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AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

Alumno:

Cortez Campos Luis Gerardo

Ciclo: VIII

Curso: Derecho De Contratos

Tema: Juegos Y Apuesta

Docente: García Paredes Percy

“2018”
EL JUEGO Y LA APUESTA

1.- Concepto:

El vocablo “juego”, deriva del latín “iocus” (broma, distracción), que expresa la idea de
satisfacción o deleite, si bien es la palabra “ludus” (diversión, pasatiempo), que acentúa el
sentido de actividad fácil o que no requiere esfuerzo, la que mejor traduce el término castellano
“juego”. En cambio, la palabra “apuesta” proviene del verbo latino “apponere” (o adponere),
que significa colocar, poner con inmediatividad a algo. En términos generales los juegos son
aquellas actividades sujetas a reglas cuyo objeto esencial es constituir un pasatiempo para quien
lo practica. Considerando su aplicación práctica, los juegos pueden encasillarse en cuatro tipos
de clasificaciones:

1. por el número de personas, en juegos individuales o plurales;

2. por la existencia o no de disputa, en juegos de competencia o sin competencia;

3. por la existencia o no de riesgo patrimonial, en juegos con apuesta o sin apuesta;

4. por la manera de determinar el resultado, en juegos de azar o de habilidad.

De todos estos, los relevantes son aquellos cuyo desarrollo y resultado originan consecuencias
jurídicas, es decir, producen efectos que deben ser tutelados por el Derecho. Jurídicamente el
juego y la apuesta es un contrato con características que lo distinguen radicalmente de otras
relaciones obligacionales. A ello se agrega que ha suscitado y continúa planteando
cuestionamientos, debido a consideraciones éticas, económicas, y sociales.

2.- Definición doctrinaria

Lo primero que surge respecto del juego y la apuesta es su diferenciación, tema que ha sido
debatido por la doctrina y que constituye una introducción a la definición del contrato.

“Contrato de juego es aquél por el cual, con el fin de distracción o de ganancias, las dos partes
se prometen una prestación bajo condiciones opuestas”, y “Contrato de apuesta es aquél por el
cual, con el fin de robustecer una afirmación, las partes se prometen recíprocamente ciertas
prestaciones para el caso de ser o no verdad aquella afirmación”. No existe coincidencia
doctrinaria en cuanto al sentido de las expresiones "juego" y "apuesta". Para algunos tratadistas,
en el juego está de por medio la habilidad o destreza del jugador, mientras que en la apuesta
sólo existe azar. Un ejemplo del primero es una partida de ajedrez. Un ejemplo de la segunda
es el hecho de lanzar una moneda al aire: "cara o sello".

En opinión de SALVAT , la diferencia deriva de la función que las partes asumen en el contrato.
En el contrato de juego son ellas mismas las que realizan o ejecutan los hechos constitutivos
del juego, por eso dice el Código, empleando una fórmula que podría parecer contraria a la
regla que prohíbe definir con la propia palabra definida "entregándose" al juego. En la apuesta
la diferencia recae sobre hechos o circunstancias que son extrañas a los contratantes, lo único
que depende de ellos es la opinión o interpretación diferente respecto a su significado, alcance
o valor. Otros estiman que el juego tiene una connotación proyectada hacia un futuro
desconocido: se especula respecto a la actuación de un caballo que debe correr en el hipódromo.
La apuesta en cambio, estaría referida a una situación del pasado, pero sobre la cual cada
jugador mantiene una posición contraria

ENNECCERUS y LEHMANN afirman que la diferencia parece radicar en el motivo del


contrato: en tanto que la apuesta tiende a robustecer una afirmación, el juego tiene por objeto
la distracción o la ganancia. En realidad, las diferencias son puramente académicas, pues lo
cierto es que, como dice el mismo SALVAT, "el régimen jurídico aplicable a cada uno de estos
contratos es en general el mismo". A este razonamiento le agregamos que en el Perú el contrato
está tipificado de un modo integral, bajo la expresión "juego y apuesta", pues sus fronteras, en
palabras de León Barandiarán "… son muy lábiles".

Es importante determinar la naturaleza y alcances de los juegos y apuestas que sin tenerlas
características del azar o envite se encuentran en una situación especial y tienen reconocimiento
legislativo. En ellos la suerte también está presente, pero hasta cierto punto como un factor
secundario.

