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ÍNDICE

PORTADA
CONTRAPORTADA
DEDICATORIA
DEDICATION
INTRODUCCIÓN
INTRODUCTION
CAPÍTULO I............................................................................................................................... 10
1. Concepto de recursos y materiales didácticos .................................................. 10
2. Los recursos y materiales didácticos en el área de educación física ......... 10
3. Historia de los recursos y materiales didácticos .............................................. 10
3.1. Los libros de texto como canon de la cultura escolar del S. XIX y XX 12
3.2. Los escolares del siglo XXI: la generación de la cultura digital ............ 14
3.3. ¿Por qué usar las tecnologías digitales en las aulas y centros
educativos? ..................................................................................................................... 15
4. Funcionalidad pedagógica de los recursos y materiales didácticos ........... 17
4.1. Función motivadora ........................................................................................... 17
4.2. Función estructuradora .................................................................................... 17
4.3. Función estrictamente didáctica .................................................................... 18
4.4. Función facilitadora de los aprendizajes ..................................................... 18
4.5. Función de soporte al profesor ...................................................................... 18
5. Formas de entender los recursos y materiales didácticos ............................. 18
5.1. Los materiales como elementos neutros..................................................... 18
5.2. Los materiales como elementos de experimentación .............................. 18
6. Clasificación ................................................................................................................ 19
6.1. Instalaciones deportivas .................................................................................. 19
6.2. Material deportivo .............................................................................................. 26
6.3. Equipamiento de los estudiantes................................................................... 36
6.4. Material de soporte ............................................................................................ 36
6.5. Material impreso ................................................................................................. 38
6.6. Material audiovisual e informático................................................................. 39
6.7. Material complementario .................................................................................. 42
7. Otros recursos didácticos ....................................................................................... 42
8. Criterios para la selección de los recursos y materiales didácticos............ 43
CAPÍTULO II ............................................................................................................................. 45
1. ¿Qué es la psicomotricidad? .................................................................................. 45
2. ¿Qué condiciones son necesarias para desarrollar sesiones de
psicomotricidad en las Instituciones Educativas y favorecer el desarrollo
psicomotriz de los niños?................................................................................................ 45
3. ¿Cómo son las niñas y los niños de 3 a 5 años? .............................................. 46
3.1. Necesidades madurativas de los niños y niñas......................................... 46
4. Rol del educador: un importante mediador de los procesos de desarrollo y
aprendizaje en los niños y niñas........................................................................................ 51
4.1. El adulto como organizador de los momentos pedagógicos ..................... 52
4.2. El adulto como referente afectivo ...................................................................... 52
4.3. El adulto como promotor de la iniciativa y autonomía en el niño ............. 52
5. ¿Qué observamos en los niños y niñas cuando juegan? ................................... 53
5.1. El rol de la emoción en la psicomotricidad. .................................................... 53
5.2. ¿De qué manera se manifiesta la emoción en las niñas y los niños? ..... 53
5.3. La observación de la expresividad motriz de las niñas y los niños ......... 53
5.4. ¿Cómo observamos? ............................................................................................ 54
5.5. Los parámetros de observación psicomotrices ............................................ 54
5.6. Ficha de observación ............................................................................................ 59
6. La metodología de la propuesta de sesiones de psicomotricidad para el
Ciclo II........................................................................................................................................ 59
6.1. Interacción entre el niño y el adulto .............................................................. 59
6.2. Interacción entre el niño y el objeto .............................................................. 60
6.3. Interacción entre el niño, el adulto y el objeto ........................................... 60
7. La secuencia metodológica de la sesión de psicomotricidad ........................... 60
8. Materiales para promover la psicomotricidad en el Ciclo II. .............................. 60
8.1. Dispositivo para trepar y saltar de madera ..................................................... 61
8.2. Casa multiusos ....................................................................................................... 62
8.3. Kit de aros ................................................................................................................ 63
8.4. Kit de telas ............................................................................................................... 63
8.5. Kit de pelotas con peso ........................................................................................ 64
8.6. Colchoneta para salto ........................................................................................... 65
CAPÍTULO III ............................................................................................................................ 66
1. “Zancos” ........................................................................................................................... 66
2. “La Percharaqueta” ....................................................................................................... 67
CONCLUSIONES ..................................................................................................................... 69
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 70
ANEXOS .................................................................................................................................... 72

9|Página
CAPÍTULO I

“RECURSOS Y MATERIALES DIDÁCTICOS”

1. Concepto de recursos y materiales didácticos

Los materiales didácticos son todo el conjunto de elementos, útiles o


estrategias que el docente utiliza como soporte, complemento o ayuda en su
tarea. En general, puede referirse a todos los elementos que un centro
educativo debe poseer, desde el propio edificio a todo aquel material de tipo
mobiliario, audiovisual, bibliográfico, etc.
2. Los recursos y materiales didácticos en el área de educación física

En el área de educación física, la utilización y selección de los recursos y


materiales didácticos ha sido diferente a lo largo de la historia educativa
realizándose en función de las tendencias y concepciones que se ha tenido
en cada momento. En la actualidad, la educación física está plenamente
integrada en el sistema educativo y forma parte del proceso de enseñanza –
aprendizaje de los estudiantes. Los recursos y materiales didácticos pueden
ser muy variados, esta variabilidad se acentúa más cuando se trata de
materiales propios de la educación física constituyendo así un gran repertorio
de posibles materiales y recursos propios de utilización.
3. Historia de los recursos y materiales didácticos

La historia del material educativo o didáctico es casi tan antigua como la


propia enseñanza, aunque suele citarse como referente del primer material

10 | P á g i n a
propiamente didáctico la
obr a Orbis Sensualium
Pictus de J.A. Comenio1 ,
elaborada en el siglo XVII,
ya que representa la
creación del primer texto o
manual generado con la
intencionalidad de facilitar
la transmisión de
conocimiento combinando el texto escrito con representaciones pictóricas así
como incorporar la lengua vernácula del alumnado a las páginas impresas.
Este libro tenía dos peculiaridades que lo convertían en “didáctico”: una era
la combinación del texto escrito con la imagen, y el otro rasgo era que estaba
escrito en la lengua “vernácula” propia de los lectores. Frente a los libros
escritos exclusivamente en latín, esta obra de Comenio supuso un salto
cualitativo en generar materiales comprensibles para un público amplio y
diverso. En épocas históricas anteriores como en la Grecia Antigua, como
durante el Imperio Romano o posteriormente a lo largo de la Edad Media, la
enseñanza se apoyaba en las demostraciones y explicaciones orales
ofrecidas por el maestro. Era la transmisión del saber personal. El adulto
enseñaba lo que conocía y había ido adquiriendo a lo largo de su experiencia
vital, no lo que estaba en los libros. La entrada, presencia y generalización
de los textos impresos y otros materiales didácticos en la enseñanza fue un
proceso lento y gradual desarrollado a lo largo de varios siglos
(aproximadamente desde el siglo XVI hasta el siglo XIX) que fue creciendo
de modo paralelo a la consolidación de la obra impresa como canon del saber
occidental, y a la aparición de una racionalidad didáctica que teorizaba y
pretendía sistematizar la acción y procesos de enseñanza2.
Sin embargo, el material didáctico no alcanza su plenitud o al menos sus
señas de identidad hasta la aparición de los sistemas escolares a mediados

1
J. Amos Comenio, (1592-1670) además de la obra citada, es el autor del libro Didáctica Magna que está
considerado como el primer tratado sistemático en torno a la enseñanza.
2
Los nombres de filósofos y pedagogos como J. A. Comenio, I. De Loyola, Rousseau, Fichte, pero sobre
todo del movimiento de la “Escuela Nueva” son algunos de los pensadores relevantes en el proceso de
creación de una Pedagogía como disciplina del saber racional.

11 | P á g i n a
del siglo XIX. La escolaridad, es decir, la educación institucionalizada dirigida
a toda la población, es un fenómeno histórico relativamente reciente que
surgió en Europa, en plena revolución industrial, a mediados del siglo XIX. A
partir de entonces, sobre todo a lo largo del siglo XX, el material didáctico
impreso se convirtió en el eje vertebrador de gran parte de las acciones de
enseñanza y aprendizaje en cualquiera de los niveles y modalidades de
educación. Desde la educación infantil hasta la enseñanza universitaria; en
la educación a distancia, en la educación no formal,
En definitiva, en cualquier actividad formativa suele existir un material
impreso de referencia para docentes y alumnos. Unas veces adoptan el
formato de un conjunto de fichas de actividades (como en la citada educación
infantil); otras veces el formato de un manual (como en la enseñanza
universitaria); otras como una guía práctica (como en un texto de enseñanza
de habilidades prácticas como por ejemplo para aprender a escribir a
máquina o para manejar un determinado software); otras veces como
material de autoaprendizaje (como en el caso de la educación a distancia), o
como los libros de texto (material propio de la enseñanza primaria y
secundaria).
3.1. Los libros de texto como canon de la cultura escolar del S. XIX y XX

El monopolio del papel impreso en general y de los libros de texto en


particular, en los procesos de enseñanza comenzó hace casi doscientos
años con el nacimiento de la escuela como institución reglada social y
gubernamentalmente. Fue con la creación de los sistemas públicos de
enseñanza en masa realizada por los estados modernos europeos de
mediados del siglo XIX3 el momento en el que surgió la necesidad de
disponer de un conjunto de medios y materiales que permitieran poner
en práctica dos funciones pedagógicas básicas: facilitar, por una parte,
el desarrollo de las actividades didácticas en el aula, y por otra,
sistematizar y transmitir el conocimiento al alumnado.
Una de las metas o fines de estas redes universales de escolarización
fue ofrecer una cultura común que permitiese homogeneizar la formación

3
En España, por ejemplo, la primera ley con la que se crea un sistema de Instrucción Pública es la
conocida como “Ley Moyano” fue promulgada en 1857.

