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INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Y

ANÁLISIS DE ESTRUCTURAS
EMERGENTES

EN EL MOLINO DEL MARQUÉS (GRANADA)

José Manuel Torres Carbonell

Granada, noviembre de 2010


INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Y ANÁLISIS DE ESTRUCTURAS
EMERGENTES EN EL MOLINO DEL MARQUÉS (GRANADA)

José Manuel Torres Carbonell

Granada, noviembre de 2010


ÍNDICE

1. Justificación del proyecto arqueológico


1.1. Presentación
1.2. Normativa urbanística aplicable
1.3. Dirección de los trabajos arqueológicos, técnicos participantes y plazo de
ejecución
1.4. Proyecto de obra que generó la actividad arqueológica
2. Contexto Histórico y Arqueológico de la zona
2.1. Contexto histórico y arqueológico
2.2. Descripción del edificio
2.3. Documentación histórica, cartográfica y fotográfica
3. Desarrollo de la intervención
3.1. Metodología
3.2. Objetivos de la intervención arqueológica
3.3. Localización de las áreas objeto de estudio
3.4. Desarrollo de la intervención
4. Evolución histórica del edificio.
4.1. Fase I: Época nazarí o anterior
4.2. Fase II: Siglo XVI
4.2. Fase III: Primera ampliación de las áreas auxiliares
4.3. Fase IV: Segunda ampliación de las áreas auxiliares
4.4. Fase V: Finales del siglo XIX – principios del siglo XX
5. Estudio de materiales
6. Medidas de protección física y conservación preventiva
7. Recomendaciones del arqueólogo director
8. Bibliografía citada

FIGURAS
LÁMINAS
PLANOS
ANEXO: FICHAS DE ANÁLISIS ESTRATIGRÁFICO
INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA Y ANÁLISIS DE ESTRUCTURAS
EMERGENTES EN EL MOLINO DEL MARQUÉS (GRANADA)

José Manuel Torres Carbonell

1. JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO ARQUEOLÓGICO

1.1. Presentación

La presente actuación arqueológica se realizó a petición de Dª Mª José Domínguez


Aguilera, en representación de ALBERTO DOMÍNGUEZ BLANCO
RESTAURACIÓN DE MONUMENTOS S.A., empresa adjudicataria de las Obras
de Rehabilitación del Molino del Marqués por acuerdo de la Comisión Ejecutiva de
la Gerencia Municipal de Urbanismo y Obras del Excmo. Ayuntamiento de Granada
(acuerdo 2793 del día 17 de noviembre de 2009).

Se solicitó realizar una intervención arqueológica preventiva mediante estudio de


estructuras emergentes y control de movimientos de tierras a raíz del proyecto de
rehabilitación del edificio, en cumplimiento de las directrices emanadas de la
Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Granada en resolución del 12 de junio
de 2009.

1.2. Normativa urbanística aplicable

La zonificación arqueológica del vigente PGOU de Granada (PEPRI Área Centro)


otorga al enclave del Molino del Marqués una Protección Arqueológica de Nivel II. El
inmueble se halla inscrito con carácter específico en el catálogo de Bienes de Interés
Cultural como Lugar de Interés Etnológico.
1.3. Dirección facultativa de los trabajos arqueológicos, técnicos participantes
y plazo de ejecución

La intervención arqueológica fue dirigida por el arqueólogo José Manuel


Torres Carbonell. Participaron como técnicos ayudantes los arqueólogos: Salvador
Naranjo Morales, Elisabeth Sepúlveda Toro y Ana Domínguez García. Los
operarios necesarios para el picado de muros fueron provistos por la propiedad.
La actuación dio inicio el 3 de mayo y concluyó el 30 de junio de 2010.

1.4. Proyecto de obra que generó la actividad arqueológica

El proyecto de obra que generó la actividad arqueológica fueron las obras de


rehabilitación del Molino del Marqués de Mondéjar, situado en la Cuesta de los
Molinos nº 20 y 22 de Granada (Plano 1). El proyecto de rehabilitación fue redactado
por el arquitecto D. Antonio Luís Espinar Moreno. Los Planos 2 a 5 muestran el
estado del conjunto edificado del molino antes del inicio de los trabajos de
rehabilitación.

Las cualidades de las edificaciones existentes como elementos asociados al circuito


del agua y al aprovechamiento hidráulico del molino harinero planteaban un
programa de necesidades que establece la rehabilitación del edificio y de los
elementos de su entorno para ser utilizado por un lado como contenedor de la
maquinaría que todavía conserva y por otro como elemento de interés patrimonial en
el entorno de la Cuesta de los Molinos y la Acequia Gorda del Genil.

El proyecto de rehabilitación contemplaba la conservación de todos aquellos


elementos estructurales que se encuentran en buen estado de conservación. En los
muros portantes no se ha alterado la estructura de los huecos, tanto en ventanas
como en huecos de paso.

Los criterios de actuación para cada uno de los ámbitos del inmueble fueron los
siguientes:

Nave del molino

La actuación ha buscado conservar todos los elementos existentes (Planos 6 y 7),


incluidas las dependencias y añadidos que pudieran desvirtuar los volúmenes
originales, pero que forman parte de las importantes transformaciones realizadas
durante los siglos XIX y XX. Estas transformaciones contienen en la actualidad parte
de la maquinaria del molino utilizada hasta la última época de su funcionamiento.

La nave del molino posee dos fases fácilmente identificables. Desde el punto de vista
constructivo, en los elementos pertenecientes al sector más antiguo situados en
planta baja de la nave principal y en el sector más cercano a la puerta de entrada, los
trabajos de recuperación revisten cierta importancia. El estado de conservación de
los revestimientos conservados y las características constructivas de los forjados y
armaduras aconsejaban trabajos de desmonte selectivos, sustituciones puntuales de
elementos estructurales dañados y tratamientos superficiales (Planos 6 y 7). Estas
actuaciones se llevaron a cabo atendiendo a los sistemas constructivos tradicionales,
mediante la utilización de materiales tradicionales tal y como se especifica
detalladamente en la memoria técnica.

En el caso de las fábricas, revestimientos, forjado de piso y armadura de cubierta del


sector correspondiente a la ampliación en altura de la nave del molino, por lo que los
elementos inspeccionados sólo requerían sustituciones puntuales y trabajos de
limpieza y consolidación.

Las carpinterías de puertas y ventanas se conservarán siempre que su estado lo


permita, y aquellas que deban ser repuestas lo serán según los modelos originales.

Edificación anexa

El programa de necesidades considera la rehabilitación del edificio como zona


complementaria vinculada al nuevo uso del molino, y la intervención contemplaba la
rehabilitación integral de los elementos arquitectónicos y la recuperación funcional y
espacial del edificio (Planos 6 y 7).

Se planteó la recuperación de la estructura tipológica que se supone original y que


organizaba dos crujías perpendiculares al muro de fachada y paralelas a la nave del
molino.

Desde el punto de vista constructivo se ha conservado las fábricas de los muros


portantes, desmontando la totalidad de los forjados y armaduras de cubierta, que se
encuentran en mal estado de conservación y poseen escasa calidad constructiva.
Los nuevos forjados y armaduras se han construido en madera, considerado el
sistema constructivo más adecuado al carácter de la edificación. El proyecto
contemplaba la sustitución de la carpintería cuya recuperación no fuera posible. Los
revestimientos interiores serán de yeso y los exteriores de la parte posterior se
realizarán con morteros de cal.

Por lo que respecta a la fachada, el mal estado de conservación de la pintura y los


acusados abombamientos del soporte dificultaban su recuperación. El actual
revestimiento de cemento evita la transpiración del muro y eleva las humedades por
capilaridad a la altura de los forjados de madera. Esto aconsejaba el picado del
revestimiento actual y la ejecución de uno nuevo de estuco de cal realizado según
técnicas tradicionales y en el que se marcarán las bandas horizontales y los
contornos de los fingidos existentes.
Espacio exterior

En la zona exterior al molino se pretende recuperar el entorno ambiental y funcional


que establece la relación de las edificaciones del molino con el curso del agua y la
Acequia Gorda. Se conservará la caja de carga del molino. Se desmontarán los
cobertizos y otras edificaciones añadidas que en la actualidad se encuentran en
estado ruinoso y que no parece que cumplieran usos definidos relacionados con el
propio del molino.

2. CONTEXTO HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO DE LA ZONA

2.1. Contexto histórico y arqueológico

La zona donde se situa el Molino del Marqués de Mondéjar se encuentra a las


afueras de lo que fue el denominado Arrabal de la Loma (Rabad al-Nayd). Este
arrabal, junto al de los alfareros, fue el último de la ciudad que se rodeo con una
cerca. Lo sería poco después que el Rabad al-Bayyazin, en época de Yusuf I (1333-
1354). De la cerca que lo rodeaba no se ha conservado vestigio visible alguno. Todo
parece indicar que dicha construcción tenía un carácter poco sólido. Pese a ello se
mantuvo parcialmente en pie hasta finales del siglo pasado. El circuito encerraría un
espacio delimitado al N por la parte meridional de la cerca del arrabal de los alfa-
reros, al Sur y al Oeste, por su propia cerca y al E por el barranco de la Sabika
(Álvarez 2000: 89-90). Iniciaba su recorrido en Bab al-Hayar, desde uno de los dos
torreones que parece ser que la flanqueaba, concretamente desde el más meridional.
Esto permitió que esta puerta siguiese siendo exterior, a diferencia de lo que ocurrió
cuando se construyeron las cercas de los arrabales de al-Bayyazin y al-Fajjarin, o
incluso anteriormente, con la construcción de la muralla de la madina, cuando
algunas de las puertas preexistentes a su construcción quedaron intramuros, la
Puerta Monaita y el Arco de las Pesas entre otras. Continuaba ésta en dirección Sur
por las inmediatas calles de Solares y Cuesta Escoriaza abriéndose al final de ésta
Bab al-Nayd, conocida después como Puerta de los Molinos, al parecer la única
puerta del arrabal. Esta puerta aparece bien situada en el Plano Topográfico de la
Ciudad de Granada, realizado por el arquitecto José Contreras en 1853 (Fig. 3),
cuando el recuerdo de su ubicación todavía era reciente. Una interesante visión en
perspectiva de la puerta aparece recogida en el plano denominado Diseño del río
Genil, dibujado por Thomas Ferrer en 1751 (Figs. 1 y 2), aunque no fue incluida en la
extensa leyenda que acompaña a la vista (Orihuela 2001: 129-130).
Desde la Puerta de los Molinos la cerca debía delimitar la meseta del Arrabal de la
Loma siguiendo la vertiente derecha del Barranco del Abogado hasta alcanzar la
colina ocupada ahora por el Carmen de los Mártires. Quizás se tratase de un sencillo
muro y no de una verdadera muralla, pues no parece haberse conservado ningún
resto de este tramo (Orihuela 2001: 129-130).

Tras la conquista cristiana la zona no sufre cambios significativos, y de hecho las


trasformaciones son relativamente recientes, a partir del siglo XVII. En el periodo
comprendido entre el fin del mundo nazarí y la etapa de las desamortizaciones, el
actual barrio del Realejo, formado a partir de los antiguos arrabales de los Alfareros y
de la Loma, mantiene una estructuración que apenas difiere de la de la etapa anterior
(Álvarez 2000: 105).

