Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
- ¡¡Cuidad los flancos y mantened la formación uno de los tenientes, agentes del
señor oscuro ha venido en busca de sangre!! Y ¡SANGRE ES LO QUE TENDRA! -
Gritaba el paladín mientras que al unísono sus hombres correspondían con un
grito de batalla.
- ekto azitul Mahduv Prgler fortus klazt – se escuchó de parte del demonio Gigante
mientras extendía su espada hacia los montañeses -
¡¡¡GGGGRRRRRAAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!
Acto seguido las hordas de lacayos demoniacos al ver aquella seña comenzaron a
cargar con velocidad hacia las fuerzas que defendían monte alto.
El paladín procedía a inclinar la cabeza hacia arriba mientras miraba por última
vez al sol y su mente se llenaba de recuerdos antiguos del pasado y cerraba los
ojos mientras la espada del demonio se acercaba lentamente.
Dolor, desesperación, miedo eran las ultimas cosas que se posaban sobre la
mente del paladín “estoy a punto de morir” se decía a sí mismo, mientras que
observaba el sol por ultima vez el paladín finalmente cerraba sus ojos, solo para
terminar escuchando en su mente una voz misteriosa.
- Aun no es tu hora – le dijo una voz más cálida e imponente con la fuerza del
mismo sol
El mal herido paladín observaba con dicha la llegada del Kham mientras una pisca
de esperanza se posaba sobre sus ojos, aun así el demonio que titubeaba
sorprendido en su ataque por lo transcurrido y procedía inmediatamente a
continuar su ataque, el paladín quien se percató de esto difícilmente respondió a
su ataque girando hacia él y parando el corte con ambos brazos los cuales
estaban recubiertos con una armadura de cuero que difícilmente habían mitigarían
el impacto haciéndolo caer, ya con ambos brazos destrozados y tirado medio
muerto sobre la tierra el demonio se abalanzaba sobre él dirigiendo su arma hacia
pecho del expuesto paladín pero siendo detenido en el momento justo por uno de
los guerreros del Kham el cual había enterrado su espada en el cráneo del
demonio la cual sobresalía de su boca, el demonio caía al suelo ya sin vida y el
soldado procedió a acercarse al mal herido paladín.
- oye ¿sigues con vida? Espera, ¿Esta armadura es? tú debes ser… - el guerrero
no tardo en reconocer aquel hombre herido de gravedad el cual se trataba del
general de la legión encargada de contener la invasión sobre monte alto
El mal herido paladín trataba de compartirle unas palabras pero su intento solo
resulto en el expulsando sangre de su boca y al mismo tiempo comenzaba a
atragantarse con la misma.
- cof cof uuhggguh.... – o su respiración se le dificultaba y su ojos perdían brillo él
estaba muriendo.
- no te permito morir hasta mi regreso – decía una voz la cual hacia ecos en los
más dentro de su conciencia
- sabes que eso es lo único que no está bajo mi control – le respondió otra voz en
tono burlón y alegre.
- supongo que nunca comprenderé ese truco de hacer surgir brillos con mis manos
lo mío siempre serán las armas, aguarda mi regreso amigo – le dijo
La mente subconsciente del paladín ahora se veía invadida por dos diferentes
sensaciones unas fuerzas que no podía comprender que buscaban influenciar en
el tanto luz como oscuridad.
- ¿planeas rendirte así de simple? ¿Una herida superficial es capaz de acabar así
contigo? Creí que cuando te había escogido vería como te ascenderías hasta ser
de los mas poderosos pero solo veo alguien que se ha rendido y se entrega a la
oscuridad como si nada, un cobarde – le decía la otra voz más imponente al
paladín – ¿dime que hay del pasado?
- ¿El pasado? Muchos me miraban con malos ojos no encontré interés alguno en
sus ojos – respondió Baldum
- los demonios, son demasiado fuertes mis soldados ahora yacen muertos en la
tierra al igual que su general y los que quedan pronto encontraran su fin –
respondió de nuevo el paladín
- aun así tu líder tu amigo cumplió y llego a tiempo y ante una simple herida le das
la espalda aun cuando en esos ojos se había reflejado tan solo un poco de luz, la
abandonas, patético – su reproche llegaba al paladín y este solo podía
mantenerse silencio por no saber que responder – entonces, que me dices del
futuro
- ¿el futuro? Solo se pinta gris y lleno de incertidumbre pero admito que me
gustaría ver qué pasa si todo termina bien para esta gente aunque para mí ya todo
acabo – le decía en un tono de poco interés y arrepentimiento
- ¿pero te interesa no es así?, solo tienes que pedirlo y yo te concederé una
segunda oportunidad y el futuro deslumbra aún más brillo cuando otra luz lo
acompaña, solo tienes que pedirlo si de verdad tu corazón lo desea – le propuso
aquella imponente voz
- pensé que era el tiempo de mi descanso, pero ciertamente si quiero ser parte de
lo que ocurrirás más adelante – baldum se encontraba convencido aun sin estar
seguro del todo de si hacia lo correcto
- QUE ASI SEA – la imponente voz había cambiado por un mínimo instante como si
de una voz femenina se tratara
- ¿Ella? De quien hablas, ¿estás diciendo que fue una mujer la que me ayudo? –
le decía extrañado al joven sin comprender muy bien lo que le había dicho
- si llego una extraña mujer se acercó hizo algo que no, logro recordar… – el
soldado intento recordar aquello pero sus recuerdos se hacían nublados – cuando
hizo aquello, se fue no hace mucho hacia el pueblo, mire allí va – le indico el
soldado quien señalo con su mano
- pues ahora que lo dice, intento recordar su rostro y se me hace borroso por
alguna razón – le respondió el chico quien no entendía por que pasaba eso
- bueno no es importante por el momento, sea quien haya sido esa mujer será
reconocida en su momento, ahora ven chico tenemos que organizar lo que queda
de nuestras fuerzas para facilitarle el trabajo al Kham, esta batalla aun no acaba
conmigo.
