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¿Qué es el imperativo categórico


kantiano?
Alberto Cajal

9-12 minutos

El imperativo categórico de la ética de Kant es un


principio supremo de la moralidad que pretende ser un
mandamiento autónomo, independiente de cualquier
religión e ideología, autosuficiente, universal y capaz de
tutelar el comportamiento humano.

Fue propuesto por primera vez por Immanuel Kant en


su libro Fundamentación de la metafísica de las
costumbres publicado en 1785. En él sostiene que la
fundamentación del principio imperativo categórico
está implícito en las prácticas y razonamientos morales
de todos los individuos, y por medio de este se podrán
identificar consiguientemente los deberes morales de
manera incondicional.

Es esencialmente un principio propio del libre albedrío y


la autonomía de la voluntad, es decir, como voluntades
libre debemos regirnos por este principio. Nos propone
actuar de acuerdo a las “máximas” (normas morales
que determinan lo que debe o no hacerse) que
personalmente podamos querer que sean leyes
universales.

Las máximas son simplemente las razones por las que


alguien actúa y toma decisiones de acuerdo a la moral
pero el rol del imperativo categórico es ayudarnos a
determinar si esos motivos que nos impulsan a actuar o
decidir son buenos o malos.

Se debe tener en cuenta que al hablar de imperativos


(órdenes, deseos, imposiciones) morales,
específicamente en el carácter “categórico”, se
considera intrínseco que los mismos deben ser
afirmados o negados en su totalidad, no pueden existir
condiciones ni términos medios, o se acepta tal como
es o no se acepta. El objeto o finalidad del imperativo
debe tener un fin en sí mismo.

Las normas racionales pueden establecerse de dos


maneras:

La primera establece una conducta necesaria para


alcanzar un fin determinado y es aquí donde
encontramos la forma del imperativo hipotético
Por el otro lado encontramos la prescripción de una
conducta necesaria establecida como absoluta e
incondicional que es el que lleva el nombre de
imperativo categórico.

Immanuel Kant
Nació en Königsberg, Prusia (hoy Kaliningrado en
Rusia) el 22 de abril de 1724 y falleció el 12 de febrero
de 1804. Fue uno de los filósofos más importantes de
Europa e incluso, según algunos, es el filósofo más
importante.

En sus últimos años de vida publicó una serie de obras


importantes en su incansable compromiso con la
libertad humana, colaboró a la historia de la humanidad
y filosofía con sus excelentes aportes acerca de la ética,
dignidad del hombre, concepciones morales o
racionalidad.

Uno de sus escritos más destacados fue Crítica de la


Razón Pura (Kritik der reinenVernunft) donde se indaga
acerca de la estructura misma de la razón.

Origen del concepto


Según Kant, el creador de este principio, las bases de la
moralidad humana deben ser basadas en la razón
propia y no simplemente por una autoridad divina y a
partir de esto derivar las demás obligaciones humanos.

Este precepto promueve y asegura que el ser humano


debe ser capaz de determinar las máximas morales que
se deben seguir categóricamente independientemente
de cualquier religión o ideología.

Mediante el imperativo categórico se establecen


exigencias incondicionales, contrapuestas al imperativo
hipotético, el cual hace exigencias condicionales.

Imperativo hipotético
Un imperativo hipotético es aquel que expresa un deber
condicionado al cumplimiento o no determinada
circunstancia, bajo la condición de una hipótesis.

Nos exige que hagamos o no determinada acción, pero


bajo el supuesto de alguna condición. Es instrumental y
nos hace entender que si queremos algo debemos
hacerlo posible y propiciar los medios para que dicho
fin se cumpla.

En cambio el imperativo categórico tiene la


característica de ser incondicional y absoluto, sin
excepciones ni necesidad de justificación externa.

Por ejemplo: si decides que tienes como fin aprender a


tocar piano, el imperativo hipotético te exige que hagas
todo lo necesario para aprender y cumplir tu fin y para
lograr eso entonces una solución es tomar clases de
piano.

Pero, en caso de que ya no quiera aprender a tocar


piano porque no me interesaba tanto después de todo,
el imperativo ya no me exige que tome clases de piano.

Este principio establece un curso de acción supeditado


bajo el supuesto de que la persona tiene un fin o una
meta y quiere lograrlo, pero en el caso de que ya no se
tenga el interés, ya no se tiene ninguna obligación o
deber.

Es enteramente racional, cuando alguien quiere lograr


sus fines hace todo lo posible para que sus metas se
cumplan, a diferencia de alguien irracional.

Formulaciones del imperativo


categórico de Kant
Kant estableció cinco formulaciones referentes al
imperativo categórico, las cuales son complementarias
entre sí y no alternativas, es decir, se vinculan y enlazan
entre sí para formar un sistema moral consistente.