No se puede entender esta zona sin reseñar una estructura sin la que el Molino del
Marqués no tendría sentido: la llamada Acequia Gorda, que se derivaba extramuros
hacia la parte oriental de la ciudad por el espacio comprendido entre la margen
izquierda del Darro y el Genil y uno de cuyos ramales, conocido en el pasado como
Acequia de Abasto de la Ciudad, se adentraba en el barrio del Realejo por el Sur. La
evidencia histórica y arqueológica disponible permite datar la Acequia Gorda en el
siglo XI. A. Malpica (Malpica 1997: 228-230) ha demostrado que el diseño y recorrido
de la Acequia Gorda tiene su explicación en la creación de los regadíos del Genil. El
primer reparto documentado de las aguas del río Genil fue realizado por Abd Allah en
1219, en los últimos años del reinado de Ibn Hud. Este reparto fue ratificado varias
veces por los monarcas nazaríes, la última en 1454 con el rey Ibn Ismail. Más tarde lo
conservarían los cristianos, motivo por el que fue traducido al castellano y
conservado como base del repartimiento de las aguas realizado por el alcaide Diego
de Padilla en 1501 y 1502 (Garrido Atienza 1893: 8, 37-39). El reparto de 1219 hace
referencia a acuerdos que llevaban varias generaciones vigentes (“lo qual dizen que
saben por lo que oyeron a sus padres e ahuelos, y en su tiempo se uso de mucho
tiempo aca, y antes”, Garrido Atienza 1893: 39), lo que sitúa el momento de
construcción de la Acequia Gorda en el siglo XI. Su recorrido no ha cambiado en lo
esencial a través de los siglos.

Ibn al-Jatib, en su obra Ihata fi ajbar Garnata (Recorido por la historia de Granada),
afirma que “el recinto amurallado de la ciudad y la tierra inmediata extramuros cuenta
con más de 130 molinos harineros movidos por agua” (Jiménez Mata 1990: 70). Esta
información, unida a la gran antigüedad de la Acequia Gorda y su estrecha
asociación con la ciudad, hace pensar que ya desde una primera época debieron
existir molinos asentados sobre ella. Es probable que una parte importante de los que
existían en el siglo XVI fueran construcciones anteriores. Este parece ser el caso del
Molino del Marqués, ya que se ha identificado una primera fase constructiva de la
presa y de la sala de molienda, ejecutada enteramente en tapia de hormigón de cal,
que hay que remontar a época nazarí o anterior, como se discute en el apartado 4.1.

2.2. Descripción del edificio

El Molino del Marqués de Mondéjar, situado en la Cuesta de los Molinos nº 20 y 22


de Granada (Plano 1), es en su estado actual un ejemplo representativo del tipo de
molino de canal y rodezno (Planos 2 a 5); también constituye un magnífico
exponente de patrimonio industrial en el que se pueden apreciar la continuidad de
formas arquitectónicas de estos ingenios hidráulicos y las técnicas de elaboración de
harinas. Construido probablemente a principios del siglo XVI, su importancia estriba
tanto en haber conservado lo esencial de su estructura original como haber estado en
funcionamiento hasta la década de 1970. En este molino se puede seguir el proceso
de evolución de un molino tradicional a un molino modernizado, que ha llegado a
molturar en régimen de fábrica. La descripción que se ofrece a continuación está
extraída parcialmente del estudio del Molino del Marqués realizado por José Miguel
Reyes (Reyes 2006: 193-199, Rubio, Giménez y Reyes 2003: 103-108).

El molino consta de cinco cárcavos con bóvedas rebajadas de ladrillo que al exterior
se manifiestan con arcos de medio punto de piedra de cantería, por los que se
canaliza el agua de la acequia Gorda del Genil utilizada para dar movimiento a los
rodeznos (Planos 2, 4 y 5, Láms. 3 a 6, 8 y 35). La Figura 17 representa el
funcionamiento de un molino de rodezno tradicional, con la nomenclatura de sus
elementos, la mayor parte de los cuales se hallan presentes en el Molino del Marqués
con mínimas diferencias debidas a las modificaciones introducidas a finales del siglo
XIX y durante el siglo XX (Láms. 8 a 10). Los cárcavos existentes, cubiertos con
béveda rebajada de cantería y ladrillo, datan del momento más antiguo conservado
del molino, que hay que situar en época nazarí o anterior como se discute en el
apartado 4.1. En 1935, la Estadística de los aprovechamientos hidráulicos existentes
en el río Genil (Fig. 14) señalaba que “…proviene el agua utilizada en este molino del
desagüe de la fábrica de San Lorenzo [actualmente desaparecida]. El canal de
alimentación es de tierra [en la actualidad se halla revestido] y la caja de carga y el
edificio de mampostería [en realidad los cárcavos son de mampostería y ladrillo y la
primera planta del edificio, la más antigua, de fábrica mixta de ladrillo y cajones de
mampostería (Plano 5, Láms. 4 a 6)]. Los rodeznos desaguan directamente en la
caja de carga del molino de Ganivé que en la actualidad es utilizado únicamente
como vivienda, por encontrarse la maquinaria inutilizada e inservible” (Fichas de los
aprovechamientos de aguas para industrias reconocidas en la Acequia Gorda de
Genil, nº 12: Molino Harinero del Marqués, Estadística de los aprovechamientos
hidráulicos existentes en la actualidad en el rio Genil. Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir. Año 1935. Impresión facsímil en Martín Rodríguez y Giménez
Yanguas 1988: s.p.).

El acceso al molino debió producirse siempre desde la Cuesta de los Molinos. Desde
la entrada principal, a través de un portón de madera se accede a una amplia nave
cuya techumbre es de viguería de madera y rollizos. Al fondo se encuentra la sala de
molienda en la que se conserva todavía la mayor parte de la maquinaria. La primera
planta es de fábrica mixta de ladrillo y cajones de mampostería, y presenta en su lado
Sur cinco ventanas adinteladas originales (Láms. 6 y 7). La segunda planta fue
construida a finales del siglo XIX o principios del siglo XX y presenta una fábrica vista
de ladrillo macizo reforzada con pilastras del mismo material. En los lados mayores
de esta planta, en la que se concentra la mayor parte de la maquinaria, se abren tres
amplios vanos. La cubierta se realiza a dos aguas, mediante armaduras de rollizos en
las partes más antiguas y escuadradas en el sector más reciente, y cubrición de teja
curva cerámica.

A la derecha de la nave de acceso se sitúa una edificación adosada que corresponde


a una antigua vivienda que disponía su acceso principal por el nº 20 de la Cuesta de
los Molinos.

El frente exterior del complejo arquitectónico unifica las dos edificaciones existentes
presentando una fachada urbana continua con disposición más o menos regular de
huecos (Lám. 1), obra de finales del siglo XIX o principios del siglo XX.

La fachada aparece revestida en la actualidad por un mortero de cemento pintado


sobre capa de preparación con color ocre-amarillento y con fingidos en bandas
horizontales. Aparecen así mismo pintados el refuerzo de sillares en las esquinas y
los dinteles de los huecos principales con fingidos de piedra y ladrillo. Las
características de los materiales utilizados en la fachada permiten fechar la actuación
a mediados del siglo XX.

El gran valor de este molino es la utilización de la madera para la fabricación de la


maquinaria y para cubrir todos los espacios mediante forjados, habiéndose
conservado aceptablemente hasta nuestros días. El cuerpo de fábrica tiene tres
niveles que se corresponden funcionalmente con las siguientes operaciones:

1.- Semisótano, donde se ubican los rodeznos que mueven las piedras.

2.- Planta baja, dedicada a la limpia y molienda.

3.- Planta alta, dedicada al cernido y sasado del grano.


En el semisótano, el molino disponía de cuatro rodeznos, uno metálico y los tres
restantes de madera (Lám. 8), aunque originalmente los rodeznos fueron cinco
(Plano 6). El rodezno metálico accionaba un primitivo molino de cilindros, la
maquinaria de limpieza del trigo situada en planta baja y los cernedores de harina,
instalados en el piso superior del edificio. Los rodeznos de madera accionaban, cada
uno de forma independiente, piedras volanderas de 1,03 m de diámetro.

En la sala de molienda se encuentran sobre una amplia bancada las tres paradas,
compuestas por un par de muelas cada una: la solera (fija) y la volandera (a la que se
transmitía el movimiento del rodezno mediante un eje vertical) (Fig. 17, Láms. 9 y
35). El molino de cilindros de hierro de fundición es un primitivo modelo de rodillos
lisos. La incorporación de algunas máquinas modernas le hace merecer la
consideración de molino en régimen de fábrica. Se trata, pues, de un establecimiento
de gran interés para el estudio de la transición del molino harinero a la fábrica de
harinas.

En la planta baja se sitúan también las máquinas de limpia, entre las que se
encontraban una deschinadora de hierro fundido, unos sencillos aparatos, deno-
minados ciclones, para recolectar el polvo del trigo y un tramoyón en el que se
realizaba el lavado del trigo. En una pequeña sala contigua se instaló un motor
eléctrico que ayudaba al rodezno metálico al accionamiento del molino de cilindros,
sobre todo en momentos en que la acequia no contaba con suficiente cantidad de
agua.

En la planta alta (Lám. 10) se hallan algunas máquinas que completaban la limpia del
trigo (despolvoreadora, despuntadora-cepilladora-satinadora, recolector de mangas
múltiples). También se concentraba el conjunto de máquinas relativas al cernido y al
sasado de la harinas (torno cernedor, criba aspiradora, cepilladora de salvados,
cernedor centrífugo, cajas de sasado).

2.3. Documentación histórica, cartográfica y fotográfica

El Catastro de Ensenada, redactado en 1752, recoge un total de treinta y ocho


molinos harineros en el término de la ciudad de Granada, cinco de los cuales se
describen como de cinco paradas. Además del Molino del Corregidor Alto, que era
propiedad de Don Manuel Osorio Velluga y procuraba una renta anual de 2380
reales, otros molinos de cinco paradas eran: uno del cabildo del Sacromonte que
proporcionaba 2400 reales de renta; otro del Excmo. Sr. Marqués de Mondéjar, con
2200 reales; otro de don Francisco Maldonado, con 2380 reales; y otro de don
Francisco Rodríguez de la Viña, con 2250 reales (Reyes 2008: 498-500). Las rentas
producidas por cada molino son un buen indicio de su capacidad de molienda: todos
los molinos de cinco paradas, entre ellos el Molino del Marqués, eran capaces de
rentar entre 2200 y 2400 reales al año.

Una tasación realizada en 1720 del desaparecido Molino del Corregidor Alto, situado
en las proximidades del Molino del Marqués (Fig. 20) permite conocer algunos
detalles sobre la disposición de los grandes molinos harineros en esta época. El
documento, titulado Aprecio del Molino del Corregidor Alto, ha sido estudiado por J.
M. Reyes Mesa (Reyes 2008). Los elementos usuales de este tipo de molinos se
describen con detalle en el documento y son los mismos que han estado en uso
hasta época reciente (Fig. 17). Podemos imaginar que los que debieron existir en el
Molino del Marqués eran básicamente parecidos, ya que ambos contaban con cinco
paradas o rodeznos y pertenecían a la misma tradición tecnológica.

La cartografía histórica de la ciudad de Granada, así como alguna documentación


gráfica (litografías y fotografías) permiten seguir la evolución del entorno del molino
del Marqués e incluso la del propio edificio. La primera representación cartográfica
conservada es la de Thomás Ferrer en 1751 (Figs. 1 y 2), donde se representa el
Molino del Marqués entre otros existentes en el curso de la Acequia Gorda. El Plano
de Dalmau de 1796 (Figs. 3 y 4) representa también el molino, como hacen los de
José Contreras de 1853 y otros posteriores (Figs. 5 y 6, 9 y 10), con una estructura
similar a la que ha llegado hasta nuestros días. Una vista de Chapuy realizada hacia
1840 (Figs. 7 y 8) permite intuir la localización del molino. Una fotografía de García
Ayola realizada hacia 1890 (Figs. 12 y 13), fecha en la que ha comenzado la
construcción de complejos industriales en el entorno asociados a la Acequia Gorda,
permite saber que en esas fechas el Molino del Marqués aún no había sido
modificado, ya que le faltaba todavía la planta alta que hoy presenta y no se habían
regularizado las cubiertas de las edificaciones anexas (Fig. 13, Planos 29 y 30).