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de toda la población de un mismo país. Es decir, garantizar que todos los
estudiantes recibieran uniformemente el mismo curriculum (Es decir, que
los niños estudiaran una misma historia, literatura, lengua o geografía
nacional) y consiguientemente fueran formados bajo un mismo patrón de
cultura estándar que garantizase la cohesión social y dotase de una
conciencia o sentimiento nacional común a todos los ciudadanos. Por
otra parte, es necesario recordar que fue importante, en aquel momento,
cualificar a la mano de obra trabajadora para que supiera hacer frente a
las nuevas necesidades productivas del proceso de industrialización.
Para lograr tales fines pedagógicos (formación en una cultura nacional, y
cualificación de los trabajadores) fue imprescindible el desarrollar una
habilidad instrumental de primer orden: la alfabetización, es decir, saber
leer y escribir, o dicho de otro modo, conocer y dominar los códigos del
lenguaje textual. El acceso al conocimiento y a la cultura exigían estas
habilidades. La institución escolar y libros de texto cumplieron a la
perfección esta tarea. Éstos no sólo condensaban y sintetizaban el saber
o conocimientos culturales mínimos que la infancia y juventud debieran
aprender en matemáticas, historia, geografía, biología, etc; sino que
también transmitían a la infancia y juventud los valores e ideas propios
de la identidad nacional.
Por todo ello, podemos afirmar que el libro de texto durante los siglos XIX
y XX no ha sido un medio o material didáctico más entre los restantes
materiales curriculares (Martínez Bonafé, 2001). Ni por su historia ni por
su naturaleza y características pedagógicas. El libro de texto es un
instrumento, a diferencia de los restantes medios, que no se diseña (y
consiguientemente no se utiliza) para que sea útil en situaciones
específicas y puntuales de enseñanza, sino que es un recurso con
suficiente potencial para ser usado a lo largo de todo un curso escolar
completo. El libro de texto, en estos momentos, es el principal material
que dispone el profesorado donde se dota de contenido y se opera en un
nivel práctico las prescripciones de un programa curricular oficial
específico. El texto escolar se convierte en el "currículum" a enseñar o,
como indica Gimeno (1988), los textos escolares son los recursos
traductores y mediadores entre una propuesta oficial de curriculum y la

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práctica de aula. En el texto se encuentra la metodología que posibilita el
desarrollo de los objetivos, se encuentran ya seleccionados y
secuenciados los contenidos (con sus definiciones, ejemplos,
interrelaciones, etc.), se proponen un banco de actividades sobre los
mismos, se encuentra implícita la estrategia de enseñanza que ha de
seguir el profesor en la presentación de la información, e incluso (a través
de la guía didáctica o del profesor) algunas pruebas de evaluación para
aplicárselas a los alumnos.
En definitiva, el aprendizaje escolar ha sido fundamentalmente un
proceso de inmersión y dominio de los códigos y formas culturales
vehiculadas a través de papel impreso, y particularmente con el dominio
de los sistemas de símbolos de la lectoescritura. Esta seña de identidad
cultural decimonónica ha acompañado a la institución escolar hasta el
presente e inevitablemente condiciona, constriñe y dificulta el necesario
proceso de reformulación de un nuevo modelo educativo adaptado a las
características socioculturales del siglo XXI.
3.2. Los escolares del siglo XXI: la generación de la cultura digital

El proceso de socialización cultural que está experimentando el actual


alumnado de nuestro sistema educativo es radicalmente distinto del que
vivieron varias generaciones décadas atrás. Hace pocos años, los que
ahora son adultos, llegaban a la escuela con experiencias muy limitadas
desde un punto de vista tecnológico (únicamente conocían el cine, la
radio y la televisión en blanco y negro), pero sobre todo apenas tenían
información ajena o lejana a su pueblo o barrio. Los niños y jóvenes de
este siglo XXI, por el contrario, desarrollan en los ámbitos extraescolares
muchas y variadas experiencias multimediáticas (con ordenadores,
videojuegos, televisión, videos, etc) y sobre todo están inundados (por no
decir empachados) de información muy diversa sobre todo tipo de
acontecimientos, noticias o ideas.
Esta generación son los más genuinos representantes de las nuevas
formas de comportamiento cultural y social de la sociedad
contemporánea basadas en el uso habitual de distintas tecnologías
digitales. Para cualquier joven y/o adolescente la telefonía móvil, la

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navegación por Internet o la televisión digital son experiencias cotidianas
y no excepcionales.
Para muchos niños o niñas de entornos urbanos, al menos en las
sociedades económicamente desarrolladas, es normal que en su tiempo
libre jueguen con consolas de videojuegos, utilicen la PC para buscar
información o realizar alguna tarea escolar, que visualicen películas
infantiles bien a través de un DVD o que utilicen algún juguete electrónico
programable. Para la infancia y juventud del tiempo actual las tecnologías
de la información y comunicación no sólo se han convertido en objetos
normales de su paisaje vital y experiencia cotidiana, sino también en
señas de identidad generacional que los distingue del mundo de los
adultos. En este sentido pudiéramos decir que los niños y jóvenes
nacidos en la última década del siglo XX son la primera generación
nacida y socializada bajo las formas culturales idiosincrásicas surgidas
por la omnipresencia de las tecnologías digitales.
Al respecto, Buckingham (2002, p.9) señala que:
“En todas las sociedades industrializadas, y también en muchos
países en desarrollo, los niños pasan hoy más tiempo en
compañía de los medios que en la de sus padres, profesores o
amigos. Cada vez parece más que los niños viven una infancia
mediática: sus experiencias cotidianas están repletas de historias,
imágenes y artículos producidos por unas empresas gigantes y
globales. Incluso se podría decir que el propio significado de
infancia en las sociedades actuales se crea y se define a través
de las interacciones de los niños con los medios electrónico”
3.3. ¿Por qué usar las tecnologías digitales en las aulas y centros

educativos?

Las razones y justificaciones para incorporar las nuevas tecnologías de


la información y comunicación a las prácticas educativas4 de los centros

4
Consúltese la bibliografía que figura al final de este trabajo. Entre ellos véase especialmente Pérez
Tornero (2000); Burbules y Callister (2001); McFarlane (2001; Bautista (2004); Area (2005); Sancho
(2006).

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y aulas han sido explicadas en numerosas obras y estudios tanto
nacionales como internacionales.
Hoy en día casi nadie pone en duda la necesidad de que las
denominadas TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación)
entren en las aulas y centros educativos de modo que se conviertan en
parte habitual e integrada del paisaje y práctica escolar. El problema
consiste en cómo lograrlo.
La puesta en práctica y desarrollo exitoso de metodologías y actividades
de enseñanza basadas en el uso de las computadoras y demás recursos
digitales no es fácil ni se puede generalizar en poco tiempo a todas las
aulas del sistema escolar. Es un proceso complejo que requiere mucha
inversión económica, voluntad política, formación del profesorado, y
tiempo. Se ha identificado en los procesos de innovación escolar con
nuevas tecnologías una serie de factores que parecen que inciden en el
éxito o fracaso de este tipo de proyectos destinados a incorporar y
generalizar curricularmente las nuevas tecnologías a la enseñanza. Estos
factores a los que nos referimos pudieran sinterizarse en los siguientes:
a) Disponibilidad de varios tipos de recursos informáticos e

Internet

Esta es una condición básica y necesaria para que cualquier


innovación sea puesta en práctica. Esto significará que en los
centros educativos debe existir una infraestructura tecnológica y
de comunicaciones adecuada (equipos multimedia, ordenadores
conectados en red, software y cableado) para que puedan
organizarse actividades de uso de estos materiales didácticos.
Ciertamente ello tiene un coste económico, pero sin la
infraestructura no habrá posibilidades de comunicación ni de uso
de estos materiales en las escuelas.
b) Fácil accesibilidad a materiales
Esta segunda condición nos indica que los materiales digitales
deben estar siempre disponibles en Internet para su uso
pedagógico por parte de cualquier agente educativo. En
consecuencia, es necesario, a corto y medio plazo, articular

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estrategias y acciones dirigidas a la producción específicamente
creados para cada uno de los niveles y ámbitos educativos (inicial,
primaria, secundaria, educación adultos, formación ocupacional,
etc) y áreas curriculares.
c) Formación técnica y pedagógica del profesorado

Esta tercera condición nos indica que aunque existan los


materiales y su correspondiente equipamiento tecnológico, si el
profesorado carece de la preparación adecuada, no podrán
desarrollarse proyecto y experiencias educativas con materiales
digitales. En este sentido, la formación del profesorado en el uso
pedagógico de las nuevas tecnologías se convierte en una piedra
angular para lograr que se produzca la integración curricular de las
mismas.
En definitiva el problema particular de la creación y uso de los nuevos
materiales digitales está íntimamente vinculado con la formación del
profesorado, con la disponibilidad de infraestructura y recursos
tecnológicos en las escuelas.
4. Funcionalidad pedagógica de los recursos y materiales didácticos

Los recursos y materiales didácticos deben cumplir con las funciones básicas
de soporte de los contenidos curriculares y convertirse en elementos
posibilitadores de las actividades de enseñanza – aprendizaje.
4.1. Función motivadora

Deben captar la atención de los estudiantes mediante un poder de


atracción caracterizado por las formas, colores, tacto, acciones,
sensaciones.
4.2. Función estructuradora

Es necesario que se constituyan como medios entre la realidad y los


conocimientos, hasta el punto de cumplir funciones de organización de
los aprendizajes y de alternativa a la misma realidad.

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4.3. Función estrictamente didáctica

Es necesario e imprescindible que exista una congruencia entre los


recursos o materiales didácticos y los objetivos y contenidos objeto de
enseñanza.
4.4. Función facilitadora de los aprendizajes

Existe toda una serie de materiales imprescindibles para que se


produzcan ciertos aprendizajes y otros, que son facilitadores pero no
imprescindibles. A la hora de seleccionar los materiales no podemos
perder de vista que por sí solos no son elementos educativos, adquieren
significado cuando se combinan con estrategias metodológicas.
4.5. Función de soporte al profesor

Referida a la necesidad que el profesor tiene de utilizar recursos que le


faciliten la tarea docente en aquellos aspectos de programación,
enseñanza, evaluación, registro de datos, control, etc.
5. Formas de entender los recursos y materiales didácticos

Las formas de entender los recursos y materiales didácticos responden a la


propia concepción que el profesor tenga de enseñanza, entre ellas tenemos
las siguientes:
5.1. Los materiales como elementos neutros

Esta forma de entender los materiales significa verlos como simples


herramientas neutras que tienen una función de transmisión de los
contenidos de una forma cerrada, sin introducir variantes o formas
alternativas en su utilización. Su uso en las sesiones de educación física
se realiza tal y como los ofrecen las empresas comercializadoras. Esta
concepción limita la acción del profesor y éste se convierte en el ejecutor
de lo que los materiales dictaminan.
5.2. Los materiales como elementos de experimentación

Desde esta perspectiva se entienden los materiales como una teoría


sobre la escuela (Martínez Bonafé [1992]), de tal modo que no sólo sirven
para transmitir conceptos e ideas, sino que son una forma de concebir el
desarrollo del currículum y el trabajo tanto de los profesores como de los
estudiantes. Los materiales deben verse como una forma de sugerir un

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modo de trabajo, de seleccionar y organizar el conocimiento y como
ejemplos de estrategias de calidad que provoquen en los profesores la
emisión de juicios comprometidos sobre su tarea, la reflexión y el debate.
Es decir, deben ser abiertos y flexibles de tal forma que les permitan
investigar en su contexto práctico concreto y poder así completar y
modificar la información y sugerencias que le ofrecen.
6. Clasificación

En la educación física son numerosas las actividades que se pueden realizar.


