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1. Protréptico.

El Protéptico se caracteriza por ser uno de los pocos libros conservados que Aristóteles escribió
durante sus primeros años en la Academia de Platón. Sobre los otros libros que escribió en esa
etapa, tan sólo tenemos referencias de ellos, como es el caso del Grillo, el cual Aristóteles lo
escribió en honor al hijo de Jenofonte. Estos libros se caracterizaron por tener una inminente
influencia de su maestro Platón, por lo que en ocasiones, éstos calcan algunas ideas platónicas.

Aristóteles escribió el Protréptico como una exhortación a filosofar. El libro fue dedicado a
Temisonte, rey de los chipriotas, pues Aristóteles consideraba que este rey tenía las cualidades
para cultivar la filosofía, principalmente porque éste tenía una enorme riqueza y gozaba de una
gran estimación.

Así, el joven estagirita empieza su libro diciendo que los hombres no deben caer ante el engaño de
que la felicidad consiste en la posesión de una multiplicidad de bienes, sino por el contrario, la
felicidad reside en el bienestar del alma. De tal forma, Aristóteles ejemplifica con la virtud de un
cuerpo sano frente a la desgracia de un cuerpo con grandes atavíos pero totalmente enfermo. Sin
embargo, muchas veces sucede que los hombres, al probar los beneficios superficiales de las
riquezas, creen que son mejores los bienes materiales que los del alma.

Aquel que quiera las verdaderas riquezas debe ser un filósofo, pues ellos saben que la sabiduría
surge del aprendizaje y de la indagación. También, por medio de la filosofía, los hombres pueden
llevar su vida con rectitud en los asuntos públicos. Claramente, Aristóteles destaca que la filosofía
no es útil ni provechosa, sino que es buena y que debe cultivarse por sí misma, así el conocimiento
se es preferible por el hecho de que nos trae sabiduría el conocer y no por el mero hecho de que
conocer nos traerá alguna utilidad.

Como decía líneas antes, el Protréptico incluye varias ideas platónicas, las cuales desaparecerán
con el tiempo en la obra de Aristóteles. Una de estas ideas es que el cuerpo y las cosas relativas a
éste nos sirven a modo de instrumentos, pero su uso supone grandes riesgos pues algunos podrían
llegar a usarlo indebidamente. Asimismo, Aristóteles comparte la idea expuesta por su maestro en
la República de que en una sociedad debe imperar el más virtuoso

Así como en el Protréptico se pueden encontrar remanentes de las enseñanzas de Platón, también
podemos localizar algunas ideas que posteriormente serán retomadas por Aristóteles en libros
como la Metafísica, un ejemplo de esto es la distinción entre las cosas creadas por la naturaleza y
las creadas por el arte:

De las cosas que se generan, unas nacen de una planificación y de un arte, como una casa o una nave
(pues un arte y una planificación es causa de estas dos cosas), mientras que otras no nacen en virtud de
ningún arte, sino por naturaleza; en efecto, la naturaleza es causa de animales y plantas, y todas las cosas
de esta clase nacen conforme a la naturaleza. Sin embargo, algunas también surgen por azar, pies de
cuantas no nacen ni por arte ni por naturaleza ni por necesidad, la mayoría decimos que surgen por azar
(fr. 10)
En general, los fragmentos 11 al 16 exponen muchas ideas, las cuales se verán completamente
desarrolladas en la Metafísica y en la Física.

Aristóteles continúa su exhortación citando a dos antiguos filósofos con el fin de aclarar su idea
de que el fin del hombre es pensar. El primero de estos filósofos es Pitágoras quien decía que los
seres humanos fueron creados para contemplar el cielo. El segundo filósofo, Anaxágoras,
compartía la idea de Pitágoras, pues decía que los seres humanos nacían para contemplar el cielo
y las cosas que hay en él, los astros, la luna y el sol.

A mitad del libro podemos ver otra razón de por qué Aristóteles dedica su libro a un rey, esto se
debe a que el filósofo considera que los buenos legisladores son los que tienen una mayor
necesidad de la filosofía, puesto que son ellos quienes crean las leyes.

Conforme avanzamos en la lectura nos damos cuenta que hay algunas ideas del filósofo que están
en clara contraposición a la teoría de su maestro. De tal forma Aristóteles dice “y lo más importante
de todo, tampoco vivimos bien por conocer algunas propiedades de los seres, sino por obrar bien,
pues en esto consiste verdaderamente ser feliz” (fr. 52). De tal forma, el estagirita se aleja de su
maestro al decir que la felicidad no sólo consiste en conocer el mundo, como incluso antes lo había
dicho el propio Aristóteles, sino que también se debe actuar con virtud. Esta idea será más
desarrollada en los tratados éticos del filósofo, particularmente en la Ética a Nicómaco.

