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Cómo hacer una estación TEACCH en

casa o en el aula
By Olga Sierra Cuadrillero Posted At 8:23 P. M. TEACCH

Quiero compartir con vosotros este estupendo artículo de Pamela Pinto de Horizonte Centro
Educacional y Terapéuticosobre cómo hacer una estación de trabajo TEACCH en casa o en el
aula., para desarrollar hábitos de trabajo autónomos en los niños.

Esta estación consta de 2 estanterías, una mesa de trabajo y una silla, en la siguiente
foto podemos ver un ejemplo de módulo de trabajo TEACCH.

Utilizaremos los pictogramas para orientar al niño en el módulo de trabajo en este caso
marcamos la primera estantería con pictograma ELEGIR, la mesa de trabajo con el pictograma
TRABAJAR y la última estantería con el pictograma de TERMINAR.

La primera estantería ELEGIR se utilizará para organizar todas las actividades programadas
para la sesión de trabajo ya sean cajas o folder.
La mesa de trabajo dispone de un velcro vertical al costado izquierdo, donde pegamos los
códigos que representan a cada actividad.

Al comenzar a trabajar el niño toma el código y lo asocia a su igual buscando la actividad que
le corresponde en la estantería ELEGIR.
Una vez que el niño pega el código en la caja o folder la lleva hasta la mesa de trabajo y
realiza la tarea.
Al terminar ya sea la caja o la folder de trabajo el niño deberá guardar dicho material en la
estantería TERMINAR y así comenzar denuevo con la siguiente tarea hasta completar todas
la actividades planificadas para esa sesión.
¿Qué son las transiciones?
La Real Academia de la Lengua define transición como la “acción y efecto de pasar de un modo de
ser o estar a otro distinto”. Es decir, cuando hablamos de transiciones nos estamos refiriendo al
cambio que se produce cuando pasamos de una actividad a otra, o de un lugar a otro. Las
transiciones forman parte de nuestro día a día, se producen tanto en casa, como en el colegio,
como en la comunidad.

Ojo, cuando hablamos de transiciones también nos referimos a los cambios de etapa que se
pueden producir en los distintos estadios del ciclo vital (la transición de infantil a primaria, de vivir
en casa de los padres a la vida independiente, etc.). En este post nos vamos a encargar de las
primeras.

¿A qué personas pueden costar más las transiciones y por qué?

Las personas debemos afrontar transiciones al cabo del día, pero para algunos supone un desafío
mayor. Las personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) pueden tener mayor dificultad
en hacer el cambio de atención de una tarea a otra, o les puede costar tolerar cambios en sus
rutinas. Esto puede hacer que aumente su ansiedad o que surjan conductas desafiantes (Flannery
y Horner,1994). En esta cuestión tienen mucho que ver las funciones ejecutivas, tanto en ser el ser
capaz de “parar” la actividad que se está haciendo, como en volver a “reenganchar” con la
siguiente.

Pero en los cambios no sólo tienen que ver las funciones ejecutivas, también el procesamiento
sensorial está involucrado. A los chicos con hipersensibilidad también les puede costar hacer una
transición, porque el input sensorial puede ser desagradable. Por ejemplo, pasar del aula donde
hay cierto silencio y la luz es tenue, al gimnasio, donde todos están gritando y moviéndose sin
parar o al patio en un día muy soleado.

También les puede costar pasar de una actividad a otra a las personas con dificultad en la
comprensión del lenguaje. ¡Cómo cambio de actividad tranquilamente si me cuesta entender lo que
tengo que hacer o a dónde tengo que ir!. Hay veces que abrumamos a los chicos con cantidades
enormes de información verbal, dando demasiadas explicaciones e incluso órdenes
contradictorias. Ojo, esto no quiere decir que no les hablemos, pero a veces hablamos demasiado
y no somos nada claros. ¡Debemos hablar en la forma y la cantidad que ellos necesitan!.

Algunas personas pueden tener dificultad para reconocer claramente señales sutiles que indican
que se va a producir un cambio de actividad. Por ejemplo, que cuando los padres ponen la mesa
significa que se acerca la hora de comer, o que cuando se abre el grifo de la bañera, va a
comenzar la hora del baño. También puede pasar que un chico esté realizando una actividad
favorita y lo que viene detrás no sea tan interesante… ¿cuántas veces hemos estado jugando o
viendo la tele, nuestros padres nos han llamado a poner la mesa y hemos pasado de ellos?.

Pautas y consejos para hacer las transiciones.

¿Qué debemos hacer para trabajar las transiciones?

 Realizar una adecuada planificación de las actividades.


 Establecer estrategias para los cambios.
 Asegurar la predictibilidad y crear rutinas.
 Asegurar la comprensión de las transiciones.
 Controlar el nivel de alerta, la ansiedad y/o las conductas desafiantes.