La ficha de aprovechamiento de agua del Molino del Marqués publicada en 1935 en


la Estadística de los aprovechamientos hidráulicos existentes en la actualidad en el
rio Genil (Martín Rodríguez y Giménez Yanguas 1988: s. p.) permite saber que la
disposición de planta de la zona de circulación del agua era en 1935 la misma que en
la actualidad, con la salvedad de que en los años 40 del siglo XX en la zona de
desagüe se construyó una plataforma para adosar un cuerpo de edificación (Planos
2 y 9, Láms. 6 y 37). En 1935 uno de los cárcavos se utilizaba como sistema de
desagüe de la presa cuando no se deseaba moler (originalmente, por lógica de
funcionamiento en ese cárcavo debió existir otro rodezno). Es de destacar que en
1935 el Molino de Ganivet, situado inmediatamente después del Molino del Marqués,
conservaba abiertos los cinco cárcavos de que disponía, como se aprecia en el
croquis de esa fecha. En la actualidad diversas obras han modificado su disposición y
el agua solamente circula por dos de ellos (Lám. 12). La Fig. 15 muestra el estado de
la presa del Molino del Marqués según una fotografía incluida en la ficha de
aprovechamientos de agua de 1935. La disposición de la presa que muestra la
fotografía es la misma que en la actualidad (véanse Planos 2 y 9), y es el resultado
del rediseño que se llevó a cabo a finales del siglo XIX o principios del siglo XX en el
contexto de la ampliación del molino realizada en esa época.

La información gráfica considerada, juntamente con el análisis de paramentos que se


describe más abajo, ha sido fundamental para conocer la evolución del conjunto
edificado del molino desde su construcción, ya en época nazarí cuando no anterior,
hasta la actualidad. Esta evolución se representa en los Planos 28 a 31.

3. DESARROLLO DE LA INTERVENCIÓN

3.1. Metodología

El análisis estratigráfico aplicado a la arquitectura consiste en la lectura de los


paramentos visibles del edificio. El método, tal como se practica en la actualidad,
nace directamente de la aplicación práctica de la sistematización realizada por
Edward C. Harris en 1979 en su obra Principios de Estratigrafía Arqueológica. Es un
proceso de identificación de los datos materiales que tiene lugar directamente sobre
el edificio y que para ser transmitido necesita de un procedimiento de trascripción o
levantamiento estratigráfico, que consiste en el registro de las observaciones
recogidas en forma de texto escrito, dibujo o esquema.

La estratificación arqueológica de un edificio es el producto de las actividades


constructivas (acciones positivas), destructivas (acciones negativas) y
transformadoras debidas a las acciones antrópicas, así como de las modificaciones
debidas a los agentes naturales. El estrato edilicio es aquello que se conserva
actualmente de una acción constructiva originalmente unitaria. Se compone de un
cuerpo de estrato (materia depositada y estructurada durante la acción constructiva)
y de dos o más superficies de estrato que delimitan el estrato mismo.

En el análisis estratigráfico de los paramentos, que no contempla necesariamente la


excavación como sucede en los yacimientos arqueológicos, en la mayor parte de los
casos sólo es posible la observación y el estudio de la superficie de los estratos
edilicios, no del cuerpo entero del estrato. Esta limitación puede subsanarse en parte
realizando una lectura muraria que trascienda el registro de los elementos
estrictamente visibles para integrar una serie de evidencias casi siempre presentes
pero difíciles de sistematizar (improntas que evidencian elementos desaparecidos,
presencias atestiguadas por coloración diferencial o por resaltes en los muros,
evidencias documentales, fotográficas u orales sobre elementos no observables en el
momento de la lectura…).

El reconocimiento del tipo de borde que delimita una unidad estratigráfica y la


identificación de las acciones (positivas o negativas) que han producido ese borde
permiten identificar las interrelaciones entre las unidades estratigráficas murarias
(UEMs). Las relaciones físicas entre las UEMs pueden ser de contemporaneidad,
anterioridad o posterioridad.

La representación gráfica de las UEMs sobre el soporte de un levantamiento de


fotoplanos o sobre un levantamiento arquitectónico es siempre necesaria pero resulta
muy problemática debido a la existencia de elementos superpuestos cuya
representación es imposible simultáneamente. Los Planos 13 a 27 recogen
gráficamente las UEMs distinguidas en los paramentos estudiados del edificio del
molino, y sirven para mostrar la enorme dificultad de producir una representación
adecuada de la información presente en cada uno. El edificio del molino se dividió en
paramentos guía (Plano 12) de cuyos alzados se realizaron fotoplanos (Planos 13 a
27). Los paramentos se numeraron con tres dígitos. Las UEMs identificadas se
representan gráficamente mediante un contorno, identificándolas con un número de
dos dígitos que se añade al número del paramento y tramándolas por fases con
objeto de facilitar en lo posible su interpretación. Todas las UEMs identificadas se
describen en un listado (véase Anexo: Fichas de análisis estratigráfico). El hecho de
que haya sido explorada la totalidad de los paramentos del conjunto de edificaciones
que componen el molino (véase Plano 12) es una garantía de que se ha tenido
acceso a toda la información que el edificio puede ofrecer, frente a los resultados
necesariamente más tentativos de actuaciones en las que sólo es posible realizar
muestreos de los paramentos.

La secuencia que deriva del análisis de las relaciones estratigráficas tiene un valor de
cronología relativa y no absoluta: cada UEM viene identificada sólo como anterior,
posterior o contemporánea a las otras UEMs presentes en la secuencia. El objetivo
principal del análisis estratigráfico es construir esta secuencia relativa, pero casi
siempre es posible solapar una cronología absoluta que permita la datación de las
UEMs y como consecuencia la de las fases constructivas del edificio. Aquí entran en
juego las informaciones derivadas de la investigación histórica y de los estudios
relativos a posibles indicadores cronológicos (el tipo de materiales y técnicas
constructivas empleadas, la decoración, la forma y construcción de los vanos, etc.).
En el presente caso ha podido determinarse, en base a criterios de tipologías
constructivas, que el momento de construcción del molino puede situarse en época
nazarí o anterior, aunque es una reforma del siglo XVI la que le da a planta baja de la
sala de molienda el aspecto que en lo esencial ha llegado hasta nuestros días. Otras
fases presentes en las que se añaden dependencias anejas y de servicio han podido
identificarse pero no han podido ser datadas de manera parecida, excepto la
correspondiente a la última gran reforma que tuvo lugar a finales del siglo XIX o
principios del siglo XX.

3.2. Objetivos de la intervención arqueológica

El objetivo de la intervención ha sido la documentación arqueológica del Molino del


Marqués en el contexto de las obras de rehabilitación del inmueble, según las
directrices emanadas de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura en
resolución del 12 de junio de 2009. La actuación ha perseguido una serie de objetivos
específicos, tanto a nivel general como a nivel concreto. Los objetivos generales
eran:

1) conocer con el detalle posible un edificio singular, situándolo dentro del


contexto histórico del entorno.

2) velar por el cumplimiento de las directrices de la Delegación Provincial de


Cultura por lo que respecta a la conservación de los valores patrimoniales del
edificio.

Los objetivos concretos, por su parte, tenían que ver con las necesidades específicas
de la actuación y consistieron en:

1) la identificación de las fases constructivas presentes en el edificio.

2) la caracterización adecuada del sistema constructivo y el funcionamiento del


molino, con objeto de llegar a una conclusión razonada sobre su tipología y
cronología.

3) el seguimiento arqueológico de las obras de sustitución y reposición de


pavimentos y revestimientos interiores.

3.3. Localización de las áreas objeto de estudio

El área objeto de estudio ha comprendido todo el edificio objeto de rehabilitación


(muros emergentes, pavimentos y revestimientos). Los Planos 6 y 7 muestran las
áreas de actuación contempladas por el proyecto de obra, que coinciden con las
áreas objeto de seguimiento arqueológico y de análisis de estructuras emergentes
(Planos 8, 11 y 12). El conjunto de edificaciones se dividió en 6 áreas que se
corresponden con unidades funcionales o con fases constructivas del molino (Plano
8), y los paramentos se numeraron distinguiendo las plantas baja y alta con objeto de
identificarlos y proceder a levantar fotoplanos de cada uno (Planos 12 a 27).

3.4. Desarrollo de la intervención

La actuación arqueológica se inició el 3 de mayo y concluyó el 30 de junio de 2010.


Se disponía de un levantamiento topográfico del edificio realizado por el arquitecto
Antonio Luis Espinar Moreno en 1999 (Planos 2 a 5). A este levantamiento
topográfico se le realizaron las adiciones y modificaciones que fueron necesarias al
hilo de la actuación arqueológica (Lám. 13), con objeto de obtener el soporte gráfico
de detalle necesario para representar los hallazgos realizados. Se realizaron
fotoplanos de los paramentos, una vez picados, que se integraron en el
levantamiento con objeto de localizar las unidades estratigráficas identificadas
(Planos 13 a 27).

Las primeras acciones llevadas a cabo en el edificio fueron las relativas a la


demolición de aquellas partes que debido a su estado de abandono ofrecían un
peligro inminente de derrumbe y eran susceptibles de causar accidentes. El estado
del edificio previo a los trabajos puede verse en las Láminas. 1 y 11. Una vez
demolidas las áreas que presentaban riesgos incompatibles con el trabajo de los
operarios, se procedió a apuntalar los elementos más frágiles del edificio y a retirar el
escombro producido por los derrumbes controlados con objeto de facilitar los trabajos
arqueológicos (Láms. 14 a 16).

Una vez liberado el inmueble de riesgos potenciales, se procedió al picado controlado


de todos los paramentos que no permitían una lectura directa del sustrato portante
(Plano 12) con objeto de poder observar las fábricas y los adosamientos existentes
entre los distintos cuerpos de fábrica del edificio (Láms. 14 a 20), y se realizó el
seguimiento arqueológico del levantamiento de los pavimentos interiores del edificio,
lo que permitió localizar pavimentos originales correspondientes a varias fases
constructivas del complejo edificado (Plano 11, Lám. 22), tal como se describe en el
apartado 4.

El proceso de picado y levantamiento de pavimentos fue realizado por operarios de la


empresa ejecutora de la obra bajo la dirección del equipo técnico de arqueólogos,
con objeto de que se realizase de manera correcta, documentar el proceso de los
hallazgos y garantizar la conservación de las fábricas existentes. En momentos
particularmente delicados del proceso fueron los propios técnicos arqueólogos los
que realizaron las labores de remoción de depósitos y picado (Lám. 19).

Se realizó un sondeo estratigráfico allí donde el levantamiento de pavimentos no fue


suficiente para localizar el pavimento original (Área 3, Plano 11, Lám. 21). El sondeo
permitió descubrir que el pavimento original de parte del edificio del siglo XVI,
compuesto por baldosas de ladrillo dispuestas a espiga (Lám. 21), se hallaba 55 cm
por debajo de la cota del pavimento actual. La cota del pavimento original de la sala
de molienda (Área 2) no ha sufrido modificaciones sustanciales a través del tiempo,
más allá de su cubrición, a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, con un
embaldosado de losetas de cemento (Plano 11).

Se llevó a cabo el control de movimientos de tierras de las obras de rebaje realizadas


en las áreas auxiliares del molino (Áreas 4,5 y 6). Debido a que según el proyecto de
obra en estas tres áreas debía rebajarse todo el suelo unos 50 cm, se realizó un
continuo seguimiento y documentación gráfica del proceso, que comprendió las
siguientes tareas (Lams. 22 y 24):

a) el picado de la solería (desaparecida en parte debido al abandono del


edificio),

b) el rebaje del suelo hasta la cota señalada por el proyecto y su posterior


cubrición con geotextil,

c) la instalación de la red de saneamiento del nuevo edificio,

d) el relleno de las áreas excavadas con hormigón de limpieza y su cubrición con


una capa de hormigón armado.

En el área donde se sitúan las canales de conducción de agua a los cárcavos del
molino (Área 1) se realizó una limpieza superficial de estructuras que permitió poner
al descubierto una presa original construida en hormigón de cal que desaguaba en
canales abiertos, no cerrados como los actuales (Planos 9 y 10, Láms. 27 a 34). La
presa que existe en la actualidad es obra de finales del siglo XIX o principios del siglo
XX, como se discute en los apartados 2.2, 2.3. y 4.5. Debido a la importancia de esta
área, se realizó un levantamiento topográfico nuevo que refleja lo más fielmente
posible los elementos que componen la toma de agua y su conducción hacia los
cárcavos, diferenciando los elementos estructurales más antiguos y los
contemporáneos, estos últimos de fácil identificación ya que para su construcción se
utilizó cemento Portland (Planos 9 y 10).

