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EL FRUTO DEL ESPÍRITU

Ga.5:22-23
Mtro. Rubén Vidal
I. El fruto en mi relación con Dios
Ha habido mucha confusión acerca del momento en el que el creyente se recibe al Espíritu Santo,
o acerca de la necesidad de otro bautismo aparte del que se realiza con agua, llevando por
consiguiente al pensamiento casi generalizado de que en nuestras iglesias tengamos cristianos de
primera y de segunda clase.

Recordemos que al aceptar a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, inmediatamente
somos sellados por el Espíritu Santo (Ef.1:13-14)

En los justificados, Espíritu Santo obra la SANTIFICACIÓN, acerca de la cual, debemos pedirle
que haga crecer en nosotros el "Fruto del Espíritu", que es uno solo. Después de haber enumerado
los "obras de la carne", que son muchas, Pablo pasa a decir cuál es la señal que identifica al que
ha recibido a Cristo, a un cristiano. Sobre lo cual, vamos a hablar dividiendo en un conjunto de tres
de tres. En este primer grupo no referimos a los beneficios espirituales que provienen de nuestra
relación con Dios:

1. Amor (ágape) es el amor que proviene de Dios, y su más grande amor está resumido en Jn.3:16
y en Ef.5:2; amor que ha de hacerse manifiesto en el creyente según 1Jn.3:14, 4:8; 1Co.13, y
Col.3:14.

2. Gozo. Cuando el amor a Dios y a su voluntad está presente en el cristiano, no lo está sin el gozo.
(Sal.119:16, 24, 70, 174, Ro.8:28). El verdadero gozo no es el del mundo, aquella alegría superficial
que falla en satisfacer las necesidades más profundas del alma; sino que es un gozo "inefable y
glorioso" 1P.1:8.

3. Paz. La Paz es una paz con Dios, la paz que solo Dios puede dar, esta paz nos la da Dios por
su amor (ágape), esta es la serenidad del corazón que se tiene en un ambiente de real seguridad
(Sal.4:8,119:165, Mt.5:9), es el Shalom del que se habla en el AT (Is.26:3) para el NT (Lc.24:36,
Jn.14:27), es bienestar.

El creyente no tiene por qué exhibir las obras de la carne; más bien, con el poder del Espíritu
Santo, puede manifestar las virtudes cristianas que aquí hemos mencionado. El fruto del Espíritu
no es producto del creyente, sino del Espíritu, y son señales visibles que al llevar nosotros el "sello"
hemos de demostrar a los que nos rodean. Debemos de andar dignos de nuestra vocación Ef.4:1-
3.

II. El fruto en mi relación con el prójimo.


Recordemos que el fruto del Espíritu es uno solo, y que para poder desarrollarlo es necesario
haber recibido primero a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador. Habiendo sido sellados
por el Espíritu Santo de la promesa (Ef.1:13), entonces, y solo entonces, iremos creciendo cada día
en santidad dando muestra visible de quienes somos: hijos de Dios, guiados por el Espíritu Santo
y con la mirada puesta en Jesucristo.
El segundo tercio de las tres partes en que está conformado el fruto tiene que ver en la relación
con nuestro prójimo:

1. Paciencia.
Nos habla de la resistencia, del aguante de una persona. La palabra que en el idioma castellano
traducimos como "paciencia", proviene del vocablo griego que habla de la inmutabilidad de una
persona ante la provocación. Así pues, la paciencia como del fruto del Espíritu tiene que ver con
nuestras relaciones con nuestros prójimos bajo la premisa de que todos estamos hechos a imagen
de Dios, y sobre lo cual Pablo nos pide cordura, (Ro.12:12, Col.1:11), y Santiago nos pide mantener
la paciencia en las pruebas (Santiago 1:2-3). Pero es claro que hay una justa indignación como la
de Jesús en el templo (Mt.21:12-13 ss).
En estos tiempos cuanto nos cuesta el tener la paciencia, es más, somos tan pero tan exigentes
que ni siquiera para con nosotros mismos la tenemos, mucho menos la tenemos para con los
demás, nos exasperamos muy fácil y prontamente. La perdemos en el trabajo, en el tráfico, con
nuestros cónyuges (los casados), con nuestros hijos, etc. Lo contrario a la paciencia es ser
impacientes y en este mundo posmoderno, donde todo lo queremos muy rápido y bien, es muy fácil
perder la paciencia.

