INTRODUCCIÓN

Hoy día, el tema de la responsabilidad política y jurídica es clave en una

democracia contemporánea, en el sentido de que los órganos y Gobernantes
deben y pueden dar cuentas a los ciudadanos sobre el ejercicio de sus
funciones de poder. Al igual que, la sociedad tiene que solicitar balances a los
gobernantes por los casos de corrupción, de abuso de poder o de violación a
los derechos humanos. Es por eso, que en este trabajo se mencionara el
ejercicio de la responsabilidad política y jurídica que se encuentran ligadas a
los que ejercen labores de administración pública.

Por otro lado, se abordara temas de los servidores públicos que son
llamados para concretizar y representar la labor del Estado en sus muy
múltiples y complejos oficios mediante sus diferentes órganos, ya que a través
de ellos, pueden dictar leyes, administrar los asuntos públicos y procurar e
impartir justicia, entendiéndose como función pública, un cúmulo de facultades
y asuntos que deben ser administrados por una persona ligada con el Estado
por la obligación del Derecho Público de servirle. Asimismo, señalar las bases
legales que amparan las funciones públicas, que desarrollan los organismos,
autoridades, agentes y auxiliares del poder público para el ejercicio real y
efectivo de este mismo poder en cualquiera de sus órdenes.

Por último, se dará apunte a la Ley del Estatuto de la Función Pública,

que no es más que las directrices y responsabilidades que deben emplear los
funcionarios públicos, creada con la finalidad de regular el buen
desenvolvimiento de los funcionarios que aspiren cargos de carreras públicas.
Además, se hará hincapié en la Gestión de la Función Pública, su sistema de
la Administración de personal, Capacitación y desarrollo personal,
Responsabilidades y régimen disciplinario.
 RESPONSABILIDAD POLÍTICA Y JURÍDICA

Si bien es cierto, la responsabilidad política parte de su definición básica

como la obligación de responder o rendir cuentas de actuaciones de sus
cargos de todo ciudadano, órgano u ente público, específicamente los de
cargos públicos, en otras palabras, la responsabilidad política radica
principalmente de que todo actor político debe conocer y responder ante todo
lo que ocurre en su área de poder directo. Para una mayor compresión, los
agentes públicos, llámense Gobernantes o Funcionarios Públicos, tienen que
actuar para dar respuesta a las demandas sociales en la perspectivas del
interés general, por lo que son responsables de su acción en ese sentido, y
para ello existen ciertos procedimientos que ayudan a potenciar sus
actuaciones para que sean las correctas.

Por otra parte, los límites de la responsabilidad política pueden

convertirse de naturaleza jurídica si ocurre una trasgresión de carácter legal,
o pueden presumir una sanción de tipo político si la gestión de los agentes es
rechazada por los representantes políticos, es decir, que la responsabilidad
política no se remite únicamente a una conducta fuera de derecho, sino
también a la actividad de vigilancia y control político, que no implica sanción
de tipo jurídico. De allí pues, que la responsabilidad es tanto presupuesto como
resultado de la inspección de trabajo de los agentes públicos.

Ahora bien, la responsabilidad es Jurídica cuando se indica la presencia

de un precepto legal previo que establece una dirección precisa, determinando
así con suficiente regularidad, la sanción penosa que el sujeto obligado tendrá
eventualmente que soportar en caso de incumplimiento. Sin embargo, a veces
en la responsabilidad jurídica igualmente se llega a apreciar la destreza y
cordura de los gobernantes, como lo es su cultura en el modo de emplear las
leyes al ejercer los poderes prudenciales y su mayor o menor grado de
actividades y aciertos en el estudio y tratamientos de algunos problemas
públicos. Seguidamente, en la responsabilidad puramente política, se puede
perfilar algunas de las faltas por la que se exija responsabilidad las siguientes:

 La capacidad gerencial del gobernante. Específicamente, a sus

cualidades personales, como pueden ser las intelectuales y su
capacidad de liderazgo.
 Entendimiento de los propósitos del Estado y del interés colectivo. Esto
es, al medio de las políticas que desarrolla y aplica.
 A su interpretación y aprovechamiento de los poderes que le están
legalmente asignados. En caso de abuso de poder, desprecio de las
leyes o corrupción entra en juego la responsabilidad jurídica.
 El grado de provisión de consecuencias con que se adopta las
decisiones que le incumben.

