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-Postura rígida y en
flexión, pasos cortos
y lentos, giros en
bloque y menos
oscilación en los
brazos
-Postura rígida y en
extensión
-Postura rígida y en
flexión
El término ataxia cerebelosa se emplea para indicar aquella marcha atáxica que es
debida a una disfunción del cerebelo. Esto causa una gran variedad de síntomas
neurológicos elementales, tales como la hipotonía antagónica, la asinergia, la dismetría, la
discronometría y la disdiadococinesia. Cómo y dónde estas anomalías se manifiestan
depende de qué estructuras cerebelosas han sido dañadas, y si la lesión es unilateral o
bilateral.
El término ataxia sensitiva se emplea para indicar aquel tipo de ataxia debida a la
pérdida del estímulo propioceptivo procedente de los miembros inferiores. Esta carencia
priva al sujeto del conocimiento de su posición en el espacio, del progreso del movimiento
que se está efectuando, del estado de la contracción muscular, y de los detalles más finos
de la superficie del terreno sobre el que se deambula.
Esta clínica generalmente está causada por la disfunción de las columnas dorsales de la
médula espinal, que son las encargadas de llevar la información propioceptiva hasta el
cerebro. Las neuropatías periféricas también pueden ocasionarla. En algunos casos, la
causa de ataxia sensorial en su lugar puede ser la disfunción de las diferentes partes del
cerebro que recibe esa información posicional, incluyendo el cerebelo, el tálamo y los
lóbulos parietales.
Los pacientes con ataxia sensitiva tienden a adoptar una amplia base de sustentación y a
realizar pasos lentos e inestables, con una marcha que les hace andar de forma cautelosa y
precisando de la ayuda visual. Encuentran dificultades para caminar por superficies
irregulares o con disminución de la iluminación.
También, cuando el paciente está de pie con los brazos y las manos extendidas hacia el
médico, si se cierran los ojos, los dedos del paciente tenderán a "caer" y, a continuación, se
restaura a la posición horizontal por una extensión brusca debida a repetidas contracciones
musculares ("mano atáxica").
El término ataxia vestibular se emplea para indicar la ataxia debida a una disfunción del
sistema vestibular. El sistema vestibular detecta la aceleración linear y rotacional de los
movimientos de la cabeza. Modifica y coordina los movimientos pero no inicia actividad
motora.
En este tipo de ataxia es muy importante buscar los síntomas y signos acompañantes,
como vértigo, náuseas, vómitos y nistagmo, porque a menudo se encuentran en trastornos
vestibulares agudos unilaterales. El nistagmo está frecuentemente presente, generalmente
es unilateral y más pronunciado sobre la mirada lejana hacia el lado de afectación
vestibular.
En casos bilaterales de inicio lento, por patologías crónicas de la función vestibular, estas
manifestaciones características pueden estar ausentes, y el desequilibrio puede ser la única
presentación.
Marcha tambaleante
También es conocida por los siguientes términos: Marcha anadeante, Marcha de ánade,
Marcha de pingüino, Marcha de pato, Marcha distrófica.
Se produce por afectación del grupo muscular inervado por el nervio ciático poplíteo
externo. Es susceptible de diferentes tipos de lesión. Algunas de éstas son la compresión del
nervio por una hernia de disco lumbar (por ej., L4, L5, S1), trauma en el nervio ciático,
espondilolistesis, estenosis espinal, lesión en la médula espinal, fracturas óseas (piernas,
vértebras), apoplejía, tumor, diabetes, laceraciones, heridas con armas de fuego o lesiones
de tipo aplastamiento. El pie pendular se encuentra en pacientes con esclerosis lateral
amiotrófica (ELA), esclerosis múltiple (EM) y mal de Parkinson. A veces, el nervio peroneo se
lesiona cuando se estira durante una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla.
El proceso de diagnóstico incluye una evaluación integral de los síntomas del paciente,
historias clínicas actuales y pasadas, exámenes físicos y neurológicos, estudios de imágenes
como las IRM (imagen por resonancia magnética) y electromiogramas (EMG). El
especialista en columna debe determinar la causa del pie pendular antes de formular un
plan de tratamiento.
