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“Cuando dos gringos se juntan, analizan

cómo sacarse provecho”

-El crítico cultural estadounidense Morris Berman cuestiona


el rumbo de su país, donde asegura, sus habitantes sólo
piensan en comprar cosas y en llegar a su primer millón-

Por: Dominique Rodríguez Dalvard

Claramente, no es muy popular en su país, Estados Unidos. La


verdad duele y a este hombre no le cuesta decirla a manotadas.
Morris Berman (nacido en Nueva York, en 1944) vive hoy en
Guanajuato, México, porque no resistió más su tierra natal.
Porque Obama se le parece demasiado a Bush; porque el Tea
Party le resulta tan oportunista como “Ocuppy Wall Street”.
Morris Berman. Doctor en Historia de la Ciencia.

Universidad Johns Hopkins.

“Lo peor que se puede hacer


es imitar a EE.UU.
¡Están copiando algo
que está fracasado!”
Crítico cultural y sociólogo, bloguero y autor de numerosos libros –
entre ellos una trilogía que desdibuja cualquier idealismo del “sueño
americano”: Why America Failed? (Las Raíces del Fracaso
Americano), Dark Ages in America (La Edad Oscura Americana) y
The Twilight on American Culture (El Crepúsculo de la Cultura
Americana), Berman es un provocador.
“Si hablas con otras personas del mundo,
hay valores distintos,
pero los estadounidenses
no lo saben”
La pregunta inevitable: ¿Por qué fracasó Estados Unidos? “desde
hace 400 años, la máxima que ha regido al país ha sido que
cualquiera puede volverse rico”, explica. Una idea que tenía de donde
apoyarse. Tan sólo un siglo después de fundada, en 1886, esta nación
estaba produciendo un tercio de los bienes manufacturados del
mundo. Desde sus inicios, el capitalismo, que para él y otros
historiadores es lo que define la sociedad americana. “Todos en
Estados Unidos están viendo cómo se van a ganar su primer millón
de dólares. Cuando dos gringos se juntan, cada uno está analizando
cómo sacar provecho el uno del otro. Se presentan intercambiando
sus tarjetas. Siempre hay una agenda oculta. Si hablas con otras
personas del mundo, hay valores distintos, pero los estadounidenses
no lo saben. Por eso me fui de allá. El aire está pesado en ese país.
Todo allá es unidimensional”.

Pero ese agotamiento no es sólo suyo. Con el progreso vinieron las


preguntas importantes. Sin una razón espiritual subyacente, todo sería
vacío, dijeron los historiadores y filósofos. Y no sólo los intelectuales
salieron a decirlo. Estaba en el ambiente, sólo había que saberlo leer.
Como lo hizo Janis Joplin. En su irónica canción Mercedes Benz lo
estaba gritando en forma radical. Ella se consumió en las drogas, pero
estaba diciendo con su letra que de eso no se trataba.

Asimismo, en 1979, el propio Jimmy Carter pronunció un discurso


que sería recordado como el “malestar espiritual” y en él tocó el tema
de frente: “oigan, americanos, si todo se limita a comprar un auto y
tostadoras, olvídense. ¿Quiénes son ustedes?”, dijo. “Fue chocante –
recuerda Barman-. Obviamente, quienes lo escucharon no se
sintieron a gusto, así que lo sacaron del panorama y votaron por
Ronald Reagan, un mal actor que dijo “oigan, la vida se trata
justamente de comprar autos, háganlo”, y lo hicieron, desde 1981.
Con treinta años en esta dinámica de dominación, ¿qué creían que
iba a pasar?”

Y pasó. Los ataques del 11 de septiembre del 2001, la crisis


económica. Y el mundo copiando un modelo, ese modelo. “ Lo peor
que se puede hacer es imitar a Estados Unidos. Este es el peor
ejemplo para que Colombia siga. ¡Están copiando un modelo que
está fracasado!” –dice, intranquilo-. ¿Y quién podrá salvarnos? Morris
Berman no le da chance a nada. Para él, la religión y el dinero están
íntimamente relacionados. Son, como lo definiría el psicoanálisis, un
ejercicio de transferencia. Redención y salvación serían el resultado
de un profundo anhelo, uno que nunca es suficiente. “Una vez
obtienes el millón que querías y la mujer que querías, siempre
desearás más y más. Tu problema es que quieres el infinito. El
capitalismo está basado en la necesidad insatisfecha. Es como la
religión. Y lo decía Lacan, no se trata del objetivo, es algo más, y
nunca serán libres hasta que lo entiendan”, sigue el estadounidense.

“Ocuppy Wall Street”, el movimiento de los jóvenes del Parque


Zuccotti en Nueva York, fue un intento de revolución pacífica, una
lucha del idealismo contra el corazón del sistema financiero global.
Pero se quedaron cortos. “El énfasis en “Ocuppy Wall Street” era la
energía –explica Berman-. “Somos un modelo pura energía, estamos
protestando…”. Pero les faltó análisis. Y decían que todo estaba
fluyendo porque había buena energía, pero ¿cómo iba a funcionar?
Se quebró porque no tenían de dónde sostenerse. Nos quedamos
esperando a que juntaran la energía con un poco de análisis político”.

El optimismo no corre por las venas de este sociólogo.


Descorazonado, Berman ve cierto futuro, pero en unas tres o cuatro
décadas. Si cambian los discursos, y si la energía se complementa con
argumentos. Le llama la atención un movimiento secesionista que
está gestándose en su país, en Vermont. Liderado por intelectuales,
por activistas, por profesores (de economía de Duke University, por
ejemplo), nada de hippies soñadores. Se trata de un grupo de
personas que buscan zafarse de Estados Unidos. No es una
revolución lo que buscan, pues no desean tomarse el poder: quieren
justamente liberarse de él.

A fin de cuentas, ¿Cuál es el sentido espiritual del que habla? “No se


trata de encontrar un sustituto en el mundo exterior, ni tampoco de
atarse a religiones fundamentalistas, sean musulmanas, judías
ortodoxas o cristianismos. Consiste en saber quién eres, una pregunta
que en realidad no es tan difícil de responderse, pero que nadie se
hace”. Habría que hacérsela. Y no sólo en Estados Unidos.
El Tiempo. 29 de Enero de 2012

Mercedes Benz

Oh Señor… ¿me comprarías un Mercedes Benz?

Todos mis amigos manejan Porsches

y yo me lo merezco,

trabajé duro toda mi vida,

sin la ayuda de mis amigos,


así que Señor… ¿me comprarías un Mercedes Benz?

Oh Señor… ¿me comprarías un TV a color?

Pedir dinero no es bueno para mí,

la espero cada día hasta antes de las tres,

así que Señor… ¿me comprarías un Tv a color?

Oh Señor… ¿me pagarías una noche en la ciudad?

Oh Señor, cuento contigo, por favor no me defraudes,

muéstrame que me amas y paga la próxima ronda.

Oh Señor… ¿me pagarías una noche en la ciudad?

Así que Señor… ¿me comprarías un Mercedes Benz?

Así es.

(Janis Joplin & Michael McClure)

poetico.javier@gmail.com

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