RAYMUNDO SALVAT manifiesta que "… por excepción hay ciertos juegos que la ley
excluye de la prohibición, por considerar que ellos, lejos de representar esos peligros para el
orden social, son un estímulo para el desarrollo de virtudes o actividades que deben
fomentarse", y acotando el artículo 2055 del Código Civil Argentino pone como ejemplos los
siguientes:1) Ejercicio de fuerza, por ejemplo: el salto, la lucha, etc.2) Destreza de arma, lo cual
se refiere a las distintas clases de ejercicio de tiro al blanco, florete, espada, etc.3) Corridas, es
decir carreras de toda clase, a pie, a caballo, en carros, etc.4) Otros juegos semejantes, por
ejemplo el billar, el cual es un juego de destreza. La enumeración de la ley no es absolutamente
restrictiva, pero la extensión que ella admite es con la condición de tratarse de juegos semejantes
a los enumerados: siesta condición falta, el juego cae dentro de la prohibición o denegación de
la acción". Entre nosotros no existe un dispositivo como el comentado por el maestro argentino
y sólo es posible citar, con suma modestia por su limitación y obsolescencia, la Resolución
Suprema del 11 de marzo de 1936, que copiando casi literalmente el artículo 1966 del Código
Civil Francés permite los juegos de bochas, carreras de carruajes y juegos de pelota. De
conformidad con el sistema seguido por el Código vigente, mientras que los juegos permitidos
y los prohibidos se encuentran prefijados en las leyes, los no autorizados están en zona neutra
(ni prohibidos, ni permitidos) y son los que con mayor frecuencia se presentan, pues cubren una
enorme área. A título de ejemplos, mencionamos las competencias deportivas en general, el
juego –ciencia o ajedrez, o cuestiones relativas ahechos ya acontecidos o actuales, en todos los
cuales hay competitividad, existe de por medio un interés económico o causa lucrando y los
factores determinantes en beneficio del vencedor son su destreza física, sus conocimientos, su
memoria y otros factores similares, a los cuales se agrega un margen no cuantificado pero
colateral de suerte o azar. Por cierto, que existen también casos imprecisos, como sería el de la
apuesta que hacen dos personas sobre el futuro resultado de un partido de fútbol entre equipos
de la misma categoría y calidad. No aparece claro, en efecto, si en el esclarecimiento del hecho
incierto ha sido determinante el conocimiento del vencedor o si lo que prevalece es la suerte o
azar.

EL JUEGO Y APUESTA EN NUESTRO CODIGO CIVIL

1.- Juego y apuesta permitidos: Acción de cobro (Art. 1942)

Los elementos constitutivos del juego y apuesta permitidos son:

1)La obligación por parte de quien resulte perdedor, de satisfacer la prestación previamente
establecida. En la lotería, por ejemplo, el organismo competente hace que se emitan y pongan
en circulación billetes en los que figuran el monto de los premios y la fecha del sorteo, entre
otros aspectos.

2)La prestación debe tener carácter interesado (causa lucrandi) ya que si el resultado de una
competencia (deportiva, científica, etc.) sólo conduce a una satisfacción inmaterial, no habrá
habido concertación previa ni existirá juego y apuesta desde una perspectiva contractual. León
Barandiarán cita con acierto a Funaioli manifestando que "si no hay resultado económico en
cuanto a transmisión patrimonial por parte de un jugador, que viene a ser el perjudicado, en
favor de otro jugador, que viene a ser el favorecido, el mundo del juego y aquel del derecho
constituyen no solamente dos categorías anteriores y diversas, sino un cierto sentido,
contrapuestas, incompatibles. El fenómeno lúdico y el fenómeno jurídico serían insensibles
recíprocamente".

3)La prestación comprometida resultará exigible una vez que se produzca un hecho hasta
entonces futuro o que tratándose de un acontecimiento ya realizado e ignorado en su origen por
las partes, quede luego debidamente esclarecido. Debemos aclarar que en la legislación sobre
el juego y apuesta permitidos sólo se da la primera de estas hipótesis. Ejemplo: la llegada a la
meta de un caballo vencedor en un hipódromo. No existe, en cambio, juego y apuesta permitidos
en que la prestación esté sujeta al resultado de un acontecimiento realizado, pero desconocido
por las partes. Empero, se le consideró en el texto para la eventualidad de que pueda darse en
el futuro. Además, y desde luego, este matiz se presenta frecuentemente en el juego y apuesta
no autorizados (ejemplo: si dos estudiantes de Derecho apuestan una comida respecto a quién
era Presidente del Perú cuando se promulgó el Código Civil de1952: Ramón Castilla o José
Rufino Echenique).