RESPONSABILIDAD POLÍTICA DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS

Cabe señalar, que el desempeño en el servicio público está sujeto a un

sistema de responsabilidades notorias, donde hay ciertos servidores públicos
que por su alta jerarquía, investidura, facultades y funciones que desempeñan,
están dependientes a un sistema de compromisos políticos que no son
aplicables a la generalidad de quienes prestan un servicio público. Es por ello,
que la sociedad ha tenido en constante crítica el proceder de los servidores
públicos, debido a que su desempeño de funciones debe realizarse con
honestidad. Por lo tanto, la responsabilidad política surge a raíz de la
necesidad de controlar la conducta de los servidores públicos y por ende
combatir la mala gestión.
 Por consiguiente, quienes están sujetos a este gobierno especial de
responsabilidades políticas son los siguientes: Senadores y diputados
federales; ministros de la Suprema Corte de Justicia; consejeros de la
judicatura federal; secretarios de Estado y Jefe de Gobierno del Distrito
Federal; representantes a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal;
procuradores generales de la Republica y de Justicia del Distrito Federal;
magistrados de circuito y jueces de distritos; magistrados y jueces del fuero
común del Distrito Federal.

Asimismo, los gobernadores de los estados, los diputados locales, los

magistrados de los tribunales superiores de justicia de los estados y los
miembros de las judicaturas locales. Dentro del mismo orden de idea, se
infringe en responsabilidad política cuando en ejercicio de sus cargos, los
servidores públicos señalados anteriormente en el primer grupo, es decir, los
que se desempeñan en el ámbito Federal y Distrito Federal, incurren en actos
u omisiones que perjudican los intereses públicos fundamentales o de su buen
despacho.

FUNDAMENTOS LEGALES DE LA RESPONSABILIDAD DE

FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Es de vital importancia entender que un funcionario público en concepto

general, es toda persona que realiza o presta servicios al Estado, debido a su
incorporación voluntariamente, ya sea por elección popular, como es el caso
del Presidente de la República, de los Alcaldes, entre otros, o simplemente por
haberse asociado a la estructura del Estado, con la intención de hacer de la
función pública su modo habitual de vida (estos últimos, son los funcionarios
de carrera, quienes gozan de nombramiento legal, desempeñan servicios de
carácter permanente y disfrutan de sueldos cargados al Presupuesto
Nacional). De allí pues, que el funcionario público hace del servicio que presta
una profesión y que dedica a ella de manera permanente, su actividad física e
intelectual, obteniendo a su vez su sustento.

No obstante, dentro de las normativas vigentes en Venezuela se

contabilizan 12 marcos legales que abordan el tema de la responsabilidad que
tienen los funcionarios públicos de rendir cuentas sobre sus labores y la
obligación de dar respuesta a las solicitudes de los ciudadanos sobre
información vinculada con la gestión y que de una u otra manera genere
impacto en su calidad de vida. Dentro de esas bases legales se halla la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, específicamente en su
artículo 25 donde señala que; “Todo acto dictado por ejercicio del Poder
Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta
Constitución y la Ley es nulo, y los funcionarios públicos y las funcionarias
públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y
administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes
superiores”.

Posteriormente, en la disposición Constitucional 139, establece que el

ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual, ya sea por
abuso o por desviación de poder o por la violación de la Constitución y de la
Ley. Así como también, el Artículo 140 de la Carta Magna, determina que el
Estado venezolano responderá patrimonialmente por los daños que sufran los
particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión
causada sea atribuible al funcionamiento de la Administración Pública.
Seguidamente, en la Disposición 141 de la mencionada ley nos indica que la
Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y se fundamenta en
los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia,
transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la
función pública.

Por otra parte, la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público,

menciona en su Artículo 34, que el funcionario o empleado público responde
civilmente cuando actuando con intención, negligencia o abuso de poder
cause un daño al patrimonio público y que la responsabilidad civil se hará
efectiva con arreglo a las previsiones legales pertinentes; esta misma Ley
establece en su artículo 69 lo siguiente: "Cualquier funcionario público que con
la finalidad de obtener algún provecho o utilidad y abusando de sus funciones,
ordene o ejecute en daño de alguna persona un acto arbitrario que no esté
especialmente previsto como delito o falta por una disposición de la Ley, será
castigado con prisión de seis meses a un año."

