comenzó a sospechar a la vista de las enfermedad usual en hombres que en mujeres,
radiografías de tórax efectuadas como rutina mientras que esta diferencia se atenuó mucho en el

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A. ROMERO TABARES ET AL.—FORMAS NO USUALES DE TUBERCULOSIS PULMONAR


EN EL ADULTO

grupo «no usual», en el que las mujeres suponían En el segundo paciente tampoco fueron de utili-
más del 44 %. dad las repetidas tinciones y cultivos de esputos.
En general se aprecian porcentajes mayores de El diagnóstico se hizo tras estudio anatomopato-
pacientes con factores de riesgo en el grupo «no lógico de biopsia pleural.
usual» que en los que padecían la forma común. El tercer paciente fue diagnosticado por el frotis
Esto fue cierto excepto para el abuso de alcohol. de esputo.
La distribución de los 13 enfermos afectos de
formas no usuales se recoge en la tabla III. Tuberculosis del campo pulmonar inferior (ta-
bla V)
Tuberculosis primaria (tabla IV) Tres pacientes tenían afectación del campo pul-
Encontramos tres pacientes con forma inusual monar inferior. Los tres eran varones. El paciente
de presentación que padecían TBCP primaria de mayor edad padecía linfoma de Hodgkin que
(7,1 % del total). Los tres varones; dos de ellos había sido tratado; además era diabético. El segun-
eran adultos jóvenes. Uno presentaba adenopatias do paciente también era diabético; y el tercero, al-
biliares bilaterales sin otro hallazgo radiográfico, cohólico. Los tres pacientes tenían evidencia de ha-
es decir, sin infiltrado parenquimatoso ni derrame. ber padecido anteriormente TBCP. Las imágenes
Este mismo enfermo presentaba además adenopa- radiográficas sugerían que en los tres, las lesiones
tias extratorácicas. Otro paciente tenía un derrame de los lóbulos inferiores eran diseminaciones bron-
pleural aislado (constituido por líquido hemático). cógenas de esas otras «lesiones antiguas». Al diag-
El último paciente presentaba derrame pleural de- nóstico se llegó, en todos los casos, mediante frotis
recho e infiltrado en el lóbulo inferior homolate- y cultivos de esputos.
ral, con cavitación y nivel hidroaéreo (este paciente
era diabético y alcohólico). Tuberculosis miliar (tabla VI)
Los frotis y cultivos de esputo en el primer pa- Se hallaron cinco pacientes de TBCP miliar.
ciente fueron negativos en varias ocasiones, y el Cuatro de ellos eran mujeres, es decir, todas las
diagnóstico microbiológico y anatomopatológico mujeres afectas deformas no usuales tenían TBCP
se hizo a partir de la biopsia de una adenopatía. miliar. Una paciente era diabética y padecía pielo-
nefritis inespecífica, además de haber estado trata-
TABLA III da con radioterapia a causa de neoplasia vesical.
Formas de tuberculosis pulmonar no usual Otra tenía una imagen anatomopatológica de mé-
dula ósea que fue calificada de «mieloblastosis
N.° % del 101 al parcial» y que no se pudo comprobar si era un pro-
ceso proliferativo o si era secundario a su TBC.
I. Tuberculosis primaria 3 7,1
Derrame pleural con infitrado
Dos pacientes presentaban un patrón radiográfico
en lóbulo inferior 1 reticulonodular. En sólo dos pacientes se mostró
Adenopatias biliares, sin útil el estudio de esputos. En uno de ellos se identi-
infiltrado, uni o bilaterales 1 ficaron bacilos ácido-alcohol resistentes (BAAR)
11. Tuberculosis del campo pulmonar
inferior 3 7,1
mediante técnica de Zienl. En el otro, fue positivo
111. Tuberculosis miliar 5 12 además el cultivo en medio de Lowenstein. En un
IV. Tuberculoma 2 4,7 paciente se llegó al diagnóstico tras examen de
TOTAL 13 31 % biopsia ganglionar en la que se demostraron
BAAR por Ziehí y auramina-rodamina. Otro pa-

