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Por una parte, costo social (ej. Pérdida irrecuperable de eficiencia), el Monopolista estará incentivado a
vender a un mayor precio una menor cantidad de bienes, obteniendo RENTA MONOPOLICA. Efecto
contrario al de la competencia (< Q. Bs a > precio).
Si el poder de mercado del competidor imperfecto es suficientemente grande, existe el riesgo de que
existan prácticas restrictivas de la libre competencia. Es en este caso es cuando se producen guerras de
precios, prácticas predatorias y otras conductas (en algunos casos crueles) que pretenden perjudicar a los
consumidores y también a veces a los competidores.
Ya se ha dicho que la libre competencia, en tanto atributo constitutivo del mercado, es el bien jurídico protegido
por el D.L 211, antes y después de la reforma que le fuera introducida por la Ley 19.111.
II.- CONCEPTOS FUNDAMENTALES:
En el análisis de cualquier caso de derecho de la competencia se debe analizar, en primer lugar, el poder de mercado
de la empresa de que se trate y si tiene una posición dominante en el respectivo mercado, de la que pudiera abusar.
Para poder determinar lo anterior hay que analizar en primer lugar cual es el mercado relevante para poder
determinar si la empresa cuestionada tiene poder de mercado en el mismo y, para determinar esto último, no basta
con analizar la participación de mercado de la empresa en dicho mercado relevante o el grado de concentración
de éste.
Debe analizarse asimismo si existen otros factores que, independientemente de la participación de mercado,
influyen en el poder de mercado; tales son, entre otros,
Existen factores, como la libre entrada, que impiden el ejercicio del poder de mercado incluso de empresas con
una gran participación de mercado.
Baste recordar el caso de la fusión de Fensa-Mademsa, que fue autorizada considerando la enorme competencia
externa que existe en su mercado, o la fusión de Hucke-Mackay, que fue autorizada considerando la existencia de
buenos sustitutos y de competencia externa en relación con sus productos, así como los bajos costos para entrar o
salir de la industria (costos hundidos), que hacen el mercado de las galletas un mercado altamente disputable.
En efecto, y como se desprende de numerosa jurisprudencia emanada de los organismos antimonopolios chilenos,
la concentración excesiva en un mercado relevante permite efectuar prácticas restrictivas cuando:
i. Las barreras de entrada al mercado relevante son altas (o de salida del mismo), ya que impiden la presencia
de nuevos competidores (mercados desafiables o disputables) o existen alto costos hundidos (en barreras
salida) y;
ii. La elasticidad precio de la demanda de los productos ofrecidos en el mercado en cuestión es baja
(inelástica), principalmente porque no existen buenos sustitutos ni bienes importados que aseguren la
posibilidad de competencia con el producto que pasará a ser ofrecido preferentemente por un sólo agente
en dicho mercado.
La elasticidad precio de la demanda es el grado de sensibilidad o respuesta de la cantidad demandada frente a un
cambio en el precio de un bien.
Si la demanda es inelástica al precio, el productor monopólico podrá subir sustancialmente sus precios sin tener
que disminuir en forma importante la producción. Por ello, el monopolista tendrá grandes incentivos económicos
para abusar de su posición dominante en el mercado.
El análisis del poder de mercado debe considerar que hoy vivimos en una economía global, en que:
por una parte, el poder de mercado que puedan detentar las empresas a nivel mundial puede darle la
posibilidad de monopolizar también los nuevos mercados en que incursione
por la otra, el hecho que los productos que elaboran las empresas que pretenden fusionarse sean bienes
transables, disminuye su poder de mercado puesto que, por una parte, sus productos deberán competir
con los productos importados y, por la otra, los eventuales competidores de la empresa fusionada también
podrán colocar sus productos en los mercados internacionales.
Elementos Conceptuales para la Definición de Empresa Dominante.