- ya es hora - susurro la frágil voz con un tono suave que se perdía en el viento.
- RRRRRAAAAAAAAAAAAAAGGGHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El grito de dolor del demonio se escuchaba por todo el campo de batalla lo cual
llamo la atención de todos los presentes, el ejército de aquel teniente demoniaco
tomaba una pausa y observaban atentamente como su líder caía de rodillas
agarrándose con su otra mano la parte que ya no tenía brazo y jadeando de dolor,
el líder humano se posiciono a la espalda de aquel enorme demonio y ejecuto un
golpe de gracia mientras decía
- ¡lo hizo el Kham derroto a su líder! – exclamada uno de los jóvenes guerrero
- la victoria está cerca por la gloria y la gran montaña – gritaba otro
El Kham se colocaba sobre el cuerpo sin vida del gran demonio posando su
mirada sobre lo que quedaba de su ejército mientras decía las siguientes palabras.
La gran batalla se prolongó durante un rato hasta que por fin los montañeses
hicieron retroceder las desorganizadas fuerzas demoniacas que tocaron retirada y
salieron huyendo despavoridas, el Kham alzaba su espada al cielo y daba un
último grito de guerra anunciando la victoria a lo cual sus hombres le siguieron y lo
vitorearon, la gloria envolvía a los montañeses y al Kham.
- murieron con honor y gloria no hay de qué preocuparse, sus espíritus protegerán
a sus familias – dijo una voz de la nada que resultaba familiar
- si Pelor así lo desea entonces así será, pero aun así son demasiados muertos -
respondió el paladín sin encontrar regocijo
- sabes muchos de mis hombres han comentado que les interesan estas artes
divinas, no eh podido encontrarles una respuesta adecuada, solo soy un simple
guerrero, tenemos un dios y hay veces que podemos comunicarnos con él o el
decide hablar con nosotros si nos ve dignos, pero no podemos recurrir a su poder
como lo haces tú, me gustaría pedirte si puedes transmitir tu conocimiento o
ayudar a aquellos más devotos a explotar su verdadero potencial, una futura
generación de guerreros paladines para nuestro pueblo no estaría mal – le
propuso
El paladín comenzó a caminar hacia las llanuras como un miembro más de monte
alto para ayudar a llevar a sus cámaras caídos a ser cremados y guardadas su
cenizas.
La expedición de Horus Ymiron
50 años después…
- algún día visitare ese lugar – murmuró el pequeño mientras seguía soñando
despierto
- ¡KAIROZ! – Grito con fuerza que casi le hizo brincar del pecho el corazón del
chico – que demonios haces aquí la Horus está a punto zarpar al mar y tu aquí
perdiendo el tiempo ven apresúrate
- espera chico así no llegaremos muy lejos, déjame tratar esa herirá
El ya algo viejo paladín se aproximó al chico, se arrodillo frente a el mientras
inspeccionaba la gravedad de sus moretones y entonces coloco su mano en su
pierna derecha, esta misma agarraba un brillo dorado que envolvía la herida y la
curaba casi por completo, procedió a hacer lo mismo en su mejilla izquierda
mientras le preguntaba lo siguiente.
Baldum recordó por un momento en su mente, que habían anunciado los niños
elegidos para ser los siguientes guerreros de monte alto, cada diez años sesenta
niños de entre los más fuertes serian escogidos para ponerlos a luchar entre ellos,
las edades variaban de 8 a 14 años puesto que a los 16 era cuando un joven se
consideraba un hombre de verdad y se le podría considerar enlistarlo en las
fuerzas de monte alto aunque cada diez años se haría esta excepción para
entrenar guerreros prodigios que pudieran aspirar a ser guerreros de elite en un
futuro, baldum recordaba que los nombres de los diez prodigios habían sido
anunciados y uno de ellos le era familiar.
- al parecer la sangre del kham también es fuerte me sorprende que te tocara con
ese chico tan pronto es desafortunado pero quien sabe quizás así es como lo
quiso Pelor para ti – el paladín reía mientras terminaba de curar a su aprendiz, le
acomodo la franela se la sacudió un poco junto con el pelo para quitarle algo de la
tierra que tenía encima se levantó y le dijo.
