Você está na página 1de 11

JUICIO SUMARIO

El carácter de los juicios sumarios es el de presentar una abreviación y compendiosidad

de formas, en oposición a las del procedimiento del juicio ordinario, amplio y

detallado. Los juicios sumarios son célericos por los plazos cortos que en él se

establecen, tal como se verá en el esquema que se presentará en la parte final de este

contenido. Lo resuelto en juicio sumario queda decidido definitivamente, es decir, no hay

lugar a discutirlo con posterioridad en otro proceso.

La Demanda

En atención a lo establecido en el artículo 230 del Código Procesal Civil y Mercantil, la

demanda debe llenar los mismos requisitos establecidos en el artículo 106, también debe

observarse lo que establecen los artículos 107 y 61. Este último es un artículo general que

establece directamente los requisitos del escrito inicial y que es aplicable a todos los

juicios.

Contestación de la Demanda y Excepciones

El plazo para contestar la demanda es de tres días contados a partir del siguiente día de la

notificación, constituyendo este término lo que se conoce como emplazamiento, en cuya

oportunidad debe el demandado interponer las excepciones perentorias, que tenga contra las

pretensiones del demandante o actor. En cuanto a las excepciones previas reguladas en el

artículo 116 del cuerpo legal mencionado y discutidas en el apartado del juicio oral, deben

ser interpuestas por el demandado antes de contestar la demanda. Hay que recordar que en

el juicio ordinario, el término para contestar la demanda es de nueve días.


Una observación importante que es bueno hacer es en cuanto a la excepción previa de

arraigo, que está contemplada específicamente para el juicio ordinario, misma que no puede

interponerse en la vía del juicio sumario por la siguiente razón: el artículo 232 del Código

en mención, hace referencia expresamente a las excepciones previas contempladas en el

artículo 116 del cuerpo legal citado en varias oportunidades, mientras que la excepción

previa de arraigo se encuentra regulada en el artículo 117 y no en el 116 como quedó

establecido. Lo que se persigue con ello es que el juicio sumario se desarrolle sin

dilaciones, es decir, de forma rápida.

Prueba

El término de prueba en el juicio sumario se reduce a la mitad del que corresponde al juicio

ordinario, por lo tanto, si en el juicio ordinario se habla de 30 días de prueba, en el juicio

sumario, debe hablarse de quince días para este efecto, tal como lo establece el artículo 234

primer párrafo del cuerpo legal citado en ocasiones anteriores

Vista

De acuerdo con el artículo 234 del Código Procesal Civil y Mercantil en su segundo

párrafo, la vista debe tener lugar dentro de un término no mayor de diez días, contados a

partir del vencimiento del término de prueba que es de quince días.

Sentencia

Según el tercer párrafo del artículo 234 de la misma ley citada, la sentencia debe

pronunciarse dentro de los cinco días siguientes a la vista.

Interdictos
Los interdictos se rigen por una serie de principios que les da un carácter bastante especial

y tienen algunas diligencias peculiares, que se apartan un poco de las disposiciones

generales aplicables al juicio sumario.

Todo lo relativo a los interdictos fue regulado por los romanos, aun cuando en la actualidad

no se siga la misma concepción y estructura del interdicto romano. Uno de los orígenes

etimológicos más aceptados al respecto, constituye el vocablo "interdicere", que significa

"prohibir".

La verdad es que los interdictos han pasado a los diferentes regímenes jurídicos como

formas de protección de la posesión. Al respecto, el artículo 249 del Código Procesal Civil

y Mercantil, establece que los interdictos proceden respecto de los bienes inmuebles y de

ninguna manera afectan cuestiones relativas a la propiedad y posesión definitiva.

Juicio ejecutivo común y en la vía de apremio

El procedimiento en los juicios ejecutivos

Para poder comprender el procedimiento en los juicios ejecutivos se debe hacer la

distinción, que es el fin de la presente tesis, en los dos tipos de juicio que establece el

procedimiento civil guatemalteco:

• Juicio Ejecutivo en la Vía de Apremio; y,

• Juicio Ejecutivo Común.

Juicio ejecutivo en la vía de apremio


Recibe su nombre por ser un juicio rápido, donde se resuelve sin dictar sentencia, y al

iniciar el mismo en su primera resolución se fija la medida coercitiva que puede ser el

remate del bien dado en garantía.

Apremio es el mandamiento del juez, en fuerza de la cual compele a uno a que haga o

cumpla alguna cosa, es decir, que es el mandamiento judicial que obliga a la persona a

cumplir con la obligación pactada.

En este juicio no existe sentencia sino se resuelve por un auto.

“Se puede mencionar que el juicio ejecutivo en la vía de apremio es aquel por el cual el

actor asistiéndose de un derecho hace efectivo éste por medio de un mandamiento de juez

competente, compeliendo al demandado para que cumpla con la obligación pactada”.

El juicio ejecutivo en la vía de apremio se encuentra regulado en el Libro Tercero, Título I,

del Código Procesal Civil y Mercantil, comprendiendo los Artículos del 294 al 326, que son

válidos también para el juicio ejecutivo común, siempre que no se opongan a las normas de

este juicio.

