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Taller Obligaciones ll

Por: José Joaquín Ayala Agudelo


José Daniel Velásquez Petro
1. El perjuicio
 Clases de perjuicios
 Formas de estimación del perjuicio
 Clausula penal, sus funciones y efectos
 ¿Qué aspectos se tienen en cuenta para determinar un perjuicio moral?

2. En medio de una fuerte neblina, Juan es atropellado por Carlos. Juan es futbolista
y recibe 20 millones por mes, queda incapacitado por 130 días, pierde su ojo
izquierdo. Estime los perjuicios, fuente de la obligación y si procede la
indemnización…

Respuestas

1. R/ El perjuicio puede considerarse como el daño que se refiere a toda suerte de


mal material o moral. Esta definición se debe entender en el sentido de daño
material. El daño también puede ser moral. De este modo, entiende por daño "la
pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por la falta de cumplimiento de
una obligación. Lo que es notorio, es que en materia de responsabilidad civil, el
daño se encuentra generalmente relacionado con el concepto de perjuicio, que
resulta ser la categoría opuesta del daño emergente. Cuando un hecho cause
daños o perjuicios a una persona y la ley imponga al autor de este hecho o a
otra persona distinta la obligación de reparar esos daños y perjuicios, hay
responsabilidad civil. Los daños y perjuicios cuya reparación impone la ley,
pueden provenir de un hecho ilícito o de un hecho lícito.

Clases de perjuicios

 Perjuicios Materiales. El daño es patrimonial cuando consiste en una


pérdida pecuniaria. Se distingue el daño emergente (pérdida actual del
patrimonio) y el lucro cesante (frustración de una legítima utilidad que
hubiera incrementado el patrimonio de no haber sucedido el hecho
dañoso). Se entiende por ello el atentado que se produce contra los
derechos pecuniarios de una persona. Para dar lugar a la reparación, el
perjuicio debe ser cierto; no debe haber sido indemnizado anteriormente;
debe implicar un ataque a un interés legítimo jurídicamente protegido;
debe ser directo; en principio, debe ser previsible cuando la
responsabilidad sea contractual.

 Perjuicios Morales. El daño moral es la molestia o dolor, no apreciable


en dinero; el sufrimiento moral o físico que produce un determinado
hecho. "Es el sufrimiento o aflicción psicológica que lesiona el espíritu y
se manifiesta en dolores e inquietudes espirituales y pesadumbres".
Nuestra jurisprudencia considera que el daño extramatrimoniales o no
económico, un sentimiento íntimo, una pena, un dolor, el atentado a la
reputación o al honor puede construir este daño.
 Daños directos. Todos los que sufre la víctima inmediata del hecho
dañoso, tanto si afectan a su persona como si afectan a sus bienes.

 Daños indirectos. Los daños indirectos son los que sufre una persona
como consecuencia de los daños directos que otra experimenta. Se
denominan daños reflejos, daños por rebote, daños mediatos e incluso
daños por carambola (en la doctrina francesa, dommage par ricochet).

 Previsibles e imprevisibles. El C.C en su artículo 1616 nos habla


acerca de estos casos, “si no se puede imputar dolo al deudor, solo es
responsable de los perjuicios que se previeron o pudieron preverse al
tiempo del contrato; pero si hay dolo, es responsable de todos los
perjuicios que fueron consecuencia inmediata o directa de no haberse
cumplido la obligación o de haberse demorado su cumplimiento”. Sin
embargo, puede que por factores externos, tal daño resulte sorpresivo o
anormal, el deudor, aun culpable, no tiene que repararlo.

 Actuales y futuros. El incumplimiento de la obligación no siempre


repercute de modo instantáneo en la órbita jurídica del acreedor,
produciendo en esta una lesión presente, sino que el efecto nocivo de
aquel puede proyectarse hacia el futuro.