- bueno con eso estas, vamos tienes que arreglarte, Horus va a zarpar en unas
horas – comenzó a caminar mientras en su mente parecía recordar algo más que
debía decirle – por cierto sabes que no está permitido subir a esta zona, solo el
concejo de los 5 tenemos permitido el paso – le regañaba mientras caminaban
El segundo nivel de monte alto era la plaza de los guerreros donde las fuerzas de
monte alto entrenaban y alistaban a los más entusiastas a ser parte del cordón
militar de monte alto, la montaña se dividía hacia una segunda zona donde se
encontraba un puente que las unía y guiaba hacia la plaza del panteón donde
varias tiendas más hogareñas y comerciales se encontraban los locales más
atractivos para los guerreros eran el bar burbujeante de Londel el Barbudo donde
la mejor cerveza y ron de monte alto era fabricada la cual tenía reconocimiento de
el mismo kham como la mejor que había probado.
- lo siento, pero voy tarde aunque guárdame un barril de tormenta para más tarde
– le dijo mientras seguía alejándose
La herrería de N’yord el Martillo quien fue capaz de afilar el pesado acero del
mandoble del kham y de fabricar la mayoría de armas y armaduras de monte alto.
- baldum a dónde vas con tanta prisa ya termine de afilar el Martillo me lo diste
hace unos días y no lo has venido a buscar – Anuncio aquel herrero quien tenía
varios subordinados martillando en yunques algunas espadas
- un trabajo excelente como siempre, toma aquí tienes por las molestias – le
respondió mientras le pasaba un saco con cierta cantidad de oro
- no hay problema, pasa otro día cuando necesites que la revise de nuevo – le dijo
el herrero quien se volvió a lo suyo
Otra local famoso era la posada de La Danza de Freyja diosa del amor el sexo y la
fertilidad donde las más hermosas mujeres ofrecían sus servicios a los guerreros
de monte alto pero a pesar de todo estas sílfides escogían a los hombre de
acuerdo a quien ellas pensaban que serían capaces de satisfacerlas
adecuadamente, la dueña era Leyja quien estaba fuera de su local y
coincidentemente se percató de baldum a lo cual ella le lanzo un suave y tentador
guiño, Kairoz se percató de ello y confuso le pregunto a tu maestro mientras
caminaban.
- ehh, si es una amiga… - baldum solo asentía intentado evitar lo más posible la
conversación
Aquella hermosa mujer solo podía soltar una pequeña carcajada al escuchar
aquello.
Ya transcurrido 1 hora…
El paladín y aprendiz estaban llegando a los muelles donde unos guerreros
mantenían una formación frente los expedicionarios de Horus que estaban
subiendo lentamente al barco, en el centro de la concentración un guerrero de
avanzada edad pero que sobresalía del resto intercambiaba palabras con el
capitán mientras extendía su brazo y se lo colocaba en el hombro en señal de
despedida, mientras se acercaban rápidamente Kairoz podía escuchar débilmente
lo que sonaba como un “cuento contigo hermano” que venía de parte del gran
guerrero el cual se trataba del kham, ambos amigos voltearon y vieron a la pareja
la cual llegaba algo tarde
- bueno, debe ser una señal de Pelor de que en verdad merece tener su bendición
para su largo viaje – le replicaba a su líder
Baldum procedió a dar unas señas con las manos y los guerreros en formación
procedieron a sacar cruces de sus armaduras, no eran simples guerreros eran
parte de la orden de paladines que baldum había fundado en monte alto hace 40
años cuando logro ver el potencial divino que estos llevaban consigo, durante uno
minutos los paladines ofrecieron bendiciones a los tripulantes y al barco para que
su viaje fuera en buen camino mientras que el líder se encargaba de bendecir al
capitán a lado de su aprendiz
- que Pelor guie tu pasos hermano y te lleve por aguas tranquilas alejadas mares
tormentosos, Et lux perpetua luceat eis – mientras pronunciaba aquella palabras
hacia la forma de una cruz en su cabeza
Kairoz veía con admiración al capitán estaba a punto de partir a una misión lejana
y no mostraba una pizca de miedo en su rostro sino más bien una mirada de
determinación y fortaleza, hacía pensar a Kairoz como lo que él quería llegar a
volverse aparte de que una de las cosas que sentía era el aire de libertad que
emitía, el salir allá afuera al mundo desconocido era algo increíble para el
pequeño aprendiz, tan inmerso en su propio mundo estaba el chico que no llego a
notar cuando el capitán Horus se movió hacia el para recibir la bendición de su
parte, se exalto y un poco avergonzado dijo lo siguiente.
- no está nada mal chico tienes un gran espíritu – le dijo con intensión de calmarlo
mientras embozaba una sonrisa – bueno que creo que ya estamos listo para
zarpar ¡leven anclas!
Al instante los guerreros del barco repitieron la misma frase mientras el oficial de
cubierta gritaba diferentes órdenes a los tripulantes, los hombres corrían a
diferentes direcciones, apretando las sogas, izando las banderas y demás
- se nota tu ansia pequeño pero te falta mucho para siquiera llegar aspirar ir a
tierras lejanas – le decía su maestro mientras observaba lo que podía verse a
simple vista
- mejajaja todos algunas vez hemos desea una pisca de aventura en nuestras
vidas
- bueno ya es hora de volver a casa, por esa pequeña broma dirigirás la oratoria
de mañana al amanecer, procura faltar y lo harás por una semana – le decía
mientras volteaba hacia monte alto
Un grupo largo de montañeses a conglomerados cerca del panteón del kham poco
a poco llegaban para atestiguar a su líder, hace unos cuantos días el kham había
anunciado que tenía algo que informar a su pueblo y los aldeanos con gusto
asistirían para escuchar lo que el héroe de monte alto tendría que decirles, los
primeros en la fila eran varios de los guerreros que más habían destacado en los
años uno de ellos destacaba aun por encima del resto, era un poco más alto sus
brazos estaban tonificados y fanfarroneaba lo fuerte que era mientras coqueteaba
con unas de las aldeanas que se encontraban entre la multitud que lo miraban con
admiración.
