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PRECIPITACIÓN PLUVIAL DE SAN PEDRO MIXTEPEC

Un día mojado es un día con por lo menos 1 milímetro de líquido o precipitación


equivalente a líquido. La probabilidad de días mojados en San Pedro Mixtepec varía
muy considerablemente durante el año.
La temporada más mojada dura 4,7 meses, de 20 de mayo a 11 de octubre, con
una probabilidad de más del 27 % de que cierto día será un día mojado. La
probabilidad máxima de un día mojado es del 52 % el 30 de junio.
La temporada más seca dura 7,3 meses, del 11 de octubre al 20 de mayo. La
probabilidad mínima de un día mojado es del 1 %el 28 de noviembre.
Entre los días mojados, distinguimos entre los que tienen solamente
lluvia, solamente nieve o una combinación de las dos. En base a esta
categorización, el tipo más común de precipitación durante el año es solo lluvia, con
una probabilidad máxima del 52 % el 30 de junio.
LLUVIA
Para mostrar la variación durante un mes y no solamente los totales mensuales,
mostramos la precipitación de lluvia acumulada durante un período móvil de 31 días
centrado alrededor de cada día del año. San Pedro Mixtepec tiene una
variación extremada de lluvia mensual por estación.
La temporada de lluvia dura 6,8 meses, del 18 de abril al 11 de noviembre, con un
intervalo móvil de 31 días de lluvia de por lo menos 13 milímetros. La mayoría de la
lluvia cae durante los 31 días centrados alrededor del 25 de junio, con una
acumulación total promedio de 174 milímetros.
El periodo del año sin lluvia dura 5,2 meses, del 11 de noviembre al 18 de abril. La
fecha aproximada con la menor cantidad de lluvia es el 14 de enero, con una
acumulación total promedio de 2 milímetros.
El agua contaminada fluye a través de una capa de arena, donde no sólo se filtra
físicamente, sino que se trata biológicamente. De esta manera, se eliminan tanto los
sedimentos como los patógenos. Este proceso se basa en la capacidad de los organismos
para eliminar patógenos. Es importante distinguir entre la filtración de arena lenta y la
rápida. La diferencia entre los dos, aparte de la velocidad de filtración, está en el concepto
fundamental del proceso de tratamiento, en el sentido de que la filtración lenta de arena es
esencialmente un proceso biológico, mientras que la filtración rápida de arena es un
proceso de tratamiento físico (WHO 2000).
Aunque la eliminación física de los sedimentos es una parte importante del proceso de
purificación, el aspecto relevante es la filtración biológica. Las capas superiores de la arena
se vuelven biológicamente activas mediante el establecimiento de una comunidad
microbiana en la capa superior del sustrato de arena, también conocida como
“schmutzdecke” y biocapa. Estos microbios, generalmente, provienen del agua de origen y
establecen una comunidad en cuestión de unos pocos días. La arena fina y la tasa de
filtración lenta facilitan el establecimiento de esta comunidad microbiana. La mayoría de la
comunidad son bacterias depredadoras que se alimentan de microbios transmitidos por el
agua que pasan a través del filtro (WHO 2000). Por lo tanto, el principio fundamental de la
FLA es equivalente a la filtración de bioarena, con la diferencia de que la primera se aplica
en tratamientos de agua semicentralizados, y la segunda es principalmente para fines
domésticos.
Un ejemplo claro de cómo este tratamiento es sencillo y económico de construir y operar
se puede ver en la comunidad de Axhumol (Tamazunchale), en la que a finales del año
2002 se puso en marcha una planta potabilizadora alimentada por el agua del río Amajac,
captada a través de una galería filtrante, y en la que logra depurarla, clarificarla y bombearla
a un filtro lento de arena, logrando que sea apta para el consumo, cumpliendo con lo
establecido en la Norma Oficial Mexicana (NOM). La operación, que se realiza con energía
solar, tiene un costo bastante bajo y la construcción se hizo con el apoyo de la comunidad,
quienes obtuvieron la experiencia necesaria para su futura operación y mantenimiento
(PULSO 2003).

DISEÑO DE FLA
Tal cual como ocurre con el proceso, la estructura básica del filtro lento de arena es
muy elemental. Básicamente, sólo se requiere de una caja o tanque, un lecho
filtrante de arena, tuberías de drenaje y dispositivos de regulación y control. El
tanque, a menudo hecho de concreto, puede construirse como una caja abierta o
cerrada, dependiendo de los factores climáticos, así como otros factores; por
ejemplo, en el caso de haber un clima frío es preferible usar una caja cerrada, ya
que las bajas temperaturas disminuyen el rendimiento del proceso. Para uso
comunitario, las cámaras de filtración también pueden estar hechas de ladrillo o
ferrocemento (BRIKKE and BREDERO 2003). Recientemente, también se han
usado cajas de plástico como cámaras de filtración.
El diseño simple de los FLA facilita el uso de materiales y habilidades locales en su
construcción (HUISMAN and WOOD 1974). Debido a la simplicidad de la
construcción, estos filtros pueden ser construidos por contratistas experimentados
o por comunidades con asistencia técnica externa (BRIKKE and BREDERO 2003).
Los equipos hidrológicos básicos como válvulas y dispositivos de medición sólo son
necesarios cuando la instalación es bastante grande.