Vamos a repasar distintas estrategias:


1.- Los apoyos visuales:

Uso de agendas (o calendarios – horarios – sistemas de trabajo). Usar y consultar las agendas
para comprobar en qué momento se está, qué toca después, cuando viene la actividad favorita…
es muy buena idea. Las agendas proporcionan rutinas cómodas, predecibles y consistentes,
además de ayudarnos a mejorar la flexibilidad y la independencia.

Agenda de actividades – Tomada de http://comunicandoideasymateriales.blogspot.com.es

Uso de las agendas “Primero-Entonces” (del inglés First/then). Son las agendas más sencillas.
Indicamos la actividad que se está haciendo y lo que viene justo detrás, nada más.

Áreas de transición. Se trata de un lugar del aula donde los chicos esperan para cambiar de
asignatura o de área de trabajo. Podemos tener una silla de transición, o algún lugar donde la
persona asocie que «va a venir otra cosa”.

Objeto de transición. Podemos asociar un objeto a una actividad o lugar. Es una información muy
concreta y manipulativa. Por ejemplo, dar un instrumento para indicar que vamos a ir a la clase de
música, o una pelota si vamos al gimnasio de Educación Física.

Semáforo transicional. Es una herramienta con tres círculos de colores que representa:

 Rojo: parar
 Ámbar: espera un minuto.
 Verde: inicio de la siguiente actividad.
Cuando se inicia la actividad mostramos el círculo verde, cuando estamos cerca del cambio el
ámbar y cuando la actividad termina, el rojo.

Time Timer (enlace). Es un temporizador visual que marca con una banda roja la cantidad de
tiempo elegida y va desapareciendo paulatinamente, sin ruido, sin tic tac y sin estímulos
estresantes.

Time Timer de Hop Toys

Contadores de intentos. Los utilizo para marcar aquellas tareas en las que hay que hacer varias
repeticiones para completarlas. Así el chico sabe perfectamente cuando acaba.

2.- Uso de estrategias auditivas:

Avisadores acústicos. Se pueden usar alarmas o temporizadores de cocina para indicar que algo
se acaba. Podemos incluir los cronómetros o las cuentas atrás ya sean con relojes, apps o
verbalizadas por el adulto.

Canciones de transición. Podemos asociar canciones al fin de una tarea.

3.- Hacer los finales obvios:

El concepto de terminado. Es necesario que las tareas sean claras a la hora de indicar si se han
acabado. La metodología TEACCH pone mucho énfasis en esto, y sus tareas tienen un fin
totalmente claro y definido.
Caja TEACCH. Tomada de horizontemanquehue.blogspot.com.es

Marcar el tiempo de manera tangible. El tiempo no se ve, no se toca… así que debemos dar
referencias visuales más concretas. Podemos mirar nuestro Time Timer mientras hacemos una
tarea y ver cómo pasa el tiempo, inventarnos actividades cronometradas o ver cuándo tiempo tarda
en calentarse el Cola-Cao… para asociar el tiempo a algo más fácil de comprender.

4.- Asegurar al máximo la comprensión.

Dar las órdenes necesarias, claras y en positivo, diciendo al chico lo que ha de hacer, para que
sepa qué se espera de él o ella.

Usar historias, guiones sociales o secuencias para explicar esos cambios. Por ejemplo, si vamos al
recreo, podríamos usar algún apoyo visual como este para que el chico sepa lo que va a pasar.

5.- Sobretodo en los comienzos…

Los cambios de actividades han de ser claros y concretos. Debemos asegurarnos de que la
persona sabe a qué sitio o a qué actividad va a pasar.

La actividad hacia la que se mueve está entre sus favoritas. Así va a estar motivado/a para el
cambio. Si adora las canicas, podemos primero colorear, que a lo mejor no le gusta tanto, y luego
pasar a jugar con las canicas.

Quizá vamos a necesitar minimizar las transiciones. Puede ser que al comienzo necesitemos que
se produzcan las menos transiciones posibles, para poder trabajarlas. También podemos intentar
que las actividades sean más largas para que se produzcan menos cambios. Todo esto siempre va
a depender las características del chico/chica.

¿Tienen tiempo suficiente para acabar/ disfrutar de las actividades? Las prisas no son buenas
compañeras y si estamos presionando todo el tiempo para que acaben y pasen a la siguiente
actividad, podemos estar ayudando a que se genere cierta ansiedad.
Tener presente las señales de que se está sobrecargando y actuar en consecuencia. Hay
estrategias que podemos aplicar, como distintas técnicas de relajación o hacer uso de las cajas
antiestrés (enlace).

Reforzar, reforzar, reforzar. Debemos decirle lo bien que lo está haciendo, lo que se está
esforzando, chocar los cinco, dar un abrazo de oso, etc.
Continuamos con la metodología TEACCH. Ya en un post anterior hablamos de algunos de los
principios generales de esta metodología (leer aquí), cuyo objetivo principal es promover la
autonomía de las personas con autismo (¡pero ojo que lo podemos aplicar con cualquier persona!).
Vamos a continuar hablando de algunos de los elementos de la Enseñanza Estructurada y de
cómo fomentar que nuestros alumnos o usuarios sean más independientes.