Por tanto, será conveniente y necesaria la utilización de toda una serie de
recursos y materiales didácticos que, aunque monopolizados por las
instalaciones y el material deportivo, van a constituir una lista casi
interminable de posibles materiales y recursos a utilizar. Por este motivo es
necesario aproximarse a una clasificación de los mismos la cual sea lo
suficiente flexible para que no excluya ningún elemento y a la vez lo suficiente
rigurosa para que permita establecer criterios claros y precisos:
6.1. Instalaciones deportivas

Contemplamos todos aquellos lugares, recintos o instalaciones en donde


se practica o se pueden practicar actividades físicas y deportivas. Para
un mayor entendimiento lo clasificaremos:
6.1.1. Centrándonos en el contexto escolar

 Instalaciones convencionales

Las instalaciones convencionales son las más frecuentes, las


más comunes, lo que la mayor parte de las instituciones
educativas tiene, lo que casi siempre se utiliza. Como pistas
polideportivas, gimnasio, campos de fútbol, etc.

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 Instalaciones no convencionales

Aquellas que no se encuentran de manera frecuente en todos


los espacios escolares, escuelas o colegios. Como sala de
usos múltiples, pistas deportivas específicas, espacios del
propio centro escolar, parques, plazas, etc.

6.1.2. La configuración física de las instalaciones

 Instalaciones artificiales

Creaciones del hombre para poder evitar los malos climas y


poder realizar sus actividades deportivas, pueden ser
cubiertas y descubiertas.

 Instalaciones naturales

Aquellas que son provocadas por la misma naturaleza como


la tierra, agua, hielo, nieve y aire.

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6.1.3. El tamaño y dotación de las instalaciones

 Espacios deportivos

Lugares en donde se practican actividades deportivas. Estos


pueden ser naturales o artificiales.
 Espacios complementarios

Lugares o instalaciones que sirven de complemento a la


práctica deportiva (vestuarios, enfermería, saunas, etc.).
 Instalaciones deportivas:

Lugares en donde se realizan las actividades físicas (salas


cubiertas, polideportivos, pistas, etc.).
 Complejos deportivos:

Son grandes equipamientos deportivos en donde existe una


amplia oferta de actividades y, consecuentemente, una amplia
gama y variedad de instalaciones.

Las instalaciones deportivas de un centro escolar, por lo general, estarán


limitadas a algún espacio complementario. Las instalaciones escolares
deben permitir la práctica de la mayoría de actividades físico-deportivas
o de aquellas más desarrolladas y practicadas en el contexto escolar.
Así pues, entre esas actividades tenemos las siguientes:

Sesiones de educación física

Psicomotricidad, educación del esquema corporal, lateralidad,


orientación espacial, respiración, percepción, imagen corporal,
habilidades y destrezas, juegos, cualidades físicas, expresión,
etc.
Sesiones de gimnasia

Deportiva, rítmica, artística, de mantenimiento, de recuperación,


especial, etc.
Deportes individuales

Atletismo.

21 | P á g i n a
Deportes colectivos

Baloncesto, balonmano, voleibol, fútbol, rugby, etc.


Deportes de adversario

Lucha, judo, bádminton, tenis, etc.


Actividades lúdicas y recreativas

Llamadas también alternativas.


Actividades deportivas extraescolares

Entrenamientos, competiciones, festivales, etc.

Los ejemplos nos muestra el amplio cúmulo de actividades físico-


deportivas que en un centro educativo se pueden realizar. Si además
tenemos en cuenta las diferentes edades de los alumnos en función del
nivel y ciclo educativo, se concreta que un centro educativo, en general,
debería disponer de las siguientes instalaciones como recursos
materiales y didácticos del centro en general y de la educación física en
particular:

Sala o espacio cubierto

En este caso, una sala es todo aquel espacio cubierto destinado


a la práctica de actividades físico-deportivas. Es necesario que
una sala tenga buenas condiciones de iluminación, acústica,
temperatura, pavimento, etc. Que esté libre de obstáculos y de
elementos que puedan provocar lesiones al alumnado.

22 | P á g i n a
Pistas polideportivas

Pueden ser cubiertas o descubiertas. Frecuentemente, en un


centro escolar, serán de tipo descubierto. Este tipo de instalación
permite realizar una amplia gama de actividades y el
aprovechamiento, en condiciones climatológicas favorables, para
la práctica de actividades al aire libre. Al igual que la sala cubierta,
las pistas polideportivas deben reunir unas condiciones en la
construcción: tipo de pavimento, permeabilidad a la lluvia,
orientación, etc.

Zona de juegos

Conocida o utilizada como zona de recreo o descanso de los


alumnos, es un lugar ideal para la práctica de innumerables
actividades físico-deportivas y constituye un verdadero recurso
didáctico para la realización de muchas sesiones de educación
física.

23 | P á g i n a
Vestuarios

Los vestuarios son un recurso necesario para la práctica de


actividades físico-deportivas y para el logro de ciertos contenidos
de tipo actitudinal y normativo, como por ejemplo: cuidado del
cuerpo (ducha), hábitos higiénicos, etc. Los vestuarios deben
reunir unas condiciones mínimas de higiene y seguridad a la vez
que deben estar equipados con los elementos mínimos
necesarios e imprescindibles: agua caliente, calefacción,
ventilación, bancos, etc.

Almacén deportivo

Es éste otro recurso necesario e imprescindible para el


almacenaje y conservación de todo el material deportivo que se
utiliza en el área de educación física. Es también necesario que
reúna unas ciertas condiciones: ubicación, accesibilidad,
capacidad, etc.

24 | P á g i n a
Enfermería

La enfermería, más que un recurso es, a veces, una necesidad


para poder atender cualquier tipo de problema relacionado con la
práctica de las actividades físico-deportivas. Ni que decir tiene
que ha de estar equipada con los medicamentos y accesorios
mínimos y más habituales.

Estos nuevos espacios deben responder a una serie de principios


inspiradores:
Principio de polivalencia

Que permita usar el equipamiento, simultáneamente, para


actividades diferentes, ampliando sus posibilidades de práctica.
Principio de adaptabilidad

Que el equipamiento pueda dar respuesta a necesidades


presentes y futuras, modificándose fácilmente según las
necesidades.
Principio de disponibilidad de elección de medios

De tal forma que sea el docente de educación física quien pueda


reconstruir el entorno físico adecuado a las condiciones de
aprendizaje, según los contenidos y objetivos que se persigan.
Principio de integración

La instalación no debe ser un anexo al contexto social, sino que


debe inscribirse en él como un elemento más.

25 | P á g i n a
Principio de seguridad

Ha de ser una obligación, como seguridad preventiva para que


disminuya el riesgo de accidentes y de lesiones.
6.2. Material deportivo

El material deportivo lo constituyen todos aquellos utensilios, móviles o


elementos que se utilizan en las sesiones de educación física para la
realización de las actividades y como vehículo para conseguir los
contenidos y objetivos didácticos. Por tanto, el material debe ser
considerado como un valioso recurso didáctico del área de educación
física. Es importante no olvidar que el material está al servicio del profesor
y del estudiante para la realización de las actividades y para el logro de
los objetivos, y que éste debe estar supeditado a los mismos y no al
revés. Las actividades físicas y deportivas son numerosas y variadas, por
tanto, deben contribuir y ayudar a conseguir las siguientes funciones:
De desplazamiento

(Conos, aros, picas, obstáculos, etc.).

De suspensión

(Anillas, barras, etc.).

26 | P á g i n a
Saltos

(Potros, plintos, saltómetros, pértigas, bancos, etc.).

Equilibrios y reequilibraciones

(Barra de equilibrio, bancos, vallas, etc.).

Transportar

(Sticks, patines, carros, patinetes, bicicletas, etc.).

27 | P á g i n a
Obstaculizar

(Vallas, postes, redes, conos, etc.).

Golpear

(Raquetas, bates, sticks, etc.).

Delimitar

(El espacio y la superficie).


Soportar

(Redes, perchas, etc.).


Manipular

(Pelotas, sacos de arena, objetos diversos, etc.).

28 | P á g i n a
Ayudar

(Utilización de espalderas, cinturones, pesos, etc.).


Proteger

(Protecciones utilizadas en ciertos deportes)


Rodar

(Patines, tablas de patinar, etc.).


Realizar ejercicios gimnásticos

(Colchonetas, plintos, bancos, etc.).

Realizar estiramientos

(Materiales apropiados).
Luchar

(Tatamis de judo y lucha).


De evaluación
(Cinta métrica, cronómetro, etc.)

29 | P á g i n a
La gran cantidad y variedad de materiales existentes para la práctica de
actividades físicas y deportivas hace difícil poder establecer una
clasificación rígida y exhaustiva de los mismos, motivo por el cual existen
diferentes clasificaciones en función del autor y de las variables que se
contemplen. Como la siguiente:
6.2.1. Materiales no convencionales
Este tipo de material se refiere a todo aquel que no ha sido utilizado
tradicionalmente en la educación física. Este material puede ser de
diferente índole, puede estar diseñado y construido específicamente
para la práctica de ciertas actividades físicas y deportivas o, por el
contrario, puede consistir en materiales reciclados o que su finalidad
primera no era para la práctica de estas actividades. Todo este
material puede constituir verdaderas propuestas didácticas, motivo
por el cual, lo convierten en un recurso material y didáctico necesario
del área de educación física. Como vemos, este material puede tener
diferentes procedencias y utilidades, motivo por el cual se hace
necesario establecer otra clasificación del mismo:
 Material construido por los propios alumnos y/o el

profesor

Maracas, pelota cometa, zancos, raspa, receptáculo, botellas


lastradas, etc.

30 | P á g i n a
 Material tomado de la vida cotidiana

Con esta denominación queremos indicar especialmente


materiales cuyo origen para el que han sido creados no es el
de realizar actividades físico-deportivas pero que sin embargo
son muy útiles para el desarrollo de las mismas. En general,
con ellos se pueden desarrollar actividades para todos los
bloques de contenidos. A modo de ejemplo tenemos: toallas,
bolsas de plástico, sacos, telas, pañuelos, banderas, etc.
 Material de desecho

Como su nombre indica, aquí se incluyen aquellos materiales


que se rescatan de la "basura" (también llamados reciclables),
es decir, que tras su uso normalmente se tiran. Muchos de
ellos son muy útiles, pudiendo contribuir al desarrollo de la
mayoría de los bloques de contenidos; como ejemplo citamos:
Cartones de todos los tamaños, cajas de cartón, periódicos,
botellas de plástico, botes, neumáticos, envases de tipo
tetrabrik, envases de detergentes, de yogurts, etc.

 Material comercializado

Este material está construido y comercializado para la práctica


de actividades denominadas alternativas. La utilización del
mismo está indicada para la puesta en práctica de actividades
referidas a todos los bloques de contenidos propuestos para
la educación primaria. Entre los más utilizados y
generalizados podemos destacar los siguientes: disco volador

31 | P á g i n a
(frisby), zancos, sticks de floorball, pédalos, palos del diábolo,
palas de plástico, indiakas, paracaídas, paddle, scatch-tail,
diábolo, cesta tenis, ringos, boomerangs, etc.