TABLA IV
Tuberculosis primaria

Edad Simomalologia Localización Adenopatia Fuente


Caso Sexo lesión pulmonar Derrame diagnóstica

8' 29 V TFx3 m - Bilateral — Biopsia


ganglionar
10' 27 V TPFxIOd — — D Biopsia
pleural
F ot s
12" 64 V TPx5 d LID — D '' '
espulo

T; Fiebre.
P: Sinlomatologia pulmonar (tos, expectoración, hemoptisis, dolor torácico).
F: Sintomaiología funcional (astenia, anorexia, pérdida de peso).
'; La prueba cutánea con 5 TLJ-PPD fue positiva, a los pocos dias de su ingreso, pero no tuvimos información al respecto en el momento de su
admisión.
": No se realizó culirreacción con PPD.

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TABLA V
Tuberculosis del campo pulmonar inferior*

Caso Edad Sexo Simomaiologia Enfermedad Lesión en Fuente


subyacente lóbulo superior diagnóstica

L
1 68 V PFxlm ••I^iodgk¿n LSD Frotis y cultivo
Diabetes M. esputos
3 53 V Px3m Diabetes M. LSD Frotis y cultivo
esputos
6 33 V TPFx3m Alcoholismo LSD e 1 Frotis y cultivo
esputos
* Las abreviaturas corresponden a las de la labia IV.

TABLA VI
Tuberculosis miliar*
Enfermedad
Caso Edad Sexo Sintomatologia subyacente
Fuente diagnóstica

5 30 M TFP x 5 m — Frotis y cultivo esputos


7
-,,
73
.,
M
„.„„ i Estudio anatomopatológico
TFPx3m - Biopsia pulmonar
9 19 V TFPx2m — Frotis y cultivo esputos
11
„ ,..
M
F, -, Diabetes M. Estudio anatomopatológico
"" fxzrn Pielonefritis y microbiológico. Necropsia
FX9m
TPX2m
Enf.hema- Frotis y auramina-rodamina.
13 67 M tologicano Biosia ganglionar
S. neurologicos concretada " "
Las abreviaturas corresponden a las de las tablas IV y V.

ciente fue diagnosticado mediante biopsia pulmo- mas inusuales de la TBCP en el adulto. La razón
nar, en la que se encontraron granulomas ca- de esta discrepancia puede encontrarse, en primer
seosos. En la última paciente se llegó al diagnóstico lugar, en lo relativo del término «inusual». Los cri-
en la necropsia, en la que se hallaron granulomas terios que hemos usado nosotros se aproximan más
caseosos en pulmón, bazo e hígado; se identifica- a los utilizados en las dos primeras series que a los
ron BAAR mediante Ziehi. de la tercera, más restrictivos pero menos útiles.
Por ejemplo, con respecto a la adenopatía, la serie
Tuberculoma de Hadlock sólo la considera manifestación inu-
sual de la TBCP primaria si no hay evidencia de
Dos pacientes varones tenían sendos nodulos so- enfermedad parenquimatosa; con respecto al tu-
litarios pulmonares, sin ningún otro hallazgo ra- berculona, sólo es considerado poco común si es
diográfico. Las imágenes se encontraban en ambos solitario, asimismo valorado como representante
casos en el lóbulo inferior derecho. En ninguno fue de la TBCP primaria; la TBC miliar sólo es toma-
útil ni el frotis ni el cultivo de esputos. En los dos da como inusual si se demuestra que es progresión
casos el diagnóstico se inclinaba inicialmente por la de la misma forma primaria. Estimamos que estos
etiología neoplásica. Los diagnósticos se realizaron criterios confunden las manifestaciones que son
mediante examen anatomopatológico de las piezas propias de los distintos períodos con las formas co-
resecadas en intervenciones quirúrgicas. munes de la enfermedad, identificándolas. No-
sotros sabemos que la adenopatia mediastínica
Discusión acompañada de infiltrado parenquimatoso es pro-
pia del período primario de la enfermedad, y que la
Hemos revisado la literatura publicada sobre el TBC miliar lo es del postprimario, pero ninguna de
tema en estos últimos años y hemos encontrado estas dos formas de presentación de la enfermedad
tres revisiones que lo tratan específicamente, y que son comunes, aislándolas del período evolutivo en
ofrecen tres series distintas; son las de Kahn et al2, que se producen. El adoptar esos criterios reduciría
Miller et al3, y la de Hadlock et al4. En la primera notablemente el grupo de los «no usuales».
se encontró una frecuencia de 34 % de formas inu- Otra razón que explicaría estas diferencias puede
suales, y en la segunda del 29 %. Estos valores son ser el que en nuestro medio existan un sanatorio
bastante semejantes a los hallados por nosotros, antituberculoso y un centro ambulatorio especiali-
pero muy diferentes a los encontrados por Had- zado a los que se deriva gran parte de los pacientes
lock et al, quienes sólo encontraron un 8 % de for- que presentan clínica y una radiología compatibles