Se asistió a la demolición de los elementos de cubierta que se hallaban en mal


estado, así como al inicio de los trabajos de reajuste y reconstrucción de las partes
dañadas de las armaduras originales, tarea esta que ha supuesto la sustitución de los
elementos desaparecidos y de aquellos que habían perdido su capacidad portante
(Láms. 11 y 26). Aquellos elementos de cubierta que se hallaban en buen estado
fueron preservados, en particular la armadura del cuerpo de fábrica añadido a finales
del siglo XIX o principios del siglo XX sobre la sala de molienda original (Lám. 25).
Una vez se ejecutaron las tareas descritas y se documentaron los hallazgos
realizados, se dio por finalizada la actuación arqueológica con fecha de 30 de junio
de 2010, una vez obtenido el visto bueno del arqueólogo inspector, D. Pablo Jesús
Casado Millán.

4. EVOLUCIÓN HISTORICA DEL EDIFICIO

El conjunto de edificaciones que ha llegado hasta nuestros días como Molino del
Marqués consiste en un aglomerado de construcciones que fueron modificando o
ampliando una edificación original que cabe datar en época nazarí o anterior, aunque
los elementos funcionales principales del molino, muchos de los cuales han estado
en funcionamiento hasta la segunda mitad del siglo XX, datan de una reforma del
siglo XVI.

El estudio de las técnicas constructivas y de los materiales empleados en la


ejecución de cada fase constructiva del conjunto ha permitido llegar a conclusiones
sobre su cronología relativa. Las cronologías absolutas han podido establecerse
mediante el estudio del material cerámico recuperado pero sobretodo gracias a
algunas evidencias gráficas contemporáneas. Una fotografía de F. García Ayola
datada hacia 1890 (Fig. 13), tomada antes de la unificación de las cubiertas del
edificio realizada a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, ha permitido
corroborar gran parte de los datos ofrecidos por el análisis murario. La cronología
absoluta de las fases constructivas es sin embargo difícil de determinar excepto
en el caso de las reformas realizadas desde finales del siglo XIX, ya que el
material cerámico aparecido en el curso de la excavación de los pavimentos
sólo ha podido datarse como perteneciente a época moderna o, en su caso,
contemporánea.

Se discuten a continuación las cinco grandes fases constructivas identificadas. En


el Plano 8 se indican las áreas en que se ha dividido el edificio para su estudio,
los Planos 9 y 10 recogen el resultado de la limpieza superficial de estructuras
de la presa y las canalizaciones originales, en el Plano 12 se indica la situación
de los paramentos estudiados, los Planos 13 a 27 recogen las lecturas de
paramentos realizadas, y los Planos 28 a 31 recogen en plantas y perspectivas
una hipótesis de las fases constructivas del edificio.

4.1. Fase I: Época nazarí o anterior.

Los restos constructivos más antiguos localizados consisten en fábricas de tapia


de hormigón de cal de gran calidad y están presentes en dos zonas importantes
del
molino desde el punto de vista funcional: una antigua presa reaprovechada como
contrafuerte por la actual (área 1) (Planos 9, 10 y 29, Láms. 3, 4 y 27 a 34), y lo que
debió constituir la sala de molienda (área 2) (Láminas 10 y 47). A estos dos
elementos constructivos hay que añadir un tercero ejecutado con una técnica
constructiva diferente: los cárcavos donde se producía la impulsión de los rodeznos
(Láms. 8, 35 y 36), construidos mediante bóvedas rebajadas de mampostería y
ladrillo, y que forman un conjunto unitario con la presa y la sala de molienda. Estos
tres elementos pueden datarse en época nazarí, cuando no anterior, tanto por su
técnica constructiva como por su relación estratigráfica con las modificaciones
posteriores que les afectan y por su integración en un sistema hidráulico, la Acequia
Gorda, que se remonta al siglo XI, como se discute en el apartado 2.1.

Los restos de la presa original del molino, construida en hormigón de cal, se hallan
aproximadamente 1,40 m más próximos al edificio del molino que la presa actual. Se
conserva buena parte del vaso del que partían cinco canales, pero se ha perdido todo
el remate superior (Planos 9, 10, 28 y 29, Láms. 3, 4, 27 a 29, 31 a 34). Los restos
que han quedado sirven de contrafuerte a la presa existente, y se ha perdido el
sistema original de canales abiertos que conducía el agua a los cárcavos (Planos 9 y
10, Láms. 3, 4 y 27 a 34). A finales del siglo XIX o principios del XX, en el marco de
las obras de ampliación del molino, se construyeron canales entubados sobre los
canales originales, y no es posible saber si se conservan los antiguos sin desmontar
los existentes.

Los cinco canales que parten de la presa conducen a otros tantos cárcavos que se
cubren con bóvedas rebajadas de mampostería y ladrillo que se manifiestan al
exterior mediante arcos de medio punto de cantería (Láms. 5 y 6, 8, y 35-36),
producto estos últimos de una refacción de principios del siglo XVI que se discute en
el apartado 4.2. Parece pues que el molino fue diseñado ya desde su origen en
época medieval como de cinco rodeznos. Aunque en tiempos recientes funcionaban
solamente cuatro de ellos, hay evidencia de que en el siglo XVIII funcionaban todos,
según el Catastro de Ensenada de 1752 (véase apartado 2.3). En 1935 uno de los
cárcavos, el situado en el extremo Sur, ya se utilizaba solamente como desagüe de la
presa (Fig. 14, véase apartado 2.3).

La evidencia de una sala de molienda que puede datarse en época nazarí o anterior
consiste en tres muros de tapia de hormigón de cal que conforman los lados Norte,
Oeste y Este de lo que fue la sala de molienda más antigua (Planos 13, 16, 28 y 29).
La altura de los cajones de tapia oscila entre los 75 y los 85 cm, según ha podido
comprobarse en dos áreas que habían perdido el revestimiento exterior (Plano 16,
paramentos 002 y 003, UEMs 00201 y 00301). Estos muros forman un conjunto
funcional coherente con los cárcavos y con los restos de la presa más antigua (Plano
29) y fueron reaprovechados en la reconstrucción de la sala de molienda que tuvo
lugar a principios del siglo XVI.

El aspecto exterior de este primer molino medieval no debió ser muy distinto del que
se formalizaría en el siglo XVI: un edificio alargado que albergaba los cárcavos abajo
y la sala de molienda arriba, situado transversalmente sobre la Acequia Gorda y
asociado a una presa que regulaba el flujo de agua para su funcionamiento (Plano
29).

4.2. Fase II: Siglo XVI.

A principios del siglo XVI tiene lugar la reconstrucción de parte de las instalaciones
de un ingenio molinero de época anterior, del que se aprovechan varios elementos
esenciales que se comentan en el apartado 4.1. (la presa, los cárcavos y parte de la
sala de molienda). La remodelación de la sala de molienda (área 2) consistió en
mantener los muros Norte, Oeste y Este del la sala existente, construidos en tapia de
hormigón de cal, y reconstruir todo el lado Sur con una fábrica mixta de mampostería
y ladrillo, adosándole al Oeste un cuerpo de fábrica de dos alturas que le servía de
acceso y tal vez de vivienda aneja (área 3), con frente a la actual Cuesta de los
Molinos. En los Planos 28, 30 y 31 se puede ver cuál era el aspecto exterior de este
complejo edificado: un edificio alargado, situado inmediatamente después de una
presa sobre la Acequia Gorda, y que se componía de una sala de molienda
atravesada sobre la acequia y una zona auxiliar aneja de dos alturas.

La disposición actual de la sala de molienda (área 2) se corresponde en lo esencial


con este momento constructivo, salvando el hecho de que el pavimento empedrado
original aparecía cubierto a inicio de la actuación por un embaldosado de losetas de
cemento y que los bancos que soportan las muelas son obra contemporánea
(Láminas 10 y 47, Plano 11).

La reforma de la sala de molienda realizada en el siglo XVI consistió en la demolición


de todo el lado Sur de la sala, que fue reconstruido mediante un adosamiento con
encastre, como ha podido determinarse al documentar los contactos entre los
paramentos en cuestión (Plano 16, paramento 002, UEMs 00201, 00202 y 00203,
Lám. 19). En el muro de tapia de hormigón preexistente (UEM 00201) se hicieron
adarajas (UEM 00202) en las que se hizo encajar la fábrica de ladrillo del nuevo muro
de fábrica mixta de unos 65 cm de grosor (UEM 00203), (Láms. 6 y 36 a 40). Este
proceso no ha podido documentarse en la otra esquina del edificio debido a las
pérdidas de masa de la fábrica de tapia en ese punto y al mal estado de la fábrica de
ladrillo. Todo este muro de fábrica mixta descansa sobre una fábrica de cantería que
conforma arcos de medio punto en la salida de los cárcavos, y que son la
manifestación en fachada de las bóvedas rebajadas de los cárcavos de la edificación
anterior, que aparentemente se mantuvieron (Láms. 35 y 36).

El muro Sur es el único de la sala de molienda anterior a la remodelación de finales


del siglo XIX o principios del siglo XX que presenta vanos: cinco ventanas que han
sufrido diversas reformas a lo largo del tiempo pero que conservan el dintel y las
jambas exteriores originales, como ha podido comprobarse al observar los
encuentros de estos elementos con la fábrica que los alberga (Plano 14, paramento
004, UEM 00401, Láms. 6 y 7, 36 a 39). Inicialmente se trataba de ventanas más
alargadas (fueron reducidas al ser parcialmente cegadas en un momento posterior) y
probablemente no tenían el abocinamiento interior que presentan actualmente (Lám.
48).

La sala de acceso al molino (área 3), presenta en su estado actual un pavimento que
está 55 cm más alto que el original, como muestra un sondeo realizado durante la
actuación arqueológica (Plano 11, Lám. 21). El pavimento antiguo identificado es de
baldosas de ladrillo dispuestas en espiga. En el muro Norte de la sala ha quedado
evidencia de dos vanos de planta alta situados a una altura más baja que la cota
actual de esa planta (Planos 18 y 19, paramentos 007 y 107, UEM 10707 y 10708),
lo que viene a corroborar que la cota original del pavimento de planta baja estuvo
situada a una cota inferior.

Los muros de este ámbito tienen un grosor de 65 cm, el mismo que el del paramento
Sur de la sala de molienda (Plano 12, paramento 104), y están construidos con
fábrica mixta de ladrillo y mampostería en planta baja y ladrillo y tapia de tierra con
cal en planta alta (Planos 18 y 19, Láms. 43 y 44). Aunque los muros de este cuerpo
de fábrica presentan innumerables huellas de las modificaciones y reparaciones
sufridas a través del tiempo, y han desaparecido las fábricas originales de los frentes
Norte y Oeste (Plano 15 y 17, paramentos 005 y 006), lo que fue la fachada
orientada al Sur (Plano 18 y 19, paramentos 007 y 107) se ha conservado
relativamente bien y muestra el carácter unitario de la obra de esta época.