Una figura hacia acto de presencia en las habitaciones mientras que los devotos
volteaban y reconocían al instante de quien se trataba hacían una reverencia
mientras aquella figura masculina de avanzada edad caminaba con una mirada
severa en sus ojos se aproximó a unos de los miembros presentes y les pregunto.
Al escuchar eso el paladín mayor volteo colocando sus ojos sobre la puerta que
era evidentemente del cuarto de Kairoz, procedió a caminar hacia tal puerta un
poco malhumorado, toco primero y luego de una pausa larga de 15 segundos no
hubo respuesta, trato de abrirla pero tenía seguro cuando procuro llamar a su
aprendiz, tampoco recibió respuesta poso su oreja sobre la puerta y cuando
escucho un leve ronquido libero un golpe furioso hacia la puerta derrumbándola
sin esfuerzo, un grupo de aprendices observaban perplejos como su mentor tiraba
de un golpe dicha puerta haciendo promesas a sí mismos de no hacer enojar el
mentor.
El paladín procedió a entrar al cuarto para su sorpresa el chico seguía dormido
cosa que no le sorprendía, como si de un dejavu se tratara aparentemente el
sueño pesado de Kairoz era normal, baldum se quedó observándolo mientras
hacia una expresión defraudada.
A pesar de estar en lo cierto el fallo era en la hora no iban a hacer dicha misión en
la mañana.
- Kairoz mañana el kham dictara unas palabras a los habitantes de nuestro pueblo,
¿crees que puedas ser parte de los paladines que estarán sentados rodeando el
panteón con las cruces?
- desde que los caminantes del sol fueron fundados el kham ha apreciado que
hagamos este tipo de rutinarias que hacen que nuestro pueblo sepa que somos
devotos a y fieles a la luz – dijo el que se encontraba a la derecha de paladín del
centro
- Kairoz – dijo su mentor – has sido bastante sobresaliente sobre lo años que han
transcurrido has demostrado fuerza y una devoción increíbles, haz cumplido con
todas tus misiones y te ganaste el título de caminante del sol hace cuatro años,
cuando acudiste hace meses a la misión de detener a Gundir el rebelde ganaste
incluso el reconocimiento del kham como uno de los mejores guerreros de monte
alto, por lo cual tenerte en el panteón para honrar a su hijo sería más que perfecto.
- ese chico tiene un gran espíritu, su pasión por monte alto y su devoción por la
divinidad, me hace pensar que podría incluso aspirar a ser el siguiente kham –
comento uno de los altos paladines
- muy cierto eso o al menos volverse la mano derecha del kham, igual que cierto
paladín que está con nosotros – todos dirigieron su mirada a baldum – se parece
mucho a ti y aun así niegas que es tu hijo
- aun así le agarraste cariño a su madre y varios meses después boom, salió este
chico al cual con el tiempo pareciste haberle acogido cariño – comento otro de los
altos paladines
- cierto pero aun así, cuando su madre decidió partir en una misión cuando el
chico cumplió 8 años accediste a disponer de su cuidado – comento el último de
los altos paladines
- Heh, solo queremos molestarte Baldum, nos alegra que hayas cuidado y
entrenado a tan excelente paladín – comento uno de ellos
- entonces contaremos con el hijo del kham para que cumpla con su destino y
salve a monte alto
De vuelta al presente…
El panteón consistía en una gran tienda con varias patas de madera incrustadas
en el borde del segundo nivel de la montaña, enfrente de la tienda había una gran
hoguera circular la cual contenía doce asientos en los cuales once hombres
permanecían sentados, parecía que el ultimo era un puesto vacío de uno de los
doce que aún no se había presentado siendo la razón de por qué el kham aún no
se había dignado a exponer el asunto en cuestión con su gente, los once hombre
presentes vestían la armadura característica de los caminantes del sol por lo que
todos ellos era paladines, el ambiente estaba tomando un aire tenso y el kham
parecía mostrar una expresión un poco malhumorada.
- bueno luego de esta larga espera – dijo el kham lanzando luego una mirada un
tanto enojada a Kairoz – verán los he llamado aquí para informarles, nuestros
exploradores han reportado durante los últimos años señales de actividad de no
muertos por el país, por suerte hemos lidiado con el problema y hemos reducido la
amenaza pero aparentemente aún no ha cesado la actividad de no muertos
nuestro enemigo estas oculto y pensando estrategias para acabar con nosotros
por lo que os ruego estad alertas, lo segundo que quería anunciarles son los
rumores de los reinos del sur, parece que ha habido indicios de actividad
demoniaca recientemente cosa que no es de tomar a la ligera, aun así rumores
son solo rumores pero al fin y al cabo hace 70 años tuvimos la suerte de hacerle
frente a las hordas demoniacas del rey demonio y triunfar, para a duras penas
seguir subsistiendo, por ello no voy a ignorar tales rumores y dejarlos pasar sea
cual sea la amenaza no lo ignoraremos como en el pasado, monte alto será parte
de esta campaña para bien o para mal, Heiron da un paso al frente.
