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INTRODUCCION

Las virtudes perfeccionan a la persona completa, no es posible educar en algunas


virtudes, todas están relacionadas y entrelazadas, de tal forma que, cuando se
mejora en una, se mejora en todas.

La familia es la primera y principal educadora de los hijos, su papel en educación


de las virtudes es fundamental. El ambiente familiar es el más propicio para llevar
a cabo esta labor, pues en él la motivación primera es el amor. En efecto dentro
de cada familia, sus miembros son queridos por lo que son y no por lo que tienen
o hacen, en el colegio se potencia lo que se aprende en familia, los padres no
debemos delegar en otros ese deber fundamental.
CAPITULO 1:

EDUCAR EN VIRTUDES

CAPITULO 2:

EDUCAR EN LAS VIRTUDES HUMANAS

Como adquirir hábitos

Un hábito se puede adquirir en cualquier momento de la vida, es cuestión de


querer adquirirlo y poner los medios. Adquirirlo en los periodos sensitivos será
más fácil.

La virtud siempre nos orienta al bien y se define como un hábito operativo bueno
se refiere a la perfección moral de la persona que actúa.
Los hábitos morales también dejan huella. Un niño puede aprender, con mayor
facilidad a ser ordenado durante el periodo sensitivo, desde 01 hasta los 04 años.
Unas adquiridos los hábitos, le gustara ser ordenado, un habito se podría adquirir
en cualquier momento de la vida, es cuestión de adquirirlo y poner los medios.

Motivados por el amor:

Los actos deben ser libres para que se graben mejor, es representa la necesidad
de educar a los hijos en libertad y en la responsabilidad. Los padres debemos
hablar con los hijos y conseguir que hagan las cosas por que quieren y asuman
ellos la responsabilidad de hacerlo.

Lo más eficaz es hablar con los hijos a solas cuando estén tranquilos y alegres y
hacerlo con cariño, que se sientan queridos, que se den cuenta de que ellos son
muy importantes para sus padres.

Los padre debemos saber motivar a los hijos y darles rezones para que se porten
bien por que ellos quieren sin necesidad de premios ni amenazas ni castigos ni
por la razón de que soy tu padre, y en la medida que lo consigamos los hijos
están adquiriendo buenos hábitos.

Educar como personas:

Para educar en virtudes a un apersona hay que tener en cuenta que es una
persona. Todas las personas somos hijos de dios. Cada uno de los cuales
representa un tipo de disposiciones humana para enfrentarse la vida y obrar en el
mundo.

Es importante recordar; lo que se hace o se deja de hacer en la infancia influye


directamente en cómo se enfrentaran los hijos en la vida cuando sea mayores.

Educación infantil (3-6 años)

En esta edad no corresponde aun hablar de virtudes, pero sí de hábitos buenos


que serán apreciados como valores los objetivos de lograr esta etapa son
básicamente tres:
a) Finalizar a los hijos con los límites y las reglas
b) Desarrollar la capacidad de autocontrol del niño
c) Formar el carácter mediante hábitos básicos

Educación primaria (6 a12 años)

En esta edad los niños, generalmente, tienen mucha energía para desarrollar
intensamente todo tipo de actividades. Este es el momento de inculcar algunos
hábitos intelectuales y de conducta para el futuro.

Se proponen como objetivo:

a) Lograr en familia y en el colegio un ambiente basado en la justicia.


b) Hacerle ver al niño que crece como persona cuando piensa, aprende, siente etc
c) Enseñarle actitudes de cooperación, ayuda y respeto mutuo,

CAPITULO 3:

GENEROSIDAD

La generosidad es una de las virtudes humanas que más acerca a las personas a
la felicidad .son actos de generosidad saber escuchar saber agradecer, saber
perdonar, La generosidad, al mismo tiempo, puede suponer entrar en una
situación de menor confort o comodidad a la hora de mejorar la situación de otro,
por ejemplo cuando se donan diferentes elementos que son de uso común para
una persona pero que son más necesarios para otra.

Educar en generosidad entre 0y 6 año

Un niño hasta los seis años no puede ser generoso en el pleno sentido de la
palabra. Le resultará difícil entender la razón de tener que dar algo suyo y le
costara descubrir necesidades en los de más. Por otra parte, los niños a esa edad
tienden al egoísmo. Sobre los tres años vive su primera crisis del “yo”.

Es la edad de” no”, donde la terquedad, la irritabilidad tiene cierto parecido con la
crisis de la pubertad.

Educar en generosidad entre 7y 11 años

A esta edad no se presentan problemas serios que es momento oportuno para


desarrollar las siguientes virtudes: generosidad, laboriosidad etc.

Este periodo es apropiado para que una persona empiece a desarrollar la virtud
de la generosidad con plena consciencia. A los siete años se despierta en los
niños una tendencia natural a ayudar, a hacer encargos, sobre todo es necesario
guiarlo para que descubran la necesidad de ser generoso, a los diez años, ya
conocen el valor de la generosidad.