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A. ROMERO TARARES ET AL.—FORMAS NO USUALES DE TUBERCULOSIS PULMONAR


EN EL ADULTO

con TBCP, otra parte la trata el médico general, afectar los campos medios dejando libres los vérti-
mientras que al Hospital Universitario van muchos ces. Según el estudio antes citado de Weaver, pare-
enfermos cuyas patologías, a juicio del médico ge- ce ser que la forma más común de presentación de
neral, no parecen corresponder a TBC. Así, estos la TBCP en diabéticos es la que afecta a los cam-
resultados deberían estar referidos a la población pos inferiores y superiores, mientras que es inusual
tuberculosa de un hospital general. Otros factores la afectación exclusiva del campo pulmonar infe-
a considerar son las diferentes características endé- rior, aunque es más corriente que en los no diabé-
micas de las zonas en estudio, la edad y la ocupa- ticos.
ción de la población. Ninguno de los tres pacientes diabéticos de
Las edades de.nuestros pacientes iban desde los nuestro grupo «inusual» tenia una forma primaria
19 a los 73 años, con un porcentaje mayor progresiva de la enfermedad. Dos de ellos tenían
(59,6 %) de los individuos de más de 40 años. Esto afectación de campos inferiores consistentes en di-
coincide con lo hallado en las tres series citadas, seminación broncógena de lesiones apicales muy
pero en la muestra se observó, por grupos de edad, anteriores. El otro paciente sufría una forma mi-
un claro predominio del grupo más joven (16 a 40), liar muy severa. Berger y Granada (1974)7, en un
que constituía por sí sólo el 40,4 % de la serie. No estudio sobre 27 pacientes con TBCP del campo in-
obstante, tanto en la serie de Kahn como en la ferior, encontraron el 11 % de diabéticos, aunque
nuestra, en el grupo de pacientes portadores de una no especifican qué tipo de afectación precisa
forma no usual, eran mayoritarios los individuos tenían. La concurrencia de la TBCP en un diabéti-
más jóvenes (43,3 % y 53,8 Vo respectivamente). co presupone por lo general un mal pronóstico, si
Puede ser que en nuestra serie haya influido el el paciente no es controlado de su diabetes6'8""1.
azar, por ser más pequeña que las otras, pero tam- Un paciente del grupo que portaba formas no
bién puede ser una explicación el que en nuestro usuales de la enfermedad, y que padecía además
medio, la prevalencia de la enfermedad sea más diabetes, sufría una patología neoplásica extrapul-
alta en las edades más jóvenes. monar. Se trataba de un linfoma de Hodgkin tipo
Tanto en nuestra serie como en las consultadas celularidad mixta, y que estaba en tratamiento (es-
se apreció un claro predominio de los enfermos va- quema COPP) desde hacía cinco meses. Aunque
rones, en los dos grupos; aunque en el grupo de no hemos encontrado muchas referencias sobre si
«inusuales» las mujeres suponían un 44 %. las neoplasias de otra extirpe pueden influir sobre
El abuso del alcohol, la diabetes mellitus, y las el curso de la TBCP, si sabemos que la enferme-