Para definir a una empresa como dominante no debe analizarse sólo la participación de mercado estática en un
determinado mercado geográfico, que sin duda tiene gran importancia, pues, como nos señala el profesor Tarziján:
“Para determinar qué firma es dominante en un mercado requerimos conocer y analizar un vector de atributos de
cada firma que opera en él. Este vector deberá comprender una serie de variables tales como:
no es un concepto que involucre sólo una variable (como tamaño o participación de mercado)
ni un concepto que se pueda aplicar en un contexto completamente estático (en términos de sacar una foto
del mercado en un momento del tiempo)
sino que involucra un análisis más complejo donde se interrelacionan diversas variables.
Por ello podríamos sostener incluso en un extremo que en determinadas condiciones una empresa que no tiene
una participación de mercado mayoritaria en un determinado mercado geográfico podría tener poder de mercado
frente a otra con una participación de mercado superior en el mismo.
Por ejemplo, una pequeña empresa que en una pequeña localidad es monopólica porque no ha ingresado a ella las
grandes empresas del respectivo rubro no puede sostenerse que tenga poder de mercado frente a éstas. (Ej.
Almacén o pequeño supermercado frente a los grandes, tienda frente a las grandes tiendas).
Pueden existir empresas regionales exitosas que, frente a otras más pequeñas en sus respectivas localidades, tal
vez puedan tener poder de mercado, pero que frente al poder de las grandes compañías dominantes a nivel
nacional son insignificantes. Lo mismo podría ocurrir a nivel internacional.
Asimismo, una empresa monopólica podría no tener poder de mercado.
DERECHO DE LA COMPETENCIA, COMPETENCIA DESLEAL Y PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR.
Son ramas distintas del derecho, aunque la separación entre derecho de la competencia y competencia desleal se
está haciendo cada vez más difusa.
1. Competencia desleal:
EL NUEVO TRIBUNAL DE DEFENSA DE LA LIBRE COMPETENCIA.
ASPECTOS SUSTANTIVOS.
La Ley 19.911, de 14 de noviembre de 2003, que comenzó a regir el 14 de febrero del presente año, modificó en
diversos aspectos el DL 211.
I. Se creo el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, que vino reemplazar a las Comisiones Preventivas
y Resolutiva. Con ello se buscó fortalecer al órgano encargado de conocer de estos asuntos:
Dotando al Tribunal de mayor independencia
Creando condiciones que faciliten su imparcialidad (generación, inhabilidades, etc.).
Estableciendo la elección de sus integrantes mediante concurso público de antecedentes, los que serán
remunerados y con dedicación significativa al Tribunal.
Profundizando la separación de funciones entre el Tribunal y la FNE.
Dando mayor independencia al Tribunal frente al poder ejecutivo.
Se discutió si mantener la Comisión Preventiva Central como Tribunal de primera instancia y al Tribunal como el de
segunda instancia, dejando a la Corte Suprema únicamente como corte de casación, lo que me parece más
adecuado. Ello se descartó diría que por razones principalmente presupuestarias.
Se planteo también dejar al Tribunal como organismo de única instancia, manteniendo igualmente a la Corte
suprema como corte de casación. Ello se descartó porque no se respetaría el principio de la doble instancia
(principio que en diversas legislaciones y materias se ha ido dejando de lado en el derecho comparado).
Finalmente se optó por el sistema de un tribunal especial y la posibilidad de reclamar de sus sentencias para ante
la Corte Suprema, constituyéndose ésta en un tribunal de segunda instancia, facultado para conocer de los hechos
y del derecho.
II. Se pretende aclarar, aunque no modificar, el bien jurídico protegido (Diego Valdés). (Art. 3: COLUSIÓN (letra
a), la EXPLOTACIÓN ABUSIVA DE POSICIÓN DOMINANTE (letra b) y las PRÁCTICAS PREDATORIAS (letra c)).
Sigue siendo una enumeración por vía meramente ejemplar (“se considerarán, entre otros” ...).
III. Se había eliminado el carácter penal de los atentados a la libre competencia pero se repuso para casos de
colusión, y al mismo tiempo se aumentan enormemente las penas pecuniarias (de 10.000 UTM a 20.000
UTA, más de $ 7.200.000.000.-y luego hasta 60.000 UTA) y se hace solidariamente responsables de su pago
a directores, administradores y gerentes (además de facultad de aplicarles sanciones a ellos directamente,
lo que podría implicar un cúmulo de responsabilidades).
