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LA MUJER COMO OBJETO SEXUAL EN LA PUBLICIDAD

La comunicación actual, a través de la publicidad ofrece a la audiencia no sólo productos


sino, formas de vida que definen las aspiraciones de las personas. Muchas veces los medios
de comunicación utilizan el cuerpo de la mujer para transmitir en publicidades contenidos
que promueven al consumo.

La mujer ha tratado de ser parte de una sociedad sin machismo, donde le sea permitido la
participación política y no sea vista como un ser sin fuerza, autonomía e inteligencia; esto
ha sido un proceso que se ha llevado por muchos años, sin negar que en algunos lugares
del mundo sigan siendo reprimidas, la mujer ha logrado introducirse en la sociedad sacando
adelante el género femenino, demostrando que es tan capaz como el hombre de hacer las
cosas por su propia convicción.

De esta manera, la publicidad se ha aprovechado de esto degradando a la mujer en sus


anuncios publicitarios donde son vistas con gran cantidad de estereotipos para seducir al
género masculino. Consiguientemente, el uso de la mujer como objeto sexual en la
publicidad genera violencia hacia el género, pues, al convertirse en un objeto público, y su
imagen incita, a veces, al maltrato verbal o físico, obtiene un valor en el mercado y algunas
veces la dignidad del género es afectada duramente.

A partir de los 90 esta imagen fue transformándose de aquella que trabajaba únicamente
en el hogar, o era ama de casa a un ideal de mujer respetada por su trabajo. En la actualidad
notamos como en los medios y hablando concretamente de la publicidad, la imagen
femenina ha sido limitada a un simple objeto, donde se le muestra en diversas formas
dependiendo del contenido de los anuncios, por ejemplo, en anuncios con significado
sexual para el hombre, la mujer es utilizada para captar la atención para que luego el centre
su atención en el producto publicitado.

Al mismo tiempo, los medios de comunicación y la publicidad son considerados los


principales promotores de enfermedades directamente Relacionadas con desórdenes
alimenticios como la anorexia, una prueba clave para comprobar esto es la población
adolescente que es atacada constantemente con mensajes e imágenes de prototipos de
mujeres perfectas, a lo cual la respuesta es inconformidad con sus cuerpos y con la
imposibilidad de cumplir con el prototipo de mujer que la sociedad exige. Son los medios
los que catalogan la delgadez como símbolo de reputación.

La mujer se convierte en objeto de deseo que tiene un valor en el mercado. Esta situación
conlleva el irrespeto hacia ella, según la publicidad las mujeres deben permanecer jóvenes,
sumisas y delgadísimas para estar siempre en el círculo de la moda y la aceptación. Es así
como la mujer, al asociarse en el mundo de la publicidad, entra a una “competencia” en la
cual la ganadora es la más aproximada a tener una cara bonita, de facciones perfectas,
cuerpo esbelto y todos aquellos detalles que permiten que el valor que ellas mismas se han
dejado imponer, vaya creciendo.
Desde niñas las mujeres están expuestas a toda la información que dan los medios creando
a partir de ellos un estereotipo de mujer ideal. Como ejemplo se puede mencionar las
películas de Disney en la que la mujer perfecta es mostrada como una princesa que cumple
con características específicas que la hacen bella y que de esa manera encuentra a su
príncipe azul, con el que se casa y viven felices para siempre.

El mundo de la farándula (y la publicidad) depende de mujeres bonitas estereotipadas. No


obstante, cada vez más partes de la sociedad han sido invadidas por estos estereotipos. La
belleza femenina es vista como un negocio bastante rentable a tal punto que muchas
mujeres hoy en día, con tal de cumplir una serie de características exigidas y encajar en el
modelo de belleza que la sociedad demanda, han recurrido a procedimientos como la
cirugía plástica para cambiar algunas partes de su cuerpo.

Creo que quienes quieren manipular a la audiencia, lo han logrado, llegando a trasmitir el
mensaje el cual ellos quieran darle a la sociedad. Se puede ver que el estereotipo de mujer
es claramente controlado por diferentes empresas, que buscan básicamente conseguir que
las mujeres compren sus productos, concurran a sus centros de belleza, realicen sus dietas,
entre otros.

Pienso que en la actualidad la mujer sigue siendo el principal objetivo de las campañas
publicitarias porque son vistas como compradoras y también como un objeto con el que las
empresas potencian sus ventas.

Es fundamental quebrar el prototipo en el que la mujer perfecta es aquella que se muestra


en publicidades de las marcas reconocidas anuncios publicitarios de productos alimenticios;
y retirar la imagen que vincula la belleza con parámetros la delgadez, la juventud y el poder
económico.

También, es necesario un cambio de valores y actitudes sociales para llegar a una solución,
una situación en que la imagen que se percibe de la mujer sea afín al verdadero rol de esta
en la sociedad.

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