enfermedades neoplásicas en tratamiento inmuno- dad de Hodgkin, las leucemias y otras neoplasias
supresor fueron los factores incidentes sobre los linfáticas pueden complicarse con TBCP aún sin
mecanismos defensivos más frecuentemente halla- tratamiento inmunosupresor, probablemente por
dos por nosotros. la acción perjudicial de estas enfermedades sobre
Tanto en la serie de Kahn como en la nuestra, el los mecanismos celulares inmunes. No obstante,
abuso del alcohol ha sido el factor más frecuente- estimamos que la aparición de la TBCP en nuestro
mente encontrado (41 % y 19 % respectivamente). paciente, estuvo, más probablemente en relación
En ambas series, el porcentaje es mayor en el gru- con el tratamiento citostático e inmunosupresor al
po de «usuales». Creemos que el alcohol inerviene que se le sometió. Esta última relación está muy
de dos maneras sobre esta enfermedad: 1) trata- documentada y citaremos al respecto la serie publi-
miento incorrectamente seguido por el paciente, y cada por Millar y Horne en 1979", en la que se in-
2) alteración hepática que dificultará la elección y forma de 11 pacientes tratados con inmunosupre-
utilización del medicamento. Pensamos que el al- sores por diversos motivos (asma, polimialgia
cohol no influye directamente sobre la forma de reumática, linfoma, hepatitis crónica, etc.) en los
enfermedad que sufre el paciente. que se desarrolló TBCPA con y sin disemina-
El 23 Vo de los pacientes afectos de formas inu- ciones. Cuatro de los enfermos murieron. Cuatro
suales eran diabéticos. Esto se contradice con lo de los pacientes presentaban una radiografía de tó-
hallado en la serie de Kahn et al, quienes encontra- rax no típica de TBCP. De los cuatro que mu-
ron sólo tres diabéticos en un total de 88 pacientes. rieron, dos tenían precisamente alguna de estas
Pensamos que la influencia que tiene la diebetes formas no usuales de la enfermedad. La aparición
sobre la TBC es la misma que tiene sobre otras en- de la enfermedad tuberculosa en este tipo de pa-
fermedades infecciosas. No obstante, la relación cientes añadirá un problema diagnóstico, ya que
diabetes-TBC se ha considerado siempre especial- cualquir empeoramiento en un enfermo de este
mente grave, sobre todo en la era preantibiótíca. tipo será atribuido al proceso patológico subyacen-
Aunque algunos estudios relativamente recientes te y que requirió el tratamiento inmunosupresor. Si
(R.A. Weaver 1974)5 insisten en que la afectación a esto añadimos que la imagen radiográfica bien
exclusiva de los lóbulos inferiores es rara en el puede no ser típica de TBCP, podemos concluir
diagnóstico adulto (20 Vo en su serie), ya en 1927 con que la conjunción de la TBC en una patología
Sosman y Steidel6 describieron una forma de «ti- de este tipo puede traer consecuencias graves a
sis» especial en diabéticos que se caracterizaba por causa de la dilación del diagnóstico.

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ARCHIVOS DE BRONCONEUMOLOG1A. VOL. 19. NUM. 4. 1983