3)Aunque no lo señale el artículo 1492, por su misma organización empresarial el juego y


apuesta permitidos están acompañados por actos de carácter preparatorio, como son la
adquisión de billetes, boletos, cartillas o fichas. Adicionalmente cabe indicar que en ciertos
casos sus mecanismos son sofisticados. Así sucede con el empleo de totalizadores en los
hipódromos, pues en realidad quien juega es la masa apostadora (asistente o no al espectáculo
hípico) de modo que la institución que hace empresa (entre nosotros, el Jockey Club del Perú)
se limita a recolectar las apuestas y cumplir con el pago de los resultados, reteniendo un
porcentaje que no sólo asegura sus costos y el pago de tributos, sino también una significativa
ganancia.
1.1.- Efectos de los juegos permitidos

Con relación a los efectos que el Código Civil ha atribuido a los juegos permitidos podemos
mencionar los siguientes:

1.2.- Acción para reclamar lo ganado y reducción judicial de la deuda

Sí se permite al ganador recurrir a la vía judicial para reclamar lo que ha ganado en un juego
permitido, sin embargo, también se admite la reducción judicial de la deuda cuando resulta
excesiva en relación con la situación económica del perdedor. Es decir, aun así, el juego sea
lícito, el legislador ha considerado necesario proteger al perdedor. La reducción judicial de la
deuda proveniente de juegos permitidos ya se contemplaba en el Código Civil de 1936,
señalándose en su ARTÍCULOS 1772 lo siguiente: "El que pierde en juego o apuesta de los no
prohibidos queda obligado al pago. El juez puede, sin embargo, reducir la obligación en lo que
excediere de los usos de un buen padre de familia".

1.3.- Excepción para no pagar lo perdido

En un proceso judicial donde el ganador demanda el cobro de lo ganado en un juego permitido,


el perdedor no podrá eximirse de pagar; sin embargo, como lo indicamos anteriormente, podrá
solicitar la reducción de la deuda invocando su situación económica. La figura de la reducción
judicial también está contemplada para las obligaciones con cláusula penal. Conforme al
ARTÍCULOS 1346, el juez, a solicitud del deudor, puede reducir equitativamente la pena
cuando sea manifiestamente excesiva o cuando la obligación principal hubiese sido en parte o
irregularmente cumplida.

1.4.- Acción para recuperar lo pagado

El deudor que pagó una deuda proveniente de un juego permitido no puede luego demandar su
devolución total ni parcial. Al haberse extinguido la obligación, es irrelevante que pueda probar
que el monto de la prestación resultó excesivo con relación a su situación económica, pues la
reducción judicial solo puede ser invocada como excepción, cuando el deudor actúa como
demandado.

2.- Juego y apuesta no autorizados: falta de acción y de repetición (Art.1943)


El que paga voluntariamente una deuda emanada del juego y la apuesta no autorizados, no
puede solicitar su repetición, salvo que haya mediado dolo en la obtención de la ganancia o que
el repitente sea incapaz. Según lo explicado en los conceptos generales el Código Civil en
vigencia tiene una estructura peculiar en lo que se refiere al juego y apuesta, pues se aparta de
la legislación tradicional o clásica y hace una categórica distinción entre los permitidos, no
autorizados y prohibidos. Ya hemos señalado que el sistema utilizado tiene indudable contenido
ético, pero también reconocemos que podría objetarse y en todo caso discutirse en lo que se
refiere al trato dado al juego y apuesta no autorizado, pues son los que se presentan con mayor
frecuencia en la vida diaria. Pondremos algunos ejemplos: Pedro se enfrenta a Juan en un
partido de tenis y convienen en que el perdedor le pagará una suma de dinero o le entregará un
bien determinado o le prestará un servicio o se abstendrá de hacer algo. Carlos tiene una
discusión con Santiago sobre el resultado del encuentro final del Campeonato Mundial de
Fútbol realizado en Argentina en 1978 y hacen una apuesta relacionada con cualquiera de las
prestaciones antes mencionadas, o sea de dar, hacer o no hacer.

3.- Juego y apuesta prohibidos: Nulidad del pago (Art. 1944)

En este novedoso dispositivo apreciamos el fundamento ético a que hiciéramos mención en los
conceptos generales y en la oscilación de un péndulo imaginario nos encontramos con el
extremo en virtud del cual se fulmina con la nulidad el juego y apuesta prohibidos por mandato
expreso de la ley: no existe acción y hay lugar a la repetición, en el supuesto de haberse hecho
el pago. Solo aquellos juegos cuya prohibición ha sido establecida expresamente por una ley
van a estar sujetos a los efectos indicados en el ARTÍCULOS 1944. La regla en nuestra
legislación civil ha sido prohibir los juegos, especialmente los juegos de azar y esto se advierte
desde el albor de la República.

