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ARUL PRAGASAM

LA BÚSQUEDA DEL JESÚS HISTÓRICO EN LOS


ESTUDIOS CONTEMPORÁNEOS
Al leer y al interpretar los Evangelios, tanto el creyente como el inves-
tigador va perfilando su propia imagen de Jesús. Esas imágenes no
siempre coinciden.Y esto no sólo porque no todos acceden a los Evan-
gelios con la misma actitud de espíritu, sino porque los métodos con
los que se construye esa imagen a menudo son distintos. En todo
caso, una cosa es cierta: ninguna imagen puede agotar la realidad del
Jesús de los Evangelios. Así lo afirma el autor del presente artículo
después de presentar siete imágenes de investigadores actuales. So-
bre el tema Selecciones ha publicado recientemente dos artículos:
Roger Haight, El impacto del Jesús histórico sobre la cristología (ST
146, 1998, 127-134) y P.C.Phan, Jesucristo con rostro asiático (ST
147. 1998, 181-195).
The Quest for the Historical Jesus in Contemporary Scholarship,Vidy-
ajyoti 62 (1998) 251-269.
Las recientes publicaciones En la primera parte de este
sobre el Jesús histórico muestran artículo, explicaré brevemente
puntos de vista diversos y contra- los puntos más destacados de
rios no sólo sobre cómo los ex- cada una de estas siete caracteri-
pertos del N.T. clasifican históri- zaciones. En la segunda parte, de-
camente a Jesús, sino también so- fiendo que el Jesús auténtico
bre cómo se aproximan a Jesús a siempre escapa a una explora-
través de métodos de análisis his- ción completa de la metodología
tóricos, antropológicos o socia- histórico-crítica de la investiga-
les. Los investigadores actuales ción del N.T. De las siete imáge-
ofrecen siete imágenes distintas nes, ninguna de ellas ni ningún tí-
del Jesús histórico: Jesús, un judío tulo capta plenamente la verdad
marginal; un profeta escatológico; completa del Jesús histórico. Je-
un profeta del cambio social; un sús, el Cristo, el último punto de
sabio o la sabiduría de Dios; un contacto entre Dios y la humani-
hombre del espíritu; un filósofo dad, sigue siendo tanto persona
cínico itinerante y un campesino histórica como ahistórica.
judío.
LAS SIETE IMÁGENES DEL JESÚS HISTÓRICO

1. Jesús: un judío marginal. Para da entre los campesinos de la


J. Meier, la familia de Jesús «esta- baja Galilea». Una característica
ría imbuida de una piedad judía que hace a Jesús destacable en su
sencilla probablemente extendi- ciudad natal es que «Jesús nunca