2. Benignidad.
La benignidad o "afabilidad" es una parte del fruto que crece hacia afuera. El término proviene
del griego, y significa la amabilidad que inunda y penetra la naturaleza entera, nos habla de la
persona que actúa de manera útil moralmente. La benignidad es suavidad y dulzura.
Los cristianos debemos de demostrarla cómo Pablo exhorta a los corintios que sea (2.Co.6:6).
La benignidad es un reflejo, y debe serlo en nosotros, de la benignidad de Dios (Ro.2:4), y es una
ordenanza de Cristo (Mt.5:43-48, Lc.6:27-38, Mr.5:43-48), es una ordenanza que él encarnó
(Lc.7:11-17, 8:40-56)

3. Bondad.
La palabra bondad proviene de un vocablo griego que traduce la cualidad de una persona regida
por lo que es bueno, una persona virtuosa que ejerce la beneficencia (Ef.5:9).
El cristiano debe dar testimonio de serlo (2Ts.1:11-12).
Bondad es amor en acción, es el buen hacer para agradar a Dios, somos imagen de Él y es deber
de todo hijo de Dios, demostrarlo.
La bondad es la excelencia moral y espiritual de toda descripción creada por el Espíritu Santo.
Se menciona inmediatamente después de la benignidad, porque se refiere especialmente a la
generosidad de corazón y en acción.

Este segundo grupo de tres, hace referencia al actuar de un buen cristiano frente a sus semejantes.
Si relacionamos los dos grandes mandamientos que nos ha dejado nuestro Señor Jesucristo,
podemos ver que el primer grupo del fruto, se puede dejar ver en "Amaras al Señor tu Dios..." Y en
este segundo (Paciencia, Benignidad y Bondad) "Amarás a tu prójimo". Pongamos en práctica esta
parte del fruto, recordando lo que nos enseñó nuestro Señor Jesucristo: "Es mejor dar que recibir"

III. El fruto en mí.


Cuando una persona ha aceptado a Cristo como su Salvador, cuando acepta que por Él ha sido
redimido, el Espíritu Santo de la promesa obra en él, sellándolo (Ef.1:13); y la muestra visible, algo
que pudiera no verse a simple vista, pero que sí se nota como algo indescriptible, es que en
ocasiones escuchamos a personas decir: “¿Qué ha pasado con él, o con ella, que vive muy
diferente? Es el Espíritu Santo obrando en nosotros.
Ya hemos analizado dos grupos de tres. En este tercero, analizaremos la parte del Fruto que se
dirige hacia nosotros.

1. Fe
La palabra griega que se refiere a fe, es "pístis" y significa persuasión, credibilidad, convicción, la
veracidad de Dios, y confianza en Cristo para salvación.
Puesto que en esta carta Pablo está hablando a los Corintos, se está refiriendo a la fidelidad, a la
lealtad que debe de tener el pueblo de Dios hacia su Cristo, como hace mención en 4:16, no es
fidelidad a Pablo, no lo es hacia el Pastor, es hacia Dios, hacia nuestro Salvador Jesucristo.
Debemos dejar que nuestro Dios Espíritu Santo gobierne nuestra vida. La falta de fidelidad es una
clara señal de inmadurez espiritual.
En ese mismo sentido, recordemos que cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados
no teníamos fe ni podíamos tener fidelidad a Dios (Ef.2:1-3). Hasta la fe nos es dada por el Espíritu
Santo, nos es dada por pura gracia, ya que siendo muertos espirituales éramos como un cadáver,
que no podíamos hacer nada, un cadáver está completamente inerte y se le haga lo que se le haga,
no puede hace absolutamente nada; así es el muerto espiritual, como leemos en Ez.37 en el pasaje
del Valle de los huesos secos. En nuestro caso, sabemos que solo el Espíritu Santo nos puede dar
vida.
La palabra "Fe" también se le relaciona con lealtad, debemos ser fieles a la Palabra de Dios, y al
evangelio de Jesucristo, el hacerlo nos trae beneficios a nosotros mismos; así podremos vivir con
una completa tranquilidad y dormir en paz como dice David en Sal.4:8

