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PRESIDENTA DE
LA NACION
DRA. CRISTINA
FERNÁNDEZ DE
KIRCHNER
JEFE DE GABINETE
DE MINISTROS
DR. JUAN MANUEL
ABAL MEDINA
S E C R E TA R I O D E
GABINETE Y COORDINACIÓN
ADMINISTRATIVA
LIC. FACUNDO NEJAMKIS
SUBSECRETARIO DE
GESTIÓN Y EMPLEO PÚBLICO
LIC. ANDRÉS J. GILIO
DIRECTOR DE INVESTIGACIONES
LIC. MARIANO MONTES
Juan
Manuel
Abal Medina
Jefe de Gabinete de Ministros
p. 42
p. 10 p. 82
¿Qué ha pasado con lo pú-
blico en los últimos 30 años?
Balance y perspectivas
¿Qué democracia tenemos? Nuria Cunill Grau Modernización del Estado,
¿Qué democracia queremos? «Se han producido en las últi- empleo público y negocia-
Joan Subirats mas décadas cambios de inusi- ción colectiva
«Mientras los poderes públicos tada magnitud que nos Omar Autón
buscan obstinadamente salidas enfrentan a un nuevo Estado y «No hay Estado moderno sin
ortodoxas que satisfagan las a un nuevo ámbito de lo pú- Nación integrada, sin país con
exigencias de los mercados fi- blico que requieren ser proble- sus ojos volcados hacia la in-
nancieros, hasta el punto de matizados ante cualquier clusión y la justicia social.
modificar urgentemente consti- intento de recuperar su centra- Como contrapartida, no hay
tuciones, mucha gente se em- lidad». dignidad para el trabajador pú-
pieza a mostrar tremendamente blico si no la tienen los trabaja-
molesta por la docilidad y servi- dores en general».
dumbre política».
SUMARIO
p. 112
p. 96
El sistema de seguridad so- p. 136
Liberal, radical, o populista y cial en la Argentina: transfor-
clientelar: tres visiones sobre maciones recientes en Administración y políticas
la relación entre sociedad civil perspectiva histórica públicas en la Argentina: una
y Estado en Latinoamérica Demian Panigo y Florencia revisión histórica
María Esperanza Casullo Médici Pablo Bulcourf, Gustavo
«Las quejas sobre la subsunción «Así como en los años 90 se Dufour y Nelson Cardozo
de una política ‘virtuosa’ en el hacía responsable a cada trabaja- «Este ‘mirarse y reflexionar
populismo y clientelismo parece dor por su futuro, a partir de los sobre sí mismo’ como disci-
trasuntar, por momentos, una últimos años ha sido el Estado el plina emergente constituye un
queja sobre que ‘se hace política que tomó la responsabilidad de síntoma de la magnitud y ma-
con que y con quienes no debe asegurar el futuro de los grupos durez que ha adquirido en los
hacerse’». excluidos, principalmente niños últimos años el área de los es-
y adultos mayores». tudios en Administración y Polí-
ticas Públicas».
Facundo
Nejamkis
Secretario de Gabinete y Coordinación Administrativa
Abstract
En los últimos meses se ha ido extendiendo la idea de que las ins-
tituciones políticas de los países europeos tienen crecientes difi-
cultades ya no para controlar, sino simplemente para responder o
acomodarse a dinámicas económicas y financieras que les desbor-
dan por completo. La economía parece naturalizada, moviéndose
al margen de cualquier capacidad de adecuación a las necesidades
humanas. Y los efectos sobre la vida de la gente son tremendos.
Frente a todo ello, mientras los poderes públicos buscan obstina-
damente salidas ortodoxas que satisfagan las exigencias de los
mercados financieros, hasta el punto de modificar urgentemente
constituciones, mucha gente se empieza a mostrar tremen-
damente molesta por la docilidad y servidumbre política. En este
marco, resulta necesario repensar los principales basamentos de
nuestro sistema democrático.
Introducción
posible sin transformar y modificar también el pro-
pio sistema democrático. Teníamos conflicto so-
cial sin respuesta en el ámbito político. Ahora
En los últimos meses se ha ido extendiendo la tenemos conflicto social y conflicto político. La po-
idea de que las instituciones políticas de los paí- lítica ha ido pasando de ser vista como parte de la
ses europeos tienen crecientes dificultades ya solución a convertirse en parte del problema.