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se casó, lo cual lo hace un ser atí- la presencia del Padre», es «acce-
pico, y por extensión marginal en sible a todos los creyentes». El
la sociedad judía convencional». Jesús histórico es necesario para
Hacia el año 28, Jesús abandona la teología pero Jesús, el Cristo, es
su vida estable en Nazaret y se significante para la fe.
dirige a Juan el Bautista: «aceptó 2. Jesús: el profeta escatológico.
su mensaje escatológico y se Esta posición está representada
bautizó, y en este sentido llegó a por E. P. Sanders y M. Casey. San-
ser su discípulo». Después de un ders comienza su investigación
breve período de preparación, Je- sobre el Jesús histórico usando
sús viaja a través de Galilea, las sentencias tradicionales de
Samaría, la Decápolis, Perea y Ju- los Evangelios, no como textos
dea, predicando el «Reino de de prueba, sino para aislar los
Dios», especialmente a los po- eventos concretos de la vida de
bres. Esta predicación no era in- Jesús.
dicativa de ningún movimiento El Jesús histórico fue un pro-
social, sino que afirmaba la venida feta escatológico. Esto es, Jesús
de Dios para juzgar al mundo y «se consideraba como el último
transformarlo. A partir del sím- mensajero de Dios antes del es-
bolo del «Reino de Dios», Jesús tablecimiento del Reino». Ade-
evoca a su audiencia el drama bí- más, los eventos históricos, como
blico del gobierno majestuoso de la controversia sobre el templo,
Dios sobre su creación y su pue- indican que Jesús «formaba parte
blo Israel (...). Esta cualidad diná- del ambiente general de la res-
mica y polivalente del Reino de tauración escatológica judía y se
Dios como «salvación-histórica» le identificaba como el fundador
fue la que probablemente usó Je- de un grupo que se unió a las ex-
sús en su ministerio. pectativas de esta teología». En
Así, Jesús «proclamó la llegada otras palabras, Jesús pensaba que
inminente del Reino de Dios y lo el templo sería destruido y re-
hizo presente por sus milagros. emplazado, que Jerusalén sería el
Esta convergencia y configura- centro de la era mesiánica, y que
ción de diferentes rasgos del él (Jesús) y sus discípulos gober-
hombre Jesús (...) le dieron su narían sobre un Israel restaurado.
distinción o unicidad en el judaís- Por el hecho de que Jesús no in-
mo palestino en el primer siglo tentó apoderarse del control de
de nuestra era». la situación política ni conspirar
En resumen, para Meier, el Je- para derrocar a los sumos sacer-
sús histórico fue un judío margi- dotes, podemos concluir, -dice
nal. Esta persona histórica no era Sanders-, que la misión y el men-
significante para la fe cristiana. El saje de Jesús respecto al Reino
objeto próximo y directo de la fe de Dios deben haber sido apolíti-
cristiana es Jesús, el Cristo «cru- cos.
cificado, resucitado y presente en 3. Jesús: un profeta del cambio
su Iglesia». Este Cristo, que está social. Esta posición está repre-
«vivo, resucitado y glorificado en sentada por R. Horsely y G.

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Theissen. En oposición a Sanders ficación», ya con la «relajación»
y Casey. Horseley sitúa a Jesús de ciertas normas y leyes como
más en un contexto «social» que «reacción a la tendencia a la asi-
en un escenario «religioso» del milación, producida por una cul-
primer siglo de Palestina. La tura ajena y superior», la cultura
«cuestión» para los contemporá- de Roma. Durante este período
neos de Jesús «fue aparentemen- Jesus inició su ministerio público
te más un tema de fenómenos y organizó un movimiento. Este
concretos sociohistóricos que movimiento de Jesús no aconse-
de ideas teológicas o esperanzas jaba la revuelta contra Roma o la
escatológicas». Por tanto, el con- resistencia armada. Era «el parti-
texto para la misión de Jesús fue do de la paz entre los movimien-
la opresión colonial de los judíos tos renovadores del judaísmo».
por los romanos. Jesús se opuso Este partido pacífico pedía una
al dominio de Roma y a la cola- intensificación de las leyes que
boración de la aristocracia sacer- pertenecen a la esfera social y
dotal con Roma. En esta situación una relajación de las religiosas.
colonial de lucha de clases y con- Así, la imagen de Jesús, según
flictos, Jesús, fiel a la tradición Theissen, aunque implicada con
profética del Antiguo Testamento, el cambio social, no fue suficien-
tomó parte por el pobre y acusó temente radical.
a la clase gobernante. Sin embar- 4.Jesús: un sabio -la sabiduría de
go, Horsely indica claramente Dios-. Esta posición está repre-
que Jesús no estaba interesado sentada por E. Fiorenza y B.
en organizar una revolución «po- Witherington. Fiorenza también
lítica» sino una «revolución so- ve a Jesús y a sus seguidores
cial». como «un movimiento renova-
Siguiendo a Horsely, D. Kaylor, dor interno del judaísmo». El
sostiene que Jesús fue un refor- movimiento de Jesús era intrín-
mador social que trabajó por una secamente sociopolítico al desa-
sociedad de justicia y paz. Sin fiar el sistema social judío de pu-
embargo, según Kaylor, Jesús fue reza y santidad. Jesús subvertía
un profeta político que «predicó las estructuras dominantes de su
y enseñó un mensaje que era to- tiempo con una visión diferente -
talmente político, un mensaje que «un discipulado de iguales»- y de-
demandaba una revolución políti- safiaba claramente la preocupa-
ca y social». Tal predicación fue ción social por la pureza y el pa-
comprendida por el poder go- triarcado. Pero Jesús puede lla-
bernante como subversiva. Por marse profeta de sabiduría, o me-
ello fue Jesús ejecutado. jor, portavoz de la Sofía divina.Así
G.Theissen también ve a Jesús le comprendieron los primeros
como un reformador social. Afir- seguidores, «como mensajero de
ma que los primeros movimien- la Sofía o como la Sofía misma», y
tos reformadores judíos como así probablemente se compren-
los zelotas o los fariseos estaban dió a sí mismo. Fiorenza escribe:
implicados ya sea con la «intensi- «el primer nivel de reflexión teo-