Sobre uno de los revestimientos del paramento interior de la planta alta aparecieron
varios graffiti entre los que es de destacar uno con un motivo de navío (Planos 18 y
19, paramento 107-N, UEM 10701). La altura a la que se halla respecto al pavimento
actual es incongruente, lo que se debe a que fue grafiado cuando el forjado de suelo
se hallaba a una altura más baja, la correspondiente con el pavimento original de
planta baja localizado 55 cm por debajo de la cota del actual. El graffiti ha sido
documentado por Ignacio Barrera Maturana (Plano 18).
En lo que fue la fachada Sur de la sala anexa al molino apareció un vano alargado y
estrecho conformado por la fábrica de ladrillo, que fue cegado en un momento
posterior al adosar un cuerpo de fábrica en este lado del edficio (Planos 20 y 21,
paramento 007-S, UEM 00705, Láms. 18 y 45). Presenta dintel de madera, una
altura de once hiladas de ladrillo y tiene el ancho de un tizón más las dos llagas
laterales. El hallazgo reviste gran interés por dos motivos: por una parte, sus
características han podido compararse con un paralelo tipológicamente cercano, y
por otro prueba la existencia de una fachada en el cuerpo de fábrica en el que
aparece. Por lo que respecta a la tipología del vano, resulta próxima a otros de fecha
conocida localizados en los muros exteriores de la llamada Cocinilla del Cuarto de los
Leones, una parte del conjunto palatino de la Alhambra edificada con posterioridad a
1500, en los primeros años del siglo XVI (Lám. 46, Vilar Sánchez 2007: 268). Los
vanos de la Cocinilla de los Leones presentan también dintel de madera, una altura
de nueve hiladas de ladrillo, y el ancho, como en el caso del vano del molino,
corresponde al de un tizón. Estas similitudes constructivas permiten situar el vano
localizado en el Molino del Marqués y la fábrica en la que se integra a principios del
siglo XVI. La mera existencia del vano y el hecho de que fuera tapiado y reconvertido
en alacena en su frente interior cuando se adosó el cuerpo de fábrica de la primera
ampliación de las áreas auxiliares del molino permiten concluir que originalmente el
edificio presentaba esta fachada hacia el Sur, y que la amortización del vano tuvo
lugar cuando se levantó la primera ampliación del edificio adosándolo a esa fachada
(áreas 4 y 5).

4.3. Fase III: Primera ampliación de las áreas auxiliares del molino.

La primera ampliación del conjunto edificado del molino consistió en la adición de un


cuerpo de fábrica de dos plantas en el lado sur del edificio anejo a la sala de
molienda (áreas 4 y 5). Está construido en fábrica mixta de ladrillo y mampostería en
planta baja, y ladrillo y cajones de tierra con muy poca cal en planta alta. El grosor de
los muros oscila entre los 45 y los 50 cm. Cabe destacar que la fábrica sigue
principios constructivos parecidos a la fábrica mixta del molino pero es de ejecución
más pobre, como muestran los fotoplanos correspondientes (Planos 15, 22, 23 y 26,
paramentos 009-E, 008-N, 109-E, 108-N).

El picado de los paramentos ha permitido hallar dos vanos en planta alta, luego
tapiados, que en su día sirvieron para comunicar la planta alta de esta fase y la
anterior (Planos 20 y 21, UEMs 1076 y 1078). En la planta superior, en el muro de
esta fase que linda a la C/ Cuesta de los Molinos por su cara interior (Plano 26,
paramento 109-E, UEMs 1094 y 1095), se halló la impronta de la cubierta original a
un agua que se construyó como continuación de la cubierta del molino original, con
objeto de unificar ambas y que vertieran hacia el lado Sur (véase una reconstrucción
hipotética de esta fase en los Planos 30 y 31).

No se ha podido establecer una cronología clara para esta ampliación, ya que el


material cerámico recuperado al excavar el pavimento sólo permite concluir que se
trata de material de época moderna (Láms. 50 a 52). Puede tratarse de una obra de
los siglos XVII-XVIII.

4.4. Fase IV: Segunda ampliación de las áreas auxiliares del molino.

Una segunda ampliación añadió un nuevo cuerpo de fábrica a la cara Sur del edificio
(área 6). El cuerpo añadido constaba de dos plantas con cubierta a dos aguas (véase
una reconstrucción hipotética de esta fase en los Planos 30 y 31) pero de la planta
alta apenas se ha conservado la fábrica original, excepto en algunas zonas en las
que se reparan fábricas anteriores (Planos 24 y 25, paramento 008-S). La fábrica es
una fábrica mixta de ladrillo y mampostería de ejecución pobre (Planos 15, 24-25 y
27, paramentos 008-S, 110 y 111), con muros de un grosor de unos 45 cm. Es una
de las zonas del edificio que sufrió más demoliciones a finales del siglo XIX y durante
el XX, como muestra el Plano 27 (paramento 011, UEMs 01102, 01103, 01104 y
01108).

El material cerámico recuperado al excavar el pavimento de esta área sólo permite


concluir que se trata de material de época moderna (Lám. 53). Al tener una
cronología relativa necesariamente posterior a la de la ampliación realizada en una
fase anterior, podría tratarse de una obra de los siglos XVIII-XIX.

4.5. Fase V: Finales del siglo XIX – principios del siglo XX. Construcción de una
nueva presa, remodelación del sistema de procesamiento del grano y
unificación del edificio.

La disposición que presenta en la actualidad el Molino del Marqués (Planos 2 a 5) es


el resultado de las importantes obras de remodelación que tuvieron lugar a finales del
siglo XIX o principios del siglo XX y de otras obras menores realizadas a lo largo del
siglo XX. El alcance de estas modificaciones puede verse en los Planos 28 a 31.

Una fotografía de García Ayola datada hacia 1890 (Fig. 13) permite saber que en
esas fechas no se había construido todavía la planta alta de la sala de molienda
(Planos 13 y 14), ni se habían unificado las cubiertas del conjunto de edificaciones
(Planos 28, 30 y 31). Estas obras, juntamente con la construcción de una nueva
presa, se realizaron a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, en el contexto de
la tendencia a la industrialización de los ingenios harineros.
La construcción de una nueva presa y el entubado de los canales de impulsión se
debieron con toda probabilidad a un intento de optimizar los recursos hidráulicos de
la Acequia Gorda (Planos 9 y 10, Láms. 3, 4 y 27 a 34). Por su parte, la construcción
de una planta sobre la sala de molienda original tenía como objetivo mejorar el
procesamiento del grano, única función que tuvo dicha planta durante su época de
funcionamiento y de la que queda como evidencia la maquinaria original instalada
para ello (Lám. 10). En el contexto de estas obras de mejora del sistema de moltura
se realizaron numerosas remodelaciones en la disposición de ámbitos y en la
circulación interior y se procedió a la unificación de las cubiertas del edificio hasta
darles la conformación que presentan en la actualidad. La más relevante de estas
remodelaciones por lo que respecta a la modificación de las estructuras más antiguas
es seguramente la elevación en 55 cm de la cota del pavimento del área 3, con la
consiguiente elevación del forjado de planta alta de ese ámbito (Planos 11, 18 a 21,
Lám. 21). Esta obra se debió con toda seguridad a la modificación de la rasante de la
Cuesta de los Molinos a principios del siglo XX, época en la que se creó la Cuesta de
Escoriaza. Se han encontrado evidencias de otras muchas obras menores en el
edificio, a menudo difíciles de seguir en detalle debido al estado en que ha llegado el
edificio hasta nuestros días (Láms. 11 y 14 a 16).

Entre las obras más recientes constatadas se cuentan el revestimiento a mediados


del siglo XX de la fachada exterior del edificio según los gustos característicos de la
época y la construcción de un basamento en la zona de desagüe de uno de los
cárcavos, con objeto de levantar un acceso a las partes altas del edificio por ese lado
(Planos 2 y 9, Láms. 6 y 37).

5. ESTUDIO DE MATERIALES.

El levantamiento de los pavimentos del edificio y la realización de un sondeo puntual


han permitido recuperar materiales arqueológicos consistentes mayoritariamente en
fragmentos de cerámica. Los materiales proceden del Área 3 (donde se realizó un
sondeo arqueológico del relleno existente hasta alcanzar el pavimento original), de
las Áreas 4 y 5 (correspondientes al subsuelo de una primera ampliación de las áreas
auxiliares del molino) y del Área 6 (correspondiente al subsuelo de una segunda
ampliación de dichas áreas auxiliares). La localización de estas áreas puede verse en
los Planos 8 y 11. La cota de rebaje fue variable pero abarcó en cada caso un
paquete uniforme de depósitos correspondientes a la preparación de los pavimentos
de cada ámbito.
El material que se presenta se ha dividido para su caracterización en cuatro
categorías tipológicas (cocina, presentación, almacenaje y varios usos), y en dos
períodos cronológicos (moderno y contemporáneo). Las Láminas 49 a 53 recogen
por áreas los materiales identificados. Cada elemento ha sido numerado en la
ilustración con objeto de que pueda ser identificado en la relación que se presenta a
continuación. Solamente ha aparecido un fragmento de vidrio de época
contemporánea susceptible de caracterización (Área 3, Lám. 49, elemento 14). No se
han identificado materiales que puedan adscribirse con claridad a la época medieval.
LISTADO DE MATERIALES POR ÁREA Y TIPOLOGÍA

Área 3 (Lam. 49)

Cerámica de cocina:
1.- Cazuela de vedrío melado en el interior (época contemporánea).
Cerámica de presentación:
2.- Plato vidriado en azul y blanco en el interior (Fajalauza, época contemporánea).
3.- Plato vidriado en azul y blanco en el interior (Fajalauza, época contemporánea).
4.- Plato vidriado en blanco en el interior (época contemporánea).
5.- Fuente (Fajalauza, época contemporánea).
6.- Pie anular vidriado en verde en el interior y exterior (época indeterminada).
7.- Hombro de asa de jarra vidriada en verde (época indeterminada).
Cerámica de almacenaje:
8.- Borde de tinaja sin vidriar (época indeterminada).
9.- Borde de tinaja sin vidriar (época indeterminada).
10.- Platillo vidriado en morado, azul y blanco en el interior (época contemporánea).
11.- Jarra vidriada en verde en su exterior (época moderna).
Cerámica de varios usos:
12.- Alcadafe vidriado en verde y blanco en su interior (época contemporánea).
13.- Alcadafe vidriado en verde y blanco en su interior (época contemporánea).
Vidrio (almacenaje):
14.- Fondo de botella de vidrio verde (época contemporánea).

Área 4 (Lams. 50 y 51)

Cerámica de cocina:
1.- Cazuela de vedrío melado en su interior (época moderna).
2.- Ollita de vedrío melado en su interior (época moderna).
3, 4 y 5.- Ollita de vedrío melado en su interior (época moderna).
Cerámica de presentación:
6.- Plato vidriado en blanco en su interior y exterior (época moderna).
7.- Asa plana vidriada en blanco (época moderna).
8.- Plato de fondo anular vidriado en azul y blanco en el interior (Fajalauza, época
moderna).
9.- Botella vidriada en azul y blanco en el interior (Fajalauza, época moderna).
10.- Plato vidriado en azul y blanco (época moderna).
11.- Plato de fondo anular vidriado en azul y blanco en el interior y blanco en el
exterior (Fajalauza, época moderna).
12.- Plato vidriado en blanco en el interior y exterior (época moderna).
13.- Fuente de fondo anular vidriado en verde en el interior (época moderna).
14.- Plato vidriado en blanco (época moderna).
15.- Botella vidriada en blanco en el interior (época moderna).
Cerámica de almacenaje:
16.- Cántaro (época moderna).
17.- Cántaro (época moderna).
18.- Fragmento de asa (época indeterminada).
19.- Fragmento de asa (época moderna).
20.- Fragmento de asa (época moderna).
Cerámica de varios usos:
21.- Bacín vidriado en verde en el interior (época moderna).
22.- Fragmento de candelero o remate (época indeterminada).
23.- Atifle (época indeterminada).
24.- Alcadafe vidriado en verde y blanco en el interior (Fajalauza, época
indeterminada).
25.- Bacín vidriado en blanco en el interior (época moderna).
Cerámica indeterminada:
26.- Fragmento de forma globular (época indeterminada).
27.- Fragmento de hombro de asa (época indeterminada).
28.- Tapadera? (época moderna).
29.- Fragmento de forma cerrada globular de fondo plano (época indeterminada).
30.- Fragmento de forma abierta de fondo plano vidriado en verde en el interior
(bacín?) (época indeterminada).
31y 32.- Fragmento de fondo convexo (época indeterminada).
33.- Fragmento de fondo convexo (época indeterminada).