La cirugía puede ser una opción para corregir o aliviar el problema subyacente que
causa el pie pendular. Por ejemplo, si una compresión del nervio por una hernia de disco
lumbar provoca el pie pendular, entonces es posible que sea necesario un procedimiento
quirúrgico en la columna, que se llama discectomía (extracción del disco), para aliviar o
"descomprimir" el nervio.
Marcha espástica
Causas:
- Absceso cerebral
- Tumor cerebral
- Accidente cerebrovascular
- Traumatismo craneal
- Esclerosis múltiple
Marcha hemiparética
Este tipo de marcha se origina por una lesión unilateral de la vía piramidal. La marcha
hemipléjica se caracteriza por la sinergia extensora. La extremidad inferior se mantiene en
extensión durante todo el ciclo de la marcha; en la fase de balanceo realiza un movimiento
de circunducción, y en la fase de apoyo se eleva el centro de gravedad con caída de la
pelvis hacia el lado opuesto por falta de musculatura abductora.
Marcha paraparética
La marcha paraparética se ocasiona por la espasticidad bilateral de los miembros
inferiores. Se debe con frecuencia a lesiones medulares que afectan a ambas vías
piramidales al mismo tiempo. El paciente refiere una sensación de rigidez y pesadez en los
miembros inferiores, con dificultad para despegar los pies del suelo.
En los casos de paraplejías más intensas, la aducción de los muslos conduce a la marcha
en tijera, descrita especialmente en las lesiones de tipo parálisis cerebral infantil de Little. Las
paraplejías más completas sólo pueden compensarse con una marcha en péndulo, en la
que el paciente propulsa juntas ambas piernas mientras apoya los brazos sobre dos muletas
o bastones canadienses.
Marcha distónica
La marcha distónica es característica de la distonía muscular deformante. En ocasiones, el
primer síntoma de una distonía consiste en una inversión de la posición del pie durante la
marcha. Ésta se realiza apoyándose sobre la parte externa del pie (con una eversión), que
se contrae en la rotación interna del tobillo. Cuando el trastorno es más intenso pueden
aparecer nuevas posturas patológicas con contracturas que elevan bien la cadera o el
hombro o bien torsionan el tronco, el hombro o la cadera (tortícolis y tortipelvis). Las
contracturas musculares asociadas a las distonías pueden ser intermitentes o fijas.
Cuando se asocian la presencia de lordosis y elevaciones de la cadera la marcha el
paciente puede adquirir un aspecto extraño, descrito por Oppenheim como «marcha de
dromedario». Los espasmos de la musculatura torácica pueden originar ruidos respiratorios
asociados. En las fases más avanzadas la marcha puede resultar completamente imposible.
Marcha coreica
Las causas más frecuentes de este trastorno de la marcha son la corea infantil de
Sydenham, realmente ya prácticamente erradicada, o la propia de la enfermedad de
Huntington en el adulto. La corea suele ser evidente por la presencia de movimientos
permanentes y rápidos, cambiantes continuamente, de cara, tronco y miembros,
incluyendo los dedos de la mano que hacen movimientos de «tocar el piano».
Generalmente los pacientes andan sobre la punta de los dedos y con movimientos lentos.
Los brazos también sufren hiperaducción de los hombros, con tendencia a la flexión del
codo y el carpo. A veces se asocian movimientos serpentinos de brazos o piernas que
oscilan entre la flexión-supinación y la extensión-pronación. La lenta marcha suele
acompañarse de distonía en el cuello y muecas faciales.
Las posturas de los miembros pueden ser asimétricas según la posición de la cabeza
(reflejos tonicovestibulares), y el enfermo suele tender a extender el brazo hacia el cual rota
la cabeza, con flexión del contralateral.
Una pulsión hacia atrás ocasiona el mismo mecanismo de pasos cortos hacia atrás pero
en esta ocasión lentos, a veces imparable si no tropieza con un obstáculo. Las vueltas se
realizan con múltiples pequeños pasos sobre el lugar y son muy lentas.