IV. Se efectúa una serie de modificaciones de orden procesal que pretenden dar mayores garantías a las partes
sin llegar a impedir la eficacia de la norma que, si bien mejoran el sistema anterior, todavía adolecen de
algunos defectos de importancia.
EL TRIBUNAL
Es un tribunal superior de justicia, especial e independiente, sujeto a la superintendencia directiva, correccional y
económica de la Corte Suprema (Art. 7).
Funciones (art. 18):
1) Prevenir:
Conocer operaciones de concentración
Absolver consultas en asuntos no contenciosos que puedan infringir la ley.
dictar instrucciones de carácter general,
Proponer la dictación de normas para fomentar la LC o regular actividades económicas (sólo por ley se
puede)
Proponer la modificación de normas legales o reglamentarias que estime contrarios a la libre
competencia
medidas precautorias, que, en derecho de la competencia, además de pretender “asegurar los
resultados de la acción deducida en juicio”, suelen perseguir la prevención de los efectos negativos de
las conductas sometidas al conocimiento del Tribunal.
2) Corregir:
Art. 3. Medidas correctivas o prohibitivas que puedan disponerse en cada caso => No están enumeradas
ni tienen límites precisos (cajón de sastre).
Art. 26:
a) Modificar o poner término a contratos, convenios, sistemas o acuerdos contrarios a la L Competencia
(letra a).
b) Ordenar la modificación de sociedades, etc., que hubieren intervenido en los hechos, actos o
convenciones contrarios a la libre competencia (letra b).
3) Sancionar: Sin perjuicio que muchas de las medidas antes indicadas implican sanciones a quienes se aplican,
y a veces de mucho mayor gravedad que una multa (Ej. Cuando se ordenó a Telefónica de España vender
su participación en CTC o ENTEL, a su elección), las sanciones por excelencia son:
Multas a beneficio fiscal de hasta 30% ventas; doble beneficio Eco. y hasta 60.000 UTA (letra c).
Disolución de sociedades, corporaciones y demás personas de derecho privado que hubieren
intervenido en los hechos, actos o contratos atentatorios contra L C (letra b).
Al respecto podemos distinguir atribuciones propiamente jurisdiccionales del Tribunal (art. 17 C Nº 1), de aquellas
que podríamos denominar atribuciones administrativas (art. 17 C Nº 2, 3 y 4).
Art 30: ACCIÓN DE INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS.
Ante el Tribunal Civil Competente, de acuerdo con el procedimiento SUMARIO.
Juez fundará su fallo en conductas, hechos y calificación jurídica de los mismos, establecidos en la
sentencia del TDLC.
Nueva veta de actividad para los abogados.
Aparte de indemnizar, con ello se logra que los efectos de una práctica restrictiva, si son
fijando precios de compra o de venta => Poco feliz. TDLC => regulación indirecta de los mercados; no control
de precios.
imponiendo a una venta la de otro producto Ventas Atadas (Requisitos)
asignando zonas o cuotas de mercado (Ej. Cláusula radial, etc.) o,
imponiendo a otros abusos semejantes
(USA vs. Europa en EXPLOTACIÓN).
Precisamente lo que distingue estas últimas prácticas de las señaladas en la letra a) está en que en el primer caso
hay colusión, concertación, acuerdo y en el segundo una imposición de quien tiene una posición dominante en el
mercado a otros agentes económicos que no la tienen.
DISCRIMINACIÓN ARBITRARIA.
Llama la atención que no se haga referencia a la DISCRIMINACIÓN DIRECTA O DE PRECIOS NI A LA INDIRECTA,
cuando ésta no tiene una justificación económica, ni a la fijación de precios de reventa, que son más fáciles de
perseguir.
En efecto, la discriminación de precios puede ser:
1) EXPLOTATIVAS: para apropiarse de una mayor parte del excedente del consumidor (o del productor), o
2) EXCLUSORIAS: para efectuar prácticas predatorias. (y no está en b) ni en c).
Si los costos son diferentes respecto de uno y otro comprador, el precio debe ser también diferente, lo que no
implica en modo alguno cometer discriminación arbitraria de precios.
