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INTRODUCCIÓN

La acuicultura es una actividad importante ante la demanda creciente de productos


acuícolas a nivel mundial (Brugère & Ridler 2004). Un método que está ganando
aceptación en la acuicultura es el uso de bacterias probióticas para controlar patógenos
microbianos.( Campa-Córdova, A. I.,et al. 2011)
Muchas enfermedades y sobretodo infecciosas que han surgido a lo largo de este tiempo en
los cultivos y que actualmente son una continua amenaza para la acuicultura, se cree, se
debe mucho a la calidad de agua existente en el estanque a causa del mal manejo, hacen que
se pierda el equilibrio de microorganismos en el medio, haciendo que los organismos
patógenos aumenten sin control; por lo tanto se ha buscado nuevas alternativas de control y
prevención en las que no involucre antibióticos; ya que esto lo que ha ocasionado es que los
patógenos mutaran y por lo tanto crearan resistencia a estos antibióticos, en cambio el uso
de probióticos ayuda en la calidad del agua del estanque y en organismos acuáticos al
hacerlos resistentes a enfermedades ya que el modo de acción de los probióticos es que
atacan a los microorganismos que son patógenos y ayudan al organismo que es beneficioso
para el hospedero. (Correa, L. R., 2018).
Son precisamente los métodos implementados para combatir crisis de cuadros infecciosos
en organismos acuáticos, ha sido la implementación de cepas probiòticos, lo cual ha dado
buenos resultados y en base a este contexto nuestro objetivo es realizar una revisión
bibliográfica para entender la definición de los probiòticos, y sus beneficios en función de
los organismos y el agua.