– Fórmula de ley universal: “Obra solo de acuerdo con


la máxima por la cual puedas al mismo tiempo querer
que se convierta en ley universal”.
– Fórmula de la ley de la naturaleza: “Obra como si la
máxima de tu acción debiera convertirse por tu
voluntad en ley universal de la naturaleza”.
– Fórmula del fin en sí mismo: “Obra de tal modo que
uses la humanidad tanto en tu propia persona como en
la persona de cualquier otro, siempre a la vez como un
fin, nunca simplemente como un medio”.
– Fórmula de la autonomía: “Obra de tal modo que tu
voluntad pueda considerarse a sí misma como
construyendo una ley universal por medio de su
máxima”.
– Fórmula del reino de los fines: “Obra como si por
medio de tus máximas fueras siempre un miembro
legislador en un reino universal de fines”.

Tras conocer las formulaciones que expone Kant, se


puede concluir que este imperativo no se encuentra
ajustado a las acciones, sino más bien a las “máximas”
que llevan al individuo a ejecutar dichas acciones.

Por lo tanto, de acuerdo a este principio nuestras


acciones deben estar ajustadas a máximas morales,
éstas serán las guías que determinaran lo que
quisiéramos para el mundo.

Universalidad, libertad, deber y


buena voluntad
Los imperativos categóricos llevan consigo dos
posibilidades: debo cumplir con determinada máxima
moral o no. Siempre deben provenir de la buena
voluntad, su fin es obrar bien y en pro de una mejor
sociedad hasta convertirlo en ley universal o de la
naturaleza.

Los imperativos categóricos se siguen porque es


nuestro deber actuar de ese modo, es autoimpuesto
desde nuestra racionalidad y no por medio de alguna
instancia externa.

Actuar por deber es hacerlo de tal manera que nuestras


acciones expresen el verdadero valor de la humanidad,
somos libres de decidir qué es lo que queremos y según
este principio nuestros actos deben ser buenos de
manera incondicional y genuina.

Para que este principio se practique, la voluntad de


cumplir con alguna máxima debe estar ya presente en
el individuo con motivos ajenos al imperativo y éste
sólo será una guía que prescribe los medios para
conseguirlos.

Críticas hacia la ética de Kant y el


imperativo categórico
Formalismo

Es la acusación más común, argumentada por Hegel,


J.S. Mill y muchos otros autores contemporáneos que
concuerdan que el imperativo categórico es trivial y
solo un formalismo que no identifica principios de
deber.

El hecho de que Kant proponga la exigencia de


máximas universales quiere denotar que nuestros
principios fundamentales serán genéricos y adaptables
a toda la humanidad y no hay nada más alejado de la
realidad.

La cultura y muchos otros aspectos influyen en la


determinación de las máximas morales de conducta,
además de muchos otros planteamientos que niegan la
posibilidad de aplicación de este principio.

Rigorismo

Es una crítica referida a la propuesta de normas


estrictas e insensibles.

Abstracción

Los críticos argumentan que los principios éticos de


Kant son demasiado abstractos como para poder
orientar alguna acción y por lo tanto no se puede
aplicar como guía su teoría.

Sus principios son verdaderamente abstractos y no


proporcionan instrucciones útiles y viables para poder
ser cumplidos porque Kant alega que la aplicación de
los principios a determinados casos debe suponer juicio
y deliberación.

No existe una forma automática de definir qué acciones


se deben o no realizar y esta forma abstracta fue
establecida por Kant con el fin de que el individuo
aprenda a ser capaz de guiar las decisiones sin
limitaciones colaterales o reglas preestablecidas.

Fundamentos de obligación contradictorios

Esta crítica se fundamente en que de acuerdo a


diversos autores, la ética de Kant contiene una serie de
principios que pueden llegar a entrar en conflicto.
Dentro de sus teorías no encontramos negociaciones o
procedimientos que solucionen los casos de
contradicción entre algunos principios y obligaciones
relevantes.

La posible solución es encontrar una vía por medio de


la que se pueda realizar una acción que satisfaga todas
las limitaciones, pero hay casos donde no se puede
encontrar un consenso y he allí el problema y base
crítica de los fundamentos múltiples de la obligación.

Lugar de las inclinaciones

Kant exige actuar de acuerdo al deber más no de


acuerdo a la inclinación personal y esto puede generar
cuestiones difíciles porque tal vez no sea una acción
moralmente valiosa.

Falta de explicación de la mala acción

Es contemplada la libertad y autonomía en su totalidad


pero no explica la acción libre e imputable pero mala.

Referencias
1. Bowie, Norman (2015). “A Kantian approach to
business ethics”. Tomado
de stakeholder.blogs.bucknell.edu.
2. Galisteo, Esteban (2013). “Imperativo Categórico
de Kant”. Tomado de laguia2000.com.
3. Rivera Castro, Fabiola (2004). “El Imperativo
Categórico en la Fundamentación de la Metafísica
de las Costumbres”. Revista Digital Universitaria.
Tomado de revista.unam.mx.

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