3.1 Consecuencias civiles de los juegos prohibidos

Las consecuencias civiles de los juegos prohibidos son las siguientes:

3.2 Acción para reclamar lo ganado y reducción judicial de la deuda


No se permite al ganador recurrir a la vía judicial para reclamar lo que ha ganado y si esto ha
ocurrido es nulo de pleno derecho. Los juegos prohibidos están afectados con la nulidad
absoluta; inclusive, como lo indica el ARTÍCULOS 220 del Código Civil, tal circunstancia
puede ser alegada también por el Ministerio Público. Al ser nulo este contrato, significa además
que existe acción para recuperar lo pagado en un juego prohibido. Asimismo, el juez puede
declarar de oficio la nulidad cuando esta resulta manifiesta en un proceso que verse sobre la
existencia de una deuda derivada de un juego prohibido. Por ejemplo, una empresa peruana que
gestiona y colecta en el país apuestas para loterías del exterior demanda a un cliente local el
cobro de una deuda generada por la adquisición de varios billetes de esta lotería extranjera. El
cliente -que desconoce estas normas- trata de evitar el pago con otros argumentos. El juez, en
aplicación de las leyes que regulan el juego de lotería y del ARTÍCULOS 1944 del Código
Civil, podrá sin que le sea solicitado, declarar la nulidad del contrato y la improcedencia del
cobro de la deuda. La reducción judicial no es posible en estos casos.

3.3 excepción para no pagar lo perdido

Sí existe, pues el juego es nulo. Efectivamente, en el supuesto que un organizador de juegos


prohibidos demande judicialmente el pago de una deuda proveniente de un juego prohibido, el
juez no debería admitir la demanda, pero si esto ocurriera, el demandado podría invocar su
inexigibilidad por ser un juego prohibido.

3.4 Acción para recuperar lo pagado

Sí existe. Al ser nulo este contrato, significa además que existe acción para repetir lo pagado en
un juego prohibido. Entonces, el deudor que pagó voluntariamente una deuda proveniente de
un juego puede luego demandar su devolución. A nuestro criterio, la participación en un juego
prohibido debe afectar a todas las partes contratantes. Es interesante la solución del Código
Civil Federal de México, que sanciona parcialmente al perdedor en un juego prohibido. Al
respecto señala lo siguiente: "ARTÍCULOS 2765.- El que paga voluntariamente una deuda
procedente del juego prohibido, o sus herederos, tiene derecho de reclamar la devolución del
50% de lo que se pagó. El otro cincuenta por ciento no quedará en poder del ganancioso, sino
que se entregará a la Beneficencia pública"

4.Los juegos y apuestas que de alguna manera se han vinculado o están sujetos a lo
dispuesto por el artículo 1947 del Código Civil
A) Lotería

La lotería está sujeta al Decreto Ley N° 21921, de 2 de setiembre de 1977 En doctrina, se le


concibe como "un contrato plurilateral entre participantes, con pago anticipado de billetes de
lotería o de vigésimos de esos 'enteros' con cuyo pago se formará -excluido lo que aporte el
Estado para sus fines sociales- el monte premio común a distribuir entre quienes hayan
acertado" .Conforme al artículo 7 del Decreto Ley N° 21921, los premios pueden consistir en
dinero efectivo y/o en bienes muebles o inmuebles, pero es condición que el premio mayor de
todos los sorteos sea dinero en efectivo. En el caso de muebles o inmuebles, es indispensable
que sean adquiridos por el Ramo de Loterías antes de la fecha en que se verifique el
correspondiente sorteo. Además, y sí lo que se sortean son muebles o inmuebles, el Ramo
considerará como complemento del premio una suma equivalente al20% del valor de los bienes
sorteados (artículo 7, incisos a, b, c y d).El artículo 14 constituye una excepción al numeral
1949 del Código Civil(infra, página 403), pues dispone que el plazo para efectuar la cobranza
de premios es de 180 días calendario y si el último fuera inhábil, el plazo vencerá el primer día
hábil siguiente.