2. Mansedumbre
La mansedumbre es una actitud serena de espíritu, paciente y humilde, algo que en verdad a
muchos nos cuesta trabajo ser, más bien somos susceptibles a perder el control y alguna veces
nos dejamos llevar por la ira; hagamos un breve recuento al final de cada día y tendremos mucha
evidencia. ¿Cómo reaccionamos por la falta de amabilidad de un chofer de transporte público? Si
nos agreden, ¿podremos quedarnos quietos sin responder golpe por golpe?. Recordemos las
enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo cuando dice en Mt.11:29 "Y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas". Jesucristo nuestro Señor
es nuestro mejor ejemplo, y qué mayor ejemplo de mansedumbre que el que mostró cuando fue
agredido antes y durante su crucifixión; no respondió nada. Para ayudarnos a vivir serenamente,
estos tres elementos del fruto se dirigen hacia nosotros. La persona que es mansa aceptará la
voluntad de Dios y para obediencia.

3. Dominio propio.
Este elemento del fruto del Espíritu Santo tiene que ver en mi relación conmigo mismo. Quien
posee esta bendición de poder tener control de sí mismo se pueden abstener de muchas cosas
pecaminosas, tales como las que mencionó Pablo en los Vv.19-22. En una ocasión, prediqué acerca
de esta parte del Fruto, y haciendo mención en cuanto a abstenerse de comer demasiado y cosas
que dañan al cuerpo; en respuesta comentó una hermana: "Ahora sí me acabó el hermano, me dio
donde más me puede". Era una hermana a quien le costaba un poco (no mucho) controlarse en
cuanto a su “buen comer”; esto es también parte del dominio propio. El dominio propio no lo
adquirimos por naturaleza, éste nos es dado solo por la divina gracia del Espíritu Santo. El dominio
propio o templanza es poder controlar nuestras acciones ante situaciones difíciles en las que
podemos reaccionar con violencia ya sea física o verbal, es poder abstenerse de beber alcohol
cuando vamos a una reunión y esto no es imposible, es difícil sí, pero con el poder del Espíritu Santo
en nosotros no habrá imposibles; porque para Dios no hay nada imposible (Lc.1:37) y el Espíritu
Santo es Dios. Vivimos en el mundo pero no pertenecemos al mundo; sufrimos presiones con los
"amigos", con los compañeros del trabajo, en las escuelas, etc., pero aprendamos a decir NO a lo
que va en contra de los designios de Dios, esto es tener dominio propio; lo logramos dejándonos
guiar por el Espíritu Santo (Jn.16:13) quien está con nosotros y en nosotros (Jn.14:16-17).
Pongamos en práctica cada día esta parte del Fruto como vemos también en 2P.1:5-7.
¿Qué podemos concluir de todo esto? Que habiendo sido sellados para nuestra redención, cada
día debemos procurar el Fruto del Espíritu por y con amor, haciéndolo con el gozo que nos trae la
paz a nuestras vidas y en nuestros corazones; tengamos paciencia ante las diversas situaciones
que a diario pasamos; ya sea con nuestra familia, compañeros de trabajo, en la Iglesia, con nuestros
semejantes; siendo benignos y bondadosos con todos, no devolviendo mal por mal, sino bien por
mal, manteniéndonos fieles a Dios porque así nos lo manda en su Palabra, para que con toda
mansedumbre podamos soportar las pruebas, no reaccionando con violencia sino con dominio
propio en cada una de nuestras acciones.

Dios nos bendiga abundantemente. Amén.


Libertad cristiana
Pbro. Salomón Bautista Hernández
Pastor INP “El Buen Pastor” Atasta, Vhsa. Tab.