Así se ha fallado reiteradamente por las comisiones preventivas y Resolutiva, que siempre han aceptado establecer
políticas de precios siempre que las diferencias de precios tengan una fundamentación económica razonable.
Por ello se han aceptado en el pasado:
descuentos por volumen o por pronto pago (Ej. Resolución Nº 385 de la H. Comisión Resolutiva,
por existir o no competencia extranjera (Res. Nº 113),
por tratarse de operaciones diferentes (Res. 230),
por tratarse de mercados diferentes (Res. 260, 238, 259),
por haberse hecho conforme a criterios objetivos y generales, aplicables a todos los que están en la misma
situación por igual (Res. 371, 59, 135),
por beneficiar al consumidor (Res. Nº 42),
por diferenciar entre socios y no socios de una asociación gremial (Res. 338),
por tratarse de un mercado competitivo (Res. 428)
ABUSO DE POSICIÓN DOMINANTE.
Los requisitos son COPULATIVOS. No basta que exista poder de mercado o una posición dominante en el mismo.
Debe haberse abusado de él para que exista una conducta sancionable. Por eso (y porque no todos tienen poder
de mercado), se dice que el monopolio no es en sí malo o condenable.
Letra c) PRACTICAS PREDATORIAS:
“Las prácticas predatorias, o de competencia desleal, realizadas con el objeto de alcanzar, mantener o incrementar
una posición dominante”.
El término “predatorio” se refiere a un comportamiento aniquilador. En el mundo económico, se aplica a un variado
repertorio de conductas y prácticas empresariales, distintas a la competencia basada en los méritos, que tienen en
común el hecho de ser instrumentos para destruir o a lo menos perjudicar a otros competidores, para aumentar el
poder de mercado, con la esperanza de obtener mayores ganancias en el futuro (renta monopólica).
Las prácticas predatorias pueden ser de precios o por vías distintas de precios.
PRÁCTICAS “PER SE” contrarias a la libre competencia.
Hay una clasificación adicional de las prácticas restrictivas: La que las distingue entre las prácticas anticompetitivas
absolutas (per se) y prácticas restrictivas relativas (regla de la razón).
Considerando que en los tres grupos de casos se agregó la exigencia de poder de mercado por quien comete la
práctica (“abusando del poder que dichos acuerdos ...” (a); “explotación abusiva ... de una posición dominante” (b);
“...con el objeto de alcanzar, mantener o incrementar una posición dominante” (c)).
Esto nos hace pensar que, el legislador, siguiendo las más recientes tendencias en materia de derecho de la
competencia, prefirió apartarse de la tradicional distinción entre prácticas “per se” contrarias a la libre competencia
y aquellas en que debe aplicarse la “regla de la razón”, haciendo más general ésta última, pues al menos habrá que
acreditar la existencia de poder de mercado de quien las comete.
Es decir, hay que analizar las prácticas CASO A CASO, pues sólo se considerarán anticompetitivas si se demuestra
que implican una lesión a la competencia, actual o potencial, que provoca un daño social identificable.
Así podemos ver ciertas conductas que en el pasado se consideraron per se contrarias a la libre competencia, como
la colusión o la distribución exclusiva, que se han aceptado cuando tienen una justificación económica razonable.
Sin perjuicio de lo anterior, es posible encontrar conductas cuya simple prueba, en general llevan a la aplicación de
una sanción (Ej. Las formas más evidentes de colusión, repartos de mercados, etc.) y otras en las cuales el tema de
análisis no es tanto si la conducta realmente ocurrió sino sus reales efectos anticompetitivos.
Analicemos algunas de las PRACTICAS RESTRICTIVAS MÁS FRECUENTES.
1) PRACTICAS HORIZONTALES COLUSIVAS.
Las prácticas horizontales concertadas consisten en acuerdos celebrados entre empresas competidoras dentro de
un mismo mercado.
Objetivos:
Motivos relacionados con la eficiencia económica (Ej.: Acuerdos (joint-ventures) que impliquen algún tipo
de integración parcial entre empresas para aprovechar ciertas economías de escala o el uso conjunto de
algún recurso => Canales de distribución, investigación y desarrollo, personal especializado, etc. Ejs.:
Asociaciones gremiales; redbanc, desagregación de redes, etc.)
