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Alicia Fernanda Soberón Elizondo 126 004

Capitulo 2. El síndrome de la adolescencia normal.


Es un período de transición entre la pubertad y el estadio adulto del desarrollo. El signo de la adolescencia es integrarse
en el mundo del adulto donde tendrá que aceptar su nueva configuración de ser humano, su morfología adulta y la
capacidad del ejercicio de su genitalidad para la procreación.
Adolescencia.- etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apoyándose en las
primeras relaciones objétales parentales internalizadas y verificando la realidad que el medio social le ofrece, mediante
el uso de los elementos biofísicos en desarrollo a su disposición y que a su vez tienden a la estabilidad de la personalidad
en un plano genital, lo que solo es posible si se hace el duelo por la identidad infantil.
Normalidad.- Este es el aspecto de la conducta en que el adolescente puede fallar (adaptación e integración). Sería
anormal la presencia de un equilibrio estable durante el proceso adolescente. Las luchas y rebeldías externas son reflejo
de los conflictos de dependencia infantil que persisten. Los procesos de duelo obligan a actuaciones con características:
defensivas, psicopáticas, fóbicas, contrafóbicas, maníacas o esquizoparanoides según su estructura y experiencias. Por
eso se habla de una “patología normal de la adolescencia”.
Síndrome normal de la adolescencia.- La menor o mayor normalidad de este síndrome se deberá a los procesos de
identificación y duelo que haya podido realizar el adolescente. En la medida en que haya podido elaborar los duelos que
llevan a la identificación, verá su mundo interno mejor fortificado y esta normal anormalidad será menos conflictiva.
Sintomatología que integra el síndrome.- Búsqueda de sí mismo y de la identidad. El poder utilizar la genitalidad en la
procreación es un hecho biopsicodinámico que determina una modificación esencial en el logro de la identidad adulta y
caracteriza la inestabilidad de la identidad adolescente
Tendencia grupal.- Se inclina a los dictados del grupo en cuanto a modas, costumbres, preferencias, etc. Las actuaciones
del grupo también representan la oposición a las figuras parentales y una manera activa de determinar una identidad
distinta la del medio familiar
Necesidad de intelectualizar y fantasear.- Una de las formas típicas del pensamiento adolescente. La realidad impone
renunciar al cuerpo, rol y padres infantiles, como a la bisexualidad de la identidad infantil, se siente así impotente frente
a la realidad externa. La fantasía consciente, o sea, el fantasear y el intelectualizar son mecanismos defensivos contra las
situaciones de perdida.
Crisis religiosas (del ateísmo al misticismo).- La preocupación metafísica y las crisis religiosas son intentos de solución
de la angustia que vive el yo en su búsqueda de identificaciones positivas y del enfrentamiento con el fenómeno de la
muerte definitiva de su yo corporal.
Desubicación temporal, en donde el pensamiento adquiere las características del pensamiento primario.- En la
conducta observable vive con una desubicación temporal, convierte el tiempo en presente y activo en un intento de
manejarlo. Las urgencias son enormes y las postergaciones irracionales. Ej: falta mucho para el examen y es al otro día.
Evolución sexual (desde el autoerotismo hasta la heterosexualidad genital adulta).- Hay un oscilar permanente entre la
actividad de tipo masturbatorio y los comienzos del ejercicio genital. El contacto genital es de tipo exploratorio y
preparatorio. Comienzan las caricias cada vez más profundas e íntimas. La relación genital heterosexual completa ocurre
en la adolescencia tardía.
Actitud social reivindicatoria antisocial de diversa intensidad.- El proceso de la adolescencia no depende todo del
adolescente. La familia es la primera expresión de la sociedad que influye y determina gran parte de su conducta. La
situación edipica también la viven los progenitores.
Contradicciones en todas las manifestaciones de la conducta, dominada por la acción.- No puede mantener una línea
de conducta rígida, permanente y absoluta aunque lo intenta. Tiene una personalidad permeable, que recibe de todo y
también proyecta variable y frecuentemente. También tiene labilidad en su organización depresiva. Las contradicciones
y la variada utilización de defensas facilitan la elaboración de los duelos típicos.
Separación progresiva de los padres.- Si la figura de los padres es poco estable o mal definida, se hacen identificaciones
con figuras más firmes, ejemplo los ídolos.
Fluctuaciones de humor y de estado de ánimo.- Un sentimiento de ansiedad y depresión acompañarán
permanentemente como substrato a la adolescencia. La cantidad y calidad de la elaboración de los duelos determinan la
mayor o menor intensidad de esta expresión y estos sentimientos.
Alicia Fernanda Soberón Elizondo 126 004
Capitulo. 3 Adolescencia y Psicopatía.