Definición
La definición del término probiótico, al igual que los avances científicos que lo
fundamentan, ha evolucionado, así en 1968, se definió como un suplemento microbiano
que se suministra a animales y humanos, posteriormente en (Fuller, 1989) lo redefinió
como un microorganismo vivo que se administra al hospedero suplementado en el alimento
para beneficiar el balance microbiano intestinal. Luego, con este mismo concepto, se hacía
referencia a “un adyuvante dietario microbiano administrado de tal manera que se
mantenga vivo dentro del tracto gastrointestinal, y que beneficie la fisiología del hospedero
modulando el sistema inmune, así como mejorando el balance microbiano mediante la
prevención de la colonización de bacterias indeseables en el tracto intestinal” (Gatesoupe,
1999; Naidu et al., 1999). (Verschuere et al, 2000) conceptualizaron al término probióticos
como “microorganismos vivos que tienen efectos benéficos en el hospedero mediante la
modificación de la microbiota asociada, el incremento del aprovechamiento de la comida,
el mejoramiento de la respuesta a enfermedades y de la calidad del ambiente” citado en
Correa, L., (2018).
Otra importante definición, es la de probióticos, es la que da la Asociación Mundial de
Gastroenterología, que expresa: “Los probióticos son microorganismos vivos que confieren
un beneficio a la salud cuando se los administra en cantidades adecuadas. Las especies de
Lactobacillus, Bifidobacterium son las más utilizadas” (Guarner et al, 2017)
En acuicultura el término probiótico se define como “suplemento vivo microbiano que tiene
efectos beneficiosos en el hospedador modificando la flora asociada al mismo y la flora
asociada al ambiente”. El efecto benéfico de los probióticos para su aplicación en la
producción acuícola, se atribuye a varias causas como:
 Mejorar la calidad del agua
 Reducir la materia orgánica sedimentada
 Inhibir patógenos por diferentes vías
 Mejorar el sistema inmunológico
 Aportar nutricionalmente en mejora de la digestibilidad y utilización alimentici.
Uso y manejo de probióticos
Los microorganismos probióticos han de cumplir criterios que hagan que su uso sea seguro
y eficaz. Además, para que puedan aplicarse a escala industrial deben tener unas
propiedades organolépticas y tecnológicas deseables y mantener estables las características
de interés durante el procesado y almacenamiento.
Los probióticos por lo general son inoculados en el animal de cultivo, en los laboratorios de
larvas, y en los estanques de cultivo, a fin de desarrollar competencias alimentarias con
bacterias patógenas, a las que desplazan, procurando la nutrición del tracto digestivo,
disminuyendo la probabilidad de que estos espacios sean colonizados por bacterias
perjudiciales. Otras funciones de los probióticos en el organismo animal, es la eliminación
de malos olores y sabores, mediante procesos biológicos que excluyen o al menos
disminuyen catabolitos, sedimentos y microrganismos negativos como las cianobacterias;
según especialistas como Berger, (2000) estos procedimientos son mucho más importantes
en aquellos estanques con bajo recambio de agua. Citado en Aguayo, (2009)
APLICACIÓN EN ACUICULTURA
El uso de probióticos está bien establecido en la producción de muchos animales
domésticos y ha sido introducido en los últimos años en la acuicultura comercial. El uso de
los probióticos en acuicultura puede plantear dificultades, siendo importante tener en cuenta
dos factores de gran influencia: la selección de las cepas y la estabilidad de las mismas que
permita obtener una densidad efectiva.
La selección de cepas de bacterias como probióticos para la acuicultura es un proceso
complejo ya que su efectividad depende del tipo de probiótico, modo y cantidad de
dosificación, especie hospedadora y fase de cultivo (larvario, alevinaje y engorde) en la que
se encuentre y las condiciones ambientales de cultivo. Investigaciones recientes sugieren
que los probióticos deben ser seleccionados de manera específica de los hospederos en los
cuales se van a usar, ya que de esta manera se minimizan los efectos provocados por las
amplias diferencias entre los ambientes en los que se desarrollan los organismos. Además,
otros estudios revelan que el uso de mezclas probióticas son más efectivas que las cepas
independientes en el control de patógenos y en el mejor establecimiento de poblaciones
probióticas, observándose procesos sinérgicos entre cepas que han potenciado los
resultados deseados.
Por otro lado, en general, para que los probióticos puedan ejercer su actividad, deben
mantenerse viables a concentraciones elevadas (106-108 UFC/g) en el lugar de acción.
La mayoría de las bacterias probióticas propuestas para el uso en acuicultura pertenecen a
los géneros Lactobacillus, Lactococcus, Leuconostoc, Enterococcus, Carnobacterium,
Shewanella, Bacillus, Aeromonas, Vibrio, Enterobacter, Pseudomonas, Clostridium, y
algunas levaduras como Saccharomyces. La tabla siguiente recoge algunos de los estudios
más recientes sobre la aplicación de probióticos en acuicultura.
A nivel de agua:
La aplicación es directa a la piscina, sea a nivel de columna de agua y/o fondos. Entre las
cepas utilizadas se encuentran los “microorganismos benéficos” (E.M.),Bacillus (subtillis,
amyloliquefaciens, licheniformis).
Las cepas Paracoccus sp. y la Thiobacillus sp recientemente cobraron un gran interés
debido a sus capacidades degradantes. Por otro lado la Bacillus sp. también puede llevar a
cabo varias funciones en la limpieza del agua (Nakano et al., 1998).
En estanques acuícolas
Los sistemas de estanques semi-cerrados tienen una baja rotación del agua y pueden
acumular gases, nutrientes, metabolitos, desechos, etc, los cuales pueden deteriorar la
calidad del agua y crear condiciones de anoxia en el suelo. Esto puede afectar fuertemente
el rendimiento de las especies de cultivo; por lo tanto, el buen manejo de los estanques es
crucial para lograr una alta producción y un cultivo sano.
Dado que la calidad del agua juega un papel importante, es por lo tanto fundamental
comprender las diversas interacciones que tienen lugar dentro de los estanques, las cuales
son muy complejas y dependen directamente del ambiente del estanque, la biomasa, el
aporte de nutrientes y el manejo del estanque.
CUADRO DE ESTUDIOS APLICADOS