B) Casinos

Entre las más importantes normas que hay que destacar en esta ley, señalaremos las que siguen:
En el artículo 1 se define la finalidad de la ley. Su propósito es regular la explotación de los
juegos de casino y máquinas tragamonedas a fin de preservar y proteger a la ciudadanía de los
posibles perjuicios o daños que afecten la moral, la salud y la seguridad pública; así Como
promover el turismo receptivo; y establecer el impuesto a los juegos de casino y de máquinas
tragamonedas. Según el artículo 3 es objeto de la ley:

a) Garantizar que los juegos de casino y máquinas tragamonedas sean conducidos con
honestidad, transparencia y trato igualitario.

b) Establecer medidas de protección para los grupos vulnerables de la población.

c)Evitar que la explotación de los juegos de casino y de máquinas tragamonedas sea empleada
para propósitos ilícitos. El artículo 4 señala diferentes definiciones. Conforme al artículo 5 la
explotación de juegos de casino sólo puede llevarse a cabo en los distritos autorizados mediante
resolución suprema, debiendo tomarse en cuenta además de la infraestructura turística existente,
razones de salud, moral y seguridad pública. Estos establecimientos incluyendo los de
tragamonedas no pueden estar ubicados a menos de150 metros de iglesias, instituciones
educativas, cuarteles y hospitales.

C) Pronósticos sobre resultados de competencia deportivas

Mediante Decreto Ley N° 20803, de 19 de noviembre de 1974, se autorizó la realización de


concursos de pronósticos sobre resultados de competencias deportivas, como actividad
reservada para el Estado, cuya ejecución debe basarse en los principios de eficiencia, celeridad,
confiabilidad y seguridad (artículos 1 y 2). Para el efecto de estos concursos se creó la Empresa
Pública Administradora de Pronósticos Deportivos (EPAPRODE) cuya función es la de
reglamentar, promover, realizar y controlar los concursos de pronósticos sobre resultados en las
competencias deportivas que se lleven a cabo en el país y/o en el extranjero.

D) Bingo

Por Decreto Supremo Nc003-84-IN, de 6 de enero de 1984, se aprobó el Reglamento del Juego
Comercial del Bingo y se prohibieron aquellos que no se sujetasen a sus normas, con excepción
de los denominados bingos benéficos. Estos últimos se rigen por el Decreto Supremo N° 71 de
13 de diciembre de 1965, modificado por el Decreto Supremo N°051 -83-IN, siendo entendido
que sólo podrán organizarse con carácter ocasional no más de seis veces dentro del año
calendario. Conforme al artículo 3 del Reglamento, pueden ser autorizadas para la explotación
desalas de bingo, las asociaciones deportivas, culturales, sociales o benéficas; las empresas de
servicios turísticos y las sociedades mercantiles especializadas. Las solicitudes, con la
documentación respectiva, se tramitan ante el correspondiente concejo distrital. Con el objeto
de garantizar la seriedad del juego se ha dispuesto que los locales destinados a salas de bingo
permitan que las extracciones de bolos sean visibles para todos los participantes, directamente
o a través de un circuito cerrado de televisión, de modo talque se asegure la simultaneidad de
la visión con la posibilidad de jugadores (artículo 16.1del Reglamento).

F) los juegos de mesa

a) El Ajedrez

b) La Dama China
c) Domino

d) Monopolio

e) El Dudo

f) La Herencia

G) El Juego De Mesa De Acción Y Bolsa

5.- Rifas y demás concursos públicos eventuales (Art. 1948)

Rifa es "el juego que consiste en sortear una cosa entre varios por medio de cédulas de corto
valor, que todas juntas suman, por lo menos, el precio en que se le ha estimado"(Diccionario de
la Lengua Española vigésima edición, tomo II, página 1190). De lo expuesto se advierte su
inevitable ligazón con el azar y por lo tanto y como regla general, estaría prohibida, Empero,
consideraciones de orden social o altruista han determinado un trato más benigno y ya el artículo
1773 del Código Civil de 1936 permitía, en su segundo párrafo, que Fuesen autorizadas. Este
temperamento fue reafirmado por la Ley N°10324 de 22 de diciembre de 1945, hecha extensiva
a las tómbolas y otros acontecimientos similares.
BIBLIOGRAFÍA

Barassi,Lodovico,Instituciones de Derecho Civil, Barcelona, 1955

Borda, Guillermo A. Tratado de Derecho Civil, Contratos, Buenos Aires, 1990.

Busso, E. B.Código Civil anotado, tomoIII

Gaceta Jurídica,Código civil comentado por los 100 mejores especialistas tomo IX

FONSECA SARMIENTO,Carlos Alberto. "Juegos de azar y apuesta. Aspectostécnicos y


legales". Normas Legales. Trujillo, 2003

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