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Doctorado en educación

Néver Díaz Hoyos


18968094

Ensayo los factores biológicos, cognitivos y afectivos

Unidad 3

Adrian Abrego Ramírez


17 de septiembre de 2017
El desarrollo humano, es el proceso mediante el cual se extienden las oportunidades de
crecimiento del ser humano; para hacerlo, se requiere crear un entorno para que se
hagan realidad sus metas y logre vivir de forma productiva.
La herencia y el ambiente son dos factores que interactúan continuamente para influir en
el desarrollo; la herencia se refiere a las características físicas que los padres trasmiten
a los hijos mediante los genes, la herencia también es responsable de la conducta del
individuo mediante la repercusión que se tiene en las estructuras corporales como el
sistema nervioso. Sin embargo observaremos, también, como los sentimientos,
emociones o afectos tienen un papel preponderante en el desarrollo humano
Los diferentes estudios acerca del desarrollo humano, en sus diversos aspectos: físico,
intelectual, social, emocional, etc., han permitido conocer cómo el hombre desde su niñez
hasta la vejez se va transformando. En cada etapa de su vida el ser humano concibe el
mundo de una manera distinta; sus objetivos y metas igualmente difieren; las relaciones
que establece con los demás también cambian, así como su apariencia física. Es decir,
que la personalidad de un sujeto es algo que se construye a lo largo de la vida y que se
ve influida por aspectos culturales, ambientales, hereditarios, familiares, etc.
Comencemos revisando el factor biológico Ochando (2002) dice que nuestra información
genética no solo se autorreplica, sino también, que se “autorregula”. Nuestro sistema
genético posee genes reguladores, genes cuya función es regular la acción de otros
genes; estos no están activados en todo momento, a lo largo de toda nuestra vida, ni en
todo espacio, en todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, su expresión varía en
tiempo, lugar y circunstancias. Es decir que se activan en los momentos en los cuales se
requiere una respuesta para determinada acción. Así el comportamiento de cada ser
humano depende de las respuestas individuales que cada sistema genético presente a
los estímulos que lo hacen reaccionar.
Gran parte de las características fenotípicas de los organismos y más concretamente de
las de comportamiento, tienen una base genética llamada cuantitativa: no del todo o
nada, sino de gradación. Ochando (2002), y muchas de estas características están
reguladas por el medio ambiente en el que se desarrolle el individuo. No se puede
concebir que el genotipo y el ambiente operen por separados, tanto el genotipo como el
ambiente son necesarios, imprescindibles, y ninguno por separado es suficiente para el
desarrollo del fenotipo.
En cuanto a la orientación sexual humana se puede ver que es de un carácter complejo
influenciado por varios genes, experiencias vivenciales y factores socioculturales. Estos
factores interactúan y producen un patrón característico de orientación sexual hacia el
sexo opuesto, pero existen excepciones, como la bisexualidad y la homosexualidad. Esta
parece ser más frecuente en hombres que en mujeres. Para separar la importancia de
los factores genéticos de los ambientales se han realizado varios estudios sobre la
homosexualidad en el hombre, en ellos se compara la concordancia para el carácter
entre gemelos monocigóticos, dicigóticos y hermanos adoptados criados juntos. Estos
estudios revelan que la agregación familiar es más evidente para la homosexualidad
masculina que para la femenina. La orientación sexual en el hombre es un carácter muy
complejo, posiblemente influido por varios genes, experiencias vivenciales y factores
socioculturales. La mayoría de las veces estos factores producen un patrón característico
de orientación sexual hacia el sexo opuesto, pero existen excepciones, como la
bisexualidad y la homosexualidad. No se pueden ver como un resultado de los factores
mendelianos sencillos; es un carácter multifactorial.
Todo ser es una historia única de vida, de formas, fisiologías y comportamientos. Una
historia que se inicia en la concepción y sólo termina después de la muerte. Estos
comportamientos pueden modelarse de acuerdo al medio en el que se desarrolla, es el
medio quien determina cómo reaccionar ante un estímulo.
Podemos ver como la especie humana ha sido el resultado de más de una evolución y
en cada una de ella han intervenido factores que dejan huella en cada generación. Se
ha evolucionado desde la molécula hasta la reflexión y según Cohen (1994) esta reflexión
nos ha programado a prueba de programas
Ahora bien para hablar del desarrollo cognitivo, el cual se refiere al desarrollo de la
capacidad para razonar, es imprescindible lograr comprender la formación de los
mecanismos mentales en el niño, para así lograr comprender los de un adulto, dichos
mecanismos abarcan las operaciones lógicas, la inteligencia, la percepción, etc. La
formación del pensamiento es un desarrollo progresivo, Jean Piaget nos dice que el niño
inicia su estructura mental mediante un conocimiento basado en los sentidos y en sus
capacidades de movimientos (Etapa Sesoriomotora). Posteriormente, los niños inician
con su función simbólica, lo cual permite al infante construir, conceptos e imágenes que
sustituyen a las sensaciones directas, en otras palabras, se construyen ideas basándose
en el pensamiento mágico, dan uso a objetos simulando que son otros, ejemplo; una
botella puede ser una vaca de un corral.
El ser humano tiene comportamientos distintos de acuerdo a la etapa de la vida en la
que se encuentra.
Se evidencia entonces que, las actividades que realizamos para satisfacer las
necesidades psicológicas de autonomía, competencia y vinculación son aquéllas que
podemos calificar como intrínsecamente motivantes, placenteras, justamente porque son
las que nos proporcionan un funcionamiento óptimo. Gámez y Marrero (2005 p 247)
Desde la perspectiva del desarrollo afectivo se observa que los afectos aparecen a lo
largo de toda la vida del ser humano y son determinantes para cada etapa de ella. “El
afecto se define como un estado psicofísico de calidad, duración y grado de consciencia
variables” L. Ciompi (2007, p 428). Los afectos pueden ser el amor, la curiosidad, el
miedo, la alegría, la tristeza, el temor, el hastío, la vergüenza, entre otros; de alguna
manera ellos repercuten mucho en el modo de comportarse el ser humano, son decisivos
a la hora de las diferentes posturas que asuma el hombre frente a cualquier situación
que se le presente.
Estos no solo acompañan al pensamiento y al comportamiento sino que de alguna
manera los guían y los organizan; la atención sobre cualquier situación se centra
específicamente en percepciones o pensamientos que se corresponden con el estado
afectivo, ignorando lo que al individuo no le incumbe. Puedo decir entonces que los
afectos son fenómenos claramente sensatos Ciompi (2007, p 431).
Basado en todo lo anteriormente expuesto es factible considerar que existe una
predisposición, una naturaleza biológica que nos define como seres sociales, que la
capacidad humana para las relaciones interpersonales es una capacidad compleja pero
primitiva. Se ancla en el desarrollo de las habilidades más básicas que el ser humano
tuvo que desarrollar para convivir y competir con sus congéneres. Gámez y Marrero
(2005 p 256)
Además que sí es posible asumir que los factores afectivos y emocionales actúan como
preponderantes en el desarrollo social y el comportamiento del ser humano.
Y tras la lógica del provecho a toda costa se perfilan muy bien, de manera disimulada
siempre, las mismas emociones de fondo que existen desde siempre, desde el origen
del pensamiento y de la acción del hombre: el miedo, el terror, la codicia y la envidia, la
carrera hacia la felicidad, el poder y la posesión, así como también, sin duda, y
extrañamente entremezclada con todo esto, una amalgama de «sentimientos positivos».
Quiero destacar que el conjunto del patrimonio genético de cada cual, participa en su
inteligencia, su psicología, su comportamiento, pero el comportamiento de un ser
humano, y su evolución en el curso de la historia de su vida, no están escritos en sus
genes. Son el resultado, original, único, por partida doble, de un genoma único y de una
historia individual única.
El comportamiento social, la cultura, en su sentido más amplio, no es un proceso
agenético, pero si es un proceso extragenético. En otras palabras el comportamiento de
los seres humanos está estrechamente ligado a lo biológico, lo cultural, lo cognitivo y lo
afectivo.
REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFIA

Ayala, F.J. (1980)


Origen y evolución del hombre.
Alianza Edit., Madrid.

Byrne, R. (1994).
¿Una determinación biológica?.
Investigación y Ciencia. Pp. 13-19. julio.

Calvin, W.H., (2001).


Como piensan los cerebros
Edit. Debate. (Versión original inglesa 1996).

Cela Conde, C.J & Ayala, F.J. (2001).


Senderos de la Evolución humana.
Alianza Edit.

Ciompi, L. (2007). Sentimientos, afectos y lógica afectiva: Su lugar en nuestra


comprensión del otro y del mundo. Vista Previa del Documento Ver en una ventana nueva
Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 425- 443.

Cohen, S., Sherrrod, D. R. Y Clark, M. S.(1986). Social skills and the stress-protective
role of social support.
Journal of Personality and Social Psychology, 50, 963-973
Gámez, E., & Marrero, H. (2005). Bases cognitivas y motivacionales de la capacidad
humana para las relaciones interpersonales. Anuario de Psicología de La universidad de
La Laguna, 239 - 260.

Orchando, M. D. (2002). E-Prints Complutense. Obtenido de Genes y comportamiento


de género: azar o necesidad? Vista Previa del Documento
https://www.youtube.com/watch?v=wAQH4gzEAjU
https://www.psicoactiva.com/blog/la-influencia-los-genes-la-personalidad/

http://www.academia.edu/13155874/PERIODOS_Y_ETAPAS_DEL_CICLO_DE_VIDA_
DEL_SER_HUMANO

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