Educar en generosidad entre 12y 15 años

Ha llegado la edad de la pubertad y el comienzo de la adolescencia, es el


nacimiento de la intimidad o sea el descubrimiento del “yo interior “la crisis del
desarrollo la edad de las contradicciones, comienzo de la independencia

En esta edad tiende a distanciarse de sus padres y tratar de resolver sus


conflictos por si solos. En este momento los padres deben estar más disponibles
que nunca y poner todos los medios a su alcance para que la comunicación no se
interrumpa

Educar en generosidad entre 15y 20 años

Rebeldía, inseguridad, obstinación, independencia se manifestaran al mismo


tiempo que una mayor capacidad de reflexión los hijos eran responsabilizando su
responsabilidad. Cuando se han desarrollado bien la generosidad antes de los
once años.
CAPITULO 4:

ORDEN Y LABORIOSIDAD

El orden:

El orden, en su acción directa, nos ayuda a disponer de más tiempo, ser más
eficaces, aumentar el rendimiento y conseguir los objetivos previstos. El orden nos
proporciona tranquilidad, confianza y seguridad.

Para los niños el orden o desorden son hábitos buenos o malos, que, mantenidos
según van creciendo. Para que los hijos puedan desarrollarse el habito del orden,
además de enseñarle debemos proporcionarles la posibilidad de ser ordenado.

Fortaleza y laboriosidad

Periodo sensitivo

En este periodo es muy importante darles razones de por qué deben actuar así,
pues lo que se busca es que ellos quieran hacerlo por sí mismo.

Virtudes relacionadas

 La valentía. Consiste en tener decisión y empuje, de modo que los miedos


infundados no quiten fuerza a la voluntad o impidan la acción debida.
 La audacia. No tener miedo a los riesgos ni al fracaso.

Habitos de estudio

Es una buena oportunidad para arriesgar el habito del trabajo serio y ordenado,
hay que ser muy prudente en el nivel de exigencia que se les da por que es tan
poco motivante encargarle tareas demasiado fáciles, como muy difíciles.

Adolescencia

En esta etapa hay que seguir exigiendo, pero con un razonamiento distinto ya no
se trata solo de habito de estudio, sino de la virtud de la laboriosidad.
Paciencia y exigencia

Es importante inculcar la paciencia consigo mismo y con lo que pasa a su


alrededor

CAPITULO 5:

La solidaridad

Para educar en solidaridad lo mejor es empezar por la familia ya que es el


entorno más cercano al niño no se puede ser solidario con las necesidades de los
otros ciudadanos a quienes muchas veces no conocemos si no ha sido generoso
con los miembros de nuestra propia familia.

La satisfacción de ayudar

Es muy difícil que un joven que ha crecido teniéndolo todo sin esfuerzo, logre
captar verdaderamente lo que significa carecer de lo indispensable para vivir.

Es imprescindible enseñarles a estar atentos a las necesidades de los demás, así


el niño puede sentirse satisfecho.

Compañerismo

Esta situación es una oportunidad fantástica para aprender a convivir en un campo


más amplio de relación social. Como los niños siente necesidad natural de
agruparse, lo más típico es la agrupación de niños en torno de a un líder que
impone la normas a los demás, es importante también darles pautas a los niños
que les ayuden a distinguir a un amigo de quien no lo es, fomentar la
oportunidades y poner en practica la virtud de la amistad .

Labor de los padres

Los padres deben ayudar mucho dando facilidades a sus hijos para que inviten a
sus amigos es muy positivo que los niños permanezcan bastante tiempo en el
propio hogar , sin embargo tampoco se trata de privándoles de oportunidades
valiosas de compartir con otras personas etc
Amistad

Es el momento de enseñarles a ser leales con los amigos portándose bien con
ellos y ayudándoles en lo que sea necesario es muy útil que los padres conozcan
a los amigos de sus hijos y a sus padres.

CAPITULO 6:

Templanza y sobriedad

En esta virtud, la responsabilidad primordial es de la familia. El colegio tiene un rol


limitado en la educación de la templanza, pues los que más influyen son los
padres y amigos de hecho, la conducta de los padres es permanentemente
observada por sus hijos.

Sobriedad

En la sociedad de consumo que nos rodea, el valor de la sobriedad es


especialmente importante. La persona sobria es más libre y dueña de si mismo
pues esta virtud supone la armonía y orden de los deseos. Una persona sobria
está más preparada para soportar carencias y para superar las inevitables
pequeñas frustraciones de la vida

Uso del dinero

Hay que educar el uso de dinero lo vean como lo que es, un medio , y no un fin en
si mismo alguno criterios,

Usar dinero como instrumento de premio o castigo puede llevar a que los hijos
actúen solo por el interés que les suscita y no por cumplir con lo que deben

Conviene enseñarle a usar bien su dinero y a llevar una contabilidad sencilla para
saber cuanto puede gastar y en que cosas.
CAPITULO 7:

LA JUSTICIA

Educar la justicia con pequeñas normas

Desde pequeños, los niños aprenden con la ayuda de sus padres lo justo y lo
injusto. El haber vivido una injusticia es una excelente oportunidad para ayudarles
a captar naturalmente lo que es esta virtud, por esa rebelión interna que
experimenten en ese momento hay que aprovechar para hacerle reflexionar por
que esta mal lo que les han hecho.

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