Área 5 (Lam. 52)

Cerámica de cocina:
1.- Cazuela vidriada en verde oscuro (época moderna).
2.- Fuente de fondo anular vidriada en azul y blanco en el interior y blanco en el
exterior (Fajalauza, época moderna).
3.- Fuente de fondo anular vidriada en azul y blanco en el interior y blanco en el
exterior (Fajalauza, época moderna).
Cerámica de presentación:
4.- Plato vidriado en azul y blanco en el interior (Fajalauza, época moderna).
5.- Fragmento de plato o fuente vidriado en blanco en el interior (época moderna).
6.- Fondo de botellita sin vidriar (época moderna).
7.- Borde de labio horizontal simple vidriado en verde (época indeterminada).
Cerámica de almacenaje:
8.- Fragmento de borde de forma cerrada globular (época indeterminada).
9.- Asa en vedrío melado (época moderna).
10.- Fragmento de asa (época indeterminada).
11.- Fragmento de forma cerrada globular de fondo plano (época indeterminada).
Cerámica de varios usos:
12.- Alcadafe vidriado en verde y blanco en el interior (Fajalauza, época
indeterminada).
Cerámica indeterminada:
13.- Fragmento de hombro de asa de vedrío melado (época indeterminada).

Área 6 (Lam. 53)

Cerámica de presentación:
1.- Fuente vidriada en azul y blanco en el interior y exterior (Fajalauza, época
contemporánea).
2.- Plato vidriado en blanco en el interior (época moderna).
3.- Fragmento de forma cerrada globular vidriado en blanco en el interior y verde en
el exterior (época indeterminada).
4.- Escudilla vidriada en azul y blanco en el interior y en el exterior (época moderna).
5.- Fuente vidriada en blanco en el interior (época moderna).
Cerámica de almacenaje:
6.- Fragmento de borde de forma globular vidriado en azul y blanco en el interior y
blanco en el exterior (Fajalauza, época moderna).
7.- Fragmento de forma cerrada, de cuerpo globular, que presenta acanaladuras
horizontales en el exterior (época indeterminada).
8.- Fragmento de forma cerrada, de cuerpo globular, que presenta acanaladuras
horizontales en el exterior (época indeterminada).
9.- Pequeño cántaro (época indeterminada).
Cerámica de varios usos:
10.- Alcadafe vidriado en blanco en el interior (época moderna).
11.- Alcadafe vidriado en blanco en el interior (época moderna).
12.- Fragmento de forma abierta de vedrío melado en el interior (época
indeterminada).
13 y 14.- Fragmento de fondo de alcadafe vidriado en blanco y azul en el interior
(Fajalauza, época contemporánea).
Cerámica indeterminada:
15.- Fragmento de asa de vedrío melado (época moderna).
Conclusiones:

Los materiales recuperados representan una secuencia cronológica que se


corresponde con tres ampliaciones y remodelaciones sucesivas del edificio que han
podido identificarse también mediante el análisis de paramentos y la documentación:

a) una primera ampliación de época moderna, probablemente algo posterior al


siglo XVI (Áreas 4 y 5).

b) otra ampliación relativamente más próxima a la época contemporánea (Área 6)


y que cabría situar tentativamente entre los ss. XVII-XIX.

c) una última remodelación de época contemporánea, correspondiente a la


elevación de la cota del pavimento del Área 3 a finales del siglo XIX o principios
del siglo XX.
Área Materiales
Cocina
Moderno
Contemporáneo 1
Indeterminado
Presentación
Moderno
Contemporáneo 4
Indeterminado 2
Almacenaje
Área 3 Moderno 1
(véanse Plano 8 y Contemporáneo 2
Lám. 49) Indeterminado 2
Varios
Moderno
Contemporáneo 2
Indeterminado
Indeterminado
Moderno
Contemporáneo
Indeterminado

= 14

Materiales recuperados en el Área 3.


Área Materiales
Cocina
Moderno 5
Contemporáneo
Indeterminado
Presentación
Moderno 10
Contemporáneo
Indeterminado
Almacenaje
Área 4 Moderno 4
(véanse Plano 8 y Contemporáneo
Láms. 50 y 51) Indeterminado 1
Varios
Moderno 2
Contemporáneo
Indeterminado 3
Indeterminado
Moderno 1
Contemporáneo
Indeterminado 7

= 33

Materiales recuperados en el Área 4.


Área Materiales
Cocina
Moderno 3
Contemporáneo
Indeterminado
Presentación
Moderno 3
Contemporáneo
Indeterminado 1
Almacenaje
Área 5 Moderno 1
(véanse Plano 8 y Contemporáneo
Lám. 52) Indeterminado 3
Varios
Moderno 1
Contemporáneo
Indeterminado
Indeterminado
Moderno
Contemporáneo
Indeterminado 1

= 13

Materiales recuperados en el Área 5.


Área Materiales
Cocina
Moderno
Contemporáneo
Indeterminado
Presentación
Moderno 3
Contemporáneo 1
Indeterminado 1
Almacenaje
Área 6 Moderno 1
(véanse Plano 8 y Contemporáneo
Lám. 53) Indeterminado 3
Varios
Moderno 2
Contemporáneo 2
Indeterminado 1
Indeterminado
Moderno 1
Contemporáneo
Indeterminado

= 15

Materiales recuperados en el Área 6.


6. MEDIDAS DE PROTECCIÓN FÍSICA Y CONSERVACIÓN PREVENTIVA.

Las medidas preventivas de protección física y conservación fueron las que establece
el art. 20.1 f del Decreto 168/2003 de 17 de junio por el que se aprueba el
Reglamento de Actividades Arqueológicas.

Se procedió a la documentación exhaustiva de los hallazgos paramentales y


estructurales con objeto de llegar a decisiones razonadas sobre su conservación.
Estos hallazgos se documentan en los Planos 9 a 27 y han servido para reconstruir
la historia del edificio que se expone en los apartados anteriores (especialmente el
apartado 4: Evolución histórica del edificio). El arqueólogo director de la actuación
siguió las directrices marcadas por la Delegación Provincial de Cultura por lo que
respecta a la preservación de los bienes inmuebles, y específicamente las dictadas
por el arqueólogo inspector de la actuación, D. Pablo Jesús Casado Millán.

La dirección facultativa de la obra (el arquitecto Antonio Luís Espinar Moreno), con el
asesoramiento del arqueólogo director de la actuación, aplicó durante la ejecución de
las obras las siguientes medidas de protección:

- Preservación de todos aquellos elementos originales del edificio que se hallaban


en buen estado de conservación (muros de carga y armaduras de cubierta que
mantenían su capacidad portante y revestimientos exteriores en buen estado de
conservación).

- Reconstrucción de las partes perdidas o dañadas de las armaduras originales, y


su reajuste con objeto de devolverles su capacidad portante.

- Conservación de los elementos lígneos presentes mediante la aplicación de un


tratamiento de preservación a todas las partes originales que se mantenían in
situ.

Estas actuaciones se realizaron desde el principio de la reversibilidad, de manera que


futuras actuaciones puedan eventualmente sustituir las soluciones actuales, y
asegurándose de que los elementos reintegrados sean distinguibles de los originales
con objeto de preservar el valor documental del edificio.
7. RECOMENDACIONES DEL ARQUEÓLOGO DIRECTOR.

El arqueólogo director considera que las medidas de protección y conservación


llevadas a cabo en el curso de las obras, tal como quedan expuestas en el apartado
anterior, garantizan la integridad de los elementos patrimoniales relevantes del
edificio, así como la salvaguarda de sus valores arquitectónicos e históricos.

José Manuel Torres Carbonell


8. BILIOGRAFÍA CITADA

Álvarez García, J.J. (2000):

“Aproximación a la configuración urbana de los arrabales de al-Fajjarín y del Nayd


(actual barrio del Realejo) en época Nazarí”, en Cara, L. (ed.): Ciudad y territorio en Al-
Andalus, Granada, pp. 60-110.

Bolós, J. & Nuet, J. (1983):

Els molins fariners. Barcelona.

Garrido Atienza, M. (1893):

Los alquézares de Santa Fe, Granada, (reimp. con estudio preliminar de Manuel Espinar
Moreno, Granada, 1990).

Jiménez Mata, M. C (1990):

La Granada islámica. Granada.

Malpica Cuello, A. (1997):

“Arqueología hidráulica y poblamiento medieval en la Vega de Granada”, Fundamentos


de Antropología 6-7, 1997, pp. 208-231.

Martín Rodríguez, M. y M. Giménez Yanguas, eds. (1988)

Aprovechamientos hidráulicos en el rio Genil a principios del siglo XX. Impresión facsímil
de tres textos relativos a aguas del río Genil, publicados entre los años 1883 y 1935. VI
Congreso Nacional de Comunidades de Regantes. Granada.

Orihuela Uzal, A. (2001):

“Las murallas de Granada en la iconografía próxima al año 1500”, en Granada: Su


transformación en el siglo XVI. Conferencias pronunciadas con motivo de la
conmemoración del V centenario del Ayuntamiento de Granada. Granada.

Reyes, J.M. (2006):

Los molinos hidráulicos harineros de la provincia de Granada, Granada.

Reyes, J.M. (2008):

“Valoración económica de un molino hidráulico en 1720” en Garrido, J.M.; Moreno, M.F.


y Roldán, J. eds.: Actas del 6º Congreso Internacional de Molinología, Córdoba, pp. 493-
507.

Rubio Gandía, M.A., Giménez Yanguas, M., Reyes Mesa, J.M. (2003):

Patrimonio industrial en Granada, Granada.

Vilar Sánchez, J.A. (2007):

Los Reyes Católicos en la Alhambra, Granada.


ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Plano de Thomás Ferrer (1751). Vista parcial del arranque de la Acequia Gorda.

Figura 2. Plano de Thomás Ferrer (1751). Detalle de la situación del Molino del Marqués.

Figura 3. Plano de Dalmau (1796), versión original. Situación del Molino del Marqués.

Figura 4. Plano de Dalmau (1796), versión impresa. Situación del Molino del Marqués.

Figura 5. Plano de José Contreras (1853). Situación del Molino del Marqués.

Figura 6. Plano de Rafael Contreras (1872). Situación del Molino del Marqués.

Figura 7. Vista del Genil por Chapuy (hacia 1840).

Figura 8. Vista del Genil por Chapuy (hacia 1840), detalle. Situación aproximada del Molino
del Marqués.

Figura 9. Plano de Cota y Agar (1887). Situación del Molino del Marqués.

Figura 10. Plano de Bertuchi (1894). Situación del Molino del Marqués.

Figura 11. Plano Topográfico (1909). Situación del Molino del Marqués.

Figura 12. La Cuesta de los Molinos y el Realejo. Fotografía de García Ayola (hacia 1890).
Situación del Molino del Marqués. Véase detalle en la Figura 13.

Figura 13. Detalle de la situación del Molino del Marqués según una fotografía de García
Ayola (hacia 1890). No se ha construido todavía la segunda planta de la sala de molienda, ni
se han unificado las cubiertas del conjunto de edificaciones.

Figura 14. Ficha del aprovechamiento de agua del Molino del Marqués. Estadística de los
aprovechamientos hidráulicos existentes en la actualidad en el rio Genil. Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir. Año 1935. (Archivo particular de Miguel Giménez Yanguas).
Croquis del molino harinero del Marqués.

Figura 15. Estado de la presa del Molino del Marqués según una fotografía incluida en la ficha
del aprovechamiento de agua del Molino del Marqués (Estadística de los aprovechamientos
hidráulicos existentes en la actualidad en el rio Genil. Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir. Año 1935. Impresión facsímil en Martín Rodríguez y Giménez Yanguas, eds.
1988).

Figura 16. Plano Topográfico de Granada (1982). Situación del Molino del Marqués.

Figura 17. Elementos básicos de un molino de rodezno tradicional.


ÍNDICE DE LÁMINAS

Lamina 1. Vista del inmueble del Molino del Marqués desde la Cuesta de los Molinos antes
del inicio de los trabajos de rehabilitación.

Lamina 2. Vista del inmueble del Molino del Marqués desde la Acequia Gorda antes del inicio
de los trabajos de rehabilitación.

Lamina 3. Vista del sistema de impulsión del molino.

Lamina 4. Vista del sistema de impulsión del molino.

Lamina 5. Vista de la fachada Sur del molino.

Lamina 6. Vista de la fachada Sur del molino. Detalle de los cárcavos y del exterior de la sala
de molienda.