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lógica, en el que se puede recu- mento sobre Jerusalén» en Mt
rrir al Jesús histórico, pero que es 23,37-39 y Lc 13,34-35 puede
apenas localizable, comprende a explicarse solamente si Jesús se
Jesús como mensajero y profeta veía a sí mismo como el sabio de
de la Sofía». El segundo nivel la «Sabiduría», a partir del modo
«identifica a Jesús con la Sabidu- como ésta se representa en los
ría divina. Aunque Jesús no es lla- textos cruciales de Pr 8-9 y Sb 8-9.
mado Sofía recibe títulos cristo- 5.Jesús: un hombre del Espíritu.
lógicos masculinos como kyrios y El representante de este grupo
soter que también fueron títulos es M. Borg que ofrece una ima-
de Isis-Sofía, (...). La primera re- gen del Jesús histórico en cuatro
flexión cristiana sofialógica tam- rasgos: como persona del espíri-
bién conoce una fase de transi- tu, maestro de sabiduría, profeta
ción en la que se concedieron a social y fundador de un movi-
Jesús atributos de Sofía». miento.
Para comprender al Jesús his- El hecho más crucial del Jesús
tórico, B. Witherington propone histórico es que fue una «perso-
«una aproximación sapiencial» a na del Espíritu», un «mediador de
Jesús y a su ministerio. El modo lo Sagrado», y «una de aquellas
como Jesús llama a Dios Padre, el personas que hacen del Espíritu
cual no es característico del A.T., una realidad experiencial en la
se explica porque donde encon- historia humana». Por Espíritu,
tramos un lenguaje parecido es Borg entiende lo Sagrado: «la
en la literatura sapiencial (véase realidad o la presencia inmate-
Sir 23, 1.4; 51,10; y 14.3). «El uso rial» que las tradiciones religio-
de Jesús del lenguaje del Reino de sas han denominado de muy va-
Dios en unión con la Sabiduría ha- riada forma. Las personas del Es-
blada y el modo como mira a las píritu son las que han vivido y
cosas se encuentra», casi exclusi- frecuentado experiencias subjeti-
vamente en los contextos de la vas de lo trascendente a otro ni-
Sabiduría de Salomón 10,10. El vel o dimensión.
modo como Jesús practica exor- Jesús fue una persona del Es-
cismos podría «fácilmente haber píritu como se expresa en el dis-
influenciado a su visión de sí mis- curso inaugural de Lc 4,18: «El
mo, y a que fuera visto, como el Espíritu del Señor está sobre mí».
sucesor de Salomón o incluso Jesús tenía una profunda y conti-
más grande que él». Durante el nua relación con el Espíritu de
primer siglo de nuestra era, se Dios, por lo que podía llamar al
veía a Salomón como un exorcis- Espíritu Abba, Padre. Debido a
ta, y su «sabiduría» se entendía esta experiencia espiritual perso-
como la clave para los exorcis- nal, Jesús habla con autoridad lo
mos del presente. Witherington cual sugiere que «Jesús se perci-
va todavía más allá y afirma que el bía a sí mismo hablando "por
que Jesús se describiese a sí mis- boca del Espíritu" y no simple-
mo con «imaginería femenina tal, mente aludiendo a una tradi-
como la encontramos en el la- ción». En resumen, Jesús era «una