Causas relacionadas con el ejercicio del poder de mercado => Colusión.
COLUSIÓN: Situación en la cual una serie de empresas acuerdan no competir entre ellas con el objeto de aumentar
los beneficios conjuntos de todo el grupo. En definitiva, es el caso de un oligopolio que actúa como si fuera un
monopolio, con todas las ventajas que ello implica.
Diferencia fundamental entre MONOPOLIO Y OLIGOPOLIO.
Practicas colusivas:
acuerdos de precios: Precios fijos; precios mínimos de venta y precios máximos de compra; acuerdos para
cotizar en licitaciones; fijación concertada de bonificaciones, descuentos u otros beneficios que determinan
el precio, etc.
Fijación de cuotas de producción
Reparto del mercado (territorios)
PRUEBA.
Normalmente este tipo de acuerdos no consta por escrito y no son fáciles de probar. Por ello es necesario tener en
cuenta cuales son los principales factores necesarios para que una colusión pueda tener éxito:
Entre estas:
a) Imposición de Barreras a la entrada: Quien tiene poder de mercado pretende frenar la entrada a mercado
de un competidor potencial realizando un gasto destinado a evitar que el competidor potencial pueda
entrar al mercado en cuestión o aumentando los costos o disminuyendo los ingresos del competidor para
evitar la entrada. Ej. Barreras: Fósforos chinos; Carrefour; Microsoft; etc.
b) Adquisición o posesión de algún activo esencial para la provisión de un bien o servicio y de la negativa a
otorgarle el acceso a dicho servicio a los competidores. Ejs.: Desagregación de redes o negativa de
interconexión en materia de telecomunicaciones. Hoy: Sal Lobos
Requisitos:
3) PRÁCTICAS PREDATORIAS.
El término “predatorio” se refiere a un comportamiento aniquilador. En el mundo económico, se aplica a un variado
repertorio de conductas y prácticas empresariales que tienen en común el hecho de ser instrumentos para la
destrucción de otros competidores.
Una buena noción de este tipo de conductas es la de HERNANDEZ RODRIGUEZ. De acuerdo a éste, las conductas
predatorias son "todas aquellas prácticas, distintas a la competencia basada en los méritos, con las que una
empresa, para aumentar su poder de mercado, pretende eliminar del mismo o por lo menos perjudicar, a uno o
varios competidores, mediante el empleo abusivo de medios, generalmente considerados como competitivos,
renunciando a los beneficios a corto plazo, con la esperanza de obtener mayores ganancias en un período más
prolongado de tiempo".
Lo trascendente de esta noción es que logra establecer la característica específica que distingue a este tipo de actos
que no forman parte de la Competencia basada en los méritos: Su aparente pero falsa licitud. En efecto, dentro de
esta clase, caben una serie de conductas que en sí mismas, no pueden más que mirarse como legales - por ejemplo,
el uso de publicidad o la venta de productos por debajo del costo - pero que; dadas las condiciones o elementos en
que están envueltas, dejan al descubierto su anti-competitividad.
Elementos que hacen anticompetitiva la conducta:
1. En primer lugar, el ejercicio en exceso o injustificado de los comportamientos en cuestión, lo que significa
para su autor la existencia de perdidas, aunque en ello no hay acuerdo en la doctrina. Esto, desde ya hace
inferir que los actos no están realizándose con el objeto de maximizar beneficios y por tanto, que se
encuentran fuera de una competencia basada en los méritos.
2. En segundo lugar, la constatación de una intención anticompetitiva: monopolizar el mercado, eliminando o
perjudicando a otras empresas. Es decir, bajo la aparente licitud, existe un objeto ilícito que explica la razón
de las perdidas temporales que pueda implicar la conducta; obtener ganancias mucho más importantes en
un tiempo más prolongado.
3. Algunos autores estiman que, además, quien ejerce la conducta debería detentar un suficiente poder de
mercado, lo que sirve como indicio de que el propósito encubierto podrá finalmente tener éxito.
