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Culto “Selfie”

Hace unos meses junto a mi familia (mi esposa y mis dos hijas) nos
encontrábamos en Europa por motivo de realizar la obra misionera
predicando la Palabra en diferentes congregaciones.
Hace unos meses junto a mi familia (mi esposa y mis dos hijas) nos encontrábamos en Europa
por motivo de realizar la obra misionera predicando la Palabra en diferentes congregaciones.
Como es normal, los días en los cuales no teníamos compromisos en las congregaciones, nos
dispusimos a visitar los lugares turísticos que son muy numerosos en las ciudades por las
cuales nos estábamos hospedando. Ayer en la noche, junto con mi esposa, estábamos
revisando algunas fotos que como familia nos tomamos en los lugares más representativos
de Italia, España y Francia. Al hacer un rápido recorrido de las fotografías almacenadas en
el teléfono móvil, vino un pensamiento a mi corazón. En una de las fotos, que fue la que me
hizo “clic” nos veíamos los cuatro en primer plano, y detrás se veía un poquito de la Torre
Eiffel. En ese momento no hice ningún comentario, solo seguimos viendo las fotos y
recordando algunas anécdotas divertidas. Pero esa imagen fotográfica me acompañó durante
todo el día de hoy mientras me preguntaba retóricamente si acaso no era la figura principal
la Torre Eiffel o el Coliseo Romano o la Plaza de la Merced. Nosotros en términos generales
podemos sacarnos fotos en cualquier momento que quisiéramos, pero no siempre tendremos
alguno de estos monumentos delante nuestro, sin embargo en las fotografías quienes
aparecemos en primer plano somos nosotros y detrás, a lo lejos, los grandes monumentos que
son los que atraen a los turistas por montones. Nosotros, y todos los turistas, nos
encontrábamos en idéntica situación: Selfies y más selfies.

Antes de continuar, quiero decir que no tengo nada en absoluto en contra de las selfies,
no me lo interpreten como un mensaje legalista, porque esa NO es la intención de esta
publicación, sino solamente una anécdota que entiendo puede ser útil para brindarme
y brindarles un pensamiento espiritual.

Si bien con la cámara hemos sacado diferentes fotografías a paisajes, monumentos, museos,
etc, las “selfies” justamente se caracterizan por tomarse una foto a modo de autorretrato en
donde nosotros somos los protagonistas y todo lo demás pasa a un segundo plano.

Una selfie es un autorretrato realizado con una cámara fotográfica, típicamente una
cámara digital o teléfono móvil que luego es compartido en las redes sociales.

Esto es solamente una anécdota familiar (¡con dos hijas adolescentes!)… pero que me sirvió
como una voz de alerta, para que nunca nuestros cultos a Dios se conviertan en un culto
“selfie”, en donde nosotros (predicadores, músicos, cantantes, servidores, todos nosotros los
creyentes en general) nos convirtamos en los protagonistas, que ocupamos el primer lugar y
de fondo, muy a lo lejos esté Aquél quien es el único realmente importante: DIOS.
La correcta ubicación
Lucas 7:37, 38: Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús
estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y estando
detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba
con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.

Esta porción del evangelio que escribió Lucas es una excelente ilustración de la ubicación
correcta que debemos tener: “Detrás de Él y a sus pies“. La mujer de la ciudad, tal como lo
dice el versículo en cuestión, era pecadora; pero esta pecadora trajo un frasco de alabastro
con perfume carísimo y no dudó ni un instante en romperlo para derramarlo en la Persona de
Jesucristo, puesta a sus pies y detrás de Él. Esta es la ubicación correcta, y esta es la ubicación
que todos y cada uno de nosotros debemos ocupar en cada culto a Dios.

Que el predicador con su mensaje ungido nunca le robe el protagonismo al Señor. Que los
músicos con su virtuosismo no le robe el protagonismo al Señor. Que los cantantes con su
don no le roben el protagonismo al Señor. Que los servidores con su diligencia y compromiso
no le roben el protagonismo al Señor. Que todos los creyentes (servidores y pueblo, pastores
y ovejas) nunca le robemos el protagonismo al Señor, porque Él es el único digno de ocupar
el primer lugar en nuestros cultos y en nuestras vidas para siempre!

El Pastor escocés del siglo XIX Robert Murray McCheyne (1813–1843) escribió en una
oportunidad un pensamiento que quiero acercarles: “Por cada mirada que te des a ti mismo,
mira diez veces a Cristo.”

Muchas bendiciones a todos!

Pastor Duilio Vetere

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