Cómo ayudar a mis alumn@s a ser más independientes en el trabajo.

Estructura física – disposición del aula.

Es la forma en la que colocamos el mobiliario y los materiales para configurar el espacio. Esto nos
va a ayudar a idear ambientes con menos distractores para que los alumnos y alumnas se puedan
concentrar, respetando sus perfiles sensoriales y características personales. Una estructura clara
va a ayudar a los alumnos a percibir todo de manera más ordenada y a mejorar la
autorregulación. Algunos de los espacios que se contemplan en un aula TEACCH son las áreas de
trabajo para toda la clase o en grupo, trabajo independiente, trabajo 1 a 1, zona de merienda, área
multimedia o con ordenador, área tranquila, o transición. Mira el aula de Sasha Long, del blog The
Autism Helper (enlace) o esta otra del blog Aula de Apoyo TEA (enlace).

Aula de The Autism Helper (enlace). Aula de Apoyo


TEA (enlace).
Tomado del documento El método TEACCH (enlace).

Estructuración temporal y rutinas.

Los horarios dan pistas visuales a los alumnos y les informan sobre las actividades que se van a
producir en el día a día y en qué orden. Los horarios pueden ser de muchos tipos ¡no todo tiene
que hacerse con pictogramas!. Nos debemos adaptar a las características de los alumnos y
asegurarnos de la comprensión de dicho horario. Así, para algunos chicos su horario puede ser un
objeto de transición (por ejemplo, el bocata para la hora de la merienda, una pelota para educación
física o un pincel para la hora de dibujar), una parte de un objeto, un objeto en miniatura, una
fotografía, un pictograma o una tabla escrita.

Agenda vertical de @Mamarhody (enlace) / Agenda con flecha indicadora (enlace).


También tenemos que ser cuidadosos con la cantidad de información que ponemos en los
horarios, es decir, su longitud. Pueden contener un elemento, dos, tres o toda la mañana de
trabajo…

Agenda «ahora… después» tomada de Autism Classroom Resources (enlace)/ Agenda con pictos en cuaderno (enlace).

Tampoco nos podemos olvidar de la importancia de las transiciones. En las aulas TEACCH
suele haber un rincón donde se enseña a los niños que ahí se producen transiciones, si van a ese
rincón saben que va a haber un cambio de actividad. Pero aún así, aquí tienes un post que escribí
con ideas para trabajar las transiciones (enlace).

Sistemas de trabajo.

Los sistemas trabajo son una estrategia que ayudan a organizar el trabajo individual. Se prepara
una agenda de las actividades que han de realizar, ayudándoles a seguir la secuencia de
actividades y poniendo énfasis en el concepto de tarea acabada. El sistema se organiza de
izquierda a derecha. A la izquierda se sitúan en carpetas, cestas o bandejas las tareas que tienen
que realizar y a la derecha se coloca una cesta, caja o lugar de «tarea acabada». Al igual que con
el resto de recursos, hay multitud de formas de aplicarlo para que se ajuste a las necesidades de
los alumnos. A estos sistemas de trabajo se les pueden incorporar economía de fichas u otras
ayudas que consideremos útiles.

Estación de trabajo de centro Horizonte (enlace). Estación de trabajo de Autismo Speaks (enlace).
Tomado del documento El método TEACCH (enlace).

Los materiales de trabajo y la información visual.

Los materiales y las instrucciones de trabajo deben dejar claro al alumno cómo completar la
actividad y usar los materiales asociados a dicha tarea. Hay tres claves:

 Claridad: debemos preguntarnos cómo atraer la atención del alumno hacia los aspectos
centrales de la tarea o actividad. Para fomentar esta claridad nos ayudamos de la
codificación por colores, el subrayado…
 Organización: se refiere a cómo colocamos el material para asegurar la independencia del
alumno a la hora de realizar la tarea.
 Instrucciones visuales: sería la forma en la que indicamos al alumno la secuencia de pasos
que debe seguir para completar una actividad. Algunos pueden necesitar instrucciones
escritas, gráficas, dibujadas, plantillas o una muestra del resultado. estas instrucciones se
pueden ir modificando a lo largo del tiempo.

Se pueden diseñar actividades en cajas autocontenidas, carpetas o libros, entre otros.


Dos tareas de percepción visual. La primera sobre completar los puzzles, y la segunda de completar los objetos, recopilada
por Activitea (enlace),transformadas en carpetas para posteriormente introducirlas en el sistema de trabajo.

Carpetas TEACCH diseñadas por La Sonrisa de Arturo (enlace), con imágenes de Busy Little Bug (enlace).

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