no para controlar, sino simplemente para respon-
der o acomodarse a dinámicas económicas y fi- Se trata, por tanto, de entender qué quiere decir
nancieras que les desbordan por completo. La esa ‘sociedad alejada’ de las instituciones de la
economía parece naturalizada, moviéndose al que nos habla Michael Walzer, y de repensar los
margen de cualquier capacidad de adecuación a lazos entre lo social, cada vez más individualizado
las necesidades humanas. Y los efectos sobre la y personalizado, y la esfera política, entendida
vida de la gente son tremendos. como mecanismo delegativo de toma de decisio-
nes en nombre de la comunidad. Detenerse en
En España, la expresión más clara la tenemos en la relación sociedad-poder político es, sin duda,
los orígenes y consecuencias del boom inmobi- un elemento clave para poder repensar la política
liario y del frenesí hipotecario de los ‘años felices’ y las políticas. En efecto, en la política, el factor
del nuevo siglo. Frente a todo ello, mientras los delegación, la transferencia del poder de las per-
poderes públicos buscan obstinadamente salidas sonas, de la comunidad, a los políticos, a los re-
ortodoxas que satisfagan las exigencias de los presentantes y detentadores del poder, ha sido
mercados financieros, hasta el punto de modifi- la piedra basal de la construcción de la legitimi-
car urgentemente constituciones, mucha gente dad del poder en el Estado liberal. Y la lucha por
se empieza a mostrar tremendamente molesta la democratización del mismo puso también un
por la docilidad y servidumbre política. Son cada gran énfasis en ampliar la base del sufragio y en
vez más conscientes de que no encontrarán res- el acceso de representantes de las clases popu-
puestas a sus problemas en unas instituciones lares en las instituciones representativas.
que son incapaces de contrarrestar la hegemonía
de los mercados financieros globales. Y, por ello, Si queremos repensar la política, deberemos em-
exigen cambios en la manera de decidir, de ser pezar por repensar esa lógica delegativa. Como
representados, de organizar la vida política. bien afirma Ulrich Beck:
El ciudadano que quiere resolver los pro-
Hemos pasado del conflicto social que buscaba blemas que no han sabido ni prever ni evi-
respuesta en el sistema democrático a un con- tar los especialistas, se los encuentra de
flicto social que entiende que no hay respuesta nuevo entre sus manos. No tiene otra so-
13 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
lución que mantener la delegación (a los Como ya hemos dicho, muchos de los paráme-
políticos y especialistas), pero multipli- tros en los que se inscribían las instituciones de
cando esta vez los dispositivos para con- la democracia representativa han cambiado sus-
trolarlos y vigilarlos. tancialmente. Las bases liberales de partida fue-
ron modificándose (democratizándose) en una
Dice Pierre Rosanvallon (2006) que la democracia línea que permitió ir abriendo más oportunidades
se sustenta en dos creencias o ficciones muy de acceso a sectores y capas sociales que no es-
significativas. Por un lado, la que entiende que el taban ‘inscritos’ en las coordenadas de partida.
disponer de la mayoría por parte de la opción más Las instituciones políticas del liberalismo se fun-
votada implica automáticamente que esa opción damentaban en una relación subsidiaria respecto
expresa la voluntad general. Cuando, de hecho, de las exigencias del orden económico liberal, y
la elección es básicamente un mecanismo téc- en ese diseño, como sabemos, las posibilidades
nico para seleccionar a los gobernantes. La otra de participación política se circunscribían a aque-
ficción o equívoco es que el triunfo mayoritario llos considerados plenamente como ciudadanos,
el día concreto de las elecciones y, por consi- es decir, propietarios, cuyos umbrales de renta
guiente, la legitimidad conseguida ese día, se variaban con relación a las fuerzas políticas, más
traslada automáticamente a todo el tiempo que conservadoras, más liberales, que ocupaban
va durar el mandato. El nivel de información de alternativamente las instituciones políticas.
los ciudadanos, la rapidez con que se modifican
las situaciones económicas, políticas o sociales La preocupación por la participación política no
en un mundo cada vez más interdependiente, la era un tema que estuviera situado en la agenda
propia asimetría de recursos y posibilidades de debate de las instituciones. Era un tema
entre un sistema económico globalizado y una extrainstitucional, planteado precisamente por
política territorializada, todo ello indica la dificul- aquellos que expresamente estaban excluidos de
tad para mantener inalterada durante el mandato la vida política institucional. Hablar de democracia
la legitimidad conseguida el día de las elecciones. en esa época era referirse a un anhelo revolucio-
Por otro lado, la fortaleza de una democracia se nario y contradictorio con la lógica institucional
mide por el grado de disenso o de inclusión de imperante, básicamente porque hablar de demo-
minorías discordantes con el sentir mayoritario cracia era hablar de igualdad.
