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Durante el siglo XX, el mundo vivía en medio de una gran tensión, la Primera
Guerra Mundial centrada en Europa entre 1914 y 1918 generó por un lado un
notable crecimiento económico para países como estados unidos quienes
proporcionaron armas y víveres a los ejércitos enfrentados, y por otra parte,
difíciles condiciones para los vencidos tras el tratado de Versalles, además de
varias ciudades europeas completamente destruidas; sabemos que desde tiempo
anterior a la primera guerra mundial, había sido escrito por los alemanes Karl Marx
y Friedrich Engels el manifiesto comunista, que trajo consigo ideas revolucionarias
que prometían un régimen económico diferente para el proletario, que inspiraron la
Revolución Rusa en octubre de 1917.
Después de la abundancia económica de 1920, época conocida como los "años
locos", vino el desalentador desastre económico de Wall Street en 1929, o la crisis
del 29 que se produjo debido a la sobreproducción, que llego con despidos
masivos y pobreza, época de recesión y conflictos que acompañados del
controlador tratado de Versalles, provocaron el ascenso de los sistemas totalitarios
en los países vencidos en la primera guerra mundial, provocando así, la Segunda
gran guerra.
Tras la Primera Guerra Mundial quedo en evidencia los límites y alcances del
sistema capitalista, era claro que lo que predominaba era un modelo de vida que
privilegiaba el dinero, la producción y los valores de cambio frente al hombre. Este
modelo de vida, trajo como consecuencia la pobreza intelectual, la desvalorización
artística contra los que reaccionaron contra esta en 1905, Pablo Picasso y
Georges Braque con sus exposiciones cubistas, y el futurismo. Los efectos de la
Revolución Industrial cambiaron para siempre a la sociedad europea de principios
del siglo XX, los constantes avances científicos acostumbran a individuo y
sociedad a que el desarrollo dé cada vez más bienestar y consumo, "Lo de
siempre" dejó de tener validez a la luz de los nuevos descubrimientos científicos y
las nuevas formas de relaciones humanas, El automóvil, el cinematógrafo, el
teléfono, supusieron la sustitución de lo viejo y caduco por lo nuevo y original.
Así se dan los primeros pasos de la vanguardia, Aunque el momento de explosión
definitiva coincide, lógicamente, con la Primera Guerra Mundial, las
confrontaciones sociales y políticas cada vez tienen menos sentido; bien sea por
revoluciones de muy distinto signo las unas de las otras o por movilizaciones de
masas y las más violentas y mortíferas guerras de la historia, con la conciencia del
sacrificio que significaban las guerras (las muertes, la pobreza, la destrucción…)
mostraban lo absurdo que resultaba esto, y acercaban a la promesa de una vida
diferente alentada por el triunfo de la revolución socialista en Rusia.
El artista ha accedido a su completa y deseada libertad, la mayoría inspirados por
ideales revolucionarios saben que lo de ellos se espera, es una conciencia social,
una nueva función equipara los artistas e intelectuales, quienes se supone deben
interpretar la realidad y mas que comprender su realidad, tal como dijo Marx «Hay
que transformar el mundo».
Comprendiendo el contexto histórico, también podemos deducir algunas
reacciones generadas en el público, con la libertad de creación, muchos artistas
se vincularon a las vanguardias creando sus propias concepciones filosóficas y
estéticas, que se desarrollaron con gran rapidez, esto ocasionó que el público no
comprendiera realmente lo que querían transmitir los artistas con sus creaciones,
por esto, parte del arte se incorpora al capitalismo establecido, delimitando su
libertad a la ley de oferta y demanda y haciendo crecer el arte en todas sus
expresiones como un negocio.
Ahora bien, si en esta época tomaron fuerza los sistemas totalitarios los artes
impulsados desde el poder fueron tomados desde una perspectiva completamente
antivanguardista, entre ellos encontramos algunos como el Arte Nazi en la
Alemania de los años treinta y cuarenta, este se conocía como arte ario, propio de
una raza superior y opuesto al arte degenerado e impuro (que identificaba como el
arte de los deficientes mentales y de las razas inferiores, y definía como una
degeneración del gusto artístico que los judíos pretenderían imponer con la
etiquetas de vanguardia, abstracto o expresionista). Otro similar a este fue el arte
fascista, entendido como el realizado en el periodo de entreguerras en la Italia
fascista, incluso fue mucho más diverso, incluyendo manifestaciones
vanguardistas como el futurismo y de arquitectura racionalista, pero también
manifestaciones clasicistas más cercanas al arte nazi. Aquí podemos deducir que
la respuesta de los sistemas totalitarios frente a las innovaciones del
vanguardismo fue de absoluto rechazo.
El rechazo del las vanguardias en los sistemas totalitarios era lógico, ya que cada
corriente venia acompañada de un ideal libertario, proponían la exaltación del ser
libre y más aun de la propia capacidad de creación, lo cual era totalmente
contrario a las ideas con las que se doblegaban a sus sometidos.
Varias corrientes artísticas vanguardistas proponían el rechazo de las leyes como
manera de llegar a la libertad pura, es el caso del dadaísmo
« El sistema DD os hará libres, romped todo. Sois los amos de todo lo que
rompáis. Las leyes, las morales, las estéticas se han hecho para que respetéis las
cosas frágiles. Lo que es frágil está destinado a ser roto. Probad vuestra fuerza
una sola vez: os desafío a que después no continuéis. Lo que no rompáis os
romperá, será vuestro amo»
Louis Aragón, poeta francés.
Por último podemos concluir que las vanguardias se pueden encontrar la mayor
concentración de creatividad que en los movimientos artísticos que la precedían,
Todo se ha intentado y todo se ha hecho posible, en la realidad como en el arte. Si
se habla de una nueva arquitectura espacial, sí es posible una ciudad subterránea,
también la escultura se ha convertido en un objeto que se mueve, o confunde sus
límites con la pintura, que se hace material. La misma música ha llegado a ser
conjugada con las artes plásticas. Nunca ha habido una mayor capacidad
asociativa entre las artes como lo hay en las vanguardias.
Además los avances tecnológicos y el contexto histórico hacen que este
movimiento signifique una ruptura entre al arte tradicional y el actual, exigió a los
artistas gran capacidad de innovación y creatividad, que adicionalmente propuso
del are que buscaba ser sublime y trascendental, a un arte más realista y
cotidiano, que ahora resulta ser más accesible y comprensible al público, la misma
libertad del artista vanguardista lo ligó a causas sociales y políticas, a que por
medio del artes se transmitieran ideas revolucionarias que no llegaran solamente a
lo critico, también al cambio, ya que cuestionando al público sobre lo que
considera moral o real, es que se llega a la revolución desde su forma más real,
no impuesta si no que cada persona decida hacer propio el cambio.