TEXTO REFLEXIVO SOBRE EUROCENTRISMO Y ROL DEL DOCENTE

Juan Camilo Alzate

Licenciatura en pedagogía Infantil

Universidad de Antioquia

Seccional Oriente

“Mi alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu,
porque implica una comprensión crítica de la
realidad social, política y económica en la que está el
alfabetizado”

Paulo Freire

Muchas veces se refiere al ser humano como si fuera uniforme, como si existiera la
posibilidad de que un solo hombre pudiese representar toda la humanidad, y aunque esto
sería válido para distinguir al ser humano de otras especies, en realidad no es suficiente para
hacerse a una idea de él y mucho menos de su complejidad sin perder de mira sus
dimensiones física, psíquica y social. Esto da pie para plantear a los seres humanos como
diferentes unos de otros, puede ser el tamaño, el sexo, el color de piel, el idioma o
simplemente sus creencias o ideologías, y sumado a todas estas características, cada persona
habita en un espacio y en un tiempo lo cual da como desenlace que cada sujeto es único en
el mundo.

Pero el hecho de ser diferente no quiere decir de ninguna manera que una persona pueda
valer más ni menos que otra. Claro está, la teoría casi siempre va un poco más adelante de la
práctica, las leyes y las Constituciones de cada país parecen mostrar que la igualdad debe ser
una realidad, pero esto sí es seguro, para muchas personas la igualdad solo es un sueño.

Tal vez esta brecha de equidad no sería tan grave si el mismo sistema no se encargara de
abrir cada vez más este espacio. Este es el caso de la teoría económica neoliberal que
finalmente termina siendo un discurso hegemónico de un modelo civilizatorio (Lander,
2000), un modelo que por su carácter eurocéntrico termina por naturalizarse y es aceptado
por las sociedad sin reproche alguno, aun peor, las personas terminar por promocionarlo e
idealizarlo porque no conocen su verdadero funcionamiento.

No muy lejos de esta situación están las escuelas, encargadas de la producción y

reproducción de la cultura, y como “materializador” de esta función se encuentra el maestro,
quien finalmente termina por enseñarles a amar el “sistema” a los cientos de estudiantes
que pasan por sus manos, claro está, si este maestro tiene nublados los ojos y desconoce
todo aquello que a favor de las clases dominantes está oculto.

Pero, ¿qué posición puede tomar un maestro frente al eurocentrismo, la sociedad neoliberal
y el pensamiento colonial? Las respuestas aun no están dadas y de seguro la ha de construir

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cada maestro según se enfrente a las situaciones, sin embargo aquí se exponen unas
pequeñas ideas que no deben tomarse como absolutas, pero pueden servir de base a
propuestas más elaboradas. Inicialmente el maestro ha de entender que es lo que está
ocurriendo con los pensamientos eurocéntrico como se manifiesta y como lo afecta y desde
allí deberá discernir cual será su forma de proceder.

El maestro ha de ser crítico al currículo, sus contenidos, y formas de evaluar, pues algunas
veces allí se ven reflejados los intereses del pensamiento único neoliberal, donde se pone de
manifiesto los ideales de desarrollo que necesita este sistema, pues la economía moderna
requiere profundas trasformaciones de los cuerpos, los individuos y las formas sociales para
crear así “el hombre económico” sujeto ideal para la demanda y la oferta. Por ello ha
reflexionar cuando habla de evaluación por competencias, indicadores de desempeño, la
competitividad, el emprendimiento, la productividad son algunos de los términos que
muestran que los docentes trabajan por un modelo centrado en los productores y los
consumidores.

Cuando el maestro enfrenta el currículo ha de entender que todas las asignaturas son
importantes, no solo lenguaje y matemáticas y los saberes positivistas de las ciencias
naturales y sociales que además reproducen en contenidos los saberes positivistas
eurocéntrico; otras áreas como la educación física, artística, ética o religión no son materia
de relleno, sino que deben ser punto de deliberación respecto a lo que se considera
impórtate aprender porque es la exigencia del medio.

El educador ha de ser también sigiloso con los ideales de desarrollo que consciente o
inconscientemente pone sobre los niños, como por ejemplo que el éxito está en la urbe, con
la tecnología, con la educación formal, con el trabajo en la industria, o la satisfacción, no solo
de las necesidades básicas sino también creadas. La idea que hay que salir del campo para
superarse, ganar dinero y “ser alguien en la vida”.

Otra de las ideas importantes que aporta el texto la colonialidad del saber, eurocentrismo y
ciencias sociales es que el conocimiento no es acabado, es histórico, indeterminado,
indefinido y relativo lo que propone al maestro que el conocimiento puede ser “construido”,
construido con los niños, así que por medio de la experimentación y la exploración en un
contexto específico se puede construir saber con los mismos estudiantes y es válido para la
situación específica y el espacio especifico donde fue creado.

Finalmente y planteando el rol de maestro, no solo como formador, sino también como
investigador social, este debe tener como premisa el reconocimiento del Otro como un actor
social, que también es constructor de conocimiento, Otro, no al cual se va a estudiar, sino
con el cual se va a estudiar, reconociendo su lugar como un igual: igual en el trato, en el
respeto, en la participación, generando formas alternativas de conocer, cuestionando el
carácter eurocéntrico de los saberes de las ciencias sociales, generando “modo[s] de ver el
mundo, de interpretarlo y de actuar sobre él”, centrados en el paradigma, no el que habla de
ustedes o ellos como objetos de estudio, sino desde la perspectiva de un “NOSOTROS”.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Lander, Edgardo. Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntrico. En libro: La colonialidad

del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Edgardo Lander
(comp.) CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina.
Julio de 2000.
Disponible en la World Wide Web:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lander/lander1.rtf