Aquel guerrero que sobresalía del resto del grupo que lo acompañaba se levantó
rápidamente y se dirigió hacia su padre.
- Hijo mío, haz demostrado un poder y convicción increíbles eres todo lo que un
padre puede aspirar de un hijo, de rodillas – su hijo se coloca de rodillas frente a
su padre, el kham desenfunda su mandoble sin dificultad extendiéndola hacia el
hombro de Heiron – hoy te nombro Héroe de monte alto.
Los habitantes gritaban eufóricos ante tal acontecimiento el hijo del kham quien
había logrado numerosas hazañas los últimos años y ser considerado héroe era
algo que los aldeanos y sus amigos tomaron como bien merecido.
- como héroe de monte alto te asignare tu primera misión, haz de ir a las tierras
del sur allí te forjaras una reputación, conoce guerreros legendarios, ayúdalos
aprende de ellos vuélvete compañero en armas con ellos, consigue que tus logros
te lleven a una audiencia con el rey paladín y cuando estés frente a el veras
revelado tu verdadero destino, nunca olvides de dónde eres – le colocaba su
pucho en su pecho cerca de su corazón pero al mismo tiempo apuntando al
símbolo de la montaña que sobresalía en su armadura – nunca olvides donde
creciste y lleva con orgullo el símbolo de nuestra patria.
El kham hizo una seña la cual todos los presentes comenzaron a hacer silencio
poco a poco
- primero que nada llevaras la bendición de nuestro dios para que tengas fortuna
en tu largo viaje
Los doce paladines procedieron uno por uno a hacer el típico símbolo de la cruz
mientras recitaban en latín las bendiciones de buena suerte y fortuna al guerrero al
ser el turno de Kairoz al estar frente a frente por segunda vez con el hijo del kham,
aquel chico que hace 62 años lo derroto en el círculo de sangre, una sensación de
incomodidad e incertidumbre podía sentirse por parte del paladín, aquellos
mismos ojos que solo aclamaban a la sangre y la brutalidad lo miraban fijamente
como si de retroceder 62 años en el pasado se trataba, Kairoz solo podía sentir
una intensa y misteriosa aura que no presagiaba nada bueno para el paladín.
- ahh, no eso mmm et lux perpetua luceat eis – balbuceó por un momento y dijo
las siguiente palabras, luego dibujo la forma de la cruz y se retiró a su lugar
rápidamente.
- ve preparando tus pertenencias hijo, partirás mañana al alba, eso es todo por
hoy pueden retirarse
Ante estas últimas palabras los aldeanos volvieron con su tono eufórico, el hijo del
kham volvía con su grupo de amigos quienes lo recibían y bromeaban sobre su
nuevo título mientras poco a poco los montañeses abandonaban el área del
panteón.
- cuanto falta anciano llevamos caminando quien sabe cuánto tiempo como es
posible que puedas caminar tanto – se quejaba el paladín
Ya adentrándose a la cueva con una gran dificultad para ver debido a la oscuridad
que esta desprendía y a que ya era anochecer, ambos maestro y paladín
avanzaban alertas ante cualquier amenaza que pudiera presentarse.
- ahora que lo pienso que crees que este causando esta actividad de no muertos
por la región – preguntaba con curiosidad Kairoz a su maestro
- no sabría decirte realmente, lo que si se es que anteriormente esta era una tierra
olvidada, antes de que el kham fundara monte alto hace unos 100 años atrás, esta
tierra aparentemente era regida por magos que practicaban artes mágicas
prohibidas entre ellas la nigromancia ¿notaste que hace poco cruzamos unas
ruinas? ¿Notaste los raros escritos en los escombros? – le preguntaba
- no note nada, bueno si vi las construcciones destruidas pero no vi ningunas
escrituras o cuando mucho no las note.
- bueno, el caso es que parecen inscritos rúnicos, quizás esas construcciones eran
templos antiguos donde estos magos practicaban sus rituales oscuros, como eran
tan poderosos la magia se expandió a través de las construcciones quedando
grabados en formas de runas antiguas, no se sabe que paso con esos magos pero
se dice que en cierto punto llegaron a combatir entre ellos mismo iniciando una
guerra que dejo como resultado estos templos y destruidos por toda la región.
- de acuerdo pero igual eso no explica por qué aparecen muertos en la actualidad
– comento el paladín
- esto es más que una deducción pero podría llegar a la conclusión de estas ruinas
aun canalizan parte de las energías del pasado y están reanimando los cadáveres
de esos poderosos magos aunque son solo cosas mías – suponía baldum
- el kham menciono que en el pasado lidiaban con no muertos, quizás no esté muy
errada esa historia – dijo el paladín
Ya habiendo pasado un buen rato Kairoz jugaba con una varilla de madera para
acomodar los que estaban colocados en la fogata, mientras que baldum solo
observaba pensativo el fuego, Kairoz levanto la mirada y se dio cuenta de aquello
y le dijo.