 Ciertos y eventuales. Es decir que debe ser real, efectivo, tener


existencia. Con esto se rechaza el daño eventual, meramente hipotético,
que no se sabe si existirá o no. Es por ello que se puede decir que en el
fondo el lucro cesante es siempre un daño futuro. Por ello no se discute
la indemnización del daño futuro cierto. Pero por la razón señalada el
daño futuro no es indemnizable, puesto que aún no se ha producido, si
no es cierta su sobreviniencia. Pero cabe preguntarse si la posible
victima puede accionar para impedir el daño que fundadamente teme. Si
bien no será una acción indemnizatoria, creemos que cualquier persona
puede recurrir al juez solicitándole que tome medidas de prevención
cuando exista un daño que fundadamente se teme, y esto es mediante
el recurso de protección. Para que el perjuicio sea susceptible de
reparación es preciso que su existencia no sea cuestionada; es decir que
debe existir o haber existido, y que se encuentre fundado en hechos
precisos y no hipotéticos. El perjuicio hipotético o eventual no es
reparable. Cuando existen dudas acerca de si el perjuicio se producirá o
no se producirá, la acción en responsabilidad civil no puede ser admitida.
Es por tanto que, Lo cierto es que el daño nazca de un hecho preciso, no
una hipótesis; lo real y actual es que el daño debe haber existido o existir
al momento de la acción en responsabilidad.
Formas de estimación de perjuicios
- Estimación judicial: Son muchos y variados los requerimientos a la hora de
solicitar la indemnización de perjuicios, solo por nombrar algunos, encontramos que:
El daño de la presunta víctima debe ser probado,
La victima deberá apreciar un monto indemnizatorio,
Deberás tener en cuenta las condiciones propias de la presunta víctima
Y la gravedad de la culpa también se deberá tener en cuenta.

El artículo 1613 del Código Civil establece que la indemnización de perjuicios


comprende tanto el daño emergente como lucro cesante, bien sea por no cumplir
con una obligación o que bien esta se cumplió a medias o imperfectamente.

El Código Civil define el lucro cesante como las ganancias o el provecho que se deja
de percibir por el incumplimiento de la obligación o del incumplimiento parcial o
imperfecto de la obligación. Para aclarar la definición el lucro cesante hace
referencia a la utilidad en términos de dinero que puedes dejar de recibir, es decir,
que si tú como víctima no hubieras sufrido el daño, la utilidad proveniente de tu
trabajo o de cualquier otra actividad seguiría llegando.

El mismo código define el daño emergente como el perjuicio o perdida proveniente


del incumplimiento de una obligación o del cumplimiento parcial o imperfecto de una
obligación. Este tipo de daño se refiere, por ejemplo, al valor total de una
determinada cosa de tu propiedad que a causa de la imprudencia o impericia de un
tercero sufrió algún tipo de daño.

- Estimación legal: Excepcionalmente la ley y ciertas normas jurídicas a ella


asimiladas fijan el monto de la indemnización de perjuicios en forma tal que los
jueces deben atenerse a dichos criterios. Podemos identificar ciertos casos de
estimación legal...

Generalmente conocemos el interés corriente bancario, el interés moratorio y la


tasa de usura, pero existe un interés denominado por la ley así, interés legal. El
interés legal tiene su origen en el artículo 1617 del código civil que dice:
“Indemnización por mora en obligaciones de dinero. Si la obligación es de pagar una
cantidad de dinero, la indemnización de perjuicios por la mora está sujeta a las
reglas siguientes:
1a.) Se siguen debiendo los intereses convencionales, si se ha pactado un interés
superior al legal, o empiezan a deberse los intereses legales, en el caso contrario;
quedando, sin embargo, en su fuerza las disposiciones especiales que autoricen el
cobro de los intereses corrientes en ciertos casos. El interés legal se fija en seis por
ciento anual.
2a.) El acreedor no tiene necesidad de justificar perjuicios cuando solo cobra
intereses; basta el hecho del retardo.
3a.) Los intereses atrasados no producen interés.
4a.) La regla anterior se aplica a toda especie de rentas, cánones y pensiones
periódicas.