VENTAJAS Y DESVENTAJAS
En general el uso de probióticos en lo que refiere al cultivo de organismos acuáticos tiene
muchas ventajas, y su forma de actuar sobre el organismo de los animales, es benéfica, en
función a su transformación como organismos resistentes y menos vulnerables a
enfermedades.
Las posibles desventajas que ahora pudiesen encontrarse, en los incipientes avances en el
campo de la búsqueda y actividad de los probióticos de origen marino como herramienta de
la industria creciente del larvicultivo, es que aún no existe un control total sobre las
bacterias utilizadas a nivel de cultivos larvarios intensivos, debido a los grandes volúmenes
de agua y de organismos en cultivo que son manejados, y el poco control de la acción de
factores físicos sobre el proceso, lo que podría representar grandes pérdidas (costo-
efectividad).
DISCUSIÓN
En una investigación realizada con Bacillus subtillis sobre el crecimiento y alimentación de
tilapia (Oreochromis niloticus ) y langostino (Macrobrachium rosenbergii ) en laboratorio,
(Gunther, J., y Jiménez R. 2004), sugieren que probablemente esta bacteria afectó
negativamente los procesos digestivos en estos organismos. B.subtilis ha sido descrita como
productora de enzimas como proteasas y amilasas (Kim y Kim 2002), que, en principio,
deberían contribuir a los procesos digestivos del hospedero. Por otra parte, no es una
bacteria propia del ambiente acuático, sino del suelo. Aunque otras bacterias telúricas como
B.toyoi han dado buenos resultados (Geiger 2001), Gatesoupe (1999) advierte sobre la
necesidad de trabajar con bacterias autóctonas que estén adaptadas al medio intestinal del
hospedero. La relación entre los microorganismos autóctonos y la función intestinal es
sumamente compleja (Hooper y Gordon 2001)y no se pueden excluir efectos nocivos por la
inclusión masiva de una bacteria exógena con poderes bactericias y fungicidas. Estas
relaciones deben ser investigadas cuidadosamente.
Algo similar sugieren Valdes, M., et al, (2013) acerca que no se puede excluir los posibles
efectos nocivos por la inclusión de bacterias exógenas y su relación entre las bacterias
autóctonas no patógenas. Por lo tanto, se requieren estudios adicionales para determinar:
1) la dosis óptima de aplicación,
2) la dosis de emergencia en caso de cambios ambientales,
3) la colonización de los microor-ganismos eficientes en el tracto digestivo de los
camarones, 4) si existe un efecto antagónico y
5) si hay un aumento de la respuesta inmune.

Conclusión

Bibliografía:
Aguayo, D. (2009). Uso de probioticos y B-1,3/1.6-glucanos en la alimentación del
camarón. Escuela Politecnica del Litoral, Researchgate, 7 - 99.
Alimentatec. (2013). Aplicación de probióticos en el sector de la acuicultura: desafíos y
perspectivas. Recuperado el 20 de octubre del 2018, desde:
http://www.alimentatec.com/aplicacion-de-probioticos-en-el-sector-de-la-acuicultura-
desafios-y-perspectivas/
Campa-Córdova, A. I., Luna-González, A., Mazón-Suastegui, J. M., Aguirre-Guzmán, G.,
Ascencio, F., & González-Ocampo, H. A. (2011). Efecto de bacterias probióticas en el
cultivo larvario del ostión de placer Crassostrea corteziensis (Bivalvia: Ostreidae). Revista
de Biología Tropical, 59(1), 183-191.
Correa Coello, L. R. (2018). Beneficios de la aplicación de probióticos durante el cultivo de
engorde del camarón blanco (litopenaeus vannamei) en Ecuador.
Guarner, F., Sanders, M., Fedorak, R., & otros. (2017). Probióticos y Prebióticos. Madrid:
WGO.
Melgar Valdes, C. E., Barba Macías, E., Álvarez-González, C. A., Tovilla Hernández, C., &
Sánchez, A. J. (2013). Efecto de microorganismos con potencial probiótico en la calidad del
agua y el crecimiento de camarón Litopenaeus vannamei (Decapoda: Penaeidae) en cultivo
intensivo. Revista de Biología Tropical, 61(3).

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