que sea capaz de contener. Y ello nos señala el
peso de la prueba no en la fuerza irresistible de La propia transformación del sistema económico
la mayoría, sino en el respeto y el reconocimiento se acompañó, no sin tensiones y conflictos de
de las minorías. todo tipo y dimensión, de la transformación de-
mocratizadora del sistema político. Podríamos
14 | Perspectivas sobre el Estado
decir que en la Europa occidental, y tras los apa- manifiestan diariamente. La fragmentación insti-
bullantes protagonismos populares en los desen- tucional aumenta, pierde peso el Estado hacia
laces de las grandes guerras, se consigue llegar a arriba (instituciones supraestatales), hacia abajo
cotas desconocidas hasta entonces de democra- (procesos de descentralización, devolution, etc.) y
tización política y, no por casualidad, de participa- hacia los lados (con un gran incremento de los
ción social en los beneficios del crecimiento ‘partenariados’ públicos-privados, con gestión pri-
económico en forma de políticas sociales a partir vada de servicios públicos y con presencia cada
de 1945. Democratización y redistribución apare- vez mayor de organizaciones sin ánimo de lucro
cen nuevamente conectadas. Ese modelo, en el presentes en el escenario público). Al mismo
que coincidían ámbito territorial del Estado, pobla- tiempo, comprobamos cómo la lógica jerárquica
ción sujeta a su soberanía, sistema de producción que ha caracterizado siempre el ejercicio del poder
de masas, mercado de intercambio económico y no sirve hoy para entender los procesos de deci-
reglas que fijaban relaciones de todo tipo, desde sión pública, basados cada vez más en lógicas de
una lógica de participación de la ciudadana en su interdependencia, de capacidad de influencia, de
determinación, adquirió dimensiones de modelo poder relacional, y cada vez menos en estatuto or-
canónico y aparentemente indiscutido. gánico o en ejercicio de jerarquía formal.
En los últimos años, muchas cosas han cam- Es en ese nuevo contexto en el que hemos de si-
biado al respecto. Los principales parámetros so- tuar el debate sobre los posibles déficits de la de-
cioeconómicos y culturales que fueron sirviendo mocracia representativa, y relacionar cambios en
de base a la sociedad industrial están quedando el sistema político con cambios en las formas de
atrás a marchas forzadas. Y muchos de los ins- vida y de trabajo. Y ello no se acostumbra a hacer.
trumentos de análisis que nos habían ido sir- Se discute de la salud de la democracia, de su vi-
viendo para entender las transformaciones del talidad y capacidad para recoger el sentir popular,
Estado liberal al Estado fordista y keynesiano de como si la democracia fuera algo ya adquirido o
bienestar resultan ya claramente inservibles. conseguido para siempre, algo indiscutido e indis-
Estos cambios no han encontrado a los poderes cutible desde cualquier ámbito territorial o colec-
públicos en su mejor momento. El mercado y el tivo. Y más aún, como si todos entendieran lo
poder económico subyacente se han globalizado, mismo cuando hablan de democracia.
mientras las instituciones políticas, y el poder
que de ellas emana, siguen en buena parte an- No es fácil adentrarse en el debate sobre la de-
cladas al territorio. Y es en ese territorio donde mocracia y sus significados pasados, actuales y
los problemas que generan la mundialización futuros, sin aclararnos un poco sobre a qué nos
económica y los procesos de individualización se estamos refiriendo. Y tampoco es ello sencillo
15 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
El mercado y el
poder económico
dado lo mucho que se ha escrito y se sigue escribiendo sobre el
tema. Aceptemos que deben existir unas reglas mínimas sobre las
que fundamentar un ejercicio democrático, pero sabiendo que la
subyacente se han
globalizado, mien-
existencia de esas reglas no implica el que se consigan los fines
nes políticas, y el
de nuestras sociedades. Es decir, la igualdad no solo jurídica, sino
emana, siguen en
de los movimientos democráticos desde que por retrotraernos a
los orígenes se alteraron las bases del Estado absolutista en la In-
glaterra del XVII con los levellers o los diggers, o más tarde con los
buena parte ancla-
das al territorio.
‘iguales’ de Babeuf de la Francia de finales del XVIII, que no se con-
formaban con el principio representativo como elemento constitu-
tivo de los nuevos regímenes, sino que pretendían hacer realidad
la aspiración igualitaria, la aspiración democrática.
unas instituciones que no disponen de los mismos titucionales están cada vez más encerrados en
mecanismos para equilibrar ese juego de los que su universo autosuficiente. La reserva de legiti-
disponían antes. midad de la democracia se va agotando, justo
cuando su aparente hegemonía como ‘único’ sis-
La propia evolución de los regímenes liberal-de- tema viable y aceptable de gobierno parece
mocráticos ha mantenido siempre fuera del sis- mayor que nunca.
tema político a sectores sociales que no
disponían de las mínimas capacidades y condicio- Y ello es así porque ese conjunto de transforma-
nes vitales para poder ejercer con plenitud su ciu- ciones y cambios a los que hemos ido aludiendo
dadanía. Esa exclusión política la realizaba han contribuido a que la democracia sea hoy una
normativamente (asignando los ya mencionados palabra, una expresión, un término que cada vez
umbrales de renta que convertían el sufragio y la explique menos. El uso y abuso del vocablo, su
vida política en cosa de unos cuantos; manipu- aparente inatacabilidad, lo convierte en más re-
lando los distritos electorales; dejando fuera a los dundante, en menos políticamente definitorio.