Los elementos anteriores son copulativos, pues basta con que uno de ellos no se manifieste, para que la conducta
sea lícita. Si el ejercicio de ésta no es en exceso o injustificado, no hay perdidas, por lo que mal puede hablarse de
una práctica que no tenga por objeto maximizar beneficios y la eventual intención de perjudicar a un competidor,
podría ser la propia de toda empresa en una lucha comercial basada en los méritos. De otra parte; por más que el
acto signifique pérdidas o reducción de ganancias que a primera vista pueden parecer incomprensibles, si éste se
lleva a efecto sin el propósito de monopolizar el mercado, tampoco habrá anti-competitividad, por cuanto son
variadas las razones distintas a una intención como la señalada, que, bajo un análisis más detallado, pueden explicar
el objeto de tales estrategias. Finalmente; si la práctica es ejercida por una empresa que no goza de una posición
dominante suficiente para cumplir su propósito encubierto, el comportamiento no constituye una amenaza, debido
a que nunca podrá llegar a su fase final.
Dentro de las prácticas predatorias se encuentran, por una parte, aquellas estrategias que no constituyen una
política de precios (non-price predation). Estos métodos de predación se configuran generalmente como aquellas
medidas cuyo objetivo es incrementar los costos de los rivales ojalá haciéndolos prohibitivos.
Sin embargo, las más comunes prácticas predatorias son los denominados precios predatorios, que dicen relación
con toda estrategia de precios bajos que tiene por objeto la expulsión de los competidores, o el no ingreso de otros
potenciales, provocando una restricción a la competencia en un determinado mercado.
a) Predaciones basadas en los precios: Como puede uno imaginarse, identificarlas en la realidad, es una de
las tareas más difíciles del Derecho de la Competencia, por cuanto se alimentan de uno de los principios
fundamentales de la economía: la libre determinación de los precios.
En este sentido y en primera instancia, aparece como lícito que una empresa establezca los precios que
estime conveniente. Sin embargo, son las circunstancias ya mencionadas, las que terminan por descubrir el
velo de la ilicitud. En el marco de la presente clase de actos, son dos los que por regla general se señalan: -
la aplicación de precios predatorios (price predation); - y el establecimiento de precios límites. Algunos
también agregan la discriminación de precios.
El establecimiento de precios predatorios no es sino el nombre que recibe una venta por debajo de los
costos cuando ésta es ilícita. Ej: Resolución 479, Dap contra Lan Chile
¿Qué costo? Algunos hablan de costo marginal de corto plazo, otros de costo medio variable
Jurisprudencia: Venta bajo costos no es ilícita cuando:
Quien fija el precio no tiene poder de mercado
Se fijan por corto plazo, con fines promocionales
En general, cuando tiene una explicación económica razonable, distinta a la de depredar.
Los acuerdos de distribución exclusiva horizontal => Cuando el proveedor garantiza al cliente que él será el
único revendedor de su producto en un determinado territorio
Acuerdos de exclusividad vertical: cuando el cliente se compromete a adquirir solamente los bienes que le
suministre un determinado proveedor o a lo menos a no comprar productos de otros proveedores
competidores del primero
Fijación de precios de reventa: Cuando el proveedor impone al cliente el precio al cual deberá revender el
producto que le compra.
CONTRATOS DE DISTRIBUCIÓN EXCLUSIVA
Inicialmente la jurisprudencia de la Comisión Resolutiva estimó que podían considerarse per se contrarias a la libre
competencia este tipo de estipulaciones, estimando que los contratos de distribución exclusiva eran contrarios a
ella, salvo en el caso que el distribuidor vendiera bienes en consignación, pues ese caso se asimilaba al hecho que
el productor vendiera sus productos únicamente a través de canales de distribución propios, lo que siempre se ha
considerado legítimo.
Lo que se objetaba en la distribución exclusiva es que se estuviera dispuesto a vender exclusivamente a un
mayorista (distribuidor), lo que implicaría una negativa de venta a los demás.