Finalmente, otra idea que Aristóteles esboza en esta pequeña exhortación es que el fin del alma es
la contemplación y que sólo mediante la filosofía es posible cumplir con esta finalidad. Asimismo,
sólo con la razón logramos “contemplar el más cognoscible de los seres”. (fr. 86)

2. Sobre el alma.
Este libro, que también pertenece a las obras de juventud de Aristóteles, destaca sobre los demás
por el hecho de ser el libro donde el joven estagirita desarrolla con mayor detención algunas ideas
que ya se habían esbozado en su libro pasado, El protréptico, aunque no al grado de lograr
explicarlas como en sus libros posteriores, la Física y la Metafísica.

El primer libro de Sobre el alma retoma la idea de la naturaleza, en este libro se explica
detalladamente cómo algunos objetos provienen de la Naturaleza, mientras que otros vienen del
alma humana. Sin embargo, Aristóteles deja esta explicación para centrarse en el alma, así explica
que el alma capta las propiedades esenciales de los objetos. También dice que el cuerpo sirve como
medio para que el alma aprehenda la realidad.

Posteriormente, el filósofo hace un recuento de todas las explicaciones hechas a través de la


historia sobre el alma. Ésta será una de las primeras historias de la filosofía de occidente. La
investigación de Aristóteles empezará con el materialista Demócrito, para luego continuar con su
maestro Platón, quien proponía al alma como la construcción de una díada. Sin embargo, el
estagirita considera que todos los esfuerzos por proponer un principio físico o un principio
combinado resultan infructuosos, pues los filósofos “Discrepan, sin embargo, sobre cuáles y
cuántos son los principios” (404b30). Aristóteles continúa con su investigación y analiza todas las
teorías de los filósofos de la naturaleza, como Tales, Anaxágoras, Heráclito y Critias. De la misma
manera, el filósofo empieza a criticar a su maestro, pues considera algunas de sus ideas totalmente
erradas.

Finalmente, el primer libro concluye con un análisis a la teoría de Pitágoras de que el alma son
números, idea que rechaza completamente Aristóteles. Además, el filósofo explicará que todos los
animales participan del alma, pues es gracias a ésta que son movidos.

En el segundo libro se aclara la idea de alma y particularmente la idea de acto y potencia, aunque
no al grado de la Física y la Metafísica, como podemos ver, Sobre el alma es un libro donde
Aristóteles empezará a desarrollar muchas de sus ideas físicas. Por ejemplo, en este libro empieza
a aclarar la idea de sustancia y de acto y potencia, categorías ejes que solucionarán los problemas
ontológicos que Platón había dejado con su Mundo de las ideas.

A su vez, Aristóteles le dará una importancia al alma, la cual estará por encima del cuerpo. Esto
debido a que el alma, para el filósofo, es aquello por lo que vivimos, sentimos y razonamos
primaria y radicalmente, mientras que el cuerpo no cinstituye la entelequia del alma, sino que, al
contrario, ésta constituye la entelequia del cuerpo. Asimismo, la entelequia se produce en el sujeto
que está en potencia y, por tanto, en la materia adecuada. Así pues, de todo esto se deduce con
evidencia que el alma es entelequia y forma de aquel sujeto que tiene la posibilidad de convertirse
en un ser de tal tipo. Aristóteles concluye, por tanto, que el sentido de la unidad del cuerpo y del
alma es la relación de una actualidad con una potencialidad.

En este libro también se hablará de las facultades del alma: nutritiva, sensitiva, desiderativa,
motora y discursiva. Así, Aristóteles afirma que las plantas sólo poseen la facultad nutritiva,
mientras que los animales poseen la nutritiva, la sensitiva, la desiderativa y la motora. El ser
humano es el único que tiene las 6 facultades del alma, pero el filósofo no rechaza la posibilidad
de la existencia de los Dioses que, en ese caso, también tendrían la facultad discursiva.

De igual forma, en el libro segundo se explica cómo funcionan los sentidos y cómo es que el alma
participa en el proceso de percepción, en especial en el sentido de la vista, el cual Aristóteles
consideraba el más útil. Este libro resulta sumamente interesante en tanto que el filósofo explica
cómo es podemos oler, escuchar y sentir, principalmente porque muchas de sus explicaciones
llegan a aproximarse a los postulados de la ciencia contemporánea, aunque en ocasiones también
se aleja estrepitosamente de ellas.

Finalmente el libro tercero se concluye el análisis de los sentidos para llegar a la conclusión de que
el alma participa en nuestros sentidos y que, por esa razón, ésta es el ser y el principio de los seres
vivientes (desde los animales hasta los hombres). Por este motivo, la explicación aristotélica se
encamina más hacia una explicación ontológica. Esto explica por qué el libro tercero se caracteriza
por tratar más el tema desde el aspecto racional del ser humano abandonando los sentidos y
enfocándose en las maneras de raciocinio.

Sin duda, Sobre el alma es un libro esencial dentro del corpus aristotélico para entender la
evolución del pensamiento del escritor y ver cómo éste afinó con el tiempo varios temas que desde
joven había empezado a trabajar, principalmente temas de carácter físico y metafísico, pero
también de carácter biológico, como sucede en el libro segundo.

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