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DIVISIÓN ANALÍTICA DE LA CRIMINOLOGÍA:

CRIMINOLOGIA: El presente, se trata de un breve y sintético trabajo explicativo de aspectos


básicos relacionados a la Criminología, sus principios, evolución y en especial la denominada
Criminología Clínica, referente al estudio y tratamiento de delincuentes en las Instituciones
carcelarias. Relacionada a otras ciencias, la Criminología junto a la Criminalística es una de
las Ciencias más jóvenes, quienes día a día vienen evolucionando junto a la dinámica del
estudio del delito, delincuente y conducta humana disvaliosa. Muchos son los precursores
tanto Europeos como Americanos quienes dieron origen al nacimiento de esta ciencia los que
se puede señalar entre otros a Lombroso, Garofalo, Nicéforo, Ferri, Benigno Di Tullio, Fratelli-
Bocca, Etiemme De Greeff, Hesnard, Stephan Huwitz, Seelig, Jean Pinatel, José Ingenieros,
etc quienes supieron con mucho esfuerzo brindar el científico estudio del delincuente y el
delito, desarrollando así los primeros tratados, hipótesis y la edición de sus trabajos, a través
de diversos textos en donde explicaban los resultados arribados en cuanto al tratamiento de
esta problemática (delito-delincuente). La palabra Criminología deriva del latín “criminis” y del
griego “logos”, que significa el tratado o estudio del crimen y el delito-delincuente.

Las definiciones, incumbencias, divisiones y alcances de esta Ciencia, fueron variando de


acuerdo a los distintos autores, Criminólogos y lugar geográfico de nuestra tierra, según los
diversos enfoques y encuadres teóricos, como asimismo de acuerdo a la época en las que
fueron expresadas. Mencionado termino “Criminología” fue expresada por primera vez por el
antropólogo Francés Pablo Topinnard a fines del año 1.883. Según Rafael Garófalo a fines de
1.885 menciona que la Criminología es la ciencia del delito. En cual a su vez edita un primer
libro llamado precisamente Criminología. Garófalo la definió como la ciencia general de la
criminalidad y de las penas. Vont Lizt como Mezger la definen como la ciencia que tiene por
objeto de indagación la etiología criminal. Quintanilla Saldaña en el año 1.929 la define como
la ciencia del crimen o estudio científico de la criminalidad, sus causas y medios para
combatirla. En 1.940 Abrahansen expresa que la Criminología permite la investigación a
través de la etiología del delito, buscando tratar de curar al delincuente y previniendo la
conducta criminal. Según Hurwitz en 1.945 señala que la Criminología estudia los factores
individuales y sociales que fundamenta la conducta delictual. Rene Resten refiere que la
Criminología es la aplicación de la Antropología diferencial al delito de los factores
criminógenos de origen biológico, fisiológico, psicológico y sociológico. Para Gunther Kaiser la
Criminología es la ciencia que estudia al delito. Hans Goppinger refiere que la Criminología es
la ciencia empírica e interdisciplinaria, relacionada con el surgimiento, la comisión y la
evitación del crimen. Garcia Pablos de Molina, la define como la ciencia empírica e
interdisciplinaria que se ocupa del crimen, del delincuente, la víctima y del control social del
comportamiento desviado. Alfonso Quiroz Cuarón considera a la Criminología como la ciencia
sintética, causal explicativa, natural y cultural de las conductas antisociales.

Luis Marcos del Pont, señala que la Criminología es un poderoso instrumento para la
prevención de los delitos y de las conductas desviadas dentro de un adecuado marco político
criminal. Según José Ingenieros la Criminología es la ciencia multidisciplinaria que estudia la
conducta humana peligrosa, constituya delito o no, tanto de los casos en forma individual
como de los fenómenos de masa. En la Argentina, los primeros estudios y trabajos en cuanto
a la aplicación de la Criminología Clínica fueron desarrollados por José Ingenieros, quien a su
vez crea y fue el primer Director del Instituto de Criminología en el año 1.907. Mencionado
Instituto funciona hasta la actualidad en la ciudad de Buenos Aires, en donde se desempeñan
profesionales con estudios en sociología, psicología, psiquiatría, médicos, criminólogos,
abogados, etc. con estudios versados en Criminología, quienes actúan como respaldo y
consultoría técnica para el tratamiento de internos alojados en el Servicio Penitenciario
Federal Argentino. Personalmente, producto de un enfoque amplio, me permito definir a la
Criminología como la ciencia multidisciplinaria que estudia el delito y el delincuente, como la
conducta humana desviada tanto de los casos en forma individual como de los fenómenos de
masa, a fin de determinar y explicar la génesis del fenómeno, prevenirlos, como a su vez
aplicar los tratamiento o remedios necesarios del caso. Se dice interdisciplinaria, debido a que
para el desarrollo de su estudio científico, recurre al conocimiento de otras disciplinas y/o
ciencias tales como la medicina, psiquiatría, psicología, antropología, sociología, etc, a fin de
conocer del caso desde distintas ópticas, llegar a la formulación de sus hipótesis como
génesis de la conducta desviada y aplicar los remedios o tratamientos necesarios al caso. De
tal manera, la Criminología se encuentra en un estadio superior y abarcativo, en donde
mencionadas ciencias dependen de este, en el estudio del delito y del delincuente. Esta
Ciencia nace con la necesidad de estudiar, determinar y explicar el fenómeno y estrecha
relación existente entre el delito y el delincuente, cuáles son las causas que llevaron al sujeto
para caer en la comisión del hecho y aplicarle remedios o tratamientos personalizados en
busca de su posible reinserción en la sociedad. Tal vez el error en que cayeron los primeros
Criminólogos, fue en centralizar la causa del delito en un elemento a la vez. Dichos estudios
dieron origen así a las diversas teorías e hipótesis de trabajo como conclusiones, tales como
las teorías biológicas, antropológicas, sociales, psiquiátricas, psicológicas, jurídico legal, etc
en forma individual y separadas unas de otras. En la actualidad, se afirma que el delito y el
delincuente, no es producto de una causa o elemento en forma independiente, sino que se
crea como producto de la sumatoria de diversos factores que inciden y desarrollan a una
personalidad potencialmente proclive a las conductas desviadas y/o a la comisión de aquellas
conductas calificadas como delito. Tales se tratan de las teorías bio-psico-sociales, largo de
desarrollar y no objeto de estudio en esta oportunidad.