Cuando se está hablando de interés legal, se está hablando del 6% que contempla
el artículo 1617 del código civil. Naturalmente que el interés corriente bancario, el
interés moratorio y la tasa de usura, también tienen un origen legal por estar
contenidas en normas comerciales o civiles, pero en estos casos, se les ha asignado
un nombre específico, y el monto del interés no es fijo sino que varía en función del
comportamiento del mercado financiero, intereses que se tasan en función de los
valores que mensualmente certifica la superintendencia financiera.

El daño moral es toda aflicción, dolor, sufrimiento, tristeza que padece la víctima. Es
una lesión a la esfera sentimental y afectiva del sujeto. El daño moral se puede
materializar como “el dolor, la pesadumbre, perturbación de ánimo, el sufrimiento
espiritual, el pesar, la congoja, aflicción, sufrimiento, pena, angustia, zozobra,
desolación, impotencia u otros signos expresivos” (Corte Suprema de Justicia). Esta
materialización del perjuicio debe ser trascendental, no puede ser una simple
molestia.

El perjuicio moral no es una afectación a un bien con determinado precio, sino que
es un detrimento a bienes insustituibles y de inmensurable valor que pueden ser
susceptibles de valoración económica o no (perjuicios patrimoniales).Tiene como
uno de sus fundamentos la protección constitucional que se da al ser humano en el
Estado Social de Derecho.
No le corresponde únicamente a la jurisdicción constitucional la protección de dichos
derechos, sino que la misma se extiende a todas las jurisdicciones, entendido como
un sistema unitario estableciendo diferentes medios de protección. Al vulnerar los
derechos consagrados constitucionalmente se da lugar a su resarcimiento, pues son
derechos fundamentales.

Tasación del perjuicio moral


Respecto a la tasación del perjuicio moral, la Sección afirmó que estos se reconocen
a quienes sufran un daño, a manera de indemnización más no de reparación, y
precisó que es el juez a quien le corresponde establecer el valor pertinente de
manera proporcional al daño acaecido.

En ese orden, esta clase de perjuicios únicamente puede ser reconocida cuando la
persona demuestre a través de los medios probatorios su ocurrencia.

 Daño moral objetivable: es aquel que permite valoración económica basándose en


el dolor infringido a las víctimas, el perjuicio estético o el daño a la reputación. Es la
consecuencia patrimonial de la causación de un daño extra patrimonial.
 Daño moral subjetivo: no es susceptible de valoración económica, ya que se
manifiesta en un dolor físico o moral de la víctima.
En la Sentencia de unificación jurisprudencial del 28 de agosto de 2014, Exp.
26.251, M.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa, se han diseñado cinco niveles de
cercanía afectiva entre la víctima directa y los perjudicados o víctimas indirectas.
Para los niveles 1 y 2 se requerirá la prueba del estado civil o de la convivencia de
los compañeros. Para los niveles 3 y 4, además, se requerirá la prueba de la relación
afectiva. Para el nivel 5 deberá ser probada la relación afectiva.
Esta Corporación ha considerado que el hecho de que esté acreditado el parentesco
representa un indicio para la configuración de ese daño en los parientes hasta el
segundo grado de consanguinidad y primero civil, lo que se fundamentan en que: a)
la experiencia humana y las relaciones sociales enseñan que entre los parientes
existen vínculos de afecto y ayuda mutua y b) las relaciones familiares se basan en
la igualdad de derechos y deberes de la pareja y en el respeto recíproco entre todos
sus integrantes (artículo 42 de la C.P.). De esta manera, la pérdida o enfermedad
de uno de los parientes causa un grave dolor a los demás. Lo anterior no obsta, para
que en los eventos en que no esté acreditado el parentesco se pruebe el dolor moral
de estos parientes en calidad de damnificados, mediante el uso de los diversos
medios de prueba que dispone el C.P.C de los cuales se pueda inferir el daño moral
sufrido.

- Estimación convencional (La cláusula penal):


Cuando se realiza un contrato, por ejemplo un contrato de compraventa para que
no se incumplan las obligaciones impuestas por este contrato a las partes, se puede
establecer una cláusula en la cual se obliga a la parte que incumple la obligación a
cancelar una suma de dinero, a la cual se le denomina cláusula penal.

