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EXPEDIENTE : 907-2012-15
IMPUTADO : RAÚL MARCIAL ESQIVEL FLORES y otros
DELITO : COLUSION
AGRAVIADO : ESTADO
SENTENCIA DE VISTA
Resolución N° 29
Ayacucho, once de mayo
del año dos mil diecisiete.-
II.- CONSIDERANDO:
1.- ACTO PROCESAL OBJETO DE APELACIÓN:
Viene en grado de apelación la sentencia signada con el número 23 de fecha 13 de
octubre de 2016, emitida por el Segundo Juzgado Penal Unipersonal de Huamanga,
en el extremo que absolvió de la acusación fiscal a los acusados MARCIAL RAÚL
ESQUIVEL FLORES, JUDITH ESPERANZA ARIAS GAMARRA, NOEMÍ RUTH
JACAY LIMAYMANTA - en calidad de coautores, y PERCY VILCAMICHE
QUISPE, en calidad de cómplice primario, por el delito contra la administración
pública – delitos cometidos por funcionarios públicos – en la modalidad de
COLUSIÓN, previsto y sancionado en el artículo 384° del Código Penal, concordante
con el Art. 426° del Código Penal, en agravio del Estado – Beneficencia Pública de
Ayacucho, ordenandose se archive definitivamente; sin costas.-
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[las absolutorias requieren de un menor grado de intensidad],
6.2.- Con relación a la acción civil derivada del hecho objeto del proceso, conforme
a lo establecido en el artículo 12.3 del Código Procesal Penal, “La sentencia
absolutoria o el auto de sobreseimiento no impedirá al órgano jurisdiccional
pronunciarse sobre la acción civil derivada del hecho punible válidamente ejercida,
cuando proceda”. Al respecto, en primer lugar es de recibo lo señalado por el Jurista
Gonzalo Del Río Labarthe en el sentido que la disposición legal antes descrita
contiene en un error de redacción, pues, “luego de que se emita sentencia
absolutoria o el auto de sobreseimiento, no se puede calificar al hecho como
“punible”; por ello, se debió utilizar la frase “acción derivada del hecho que
constituye el objeto del proceso” o uno similar”, es que, la finalidad de dicha
disposición legal no se asienta en que se fije una reparación civil como
consecuencia de un hecho delictivo, sino, como consecuencia de un ilícito civil, este
último –precisamente- por la existencia de un daño de carácter civil. En segundo
lugar, como señala el mismo autor, en el pronunciamiento que debe efectuar el Juez
respecto de la acción civil “Se descarta un supuesto de interés público o social en
la reparación del daño ocasionado por un hecho que, a su vez, es o puede ser
considerado como delito. En tal virtud, la acción civil ejercida en el proceso penal es
privada y por ello dispositiva y esto supone que la regla general, lógica y coherente
con el principio dispositivo sea que el perjudicado muestre su voluntad de que en el
proceso penal sea enjuiciada la acción civil. Además, la sentencia que se dicte
durante el proceso ha de ser congruente con las peticiones de las partes civiles, en
tanto que lo dispuesto en las leyes procesales civiles es de aplicación” 2; y en tercer
lugar, “Si la acumulación heterogénea de pretensiones en el proceso penal se
justifica en razones estrictamente procesales, vinculadas a la celeridad procesal y a
la unidad de respuesta del ordenamiento jurídico, entonces, es evidente que no
tiene sentido que la sentencia absolutoria o, en su caso, el auto de sobreseimiento
impliquen una renuncia a la posibilidad de pronunciarse sobre el daño que puede
haber sido perfectamente comprobado durante la sustanciación del proceso”.-
2
ASENCIO MELLADO, J.M.. La Acción Civil en el Proceso Penal. El salvataje financiero. Lima: ARA
Editores, 2010 pp. 51-52 (citado por Gonzalo Del Rio Labarthe.-)
la responsabilidad civil que origina la obligación de reparar, es la existencia de un
daño civil, causado por un ilícito penal, el que obviamente no puede identificarse
con “ofensa penal” -lesión o puesta en peligro un bien jurídico protegido, cuya base
se encuentra en la culpabilidad del agente- [la casusa inmediata de la
responsabilidad penal y la civil ex delicto, interacción/daño es distinta]; el resultado
dañoso y el objeto sobre el que recae la lesión son distintos. Desde esta perspectiva
el daño civil debe entenderse como aquellos efectos negativos que derivan de la
lesión de un interés protegido, lesión que puede originar consecuencias
patrimoniales y no patrimoniales. Una concreta conducta puede ocasionar tanto (1)
daños patrimoniales, que consisten en la lesión de derechos de naturaleza
económica, que debe ser reparada, radicada en la disminución de la esfera
patrimonial del dañado y en el no incremento en el patrimonio del dañado-; cuanto
(2) daños no patrimoniales, circunstancia a la lesión de derechos o legítimos
intereses existenciales-no patrimoniales- tanto de las personas naturales como de
las personas jurídicas –se afectan, como acota ALASTUEY DOBÓN, bienes
inmateriales del perjudicado, que no tienen reflejo patrimonial alguno- (Conforme:
ESPINOZA ESPINOZA, JUAN: Derecho de la responsabilidad civil, Gaceta Jurídica
2002, pág. 157/159)”.-
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TERRAGNI, Marco Antonio. Culpabilidad penal y responsabilidad civil. Ed. Hammurabi. Pag. 95.