DIVISIONES: *-A)-ETIOLOGIA CRIMINAL: Estudia las causas determinantes de los delitos, en


donde en lugar de presuponer el libre albedrío del delincuente, busca el determinismo de su
acto antisocial, en su constitución orgánica y en las condiciones del ambiente en que vive. -
Antropología Criminal.- -Biotipología Criminal.-
*1)-BIOLOGIA CRIMINAL: -Endocrinología Criminal.- -Psicopatología Criminal.- -Psiquiatría
Criminal.- -Psicoanálisis Criminal.- -Sociología Criminal.-
*-2)-MESOLOGIA CRIMINAL -Geografía Criminal.- -Mundo circundante.- -Ecología Criminal.-
*-3)-ESTADISTICA CRIMINAL -De delitos.- -De delincuentes.-
*B)-CLINICA CRIMINOLOGICA: Estudia las múltiples formas en que se manifiestan los actos
delictuosos y los caracteres fisiopsíquicos del delincuente. No trata de explicar o establecer el
grado de responsabilidad del delincuente, sino de fijar el grado de temibilidad según el peligro
que pueda resultar en su convivencia en la sociedad. 1)-En particular, en cuanto al estudio
integral del delincuente según su sexo y edad.- 2)-En general, en cuanto a la clasificación de
los delincuentes.-
*C)-TERAPEUTICA CRIMINAL: Estudia las medidas sociales o individuales de profilaxis o
represión del delito, procurando asegurar la defensa social contra su actividad morbosa,
mediante instituciones preventivas y por la segregación en establecimientos apropiados a los
diversos casos. 1)-Penas.- 2)-Medidas de seguridad.- 3)-Métodos de reinserción social.- 4)-
Métodos Clínicos.- Hasta aquí se ha desarrollado una breve introducción a los conceptos
básicos y divisiones de la Criminología. Motivo del presente trabajo es analizar y desarrollar en
forma sintética la llamada Criminología Clínica en cuanto al estudio y tratamiento del interno
en los establecimientos carcelarios en busca de su progresiva reinserción a la sociedad.

CRIMINOLOGÍA CLINICA: Técnicamente se puede definir a la Criminología Clínica como la


ciencia multidisciplinaria que estudia al delincuente en forma particular, a fin de conocer la
génesis de su conducta delictiva y aplicarle un tratamiento personalizado, procurando su
reinserción a la sociedad. Parte del estudio clínico e individual del delincuente,
considerándose al delito como una conducta anormal patológica, de una personalidad
conflictiva, con una determinada problemática de violencia. Define al delincuente como aquella
persona que ha transgredido las normas legales, sociales y culturales, agrediendo a otra
persona o a si misma, debiendo ser objeto de estudio, tratamiento y rehabilitación. Según
Jean Pinatel, es el estudio del paso al acto, en donde una persona pasa la línea y comete un
hecho calificado como delito, mientras que otros individuos en iguales circunstancias se
detienen y controlan sus impulsos, lo que implica la consideración de las diferencias entre
delincuentes y no delincuentes.

DIVISIONES DE LA CRIMINOLOGÍA CLINICA: a)-Diagnóstico Clínico Criminológico.-


Partiendo de la base que cada delincuente se trata de una individualidad biológica, psicológica
y social, en donde cada uno llega de un modo distinto a la comisión de la conducta delictiva y
por lo tanto debe ser estudiado, conocido y comprendido desde su historia familiar como el
personal y social, lo cual en definitiva nos podrá brindar un diagnóstico criminológico en
cuanto al perfil de personalidad criminológica y génesis de la conducta delictiva.

b)-Tratamiento individual-familiar: Es bastantemente conocido el viejo concepto de que la


familia es la célula primaria y fundamental de la sociedad. Indudablemente, la influencia de las
características intimas en la dinámica del grupo familiar primario, como la personalidad de los
progenitores, las relaciones vinculares, antecedentes criminógenos, etc marcan hondamente
en la formación del ser humano influyendo en el individuo, dando como resultante, o no a un
potencial delincuente o un delincuente habitual. Debido a ello, todo tratamiento de
rehabilitación no se debe circunscribir en el tratamiento del delincuente, sino también se
deberá extender a su grupo familiar primario según corresponda.

c)-Medidas Preventivas: La prevención tiene por objeto tratar de evitar nuevos


comportamientos delictivos, la reincidencia delictiva y la persistencia en la violencia. Según
Benigno Di Tullio, la Criminología Clínica es la ciencia de las conductas antisociales y
criminales, basadas en la observación y el análisis profundo de casos individuales, sean estos
normales, anormales o patológicos.

Según Hurwitz, el delito es un acontecimiento de la vida individual explicado por la propia


individualidad, en donde el delito es el hombre. La Criminología es el estudio empírico de los
factores individuales y sociales sobre los que se asienta la conducta criminal. Hurwitz
desarrolla un profundo análisis de la base biológica de la criminalidad, de los factores
hereditarios en familias de criminales, de los estudios antropológicos, y profundiza la
importancia de los factores psíquicos de la criminalidad, describiendo las distintas
enfermedades mentales relacionándolas al delito. Las psicosis, neurosis, psicopatías,
anormalidades sexuales, etc. Sigmund Freud en el año 1.915 publico el artículo “Los
delincuentes por sentimientos de culpa”, explicando que la labor analítica le conduzco al
sorprendente resultado de que las conductas delictivas eran cometidas ante todo por que se
hallaban prohibidas y por que a su ejecución, se enlazaba para el autor un alivio psíquico. El
sujeto sufría un penoso sentimiento de culpabilidad de origen desconocido, donde una vez
cometida la falta, sentía mitigada la presión del mismo. Por paradójico que parezca, el
sentimiento de culpa existía antes del delito y no procedía de él, al contrario el delito es el que
procedía del sentimiento de culpabilidad. Profundizando su análisis llega a la conclusión de
que este sentimiento de culpabilidad proviene del complejo de Edipo. Según Freud, los niños
cometen travesuras para llamar la atención y atraerse un castigo, luego de este, quedan
tranquilos, donde el castigo sirvió para satisfacer sus necesidades de autocastigo, emanados
de la sensación de culpabilidad que provocan otras faltas más graves. El delincuente por un
lado comete un delito por sentimientos de culpa, y por el otro, el castigo que el delito ocasiona,
satisface la necesidad de autocastigo que el sujeto experimenta inconscientemente. Freud
también habla de los delincuentes adultos que cometen delitos sin sentimientos de culpa.
Señala que estos sujetos no han desarrollado inhibiciones morales o creen justificada su
conducta por su lucha contra la sociedad, refiriéndose así hacia los actualmente denominados
personalidades Psicopáticas. Posteriormente, en el año 1.923 edita su artículo “El yo y el ello”,
en donde fundamenta su teoría de conformación del aparato psíquico del yo, super-yo y el
ello, bastantemente conocido por todo aquel que ha desarrollado estudios básicos de la
criminología. Por su parte Alfred Adler fundamenta sus teorías en tres postulados principales,
el sentimiento de inferioridad, los impulsos de poderío y los sentimientos de comunidad.
Tendencia de la Criminología
Hacia 1969 se empezó a hacer notoria la existencia de diferentes tendencias o corrientes
criminológicas, esto a raíz de la creación del Centro Internacional de Criminología Comparada.
Estas tendencias fueron evaluadas y dividas en dos grupos:

1. Tendencia central o científica:

1.1. T. Clínica

1.2. T. Interaccionista

1.3. T. Organizacional.

2. Tendencias marginales o ideológicas:

2.1. Crítica, Radical o Nueva Criminología

2.2. Marxista o comunista.

Tendencias Centrales o Científicas


Son aquellas tendencias cuyos métodos se basan en la observación instrumental, la
interpretación de los hechos y la verificación de las hipótesis. Incluye a su vez:

1. Tendencia Clínica: Esta tendencia se centra en el estudio del delincuente, de su


personalidad. Estudia al delincuente bajo todos los aspectos posibles: médicos, psicológicos,
psiquiátricos, sociales, etc. Todo esto con el fin de poder establecer su peligrosidad. Es la
tendencia clásica de la criminología, hallando sus raíces en la antropología criminal de
Lombroso. Fue desarrollada posteriormente por Etienne De Greef, Benigno de Tulio, P.
Germelli y Jean Pinatel, entre otros.

En Criminología se usa la palabra “Clínica” para denotar los métodos de aproximación


individual. Esta tendencia organiza la criminología de manera similar a la medicina, buscando
establecer un diagnóstico, elaborar un pronóstico y buscar el tratamiento adecuado para la
rehabilitación del sujeto, en este caso el delincuente.

Esta es la tendencia utilizada y seguida por el legislador venezolano en la actual constitución


de 1999 como se denota en el art. 272 de la misma:
“El Estado garantizará un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del interno; y
el respeto a los Derechos Humanos. Para ello, los establecimientos contarán con espacios
para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación; funcionará bajo la dirección de
penitenciaristas profesionales con credenciales universitarias, y se regirán por una
administración descentralizada, a cargo de gobiernos estadales y municipales,
pudiendo ser sometida a modalidad de privatización. En general, se preferirá en ellos el
régimen abierto, y el carácter de colonias agrícolas penitenciarias. En todo caso las fórmulas
de cumplimiento de penas no privativas de libertad se aplicarán con preferencia a las medidas
de naturaleza reclusoria. El Estado creará las instituciones indispensables para la
asistencia post-penitenciaria que posibiliten la reinserción social del interno, y propiciará la
creación de un ente penitenciario con carácter autónomo y con personal exclusivamente
técnico.

De este artículo destaca lo siguiente:

- Rehabilitación del interno: Este es el objetivo principal de la tendencia clínica.

- Funcionará bajo la dirección de penitenciaristas profesionales: En las cárceles debe (o


debería) haber un equipo especializado formado por médico, criminólogo, abogado, educador,
odontólogo, trabajador social, psicólogo, psiquiatra, endocrinólogo, antropólogo, etc.

- Administración descentralizada a cargo de los gobiernos estadales y municipales: Las


cárceles deben ser administradas por los gobernadores y alcaldes.

- Pudiendo ser sometidas a modalidades de privatización: Pueden también ser


administradas de manera privada.

- El Estado creará las instituciones indispensables para la asistencia post-penitenciaria


que posibilite la reinserción social del interno: El objeto del régimen penitenciario debería
la reinserción del recluso en la sociedad.

2. Teoría Interaccionista: Busca explicar el comportamiento desviante en general, y lo que es


considerado específicamente criminal en lo social. Se basa en el concepto de “interacción
social”, dado por Kimball Young y Raimond Mack:
“Acción o comunicación entre personas que produce estímulos y acciones recíprocas.”

Tiene su primer antecedente en la sociología criminal de Enrico Ferri, y además en la teoría de


Asociación Diferencial de Edwin Sutherland y la anomia. Entre sus exponentes encontramos a
Becker, Matza, D. Chapman, entre otros.

La teoría interaccionista estudia los mecanismos sociales de rechazo; los partidarios de esta
tendencia señalan que la delincuencia no es una característica del autor del delito, sino que
esta depende de la interacción existente entre el delincuente y la sociedad, pues son de los
mecanismos de rechazo y señalamiento de donde surge el delincuente.

Conceptos relacionados:

- Sistema Social: Según este concepto la sociedad está constituida por un conjunto de
grupos e instituciones diferentes, cada uno de los cuales tiene sus propios valores. Basándose
en esos valores los grupos dominantes definen que conductas se consideran desviadas o
desviantes.

- Cifra negra: Es la cifra formada por el número de delitos que han sido cometidos en un lugar
y tiempo determinado, pero que no han sido denunciados, bien sea por temor a represalias
por parte de los delincuentes, o por desconfianza de la autoridad. El término fue acuñado a
inicios del siglo XXpor el criminólogo japonés Oba, para sí distinguir la parte desconocida de la
criminalidad real.

- Etiquetamiento: Según Payne, el etiquetamiento es el proceso mediante el cual se crea un


rol desviado y se mantiene a través de la imposición de una etiqueta delictiva.

Una Etiqueta Social sería entonces una designación o nombre estereotipado que se le imputa
a una determinada persona, basándose en una información que se tiene sobre ella. En el
presente caso, se señala a la persona como delincuente.