jóvenes, a las mujeres o a los que vagaban por el Los grandes organismos internacionales, las
país buscando trabajo; prohibiendo la existencia grandes potencias mundiales, cualquier Estado
de ciertos partidos o dificultando su funciona- y cualquier actor político en cualquier lugar, usa
miento) o por la vía de los hechos, despreocupán- el término y lo esgrime para justificar lo que se
dose de los que, pudiendo hacerlo, no usan sus hace o para criticar lo que no se hace. Y lo cierto
derechos políticos, preocupados como están por es que si tratamos de recuperar su sentido pri-
temas más urgentes desde el punto de vista vital. migenio y complejo, la democracia y su pleno
ejercicio no es precisamente algo que pueda asu-
Lo que está ocurriendo es que ese sector de ex- mirse por ese enorme y variopinto conjunto de
cluidos políticos crece. Porque crecen las situa- actores e instituciones de manera pacífica y sin
ciones de exclusión social (que conllevan contradicciones.
siempre procesos de reducción del ejercicio de
ciudadanía) y porque crece la sensación de inuti- Los actores institucionales, y con ellos los parti-
lidad del ejercicio democrático-institucional en dos políticos y las grandes organizaciones sindi-
esa ‘democracia de baja intensidad’ a la que pa- cales, cada vez más inextricablemente insertos
recemos abocados. En efecto, aumenta la con- en el tejido institucional-estatal, si bien detectan
ciencia sobre las limitaciones de las capacidades las señales de desconexión y de desafección de
reales de gobierno de las instituciones en el la ciudadanía, tratan de acomodarse a la nueva
nuevo escenario de mundialización económica, y situación, buscando, con mayor o menor énfasis,
crece la sensación de que los actores político-ins- nuevas vías de supervivencia en un juego que
17 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
puede llegar a ser perverso con los medios de visión utilitaria, minimalista y encubridora mu-
comunicación como gran receptáculo de interac- chas veces de profundas desigualdades y exclu-
ción extra e intrainstitucional. Los movimientos siones que tiene ahora en muchas partes del
sociales, o bien van estrechando sus vínculos mundo. Una democracia como respuesta a los
clientelares con la estructura institucional, o bien nuevos retos económicos, sociales y políticos a
tratan de buscar alternativas que inmediata- lo que nos enfrentamos. Recordemos que capi-
mente les alejan del juego político convencional. talismo y democracia no han sido nunca térmi-
La ciudadanía aumenta su escepticismo-cinismo nos que convivieran con facilidad. La fuerza
en relación con la actividad político-institucional, igualitaria de la democracia ha casado más bien
y podríamos afirmar que se ha simplemente mal con un sistema económico que considera la
‘descontado’ la existencia del sistema de repre- desigualdad como algo natural y con lo que hay
sentación política como una carga más que ha de que convivir de manera inevitable, ya que cual-
soportarse en sociedades donde vivir es cada quier esfuerzo en sentido contrario será visto
vez más complejo. Y, en esa línea, la relación con como distorsionador de las condiciones óptimas
políticos e instituciones tiende a volverse más de funcionamiento del mercado. No queremos
utilitaria, más de usar y tirar, con pocas esperan- con ello decir que democracia y mercado son in-
zas de influencia o de interacción ‘auténtica’. compatibles, sino que no conviven sin tensión.
Hemos de buscar fórmulas de desarrollo econó-
Ante ese conjunto de problemas y constatacio- mico que, asumiendo las útiles capacidades de
nes, ¿cómo avanzar? La democracia sigue siendo asignación de recursos y de innovación que se
la respuesta. Lo que deberíamos recobrar es han ido construyendo vía mercado, recuperen ca-
nuestra capacidad de replantear la pregunta. La pacidades de gobierno que equilibren y pongan
democracia no tiene por qué considerarse como fronteras a lo que hoy es una expansión sin lími-
un fin en sí misma. Lo que está en juego, lo que tes visibles del poder corporativo a escala global,
podría constituir la pregunta a hacerse, sería: con crecientes cotas de desigualdad y de deses-
¿cómo avanzamos hacia un mundo en el que los peranza para muchas personas y colectivos. Y,
ideales de libertad e igualdad puedan cumplirse para ello, necesitamos distintas cosas.
de manera más satisfactoria, incorporando, ade-
más, la aceptación de la diversidad como nuevo Por un lado, reforzar las fórmulas de economía
valor central, en un escenario que ya es irreversi- social ya existentes y buscar nuevas formas de
blemente global? La respuesta sigue siendo: de- creación de riqueza, y bienestar individual y co-
mocracia. Una democracia que recupere el lectivo, y llevar el debate de la democratización a
sentido transformador, igualitario y participativo esferas que parecen hoy blindadas: qué se en-
que tenía hace años. Y que, por tanto, supere esa tiende por crecimiento, qué entendemos por
18 | Perspectivas sobre el Estado
desarrollo, quién define costes y beneficios, Desde un punto de vista más estrictamente polí-
quién gana y quién pierde ante cada opción eco- tico, lo primero es comprender que la política no
nómica aparentemente objetiva y neutra. Por se acaba en las instituciones. Y lo segundo es asu-
otro lado, buscar fórmulas que regulen-arbitren- mir que hablar de política es referirnos a la capaci-
graven las transacciones económicas y financie- dad de dar respuesta a problemas colectivos. Por
ras de carácter internacional que hoy siguen tanto, parece importante avanzar en nuevas for-
caminos y rutas que hacen extremadamente di- mas de participación colectiva y de innovación de-
fícil a los gobiernos su supervisión (como hemos mocrática que no se desvinculen del cambio
visto en la actual crisis financiera), aún en el hi- concreto de las condiciones de vida de la gente.