De esta manera, dentro de la Legislación venezolana existen otras leyes

en materia jurídica y legal que regulan la responsabilidad de los Funcionarios
Públicos, de las cuales se podrían mencionar algunas, como lo son: Código
Penal Venezolano, Código Civil Venezolano, Ley Orgánica de la
Administración Pública, Ley del Estatuto de la Función Pública en Venezuela,
Ley Orgánica de la Contraloría General de la Republica, entre otras.

LEY DEL ESTATUTO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Lo expuesto anteriormente, conlleva hacia la creación de una Ley sobre

el Estatuto de la Funcion Publica, con la finalidad de conducir a los
Funcionarios y Funcionarias que prestan sus servicios dentro de la
Administración Publica en todo lo relacionado a Administración de personal,
que básicamente tiene que ver con la planificación de Recursos Humanos, así
como también, los procesos de reclutamiento, la selección, el ingreso, la
inducción, capacitación y desarrollo en lo referente al trabajo a realizar por
dichos funcionarios, la planificación de las distintas carreras que convergen
dentro de lo que se conoce como función pública. También, el sistema de
evaluación de méritos, ascensos, traslados, transferencias, valoración y
clasificación de todos los cargos, escalas de sueldos, permisos y licencias.

De este mismo modo, fue diseñada para establecer un régimen

disciplinario, normas para el retiro, régimen jurisdiccional. De igual manera, fue
creada como una necesidad para sistematizar, a través de ella misma, todo lo
concerniente a lo que se considera función pública. Es de hacer notar, que el
Director de todos los funcionarios públicos, es el Presidente de la República y
quien dirige exclusivamente la Administración Publica es el Ministerio de
Planificación y Desarrollo, quienes están encargados de tener y mantener al
día un registro de todos y cada uno de los funcionarios, profesionales o no,
con que cuenta la Administración Publica del país, unificando en uno solo,
todas las nóminas de todos los Ministerios de la Nación.

Dentro del mismo orden de ideas, La mencionada Ley destaca lo que

son los derechos que poseen los Funcionarios públicos, entre los que se
cuentan; estabilidad en el desempeño de sus cargos. Sin embargo, se
establecen sus deberes los cuales señala que deben prestar sus servicios
personalmente con la eficiencia requerida, acatar las órdenes e instrucciones
emanadas de los superiores jerárquicos, cumplir con el horario de trabajo,
presentar un comportamiento decoroso con las cortesías debidas, conservar y
salvaguardar los documentos y bienes de la Administración Publica,
manejarse con la debida Ética profesional, entre otros.

Es necesario mencionar, que para el mejor rendimiento y

profesionalismo de los Funcionarios en la Administración Publica, la Ley
contempla que dichos funcionarios sean formados y capacitados para su
mejoramiento técnico, profesional y moral. Por lo que, se diseñaran,
impulsaran, evaluaran y seguirán las políticas de formación, capacitación y
desarrollo del personal al servicio de la Administración Publica Nacional,
siendo cada órganos o entes de la Administración Publica Nacional,
autónomos para contratar a los profesionales para dicha capacitación.

GESTIÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Se entiende por gestión pública el conjunto de acciones mediante las

cuales las entidades persiguen el logro de sus fines, objetivos y metas, ya sea
a mediano y largo plazo, de los que están enmarcados por las políticas
gubernamentales establecidas por el Poder Ejecutivo. Dicho de otra manera,
la gestión pública está conformada por los espacios institucionales y los
procesos a través de los cuales el Estado implementa políticas, suministra
bienes y servicios, con el fin de dar curso a sus funciones. Dentro del mismo
orden de idea, el artículo 5 de la Ley del Estatuto de la Función Pública define
que la Gestión de la Función Pública le corresponde, en el Poder Ejecutivo
Nacional al Vicepresidente Ejecutivo y a los ministros; a nivel estatal y
municipal a los Gobernadores y Alcaldes; y a las máximas autoridades
directivas y administrativas de los institutos autónomos.

SISTEMA DE ADMINISTRACION DE PERSONAL

En tal sentido, los aspirantes a ingresar a cargos dentro de la

Administración Publica, lo tienen que hacer en base a ciertos indicadores, los
cuales son; aptitudes, actitudes y competencias. Estos mismos, son evaluados
en concursos públicos, ya que esto permite el equilibrio de condiciones de los
participantes. En efecto, las Oficinas de Recursos Humanos de las distintas
áreas en los órganos y entes de la Administración Publica, serán los
encargados de evaluar durante 3 meses, el periodo de prueba del aspirante
donde desempeñara sus funciones. Por ello, si aprueba ingresara como
funcionario de carrera en el cargo para el que concursó y que ejerció durante
el lapso probatorio.