Según la escuela interaccionista, siendo comportamientos desviantes los que así considere el
grupo dominante, los delincuentes serán aquellas personas etiquetadas como tales por el
órgano de persecución penal, basándose en las normas creadas por el grupo gobernante. Son
clasificaciones creadas con anterioridad que generalmente inducen al comportamiento acorde
a su contenido. Tiene las siguientes características:

a. Elevan al etiquetado por encima del grupo: Lo hace diferente y lo separan del grupo,
haciéndolo entonces más visible. También hay casos en que lo hacen invisible, haciendo que
el individuo pierda su identidad.

b. Origina auto etiquetamiento: El individuo se ve a sí mismo y se comporta como los demás


esperan que lo haga.

c. Tiende a perpetuar el comportamiento: Esto ocurre cuando el etiquetamiento lleva al auto


etiquetamiento negativo.

d. Producen desviaciones secundarias: Dependiendo de la reacción social frente a la primera


desviación pueden surgir otras como medio de defensa, ataque o adecuación.

e. Crean una subcultura: Las personas etiquetadas crean sus propios grupos buscando
personas con condiciones similares que los acepten.

- Esteriotipia del delincuente: Creencia popular e idea aceptada por el grupo social, como
consecuencia del etiquetamiento. Es la percepción que tenemos de que cierta persona va a
cometer un delito. Generalmente se basa en la forma como se ve una persona, como se viste,
como actúa, etc. Es un modo de asignarle al individuo un lugar dentro de la estructura social, y
usar al “inadaptado” psíquico, cultural y económico como chivo expiatorio.

- Estigmatización Social: Es la huella o marca que deja el etiquetamiento en la persona. Es


el sello que la sociedad y el sistema de justicia imponen a la persona etiquetada.

En resumen podríamos decir que, según la tendencia interaccionista, la desviación es el


resultado de la interacción entre el sujeto etiquetado como delincuente y la persona que
reacciona a su conducta. La persona llegará a la delincuencia en la medida que sea
etiquetado como deincuente.

3. Tendencia organizacional: Este sistema estudia la administración de justicia como un


todo. Está enfocado en buscar una mejor administración de justicia, y una mejor defensa
social ante la criminalidad.

Intenta ver cómo funciona el sistema al enfrentarse con la realidad individual y social, la evalúa
y propone mejoras. También busca corregir la deshumanización de los sistemas penitenciarios
y estudia la accesibilidad a la justicia, aceleración de los procesos judiciales y disminuir la
arbitrariedad del sistema judicial.

Tendencias marginales o filosóficas


Son tendencias que se basan en posturas políticas o filosóficas:

1. Tendencia Crítica o nueva criminología: Esta teoría rechaza la concepción del


delincuente como un ser anormal y patológico. Tampoco acepta el rol del Estado como un
ente mediador que se encuentra por encima de la sociedad. Sostiene que es esta última quien
tiene la función de reprender al crimen, siendo también la misma sociedad quien modela al
delincuente. No apoya la rehabilitación.

2. Tendencia Marxista: Sitúa el origen de la criminalidad en las en las condiciones materiales


de una sociedad determinada, y a la influencia de los fenómenos negativos que convergen en
su interior.