Para que proceda esta ejecución es necesario que exista un título para demandar, y que

traiga aparejada obligación de pagar cantidad de dinero líquida y exigible. Los títulos que

dan lugar a esta clase de juicios son los siguientes:

• Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada;

• Laudo arbitral no pendiente de recurso de casación;

• Créditos hipotecarios;
• Bonos o cédulas hipotecarias y sus cupones;

• Créditos prendarios;

 Transacción celebrada en escritura pública; y,


 Convenio celebrado en juicio.

La prescripción de los títulos anteriormente señalados, pierden su fuerza ejecutiva a los

cinco años, si la obligación es simple, y a los diez años si la cantidad estuviere garantizada

con prenda o hipoteca, contándose el término desde el vencimiento del plazo, o desde que

se cumpla la condición si la hubiere.

El Artículo 296 del Código Procesal Civil y Mercantil, estipula que en los juicios ejecutivos

sólo se admitirán las excepciones que destruyan la eficacia del título y se fundamenten en

prueba documental, siempre que se interpongan dentro de tercero día de ser requerido o

notificado el deudor. Las excepciones se resolverán por el procedimiento de los incidentes.

Si el demandado pagare la cantidad reclamada y las costas causadas, se hará constar en

autos, se entregará al ejecutante la suma satisfecha y se dará por terminado el

procedimiento.

Al interponer las excepciones que destruyan la eficacia del título ejecutivo, éstas se

litigarán por la vía de los incidentes, reglamentadas en los Artículos del 135 al 140 de la

Ley del Organismo Judicial. Por lo tanto al ser interpuesta la excepción, el juez dará

audiencia a la parte contraria por el plazo de dos días, luego abrirá a prueba el incidente por

el plazo de ocho días si la cuestión fuere de hecho, pero si la cuestión fuere de derecho

procederá a resolver sin más trámite y sin abrir a prueba el incidente.


Juicios ejecutivos en la vía común

Al proceso ejecutivo llamado común se le puede definir como la actividad desarrollada por

el órgano jurisdiccional, a instancias del acreedor, para el cumplimiento de la obligación

declarada en la sentencia de condena, en los casos en que el vencido no la satisfaga

voluntariamente.

Es una actividad jurisdiccional, es decir que la cumplen el juez y auxiliares, para evitar

abusos que dañen al deudor, sin perjuicio de constituir una garantía para el acreedor el

poder contar, de ser necesario, con el auxilio de la fuerza pública para hacer respetar el

derecho que se le ha reconocido.

El juicio ejecutivo constituye un verdadero proceso ya que en él interviene el juez

realizando una efectiva función jurisdiccional, es a su vez un proceso de cognición ya que

tiende no a obtener una declaración de voluntad, característica propia de los procesos de

ejecución, sino la de conseguir directamente una resolución judicial de fondo de imponga al

demandado una cierta situación jurídica y cuyo incumplimiento será el que determine la

ejecución verdadera. De ahí lo impropio de llamarle Ejecutivo, pues ello estaría bien si su

finalidad fuera la obtención de medidas de ejecución a cargo exclusivo del juez.

Demanda

Al ser interpuesta la demanda se dará audiencia al ejecutado por el plazo de cinco días para

que se oponga o haga valer sus excepciones, previamente el juez calificará el título
ejecutivo y si lo considerare suficiente y la cantidad fuere líquida y exigible, dará trámite a

la demanda.

Contestación de la demanda y excepciones

Al ser notificada la demanda pueden suceder dos cuestiones: Primero, que el demandado no

comparezca a oponerse o no interponga excepciones, y segunda que el demandado

comparezca a oponerse. Si el demandado no comparece a oponerse o no interpone

excepciones, el juez dictará sentencia de remate declarando con lugar o sin lugar la

demanda ejecutiva.

Si el demandado no comparece a oponerse o no interpone excepciones, el juez dictará

sentencia de remate declarando con lugar o sin lugar la demanda ejecutiva.

Por otro lado si el demandado se opone a la demanda, deberá ofrecer la prueba pertinente,

y si tuviere excepciones que interponer lo hará en el mismo escrito de oposición. El juez

dará audiencia por dos días al ejecutante, y con su contestación o sin ella abrirá a prueba el

procedimiento por el plazo de diez días comunes, si lo pidiere alguna de las partes o si el

juez lo considerare necesario (Artículo 331 del Código Procesal Civil y Mercantil).

Vencido el plazo de prueba, el juez procederá a dictar sentencia y resolverá las excepciones

interpuestas por la parte demandada.

Si en caso se hubiere interpuesto la excepción de incompetencia, el juez procederá a

resolver ésta en primer término, si la incompetencia fuere rechazada procederá a resolver

las demás excepciones interpuestas, pero si se declara con lugar la excepción de


incompetencia el juez se abstendrá de conocer la oposición y las demás excepciones, las

que serán resueltas por el juez competente.