Hoy la jurisprudencia de la H. Comisión Preventiva y de la H. Comisión Resolutiva ha tendido a aceptar ciertas
cláusulas de exclusividad cuando tienen una clara justificación económica y permiten que siga existiendo
competencia, considerando por ejemplo legítimos los contratos de distribución exclusiva:
cuando existe competencia entre marcas (lo que se ha señalado en diversos fallos precisamente para el
caso de los automóviles) o
cuando existe un contrato de franquicia con el distribuidor exclusivo; que es una modalidad de producción
y distribución de productos y servicios a través de terceros que se identifican plenamente con la marca a
cambio de una recompensa monetaria (licencia o royalty) estableciéndose las obligaciones del franquiciado
en cuanto a la calidad del producto, identificación del mismo, uso de la marca y uso de la información
reservada proporcionada por el franquiciador.
A modo de ejemplo, cito algunos fallos:
Resolución Nº 336 de 31 de enero de 1990 de esta H. Comisión declaró, ante recursos de reclamación de
Copec, Esso y otra, que no es atentatorio contra la libre competencia que un distribuidor mayorista prohíba
que un distribuidor minorista expenda combustibles suministrados por terceros diferentes del mismo
proveedor primitivo: "II.- No ha lugar al requerimiento del señor Fiscal Nacional Económico, ...., en cuanto
pide se declaren ilícitas, por ser contrarias a la libre competencia, las cláusulas o pactos celebrados entre
una compañía distribuidora mayorista de combustible y un empresario que opera una estación de servicios
con capital y riesgo propios que prohíban, en el mismo recinto o estación de servicio, el comercio de otros
combustibles suministrados por terceros diferentes del proveedor primitivo".
Dictamen Nº 1085 de la H. C. Preventiva Central, de 1 de octubre de 1999, en consulta de L'Oreal Chile sobre
contrato de Distribución Exclusiva, declarando que el contrato consultado (con su cláusula de exclusividad)
se ajusta a las disposiciones sobre defensa de la libre competencia y diciendo en relación al mismo: "... En
general, este contiene las disposiciones propias de un contrato de franquicia o distribución exclusiva,
modalidad de producción y distribución de productos y servicios a través de terceros que se identifican
plenamente con la marca a cambio de una recompensa monetaria (licencia o royalty). Estableciéndose las
obligaciones del franquiciado en cuanto a la calidad del producto, identificación del mismo, uso de la marca
y uso de la información reservada proporcionada por el franquiciador".
Dictamen Nº 812 de la H. C. Preventiva Central, de 30 de julio de 1992, en consulta de Copec Mobil Limitada,
respecto de contrato con empresas que se comprometen a vender exclusivamente lubricantes Mobil. Se
resolvió: "Esta Comisión es de opinión que el sistema de comercialización que pretende implementar la
consultante no afecta la libre competencia puesto que la presencia de distintas marcas en el mercado
permite que opere la libre concurrencia".
Dictamen Nº 728 de la H. C. Preventiva Central, de 9 de enero de 1990, en consulta de Neumáticos de Chile
S.A. NECSA, que señaló, en lo pertinente: "Tratándose de un mercado competitivo, la exclusividad de que
se trata tiende a incentivar, precisamente, la competencia entre marcas. Por ello, esta Comisión estima que
no atentan contra la competencia las cláusulas sobre exclusividad, como las de los contratos examinados".
Dictamen Nº 795 de la H. C. Preventiva Central, de 17 de Enero de 1992, en consulta del Consejo Nacional
de Televisión, señaló: "Si bien puede considerarse una discriminación el que el titular exclusivo para Chile
de los derechos sobre un programa de televisión para los efectos de su transmisión por cable, contrate con
un canal dicha transmisión y no con otros, tal discriminación no es arbitraria, porque está justificada en la
esencia del contrato de transmisión o de retransmisión, en el cual la exclusividad puede ser básica..."
Dictamen Nº 780/813 de la H. C. Preventiva Central, de 16 de septiembre de 1991, en consulta de la
Subsecretaría de Economía, Fomento y Reconstrucción: "La representación exclusiva que tiene la Cámara
nacional de Comercio para prestar el servicio de incorporación al sistema de Código de Barras de la E.A.N,
no es reprochable, por sí sola, desde el punto de vista de las normas protectoras de la libre competencia".