 Material facilitador de actividades de enseñanza

convencionales

Son todos aquellos materiales pensados para facilitar el


aprendizaje de ciertas actividades o habilidades. Todos ellos
presentan una serie de características muy similares a los
materiales reglamentados, pero por su construcción,
composición, facilidad de transporte, menor riesgo en su uso,
etc., son más motivantes y facilitan la práctica de dichas
actividades. Así, por ejemplo, podemos citar: Vallas de PVC,
picas multiusos, balones y pelotas de goma, de goma espuma,
de espuma, rugosas, de diferentes formas y tamaños, etc.

32 | P á g i n a
6.2.2. Material convencional

Bajo este concepto se agrupa todo aquel material típicos y propios


del área de educación física cuya utilización es innata a la práctica
de actividades físicas y deportivas tradicionales reglamentadas. A su
vez, este material se puede clasificar en el siguiente:
a) Según el tamaño del mismo

 Material pequeño

Es un material muy manipulable por el alumno, como


por ejemplo: aros, balones, cuerdas, picas, etc.

 Material mediano

Colchonetas, bancos suecos, plintos, potros, etc.

 Gran material

Postes de voleibol, canastas de baloncesto, porterías,


espalderas, etc.

33 | P á g i n a
b) Según la movilidad del mismo

 Fijo

Material cuya ubicación es permanente y estable a lo


largo de un cierto tiempo (varias sesiones, un curso,
etc.)
 Móvil

Material que puede cambiar de lugar fácilmente a lo


largo de la sesión.
 Mixto

Material cuya ubicación es permanente y estable en


una sesión pero que posteriormente Se cambia de
lugar.
c) Según la utilización

 Utilización individual

Es utilizado por un solo alumno.


 Utilización colectiva

Es utilizado por grupos de alumnos: parejas, tríos, etc.


6.2.3. Material convencional usado de forma no convencional

Se trata de utilizar el material que se ha considerado tradicionalmente


para un uso determinado y darle un uso de una forma alternativa.
Aquí, las posibilidades del profesorado están abiertas a la
imaginación de cada uno. Otra clasificación más simplista que
podemos encontrar de los materiales es según la movilidad de éste:
 Material móvil

Balones, aros, picas, conos, colchoneta, etc.


 Material semi – móvil

Postes de voleibol, plinto, bancos suecos, etc.


 Material fijo

Porterías, canastas, espalderas, etc.

34 | P á g i n a
Los materiales que sean utilizados en las clases de educación física
deberán cumplir, según Blández (1998) con una serie de características
básicas concordantes con las posibilidades de nuestro alumnado, con
los límites del entorno y con los objetivos propuestos en el proyecto
educativo. Estas características son:

Máximo sentido práctico

Significa que deben ser útiles para desarrollar, eficientemente, los


diferentes objetivos y contenidos propuestos.
Adaptabilidad

Los materiales que utilicemos deben ser fácilmente adaptables al


contexto espacial, temporal, físico y humano de donde se vayan
a aplicar.
Seguridad

La adquisición o compra del material se ha de realizar en base a


unos principios de seguridad para evitar accidentes y el riesgo de
lesiones, de forma que no representen un peligro evidente para
los usuarios del mismo.
Rentabilidad – Duración

Es importante prever que el material deportivo sea de bajo coste


en cuanto a a la cantidad.
Funcionalidad

Hace referencia al mantenimiento y sea altamente duradero. Hay


que priorizar la calidad respecto grado de relación entre la
necesidad motriz que se quiere cubrir y las posibilidades de
acción que ofrece ese material.
Polivalencia

Se trata de considerar cuántos grupos de actividades diferentes


cubre el material que deseamos comprar. Cuantas más
actividades se puedan realizar con un mismo material mayores
posibilidades educativas aportará.

35 | P á g i n a
6.3. Equipamiento de los estudiantes

No hemos de pensar que el material o los recursos didácticos para el


desarrollo de las actividades de la educación física es responsabilidad
exclusiva del centro escolar y, en su caso, del profesor. Los alumnos
deben contribuir con una pequeña aportación y, bajo su responsabilidad,
con ciertos elementos o materiales para el desarrollo y participación en
las sesiones. Nos referimos al equipamiento deportivo con el cual los
alumnos deben acudir a clase, con esta aportación, se refiere al
equipamiento que debe disponer el alumnado para una correcta práctica
físico – deportiva, dentro de este equipamiento hay que considerar:
La vestimenta deportiva

Ropa cómoda, no ajustada, transpirables y adecuada para la


realización de ejercicios físicos, zapatillas deportivas con talón
bajo (para evitar el acortamiento del tríceps sural), cómodas y sin
costuras internas.
Los útiles de aseo e higiene personal

Tales como la ropa para la muda después de las clases, una toalla
limpia para el secado corporal y jabón para la ducha; siendo este
material de responsabilidad exclusiva del alumnado.
6.4. Material de soporte
Las tareas encomendadas al maestro o profesor son variadas y
diversificadas, si bien la más importante es la de enseñar y educar,
existen una serie de acciones estrechamente relacionadas y que
consisten en aspectos más de gestión y de organización de la asignatura.
El proceso -de enseñanza-aprendizaje lleva inherente una serie de tareas
que el profesor debe registrar y que conllevan la utilización de cierto
material de soporte. Nos referimos a la necesidad de programar, de
registrar los datos de los alumnos, de evaluar, de controlar la asistencia,
etc. La variedad y complejidad de los aspectos del proceso de enseñanza
– aprendizaje que el profesor ha de tener en cuenta y controlar, hacen
necesario establecer ciertos documentos que garanticen la máxima
rentabilidad y eficacia. Es necesario que el esfuerzo realizado tanto por
el profesor como por los alumnos no caiga en saco roto y se registre de

36 | P á g i n a
forma ordenada y sistemática. Todo ello hace necesario la utilización de
una serie de materiales y recursos que faciliten esta tarea. El conjunto de
los mismos se puede clasificar en función de los siguientes criterios:
6.4.1. Documentos que archivan datos e informaciones

Son todos aquellos utilizados para registrar de forma ordenada y


sistemática los datos e informaciones que se desprenden a lo largo
del proceso de enseñanza – aprendizaje. Por ejemplo los siguientes:
 Listas para el control de asistencia a clase.
 Expediente de los alumnos (ámbito administrativo del centro).
 Expediente personal acumulativo.
 Cuaderno de evaluación del alumno.
 Para registrar el proceso de evaluación
 Hojas de recogida de datos de test y pruebas de
experimentación.
 Hojas de registro de acontecimientos.
 Listas de control.
 Escalas de clasificación.
 Escalas ordinales o cualitativas.
 Escalas numéricas.
 Escalas descriptivas.
 Listas de observación de la conducta.
 Etc.
 Dossiers de adaptaciones curriculares individualizadas.
 El proyecto educativo del centro.
 El proyecto curricular del centro.
 Las programaciones (unidades didácticas).
6.4.2. Documentos que transmiten información

Son utilizados generalmente para informar a los padres o al resto de


los profesores de la evolución del proceso de aprendizaje de los
alumnos o de ciertos aspectos parciales del mismo. Como ejemplo
podemos citar los siguientes:
 Boletín de información a los padres.
 Informes de los equipos psicopedagógicos.

37 | P á g i n a
 Informes médicos.
 Etc.
6.5. Material impreso

En este apartado, al igual que en los demás se tiene presente que la


clasificación que se realiza esta en función de la actividad para la que se
ha de utilizar. Es decir, a pesar de que no siempre es un material propio
de utilización por los alumnos en la sesión de educación física, sí
representa una valiosa ayuda para el profesor en la selección de los
contenidos para la realización de ciertas actividades físicas, consiguiendo
así funcionalidad en las mismas. Este apartado constituye una guía de
recursos didácticos de tipo bibliográfico que contiene información acerca
de todo tipo de publicaciones (libros, revistas, dossiers, etc.), las cuales
son un recurso útil para el desarrollo curricular del área de educación
física. No es una información exhaustiva, sino seleccionada, la cual
requiere de una constante actualización y adecuación a cada criterio y
comunidad autónoma con competencias educativas. A partir de la
clasificación que de este material se realiza a continuación, cada profesor
debe confeccionarse su propia guía de recursos bibliográficos. Veamos
pues una posible clasificación del material impreso:
Libros sobre el contenido disciplinar del área

Esta bibliografía hace referencia a aquella que le es útil al profesor


en la práctica educativa de los bloques de contenidos a que hacen
referencia los diseños curriculares de cada comunidad.
Bibliografía para la atención a la diversidad
Dado que el currículo oficial aborda un apartado referido a "la
respuesta educativa ante la diversidad de los alumnos/as",
pensamos conveniente y necesario conocer una serie de textos
que pueden ayudar al profesor a resolver y poner en práctica este
apartado.

38 | P á g i n a
Libros sobre la enseñanza y el aprendizaje de la educación

física

La organización de los libros referidos a la enseñanza y al


aprendizaje se puede clasificar a la vez en los siguientes
apartados:
a) Didáctica del área en general.
b) Didáctica de aspectos parciales.
c) Evaluación.
Materiales de aula y libros de consulta para el alumno

Todas aquellas publicaciones que pueden ser utilizadas tanto por


el profesor como por los alumnos y que pueden constituir una
biblioteca del aula de educación física.
Revistas

Se pueden establecer tres grupos de revistas relacionadas con la


enseñanza de la actividad física y los deportes:
a) Aquellas relacionadas con el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Tanto de la educación en general como de la
educación física.
b) Boletines de sumarios.
c) Otras revistas.
6.6. Material audiovisual e informático

En la misma medida que la escuela ha de reflejar la vida cotidiana en la


que los alumnos se desenvuelven para que éstos puedan integrarse
como miembros activos de esa sociedad y como agentes de cambio y de
creación de una nueva cultura, es lógico que los medios audiovisuales y
los informáticos, formen parte de la escuela y del aula. Los recursos
audiovisuales e informáticos aparecen pues como verdaderos materiales
y recursos didácticos para todas las áreas en general. En educación
física, algunos de estos recursos son utilizados en ocasiones puntuales,
y otros, se utilizan de una manera más sistemática y continuada. Todo
este conjunto de elementos se puede clasificar de la siguiente forma:

39 | P á g i n a
6.6.1. Aparatos audiovisuales

Son todos aquellos instrumentos, aparatos o artefactos que permiten


guardar y/o reproducir imágenes, sonidos, documentos, etc. Los más
habituales y utilizados en la escuela son: el televisor, el video, el
proyector de diapositivas, el retroproyector, los ordenadores, la radio,
el cassette, etc.
6.6.2. Soportes audiovisuales

Son todos aquellos medios en los cuales se registra y guarda para


su posterior reproducción en los aparatos, respectivas imágenes,
sonidos, documentos, etc. Los más habituales son: discos,
compactos, cintas de cassette, disquetes informáticos, cintas de
video, diapositivas, transparencias, etc. A continuación se referencia
algunos de estos medios propios del área de educación física.
 Recursos musicales

La música es un recurso muy válido para desarrollar gran


parte de los contenidos de la educación física. Así se puede
afirmar que la música ayuda:
 A seguir adecuadamente las pautas de cada ejercicio,
tarea o actividad.
 A marcar con exactitud los tiempos respiratorios.
 A hacer más llevaderos los esfuerzos.
 A hacer más estimulantes y agradables, las clases de
educación física.
 A trabajar con más rigor y profundidad contenidos de
tipo expresivo y perceptivo.