Tuberculosis primaria problema diagnóstico de difícil solución dada su


El 23 °7o de los pacientes con imágenes radiográ- infrecuencia.
ficas inusuales tenían TBCP primaria (7,1 % del Cuando se encuentra aislada, esta forma de
total). Debemos llamar la atención sobre las eda- TBCP se confunde frecuentemente con neumonía
des de estos pacientes. Dos de ellos eran adultos jó- bacteriana o vírica, sobre todo porque el bacilo
venes, pero el otro era un paciente de 64 años. Esti- suele ser difícil de encontrar en estudios de espu-
mamos que esto es significativo. En USA, parale- tos. La evolución tórpida y el fracaso para mejo-
lamente a la disminución de la frecuencia de TBCP rar radiográficamente con tratamiento instaurado
activa, se ha producido un descenso en el número como si de «neumonía» se tratase, y la clínica cró-
de jóvenes tuberculín-positivos, siendo menor del nica deben ser indicios para sospechar el diagnósti-
3 % de los varones entre 17 y 20 años. No sabemos co de TBCP.
en España qué porcentaje de individuos adolescen- Cuando coexiste con afectación de lóbulos supe-
tes o jóvenes tuberculín-positivos hay, pero pro- riores, por residuales que parezcan, se debe sos-
bablemente se ha dado un proceso parecido; recor- pechar siempre TBCP, si la imagen radiográfica
demos que desde la postguerra hasta 1980 la mor- macronodular grosera, cavilada o no, es compa-
bilidad de la TBCP ha bajado a un 12,91/100.000 tible con diseminación broncógena.
habitantes. Por consiguiente, un número creciente Se ha descrito una elevada frecuencia de afecta-
de individuos que entran en el período adulto serán ción endobronquial en esta forma de TBCP2- ~1' n.
susceptibles de presentar una infección tuberculosa También se ha informado sobre la dificultad que
primaria. existe para obtener muestras útiles para el diagnós-
Aunque mucho más limitado en número, nues- tico bacteriológico. Por estas dos razones, se pone
tro estudio coincide con lo expuesto en otras series2 de relieve la utilidad del estudio y biopsia endoscó-
en lo referente a los métodos diagnósticos en la picos. El éxito de estas técnicas parece ser variable.
TBCP primaria. Sólo en uno de los tres pacientes Pueden ser útiles los estudios de los lavados bron-
nuestros, fue útil el frotis de esputos. En las for- coscópicos y de esputos postbroncoscópicos.
mas que presentaron derrame pleural, el examen
anatomopatológico y bacteriológico del material Tuberculosis miliar
proveniente de la biopsia pleural, es muy impor-
tante para hacer el diagnóstico. También es impor- Cinco pacientes tuvieron TBCP miliar (12 % del
tante el estudio histológico de las adenopatías, total). Este porcentaje es mayor que el encontrado
incluso extratorácicas, en aquellas formas que en series anteriores2'4.
presentan afectación ganglionar. Según Kahn et Pensamos que la definición de TBCP miliar des-
al, el 65 Vo de los pacientes no tratados que sufren de un punto de vista radiológico es incompleta. En
pleuresía tuberculosa desarrollan TBCP activa primer lugar, gran número de autores'3'17, admiten
dentro de los cinco años siguientes a su apari- que la aparición del patrón miliar típico puede di-
ferirse hasta meses, que hay enfermos en los que nun-
ción. Esto, y la importancia que tiene el hecho de
que si no se diagnostica supone la presencia de una ca aparece este patrón y que, finalmente, hay algu-
fuente de contagio no identificada, nos hace insis- nos que presentan una imagen radiográfica indis-
tir en que la TBC sea una posibilidad diagnóstica tinguible de la que pudiera ofrecer una neumonía
que no debe ser excluida por la edad del paciente. viral aguda, es decir, un patrón más reticulonodu-
Según estos mismos autores, la TBCP primaria su- lar que micronodular puro. Dos de nuestros pa-
pone hasta el 20 % de todos los casos nuevos de cientes no presentaron en ningún momento de su
TBCP. evolución la imagen típica miliar. Ambos pacientes
eran mujeres de avanzada edad. Pensamos por
Tuberculosis del campo pulmonar inferior tanto, que la TBCP miliar debe considerarse en pa-
cientes con fiebre de origen desconocido que ten-
En nuestra serie encontramos tres pacientes que gan una radiografía de tórax normal y en aquellos
tenían afectación del espacio pulmonar inferior que tienen sintomatologia y radiología de neumo-
(7,1 % del total). Este porcentaje, salvando las li- nía viral 13 .
mitaciones de nuestro estudio, coincide con lo Casi todas las series consultadas coinciden en la
hallado por Khan et al y por Berger y Granada escasez de datos positivos que aporta el examen
(1974) en los suyos, y a su vez es superior al que Se- de esputos. En la de Biehí (1958)13, los cultivos de
garra et al (1963)12 hallaron en su serie (0,36 Vo en jugo gástrico y esputos eran positivos en el 61 %
mujeres y 1,78 % en hombres). Esta última serie, de los casos; en la de Munt (1972)16 sólo lo fue un
además de estar realizada sobre 10.962 pacientes tercio de los cultivos y el 35 % de los frotis. La se-
de un hospital especializado, incluye sólo a los en- rie de Gelb et al (1973)14 es la que ofrece mayor
fermos que sufren afectación exclusiva de los cam- porcentaje de resultados positivos, 70 % de diag-
pos inferiores. Al igual que los autores de las series nósticos bacteriológicos combinando el cultivo de
de 1977 y 1974, pensamos que la afectación del esputos con el de jugo gástrico. Considerando sólo
campo pulmonar inferior, aislada o no, es un la primera técnica, hallaron resultados en el 55 %