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de aquellas figuras de la historia histórico lejos del ambiente sec-
humana con una conciencia ex- tario específicamente judío y lo
periencial de la realidad de Dios». aproxima al ethos helenístico que
Jesús, «persona del Espíritu» fue dominaba en Galilea».
también un maestro de sabiduría. Aunque judío por nacimiento
Usaba regularmente las formas y educación, Jesús no estaba im-
clásicas de ésta para enseñar una plicado en las cuestiones del
sabiduría subversiva y alternativa. mundo social judío. No tenía una
Jesús también fue un profeta so- misión en relación con el judaís-
cial, similar a los profetas clásicos mo: ni lo criticaba ni pretendía
del antiguo Israel, un fundador de renovarlo. No llamaba a las gen-
un movimiento que promovió una tes a la comunidad; su mensaje
renovación judía «que desafiaba y era para individuos. «El Reino del
destrozaba las fronteras sociales que Jesús hablaba estaba más
de su tiempo, un movimiento que próximo al "reino del cínico" que
accidentalmente se convirtió en a cualquier noción específica-
la primera Iglesia cristiana». mente judía del "Reino de
Dos rasgos negativos son: Dios"». Así, Mack se distancia de
«que la autocomprensión y el muchos otros especialistas con-
mensaje del Jesús prepascual no temporáneos del N.T.: separa a
eran posiblemente mesiánicos» y Jesús de su mundo judío.
que «con toda probabilidad el Je- 7.Jesús: un campesino judío.
sús prepascual no era escatológi- Esta posición está representada
co», esto es, que Jesús no espera- por J.D. Crossan, para el que Je-
ba la «llegada sobrenatural del sús era un «campesino cínico ju-
Reino de Dios como un evento dío». A diferencia de Mack, que
del fin del mundo en su propia argumenta que el cinismo de Je-
generación». sús era más helenístico que judío
6.Jesús: un filósofo cínico itine- en una Galilea completamente
rante. La multiplicidad de formas helenizada, Crossan presenta a
de recuerdo en los Evangelios Jesús como un judío cínico que
sugieren, según B. Mack, que envía a sus discípulos a predicar
hubo muchas imágenes del Jesús la buena nueva de ciudad en ciu-
terrenal. Estas «variadas tradicio- dad, sin comida ni zurrón y men-
nes de la memoria no pueden fu- digando en las casas en que se
sionarse en una imagen simple y alojaban (Mt 10; Mc 6; Lc 9).
coherente», por lo que todas Sin embargo, hay diferencias
ellas no pueden ser igualmente entre Jesús y los filósofos cínicos.
primarias y verdaderas. Sin em- «Jesús es rural, ellos -los filósofos
bargo, como el nivel más antiguo cínicos- son urbanos; él organiza
de la tradición de Jesús es el sa- un movimiento comunitario,
piencial, prefiere llamar al Jesús ellos siguen una filosofía indivi-
histórico un maestro cínico, dual y su simbolismo exige bas-
«más helenista que judío en una tón y alforja mientras que el de
Galilea totalmente helenizada». Jesús no».
La «analogía cínica sitúa al Jesús Este campesino cínico, el Je-

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sús histórico, tenía una única vi- de la comunidad. «La intención
sión social que se encarnaba en de los milagros y las parábolas, las
sus dos actividades más caracte- curaciones y las comidas, era in-
rísticas: «lo mágico y la comida». tegrar a los individuos sin mediar
Crossan prefiere el término contacto físico ni espiritual con
«mágico» o mago cuando se re- otros». Jesús practicaba la «co-
fiere a curaciones y milagros de mensalía abierta» -comer con
Jesús, pues un mago es un sana- todo tipo de personas sin hacer
dor que actúa fuera del reconoci- distinciones sociales (véase Lc
miento de la autoridad religiosa, 14,15-24)-. La «estrategia de Je-
y por tanto, fuera del sistema, y sús era la combinación de la cu-
Jesús hacía sus curaciones o su ración gratuita y de la comida en
magia fuera del sistema religioso. común, un igualitarismo religioso
Afirma que las curaciones de Je- y económico que anulaba por
sús difícilmente eran recupera- igual a la vez las normas jerárqui-
ciones físicas, sino más bien una cas y patronales de la religión ju-
resocialización de los excluidos día y del poder romano».
¿QUIÉN ES EL AUTÉNTICO JESÚS?
Estas siete imágenes del Jesús Galilea capacitaría para reimagi-
histórico pueden ser aceptables nar y reconstruir la persona his-
en el sentido limitado de que son tórica de Jesús de Nazaret.
múltiples facetas de la personali- Como J. Meier observa, inclu-
dad y seguramente de la persona so si se pudiera reconstruir un
histórica de Jesús. A la vez, estas «Jesús histórico» éste no debe
imágenes son extremadamente in- ser ingenuamente identificado
completas y desesperadamente de- con la realidad total de Jesús de
ficientes. Nazaret. En contraste con el «Je-
Entre los autores tratados, sús auténtico», el «Jesús históri-
Mack, Crossan, Borg y Horsely co» es aquél que podemos recu-
rechazan los Evangelios canóni- perar usando las herramientas
cos como una fuente fidedigna científicas de la moderna investi-
del Jesús histórico. Para ellos los gación histórica. El Jesús históri-
Evangelios del N.T. deberían co es así una elaboración científi-
competir con los evangelios apó- ca, una abstracción teórica de los
crifos. Parece que estos autores investigadores modernos que
buscan hallar la creencia cristiana sólo coincide parcialmente con
en Jesús en una distorsión del Je- el Jesús de Nazaret auténtico, el
sús auténtico, y al cristianismo en judío que realmente vivió y tra-
una distorsión del movimiento bajó en la Palestina del primer si-
de Jesús. Imaginan a Jesús en tér- glo de nuestra era.
minos de crítica social o cultural J. Meier concluye que si el «Je-
más que espiritual o de realida- sús histórico» no es el «Jesús au-
des religiosas. Diríase que esbo- téntico», tampoco es el «Jesús
zar la ambientación de la vida de teológico» investigado por los