Por todo lo anterior, hemos de considerar la música como algo


muy importante y su selección estará mediatizada por la
propia personalidad del profesor, ya que es necesario que
busque músicas que sugieran nuevos movimientos y
sensaciones. Es evidente que la música adecuada para cada
contenido ayuda a realizar los ejercicios dotándolos de más
ritmo, armonía, fuerza o simplemente de calma y de

40 | P á g i n a
relajación. En resumen, podemos decir que de la música se
pueden extraer dos valores fundamentales:

 Aspecto motivacional como facilitador dinámico para


otros contenidos.
 La música como contenido específico dentro del
currículo de la educación física. A la pregunta de ¿ Qué
música utilizar?, podemos responder, en líneas
generales, de la siguiente forma:
o Para realizar calentamientos y estiramientos, la
música que deberíamos utilizar sería aquella
que ofrece un ritmo vivo, aunque no demasiado
rápido.
o Para ejercicios y tareas de tipo aeróbico
utilizaremos música "disco" de ritmo rápido.
o Para actividades de relajación, respiración,
yoga, etc., utilizaremos música de ritmo lento,
clásica, adagios, slow ...

Referente a la forma como se cuenta la música, debe hacerse


siempre hasta ocho. Esto es debido a la estructura y
composición de las diferentes fases musicales; es decir, en
ocho, cuatro o dos tiempos, siguiendo en todo momento el
"acento" musical y partiendo de la pauta que nos proporcionan
los golpes de percusión. De esta forma se conseguirá ir a
"tiempo" y a "ritmo" aprovechando la fuerza e intensidad de la
música, y además de tonificar el organismo, se irá educando
el ocio y se adquirirá una mejor coordinación de movimientos.
En el mercado existe una amplia y variada gama de músicas
aptas para cada necesidad y circunstancia.

 Programas informáticos. Cada día más, el ordenador


es una herramienta de trabajo dentro del campo de la
docencia. Ello hace que vayan apareciendo programas
informáticos relacionados con la enseñanza en general
y también con la de áreas específicas. En el mercado

41 | P á g i n a
existen ya algunos programas propios de la educación
física. Estos podemos clasificarlos en los siguientes:
o Programas de ayuda al profesor

Aquellos que ayudan al profesor en las tareas


de gestión docente (proceso de notas, control de
la evaluación, aplicación de tests, etc.).
o Programas propiamente educativos

Aquellos que transmiten conocimientos a los


alumnos. Además de los programas
informáticos, existe otro recurso didáctico
relacionado con este ámbito y referido a todos
aquellos organismos o instituciones que poseen
bases de datos a las cuales se puede acceder
por medio de los aparatos adecuados.
6.7. Material complementario

Este apartado recoge todos aquellos recursos que, no siendo propios del
área de educación física, pueden ser utilizados por la misma en
momentos y circunstancias diversas. Por ejemplo:
Sala de usos múltiples.
Salón de actos.
Otros espacios del centro.
Útiles de marcaje y de señalización.
Etc.
7. Otros recursos didácticos

Bajo el título de "otros recursos" pretendemos dar una idea de cómo resolver
posibles situaciones o acontecimientos que se producen en la dinámica
propia del área de educación física y que obligan al maestro a actuar de
determinada forma y siempre en función de circunstancias variadas y
específicas. Como ejemplo, se expone a continuación algunas de estas
posibles situaciones con una propuesta de recurso para su solución. No es
una lista cerrada, son sólo algunos ejemplos, y todos ellos, responden a la
pregunta:

42 | P á g i n a
 ¿Qué hacer cuando por razones de lluvia no tengo instalación en

donde poder desarrollar la clase?

Pasar un video, realizar una proyección de diapositivas, clase teórica,


actividades y trabajos artísticos, literarios, científicos, etc.,
relacionados con la educación física.
 ¿Cómo ganar tiempo en la sesión de clase?

Que los alumnos vengan de casa con la ropa deportiva puesta y se


cambien solo al finalizar la clase ganar tiempo en los trámites de pasar
lista, control, etc., evitar explicaciones dilatadas y superfluas, tener el
material preparado, etc.
 ¿Cómo organizo una sesión de evaluación?

Distribuyendo a los alumnos en varios grupos realizando cada uno de


ellos una prueba diferente de forma rotativa hasta que todos los grupos
han realizado todas las pruebas. Previamente el profesor habrá
explicado en que consiste cada una de las pruebas, como se realizan
y como se recoge la información o los datos obtenidos. El profesor se
limitará a controlar y a recoger los datos al final de la sesión.Esta es
una propuesta, evidentemente, existen muchas más.
8. Criterios para la selección de los recursos y materiales didácticos

La gran diversidad de materiales curriculares existentes en la educación


física hace verdaderamente difícil establecer unos criterios claros y generales
para su selección, de todas formas podemos tener presentes los siguientes:
 Actualidad

Que respondan a las exigencias del nuevo sistema educativo, vigentes


y adecuadas a los principios psicopedagógicos del currículum. Este
criterio no se limita únicamente a los materiales de reciente aparición,
pueden existir otros materiales con mayor antigüedad pero que
respondan plenamente a la actualidad presente.
 Facilidad de acceso

Que se puedan encontrar fácilmente en el mercado y que su


localización y adquisición no representen una dificultad.

43 | P á g i n a
 Máxima utilidad práctica

Seleccionar principalmente aquellos materiales que son realmente


prácticos y que sean garantía de una máxima utilización en las clases.
 Contextualizados

Que sean fáciles de adaptarse al contexto real de práctica donde van


a ser utilizados.
 Relación de congruencia

Que los materiales seleccionados respondan a aquello que


pretendemos enseñar, es decir que con ellos se consigan los objetivos
y contenidos que nos proponemos.

44 | P á g i n a
CAPÍTULO II

“MATERIALES DE PSICOMOTRICIDAD PARA


LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 3 A 5 AÑOS”
1. ¿Qué es la psicomotricidad?

La psicomotricidad es una disciplina que explica que la persona es una


unidad entre sus aspectos corporales (motrices), emocionales y
cognitivos, ya que los mismos se encuentran interconectados y no se
pueden separar. Es decir, cada vez que nos relacionamos con nuestro
entorno siempre pensamos, sentimos y actuamos en forma integrada y lo
vivimos y expresamos todo el tiempo a través de nuestro cuerpo, de
nuestras conductas. Por ejemplo cuando las niñas y los niños juegan,
comen, se cambian de ropa, escuchan un cuento, duermen, conversan,
etc., están realizando acciones psicomotrices porque está presente la
mente, el movimiento y la emoción de manera simultánea: no existe
momento ni forma bajo la cual el ser humano se relacione con su entorno
sin tener presentes todos estos aspectos en su ser de manera integrada.
2. ¿Qué condiciones son necesarias para desarrollar sesiones de

psicomotricidad en las Instituciones Educativas y favorecer el

desarrollo psicomotriz de los niños?

La incorporación de sesiones de psicomotricidad en el proyecto educativo,


nos confronta a un reto que requiere de nosotros creatividad y capacidad
de innovación, dado que nos compromete a articular, organizar y

45 | P á g i n a
promover de manera sostenida y coherente un proyecto de innovación
que impregne todos los momentos pedagógicos. Estando la concepción
de la psicomotricidad en la base de una pedagogía comprometida con los
procesos de aprendizaje, la misma debe considerar necesariamente
todos sus espacios y tiempos como lugares importantes para la acción, la
expresión libre, la actividad lúdica, la emoción y la palabra; así como a la
atención sostenida a las potencialidades de cada niño en el grupo; una
base pedagógica común que privilegie la experiencia de los niños, la
investigación colectiva y la elaboración de un proyecto pedagógico
necesario para el desarrollo psicológico de cada niño y de cada niña en el
grupo.
3. ¿Cómo son las niñas y los niños de 3 a 5 años?

Reconocer las iniciativas, capacidades y necesidades de las niñas y los


niños, nos ayudará a ver en qué momento o nivel de desarrollo se
encuentran independientemente de la edad cronológica que tienen.
Es muy frecuente escuchar a los y las docentes decir: “se comporta como
un bebé”, son niños “demandantes”, “pareciera que tuvieran pulgas en el
cuerpo, no paran de moverse”, “son demasiado inquietos”, “nunca
escuchan ni dejan hablar”, etc. y es más común aún ver como se fuerza
al niño o niña a desarrollar una capacidad aún su sistema nervioso, su
afectividad, su motricidad y su biología no están preparado para hacerlo.
Para poder acompañar a las niñas y los niños en sus procesos a partir de
la psicomotricidad hemos de considerar sus iniciativas, capacidades y
necesidades madurativas las cuales nos hablan de cómo son y que
precisan vivenciar5.
3.1. Necesidades madurativas de los niños y niñas

Hablar de necesidades madurativas implica necesariamente,


respetar sus iniciativas y capacidades individuales, ponerse en el
lugar de la niña y el niño ¡pensar como ellos!, recoger estas
manifestaciones a través de la observación para trabajarlas

5
MINISTERIO DE EDUCACIÓN. REPUBLICA DEL PERÚ (2008) Propuesta Pedagógica de Educación Inicial:
guía curricular. Lima: Dirección de
Educación Inicial. Pág. 29 – 30.