Una vez que la instalación está construida, sólo se requerirá de arena limpia para el
reemplazo ocasional. Las capas de arena se colocan gradualmente de acuerdo con
sus tamaños de grano: granos más bien gruesos en el fondo y granos finos en la
parte superior (rango de tamaño 0.15-0.30 mm de diámetro). El lecho de arena
generalmente está cubierto con un metro de agua sobrenadante (LOGSDON et al.
2002). Dado que el proceso de filtración biológica requiere bastante tiempo para
purificar suficientemente el agua, los FLA generalmente operan a velocidades de
flujo lentas entre 0.1 - 0.3 m3/h por metro cuadrado de superficie (WHO 2000). El
agua permanece así en el espacio sobre el medio biológico durante varias horas y
las partículas más grandes se dejan separar y sedimentar. Luego, pasa a través del
lecho de arena donde atraviesa una serie de procesos de purificación (HUISMAN
and WOOD 1974).

El agua requiere de algún tipo de presión física para poder superar la resistencia
creado por las capas de arena. En términos de construcción, existen dos
posibilidades donde la presión puede acumularse, o sea, mediante bombas o por
gravedad. Si bien los sistemas de bombeo necesitan algún tipo de motor y una
construcción más elaborada, los sistemas de gravedad funcionan sin ningún medio
altamente tecnológico (HUISMAN y WOOD 1974).

Las FLA requieren una turbidez de entrada inferior a 20 UNT, preferiblemente,


inferior a 10 UNT. De lo contrario, las medidas previas al tratamiento, como por
ejemplo la sedimentación, se vuelven necesarias para garantizar que los filtros no
se sobrecarguen (WHO 2000). Además, las condiciones climáticas deben estar en
un rango moderado debido a que los FLA son menos efectivos para eliminar
microorganismos en agua fría; la actividad biológica dentro del lecho filtrante y la
biocapa disminuye a medida que las temperaturas disminuyen (NESC 2009). Por
otra parte, la idoneidad de la aplicación se da principalmente para el tratamiento de
aguas superficiales en poblados de hasta 2500 habitantes con disposición suficiente
de agua con capacidades y recursos, donde la tierra disponible no sea un factor
limitante, sobretodo porque la disposición del agua suficiente permite un flujo
constante. Este escenario concuerda con los sistemas de agua donde
hay abastecimiento comunal por gravedad con tratamiento y abastecimiento
comunal por bombeo con tratamiento. También puede utilizarse para servir a casas
dispersas con recursos y capacidades suficientes para su operación y
mantenimiento, tanto con escasa disposición de agua, como suficiente disposición
de agua, especialmente cuando la fuente de agua son aguas superficiales,
como lagos, lagunas y embalses o ríos y riachuelos.

Dado que la construcción, operación y mantenimiento son simples y no requieren


más que habilidades básicas, la filtración lenta de arena es un método de
tratamiento que es altamente compatible en poblaciones donde las poblaciones
están dispuestas a colaborar y puede contribuir a mejorar los sistemas de gestión
del agua en muchas regiones de países en desarrollo. Aunque los FLA se adaptan
automáticamente a fluctuaciones menores en la calidad del agua dulce, temperatura
y condiciones climáticas, así como también son capaces de hacer frente a cortos
períodos de excesiva turbidez sin dañarse, se debe garantizar el mantenimiento
periódico y adecuado (HUISMAN and WOOD 1974).

MANTENIMIENTO
Si los caudales son demasiado bajos, el filtro debe drenarse y la capa superior de la arena
debe rasparse, lavarse, secarse al sol y almacenarse. Después de varios raspados, la arena
limpia y seca se agrega nuevamente al filtro, junto con arena nueva, para compensar las
pérdidas durante el lavado. Cada dos meses, todas las válvulas deben abrirse y cerrarse
para evitar que se atasquen, y cualquier fuga en el sistema debe repararse inmediatamente
(BRIKKE and BREDERO 2003).
El Biodigestor Autolimpiable es un sistema para el saneamiento, ideal para viviendas que
no cuentan con servicio de drenaje en red.
El sistema recibe las aguas residuales domésticas y realiza un tratamiento primario del
agua, favoreciendo el cuidado del medio ambiente y evitando la contaminación de mantos
freáticos.
En zonas que cuentan con red de alcantarillado ayuda a que el drenaje se libere evitando
su obstrucción y haciendo más rápido el tratamiento posterior del agua.
VENTAJAS
* Eficiente, su desempeño es superior al de una fosa séptica debido a que realiza un
tratamiento primario de las aguas residuales (proceso anaerobio).
* Es un sistema Autolimpiable, donde al abrir una llave se extraen los lodos residuales.
* Sin costo de mantenimiento, no es necesario utilizar equipo especializado para el
desazolve, eliminando así costos adicionales para el usuario. El mantenimiento se realiza
al abrir la válvula de extracción de lodos.

Capacidades disponibles:
600, 1300, 3000, 7000 lts

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