“Porque ustedes, hermanos, a libertad fueron llamados; sólo que no usen la libertad como
pretexto para la carne, sino sírvanse por amor los unos a los otros.” Gálatas 5:13.
Libertad, liberación, son palabras que están de moda hoy; todo mundo quiere ser libre y
hacer lo que quiera, bajo la suposición de que eso es libertad, hacer lo que uno quiera.
Sin lugar a dudas, la libertad es una de las condiciones de vida humana más valorada en
nuestras sociedades, o al menos, es uno de los derechos más defendidos por las sociedades
occidentales. La libertad de pensar y establecer nuestras propias normas de actuar, la
libertad de creer o no, la libertad de elegir en una democracia, la libertad de formar o no
una familia, la libertad de elegir el género sexual que se prefiera, etc. Estos son derechos
que, sobre todo hoy, se reclaman en nuestra sociedad. Pablo, hablando a la generación de
su tiempo, se dirije a los cristianos de Galacia (52-57 d.C.) y les insiste en el hecho de que
sean libres.

“Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes
en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud” Gálatas 5:1

¿A cuál esclavitud se refería el apóstol Pablo? A la esclavitud de la Ley.

Al interior de la comunidad de los gálatas había personas que insistían en volver o aceptar
algunas de las prescripciones de la Ley Judía, entre ellas el rito de la circuncisión. Por medio
de este ritual, los varones judíos eran marcados en su cuerpo a fin de destacar su condición
de descendientes de Abraham. Por lo tanto, para ellos se trataba de un ritual que les daba
identidad y pertenencia. Pero esta identidad y pertenencia era un regreso al pasado, una
fórmula probada y fallida, una simulación en muchos casos de espiritualidad y religiosidad
que el Señor no había aceptado.

CONCEPTO

En las Escrituras no hay una definición exacta de lo que es la libertad cristiana; sus principios
aparecen en varios pasajes, de los que deducimos que la posición propia de un cristiano es
la de la libertad. Al respecto, Guillermo Green presenta la siguiente definición:

“La libertad cristiana es ese bien propio y característico de la gracia de Jesucristo y de


esa nueva posición en que Él mismo nos introduce y coloca, que supone la más completa
emancipación que experimenta la conciencia al ser desatada, desvinculada y desembarazada
de toda esa carga y yugo de las ordenanzas y ceremonias de la religión, y de todos los
prejuicios, costumbres, dogmatismos y criterios humanos y mundanales” 1

Llamado a la libertad

1 G. Green. “Libertad cristiana” www. http://preciosasemilla.cl/index.php/estudios-biblicos/22-doctrina/31-


rd42-libertad-cristiana
El llamado a la Libertad es universal. Vivimos en una sociedad que lamentablemente en
su gran mayoría es adicta a las drogas, tabaco, alcohol, inmoralidad sexual, violencia y
muchas otras formas de esclavitud en donde la persona tarde o temprano pierde toda
posibilidad de escape. (México, en Latinoamérica ocupa uno de los primeros lugares en
incidencia de adicciones y delitos, y que peligrosamente ha ido permeando aún en los
círculos de familias cristianas)

Jesús dijo “…todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Jn 8:34).
El hombre caído es un esclavo de su condición pecaminosa, un adicto que no puede
controlar sus pensamientos y acciones pecaminosas ni siquiera cuando tenga el deseo o la
intensión de controlarlo.

De ahí que Pablo llame la atención a los gálatas y les recuerde que “fueron llamados a
libertad” Gal. 5:13; es decir, cuando Dios aplica el evangelio al corazón, produce lo que en
la doctrina se conoce como el llamamiento eficaz, y la persona que experimenta este cambio
por obra de Dios, experimenta un transformación en su condición y situación de vida, es
introducida al reino de la libertad, a la esfera de la gratitud, e inicia a vivir libremente para
la gloria de Dios, hallando deleite verdadero en todo lo que hace y haciendo pleno uso de
las habilidades y oportunidades que Dios le da en esta nueva condición.

Así que, ser cristiano implica tener la naturaleza, por la gracia de Cristo, y a su Espíritu Santo
que viene a morar en su interior, el cual le da el privilegio glorioso de vivir bajo su guía y
poder, le infunde fe y gracia para someterse en obediencia la voluntad de Dios.