La cláusula penal se encuentra consagrada en el artículo 1592 del código civil de la


siguiente manera: “La cláusula penal es aquella en que una persona, para asegurar
el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena que consiste en dar o hacer
algo en caso de no ejecutar o retardar la obligación principal”, es decir, se consagra
como un castigo que se impone a la parte que incumple con la obligación que le
impone el contrato, dicha cláusula se estipula en el contrato que suscriben las
partes. Para ser más claros, planeemos el siguiente caso: Carlos y Manuel realizan
un contrato de compraventa en el cual Carlos vende una casa a Manuel, en el
contrato se estipula una cláusula penal en la cual Carlos debe pagar una suma de
dinero si no entrega la casa en la fecha estipulada en el contrato de compraventa.

Solo cuando se ha constituido en mora al deudor, puede el acreedor demandar la


obligación principal o la pena; y una vez constituido el deudor en mora podrá el
acreedor pedir el cumplimiento de la obligación principal o la pena, pero no las dos
a la vez a menos que se haya estipulado otra cosa por las partes que suscribieron
el contrato. No obstante, en los casos en que es declarada la nulidad de la obligación
principal, debido al carácter accesorio de la cláusula penal, la nulidad de aquella
acarrea la de esta; se debe cumplir la cláusula penal desde que el deudor incurre
en mora. Si hay cumplimiento solo de una parte de la obligación principal aceptada
esta por el acreedor, el deudor tendrá derecho a que se le rebaje la pena por el
incumplimiento de la obligación principal. Es incompatible pedir indemnización de
perjuicios y cumplimiento de la cláusula penal a la vez, salvo que las partes
contratantes hayan estipulado otra cosa.
2. R/ En primer lugar teniendo en cuenta los presupuestos planteados en el caso
cabe determinar qué, dentro del régimen objetivo de responsabilidad propio de
las actividades peligrosas es un régimen que se basa en el riesgo o grave peligro
que el ejercicio de las actividades denominadas como peligrosas comporta para
los demás. La responsabilidad recae sobre quien ejerce una actividad que se
considera peligrosa para la comunidad en la medida en que incrementa los
riesgos y peligros a los que normalmente están expuestas las personas, que en
este caso sería la conducción de un vehículo automotor, esto se deriva de un
hecho ilícito ya que el conductor (Carlos) actuó de manera imprudente al no
tomar las medidas correspondientes al ir por una carretera con poca visibilidad
como era es en este caso, entonces podríamos hablar de unas lesiones
personales culposas, además de esto Juan quien era un futbolista y por ello
recibía cierta remuneración económica cabe resaltar también una indemnización
de perjuicios tanto materiales o extrapatriomoniales como también morales. Por
lo cual se podría demostrar para una reparación de perjuicios un lucro cesante
teniendo en cuenta que era un futbolista y esta es una profesión que tiende a
ser muy buen remunerada como profesional, es decir los frutos que este hubiese
podido recibir a futuro, ya que este tenía unas ganancias de 20M mensuales y
queda incapacitado por 130 días, adicionado a esto pierde su ojo izquierdo lo
cual le imposibilitaría su recta ejecución de la profesión por lo cual también
podríamos hablar de daños morales ya qué no podría seguir ejerciendo su
profesión lo cual el generaría una gran aflicción emocional y lo afectaría en su
vida personal o privada.
Bibliografía
 Manual de obligaciones, Alberto Tamayo Lombana, 2004.
 Sentencia de unificación jurisprudencial del 28 de agosto de 2014, Exp. 26.251,
M.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.

Webgrafía

 https://danosyperjuicios.webnode.com.co/categorias-del-dano-para-la-estimacion-
de-danos-y-perjuicios-en-accidente-de-transito/
 https://www.misabogados.com.co/blog/que-es-la-indemnizacion-de-perjuicios
 https://prezi.com/foe-9w80zup4/perjuicios-morales/

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