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Aunque los aspectos recién mencionados nos puedan parecer positivos, hay un elemento en

contra de mucha fuerza a la hora de juzgar cuán beneficioso o dañino puede ser un
cautiverio para los animales. Nos referimos a que, naturalmente, las bestias están hechas
para crecer y desarrollarse en la vida salvaje. Tras milenios de evolución, el sistema nervioso
y las características físicas del organismo animal están configurados genéticamente para
estimularse con los factores de su entorno. En este sentido, mantener cautivos a los
animales, incluso alimentándolos y cuidándolos adecuadamente, puede estar frenando todo
su potencial como seres vivos. Por otro lado, el hecho de que los alejemos de su medio para
protegerlos hasta el día de su muerte puede parecernos algo noble y benévolo. Pero ¿no es
posible que con ello estemos afectando especies enteras? Este también sería un punto de
vista interesante: ¿hasta dónde nuestra interferencia en los propios procesos naturales, sin
tener una visión del conjunto, puede impactar drásticamente un ecosistema? Como vemos,
los cautiverios tienen sus pros y contras para humanos y otros animales. Si bien es alentador
que cada día el concepto de cautiverio tienda hacia el de reservas naturales –grandes
espacios donde se simulan las condiciones de vida salvaje–, cuán dañina puede ser la
existencia de estos lugares, sigue siendo un punto polémico entre los científicos.

Los animales no deberían estar encerrados: Todos los animales tienen su hábitat natural, y el
tenerlos en cautiverio destruye su reproducción natural y la cadena alimentaria Son
torturados: Muchos de estos animales reciben daños por parte de los humanos.

Los perjudican y los vuelven dependientes: En caso de tener que soltarlos, al estar en
cautiverio no aprendieron costumbres salvajes importantes para su desarrollo.

Se daña el equilibrio ecológico: Existe una cadena alimentaria que depende de todos
nosotros, al sacar animales se desbalancea desde el inicio hasta el final con consecuencias
graves

1. Pueden utilizarse cómo medio didáctico.

Son numerosos los centros educativos, los que realizan excursiones para que los niños
puedan conocer de primera mano el comportamiento y el hábitat de los animales que
estudian en sus clases.

2. Muchos animales han sido rescatados.

Muchos de los animales que viven en los zoológicos han sido rescatados de los circos en los
que los maltrataban o han sido rescatados por las consecuencias del cambio climático en su
hábitat.

3. Los zoológicos como herramienta anti-extinción.

Gracias al cuidado del personal experto en dichas especies, los animales pueden
reproducirse en cautiverio, garantizando el desarrollo pleno del animal, cosa que no podría
garantizarse en un entorno natural.
4. Bajo la atención de los expertos.

Aunque existen lugares ilegales que se hacen llamar 'zoológicos', solo en los que cumplen
con todos los procesos legales se podría decir que los cuidadores hacen que los animales no
padezcan, ya que se ponen a su disposición ante cualquier cuidado necesario.

5. Calidad = garantía de vida.

La calidad de muchas de las instalaciones de los zoológicos hacen que los animales puedan
tener mayor garantía de vida, realizando ejercicios rutinarios y comiendo las veces
necesarias, lo cual no se podría asegurar en la propia naturaleza.

¡En contra!

1. A nadie le gusta vivir encerrado.

Algunos animales son extraídos de su tierra para acabar encerrados.

Si fuera al revés, y fuéramos los humanos los criados en cautiverio para exhibirnos delante
de los animales, no nos gustaría.

2. Hay algunas personas que aborrecen a los animales y los maltratan.

3. Algunos animales logran gestar en cautiverio, y sus crías son muy atractivas, ¿pero qué
sucede con los ejemplares más viejos?

Los animales que ya no sirven son vendidos o eliminados ¿Es justo que después de haber
estado encerrados toda su vida para beneficio del zoo, éste se deshaga de ellos de esta
forma? A mi no me lo parece.

4. Algunos zoológicos abastecen con animales la industria de la carne “exótica” otros que
abastecen con animales a los laboratorios.

5. Las condiciones en que se alojan a los animales no suelen parecerse a las condiciones en
que vivirían de forma natural estas especies, ningún parque/zoológico tiene la capacidad de
reproducir la biodiversidad de los hábitats de cada especie.

Algunas especies necesitan espacios abiertos bastantes extensos para cubrir cierto grado de
bienestar, que ningún zoo es capaz de crear. Animales como osos, elefantes o delfines, llevan
especialmente mal la cautividad.

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