La definición del rol femenino o masculino que se produce durante la adolescencia es el punto departida de los cambios
psicológicos y de adaptación social que caracterizan esta etapa. Dentro de los cambios que se sufren existe una pérdida
de identidad; el adolescente no quiere ser como ciertos adultos pero elige a otros como ideales. El mundo interno del
adolescente construye puentes a través de imágenes paternas por los cuales elegirá una nueva identidad. Un buen
mundo interno ayuda a elaborar la crisis de adolescencia en condiciones conflictivas externas necesarias durante este
periodo.

Existe una diferenciación entre adolescentes y psicópatas que se resuelve a partir de los duelos que se emparentan en la
adolescencia. En ambas la conducta de los padres puede favorecer en cualquiera de estos planos. En éste periodo el
individuo redescubre sus genitales y la búsqueda simbólica de la otra parte (la pareja) que tiene la finalidad de elaborar
la desaparición de la fantasía del otro sexo en sí mismo. En ésta época existe una actividad masturbadora intensa que
surge para descargar las tensiones genitales así como para negar omnipotentemente que se dispone de un solo sexo. La
masturbación deja siempre un grado de angustia aun cuando se logra la descarga antes mencionada.

El adolescente suele fantasear con el objeto amoroso, esta fantasía tiene como finalidad elaborar la necesidad de pareja
abnegada a través de la masturbación, durante la labor de duelo surgen defensas cuyo fin es negar la perdida de la
infancia. La angustia y los estados de despersonalización que acompañan a la menstruación y a la aparición del semen
tienen el significado defensivo de no aceptar que se producen estos cambios en el propio cuerpo. El duelo frente al
crecimiento implica al yo desniveles entre el crecimiento del cuerpo y la aceptación psicológica de ese hecho. Solo
cuando el adolescente es capaz de aceptar simultáneamente los dos aspectos puede empezar en forma fluctuante los
cambios de su cuerpo y comienza a surgir su nueva identidad.

En esa búsqueda de identidad es cuando surgen patologías que pueden llevar va confundir habitualmente una crisis con
un cuadro psicótico. El psicópata fracasa en la elaboración del duelo y en la obtención de identidad adulta. El
adolescente y el psicópata muestran la elección de vocación con una continua angustia. Lo que traba la decisión es la
dificultad de renunciar, de elegir, de tomar significados, y/o de perder lo otro. Cuando el adolescente adquiere una
identidad, acepta su cuerpo, se enfrenta con él al mundo y lo usa de acuerdo con su sexo. La conducta genital se expresa
en todas las actividades. En el duelo por los roles en un psicópata, la simbiosis de roles identificados proyectivamente y
asumidos de manera total y masiva se enfrenta a un mecanismo de defensa.

a) algunas técnicas defensivas como la desvalorización de los objetos para eludir el dolor de la pérdida;
b) la búsqueda de figuras sustitutivas de los padres, a fin de ir elaborando el retiro de cargas. Se fragmentan las
figuras parentales y se disocia la actitud respecto a los padres y a los sustitutos (y allí surgen fluctuaciones de
personalidad).
c) La planificación y verbalización tanto de lo más genérico (ej. la ubicación del hombre en el mundo) como de lo
más cotidiano, como método defensivo ante la acción que siente imposible desde dentro o desde fuera (sea en
el plano genital como en otras capacidades que todavía no puede poner en práctica). Es que la comunicación
verbal tiene el significado de una preparación para la acción. El hablar equivale casi a la acción misma
(susceptibilidad cuando no se lo escucha). La palabra y el pensamiento ocupan en el adolescente la misma
función que el juego en el niño: permitir la elaboración de la realidad y adaptación a ella.

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