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MANFREDO KEMPFF MERCADO

Filósofo de la axiología y del amor .

Nace en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra ,el 8de

enero de 1922.Sus estudios de secundaria los realiza en

su ciudad natal en el viejo colegio Nacional Florida y

los universitarios de Derecho ,Ciencias Políticas y

sociales en la Universidad Gabriel Rene Moreno de la

capital oriental. A partir de 1946 fue profesor de

filosofía moderna en la UMSA de La Paz, y de Filosofía Latinoamericana en

Universidad de Sao Paulo (Brasil) en 1954. Políticamente, sostuvo una posición

idealista; perteneció al Partido Social Demócrata. Fue Senador de la República

entre los años 1966-1969 y Presidente del Senado en 1969. Perteneció a la

Academia Boliviana de la Lengua, entidad a la que ingresó en octubre de 1969 con

un ensayo titulado ‘Del problema de las palabras y del lenguaje filosófico’.

Desde sus años estudiantiles, Kempff Mercado combinó la filosofía con el

profesorado. Su faceta de docente fue valorada por quienes la conocieron. El hecho

de haber enseñado en Bolivia, Brasil, Chile y Venezuela, durante varios años,

vuelve posible demostrarlo. El magisterio que ejecutó fue luminoso por su


condición de bibliófilo. En el terreno de las palabras, la buena literatura tuvo

también cabida. Sus libros son una muestra de la excelencia que obtenía como

educador. Pasa que la cortesía propugnada por José Ortega y Gasset, uno de sus

autores favoritos, lo reconoce como practicante. Dejó a otros la predilección por

esas tinieblas que, desde Hegel hasta Derrida, entre otros filósofos, impiden una

comprensión satisfactoria de las ideas. Consumiendo su primer libro, Vida y obra

de Mamerto Oyola, o Filosofía del amor, volumen que se lanzó en 1973, el lector

puede corroborar lo aseverado respecto al estilo. Nada de laberintos ni pantanos

textuales; su prosa es modélica en el reino del razonamiento. Sin problemas, uno

constata la preparación, disfrutando del examen que hace de muchos planteos,

analizando proposiciones, formulando réplicas. No es casual que haya formado

parte de la Academia Boliviana de la Lengua. Fallece en Santa cruz de la Sierra de

1974.

Sobre el problema del amor, éste fue seriamente estudiado por Manfredo Kempff

Mercado en Bolivia, quien publicó su “Filosofía del amor” en 1973. décadas atrás,

fue publicado el “Tratado del amor” del argentino José Ingenieros en 1910. La

obra Kempff, en la actualidad sería catalogada de políticamente incorrecta, como

lo es: “El amor, las mujeres y la muerte” de Arthur Schopenhauer, quien sería

duramente criticado por advertir que “el hombre más varonil prefiere a las mujeres

más femeninas, y viceversa, pues todo individuo aspira a encontrar el grado de


sexualidad que corresponde al suyo”. Las feministas detestan esto, para ellas todo

se reduce a lucha de sexos, donde ellas son las oprimidas por el patriarcado

machista, así aborrecen instituciones como el matrimonio y la familia, supuestos

símbolos de dominación masculina.

Hoy en día, es difícil sostener, como sostiene Buytendijk, que la apariencia

femenina implica formas llenas y redondas, rostro menos angulosos, musculatura

débil, pelvis amplia, piel fina y desprovista de vellos, cabellera abundante, manos

frágiles, pechos en vez de tórax o mencionar que los pechos son suavidad y

dulzura, cordialidad materna, que el centro del cuerpo de la mujer es la pelvis y del

hombre el tórax y sus hombros anchos; esto puede ser motivo para ser calificado

de sexista y misógino cavernario por las feministas y sus amigos (feministos y

manginas). Lo mismo, si el biólogo Konrand Lorenz mencionará que no existe

nada más extremo viril que la “mirada de águila”, mientras que la mirada femenina

es interior, que descansa sobre las cosas, apacible, peor aún, si dijésemos que el

timbre de voz varía las situaciones, porque con una voz grave no se puede hablar

ligeramente, mientras que una voz alta, aguda y ligera, se acusa feminidad y falta

de seriedad, son ¡horror de horrores!, para los políticamente hipócritas.


Advierte Kempff que sólo la filosofía puede separar el instinto sexual del amor y

embarcarse en azarosa aventura. También, Ortega y Gasset escribió su “Tratado

sobre el amor” y definió el enamoramiento como un estado anómalo de la atención

que se produce en el hombre normal y sobre todas sus actividades, la atención se

centra sobre una persona, como cuando uno está estúpidamente enamorado de

alguien, por el contrario, Kempff Mercado, crítica este aspecto del enamoramiento

tratado como anomalía, como una cuestión de enfermedad, tristeza, pesimismo

como si fuera algo malo estar enamorado, porque, simplemente estamos presos a

veces sin darnos cuenta, sin que estemos predispuestos por si, como si

estuviéramos predispuestos a odiar o amar al primero que se cruce por la calle.

El amor no puede ser reducido sólo al aspecto espiritual o al físico, a lo erótico o a

lo sexual, son ambos aspectos, entonces, no se debe falsamente espiritualizar lo

sensible, ni sensualizar lo espiritual, el amor participa de lo erótico y de lo sexual,

es ambos, es erotismo espiritual y físico sexual, las uniones duraderas y felices

descansan sobre la combinación de lo erótico y lo sexual, dirá Kempff: “sólo la

atracción y entendimiento de las almas y los cuerpos entre el hombre y la mujer,

asegura la verdadera comunicación espiritual y física que informa el amor

verdadero”.
Así se enciende un poco de luz sobre esta parte de la vida humana, reconociendo

que este es un asunto sutil y peligroso, para muchos este tema de vital importancia

puede significar felicidad o infelicidad en sus vidas, no importa si se vive en una

sociedad pobre o rica, socialismo o capitalismo, el amor tiene una importancia

subjetiva como todo lo aquí expresado que fácilmente se amolda o no, a la vida de

cada persona.

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