46 | P á g i n a
pedagógicamente, reconocer que todos los niños tienen estas
necesidades y que para poder crecer las niñas y los niños precisan
ante todo seguridad emocional. Es necesario partir por el
reconocimiento del niño como sujeto de acción desde el
nacimiento, si deseamos promover el desarrollo de una niña y niño
activo, independiente, creador, con identidad, abierto al mundo.
Siendo así, proponemos un ambiente para que de acuerdo a sus
necesidades, intereses y competencias pueda participar activa y
autónomamente en su vida cotidiana. A continuación haremos un
acercamiento a estas necesidades con la finalidad de reconocerlas
y usarlas como base para el proceso de observación y
programación.
3.1.1. Apego y dominio, la eterna historia de nuestras vidas

El apego es la relación (vínculo) emocional que desarrolla el bebé


con su madre y que le proporciona la seguridad emocional: es el
lazo afectivo más importante que se establece entre un ser humano
bebé y un ser humano adulto, su cuidador (la madre o quien haga
el papel de ella). El vínculo de apego se construye a través de la
calidad de los cuidados cotidianos que brinda el adulto significativo
al bebé. Estas interacciones dejan huellas (memorias no
conscientes) que tendrán una incidencia fundamental en los
procesos de estructuración del psiquismo y de las matrices
afectivas en el curso del desarrollo. El brindar los cuidados
necesarios y calidad de acompañamiento que precisa el niño o
niña, a través de un vínculo seguro y afectivo, permitirá que el
bebé, la niña y el niño se acerquen y se distancien de la madre
poco a poco para explorar y reconocer el mundo que lo rodea.
Tomar distancia de la madre para conquistar el mundo externo
requiere de la niña y el niño la seguridad interna que le permita
dominar su propio cuerpo para dirigirse hacia el otro y el mundo
que lo rodea a través de su exploración. La calidad del vínculo que
establecemos con niños y niñas, deberá ser nuestro objetivo
principal: toda estrategia educativa deberá considerar el

47 | P á g i n a
establecimiento de un vínculo de apego suficiente y flexible con la
distancia que la niña y el niño en cada momento necesita6.
3.1.2. El equilibrio y el control progresivo del cuerpo, un reto del

crecimiento

La forma en la que niños y niñas manifiestan su equilibrio y el


control progresivo de su cuerpo, hablará acerca de cómo es él
o cómo se siente en un momento determinado. Todas las
emociones: placer, alegría, cólera, miedo, timidez, se
manifiestan a través de las posturas. Por ejemplo, cuando uno
está alegre manifiesta mayor movimiento, nos expandimos; por
el contrario cuando uno está triste, manifiesta menor
movimiento y tendemos a estar retraídos y aislados. El niño o
niña, desarrollan el control de su cuerpo de manera progresiva
apoyándose en una postura corporal que conocen y que los
hace sentirse seguros: desde esa seguridad pueden intentar
nuevos movimientos y reajustarse corporalmente (acomodarse)
volviendo a antiguas posturas o posiciones, en diversas
situaciones de coordinación y equilibrio postural: balanceos,
equilibrios y desequilibrios, arrastres, rodamientos, presiones
que lo remite a lo que vivió en sus primeros meses de vida,
construyendo progresivamente su esquema corporal a través
de estos procesos que parten de su seguridad emocional.
Permitir el desarrollo autónomo de las posturas y de los
desplazamientos de niños y niñas, al mismo tiempo que la
apropiación y dominio progresivo del propio cuerpo, desde los
recursos madurativos, perceptuales, motrices, afectivos y
cognitivos que cada uno posee, a su nivel, favorece la
posibilidad de organizar sus movimientos, con la mayor
armonía y manteniendo un íntimo sentimiento de seguridad
postural, con la máxima disponibilidad corporal, con la que va
desplegando su repertorio de recursos y adapta la secuencia

66
WINNICOTT, D.W (1981) “El Proceso de Maduración en el niño”. Barcelona: Editorial LAIA.

48 | P á g i n a
de sus gestos a sus intereses y a las condiciones externas
provistas por el medio, de acuerdo a sus condiciones internas
de seguridad afectiva7.
3.1.3. Juego sensorio motriz, el disfrute del placer del cuerpo en

movimiento

El juego sensorio motriz se caracteriza por actividades por


medio del movimiento del cuerpo (por ejemplo: correr, saltar,
gatear, etc.) y las sensaciones de placer que generan en el niño.
El juego sensorio motriz posibilita en el niño la vivencia de
situaciones relacionadas a la coordinación y equilibrio de su
cuerpo, percibirlo a través de las sensaciones que percibe en
cada movimiento y afirmar su identidad dominando el espacio
en relación con los otros y con los objetos. A las niñas y los
niños también les encantan los juegos de precisión que
permiten poner a prueba mayores habilidades, juegos de
puntería como encestar y dar al blanco, también los juegos
sonoros y musicales que les permiten vivir lo rápido y lento, lo
fuerte y agudo y que le permiten armar secuencias rítmicas y
melódicas así como expresar sus emociones y crear.
3.1.4. La Impulsividad en los niños y niñas, una oportunidad para

canalizar emociones

La impulsividad en los niños y niñas pasa necesariamente por


considerar el conflicto propio del niño que crece. Su fuerza, su
inquietud, sus posibilidades no se pueden medir si no es en
relación con los otros, esto conlleva encontrar límites a estas
nuevas capacidades que se dan como conflictos que suceden
irremediablemente a través de encuentros y desencuentros
para sentirse más capaces y competentes. Las provocaciones,
desafíos, inquietudes motrices de las niñas y los niños precisan
un acompañamiento abierto a la escucha de estas

7
MINISTERIO DE EDUCACIÓN. REPUBLICA DEL PERÚ (2008) Propuesta Pedagógica de Educación Inicial:
guía curricular. Lima: Dirección de Educación Inicial.

49 | P á g i n a
necesidades, capaz de canalizarlas, promoverlas y contenerlas
transformándolas en comunicación, creatividad y socialización.
La impulsividad no suele ser muy bien recibida ni vista en el
ámbito pedagógico. Los actos impulsivos, el movimiento
inquieto y constante, la impaciencia, las constantes
interrupciones, la necesidad de ir de un lado a otro y de
reaccionar hasta agresivamente frente a otro (un compañero o
un adulto) suele interpretarse como “agresividad”, “problemas
de atención y concentración” e incluso “dificultades
neurológicas o psicológicas” cuando en realidad son “actitudes
impulsivas” que precisan contención.
Es general rechazar la impulsividad en los niños y niñas, pero
la misma es esencial para su equilibrio afectivo; no se trata por
tanto de reprimir esa impulsividad, sino de saber contenerla,
sostenerla y canalizarla desde el movimiento y desde límites
claros, afectivos y firmes que promuevan el cambio es decir,
que promuevan la progresiva conquista de poder decir con las
palabras aquello que empiezan “diciendo con el cuerpo”.
3.1.5. Juego simbólico, una señal de maduración y crecimiento

Hablamos de juego simbólico cuando niños y niñas juegan


imitando, recordando situaciones de la vida real: por ejemplo,
cuando le dan de comer a una muñeca, o la ponen en una
manta ofreciéndole diversos cuidados, o cuando ponen
papelitos en un carrito como si fueran verduras que sacan de la
chacra para llevarlas a la ciudad. Cuando una niña y niño
juegan simbólicamente, significa que van creciendo y que están
asimilando y comprendiendo su cultura, su entorno, ya que en
estos juegos niños y niños crean situaciones y mundos
imaginarios, basados en la experiencia, la imaginación y su
propia historia de vida. Es el juego del “como si” en donde “todo
es posible”. El acceso al juego simbólico certifica que la niña y
el niño van construyendo su identidad y en esa construcción
necesitan de los otros (objetos y sujetos), de su complicidad

50 | P á g i n a
para construir juegos con otros, ya sea por imitación de un
modelo (por ejemplo todos son perritos) o por reacción y
complementariedad al otro (por ejemplo, el ladrón que quiere
llevarse a los perritos a la perrera)8.
Esta capacidad de transformar el mundo y los objetos es “como
si fueran” otros que no lo son en realidad, significa madurez en
la niña y el niño, una gran evolución a nivel de pensamiento y
la posibilidad de relacionarse con el entorno para, desde una
transformación recíproca, procesar la realidad diferenciándola
de lo que es irreal. Vemos entonces a los pequeños sentados
sobre una banca haciendo “como si....” estuviesen manejando
un auto, y mirándonos con complicidad pues saben que están
“jugando”... son conscientes de la diferencia entré manejar un
carro de verdad y el jugar a manejarlo.
4. Rol del educador: un importante mediador de los procesos de

desarrollo y aprendizaje en los niños y niñas

Conocer y considerar las características intereses y necesidades de las


niñas y los niños involucra ser mediadores, acompañantes de los
procesos de aprendizaje y de maduración en los niños. La acogida, la
escucha, la comprensión, la tolerancia, el sostén, la confianza, la
aceptación, la seguridad, la autoridad y la empatía deben ser actitudes
que debemos trabajar en nosotros mismos permanentemente, las que
deben tener coherencia con nuestro sistema de valores.
A continuación resaltaremos tres aspectos fundamentales relacionados al
rol mediador del educador en el ámbito pedagógico: la confianza, la
aceptación, la seguridad, la autoridad y la empatía deben ser valores que
debemos trabajar en nosotros mismos permanentemente.
A continuación resaltaremos tres aspectos fundamentales relacionados al
rol facilitador del educador en el ámbito pedagógico9

8
SILVA PANEZ, Giselle (2009). “La hora del juego libre en los sectores” Guía para educadores de servicios
educativos de niños y niñas menores de 6 años. Lima: Ministerio de Educación.
9
MINISTERIO DE EDUCACIÓN. REPUBLICA DEL PERU (2008) Propuesta Pedagógica de Educación Inicial:
guía curricular. Lima: Ministerio de Educación. Pág. 29-30.

51 | P á g i n a
4.1. El adulto como organizador de los momentos pedagógicos

Organizamos un espacio y un tiempo para el desarrollo de la niña


y el niño. Los momentos de sueño, vigilia, alimentación, higiene,
juego y exploración motriz deben ser previstos de manera que
puedan satisfacer sus necesidades de manera calma y armoniosa.
4.2. El adulto como referente afectivo

La relación afectiva entre el adulto y el niño por medio de los


cuidados, los momentos de juego y las relaciones que establecen
con su entorno (que son parte de la rutina pedagógica), resultan
fundamentales para el establecimiento de un vínculo seguro y
garantizan un proceso de apego adecuado.
4.3. El adulto como promotor de la iniciativa y autonomía en el niño

La iniciativa y la autonomía en la niña y el niño, son procesos que


se construyen de manera paulatina a lo largo de su existencia. La
posibilidad de dejar al niño dominar una postura, relacionarse con
su entorno de manera libre, encontrar las posibilidades de
coordinación y equilibrio desde aquello que puede hacer, desde
sus competencias y capacidades propias y no forzadas, será la
base segura de sus aprendizajes y maduración.
Por tanto como educadores deberíamos tener siempre presente
que nuestra claridad respecto a las necesidades que niños y niñas
presentan a lo largo de su desarrollo, nuestra capacidad de
organización y nuestras estrategias de intervención, promoverán
un mayor interés, participación y expresividad en los niños.
Parte de esta claridad implica familiarizar previamente a los niños
y niñas con los materiales a disposición presentándolos al inicio del
desarrollo de la sesión mostrando sus características y
conversando con los niños sobre sus formas posibles de uso.
De esta manera hemos de organizar nuestros materiales
considerando no sólo la mejor organización posible sino también
una previa selección de los mismos acorde a la realidad en la que
nos desenvolvemos. Resulta importante resaltar en ese sentido,
que tanto en zonas rurales como en zonas urbanas que no cuenten

52 | P á g i n a
con sectores organizados por falta de espacio, puedan trabajar con
“cajas temáticas” las cuales son cajas con los materiales, juguetes
e insumos de la zona previstos como material pertinente y
accesible para que los niños jueguen, los cuales han de
considerarse en el desarrollo de la psicomotricidad como material
importante generador de procesos de aprendizaje.
5. ¿Qué observamos en los niños y niñas cuando juegan?