Tendencias actuales y futuro de la Criminología


Una vez explicitadas las principales corrientes teóricas en Criminología, resulta
necesario realizar una sintética presentación del estado de la teoría criminológica a
día de hoy, así como hacer conjeturas sobre su futuro. Sin embargo, se estima
indispensable mencionar que el resumen de las aproximaciones teóricas
desarrollado en las páginas anteriores ha dejado en el tintero otros enfoques con
una importancia capital, como lo son la teoría de la personalidad criminal de
Eysenck (Eysenck y Eysenck, 1970), la teoría de las tendencias criminales
heredadas de Mednick (1977), la teoría de las ventanas rotas de Wilson y Kelling
(1982), la teoría de la vergüenza reintegradora de Braithwaite (1989), la teoría del
desarrollo de Moffitt (1993), o la teoría del balance en el control de Tittle (1995),
habiendo tenido que delimitar el contenido a aquellos enfoques teóricos más
significativos en la evolución de esta ciencia.
Como se ha podido comprobar, el cuerpo de conocimiento teórico y aplicado
generado por los diferentes enfoques en Criminología sobre la comprensión de los
comportamientos antisociales y los mecanismos de reacción social ante dichas
conductas es en la actualidad extenso y rico en contenido, permitiendo
aproximaciones multidimensionales a los problemas de criminalidad, y
posibilitando el diseño de programas testados de prevención (primaria, secundaria
y terciaria) de la delincuencia. Es precisamente la multidimensionalidad que las
diversas teorías han aportado a la Criminología la que permite comprender la
primera tendencia en la Criminología actual: el desarrollo de teorías integradoras,
que permiten una visión de conjunto y multicausal de los fenómenos de
criminalidad. Los principales enfoques teóricos integradores en Criminología son
seguramente la teoría integrada del potencial cognitivo antisocial (ICAP) de
Farrington (2005) y la teoría del triple riesgo delictivo (TRD) de Redondo (2015).
David Farrington (2005) desarrolla la Teoría Integrada del Potencial Cognitivo
Antisocial (ICAP) con el objetivo de incorporar a un mismo marco teórico los
principales enfoques sobre la Criminología del desarrollo, rama de la ciencia
criminológica encargada del estudio de la evolución del comportamiento antisocial
en las diferentes etapas del ciclo vital, así como de los factores de riesgo y
protección de la criminalidad (Cullen y Wilcox, 2010, p.313). Farrington (2005,
p.73) trata de estudiar i) por qué las personas se convierten en delincuentes, y ii)
por qué cometen hechos delictivos. Para ello, integra los principales elementos que
han mostrado capacidad predictiva del comportamiento antisocial en las diferentes
etapas vitales, incorporando factores biológicos (ansiedad, impulsividad),
emocionales (frustración, aburrimiento), educativos (fracaso escolar, familias
disruptivas, poca capacidad de aprendizaje), sociales (padres antisociales, grupos
de iguales desviados, vínculos prosociales), de oportunidades delictivas y de
experiencias previas con el delito. Con todo, el autor teoriza un modelo teórico
multicausal en fases que convergen en la explicación del potencial antisocial del
sujeto en cada una de las etapas del ciclo vital.
Santiago Redondo (2015) explica que la probabilidad de que un sujeto realice un
comportamiento delictivo dependerá de la confluencia de tres categorías de
variables: a) factores de riesgo personal, entre los que destaca elevada
impulsividad, propensión a la aventura y el riesgo, habilidades interpersonales
pobres, creencias antisociales y adicciones a drogas y alcohol; b) oportunidades
delictivas, en el que quedan enmarcados la presencia de víctimas vulnerables, el
diseño urbano, una alta densidad de población y la presencia de provocaciones
agresivas; y, c) carencias en apoyo social, en que encontramos fracaso escolar,
amigos desviados, estigma cultural, aislamiento social o privaciones en la familia;
motivo por el que define dicho enfoque teórico como modelo del Triple Riesgo
Delictivo (TRD) (Redondo, 2015, p.315). A partir de una visión de conjunto, el
autor introduce elementos explicativos de múltiples teorías previas para lograr una
aproximación integradora a la realidad de la conducta antisocial, logrando
sintetizar buena parte de la evolución de la Criminología hasta la actualidad en un
marco teórico integrado.
Así, una de las grandes tendencias en la Criminología actual es la integración de
marcos teóricos para lograr visiones multidimensionales del comportamiento
antisocial, siendo la otra tendencia actual el desarrollo de marcos teóricos
encaminados al estudio de las nuevas realidades delictivas. El nuevo siglo ha traído
consigo una serie de cambios a nivel tecnológico, social, cultural, económico y
político, estrechamente relacionados con los procesos de globalización, cuyos
efectos son claros cuando estudiamos los cambios en la delincuencia de la última
década. Fenómenos como el terrorismo, los delitos financieros, la
ciberdelincuencia o los delitos ecológicos adoptan lógicas de funcionamiento
transnacional e internacional, por lo que la Criminología necesita adaptarse a la
nueva realidad, existiendo la necesidad de “una criminología global en un mundo
globalizado” (Zaffaroni, 2012, p.2). La Criminología global emerge como la nueva
rama de la ciencia criminológica encargada del estudio de los crímenes globales y
los mecanismos de control social empleados para tratar con dichos escenarios.
Ejemplos de nuevos enfoques surgidos en Criminología global son el estudio del
cibercrimen, es decir, “la delincuencia en el espacio de comunicación abierta
universal que es el ciberespacio” (Miró, 2012, p.37); la Green Criminology, el
estudio de los comportamientos delictivos que dañan el medioambiente, el planeta,
y causan perjuicios asociados a la vida, tanto humana como no humana (Brisman,
2014, p.1); o el estudio de los delitos financieros con repercusiones globales.
En este punto, el lector ha podido introducirse en los principales enfoques teóricos
en Criminología desde el siglo XVIII hasta la actualidad, mediante una síntesis
histórica de la Criminología científica, quedando solo por abordar conjeturalmente,
y de manera sinóptica, el futuro de esta ciencia.
En primer lugar, como se ha podido constatar, el grado de profundidad conceptual,
metodológica y aplicada de la teoría criminológica ha seguido un itinerario in
crescendo desde los orígenes de la disciplina hasta los últimos desarrollos teóricos
integradores, permitiendo ahora diseñar programas de prevención con capacidad
efectiva, eficaz y eficiente. Considerando dicha evolución ascendente, es previsible
esperar una Criminología más empírica en un futuro, esto es, con mayor perfección
metodológica, profundidad teórica y aplicabilidad práctica. En este sentido, un
papel importante lo podrá jugar la aplicación del método experimental al estudio
del comportamiento antisocial y a los mecanismos de reacción social ante el mismo
(Welsh et al, 2013).
En segundo lugar, como se ha dicho más arriba, los nuevos fenómenos
delincuenciales tienen una etiología cada vez más internacional, o supranacional si
se quiere, y menos local; por lo que es esperable en un futuro próximo una ciencia
criminológica más global.
Y en tercer lugar, como apunta la Sociedad Española de Investigación
Criminológica (2012), no puede entenderse una ciencia criminológica “sin la
promoción de un concepto de comunidad científica al servicio de la paz y el
progreso social […] de acción y realización de los derechos humanos”. Pese a que
algunas de las líneas teóricas presentadas han devenido en intervenciones más
represivas que comprensivas, una buena porción de la Criminología ha tratado de
ponerse en la piel tanto del infractor como de la víctima, con el punto de vista
centrado en la velar por el bienestar personal y social del conjunto de la ciudadanía.
Así, también se espera en el futuro una Criminología más humanista (Moloney,
2009, pp.78-81; Pepinsky y Quinney, 1992; Richards et al, 2009, p.356).
En síntesis, a partir del estudio de los precedentes teóricos en Criminología, así
como de las principales líneas de trabajo planteadas actualmente, se puede concluir
que es esperable en los próximos años el desarrollo de una Criminología
más empírica, más global y más humanista.
Así pues, a modo de reflexión final, se considera que la Criminología, en la
actualidad, puede ser descrita como una ciencia VIVA, acrónimo con el que Felson
y Clarke (1998, p.5) describen la probabilidad de los objetos de ser propósito de un
hecho delictivo, aunque en este caso no nos referimos al valor, inercia, visibilidad y
acceso, sino que estamos describiendo una ciencia valiosa, basada en la
investigación, válida y aplicable

Fundamentos de la Criminologia.
Existen 3 tipos de criminología la biológica, la psicológica y la sociológica.

La bilógica busca las bases fisiológicas del comportamiento anormal de los seres humanos que
los predisponen a la antisocialidad. Investiga la causalidad física; es decir, la relación entre el
hecho somático y la criminalidad o el comportamiento violento. Esto es algo complicado que
requiere de estudios profundos. Un hecho somático es un hecho que tiene que ver con lo físico,
es decir , con alguna parte del cuerpo humano en esto casos. Existe relación entre la actividad
del organismo con las conductas antisociales. son causas endógenas somáticas las que se
manifiestan en el cuerpo, se refieren a los cambios en la estructura y funcionamiento corporal,
así como las anomalías o defectos y enfermedades corporales, hereditarias o adquiridas,
también particularidades en su desarrollo” un endógeno, se refiere a los que nacen con el sujeto
y actúan hacia el medio exterior produciendo ciertos resultados. La determinación de las
influencias de los factores hereditarios sobre un niño o un adulto requiere la opinión de un
especialista con conocimientos de genética humana. El Criminólogo debe tener conocimiento
del valor de sus pruebas como elementos de predicción.