- de modos porque me trajiste acá se sintió como una misión de exploración como
cualquier otra – reclamaba a su maestro
- hmph, pues era importante esta era la última zona que falta por reportar como
segura, a partir de mañana el kham va a poner toda su atención en el sur y en la
defensa de monte alto – le explico su maestro
- entiendo…
- por cierto te algo para ti – rebusco en su mochila y saco lo que se veía como una
figura tallada de madera y un pañuelo cuadrado que en el centro tenía el símbolo
de sus dios – son para ti tómalos
- qué es exactamente es como un símbolo tallado, pero se ve muy bien, ni siquiera
yo que me gusta tallar en madera podría sacar algo tan bien hecho, y esto es un
pañuelo con el símbolo de Pelor ¿de dónde lo sacaste? – preguntaba curioso
mientras observaba tales objetos con dicha
- son míos quiero que los tengas, el pañuelo podría decirse que puede
conseguirse en reinos lejanos, acá en monte alto no veras muchos, el símbolo
tallado tiene cierto valor significativo para mi perteneció al primer paladín que
fundo a los caminantes del sol
- antaño mi maestro me los dio a mí y hoy honro esa tradición pasándotelos a ti,
confió que los guardaras hasta que encuentres a alguien digno para dárselos
cuando sea el momento
- aun así… - respondió mientras ponía su mente en duda, pero baldum prosiguió
- solía usarlo para honrar a los caídos en el combate para que una última luz de
redención llegara hacia ellos y que puedan pasar a la otra vida, si en tu corazón
logras encontrar aunque sea una mínima pizca de piedad para aquellas pobres
almas, entonces sabrás lo que hay que hacer para otorgarles una última plegaria –
le explicaba su maestro
- si lo hare honrare a todo aquel que caiga bajo mi martillo – le prometía con una
mirada de determinación mientras llevaba su mano la cual sostenía el pañuelo a
su pecho
Baldum no podría hacer mar que soltar una sonrisa de alivio mientras veía con
seguridad como aquel joven paladín cargaría con su legado.
- tú, de verdad eres un caminante del sol – le dijo con una sonrisa en su rostro.
Sigurd el danzarín
Esa misma noche habiendo transcurrido ya una hora, antes de irse a dormir Kairoz
pregunto curioso a su maestro.
- por cierto creí que tú eras el primer caminante del sol de monte alto o al menos
eso es lo que teníamos entendido – preguntaba a su maestro en todo curioso
- Ahh, debí saber que preguntarías, es una mentira a medias es cierto que fui el
fundador del panteón de los caminantes del sol y así está registrado en los
pergaminos de monte alto pero no necesariamente significa que fui el primer
paladín de los caminantes del sol, primero que nada solo somos una orden de
muchas que existen en el mundo, muchos paladines como nosotros siguen
diferentes deidades y tienen su propia forma de interpretar la religión ¿entiendes
eso?
- si…
- bien entonces entendido ese punto creo que ya puedo contarte quien fue el
primer caminante del sol - Baldum procedió a relatar la historia
Una vez un paladín solitario decidió prender una fogata a plena de luz del sol tal
acción eran tan ridícula que unos espíritus invisibles se burlaron de él, su voces
tenía una tonalidad chillona como si de niñas pequeñas se tratará.
- jajajaja que tonto eres estamos a plena luz del sol por que encenderías una
fogata – reía el primer espíritu
- tiene razón por que harías tal cosa no tiene sentido jajajaja – exclamo el segundo
espíritu
Ante aquellas misteriosas voces que el paladín les respondió despreocupado con
una sonrisa en el rostro.
El paladín comenzó a moverse con gracias rodeando la fogata un paso tras otro
de manera elegante mientras hacia el cielo tomaba una pausa y se inclinaba en
reverencia, desde un giro de 360º a un paso agraciado combinado de una
reverencia el paladín de esta forma mostraba el respeto y devoción a su dios, sus
pasos nunca entorpecían y lograba rodear por completo la fogata sin tropiezo
alguno, los espíritus veían la elegante danza y eufóricas y entusiasmadas dijeron.
Los espíritus que en primer lugar eran invisibles se manifestaron hacia el paladín
como luces radiantes, el animado bailarín no mostraba reacción alguna hacia
aquellas criaturas que lo rodeaban y se unían a su elegante danza, mientras el
paladín continuaba dando un paso tras otro sin perder el ritmo los espíritus
brillaban con cierta latente intensidad semejante a la luz divina mientras
sincronizaban sus movimientos con el paladín al momento que comenzaban a
desprender partículas de luz que impregnaban parte del panorama, destellos de
luz se vislumbraban a la distancia haciendo dar la impresión de que era el paladín
el que hacia todo aquello por sí solo, la hermosura de sus pasos uno seguido del
otro sin tropiezos y las danzantes luces que le seguían el ritmo sin chistar al
paladín creaban una hermosa y radiante escena digna de contemplar.
- bailen pequeñas bailen, otro día volveré para seguir con nuestra adoración hacia
el sol ha sido un verdadero placer conocerlas
- ha sido divertido extraño espero que la luz te guíe a nosotras de nuevo algún día
– le expreso el cuarto
Mientras seguían con su danza las luces ascendían dirigiéndose al sol mientras
daban una danza que hacia ilusión que lo rodeaban mientras lo hacían el paladín
noto algo curioso en su danza, alzo su mano al cielo y se despidió de aquella
luces.
- ¿luces danzantes? – Exclamo una voz femenina – jajajaja ¿estás seguro que no
andabas algo borracho?