Una última consideración es este punto es que Jesús mismo introdujo y delimitó el terreno
de la libertad, en la cual nos ha puesto y en la que somos llamados a permanecer firmes
(Gál. 5:1). Así que, el hombre de fe puede caminar en este ámbito que le es propio, pues su
posición es la de la libertad, la de la libertad con que Cristo le ha hecho libre. “Si el Hijo os
libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8.36).

Libertad y libertinaje

Hoy, en los círculos cristianos posmodernos, el problema radica en la dirección hacia la cual
está apuntada la libertad o quizás en el uso que se hace de la misma.

La libertad no debe ser usada para cualquier cosa. No debemos creer que la libertad respecto
de las obras de la ley significa automáticamente ausencia de límite y a la vez permiso para
hacer cualquier cosa.

Pablo utiliza el término griego de aphormé para hablar de la “ocasión para la carne” que
la versión “Dios habla hoy” traduce “dar rienda suelta a sus instintos”. Este término
griego se utilizaba para referirse a la base de operaciones de una campaña militar.

Mac Arthur en su comentario bíblico dice con respecto a este texto:


“La libertad cristiana no es una base de operaciones donde la carne da rienda suelta
a sus instintos naturales para llevar a cabo sus campañas de pecado con toda libertad y sin
consecuencias graves” 2

El libertino o libertinaje de hoy exacerba el principio del placer por sobre el de la realidad,
pues supone que lo importante es lo que quiero y no lo que es posible (lo que se puede
hacer). En ese marco, las reglas se hacen difusas y desaparecen todos los límites.

Como creyentes debemos tener mucho cuidado hacia dónde y cómo usamos la libertad;
pues podemos sucumbir a la oferta tentadora de estos tiempos de consumismo espiritual
del disfrute ahora y pague después. Debemos considerar que la libertad que ofrece la
sociedad es una libertad direccionada hacia el lado de la muerte, aunque sea presentada
llena de vida. Es una libertad que no solo se deriva hacia conductas destructivas sino también
auto destructivas. Es una opresión disfrazada de libertad.

Pero también, equivocadamente, la libertad cristiana a lo largo de la historia se ha


interpretado en algunos sectores evangélicos apegada a una lista de negaciones: no fumar,
no tomar bebidas alcohólicas y no ir a fiestas. Esto, junto con ir a la iglesia fielmente, dar el
diezmo puntualmente y llevar la Biblia al culto, definieron la vida cotidiana de los
convertidos. Así, la libertad cristiana se entendió solamente en términos de
comportamientos individuales de índole separatista y nuestra libertad cristiana no debe
medirse en “no” rotundos, debemos ir más allá.

En resumidas cuentas, la libertad cristiana no debe separarnos sino acercarnos, no debe


señalar sino calzarnos en los zapatos del afligido, no debe aislarnos en nuestra “burbuja
espiritual” sino salirnos al mundo y mostrar que más allá del evangelicalismo fundamental
predicado en buena parte de nuestras iglesias, el creyente vive en una libertad gozosa y que
resulta en palabras de Pablo en “servirnos los unos a los otros por amor”. Gal. 5:13

Libertad y servicio

La ambición, la discordia, el deseo de poder y la arrogancia fueron la causa del extravío de


los gálatas, ante esta realidad de aquella comunidad cristiana Pablo dio una fórmula que
era efectiva y es eficiente hoy; servicio vs egocentrismo, así que estos males son fáciles de
corregir si en las palabras del apóstol nos servimos unos a otros en amor.

Para poner en práctica el servicio de amor tenemos que considerar que la obra de
Cristo nos hizo libres por amor para que podamos servirnos unos a otros. Pero, a la vez,
la libertad que se nos ha dado es una libertad paradójica ya que es una sumisión mutua en
amor.
Así lo enseñó el Señor que, para Él, el más importante es el que sirve y no el que
manda que le sirvan (Lc. 22:24 – 27). Pablo enseñó también a los filipenses a ser del mismo
sentir que Jesucristo que se hizo siervo por amor a nosotros (Fil. 2:5-7). Entendamos que
Jesucristo, por medio del Espíritu Santo, dota al creyente de la misma capacidad de servicio
en amor que él ejemplificó.