5.1. El rol de la emoción en la psicomotricidad.

La única manera de generar experiencias placenteras en las niñas


y los niños, es posibilitando que puedan accionar y relacionarse
con el mundo externo, manipulándolo y reconociéndolo. Está
demostrado que el ambiente agradable, la presencia de adultos
comprensivos, amorosos, tolerantes y felices, ayudan a la
consolidación del aprendizaje.
5.2. ¿De qué manera se manifiesta la emoción en las niñas y los

niños?

La emoción en las niñas y los niños, se manifiesta por medio de la


actitud y la postura que asumen frente al mundo, esto implica
necesariamente observar la forma en que se mueven, observar sus
conductas motrices, pero no en término valorativos de “se portó
mal” o “se portó bien” sino más bien en términos de la calidad de
sus movimientos y las formas como se relaciona con el mundo que
lo rodea”10
5.3. La observación de la expresividad motriz de las niñas y los

niños

Hablar de la observación de procesos en las niñas y los niños


correspondientes al Ciclo II implica reconocer los estados de ánimo
de los niños y las niñas, las actitudes y posturas con las cuales se
relacionan, esto nos sirve de mucho para transformar nuestra
manera de observar y de programar.

10
ARNAIZ SANCHO, Vicens: “La Seguridad Emocional en la Educación Infantil” . Aula de Innovación
Educativa. Editorial Graó.

53 | P á g i n a
5.4. ¿Cómo observamos?

Consideraremos tres aspectos importantes para observar:


Aprender a tener una mirada tranquila y no muy directa
sobre las producciones del niño(a), poderlo ver en su
globalidad y recoger aquellos aspectos de su acción que
resultan más significativos.
Mantener una actitud comprensiva hacia el otro
distanciándonos de nuestras propias emociones sin juicios
de valor.
No colocar en las niñas y los niños nuestras propias
expectativas, sentimientos o emociones y hacerlos suyos.
Por ej. “Juan está triste porque se ha quedado sólo jugando
a los piratas”.

Es importante tomar consciencia de estas proyecciones y


reconocer los sentimientos de simpatía o rechazo que generan
algunas actitudes o comportamientos de los niños en nosotros.

5.5. Los parámetros de observación psicomotrices

5.5.1. El niño y la niña con relación a su movimiento


El uso de parámetros de observación, nos brinda información
sobre las dinámicas de la niña y del niño en relación al
movimiento, a los otros (pares y adulto) a los objetos, al tiempo
y al espacio. Esto nos permitirá conocer el nivel madurativo y
cómo programar de manera que responda a sus necesidades.
Estos parámetros se han articulado en base a los aportes de
Pilar Arnaiz, Marta Rabadán y Yolanda Vives con respecto a la
psicomotricidad en la escuela.11
Observar estos movimientos nos permitirá conocer el nivel
evolutivo de la niña y el niño, el conocimiento que tiene de sus
posibilidades de movimiento y de su capacidad para enfrentar
mayores exploraciones motrices, los cuales son:

11
SANCHEZ ARNAIZ, Pilar (2001) “La Psicomotricidad en la Escuela: Una práctica preventiva y
educativa”. Málaga: Ediciones ALJIBE.

54 | P á g i n a
Tipos de movimiento

 El Balanceo

Movimientos oscilatorios del cuerpo, en


posiciones variadas que son realizadas por las
niñas y los niños con el propio cuerpo, con un
objeto, por otra persona en distintas posiciones
(de pie, sentado, acostado, piernas dobladas, de
rodillas,) o en distintas direcciones. Estos
movimientos pueden generar tensión, distensión,
vértigo, temor.
 Rodar

Implica un desplazamiento del sujeto sobre un eje


o sobre sí mismo de manera dinámica. Se puede
rodar en plano horizontal o en plano inclinado.
 Bajar

Trasladarse de un sitio o lugar a otro menor o más


bajo.
 Volteretas

Vuelta ligera dada en el suelo que las niñas y los


niños realizan sobre los cinco años de edad
aproximadamente.
 Los giros

Movimientos que producen variaciones en la


orientación de todo el cuerpo o de una parte del
mismo (rodar sobre el suelo, girar sobre sí
mismo), con relación a objetos o siendo girado por
otro en posturas variadas o diferentes
direcciones. También se manifiesta en las rondas,
carreras o persecución. En ese sentido
observaremos la tensión, distensión, placer –
displacer que proporcionan y generan en el niño.

55 | P á g i n a
 Saltar

Movimiento en el que está implicado un despegue


del cuerpo del suelo, realizado por uno o ambos
pies, quedando éste suspendido en el aire y
volviendo luego a tocar el suelo.
 Correr

Desplazarse con velocidad cubriendo variadas


distancias y en distintas direcciones.
 Gatear

Desplazamiento que implica por parte del niño la


elevación del abdomen y la columna, apoyándose
sobre la base de las palmas de las manos con las
piernas flexionadas recogidas debajo de las
caderas.
 Reptar

Rozar una superficie plana sobre el vientre


(arrastrar el cuerpo).
 Subir

Trasladarse de un sitio o lugar a otro superior o


más alto.
 Las caídas

Desnivelaciones del cuerpo bajo el efecto del


peso producidas por una pérdida de equilibrio
voluntaria o involuntaria referida a “dejarse caer”
o a una pérdida de los puntos de apoyo. La
presencia de una zona blanda y segura para subir
y dejarse caer o para realizar saltos y caídas sin
riesgo de golpearse promoverá en la niña y el niño
su interés y desarrollo.

56 | P á g i n a
Calidad de movimiento

Esto nos indicará el nivel de maduración neurológica del


niño, así como el buen control sobre sus movimientos.
 Coordinados

Capacidad del niño para desarrollar un movimiento


continuo sin interrupción y que da muestra del niño
del conocimiento del manejo y competencia motriz
que tiene de su propio
 Abiertos

Movimientos amplios que dan muestra de soltura.


 Rápidos

Movimientos veloces e impetuosos de hábil


ejecución.
5.5.2. El niño con relación a los objetos

Observar cómo utiliza los objetos en relación a sí mismo y a


otros niños y adultos nos informa sobre su manera de ser. Así
nos muestra si los objetos son acordes a su edad o no y si
corresponden a su necesidad de juego. Esto nos permitirá
conocer el momento madurativo en el que se encuentra la niña
y el niño. A través del uso de los objetos podemos valorar su
desarrollo neurológico, el control de sus movimientos, la
coordinación de los mismos, el conocimiento que tiene acerca
del mundo y sus necesidades emocionales.

57 | P á g i n a
5.5.3. El niño y la niña con relación al espacio

Este aspecto nos brinda información importante sobre su


personalidad tales como inhibición, timidez, apertura hacia los
otros, capacidad de delimitar y de construir. Estos parámetros
también pueden ser observados en los espacios de
representación gráfico/plástica.
5.5.4. La niña y el niño con relación al tiempo

En niños menores de 3 años las actividades sensorio motrices


ocupan la mayor parte del tiempo, sobre los cuatro años
transitan hacia mayores actividades de representación y a un
mejor ajuste frente a los tiempos establecidos para cada
momento. El tiempo que dedica el niño para cada actividad nos
da información sobre su nivel madurativo.

5.5.5. El niño y la niña en relación con los otros


 Actitud ante el juego
Propone juego: Muestra iniciativa al jugar con los
demás.
Acepta el juego del otro: Juega con otros a partir de
sus iniciativas de juego.
Juega solo: Juega sin relacionarse con otros niños ni
con el adulto.
Juega con otro: Participa del juego de otro niño.
Juega en pequeños grupos: Participa en el juego de
otros niños, pero siempre con los mismos niños.
Juega con el adulto: Busca al adulto para jugar sin
relacionarse con los otros niños.

58 | P á g i n a
 El niño en relación al adulto
Nos informa del grado autonomía e independencia del niño
con respecto al educador.
Lo acepta: Recibe voluntariamente y bien la presencia
del adulto.
Lo busca: Mira al adulto cada vez que lo pierde de su
campo de visión.
Lo provoca: Demanda la atención del adulto mediante
acciones que no respetan las normas de juego.
Lo agrede: Ataca al adulto verbal o físicamente.
Espera órdenes y consignas: Precisa que el adulto
articule un proyecto de exploración y juego para poder
jugar.
Colabora con el adulto: Ayuda al adulto en las
actividades que emprende y juega con él.
5.6. Ficha de observación

Con el fin de realizar un proceso de seguimiento de la evolución de


los niños y niñas en el espacio de psicomotricidad hemos articulado
una ficha de observación que te permitirá observarlos y evaluar sus
dificultades y progresos. (ANEXO 1)
6. La metodología de la propuesta de sesiones de psicomotricidad para

el Ciclo II

En el día a día la programación se realizará teniendo en cuenta tres tipos


de momentos o tipos de interacción que establecen las niñas y los niños,
las cuales no tienen una secuencia, ya que dependen de sus intereses y
necesidades.
6.1. Interacción entre el niño y el adulto

Son los momentos en que el adulto da la bienvenida y la despedida,


así como el tiempo que dedica al desarrollo de los cuidados durante
la alimentación, higiene y sueño de niñas y niños.

59 | P á g i n a
6.2. Interacción entre el niño y el objeto

Son los momentos en la que niñas y niños, en forma libre,


espontánea y autónoma, se relaciona con los materiales que la
educadora ha organizado para que pueda estar a su alcance,
teniendo en cuenta sus características, necesidades e intereses. El
adulto observa e interviene solo cuando la niña o el niño le solicita
ayuda o le hace partícipe de su juego, y espera a que el niño agote
todas las posibilidades de exploración.
6.3. Interacción entre el niño, el adulto y el objeto

Son los momentos en el que la educadora o promotora ofrece


determinados materiales y en una relación respetuosa interactúa
con él, cuando niñas y niños aceptan el juego o la actividad de
manera libre.
7. La secuencia metodológica de la sesión de psicomotricidad

El desarrollo de sesiones de psicomotricidad en el ámbito pedagógico


para el Ciclo II, es una actividad que se caracteriza por proponer al niño
una secuencia específica de momentos de juego, que le permite pasar del
“acto al pensamiento” o del “movimiento hacia otros niveles de
representación”. (ANEXO 2)
8. Materiales para promover la psicomotricidad en el Ciclo II.

El módulo de materiales para el Ciclo II está constituido por materiales


que facilitan y promueven el juego motriz, desarrollan el juego simbólico,
la creatividad y permiten al adulto flexibilidad para promover su uso de
manera libre y espontánea de acuerdo a los momentos sugeridos en la
secuencia metodológica. Estos materiales son manipulables y de fácil
uso. Los materiales son adaptables a espacios abiertos (patio, área de
deporte) y espacios cerrados (salón de clase o aula de psicomotricidad).
Por su necesidad de uso son materiales durables elaborados con
elementos resistentes, fáciles de limpiar, cuidar en cantidades acordes a
la cantidad de niños y niñas por aula promedio de las instituciones
educativas y programas del nivel inicial. En la última parte de esta guía

60 | P á g i n a
podremos encontrar una descripción de las características físicas de cada
uno de estos materiales.
8.1. Dispositivo para trepar y saltar de madera

Este material permite a los niños vivenciar situaciones relacionadas


al equilibrio y control progresivo del cuerpo, exploración, juego
sensoriomotriz y desarrollo motriz e impulsividad.

