Nombre: Allyson Valentina Pabón Negrete

Profesor: Ramiro José Ariza

Asignatura: Historia del siglo XX

Galería de fotos de la visita al Museo de Bogotá

“Cortos y precisos los cuadros se suceden y describen las relaciones que, precisamente,
yuxtaponen lo familiar y lo extraño, no tan extraño en realidad, como simplemente lejano.
Se trata de conectar progresivamente, a los lugares íntimos, sus sucesores en el espacio…”
Atlas. Michel Serres

La anterior frase expuesta se encontraba en una de las paredes de vidrio que había en el
museo, expresa el objetivo que tenía la exposición presentada al hacer énfasis en cómo ha
ido cambiando la vida cotidiana de los bogotanos, que costumbres se han mantenido por
medio de la elaboración de “una máquina del tiempo” en la cual se puede conocer acerca
del pasado de la ciudad y sus habitantes por las fotos expuestas, con escenografía y
ambientación que permite evocar estos tiempos, interactuar con los elementos de la
exposición e informarse.

Antes de continuar con la presentación del proyecto llevado a cabo en el museo, es

importante tener presente que el actual Museo de Bogotá fue la casa del Virrey Sámano
(último mandatario español con sede en Bogotá), éste hizo vivir un régimen de terror al
Nuevo Reino de Granada, fue un tenaz y cruel perseguidor de los insurgentes (patriotas).
Entre los ejecutados estuvieron entre muchos otros Policarpa Salavarrieta, Camilo Torres,
Antonio Villavicencio, Jorge Tadeo Lozano. (Información transcrita de la exposición del
museo)

Y en la actualidad en ese mismo lugar se está llevando a cabo el proyecto denominado

“Álbum Familiar de Bogotá” que empezó desde el año 2006, donde el Museo de Bogotá
junto con el Archivo Distrital tenían el propósito de construir el álbum de familia más grande
de la capital, invitando a la ciudadanía a compartir fotos provenientes de sus propias
colecciones. Desde 2009 hasta hoy, el Museo de Bogotá ha continuado este proyecto de
forma independiente, logrando constituir un banco de más de 5.800 imágenes y recuerdos.
(Información expuesta en la exposición)

“¡Yo también tengo esa foto! da cuenta de una selección de fotografías del proyecto desde
finales de siglo XIX hasta el año 2000 como apuesta para reconectarnos con el álbum
familiar y con Bogotá. Paradójicamente, las imágenes del álbum de familia se han tornado
extrañas: hoy vivimos lo familiar a través de la experiencia digital, en donde la multiplicidad
de imágenes impera, se multiplica a millares resultando tan veloz y cambiante que no
contamos con el tiempo suficiente para mirar.” (Información disponible en la exposición,
transcrito literalmente)

“¡Yo también tengo esa foto! es una invitación a jugar mirando, a dar un respiro a este
acelerado mundo para poder identificar en las fotos de los demás lo que resulta conocido:
las poses, los objetos capturados en el tiempo, las calles, los parques, la moda y las formas
de celebrar y jugar en la ciudad. Al mirar hay posibilidad de encuentro: de encontrar al otro
y de encontrarse en el juego, de transitar desde lo desconocido hasta lo similar y de pensar
que en esta ciudad que compartimos tal vez somos más familiares que extraños en
realidad.” (Información disponible en la exposición, transcrito literalmente)
Así mismo, es importante resaltar que también se expuso la historia de los estudios
fotográficos en la ciudad, de las distintas técnicas y artefactos que implementaron a través
del tiempo junto con su evolución, para así también evidenciar su decadencia actual debido
al aumento de los medios digitales.

A continuación, se mostrarán fotos tomadas de la exposición, teniendo en cuenta que las

descripciones y títulos de las fotos fueron suministradas por los aportadores de las fotos,
así como textos informativos que permiten comprender de mejor manera la presentación
de las imágenes:

Se presentaron dos pantallas cada una

exponiendo imágenes diferentes, se
escuchaba una grabación de fondo que
explicaba como las redes sociales se han
ido apoderando de la vida de las
personas, al tomarse al día miles de
selfies y demás contenido fotográfico.

Álbum familiar, aquí también

acompaña a la exposición una
voz narradora que cuenta
distintas anécdotas presentes
en las fotos. Así mismo, por
medio de la escenografía
implementada se pretendía que
los espectadores se sintieran
cómodos al observar las fotos y
hasta se podían sentar mientras
las veían.
Este mapa va junto con la
descripción de arriba, donde se
exponen los lugares en común que
hay en las imágenes, ya sean por
ser emblemáticos o mayormente
recurridos.
Documentos de
identificación
antiguos.
 Esto representa el estudio clásico en el
siglo pasado.

Los visores que se ven colgando en los paraguas

en las imágenes a mano derecha, permiten ver
fotos que han sido introducidas dentro de ellos, son
dispositivos que se usaban para conservar fotos y
tener mejor vista de ellas.
Otro lugar emblemático donde
desde mucho tiempo atrás se
reunían las familias a pasar su
fin de semana.
Relata como la aparición de
los estudios fotográficos
cambió las experiencias y
reuniones entre familias, fue
debido a esto que se crearon
los valiosos “álbumes
familiares” que ahora
guardamos.
Muestra tanto los artefactos como el
proceso que se llevaba a cabo para sacar
fotografías.
Recreación, juegos antiguos y
recuerdos de como solían divertirse.
El museo elaboró un escenario donde se pudiera ver el
cuarto de estudio “típico” de la época, de esta forma el
espectador puede tomarse una foto similar a la ilustrada a
mano izquierda.
Movimientos de baile para distintas ocasiones, gracias a este esquema los visitantes podían
practicar los pasos en parejas.

En general debo subrayar que toda la exposición presentada me pareció muy bien planeada
y presentada, pude pasar un rato agradable con mi familia, aprender más de la cultura
bogotana que, seguramente, muchas de las personas que han habitado toda su vida en
esta ciudad desconocen. Así mismo, me parece importante hacer este tipo de actividades
ya que permiten preservar la cultura, que miremos escenarios desconocidos que si no fuera
por estos registros quedarían en el olvido, comparar y contrastar con el pasado las distintas
costumbres y en general como se ve la ciudad, como nos vestimos, en que nos
transportamos e incluso como nos divertimos.
Todo lo anterior nos permite ser más críticos y observadores con la actualidad, pudiendo
establecer a partir de esto un estudio de los distintos factores que fueron cambiando en
general nuestras costumbres sociales, y que fueron estableciendo lo que actualmente es
“la cultura bogotana” temática muy diversa e indefinida por la cantidad de gente que se
estableció de otras ciudades, y esto en gran medida también cambió la cultura que se tenía
junto con la llegada de la tecnología.