La psicológica, trata de averiguar o de conocer qué es lo que induce a un sujeto a delinquir,


qué significado tiene esa conducta para él, por qué la idea de castigo no lo atemoriza y le hace
renunciar a sus conductas criminales. La teoría psicológica consiste en aclarar su significado en
una perspectiva histórica-genética. Un análisis completo del hombre delincuente requiere de
por sí un trabajo interdisciplinario, un trabajo que permita la exposición del hábitat de los
individuos; de su familia, de su cultura con sus diferentes aspectos de sus procesos de
aculturación, educación, enseñanza y organización social, de sus estructuras políticas, de su
religión y de su arte. Con frecuencia se afirma la existencia de una relación entre delito y la
locura y es aún asunto de discusión; pero la historia delictiva nos muestra que sí existe tal
relación, además los disturbios psicológicos son causa y razón de múltiples actitudes
antisociales. Hemos visto como una personalidad mal formada es particularmente susceptible
de cometer crímenes, principalmente por su falta de resistencia a la frustración, su menor
capacidad de manejar agresividad, su escasa aptitud de adaptación, pues varias investigaciones
de la mentalidad de los criminales, maleantes, delincuentes y otros tipos antisociales, han
demostrado, que casi todas las personas de esa clase son de mentalidad baja.

La sociológica

es una ciencia todavía en gestación; todos los ilustres sociólogos han expuesto hasta atrevidas
teorías pero todas ellas tienen un fondo de incertidumbre, sobre todo cuando tratan de enumerar
las verdaderas causas de la criminalidad. Algunos autores sostienen que en el acto criminal
entran un complejo de factores algunas veces difíciles de determinar.

Otros como Lombroso dicen que la causa del acto criminal está constituida por las condiciones
anómalas del criminal; para Maxwel, esa causa consiste en dos elementos: individuo y
sociedad, otros sostienen que es la falta del libre arbitrio, y por último, hay quienes digan que
las únicas causas de la criminalidad están constituidas por la suma de las tres categorías de
factores estudiados.

Manzini nos dice que la “Sociología Criminal es la ciencia descriptiva que realiza la historia
natural de la delincuencia”.

“En su rama biosociológica, la Sociología Criminal estudia los caracteres individuales del
delincuente, con el fin de determinar las causas del delito y su grado de temibilidad social; en
su rama jurídica, estudia la legislación preventiva y represiva de la delincuencia”.
Según su fundador, Enrico Ferri, la sociología criminal es una ciencia de observación positiva
que, fundándose en la antropología, la psicología y la estadística criminal, así como el Derecho
Penal y los estudios penitenciarios, llega a ser la ciencia sintética de los delitos y las penas.

La sociología criminal no estudia el problema de la criminalidad más que en uno de sus muchos
aspectos. Se ocupa sólo de la relación que existe entre el autor del delito, como sujeto activo,
con la sociedad. Estudia el acto delictuoso como un acto puramente objetivo. Las condiciones
internas que motivan el hecho, y la manifestación de la voluntad, son del resorte de otra ciencia,
la Psicología Criminal, importante auxiliar de las demás ciencias que con el problema que
venimos estudiando se relacionan.

La sociología criminal se diferencia de la sociología general en que, mientras la primera se


ocupa únicamente del fenómeno de la criminalidad, la segunda estudia todos los fenómenos en
general que influyen y modifican el desarrollo y progreso evolutivo del organismo social.

La infracción es un término que significa la violación de una ley o de un precepto de la


autoridad, por lo que se incurre en una sanción penal.

La sociología criminal se auxilia de las siguientes ciencias para poder cumplir bien su
cometido: de la Antropología Criminal, Etnografía, Psicología Criminal, Psiquiatría,
Neurología; en fin, de la Estadística Criminal, base ordinaria y eficaz de todas las
observaciones sociológicas.

BASAMENTOS DE LA CRIMINOLOGÍA:

Los medios alternativos para la solución de


conflictos (página 2)
Enviado por CARLOS LUIS GIL MAURICIO

Partes: 1, 2
Nos proponemos entonces, a lo largo de esta monografía procesal, ingresar al estudio de
esos medios alternativos al proceso en procura de la solución o resolución de
los conflictos jurídicos, procurando no repetir lo que ya ha sido dicho por connotados
estudiosos o no caer en la reiteración de cuestiones que la doctrina procesal tiene bien
definidas y clarificadas; sin embargo, sí pretendemos atisbar o especificar algunos conceptos
científicos y filosóficos que, de seguro, nos permitirán entender tales "formas alternativas".

Definición
La mera expresión "medios alternativos de solución de conflictos" nos plantea la siguiente
interrogante: ¿alternativos respecto a qué? La respuesta que se ha venido dando a la misma
connota que es en relación al proceso legal o judicial. Sin embargo, la misma no es lógica, dado
que, del mismo modo, podríamos señalar que el proceso es alternativo en relación a la
mediación, a la conciliación, el arbitraje, etc. Esta ilogicidad amerita un cierto grado de
discernimiento o análisis conforme al cual postulamos el concepto de que referir la existencia
de medios alternativos al proceso que permiten la solución o resolución de conflictos,
constituye toda una impropiedad de lenguaje, por lo que lo más correcto y conveniente sería
hablar de la existencia de medios o métodos de solución o resolución de los conflictos jurídicos.
Por otra parte, la palabra alternativa o alternativo, conforme al Diccionario de la Real
Academia Española, define como una cualidad que puede ostentar un cierto orden de cosas en
el que participan más de dos elementos. Que una cuestión sea "alternativa" respecto a otra,
implica que ostente la capacidad de alternar con función igual o semejante y, es claro que, no es
del todo cierto que todos los medios de solución o resolución de los conflictos tengan una
función igual o semejante, inclusive esto puede advertirse en el carácter o estado del caso
juzgado que solamente puede derivarse de la sentencia y ciertos tipos de autos que adquieren
la condición de inmutables e inimpugnables, como es el caso, en materia penal, del auto que
postula un sobreseimiento definitivo firme y ejecutoriado. Otros ejemplos que podríamos
presentar son los siguientes: la mediación –en la que la solución es de naturaleza convencional;
la amigable composición –también la solución es pactal-; etc.
Gozaíni, siguiendo a Alcalá Zamora y Castillo, ha sostenido, en atención a lo que hemos
venido señalando, que proceso judicial, auto-composición y auto-defensa presentan
las variables posibles para resolver un litigio, sin que ello signifique ponerla en pie de igualdad,
ni que entre ellas se repelan.[5] Por otra parte, la palabra "alternar" tiene diversos significados
que van desde el variar las acciones diciendo o haciendo ya unas cosas, ya otras, y repitiéndolas
sucesivamente; distribuir alguna cosa entre personas o cosas que se turnan sucesivamente;
cambiar los lugares que ocupan los términos medios o los extremos de una proporción; hacer
decir una cosa o desempeñar un cargo; sucederse unas cosas a otras recíproca y repetidamente;
hacer vida social, tener trato en ciertas salas de fiesta o lugares similares, tratar las mujeres
contratadas para ello con los clientes para estimularlas a hacer algo en su compañía, del cual
obtienen porcentaje; entrar a competir con alguien.
Como se puede advertir, luego, la palabra "alternativo-va" es de naturaleza multívoca y
tal calificativo es proscrito por el lenguaje científico y técnico que es el que debe ser empleado
en todo conocimiento con pretensiones científicas en el que debe imperar la valiosidad y
univocidad de las palabras.