Lamina 7. Vista exterior de una de las ventanas de la sala de molienda.

Lamina 8. Vista de uno de los cárcavos, que conserva el rodezno metálico y otros elementos
del sistema de impulsión (saetín y alivio). La bóveda rebajada de cantería corresponde
probablemente a época nazarí o anterior.

Lamina 9. Vista de la sala de molienda en planta baja, que conserva el banco y la mayor parte
de las muelas y otros elementos del proceso de molienda.

Lamina 10. Vista de la planta primera, que conserva la maquinaria de procesado del grano.

Lamina 11. Vista de la sala anexa a la sala de molienda (área 3) antes del inicio de los
trabajos de desescombro.

Lamina 12. Vista de la salida del agua hacia el Molino de Ganivet, dos de cuyos cárcavos (de
un total de cinco) se ven al fondo.

Lamina 13. Trabajo de levantamiento por ordenador realizados in situ.

Lamina 14. Vista del ámbito de la primera ampliación de las áreas anexas del molino (áreas 4
y 5) antes del inicio de los trabajos de picado de muros y levantamiento de pavimentos.

Lamina 15. Vista del paramento 007-N y 107-N antes del inicio de los trabajos de picado de
muros.

Lamina 16. Vista del paramento 007-S y 107-S antes del inicio de los trabajos de picado de
muros.

Lamina 17. Picado del paramento 007-N.

Lamina 18. Limpieza del vano cegado descubierto en el paramento 007-S.

Lamina 19. Picado del paramento 002-W en la esquina con el paramento 007-S.

Lamina 20. Picado de la fachada a la Calle Molinos.

Lamina 21. Sondeo realizado en el área 3 (véase situación en Plano 11).

Lamina 22. Levantamiento del pavimento en al área 4 (véase situación en Planos 8 y 11).

Lamina 23. Limpieza de estructuras en el área 1 (canales de conducción del agua a los
cárcavos). Véase situación en Planos 8 a 10.

Lamina 24. Ejecución de la solera del pavimento del área 6.


Lamina 25. Vista del extremo Norte de la cubierta del cuerpo superior del molino.

Lamina 26. Reconstrucción de la cubierta de los edificios anejos a la sala de molienda.

Lamina 27. Vista de las canales de conducción de agua a los cárcavos, obra de finales del
siglo XIX o principios del XX, al igual que la presa de la que parten. Entre las canales
contemporáneas se aprecian los restos de una presa anterior de hormigón de cal de época
nazarí o anterior.

Lamina 28. Vista de las canales de conducción de agua a los cárcavos, obra de finales del
siglo XIX o principios del XX, al igual que la presa de la que parten. Entre las canales
contemporáneas se aprecian los restos de una presa anterior de hormigón de cal de época
nazarí o anterior.

Lamina 29. Vista del extremo Sur de la presa y de las conducciones de agua a los cárcavos.
Al fondo, un muro de hormigón de cal que formó parte del sistema de canalización de agua
original, de época nazarí o anterior.

Lamina 30. Vista de detalle del muro de hormigón de cal que formó parte del sistema de
canalización de agua original, de época nazarí o anterior.

Lamina 31. Vista de los restos de una presa de hormigón de cal de época nazarí o anterior
que desembocaba en un sistema de canales abiertas.

Lamina 32. Vista de uno de los apoyos de la presa original de hormigón de cal, de época
nazarí o anterior. Las canalizaciones entubadas a cada lado son obra de finales del siglo XIX
o principios del XX y sustituyen a las canales abiertas originales.

Lamina 33. Vista de uno de los apoyos de la presa original de hormigón de cal, de época
nazarí o anterior. Las canalizaciones entubadas a cada lado son obra de finales del siglo XIX
o principios del XX y sustituyen a las canales abiertas originales.

Lamina 34. Vista de uno de los apoyos de la presa original de hormigón de cal, de época
nazarí o anterior. La canalización existente en el centro de la imagen es un desagüe
contemporáneo.

Lamina 35. Vista de uno de los cárcavos del molino, que conserva el rodete metálico de su
última época de funcionamiento. Los cárcavos se cubren con bóvedas de cantería ladrillo
rebajadas que se manifiestan al exterior mediante arcos de medio punto de cantería, como se
aprecia en el extremo superior de la fotografía (el aspecto de fachada puede verse en la Lám.
36).

Lamina 36. Vista de la fachada Sur de los cárcavos y la sala de molienda (paramento 004-S).
La técnica constructiva utilizada en el cuerpo edificado de la sala de molienda, consistente en
una fábrica mixta de ladrillo y cajones de mampostería, así como la fábrica de cantería de la
salida de los cárcavos, datan del siglo XVI. Los vanos dispuestos originalmente en la fachada
fueron parcialmente cegados con posterioridad para convertirlos en las ventanas existentes
actualmente.

Lamina 37. Vista del extremo Norte de la fachada Sur de la sala de molienda (paramento 004-
S). Se aprecian el cegamiento parcial de un vano, así como el adosamiento de estructuras
anejas que tuvo lugar en época contemporánea.
Lamina 38. Vista del extremo Norte de la fachada Sur de la sala de molienda (paramento 004-
S). Se aprecian el cegamiento parcial de un vano y, al fondo, la existencia de una adaraja
realizada en el momento de construcción del paramento.

Lámina 39. Vista del extremo Sur de la fachada Sur de la sala de molienda (paramento 004-
S). Se aprecia la técnica constructiva consistente en una fábrica mixta de ladrillo y cajones de
mampostería.

Lamina 40. Vista de detalle de la moldura original de ladrillo que soportaba el alero de la
cubierta de la sala de molienda antes de la adición de una planta alta a finales del siglo XIX o
principios del siglo XX.

Lamina 41. Vista parcial de la fachada a Calle Molinos, una vez picado el revestimiento. El
jalón está situado sobre un machón conservado de la fábrica más antigua conservada, datada
en el siglo XVI.

Lamina 42. Vista parcial de la esquina Oeste de la fachada a calle Molinos, una vez picado el
revestimiento.

Lamina 43. Vista del paramento 107-N. Al fondo, la planta primera de la sala de molienda,
añadida a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. El círculo muestra la localización del
graffiti más interesante localizado (véase Plano 18).

Lamina 44. Vista de la coronación conservada del paramento 107-S. Al adosarle otro cuerpo
de fábrica en un momento posterior se abrieron mechinales para alojar las cabezas de las
vigas.

Lamina 45. Vista del vano alargado descubierto en el paramento 007-S, que fue cegado en la
primera ampliación de las dependencias anejas del molino. La altura del vano corresponde a
doce hiladas de ladrillo; el ancho al de un tizón. Véase un detalle del vano en la Lám. 18.

Lamina 46. Vista de vanos alargados similares al de la lámina 45. Estos corresponden a los
muros exteriores de la llamada Cocinilla del Cuarto de los Leones, una parte del conjunto
palatino de la Alhambra edificada con posterioridad a 1500. La altura de los vanos es aquí de
nueve hiladas de ladrillo, el ancho corresponde al de un tizón. (Fotografía de Vilar Sánchez:
2007, p. 268)

Lamina 47. Vista de la sala de molienda antes de levantar el pavimento actual. Para una vista
del pavimento empedrado original, véase el Plano 11.

Lamina 48. Cata muraria realizada con objeto de comprobar el carácter original de la
disposición de los vanos en el interior de la sala de molienda. Los vanos fueron parcialmente
cegados para convertirlos en ventanas pero su mitad superior mantiene la disposición original,
contemporánea del muro del siglo XVI que los alberga.

Lamina 49. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 3 (véase


situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). El sondeo
se realizó para localizar el pavimento original de la antesala de la sala de molienda, que
apareció a una profundidad d 55 cm tras la elevación del pavimento del ámbito realizada a
finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Los materiales pertenecen a esa época, con
alguna presencia espúrea de material de época anterior.
Lamina 50. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 4 (véase
situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta área
corresponde a la primera ampliación del molino llevada a cabo en algún momento de época
moderna (finales s. XVI – s. XVIII?). Los materiales se pueden adscribir a esta época, pero no
permiten precisar la cronología de la ampliación.

Lamina 51. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 4 (véase


situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta área
corresponde a la primera ampliación del molino llevada a cabo en algún momento de época
moderna (finales s. XVI – s. XVIII?). Los materiales se pueden adscribir a esta época, pero no
permiten precisar la cronología de la ampliación.

Lamina 52. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 5 (véase


situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta área
corresponde, como el área 4, a la primera ampliación del molino llevada a cabo en algún
momento de época moderna (finales s. XVI – s. XVIII?). Los materiales se pueden adscribir a
esta época, pero no permiten precisar la cronología de la ampliación.

Lamina 53. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 6 (véase


situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta área
corresponde a la segunda ampliación del molino llevada a cabo en algún momento de época
moderna (s. XVII – s. XIX?). Los materiales se pueden adscribir a esta época, pero no
permiten precisar la cronología de la ampliación.
ÍNDICE DE PLANOS

Plano 1. Situación
Plano 2. Estado antes de la intervención.
Plano 3. Planta alta. Estado antes de la intervención
Plano 4. Alzados y secciones. Estado antes de la intervención.
Plano 5. Alzados y secciones. Estado antes de la intervención.
Plano 6. Demoliciones realizadas. Planta baja.
Plano 7. Demoliciones realizadas.
Plano 8. Áreas de seguimiento arqueológico.
Plano 9. Área 1 (canales). Limpieza de estructuras.
Plano 10. Área 1 (canales). Sección A-A´.
Plano 11. Sondeo y levantamiento de pavimentos.
Plano 12. Situación de los paramentos estudiados.
Plano 13. Paramentos 001-N y 101-N.
Plano 14. Paramento 004-S.
Plano 15. Paramentos de las fachadas Norte y Oeste.
Plano 16. Paramentos 002-W y 003-W.
Plano 17. Paramentos 005-S y 006-E.
Plano 18. Paramentos 007-N y 107-N. Lectura.
Plano 19. Paramentos 007-N y 107-N. Interpretación.
Plano 20. Paramentos 007-S y 107-S. Lectura.
Plano 21. Paramentos 007-S y 107-S. Interpretación.
Plano 22. Paramentos 008-N y 108-N. Lectura.
Plano 23. Paramentos 008-N y 108-N. Interpretación.
Plano 24. Paramentos 008-S y 108-S. Lectura.
Plano 25. Paramentos 008-S y 108-S. Interpretación.
Plano 26. Paramentos 009-E y 109-E.
Plano 27. Paramentos 010-E y 011-N.
Plano 28. Fases constructivas identificadas.
Plano 29. Situación de las estructuras de época nazarí o anterior.
Plano 30. Hipótesis de fases constructivas (1).
Plano 31. Hipótesis de fases constructivas (2).
Figura 1. Plano de Thomás Ferrer (1751). Vista parcial del arranque de la
Acequia Gorda. El círculo marca la situación del Molino del Marqués.

Figura 2. Plano de Thomás Ferrer (1751). Detalle de la situación del Molino del
Marqués.
Figura 3. Plano de Dalmau (1796), versión original. Situación del Molino
del Marqués.

Figura 4. Plano de Dalmau (1796), versión impresa. Situación del Molino


del Marqués.
Figura 5. Plano de José Contreras (1853). Situación del Molino del
Marqués.

Figura 6. Plano de Rafael Contreras (1872). Situación del Molino del


Marqués.
Figura 7. Vista del Genil por Chapuy (hacia 1840).

Figura 8. Vista del Genil por Chapuy (hacia 1840), detalle. Situación aproximada del Molino del Marqués.
Figura 9. Plano de Cota y Agar (1887). Situación del Molino del
Marqués.

Figura 10. Plano de Bertuchi (1894). Situación del Molino del


Marqués.
Figura 11. Plano Topográfico (1909). Situación del Molino del Marqués.
Figura 12. La Cuesta de los Molinos y el Realejo. Fotografía de García Ayola (hacia 1890).
Situación del Molino del Marqués. Véase detalle en la Figura 13.