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A. ROMERO TABARES ET AL.- -FORMAS NO USUALES DE TUBERCULOSIS PULMONAR


EN EL ADULTO

de los casos en que se practicó. En nuestra serie en- Summary


contramos resultados similares, ya que sólo en dos
de nuestros casos fueron útiles las extensiones y UNCOMMON FORMS OF PULMONARY TUBERCULOSIS
cultivos de esputos. Todos estos autores citados INADULTS
coinciden en la importancia que tienen los estudios
microbiológicos y anatomopatológicos de médula Out of 42 adult patients with tuberculosis, 13
ósea, hígado, riñon, pleura y ganglio linfático. presented uncommon forms of the disease, with
Se han usado otros métodos de recogida de the highest incidence in the eideriy. Women ac-
muestras que aumenten el rendimiento diagnóstico counted for 44 % of the unusual cases, all had mi-
de las secreciones traqueobronquiales con irregular liary tuberculosis. Diabetic patients had the highest
éxito17. La aspiración transtraqueal no parece dar incidence of uncommon forms (23 %). Out of the
mejor resultado que el cultivo de jugo gástrico, 13 patient, six were diagnosed after surgical biopsy
mientras que el «cepillado bronquial» bajo control and one patient couid not be diagnosed during life.
radioscópico parece ser mucho más útil. En líneas Sputum and smear cultures were most useful in ca-
generales, para el diagnóstico de la TBCP miliar se ses with lower lung affectation. Miliary tuberculo-
deben cultivar todos los líquidos corporales sis may adopt a reticulonodular pattern rather than
disponibles18 y susceptibles de estar afectos: espu- a purely micronodular one. A solitary pulmonary
tos, orina, jugo gástrico, LCR, líquido articular y nodules poses the most diagnostic problems.
líquido pleural.
Tuberculoma BIBLIOGRAFÍA
Dos de nuestros pacientes tenían sendos tubercu- 1. Dirección General de Sanidad. Boletín Epidemiológico
lomas solitarios. En los dos pacientes fue necesaria Semanal, 1981.
la resección quirúrgica como medida diagnóstico- 2. Khan MA, Kovnat DM, Bachus B, Whilcomb ME,
Brody JS, Snider GL: Espectro clinico y radiológico de la tuber-
terapéutica. Este problema se da en todos los es- culosis pulmonar en el adulto. Am J Med 1977 (ed. esp.); 5:
tudios revisados. De hecho, el proceso diagnóstico 35-42.
del tuberculoma puede ser considerado el paradig- 3. Miller WT, McGregor RR: Tuberculosis: frequency of
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En los tuberculomas no hay generalmente rasgos 4. Hadlock FP, Park SK, Awe RJ, Rivera M: Unusual ra-
radiológicos diagnósticos de infección tubercu- diographic findings in adult pulmonary tuberculosis. Am J
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res han señalado la utilidad diagnóstica del cepi- 8. Alix y Alix J: Tuberculosis pulmonar en la era antibióti-
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suales en los pacientes diabéticos (23 %). De los 13 HA: Miliary tuberculosis. Am Rev Respir Dis 1973; 108: 1327-
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