Fundamento y naturaleza
¿Cuál es el fundamento de estos medios o métodos de solución o resolución de conflictos?;
¿Cuál será su naturaleza jurídica? Si el proceso, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el
arbitramento, el defensor del pueblo –Ombudsman-, etc., son todos y cada uno de ellos
efectivos medios y métodos para encontrar una conclusión que brinde, a su vez, una solución o
resolución al conflicto, tendríamos que plantearnos el fundamento y la naturaleza jurídica de
los mismos.
En ese orden de ideas, al igual que el proceso, entendemos que ninguno de ellos tiene
naturaleza jurídica, ya que como advierte Alvarado Velloso respecto al proceso "...para explicar
la esencia de la serie lógica y consecuencial de instancias bilaterales conectadas entre sí por
la autoridad, que se utiliza como medio pacífico de debate dialéctico entre dos partes
antagónicas ante un tercero que es imparcial e independiente, no se precisa buscar su
encuadramiento en otra figura del Derecho en razón de que es un fenómeno único en el
mundo jurídico y, por ende, inconfundible por irrepetible".[6] Además, hoy día a nadie se le
ocurre discutir en torno a la naturaleza jurídica del proceso por lo que se sostiene, con rigor
científico, que carece de tal naturaleza.[7]
Cada uno de esos medios implica la realización de un fenómeno insustituible, irrepetible
e inconfundible en el plano de la realidad social. Ahora bien, podría argumentarse y sostenerse
que la naturaleza jurídica de la mediación, la cláusula compromisoria para la celebración del
arbitraje, la conciliación, etc., siguen la suerte propia de las relaciones jurídicas bilaterales,
consensuales, en consecuencia le es común a todas ellas una naturaleza contractual; sin
embargo, la naturaleza jurídica, que importa determinar, no es la del instrumento, acto o
negocio jurídico que viabiliza la celebración de uno de estos medios, la cual es obvia, sino la del
efectivo conflicto intersubjetivo de intereses que se suscita u origina en el plano de la realidad
social y que se proyecta de modo bilateral, esto es, entre las partes antagónicas, lo cual permite
que exista un pretendiente y un resistente, sólo que a diferencia del proceso, no se hace el
debate frente a un tercero independiente e imparcial, sino que las partes ponen o deponen la
solución o resolución de sus diferencias en el diálogo civilizado, pacífico y metódico en el cual
impera la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza.
En base a todo lo expuesto en este epígrafe, precisa que connotemos y denotemos a estos
medios de solución o resolución de conflictos, y determinar, de una vez por todas, si ellos son
efectivos equivalentes jurisdiccionales o, de alguna manera, encierran a
diversas instituciones sustitutivas del proceso público.
A nuestro juicio, no son ni una cosa ni la otra. La recién afirmada tesis de que tales
medios carecen de encuadramiento en alguna categoría general del Derecho y habiendo
brindado el concepto dominante en la actual teoría del Derecho Procesal respecto a la carencia
de naturaleza jurídica del proceso, es menester expresar, que el concepto de "equivalente
jurisdiccional" está ausente de todo sustento científico y ello por cuanto que no puede ser,
desde el punto de vista lógico, histórico, ideológico y filosófico, que exista equivalente alguno al
proceso que se connota, de modo exclusivo, en el ámbito de la jurisdicción. Inclusive, el propio
Alvarado Velloso, se plantea serias preocupaciones en torno a la connotación pública del
arbitraje y su ambivalencia jurisdiccional.
La tesis de que esos medios, formas o métodos de solución o resolución de controversias son
equivalentes del proceso, fundamentalmente, civil; y, pertenece a Carnelutti como sustitutivos
del proceso público a Prieto Castro; sin embargo, Piero Calamandrei opina que son medios que
sirven de auxilio a la justicia y Niceto Alcalá Zamora y Castillo considera que tales medios son
representativos de las vías autocompositivas y autodefensivas. Ninguna de estas tesis tiene la
razón, aun cuando de cada una de ellas pueda advertirse la buena fe y sana intención que las
alienta y anima. Como hemos sostenido ut supra, se tratan de medios sui generis que eligen las
partes en conflicto y cuyas voluntades de arreglo o entendimiento se ven animadas y
fortalecidas por la nobleza; la efectiva inclinación a la disolución del conflicto o diatriba; la
intención positiva y una acendrada creencia y fe en la paz y el mantenimiento necesario de la
convivencia armónica entre los hombres.

Marco para la resolución de conflictos


Existen algunos elementos para crear un marco de resolución de conflictos.
1) Determinar los roles al empezar el proceso de resolución de conflictos.
Abogado: representa y aboga por un interés particular
Árbitro: toma una decisión a pedido de los interesados
Componedor: el que convoca, inicia y diseña el proceso de resolución de conflictos junto a los
interesados
Experto: provee información que puede ser útil para resolver el conflicto
El que toma las decisiones: tiene autoridad para decidir, puede o no ser una autoridad
Mediador: Sirve como parte neutral para asistir a los interesados a resolver el caso.
Negociador: participa como un representante de un interés particular en discusiones con
otros interesados para resolver el conflicto.
Interesados: los individuos o grupos que están directamente involucrados en el conflicto o
quienes están afectados por la forma en la que el conflicto será resuelto.
2) Apreciación general: es un intento estructurado de evaluar la naturaleza del conflicto. Se
debe determinar quiénes están involucrados y obtener otra información que podría ser útil en
diseñar un proceso de resolución de conflicto efectivo.
3) Involucrar a las partes interesadas afectadas. Esta es la fase
de comunicación y negociación en la que se hace el intento de encontrar una solución que
responda a los intereses reales de los interesados.
4) Implementación y evaluación. En esta etapa las soluciones son implementadas y evaluadas.
Luego, suele ocurrir que el proceso se repite a medida que se identifican más temas y ocurren
más conflictos.