7.- ANÁLISIS y RESPUESTA A LOS AGRAVIOS:
7.1.- En cuanto se refiere a la Motivación Aparente, según el Ministerio
Público, al momento de formular su requerimiento acusatorio, ofrecieron una serie
de documentos que acreditan la comisión del delito de colusión, sin embargo, éstos
no fueron valorados en conjunto, siendo los principales indicios que demuestran la
concertación del comité y el proveedor, i.- la propuesta técnica y económica
presentada por el proveedor (quien ofertó cemento Portland tipo 1 –p y tipo 1 verde,
es decir, cementos diferentes a lo requerido en las bases); ii.- el conocimiento por
parte de los miembros del comité sobre la calidad de estos cementos; y, iii.- los
otros postores ofertaron el cemento requerido en las bases, sin embargo, no fueron
declarados aptos.-
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STC 1939-2011-PA/TC
jurisdiccional entre a examinar cada uno de los preceptos o razones jurídicas
alegadas por la parte, solo se requiere de una argumentación ajustada al tema en
litigio, que proporcione una respuesta al objeto procesal trazado por las partes
(…)”. En ese sentido, el A-Quo ha justificado con claridad los motivos de su decisión
señalando que los hechos que se encuentran probados, esto es, la inobservancia
por parte de los miembros del Comité Especial respecto de la diferencia existente
entre la propuesta técnica y propuesta económica de la Empresa HV EIRL,
representada por el imputado Percy Vilcamiche Quispe -con relación a las
características del cemento-, no son suficientes para demostrar la existencia de la
concertación que es el elemento central del delito de Colusión.-
7.4.- Ahora bien, en cuanto a lo señalado por el Ministerio Público, en el sentido que
los principales indicios con los cuales quedaría demostrada su teoría del caso (sobre
el cual subyace la existencia del acto colusorio), son: el hecho de que los miembros
del comité tenían conocimiento sobre la calidad de los cementos; y, que se
presentaron otros postores que sí ofertaron el cemento requerido según las bases
del concurso y sin embargo no se les adjudicó la buena pro. Al respecto, se puede
advertir que la teoría de la prueba del Ministerio Público está basada en la prueba
por indicios o prueba indiciaria, sin embargo, durante la audiencia de apelación,
esta parte no ha expresado que el A-Quo, inobservando su deber de motivación,
hubiese infringido las reglas de la lógica conforme prevé el artículo 158° del Código
Procesal Penal y de ese modo se hubiese sustraído de demostrar, en primer lugar la
veracidad del hecho indiciado y finalmente a través de una labor deductiva o de
inferencia, la veracidad del hecho que se pretende probar por medio de un
razonamiento basado en un nexo causal y lógico. Del mismo modo, sustentando su
posición opuesta al razonamiento del A-Quo, no cumple con ofrecer una inferencia
arreglada a las reglas de la lógica, lo ciencia o la experiencia a fin de demostrar la
existencia del hecho indiciado, esto es, la concertación exigida por el delito de
Colusión. En ese sentido, dado que el A-Quo ha cumplido con analizar y valorar los
hechos y las pruebas puntuales a los que se refiere la imputación, cumpliendo de
ese modo en brindar una respuesta razonada a lo que es el objeto del proceso, se
arriba a la determinación de que la resolución recurrida se encuentra debidamente
motivada, en consecuencia, el recurso interpuesto debe ser desestimado.-
7.5.- En cuanto a la acción civil derivada del hecho objeto del proceso, a
partir de lo señalado en los Fundamentos Jurídicos 6.2, 6.3 y 6.4, cabe señalar que
cuando se trata de la acción civil ejercida dentro del proceso penal, en primer lugar,
el actor civil debe demostrar la existencia del daño, pues, si no hay daño no hay
responsabilidad; y, como sostiene la doctrina extranjera, no basta la ejecución
del acto ilícito para exigir responsabilidades en la vía civil sino que se requiere
además que como consecuencia del acto haya sobrevenido un daño al ofendido o a
un tercero5; y, en segundo lugar, no se trata de que el imputado tenga que asumir
la obligación de pagar una reparación civil como consecuencia de la comisión de un
ilícito penal, sino, esta obligación tiene como fuente el acaecimiento de un daño de
naturaleza civil. Este razonamiento es coherente con lo señalado por nuestra norma
procesal penal en el artículo 12.3, pues, evidentemente al emitirse sentencia
absolutoria o al dictarse auto de sobreseimiento, se entiende que no existe ilícito
penal alguno, sin embargo claro está, ello no impide que el actor civil pueda
ejercitar la acción civil a fin de que pueda obtener una indemnización, pero, por la
existencia de un daño de naturaleza civil y para ello resultan siendo aplicables las
normas pertenecientes a la responsabilidad civil extracontractual previstas en el
artículo 1969° y siguientes del Código Civil.-
III.- DECISIÓN:
Por las consideraciones expuestas, los integrantes de esta Sala Penal de
Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho;
RESOLVEMOS:
1.- Declarando INFUNDADOS los recursos de apelación interpuestos por el
representante del Ministerio Publico y la representante de la Procuraduría Publica
Anticorrupción Descentralizada del distrito judicial de Ayacucho. En consecuencia;
3.- MANDAMOS que consentida y/o ejecutoriada que sea la presente sentencia, se
devuelvan los autos a donde corresponde y se ARCHIVE DEFINTIVAMENTE.-
S.S.
CHURAMPI GARIBALDI (D.D).-
BECERRA SUAREZ.-
MAGALLANES RODRÍGUEZ.-