potético caso de que quisieran ejercer realmente No tiene demasiado sentido seguir hablando de
ese control. democracia participativa, de nuevas formas de
participación política, si nos limitamos a trabajar
Además, explorar y potenciar formas de organiza- en el estrecho campo institucional, o en cómo me-
ción social que favorezcan la reconstrucción de vín- joramos los canales de relación-interacción entre
culos, la articulación de sentidos colectivos de instituciones político-representativas y sociedad.
pertenencia respetuosos con la autonomía indivi- Y eso exige superar el debate sobre la democracia
dual. En ese sentido, el reforzamiento de las apro- participativa y su relación con la democracia repre-
ximaciones y experiencias comunitarias en los sentativa, como si solo se tratara de complemen-
procesos de formulación y puesta en práctica de tar, mejorar, reforzar una (la representativa) a
políticas públicas es algo, sin duda, a seguir y a con- través de la nueva savia que aportará la otra (la par-
solidar. También, la articulación de entramados y ticipativa). Si hablamos de democracia igualitaria,
plataformas que permitan vincular marcos locales estaremos probablemente marcando un punto de
de experimentación entre sí, permitiendo fertiliza- inflexión. Y uniremos innovación democrática y po-
ciones cruzadas y reflexiones sobre las prácticas lle- lítica con transformación económica y social. Sa-
vadas a cabo en distintos lugares. Recuperar el bemos muy bien que la igualdad de voto no
sentido político y transformador de muchas expe- resuelve ni la desigualdad económica, ni la de-
riencias sociales que parecen hoy simplemente sigualdad cognitiva, ni la desigualdad de poder y
‘curiosas’ o resistentes a la individualización domi- de recursos de todo tipo de unos y otros. Si ha-
nante. Entender que hay mucha ‘política’ en lo que blamos de democracia igualitaria, estaremos se-
aparentemente podrían simplemente definirse ñalando la necesidad de enfrentarnos a esas
como ‘nuevas dinámicas sociales’. desigualdades desde un punto de vista global y
transformador. Y, desde esa perspectiva, conven-
dría analizar e impulsar nuevas experiencias y pro-
cesos participativos.
19 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
Internet y
de la información y la comunicación, y a sus efec-
democracia.
tos en la gobernanza colectiva.
las relaciones e
otros, como Karl Popper o Bertrand Russell, entendieron que exis-
interacciones
tía una estrecha relación entre el espíritu de la ciencia y el éxito de
sociales y políticas
las instituciones democráticas. De manera simple podríamos decir
que existen al menos tres interesantes (y no obligatoriamente ex-
la presencia cada cluyentes) posibilidades para Internet y las TIC con relación a la de-
de Internet en
la democracia representativa, pueden ayudar a solucionar o superar
nuestras vidas.
esos problemas, o pueden crear problemas nuevos que las propias
TIC no sean capaces de resolver.
al menos) el poder actual de los media, de los cas, y sus formas y reglas de proceder. Pero, al
grupos de presión o de los partidos que logran mismo tiempo, es suicida para el sistema político
condicionar la agenda política y ‘formatear’ las no tratar de ver y evaluar cómo cambia las rela-
issues del sistema. Sería esta una visión espe- ciones e interacciones sociales y políticas la pre-
ranzada de los efectos democratizadores y de sencia cada vez más invasiva de Internet en
contrapeso de poder con relación a instituciones nuestras vidas. Nos interesa aquí analizar cuál es
y élites que se manifiestan ahora más bien cerra- la diferencia que efectivamente genera el uso de
das respecto de la sociedad. las TIC en aquellos aspectos que pueden consi-
derarse problemas o insuficiencias de los siste-
En el campo que aquí nos interesa, hemos de re- mas democráticos a fin de buscar conexiones
conocer que, aparentemente, las formas de ope- útiles entre ambos mundos, desde posiciones no
rar de Internet y las TIC, y las propias del sistema exentas de normativismo, ya que nos interesa
político, parecen no ser demasiado coincidentes. aquello que refuerce la democracia y amplíe sus
La democracia, en su versión más convencional espacios de participación cívica. Entendemos,
e institucional, nos ha acostumbrado a un esce- además, que nuestras reflexiones deben incor-
nario de deliberación, prudencia e interacción par- porar el contexto europeo de democracias parla-
simoniosa, que conlleva habitualmente un gran mentarias, con partidos relativamente bien
derroche de tiempo. Todos somos conscientes organizados, notablemente centralizados y con
que, en cambio, la revolución tecnológica de In- una fuerte presencia en la intermediación de in-
ternet, si por algo se caracteriza es precisamente tereses, que cuentan, asimismo, con administra-
por la rapidez que imprime a todo con lo que ciones bien establecidas y notablemente
entra en relación. Mientras la forma digital de ra- jerarquizadas.