Figura 13. Detalle de la situación del Molino del Marqués según una fotografía de F. García
Ayola (hacia 1890). No se ha construido todavía la segunda planta de la sala de molienda, ni
se han unificado las cubiertas del conjunto de edificaciones. Véanse Planos 30 y 31
para una reconstrucción hipotética del edificio en esta época.
Figura 14. Ficha del aprovechamiento de agua del Molino del Marqués. Estadística de los
aprovechamientos hidráulicos existentes en la actualidad en el rio Genil. Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir. Año 1935. (Impresión facsímil en Martín Rodríguez y Giménez Yanguas, eds. 1988).

Croquis del molino harinero del Marqués. La disposición de planta de la zona de circulación del agua
tal y como estaba en 1935 es la misma que en la actualidad, con la salvedad de que en los años 40
en la zona de desagüe se construyó una plataforma para adosar un cuerpo de edificación (Planos 2 y
9). En 1935 uno de los cárcavos se había convertido en sistema de desagüe de la presa cuando no
se deseaba moler (originalmente en ese sitio debió existir otro rodezno). Es de destacar que en 1935
el Molino de Ganivet, situado inmediatamente después del Molino del Marqués, conservaba abiertos
los cinco cárcavos de que disponía, como se aprecia en el croquis (en la actualidad diversas obras
han modificado su disposición y el agua solamente circula por dos de ellos, véase Lám. 12). La Fig.
15 muestra el estado de la presa del Molino del Marqués según una fotografía incluida en la ficha de
aprovechamientos de agua de 1935.
Figura 15. Estado de la presa del Molino del Marqués según una fotografía incluida en la ficha del
aprovechamiento de agua del Molino del Marqués (Estadística de los aprovechamientos hidráulicos
existentes en la actualidad en el rio Genil. Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Año 1935.
Impresión facsímil en Martín Rodríguez y Giménez Yanguas, eds. 1988).
La disposición de la presa que muestra esta fotografía de 1935 es la misma que en la actualidad (véanse
Planos 2 y 9), y es el resultado del rediseño que se llevó a cabo a finales del siglo XIX o principios del
siglo XX en el contexto de la ampliación del molino realizada en esa época.
Figura 16. Plano Topográfico de Granada (1982). Situación del Molino del Marqués.
Figura 17. Elementos básicos de un molino de rodezno tradicional.
Lamina 1. Vista del inmueble del Molino del Marqués desde la Cuesta de los Molinos antes del
inicio de los trabajos de rehabilitación.

Lamina 2. Vista del inmueble del Molino del Marqués desde la Acequia Gorda antes del
inicio de los trabajos de rehabilitación.
Lamina 3. Vista del sistema de impulsión
del molino.

Lamina 4. Vista del sistema de impulsión


del molino.
Lamina 5. Vista de la fachada Sur
del molino.

Lamina 6. Vista de la fachada Sur del molino. Detalle de los cárcavos y del exterior de
la sala de molienda.
Lamina 7. Vista exterior de una de las ventanas de la sala de molienda.

Lamina 8. Vista de uno de los


cárcavos, que conserva el
rodezno metálico y otros
elementos del sistema de
impulsión (saetín y alivio). La
bóveda rebajada de cantería
corresponde probablemente a
época nazarí o anterior.
Lamina 9. Vista de la sala de molienda en planta baja, que conserva el banco y la mayor
parte de las muelas y otros elementos del proceso de molienda.

Lamina 10. Vista de la planta


primera, que conserva la
maquinaria de procesado del
grano.
Lamina 11. Vista de la sala
anexa a la sala de molienda
(área 3) antes del inicio de los
trabajos de desescombro.

Lamina 12. Vista de la salida del agua hacia el Molino de Ganivet, dos de cuyos
cárcavos (de un total de cinco) se ven al fondo.
Lamina 13. Trabajo de levantamiento por ordenador realizados in situ.

Lamina 14. Vista del ámbito de la


primera ampliación de las áreas
anexas del molino (áreas 4 y 5)
antes del inicio de los trabajos de
picado de muros y levantamiento
de pavimentos.
Lamina 15. Vista del paramento
007-N y 107-N antes del inicio de
los trabajos de picado de muros.

Lamina 16. Vista del paramento


007-S y 107-S antes del inicio de
los trabajos de picado de muros.
Lamina 17. Picado del paramento 007-N.

Lamina 18. Limpieza del vano


cegado descubierto en el
paramento 007-S.
Lamina 19. Picado del paramento
002-W en la esquina con el
paramento 007-S.

Lamina 20. Picado de la fachada a la


Calle Molinos.
Lamina 21. Sondeo realizado en el
área 3 (véase situación en Plano
11).

Lamina 22. Levantamiento del pavimento en al área 4 (véase situación en Planos 8 y 11).
Lamina 23. Limpieza de estructuras en el área 1 (canales de conducción del agua a los
cárcavos). Véase situación en Planos 8 a 10.

Lamina 24. Ejecución de la solera del pavimento del área 6.


Lamina 25. Vista del extremo Norte de la cubierta del cuerpo superior del molino.

Lamina 26. Reconstrucción de la cubierta de los edificios anejos a la sala de molienda.


Lamina 27. Vista de las canales de
conducción de agua a los cárcavos,
obra de finales del siglo XIX o
principios del XX, al igual que la presa
de la que parten. Entre las canales
contemporáneas se aprecian los restos
de una presa anterior de hormigón de
cal de época nazarí o anterior.

Lamina 28. Vista de las canales de


conducción de agua a los cárcavos,
obra de finales del siglo XIX o
principios del XX, al igual que la presa
de la que parten. Entre las canales
contemporáneas se aprecian los restos
de una presa anterior de hormigón de
cal de época nazarí o anterior.
Lamina 29. Vista del extremo Sur
de la presa y de las conducciones
de agua a los cárcavos. Al fondo,
un muro de hormigón de cal que
formó parte del sistema de
canalización de agua original, de
época nazarí o anterior.

Lamina 30. Vista de detalle del muro de hormigón de cal que formó parte del sistema de
canalización de agua original, de época nazarí o anterior.
Lamina 31. Vista de los restos de una presa de hormigón de cal de época nazarí o anterior que
desembocaba en un sistema de canales abiertas.

Lamina 32. Vista de uno de los apoyos


de la presa original de hormigón de cal,
de época nazarí o anterior. Las
canalizaciones entubadas a cada lado
son obra de finales del siglo XIX o
principios del XX y sustituyen a las
canales abiertas originales.
Lamina 33. Vista de uno de los apoyos
de la presa original de hormigón de
cal, de época nazarí o anterior. Las
canalizaciones entubadas a cada lado
son obra de finales del siglo XIX o
principios del XX y sustituyen a las
canales abiertas originales.

Lamina 34. Vista de uno de los apoyos


de la presa original de hormigón de cal,
de época nazarí o anterior. La
canalización existente en el centro de la
imagen es un desagüe contemporáneo.
Lamina 35. Vista de uno de los cárcavos del molino, que conserva el rodete metálico de su última
época de funcionamiento. Los cárcavos se cubren con bóvedas de cantería ladrillo rebajadas que
se manifiestan al exterior mediante arcos de medio punto de cantería, como se aprecia en el
extremo superior de la fotografía (el aspecto de fachada puede verse en la Lám. 36).
Lamina 36. Vista de la fachada Sur de los cárcavos y la sala de molienda (paramento 004-S). La
técnica constructiva utilizada en el cuerpo edificado de la sala de molienda, consistente en una
fábrica mixta de ladrillo y cajones de mampostería, así como la fábrica de cantería de la salida de
los cárcavos, datan del siglo XVI. Los vanos dispuestos originalmente en la fachada fueron
parcialmente cegados con posterioridad para convertirlos en las ventanas existentes actualmente.
Lamina 37. Vista del extremo Norte de
la fachada Sur de la sala de molienda
(paramento 004-S). Se aprecian el
cegamiento parcial de un vano, así
como el adosamiento de estructuras
anejas que tuvo lugar en época
contemporánea.

Lamina 38. Vista del extremo Norte de


la fachada Sur de la sala de molienda
(paramento 004-S). Se aprecian el
cegamiento parcial de un vano y, al
fondo, la existencia de una adaraja
realizada en el momento de
construcción del paramento.
Lámina 39. Vista del extremo Sur de la fachada Sur de la sala de molienda (paramento 004-
S). Se aprecia la técnica constructiva consistente en una fábrica mixta de ladrillo y cajones de
mampostería.

Lamina 40. Vista de detalle de la moldura original de ladrillo que soportaba el alero de la
cubierta de la sala de molienda antes de la adición de una planta alta a finales del siglo XIX o
principios del siglo XX.
Lamina 41. Vista parcial de la fachada
a Calle Molinos, una vez picado el
revestimiento. El jalón está situado
sobre un machón conservado de la
fábrica más antigua conservada,
datada en el siglo XVI.

Lamina 42. Vista parcial de la esquina


Oeste de la fachada a calle Molinos, una
vez picado el revestimiento.
Lamina 43. Vista del paramento 107-N. Al fondo, la planta primera de la sala de molienda,
añadida a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. El círculo muestra la localización del
graffiti más interesante localizado (véase Plano 18).

Lamina 44. Vista de la coronación conservada del paramento 107-S. Al adosarle otro cuerpo
de fábrica en un momento posterior se abrieron mechinales para alojar las cabezas de las
vigas.
Lamina 45. Vista del vano alargado
descubierto en el paramento 007-S,
que fue cegado en la primera
ampliación de las dependencias
anejas del molino. La altura del vano
corresponde a doce hiladas de
ladrillo; el ancho al de un tizón.
Véase un detalle del vano en la Lám.
18.

Lamina 46. Vista de vanos alargados similares al de la lámina 45. Estos corresponden a los muros
exteriores de la llamada Cocinilla del Cuarto de los Leones, una parte del conjunto palatino de la
Alhambra edificada con posterioridad a 1500. La altura de los vanos es aquí de nueve hiladas de
ladrillo, el ancho corresponde al de un tizón. (Fotografía de Vilar Sánchez: 2007, p. 268)
Lamina 47. Vista de la sala de
molienda antes de levantar el
pavimento actual. Para una vista
del pavimento empedrado original,
véase el Plano 11.

Lamina 48. Cata muraria realizada


con objeto de comprobar el carácter
original de la disposición de los vanos
en el interior de la sala de molienda.
Los vanos fueron parcialmente
cegados para convertirlos en
ventanas pero su mitad superior
mantiene la disposición original,
contemporánea del muro del siglo XVI
que los alberga.
Lamina 49. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 3 (véase
situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). El
sondeo se realizó para localizar el pavimento original de la antesala de la sala de
molienda, que apareció a una profundidad d 55 cm tras la elevación del pavimento del
ámbito realizada a finales del siglo XIX o principios del siglo XX. Los materiales
pertenecen a esa época, con alguna presencia espúrea de material de época anterior.

Lamina 50. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 4 (véase


situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta
área corresponde a la primera ampliación del molino llevada a cabo en algún momento de
época moderna (finales s. XVI – s. XVIII?). Los materiales se pueden adscribir a esta
época, pero no permiten precisar la cronología de la ampliación.
Lamina 51. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 4 (véase
situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta
área corresponde a la primera ampliación del molino llevada a cabo en algún momento de
época moderna (finales s. XVI – s. XVIII?). Los materiales se pueden adscribir a esta
época pero no permiten precisar la cronología de la ampliación

Lamina 52. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 5 (véase


situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta
área corresponde, como el área 4, a la primera ampliación del molino llevada a cabo en
algún momento de época moderna (finales s. XVI – s. XVIII?). Los materiales se pueden
adscribir a esta época, pero no permiten precisar la cronología de la ampliación.
Lamina 53. Materiales cerámicos recuperados en el sondeo realizado en el Área 6 (véase
situación en el Plano 8, y descripción de los materiales en el apartado 5 del texto). Esta
área corresponde a la segunda ampliación del molino llevada a cabo en algún momento
de época moderna (s. XVII – s. XIX?). Los materiales se pueden adscribir a esta época,
pero no permiten precisar la cronología de la ampliación.

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