- si como digas don danzarín, más importante aún ya ¿pensaste el nombre que le
pondrás a la orden? – le preguntaba aquella mujer mientras expectante lo
observaba con dicha
- ya que tanto te gusta la danza, la cual usas para rendir tributo sagrado a nuestra
deidad porque no nos llamamos entonces los danzarines del sol – le propuso la
hermosa chica
- no creo que muchos acepten andar con ese tipo de nombre para ser honesto
aunque me guste como suene – le respondió con arrepentimiento luego de
pensarlo bien
- ya que estamos en ello, no creo que los “danzarines” suene muy bien pero que
tal los “caminantes del sol” – le propuso el paladín a la chica
- sí, me gusta tiene cierto atractivo – le respondió la chica con una sonrisa
- los “caminantes del sol” será entonces
- entonces, ¿el primer paladín era un hombre que le gustaba bailar? – pregunto
Kairoz aun sin entender
- sí – respondió su maestro
- valla, pero aun así no entiendo algo ¿que eran esas luces?, ¿quién era la chica?,
¿eso significa que pueden haber caminantes del sol fuera de monte alto? – hacia
una pregunta tras otra, debido a la intriga
-no sabría decirte según el relato solo Sigurd las vio, la mayoría decidió creer que
nuestro mentor solo estaba fanfarroneando, pero el decía que eran luces sagradas
de Pelor que se manifiestan a los más devotos tú decides si creerlo o no, la chica
fue la segunda caminante del sol Lisa “la centellante” era hermosa como poderosa
y aunque me fui antes de ello parece que fue la esposa de Sigurd, si algún día
sales a explorar el mundo, quien sabe y te encuentres a un caminante del sol que
no sea de monte alto
Kairoz pasó a dormirse también mientras observaba las estrellas por un momento
y finalmente cerraba los ojos.
El encuentro con aquel bardo
- los habitantes ya están listo para despedir a Heiron, me voy a adelantar Kairoz
nos vemos en un rato – le dijo y luego procedió a dirigirse a la conglomeración
El camino de la zona agricultora era corto pero había una bifurcación que guiaba
hacia parte de los hogares locales de los habitantes lo atractivo del camino eran
rumores que se habían estado circulando, un bardo le gustaba visitar los hogares
y dedicarle canciones a los buenos agricultores para desearles suerte y
bendiciones en las cosechas de verano, se decía que cuando iba a tomar
descansos podías topártelo a un lado del camino tomando una siesta, Kairoz de la
intriga decidió tomar el camino de la bifurcación y seguir la ruta que lo llevaría al
área local, parte del camino observaba la extensa zona de tierra y a los
agricultores, alguna que otra chica joven recogiendo las cosechas a las cuales le
lanzaba unos piropos y ellas respondían con una risita, ya cerca de donde se
situaría el tan característico árbol inclinado, el paladín podía divisar que no había
nadie en el pensando en que quizás el bardo ya se habría ido pero dado la hora
era poco posible, cuando alcanzo el árbol se paró a mirarlo detenidamente el cual
se le divisaba lo que era una cantimplora el paladín la tomo por unos segundos y
se fijó que aún tenía algo de agua, quizás era el gran silencio que se contemplaba
en aquellas zonas de cosecha pero una melodía parecía viajar atravesó del viento
y llegaba a oídos del paladín, el cual dejo la cantimplora en la rama de aquel árbol
inclinado y se dirigió calmadamente hacia aquella melodía.
El bardo el cual su pelo era corto con un color marrón, sus ojos eran marrones,
sus rasgos faciales eran bastante normales pero su música le daba cierto toque
elegante, vestía una franela azul de lana una chaqueta de cuero ligero que cubría
parte del pecho unos pantalones grises con un cinturón de cuero el cual tenía un
saco pequeño para cargar oro, un pergamino y una daga pequeña en una funda
envuelta en un pañuelo y unas botas marrones, se encontraba rodeado de
algunas cuantas personas de edad avanzada, adolescentes y niños que bailaban
eufóricos ante la dulce melodía que producía su flauta, el paladín presenciaba
aquella pequeña escena mientras disfrutaba en cierta manera la suavidad de la
música la cual parecía transmitir un mensaje que con meras palabras sería
imposible.
- sería bueno verte de nuevo una vez más – le pregunto una de las aldeanas con
una suave voz mientras le lanzaba una mirada picara
El bardo recibía las monedas y mientras las guardaba les respondía con una
sonrisa.
- vendré la semana que viene a tocar una vez más para ustedes y partiré a seguir
mi viaje hacia nuevas tierras – les comento
- pero tengan por seguro que volveré y les tocare una última canción de despedida
– añadió el bardo
Kairoz saco una moneda de oro que tenía guardada en su saco, se acercó donde
se encontraba la multitud y dijo en voz alta mientras le lanzaba la moneda.
- es raro ver a uno de tus semejantes en un día como este, que trae a un paladín
por acá ¿algo ha salido mal con la despedida de Heiron? – preguntaba nervioso el
aldeano
- no es nada, puede estar tranquilo solo daba un paseo y fue cuando escuche a
nuestro pequeño anfitrión tocar su melodía – le respondía Kairoz al señor
Kairoz podía sentir el aura de bondad que irradiaba el artista, mientras hacían el
apretón de manos el paladín le preguntaba.