Marcha de Trendelemburg
La marcha de Trendelenburg también es llamada marcha en sacudida del glúteo medio
o de los abductores. Observamos la marcha de Trendelenburg en pacientes con mala
función de los abductores. Si estos músculos se acortan, pierden su ventaja mecánica. El
glúteo mediano, que es el principal abductor de la cadera, se origina en la superficie lateral
del ilíaco y se inserta en la superficie superior del trocánter mayor. Si una enfermedad de la
cadera provoca que el trocánter mayor se localice más proximalmente de lo normal (se
mueve más cerca de la masa muscular del glúteo mediano), la contracción del músculo
generará una fuerza abductora menor.
* Causa idiopática
* Enfermedad de Perthes
* Deslizamiento epifisario
* Raquitismo
A causa de una función inadecuada de los abductores pélvicos, el paciente con una
marcha de Trendelenburg tiende a caer hacia el lado opuesto durante la fase de apoyo al
lado afecto (la cadera opuesta cae hacia abajo). Para evitar caerse, el paciente traslada
su centro de gravedad hacia el lado afecto desplazando el tronco y la cabeza en esa
dirección. El resultado es una marcha con una sacudida lateral hacia el lado afecto,
ocurriendo la sacudida durante la fase de apoyo del miembro afecto.
Test de trendelemburg
Observando al paciente desde atrás, pídale que se mantenga sobre un pie y después
sobre el otro. En un individuo normal, la nalga del lado que se levanta del suelo se elevará
debido a la contracción de los abductores (principalmente el glúteo medio) en el lado
opuesto. Estos individuos tienen un test de Trendelenburg negativo.
Por otro lado, si los abductores no funcionan adecuadamente, la nalga del lado que se
eleva del suelo tiende a caer, y el paciente mantiene su equilibrio inclinando la parte
superior de su cuerpo lateralmente sobre el lado afecto. Este descenso de la cadera
constituye el test de Trendelenburg positivo.
Marcha apráxica
La ataxia frontal de Bruns o apraxia de la marcha se caracteriza por una pérdida por
parte del paciente del conocimiento de saber utilizar las piernas para caminar. El enfermo
parece no saber qué hacer con sus piernas. Que no se separan del suelo, como si
estuvieran imantadas (apraxia «magnética»). En los casos avanzados el paciente queda
imposibilitado para andar y permanece en decúbito en flexión.
Cuando aparecen los primeros síntomas, los pasos se hacen cortos, como si el paciente
dudara del movimiento adecuado; separa las piernas y tiene dificultad para mantener el
equilibrio, con lateropulsiones y retropulsiones pero sin que aparezcan signos cerebelosos.
Esta forma de ataxia puede ser la manifestación de un glioma del cuerpo calloso, que
invade los dos lóbulos frontales en alas de mariposa. También puede ocurrir en las últimas
fases de las demencias y de las degeneraciones cerebrales. Sin embargo, su etiología más
común suele ser la hidrocefalia a presión normal, en cuyo caso se asocia a deterioro
psíquico e incontinencia urinaria.
Marcha senil
El trastorno senil de la marcha es probablemente multifactorial y presenta las siguientes
características:
Los trastornos de la sensibilidad vibratoria también son frecuentes, entre el 25 y 50% de los
ancianos. Asimismo, la involución senil afecta a la agudeza visual, disminuye la sensibilidad
al contraste y la discriminación de colores. Estos factores también influirán en una correcta
marcha.
Marcha antiálgica
Denominamos marcha antiálgica a aquella alteración en el desplazamiento o apoyo
normal de las piernas y pies que debe hacer el enfermo debido al dolor que una lesión del
tipo que fuere le produce si intenta caminar de forma normal. Se desarrolla una postura más
o menos mantenida de forma instintiva y no totalmente voluntaria.
Una de las causas más comunes de la marcha antiálgica es el síndrome ciático, en el que
el paciente sufre habitualmente un dolor continuo lumbar, con irradiación ciática, al que se
suman descargas lancinantes en el miembro inferior. La columna se muestra rígida y
habitualmente desviada por la escoliosis antiálgica, mantenida por el espasmo de los
músculos paravertebrales, cuya contractura se puede ver y palpar.