2
J. Mac Arthur. Comentario Mac Arthur del Nuevo Testamento, Ed. Portavoz.
Martín Lutero afirmó:

“El cristiano es libre señor de todas las cosas y no está sujeto a nadie. El cristiano es
servidor de todas las cosas y está supeditado a todos”. 3

La libertad es una gracia de Dios que nos es dada para ponerla al servicio de Dios y de su
Reino. Ya no somos libres para vivir para nosotros mismos sino que hemos sido liberados
para vivir para otros, servir a otros, servir a Dios en la construcción de su Reino. Es una
libertad que a diferencia de la libertad humana no nos aísla como individuos, sino que nos
convierte en parte de una comunidad. Es una libertad que genera satisfacciones y no solo
exigencias, porque se trata de la libertad que nos lleva a dar de aquello que somos y no la
exigencia disfrazada de libertad de construirnos a nosotros mismos cada día.

Conclusión
Josemaría Escrivá, en su obra Es Cristo que pasa dice en cuanto a la libertad:
… Amo la libertad de los demás, la vuestra, la del que pasa ahora mismo por la calle, porque
si no la amara, no podría defender la mía. Pero ésa no es la razón principal. La razón principal
es otra: que Cristo murió en la Cruz para darnos la libertad, para que nos quedáramos in
libertatem gloriae filiorum Dei”, (en la libertad gloriosa de Dios). 4
Somos llamados a vivir a la luz de la libertad que Cristo ganó por nosotros, confiando en
que su Espíritu nos da el poder para ver y experimentar cambios profundos en nuestras
vidas. Somos llamados a crecer funcionalmente en esta libertad o, dicho de otra manera,
encontrar mayor libertad en ciertas áreas específicas al aplicar funcionalmente el evangelio
a ellas.
Dejemos como cristianos estas nuevas prácticas de esoterismo espiritual tales como
yoga, vegetarianismo o contemplación al estilo oriental o las nuevas formas evangélicas de
someternos a “iluminados del evangelio” o el liberalismo doctrinal que distorsiona el
contenido del evangelio y nos vuelve a esclavizar al pasado, como la circuncisión a los
gálatas. Vivamos nuestra libertad individual, familiar y colectiva informada por el Evangelio
de Jesucristo y traduzcamos en hechos concretos nuestra libertad, de tal manera que animen
y fortalezcan los impulsos y esfuerzos de aquellos que aún siguen bajo el dominio de la
opresión.

3
M. Lutero, La libertad cristiana, www.fiet.com.ar/articulo/la_libertad_cristiana.pdf, p. 1.
4
Josemaría Escriva. www.escribaobras.org/book/es_cristo_que_pasa.htm
EL ORDEN BÍBLICO DEL SEXO MARITAL
Pbro. Edwin Vasques Ramos

El pensamiento de Dios desde el diseño de una humanidad sexuada: si el acto


sexual no es un acto por amor, entones es un acto pornográfico o de opresión.

Introducción
Las experiencias amargas, o dulces, que han configurado la historia de tu
vida, aunque por ciertos tabúes no lo pienses así, han sido experiencias con un
alto grado de influencia sexual; de hecho, eres el resultado biológico de un
encuentro sexual.
Latinoamérica es una región conquistada en el mundo que, como muchas
otras, tiene una historia definida por el abuso sexual como herramienta de
dominación, por el maltrato producto de corazones desenfrenados por la ira.

Por la influencia de pensamientos incompatibles con el pensamiento de


Dios, actualmente, el sexo ha pasado a ser también un producto de mercado,
sin que implique que haya dejado de verse como herramienta de dominio; al
contrario, existe una malévola combinación de estas dos maneras de
experimentar, entender, valorar y vivir la experiencia sexual. No podemos dejar
de mencionar que la prostitución sexual ha pasado a ser, y es bien visto por
muchos, una profesión. Otra visión perversa del sexo, pero más “honesta”, es
la que se vive en una vida matrimonial, que implica sexo, por un contrato de por
lo menos dos meses.

Ante todo esto, alguna vez te has preguntado ¿cuáles serían las
consecuencias en tu hijo o hija al estar expuestos a esta sistematizada
“enseñanza” perversa del sexo?

