LA DISTRACCIÓN DE HOY EN DÍA CON RELACIÓN AL USO DE REDES SOCIALES EN

EL AMBITO EDUCATIVO.

El ámbito educativo visto desde una percepción psicología es entendido como un ambiente en el
que se desarrollan procesos de aprendizaje en centros específicos de enseñanza, allí convergen
métodos de la psicología y de la educación. Su objeto de análisis está centrado en los factores que
intervienen en la evolución del proceso enseñanza-aprendizaje: la relación entre los educandos y el
educador, y su desenvolvimiento en el contexto social y cultural donde tiene lugar proceso de
enseñanza.

La psicología educativa, como toda disciplina de conocimiento, se plantea preguntas y reflexiona a

partir de las experiencias y los problemas que le plantea su entorno: ¿cómo ocurre el proceso de
aprendizaje?, ¿qué factores intervienen en él?, ¿todos aprendemos de igual manera y a la misma
velocidad?, ¿nuestra capacidad de aprendizaje varía con la edad?

En este sentido, según autores como Jean Piaget, el ser humano pasa por distintas fases de
desarrollo cognitivo, que van desde la más temprana infancia, cuando el niño aprende
principalmente por imitación, hasta el final de la adolescencia, cuando el individuo ya es capaz de
realizar operaciones de abstracción mental más complejas.

De esta manera la psicología educativa busca comprender y explicar la manera en que los procesos
cognitivos, afectivos, motivacionales, comportamentales y socioculturales afectan a los educadores
y los educandos en los diferentes ambientes educativos, así como estudiar y explicar la evolución
del proceso de aprendizaje en función del crecimiento y desarrollo de las aptitudes cognitivas de los
estudiantes.

Al comprender entonces cual es el papel de la psicología educativa y lo que busca explicar, es

importante centrarnos en la forma en que funcionan los distractores que se convierten en barreras
para los procesos de enseñanza - aprendizaje en el entorno académico, específicamente el uso de las
redes sociales en el ambiente educativo.

Las redes sociales en el presente se han convertido en herramientas fundamentales; se percibe desde
varias miradas, algunas de estas argumentan que su uso agiliza la educación. Es este el momento
para realizar la pregunta ¿Pueden las redes sociales llegar a considerarse Educativas? En las últimas
décadas la educación ha dado un giro que quizá las anteriores generaciones no veían venir, por lo
que ya un niño, por ejemplo, no aprende solo a leer desde una cartilla, o reconocer los colores con
una crayola, sino que todo se basa en los videos que están colgados en las diferentes redes sociales
y/o plataformas digitales.

Es valido entender que no todas las personas les dan el mismo uso a las redes sociales hay quienes
las utilizan con fines profesionales, como hay también quienes las utilizan únicamente por diversión
y ocio lo cual hace que el contenido que se publica y se visita sea muy diferente; tocando el tema de
la comunicación, las redes sociales tienen un componente positivo si así se quiere ver, ya que
pueden agilizar la comunicación con seres queridos que estén lejos, nos pueden ser útiles para
conocer nuevos amigo o incluso para conocer una pareja; no obstante hay quienes terminan
perdiéndose en este ciber espacio y se terminan alejando de la realidad y es allí donde se puede
hablar incluso de la detección de trastornos mentales a través de las redes sociales En la actualidad
las redes sociales se están utilizando por algunos psicólogos para la detección de trastornos
mentales ya que se ha puesto en evidencia que las actualizaciones de estado, los “me gusta”, las
fotos, los comentarios, los grupos a los que se pertenece, los eventos que interesan y otros aspectos
de las redes sociales dicen mucho de las personas y pueden servir de guía para la detección de un
trastorno mental. Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido ha puesto
de manifiesto que se pueden extraer gran cantidad de datos de Facebook para obtener un mejor
conocimiento de la salud mental de las personas y detectar casos de esquizofrenia o depresión.