zonar es básicamente muy simple, binaria, bus-
cando siempre la elección entre ‘A’ o ‘B’, entre Es evidente que las posibilidades de utilización
‘Sí’ o ‘No’, el razonamiento político trata de bu- de Internet y las TIC en el debate sobre el futuro
cear en la complejidad, sacando a la luz matices de la democracia son múltiples, pero no es lo
y formas distintas de ver el problema. Ante el di- mismo trabajar en ellas desde la lógica interna
lema de ‘A’ o ‘B’, puede buscar las respuestas en del actual sistema de democracia representativa,
‘ambos’ o en ‘ninguno’, o en ‘estas no son las desde la perspectiva de construir, con la ayuda
respuestas al problema’, o incluso un ‘este no es de las nuevas tecnologías, el viejo ideal de la de-
el problema’. mocracia directa, o tratar de imaginar nuevas for-
mas de articulación y gobernación colectiva.
No se trata, por tanto, de incorporar sin más las
TIC en el campo de las instituciones democráti-
22 | Perspectivas sobre el Estado
Pero, realmente, ¿puede ser útil Internet en los cracy, lo que observamos es el intento de mejo-
procesos de innovación democrática? Un ele- rar, usando Internet, la polity, es decir, la forma
mento clave, entiendo, es empezar dilucidando concreta de operar el sistema o régimen político,
si Internet es simplemente un nuevo instru- y las relaciones entre instituciones y ciudadanía.
mento, una nueva herramienta a disposición de Cuando se habla de e-administration, observa-
los operadores políticos para seguir haciendo lo mos el intento de aplicar las TIC en el campo más
que hacían, o significa una sacudida, un cambio específico de las policies (o sea, de las políticas)
importante en la forma de hacer política. Desde y, sobre todo, de su gestión. Pero deberíamos
nuestro punto de vista, Internet no es un ‘marti- ser conscientes, asimismo, de que otro gran cri-
llo’ nuevo que sirve para clavar más deprisa o con terio de distinción hemos de buscarlo solo si con-
mayor comodidad los ‘clavos’ de siempre. Esa vi- sideramos procesos de mejora y de innovación
sión reduce la revolución tecnológica y social que vía Internet dentro del actual marco constitucio-
implica Internet a un mero cambio de instrumen- nal y político característico de las actuales demo-
tal operativo. Desde esa perspectiva, las relacio- cracias parlamentarias europeas, o bien si
nes de poder, las estructuras organizativas o las estamos dispuestos, en una lógica de profundi-
jerarquías e intermediaciones establecidas no va- zación democrática, a explorar vías alternativas
riarían. En cambio, si entendemos que Internet de tomar decisiones y de pensar y gestionar po-
modifica la forma de relacionarnos e interactuar, líticas, que incorporen más directamente a la ciu-
altera profundamente los procesos y posiciones dadanía y que asuman el pluralismo inherente a
de intermediación, y genera vínculos y lazos una concepción abierta de las responsabilidades
mucho más directos y horizontales, a menores colectivas y de los espacios públicos.
costes, coincidiremos en que estamos ante un
cambio en profundidad de nuestras sociedades. No se trata, evidentemente, de un debate estric-
No forzosamente mejor, pero sí distinto. Desde tamente técnico o de estrategia en la forma de
este punto de vista, Internet expresa otro orden adaptar la política democrática a los nuevos tiem-
social, otro ‘país’. pos. Detrás de esas opciones lo que hay son dis-
tintas concepciones políticas sobre qué es la
Tenemos ante nosotros algunas opciones signi- democracia y las vías a seguir si se pretende re-
ficativas si pretendemos ir más allá del mero forzarla, profundizarla y acercarla a los ideales que
cambio instrumental. De hecho, hasta ahora, inspiraron, hace ya tiempo, muchos años de lu-
cuando se habla de e-democracy o de e-adminis- chas y de construcción de derechos de ciudadanía.