- oohh, valla pero eres todo un personaje entre los aldeanos, tus hazañas suelen
estar en boca de muchos por aquí, el poderoso Kairoz, el Iluminado del sol
mandado bajo el corcel de Pelor para aplastar las incursiones renegadas que se
atrevan a ir contra la palabra de tu rey, quizás me atreva a cantar bardo en tu
nombre, más que el que tenía intensión de conocer – le narraba mientras se
entusiasmaba ante la presencia del paladín
-es una lástima el parte hoy ¿no pudiste conocerlo o sí? – le preguntaba Kairoz
- ughh, pues no es para tanto fue una misión difícil es cierto, pero las vidas
cobradas por esa estupidez fueron lo que lo llevo a su perdición, Pelor no muestra
clemencia ante tan inmensas masacres y sé que no fui yo si no Pelor el que se
encargó de acabar con el – le comentaba Kairoz
- si si pelor esto pelor aquello, se me olvida que vosotros los paladines tienen un
sentido de la justicia un tanto absurdo, atavíos que son difíciles de quitar, carencia
de libertad… - le expresaba un tanto decepcionado – pero igual lo que me interesa
– volteaba su mirada de vuelta al paladín mientras se saboreaba los labios – es tu
historia, así que por favor
- de acuerdo te contare que ocurrió, pero debo volver a verificar como anda la
despedida, así que su no tienes problema te la contare mientras caminamos – le
propuso
- si no hay problema – el bardo saco de su cinturón una pequeña nota y una pluma
blanca con la cual solía anotar sus canciones o hazañas de los aventureros que se
topaba, ambos se despidieron de los aldeanos que aun presentes los observaban
y procedieron a tomar camino los dos, Heiron conto de principio a fin todo lo que
había hecho para detener a Gundir el rebelde y mientras el bardo escuchaba
atentamente todo y anotaba partes de las historias modificándolas con un toque
más poético y convirtiendo la dura misión de Kairoz en una canción poco a poco.
- pensaba que había venido a esta tierra para nada, pero al final me otorgaste una
buena historia es afortunado que mi música fuera lo que permitió este encuentro –
le expreso con una sonrisa – igual durare una semana más por acá quizás nos
volvamos a ver
- sí, seguramente, no dejes de hacer lo que te gusta Solfein, eres un hombre muy
curioso – le comento
- no creo que lo fuera… - le respondió Kairoz – bueno, espero que Pelor ilumine tu
camino Solfein el Gaillarde
Kairoz entendió su mano para despedirse con un apretón de manos, pero el bardo
ignoro su mano y decidió darle un abrazo en señal de despedida, duro solo unos
segundos y luego se devolvió a la zona agricultora, se alejaba poco a poco sin
decir nada y Kairoz solo observaba a tan particular personaje que acaba de
conocer perderse a la distancia.
La despedida del héroe
En la entrada de monte alto parado se hallaba aquel guerrero del cual sus
historias y hazañas eran las más renombradas entre los más destacados
guerreros de monte alto allí el imponente guerrero Heiron rodeado de su
compañeros y un pequeño grupo de aldeanas que siempre lo seguían se
encontraba esperando a su padre para por fin y finalmente partir en su misión más
importante, mientras la multitud lo vitoreaba y gritaban con la pasión y orgullo de
monte alto
Entre la multitud se podía ver al kham bajando, poco a poco los aldeanos se
movían y le daban espacio, caminaba junto a baldum y en la mano el kham
llevaba una cuerda atada al cuello de una criatura un tanto grande que caminaba
junto a él, la criatura tenía un cabeza bastante emplumada, un pico tan grande
capas de destrozar el cuerpo de un guerrero con facilidad, su mirada parecía seria
pero era una mirada serena y sus ojos tenían un color e intensidad que lograría
intimidar a cualquier niño o aldeano, su parte delantera era parte de ave sus dos
patas eran escamosas y tenían 3 dedos bastante afilados, su parte trasera era la
de un león, el kham quien guiaba la bestia hacia la entrada hacia un gesto con su
mano para que los presentes se calmaran y guardaran silencio por un momento
- hijo mío, no hay más palabras que compartir de las que ya se han dicho, te
deseo suerte en tu viaje, que el radiante grifo te lleve a tierras lejanas y en ellas
impartas la gloria de monte alto – le decía el kham mientras le ofrecía la bestia a
Heiron
Kairoz quien se había desviado del camino por un buen rato caminaba a paso
lento hacia la entrada, sabía que iba tarde y que posiblemente no llegaría para ver
partir al guerrero y fue cuando se dio cuenta de eso cuando vio aquel guerrero
montado en el grifo, a pesar de todo sintió una sensación parecida a la de la última
vez, el paladín cruzaba miradas con el guerrero que evidentemente se había
percatado de la presencia de Kairoz, una sensación de incertidumbre volvía a
invadir a Kairoz, la mirada de Heiron desprendía cierta intensidad que el paladín
no terminaba de comprender, mientras pasaba de largo y las miradas cesaban
Kairoz solo podía compadecer a aquellos que se cruzaran en su camino, puesto
que debajo de toda esa gloria parecía esconderse alguna oscuridad que él no
llegaba a comprender del todo.
Cualquier que hubiera escuchado eso sentiría detrás un mal presagio, pero
aquella misteriosa mujer estaba sola.