En este sentido sin dejar de reconocer que las redes sociales tienen beneficios para las personas se
pueden enumerar algunos riesgos psicológicos a los que se esta expuesto al hacer uso indebido de
estas, a continuación, se definen algunos

adicción a las redes sociales. Muchas personas, sobre todo adolescentes, no pueden estar más de
un minuto sin consultar las redes sociales y sienten ansiedad cuando no tienen acceso a ellas.

Aislamiento. Como decíamos anteriormente, la comunicación que facilitan las redes sociales
también puede suponer una forma de aislamiento para algunas personas que se encierran en casa
para relacionarse solo a través de Facebook, Twitter u otras redes sociales.

Comportamiento antisocial. El hecho de relacionarnos solo en un entorno virtual con otras

personas puede producir un comportamiento antisocial.

La desconexión de las redes sociales puede producir en personas adictas síntomas de ansiedad y de
estrés.

Por otra parte, algunos autores se centran en dejar aportes siendo este un tema nuevo que no se
encuentra fundamentado en teorías psicológicas si hay quienes lo abordan desde una mirada
académica.

Turkle (1997), señala que, en la actualidad, este sistema digital se ha convertido en algo más que
una herramienta, puesto que la comunicación e interacción que demanda ofrece nuevos modelos de
En ocasiones el uso del internet es perecedero y se pasa a conocer físicamente a las personas
contactadas. Así pese a la desilusión que pudiera darse al conocerse en persona, se han llegado a
concretar relaciones fuera del internet. Sin embargo, como menciona Gubern (2000), existen
personas que preferirían dejarlo así y prolongar su anonimato. mente y un medio nuevo en el que
proyectar nuestras ideas y fantasías.

Wolton (2000) habla de que estamos en una era de soledades interactivas. Según este autor, la
soledad en las sociedades actuales se manifiesta en la dificultad de los individuos en establecer
contacto con los que están a su alrededor. La evidencia de las soledades interactivas es la obsesión
por estar siempre localizables, así como la angustia por no recibir llamadas telefónicas o por ver que
no llega ninguna alerta de mensaje o notificación. Numerosos casos han demostrado que, a través
de los nuevos medios, la gente hace amistades, forma grupos o se enamora. El libro de Turkle
(1997), La vida en la pantalla y el de Gwinnell (1999), El amor en internet, son ejemplos que dan
cuenta de Algunos expertos en psicología advierten que exponer excesivamente la vida personal,
también podría hablar de sujetos con baja autoestima, quienes buscan aprobación y aceptación de
los demás.

Turkle (2007), señala que, en la actualidad, este sistema digital se ha convertido en algo más que
una herramienta, puesto que la comunicación e interacción que demanda ofrece nuevos modelos de
mente y un medio nuevo en el que proyectar ideas y fantasías. Esos casos reales de la utilización de
Internet para que la gente muestre su humanidad.

Gubern, (2000). Afirma que la red provoca una conducta adictiva, al punto que en imágenes del
cerebro se observa un claro deterioro, que en las mismas zonas que afectan a los drogadictos. Ya
que, de acuerdo con las investigaciones realizadas, disminuye la cantidad de materia blanca en las
regiones donde se controlan las emociones, la toma de decisiones y la capacidad de concentración y
atención. Incluso, el cerebro puede perder su capacidad de memorizar

Por lo tanto, es preciso realizar un uso responsable de las redes sociales, aprovechar los aspectos
positivos que tienen y controlar los negativos.
 Referencias bibliográficas

Recuperado de: https://medac.es/articulos-educacion-infantil/influyen-las-redes-sociales-la-

educacion/

Recuperado de: https://www.universidadviu.com/las-redes-sociales-efectos-psicologicos/

Wolton, D. (2000). Internet ¿y después? España: Gedisa.

Turkle, S. (1997). La vida en la pantalla. España: Paidós

Wolton, D. (2000). Internet ¿y después? España: Gedisa

Sánchez, A. (2001). La era de los efectos en internet. México: Océano.