Dicotomía sin dualismo en la mente de Dios


Fuimos creados como un todo integrado por cuerpo y alma; sin que un
aspecto o el otro, sea malo esencialmente. No hay un aspecto malo por esencia
en el hombre, más bien, todo el ser integral fue sujetado a una condición
pecaminosa posterior.

El sexo, expresión de comunicación pensada por Dios antes de la


existencia del pecado, es una de las cosas buenas que Dios creó, pero que ha
sido distorsionado por el egoísmo y mente perversa del diablo; por implicación,
estamos diciendo también que no el sexo perverso no fue ideado por Dios ni por
el hombre.
I.- La comprensión del sexo depende de nuestras relaciones. Efesio
4:15.
¿Consideras que el sexo es algo sucio o que pueda contaminarte de por
sí? ¿Cuál es el origen esa consideración tuya? ¿Piensas en el sexo como
provocación de pecado? ¿Qué o quién define el concepto del buen sexo y del
pecado en ti?

Tu relación con Cristo, su genuinidad, su profundidad, y constancia, habrá


de determinar de manera significativa el modo en que comprendes la vida
sexual, si hay virtud alguna en ello, como la manera de experimentarlo.

Acciones Valores Conceptos Relaciones

Es importante traer a consideración en este punto que también nuestra


relación con el viejo hombre, y con personas de mente entenebrecida por el
maligno, habrán de tener su debida influencia en el mismo punto. De modo que
habrá una lucha respecto a la manera correcta de vivir la vida sexual; lucha
definida por los deseos viciados de una mente perversa y la voluntad del Señor.

II. En la vida sexual marital se expresa parte del diseño a imagen


divina del hombre. BIBLICO
La comunicación a través de la entrega de los cuerpos en el encuentro
sexual marital responde a la naturaleza comunicativa trinitaria.
1. El sexo es un acto comunicativo relacional; no necesita palabras
mayores que el mismo acto de la entrega voluntaria de los cuerpos.
2. Es un reflejo de la unión íntima; funde a la pareja en una sola carne,
comunicando los más profundos y reales afectos en un acto no solo
carnal sino profundamente espiritual también.
3. Dios, por su Espíritu Santo, tiene la respuesta al conflicto de simetría
vs asimetría en el matrimonio; siempre que los dos aspectos anteriores
se vivan genuinamente.
Por otro lado, no es acertado pensar en el sexo como un regalo extra o
post creacional, pues es en efecto un elemento del diseño original.
1. Más que un don, es un elemento del diseño de gracia original.
a. Dios pensó al hombre como ser sexual. (Hagamos un ser
sexual…)
2. Negarse a la vida sexual o rechazarla, es negarse al diseño humano
original. Es una actitud extraña al ser original, y por tanto, también
perversa; se extravía del diseño y propósito original.

III. Si, comes o bebes, o tienes relaciones sexuales, hazlo de modo


que Dios sea glorificado. 1 Corintios 10:31. 1 Corintios 7.
A. No es un mandamiento evitar la relación sexual en el matrimonio. V. 6.
1. No es bueno evitarlo, por tanto, evitarlo ¡Nunca!

B. Situaciones que justifican la abstinencia sexual. V. 5. Con estrictas


excepciones, coma (definida como el estado patológico que se caracteriza
por la pérdida de la conciencia, la sensibilidad y la capacidad motora
voluntaria), no hay justificación alguna para negarse al encuentro sexual
marital, salvo que sea para la sosegada oración.

Oración Sexo

C. La voluntad de Dios se expresa en la invitación a deleitarte en él al


contemplarlo en oración o en el cónyuge en la desnudez del acto sexual.
Salmos 84:2/Proverbios 5:18-19.

D. La sabiduría de los sabios del antiguo Israel, nos dice que el sexo marital
está estrechamente relacionado con el gozo en la vida. Proverbios 5:18.

E. El sabio Salomón, con su vasta experiencia en mujeres, nos comparte la


sabiduría que dice que la relación sexual en el matrimonio implica ternura
y pasión. Cantares 7.
1. La relación marital es un entrega mutua propositiva. Ambos deben
tomar la iniciativa, o bien, que sea compartida.
1. Yo soy de mi amado. V. 10.
2. Yo dije: subiré a la palmera…V. 8.