tración, lo que encontramos son versiones ‘mar-
tillo’ de la aplicación de Internet a lo que ya se Si lo entendemos así, no se nos ocultará que en
estaba haciendo. Cuando se habla de e-demo- la base de partida de muchas estrategias de incor-
23 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
poración de las TIC en el funcionamiento actual del mejorado las relaciones entre ciudadanos y ad-
sistema político-administrativo laten perspectivas ministraciones, y es, asimismo, abundante la li-
estrictamente ‘mejoristas’, pero para nada trans- teratura que trata de analizar y proponer vías de
formadoras. La perspectiva se sitúa en una lógica mejora en este sentido. No hay día en que no oi-
técnica, que busca renovar lo que ya funciona, si- gamos hablar de nuevos avances en las ‘interfi-
tuándose en el universo liberal-democrático, sin cies’ administración-ciudadanos que permiten o
voluntad alguna de poner en cuestión la forma de permitirán resolver a distancia, y a través de la
operar de la democracia constitucional y parla- Red, lo que ahora son complejos y costosos pro-
mentaria, con sus mecanismos de participación cedimientos de obtención de permisos, de reno-
centrados esencialmente en partidos y eleccio- vación de documentos, de liquidaciones fiscales
nes. Lo que según esa visión fallaría y podría ser o de obtención de información. Los avances en
objeto de mejora utilizando las TIC serían los me- la seguridad de esos procesos a través de la
canismos de información a disposición de la ciu- aceptación de firma electrónica o la creciente
dadanía a fin de que puedan ejercer de manera coordinación entre distintos niveles de adminis-
más completa y eficaz sus posibilidades de elec- tración son un buen ejemplo de ello. De manera
ción, y disponer, asimismo, de más poder en sus parecida, se observan incesantes esfuerzos por
relaciones con las burocracias públicas. La mayor parte de las propias entidades o servicios públi-
fuerza o capacidad de influencia de la gente no cos para poner a disposición de los ciudadanos,
vendría tanto de su mayor capacidad de implica- a través de la Red, una amplia información sobre
ción o de dejar oír su voz en los procesos como las prestaciones que ofrecen o los derechos que
de su mayor capacidad de elegir, de optar, de cam- pueden ejercer, así como una explícita presenta-
biar de proveedor o de expresar con claridad sus ción de quién es responsable de qué y cómo lo-
preferencias. De alguna manera se entiende que calizar a los distintos empleados o supervisores
el proceso de consumo colectivo de recursos que de cada proceso o servicio.
deriva de las políticas públicas no tiene por qué
estar conectado con la ‘alta política’, con valores, Los valores que implícita o explícitamente rigen
y se expresa solo en la eficacia y la capacidad de esos procesos de cambio y de uso de las TIC son
satisfacer las necesidades de los ciudadanos, y ahí los de economía, eficiencia y eficacia, que ya sir-
es donde Internet puede ser útil. vieron para poner en marcha los procesos de mo-
dernización administrativa de los ochenta y
En efecto, parece claro que la demanda de más noventa (new public management). De alguna
y mejor información cuadra bien con las poten- manera coincidieron, en el tiempo y en sus ex-
cialidades más evidentes de las TIC. Existen mu- pectativas, nuevos gestores públicos con ganas
chos y variados ejemplos de cómo las TIC han de implementar en las administraciones públicas
24 | Perspectivas sobre el Estado
sistemas de gestión más próximos a los que se encontrar solución a los problemas de desafec-
estaban dando en el campo privado, con políticos ción democrática, sino que introducen ciertos
que buscaban renovadas formas de legitimación problemas en el manejo del gran caudal de infor-
en una mejora de la capacidad de prestar servicio mación que las TIC permiten almacenar, tratar y
de las administraciones, y la creciente accesibili- manejar de manera extraordinariamente eficaz.
dad y potencial transformador de las TIC. En este Parece claro que estamos hablando de procesos
sentido, las estrategias de ‘cartas de servicios’ hasta cierto punto despolitizados, en los que no
(citizen charts) o de ‘calidad total’ son ejemplos se cuestiona o se valora el porqué de los servi-
de ello. Y no son para nada desdeñables, ya que cios o a quién van dirigidos, sino la mejor manera
mejoran la transparencia y la capacidad de servi- de prestarlos. No se trata tampoco de redefinir
cio de instituciones y administraciones. las políticas o de cuestionar el diseño de los pro-
cesos de puesta en práctica de las mismas. Po-
Por otro lado, las dinámicas de ‘aplanamiento’ de dríamos, pues, preguntarnos si con esas nuevas
estructuras o de descentralización de la gestión, formas que incorporan a las TIC en la prestación
buscando proximidad y mayor personalización de servicios públicos estaríamos realmente res-
del servicio, encontraron en los nuevos sistemas pondiendo a los problemas de déficit democrá-
de información las palancas necesarias para evi- tico y de ‘sociedad alejada’ mencionados al inicio
tar procesos de desgobierno y de difuminación de estas reflexiones.