El juez al resolver la oposición y las excepciones declarará si ha lugar a hacer trance y

remate de los bienes embargados.

En el juicio ejecutivo únicamente son apelables el auto que denniegue el trámite de la

ejecución, la sentencia y el auto que apruebe la liquidación.

Remate

Rematar es “Terminar, acabar, concluir una obra. En el orden mercantil, y también en lo

procesal, rematar es tanto como subastar, hacer remate de lo que se vende o arrienda ante

los llicitadores”

El título ejecutivo.

De la Plaza, citado por Aguirre Godoy, manifiesta que “en cuanto al proceso de ejecución,

las pretensiones del actor han de fundarse en un título que, por su sola apariencia, dispense

de entrar en la fase de discusión y presente como indiscutible, al menos de momento, el

derecho a obtener la tutela jurídica. En el proceso de ejecución su finalidad exclusiva, es la

de actuar un derecho ya reconocido, por modo más o menos perfecto, con propósito de

reparar una violación de determinadas obligaciones por el que las contrajo o fue

constreñido a su cumplimiento”.

En el sistema procesal civil guatemalteco, la ley taxativamente enumera los documentos

que traen aparejada la ejecución, y el juez antes de librar el mandamiento ejecutivo, analiza

el mismo y solo únicamente después que se tiene la certeza del crédito lo libra.
En los distintos sistemas jurídicos, existe consenso en cuanto a que, no existe la posibilidad

de iniciar un proceso de ejecución sin que documentalmente se demuestre, por lo menos

que permita indicar cierto indicio del derecho que se pretende hacer valer y tal como lo

manifiesta Alsina, citado por Aguirre Godoy, “el título ejecutivo es el instrumento

autónomo para la realización práctica del derecho que puede ser una sentencia, un

reconocimiento extrajudicial o un acto administrativo, y de ahí que las leyes procesales

distingan, regulándolos por separado, entre ejecución de sentencia, juicio ejecutivo y de

apremio”.

Los Procesos especiales

Jurisdicción voluntaria

El origen de la jurisdicción voluntaria tiene su antecedente en el Digesto, la cual se aplica a

los procedimientos judiciales seguidos sin oposición de partes, en los cuales la decisión que

el juez profiere, no causa perjuicio a persona conocida. La jurisdicción voluntaria se

caracteriza, porque no existe conflicto, es decir, hay acuerdo de voluntades entre los

promovientes involucrados. De este modo, como afirma Joaquín Escriche: “La jurisdicción

voluntaria se ejerce siempre inter volentes, esto es, a solicitud o por consentimiento de las

dos partes”. En la revisión de las obras de derecho procesal tradicionales y publicaciones

relativas a reformas de los sistemas judiciales, encontramos algunas razones que intentaré

exponer; el primer fundamento es de tipo histórico, seguido de lejos por motivos de

seguridad o certeza jurídica. En recientes trabajos, se alude cada vez con más fuerza a

razones económicas y de políticas públicas. El fundamento histórico es el que aparece en la


doctrina como el más fuerte y poderoso, luego siguen las posturas doctrinarias sobre la

naturaleza jurídica de la jurisdicción voluntaria.

Trámites

que pueden diligenciarse en la Jurisdicción Voluntaria Conforme lo que determina el libro

cuarto, procesos especiales, del Código Procesal Civil y Mercantil, en la jurisdicción

voluntaria pueden tramitarse los siguientes trámites:

a) Asuntos relativos a la persona y a la familia y entre ellos, la declaratoria de Incapacidad,

la ausencia y muerte presunta, la disposición relativas a la administración de bienes de

menores incapaces y ausentes,

b) Disposiciones relativas al matrimonio, el divorcio y separación.

c) Disposiciones relativas a los actos del estado civil, siendo estos, el reconocimiento de

preñes o parto, cambio de nombre, identificación de personas, asiento y rectificación de

partidas.

Ausencia y muerte presunta

Es “la situación de quien se encuentra fuera del lugar de su domicilio, sin que se sepa su

paradero, sin constar además si vive o ha muerto, y sin haber dejado representante”1 .

Para la declaratoria de ausencia en Guatemala, es necesario que la persona se encuentre

fuera de la República, o no se sepa su paradero, tal el caso de muchos desaparecidos con

la guerra civil.

Muerte presunta
Fue el derecho germánico en el que surgió por primera vez la figura de la muerte presunta,

en dicho derecho era declarada después del transcurso de un plazo relativamente breve. El

derecho romano en su etapa inicial no la reguló, pues únicamente concebía la llamada

muerte civil, la cual acontecía cuando se perdía uno de los tres elementos de la

personalidad del ciudadano romano, elementos que eran: el estado de libertad o status

libertatis; el estado de ciudadanía o status civitatis; y el estado de familia o de agnación, o

status familiae. La muerte civil acontecía cuando uno de estos elementos o estados, o bien

la capacidad se perdía, y constituía la disminución más severa de los derechos del

ciudadano.

Você também pode gostar