F. Pablo define la relación marital como una relación de:


1. Sustento, y cuidado. Ef. 5:29
2. Amor, y respeto. Ef. 5:33.
3. Santidad, y honor. Ef.4:4.

IV. Una pasión que no cabe en la vida matrimonial, la ira.

La ira es una pasión moral y por tanto es pecaminosa cuando no proviene de


Dios. Es una pasión violenta que implica la excitación sin control de los
pensamientos que definen nuestra vida, o mente; conlleva la aplicación
desmedida de la fuerza o el levantarse con fuerza contra alguien. Ef. 4:31.

I.- Mente renovada vs Corazón endurecido. Ef. 4:1-32.

La vida cristiana, y dentro de ella la vida matrimonial y de familia, consiste en


una lucha constante por decidir entre los vicios engañosos del corazón no
transformado y las virtudes de la nueva creación de Dios. 22,24.

A. La causa de una vida de vicios engañosos es la dureza del corazón. V. 18.


1. Vida vana por causa de un entendimiento en tinieblas.
2. Vida ajena a Dios por causa de la ignorancia.
B. Un corazón endurecido se manifiesta en vicios diversos y extremos. V. 19.
1. Insensibilidad en su expresión de pecado.
2. Lascivia expresada en toda clase de impureza.
a. Ira.
b. Hurto.
c. Malas palabras.
d. Abuso.
e. Violación.

C. La causa de la vida nueva es la mente renovada. 23.


1. La mente renovada da por sentado la creación de una persona nueva.
D. La nueva creación se manifiesta en las virtudes de la criatura espiritual;
que, por consecuencia, los esposos habrán de buscar cultivar uno en el
otro como parte del propósito global del matrimonio.
1. Justicia, santidad, verdad.
a. Crecimiento espiritual, mutuo.
b. Trabajo provechoso, mutuo.
c. Palabras de edificación, mutuas.

II. Acciones espirituales contra la ira, en la familia y matrimonio. Col.


3: 5-17.PERDON BIBLICO
A. Perdonar al modo de Cristo. V. 13.
B. Revestirse del amor de Cristo. V. 14.
1. Como resultado, la paz de Dios te gobernará.
C. Sature su corazón de la Palabra a través de cantos espirituales. V. 16.

D. Viva en el nombre de y para Cristo. V. 17.

III. Lo que la Biblia dice sobre tu ira.


A. La ira humana no es capaz de ejecutar la justicia de Dios. Santiago.1:20.
B. Si este tipo de ira te gobierna, entonces serás problemático o
contencioso. Pv. 15:18
C. Sin embargo, la sabiduría que es buena debe ser acompañada de piedad,
u otra virtud o fruto espiritual. 2 Pedro 1:5-7.

IV. Lo que la Biblia dice al iracundo.


A. Busca el auxilio de alguien que pueda entender tu debilidad y pueda
ayudarte a dejarla: Jesucristo. Hebreos 4:14-16.
1. Sabe lo que es ser tentado.
2. Puede tener compasión de ti.
3. Puede perdonarte y darte su ayuda.

B. Busca ser guiado por sabiduría celestial. Santiago 3:13-18.


1. El resultado será paz en tu vida familiar y matrimonial.

Conclusión
Aunque pareciera no serlo, el sexo en un tema elemental en el entretejido
mensaje bíblico, por escueto que parezcan ser los textos que lo aborden.
El sexo no es la píldora que resuelve tu problema de soledad y tristeza,
pues a menudo, estás son el resultado de problemas del corazón no regenerado
o en un nivel de santificación muy bajo.
Es difícil que alguien no coma aquello que parece delicioso a su vista;
prepara tu cuerpo de modo que sea un vehículo de un alto contenido de
información sexual y emocional a tu cónyuge.
Sin imaginación no hay fiesta; la relación sexual es una fiesta que requiere
alto nivel de imaginación, pero de necesaria energía disponible. No olvides que
el verdadero amor no es vicio.

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