Clases de medios alternativos de solución de conflictos


Existen varios estilos para resolver conflictos. Algunos de los más comunes son la negociación,
la mediación, el arbitraje, la conciliación y la transacción, adjudicación. La adjudicación es
usada en los tribunales estatales de justicia de algunos países de Latinoamérica como
Argentina, Perú,Ecuador, Venezuela, entre otros.
A los otros estilos de resolución de conflictos se les ha denominado medios alternativos de
resolución de conflictos, connotando con este adjetivo que son maneras de resolver conflictos
alternativas a la administración pública de justicia. Esta característica, sin embargo, se está
desvaneciendo en la medida que estos métodos están siendo incorporados en
la estructura jurídica y de justicia del Estado.[8]
Presentamos brevemente las características de cada uno de estos métodos. Empezaremos por
aquellos que no son coercitivos y que dejan más espacio para la decisión de las partes.
1. La transacción es un contrato por el cual las partes, mediante recíprocas concesiones,
terminan un litigio pendiente o precaven un litigio eventual". Existen por tanto, dos tipos de
transacción, a saber: la extrajudicial mediante la cual las partes se ponen de acuerdo con el fin
de evitar un litigio, y la judicial –objeto del presente análisis- en la cual las partes manifiestan
su mutuo consenso para poner fin a un juicio ya iniciado.
Con relación a la naturaleza jurídica de la transacción, RENGEL-ROMBERG señala que la
transacción constituye "una especie del negocio de declaración de certeza (negocio di
acertamento), que es una convención celebrada por las partes con el objeto de establecer la
certeza de sus propias relaciones jurídicas, o regular relaciones precedentes, eliminando
ciertas faltas de certeza, al amparo del principio general de la autonomía de la voluntad
privada, en aquellas zonas del derecho en que las partes pueden disponer del objeto que
desean regular"[9].
Así, cuando ese negocio jurídico tiene por objeto poner fin a un litigio ya existente, mediante la
recíproca voluntad de las partes, se está en presencia de la transacción.
 2. La negociación.- Es una forma de resolver un conflicto mediante la que las partes
intentan llegar a una decisión conjunta en asuntos de interés mutuo y en situaciones
conflictivas donde tienen desacuerdos.
No implica la participación de un tercero
Sólo participan las partes y sus representantes
Éstas tratarán de buscar un acuerdo y presentarán propuestas para ello
Es un proceso privado
No tiene carácter de cosa juzgada
Las decisiones son tomadas por las partes
No es de obligatorio cumplimiento
 3. La mediación.- Es un proceso de negociación más complejo que implica la
participación de un tercero que no es una de las partes.
El mediador puede ser un individuo, un grupo de individuos, o una institución
Las partes escogen al mediador
Debe ser neutral
No debe hacer juicios, ni tomar decisiones vinculantes para las partes
Es únicamente un 'facilitador'
Actúa para ayudar a las partes a llegar a un acuerdo consensual; puede usar la persuasión y
mejorar la comunicación
Las partes deciden si aceptan sus sugerencias
 4. El arbitraje.- La definición de arbitraje la damos, en un primer tramo, una definición
legal[10]Por otro lado la doctrina define al arbitraje como un proceso cuasi-judicial que
vincula a las partes con un árbitro.[11] Es la labor de un tercero (os) a cuya decisión otros se
someten.
El árbitro es escogido por las partes, salvo excepciones y sus decisiones son imperativas; y el
resultado de su decisión se constituye en un laudo arbitral con efectos jurisdiccionales y de
obligatorio cumplimiento.
El juicio arbitral debe seguir ciertas normas procesales pre-establecidas; y así mismo, en las
decisiones que tome el árbitro sólo recurrirá a su criterio deconciencia y en base a éste evaluará
las posiciones de las partes, y propondrá una solución que deberá ser aceptada por las partes, y
éstas se obligan a no llevar la controversia a los tribunales ordinarios sin el previo fallo arbitral.
La decisión del o de los árbitros, o sea el laudo arbitral, tiene efectos erga omnes
 5. La conciliación intra-proceso.- Es la facultad que tienen el juez y las partes de
resolver el conflicto aviniendo los intereses contrapuestos de las partes en cualquier etapa
del proceso judicial de primera instancia.
Para algunos autores consideran que la conciliación es un acto trilateral o sea las partes, sus
representantes y el juez, sin embargo para nosotros al pie de la propia actividad forense
creemos que es una acto de las partes y el juez, excluyendo a sus representantes, toda vez que
desnaturalizaría el verdadero sentido de la conciliación.
En algunos países de América latina es obligatoria[12]
Las partes pueden rechazar la decisión o fórmula conciliatoria (pero si la fórmula
establece derechos iguales o mayores a los de una sentencia previa, se impone una multa
pecuniaria por rechazarla)
Tiene efectos de cosa juzgada
6. La conciliación extra-proceso.- Es un camino previo al proceso judicial y también
implica la participación de un conciliador, las partes y sus representantes.
Los conciliadores pueden ser funcionarios de la administración pública, abogados, otros
profesionales o cualquier persona con ciertas habilidades
El conciliador es escogido por las partes, y el objetivo es evitar un proceso judicial.
Las materias conciliables por lo general son Derechos disponibles de las partes; alimentos,
régimen de visitas y violencia familiar; y cuantía de la reparación civil derivada de la comisión
de delitos.
El acto de conciliación, implica una intensa persuasión por parte del conciliador, esto es
manejar todas las herramientas conciliadoras y permitidas por la ley.
El resultado de la conciliación es meramente privado, esto es inter pares, confidencial.
Las partes pueden rechazar la decisión o fórmula conciliatoria
En algunos países de Latinoamérica la conciliación extra-proceso es un requisito previo a
ciertos procesos judiciales.

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