Igualmente, los Funcionarios de carrera que ocupan cargos de carrera,

pueden gozar de ascensos dependiendo de su trayectoria laboral en sus
funciones y conocimientos. De tal manera, que obedece, o es propiciado
objetivamente por él, de consentimiento con lo que prevea el reglamento. Se
hace necesario resaltar, que todo esto es de conformidad según lo que esta
establecido en la Ley del Estatuto de Función Pública.

CAPACITACION Y DESARROLLO DEL PERSONAL

Sin duda alguna, debido a los cambios, adaptación y complejidad de los

organismos y entes públicos, se ha hecho necesario considerar los
conocimientos, talentos y destrezas de los profesionales en su campo laboral,
por tal razón dentro del marco legal de la Ley del Estatuto de Función Pública,
destaca los factores primordiales para lograr el desarrollo del personal en el
transcurso de su carrera, mediante la formación y capacitación, abarcando así
las características siguientes; mejoramiento técnico, profesional y moral de los
funcionarios; su preparación para el ejercicio de actividades más complejas,
mediante la adquisición de nuevas tecnologías, adaptación de los cambios
culturales y de las organizaciones, detectar a través de evaluaciones las
deficiencias, asumir nuevas responsabilidades. Es así como, se podrá
progresar en la carrera administrativa.

Por tal efecto, el órgano responsable para llevar a cabo estas

actividades será, el Ministerio de Planificación y Desarrollo a través de la
Administración Publica Nacional. Aunado a esto, diseñara, impulsara, evaluara
y efectuara el seguimiento de las políticas de desarrollo de personal. Así como
también, será responsable de la coordinación, vigilancia y control de los
programas respectivos.

RESPONSABILIDAD Y REGIMEN DISCIPLINARIO

Si bien es cierto, los funcionarios o funcionarias públicas deben

responder penal, civil, administrativa y disciplinariamente por los delitos
cometidos, faltas, hechos ilícitos e irregularidades administrativas ocasionadas
en el ejercicio de sus funciones. Aunque, aquel funcionario o funcionaria
público que estando en la obligación de sancionar, no cumpla con su deber,
será sancionado por la autoridad correspondiente conforme a lo establecido
en la presente Ley, sus reglamentos y demás leyes que rijan la materia. Por
otro lado, los funcionarios públicos que renuncien, disminuyan o comprometan
sus competencias de dirección o de gestión en la función pública mediante
actos unilaterales o bilaterales, serán responsables de los perjuicios causados
a la república por responsabilidad administrativa, civil y penal, de conformidad
con la ley.
 CONCLUSIÓN

En síntesis, se pudo apreciar como los organismos y entes públicos les

he necesario ser vigilados, controlados, monitoreados, amparados y regulados
por sistemas de marco legal Constitucional, sobre todo a aquellos que
independientemente de sus actividades y áreas, ejercen labores de funciones
públicas ante el Estado y Sociedad, eso hace que la gama de sus oficios sean
muy variadas. Esto a su vez, conlleva a que puedan conducirse por la recta
legal e integra de los mandatos, decretos, reglamentos, ordenanzas y leyes
que establecen su fiel desempeño en el cargo. En caso de hacer caso omiso
a estas vigentes leyes y órdenes, les acarrea sanciones tanto penales como
administrativas, que va desde sus responsabilidades políticas y jurídicas ante
todo aquel organismo público que demande de este fiel cumplimiento.

Para concluir, la aprobación, discusión y publicación oficial de Estatutos

y Funciones primordiales de aquellos que ejercen cargos públicos de suma
importancia, es notorio y vital para cualquier nación, debido a que esto de
alguna u otra manera contribuye a la correcta Administración Pública, siendo
este un eje de estabilidad y orden Público en un país. Por lo tanto, invertir,
evaluar y capacitar a un equipo profesional con ética en todos los campos de
servicios públicos, hará potenciar en cuanto a materia de leyes, funciones y
reglamentos todo un sistema de Planificación y desarrollo de un Estado.