Actualmente se siente profunda preocupación por las violaciones de derechos
humanos en Venezuela. se vive una escasez de alimentos y medicamentos que va en aumento, incremento de la malnutrición y al brote de enfermedades. Asimismo, el abuso de poder por parte de este gobierno que nos lleva a una crisis fatal, Venezuela atraviesa uno de los momentos de violencia más agudos, una situación que es consecuencia de la represión , la inseguridad personal, la violación de los derechos humanos y el deterioro de la calidad de vida, la vista al acceso a la Justicia, para alcanzar la paz requiere un inmenso trabajo que permita reanudar la confianza en las personas, lo cual sólo se conseguirá en la medida que las instituciones que integran este gobierno funcionen de manera imparcial y eficiente. Los ciudadanos deben notar al sistema de justicia como un proceso efectivo para resolver sus conflictos. También es indispensable reducir los niveles de impunidad por medios de las instituciones, en todas sus fases, para reducir los altos niveles de criminalidad que sufre Venezuela en el presente.
La diferencia entre una democracia y un régimen que no lo es radica no en la
cantidad de casos de violaciones a los derechos humanos sino en la capacidad del sistema para activar las instituciones, investigar y castigar a los responsables de esos hechos de violencia. Por eso nuestra tarea es clara: fomentar el principio constitucional: educar para la pluralidad de pensamiento y el fortalecimiento de la democracia.
El origen del conflicto que se relaciona con la ausencia de institucionalidad y estas no
funcionan de manera que resuelvan los conflictos, obteniendo que los mismos cuidadanos tomen justicia por sus propias manos, es decir, por la vía de la violenta y no pacífica. Un ejemplo típico es el de los linchamientos. En la medida que la gente ve que hay impunidad, que los delincuentes no son castigados, en esa medida trata de estimular la justicia por su cuenta y eso acentúa el problema de convivencia..La ausencia de paz en Venezuela es consecuencia de la falta de institucionalidad. Por eso hay que recuperar las instituciones para garantizar la vigencia de los derechos fundamentales.
No puede hablarse de paz social cuando el gobierno no es capaz de garantizar
los mínimos de salud, educación y alimentación de sus ciudadanos y pone a la sociedad en una verdadera crisis humanitaria. Eso implica una violencia atroz porque se están violando derechos humanos fundamentales. La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz.
En Venezuela necesitamos como parte de ese tejido social, un sector económico
nuevo, organizado, productivo, empresarial y financiero, que esté convencido de las bondades de un régimen democrático y dispuesto a apoyarlo con sus bienes y trabajo, sabiendo que entraña sacrificios como deponer intereses individuales, ganancias temporales en pro del bien común.