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teólogos según sus propios mé- sobre él: es él mismo.
todos y criterios. Es cierto que Hoy, se debería estar atento,
los datos del N.T. no nos pueden pues mientras se interpreta a Je-
ayudar a construir un relato sús se ha de tener cuidado de
completo de la vida y muerte de hablar no sólo de Jesús, el hom-
Jesús. También es verdad que si bre de Nazaret, o hablar de Cris-
no se puede construir el Jesús to como se le encuentra en el
histórico, es muy difícil, probable- kerigma de la Iglesia. Es más, am-
mente imposible, construir el au- bos se deberían combinar «a la
téntico Jesús. luz del movimiento que se inició
Sin embargo, las caracteriza- en el nombre de Jesús en el siglo
ciones nos dejan un Jesús que no primero». Como N. Lash señala
explica suficientemente su cruci- este «hablar de Jesucristo no es
fixión, su resurrección y el segui- sólo hablar de un hombre que vi-
miento que tiene, incluso hoy. Je- vió y murió, sino también de un
sús puede ser llamado un sabio. futuro que todavía está por venir,
Puede ser reimaginado como un pero que en algún sentido está ya
filósofo cínico, pero es más que aquí -una posibilidad permanen-
eso. La fe cristiana afirma que es te-.Además, se ha de permanecer
la encarnación de la segunda per- fiel al depósito de la tradición au-
sona de la Santísima Trinidad. Él, téntica y autorizada sobre Cristo,
para nosotros, es Dios: Emma- como nos ha llegado desde los
nuel, o sea, Dios con nosotros. La apóstoles en la primera genera-
encarnación de Dios en Jesús de ción cristiana. Si Jesucristo fue
Nazaret no es algo que pueda adorado y proclamado como la
mostrarse utilizando simplemen- segunda persona de la Santísima
te las herramientas de la crítica Trinidad en los orígenes del cris-
histórica. tianismo, entonces estará en el
La metodología histórico-crí- nacimiento del tercer, cuarto y
tica tiene un vocabulario limita- quinto milenio, y al final del mun-
do: sólo es capaz de describir do. Con el autor de Hebreos
ciertas cosas y ciertos aspectos (13,8), los cristianos creen que
de las mismas, y la divinidad no es Jesucristo es el mismo ayer, hoy y
una de ellas. La divinidad de Jesús, siempre. Tomando prestada una
tal como ha sido comprendida en frase de San Agustín, Jesús y su
la tradición cristiana, ni es un as- mensaje permanecerán «una be-
pecto de una cosa ni es la cosa lleza siempre antigua y siempre
misma; no es una de las caracte- nueva».
rísticas de Jesús, no es un hecho
Tradujo y condensó: EUGENIA MOLINERO

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