¿Qué capacidades y actitudes promueve este material

en los niños y niñas?

 Desarrollo creciente de la coordinación de brazos y


piernas al desplazarse, caminar, rodar, correr, saltar
en dos pies, esto último posibilitará en ellos una
actitud de reafirmación frente a su posibilidad y
fortalecerá el deseo para enfrentar retos motrices.
 Manejan progresivamente el espacio en relación con
su cuerpo y los objetos: un lado, el otro, arriba, abajo,
delante, detrás.
 Exploran el espacio en relación con su cuerpo, con
los objetos y con los otros, identificando nociones
espaciales: arriba, abajo, delante, detrás, derecha,
izquierda, cerca, lejos.

61 | P á g i n a
8.2. Casa multiusos

Este material permite en los niños y las niñas vivenciar situaciones


relacionadas al apego dominio, equilibrio y control progresivo del
cuerpo, exploración juego sensoriomotriz y juego simbólico.

¿Qué capacidades y actitudes promueve este material

en los niños y niñas?

 Demuestran creciente coordinación de brazos y


piernas al desplazarse, caminar, reptar, rodar, correr,
saltar en dos pies.
 Reconocen diferentes direccionalidades al
desplazarse con su cuerpo por el espacio: hacia
adelante, hacia atrás, hacia abajo, hacia arriba, hacia
un lado, hacia el otro, hacia la derecha, hacia la
izquierda.
 Se muestran autónomos en sus acciones y sus
movimientos.
 Demuestran placer y disposición para la realización
de actividades psicomotrices.
 Incorporan como parte de su lenguaje expresivo la
dramatización en su vida cotidiana como una forma
de socialización.
 Identifican posiciones: arriba, abajo, dentro de, fuera
de, delante de, detrás de, lejos de, cerca de, al lado
de, en medio de.

62 | P á g i n a
8.3. Kit de aros

Este material permite en los niños y niñas vivenciar situaciones


relacionadas al apego dominio, equilibrio y control progresivo del
cuerpo, exploración juego sensoriomotriz y juego simbólico.

¿Qué podemos trabajar con este material?

 Explora sus posibilidades de movimiento vivenciando


el ritmo en desplazamiento, coordinación y equilibrio
postural.
 Ejercita libremente el dominio de su lateralidad, la
domina progresivamente y la reconoce, haciendo
buen uso de ella.
 Identifica formas geométricas relacionándolas con
objetos de su entorno: círculo.
 Desarrolla su creatividad y disfrute, descubriendo en
objetos diferentes formas.
8.4. Kit de telas

Este material permite en


los niños y las niñas
vivenciar situaciones
relacionadas al apego y
dominio, impulsividad,
exploración, juego
sensoriomotriz y juego
simbólico.

63 | P á g i n a
¿Qué capacidades y actitudes promueve este material

en los niños y niñas?

 Maneja el espacio en relación con su cuerpo, los


objetos y los otros, identificando nociones espaciales:
arriba, abajo, delante, detrás, derecha, izquierda,
cerca, lejos.
 Representa con su cuerpo diferentes situaciones y
experiencias de la vida cotidiana.
 Manifiesta sus estados de ánimo a través de
diferentes gestos y movimientos.
 Compara longitudes al medir diferentes objetos de su
entorno describiendo las relaciones y utilizando
medidas arbitrarias (mano, pie, cintas, telas, etc.).
8.5. Kit de pelotas con peso

Este material permite en los niños y las niñas vivenciar situaciones


relacionadas al
apego y dominio,
equilibrio y control
progresivo del
cuerpo,
impulsividad,
exploración, juego
sensoriomotriz y
juego simbólico.
¿Qué capacidades y actitudes promueve este material

en los niños y niñas?

 Maneja el espacio en relación con su cuerpo, los


objetos y los otros, identificando nociones espaciales:
arriba, abajo, delante, detrás, derecha, izquierda,
cerca, lejos, a un lado, al otro.
 Demuestra creciente precisión y eficacia en la
coordinación viso motriz: óculo manual, óculo podal.

64 | P á g i n a
 Demuestra autonomía en sus acciones y sus
movimientos.
 Explora e identifica características de los en objetos
de su entorno: cubo, esfera, cilindro.
 Disfruta descubriendo en objetos, diferentes formas.
8.6. Colchoneta para salto

Este material permite en los niños y las niñas vivenciar situaciones


relacionadas a coordinación y equilibrio, exploración, y juego
sensoriomotriz, impulsividad y juego simbólico.
¿Qué capacidades y actitudes promueve este material

en los niños y niñas?

 Explora sus posibilidades de movimiento vivenciando


el ritmo en desplazamiento, coordinación y equilibrio
postural.
 Demuestra creciente coordinación de brazos y
piernas al desplazarse, caminar, rodar, saltar, etc.
 Maneja el espacio en relación con su cuerpo, los
objetos y los otros, identificando nociones espaciales:
arriba, abajo, delante, detrás, cerca, lejos.
 Reconoce diferentes direccionalidades al
desplazarse con su cuerpo en el espacio, hacia
adelante, hacia atrás, hacia abajo, hacia arriba, hacia
un lado, hacia el otro, hacia la derecha, hacia la
izquierda.
 Demuestra libertad al realizar desplazamientos.

65 | P á g i n a
CAPÍTULO III
“ELABORACIÓN DE MATERIALES DIDÁCTICOS”
La construcción del material y la relación de éstos con los contenidos que
debemos trabajar, vamos a explicarlo detenidamente a través de una serie de
fichas conceptuales donde aparece el nombre del material, los materiales
necesarios para su confección, los pasos a seguir para crear el material y los
contenidos que podremos trabajar a lo largo del curso. En cuanto a las
actividades que se podrían realizar con dicho material, nosotros proponemos que
cada profesor, en su centro, con su propia clase, de rienda suelta a su
imaginación y en colaboración con el alumnado, elabore sus propias actividades
teniendo siempre en cuenta las características individuales de cada alumno/a,
las instalaciones con las que cuenta en el centro, y como no, los objetivos y
contenidos que desean trabajar a lo largo del curso escolar.

1. “Zancos”

 2 latas de leche o Ecco.


Materiales  2 metros de cuerda
 2 palos de madera
 1 destornillador

Con ayuda del destornillador realizamos dos agujeros


en la lata de leche o Ecco.

66 | P á g i n a
Atamos la cuerda por un extremo al palo, que nos
servirá de asa y el otro extremo de la cuerda lo
introducimos por los agujeros que hemos realizado en
Proceso
la lata y atamos nuevamente. Hay que asegurarse que
ambos extremos están correctamente atados.
Repite los pasos anteriores y podrás disfrutar de dos
zancos para desplazarte en las alturas.

Contenidos Equilibrio estático y dinámico, desplazamientos,


que podemos coordinación óculo-segmentaria, lateralidad.
trabajar

2. “La Percharaqueta”

Materiales  Una perchera de alambre.


 Unas medias de vestir que no se use.
 Tijeras
Darle forma al perchero de raqueta de tenis y cortar
Proceso una de las medias (Donde va el pie)
Colocar la media en el perchero
Asegurar el alrededor con goma o cinta adhesiva.

Contenidos Coordinación óculo-segmentaria, lateralidad, golpeos.


que podemos
trabajar

67 | P á g i n a
68 | P á g i n a
CONCLUSIONES
Una vez finalizado el estudio del tema, podemos extraer algunas conclusiones
como:
 Los recursos materiales pueden ser instrumentos de gran utilidad, como
mediadores dentro de nuestro plan de trabajo como futuros docentes.
 Los criterios para la selección de los recursos materiales deberán
supeditarse a la programación didáctica y a los objetos previstos.
 Debemos analizar las posibilidades educativas que nos ofrecen los
alrededores de nuestra institución para aprovechar al máximo los
recursos del entorno.
 Debemos adaptar el uso de los materiales a las características de
nuestros estudiantes.
 Una colaboración con profesores, padres e instituciones locales ayudarán
para el aprovechamiento de las posibilidades de nuestro entorno.
Como se puede observar hay multitud de materiales que se pueden utilizar en
una sesión de Educación Física o para la práctica de actividades físico –
deportivas, sin embargo es conveniente promover en el profesorado medidas de
investigación sobre las distintas utilidades y aprovechamiento de los recursos
disponibles, para poder rentabilizar los ya existentes y buscar alternativas para
los que carecen.
El uso de materiales no convencionales y creados por el alumnado es una
maravillosa herramienta educativa, ya que además de ser un soporte para las
clases, puede ser un contenido propio desarrollando en el alumnado la
creatividad, expresividad, responsabilidad y cooperación entre otros valores. Por
ello abogo a ampliar su uso en el ámbito educativo.

69 | P á g i n a
BIBLIOGRAFÍA
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Sendai. Hospitalet de Llobregat.
 ARNAIZ SANCHO, V. (2000) “La Seguridad Emocional en la Educación
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 BLÁNDEZ, J. (1995): “la utilización del material y del espacio en EF”. Ed.
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 BLÁZQUEZ, D. (1994): Los recursos en el currículum. Didáctica general.
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 CASTAÑER, M. Y CAMERINO, O. (1991): La E.F. en la enseñanza
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 CHOKLER, M. (2005) “Psicomotricidad, marco conceptual de una práctica
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 LORA RISCO, J. (2008) “Yo soy mi cuerpo”. Lima: LARS Editorial.
 MEC (1992): Área de EF Primaria. SGT. Madrid.
 MENA (1997): Didáctica y Currículum escolar. Ed. Anthema. Salamanca.

70 | P á g i n a
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Curricular Nacional de Educación Básica Regular. 2da edición. Lima.
 MINISTERIO DE EDUCACIÓN. REPUBLICA DEL PERU (2010)
“Aprendemos Jugando”. Cuaderno de Trabajo para niños y niñas de 4 y
de 5 años. Lima.
 PEIRÓ, C. Y DEVÍS, J. (1994): “El análisis de materiales curriculares en
educación física: un ejemplo”. En L. MONTERO Y J.M. VEZ (eds.): “Las
didácticas específicas en la formación del profesorado II (vol. II)”,Tórculo
Edicions, Santiago de Compostela, pp. 775-781.
 REBOLLO RICO (1996): “El espacio deportivo no convencional:
aprovechamiento de los recursos naturales y urbanos”. Apuntes 5º curso.
INEF. Asignatura Equipamientos e instalaciones deportivas. Granada.
 SANCHEZ ARNAIZ, P. (2001) “La Psicomotricidad en la Escuela: Una
práctica preventiva y educativa”. Málaga. España: Ediciones ALJIBE.
 SERRA (1996): “Material en las tareas motrices”. Apuntes 4º curso. EF de
Base. INEF. Granada.

71 | P á g i n a
ANEXOS

72 | P á g i n a
ANEXO 1

73 | P á g i n a
ANEXO 2

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