de responsabilidades a través de sistemas con-
tractuales, establecimiento de indicadores de Por otro lado, y tal como hemos mencionado, se
gestión o cuadros de mando ad hoc (tableau de han señalado también los efectos perversos que
bord). De alguna manera, las TIC parecen ofrecer podrían llegar a tener los grandes volúmenes de
la realización de un sueño largamente buscado: información que sobre las personas, sus conduc-
la máxima descentralización posible sin las fugas tas, sus preferencias y sus hábitos irían acumu-
de discrecionalidad, o pérdidas de control, o de lando las administraciones a través del uso de las
responsabilidad. De esta manera, estamos pro- TIC. Al lado del manejo de gran cantidad de datos
bablemente asistiendo a la transformación de administrativos, el creciente uso de videovigilancia,
muchas burocracias europeas en ‘infocracias’. los nuevos programas de detección de personas
sospechosas, etcétera, si bien pueden mejorar las
Sin desdeñar, como decíamos, esos avances, el prestaciones de las políticas de seguridad, plan-
problema es que esas mejoras en la forma de tean problemas de violación potencial de la priva-
gestionar las políticas y en los canales de comu- cidad no desdeñables. En definitiva, este tipo de
nicación entre ciudadanía y administraciones pú- vinculación entre procesos de innovación vía TIC,
blicas no solo no ofrecen nuevas vías en las que muy vinculados a las políticas y a sus procesos de
25 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
prestación de servicios, no cambiarían en absoluto rias se han ido sucediendo. Esas iniciativas se han
las lógicas tecnocráticas y de ‘arriba abajo’, carac- concentrado en temas como los de mejora del fun-
terísticas de los sistemas democráticos consolida- cionamiento interno de los parlamentos o de los
dos en la segunda mitad del siglo XX. El uso de las ejecutivos y de las administraciones, o en la mejora
TIC, más que reforzar la capacidad de presencia y de la información de la actividad parlamentaria y
de intervención de la ciudadanía en los asuntos co- gubernamental hacia la ciudadanía, o en la mejora
lectivos, podría acabar reforzando la capacidad de y ampliación de las posibilidades de interacción
control y de autoridad de las élites institucionales. entre los parlamentos y los gobiernos con los ciu-
dadanos. En Europa los ejemplos son significati-
Desde una lógica mucho más política, y no tanto vos, tanto en cada país como en las propias
administrativa y de gestión, Internet ha estado pre- instituciones de la Unión Europea. En la relación
sente en los intentos por parte de instituciones re- entre partidos y electores, también se han ido po-
presentativas y partidos para mejorar sus canales niendo en práctica numerosas iniciativas de utiliza-
de comunicación con la ciudadanía. No se trataría, ción de Internet encaminadas a mejorar los
en este caso, de mejorar la eficacia en la presta- canales de información con los militantes y a incre-
ción de servicios o de facilitar trámites, sino direc- mentar el contacto y la adhesión con los simpati-
tamente de reforzar la legitimidad de las zantes y votantes. Al margen de la simple emisión
instituciones de gobierno. Se trataría de evitar la de boletines electrónicos, de mensajes, o de ca-
sensación de desapego, de reducir la percepción nales oficiales en Facebook o Twitter, se han ido
de distancia entre los que deciden y aquellos que produciendo experiencias en los sistemas de se-
dicen representar. lección de candidatos, de debate sobre alternativas
de programa, o de advocacy on-line, con presencia
No estamos hablando de un escenario solo ocu- de grupos o personas que expresan sus intereses
pado por políticos profesionales. Los entramados a través de la Red.
de intereses y actores formados alrededor de las
políticas han ido creando un conglomerado demo- Los gobiernos y parlamentos han puesto en mar-
elitista que está básicamente preocupado por los cha abundantes proyectos dirigidos a usar las po-
flujos de información e influencia entre votantes y tencialidades de las TIC, esencialmente para
representantes, entre instituciones representati- facilitar el acceso a la información institucional
vas y gobierno, entre gobierno y élites externas, y por parte del conjunto de la ciudadanía. Casi
entre élites y grupos de interés. siempre, a través de las web institucionales, se
pueden hacer llegar las peticiones o quejas de
En ese escenario, los intentos de aplicar las TIC en los ciudadanos con relación al gobierno, o, en el
distintos ámbitos de las democracias parlamenta- caso del parlamento, propuestas de personas o
26 | Perspectivas sobre el Estado
grupos para que sean canalizadas por los grupos políticas y de gobierno, a través de métodos más
parlamentarios que así lo estimen conveniente. sofisticados de gestión de la información, seg-
mentación de públicos o marketing y comunica-
En general, puede afirmarse que los partidos e ción política.
instituciones que han entrado en el uso de las TIC
lo han hecho desde la lógica instrumental o de Podríamos decir, en definitiva, que este tipo de
‘martillo’ antes mencionada y sin una estrategia instrumentos al servicio de objetivos como los
demasiado predeterminada. En general, el sen- descritos contribuyen a realzar los aspectos más
tido de la información es unidireccional e incluso elitistas del sistema democrático representativo
cuando existe la posibilidad de la bidireccionali- (reforzamiento de la capacidad de manejar y con-
dad, el control del medio y la decisión sobre la trolar los flujos de información, convertirse en
oportunidad o no de tener en cuenta las opinio- nudos de recursos e información, reforzar las in-
nes ajenas recaen sobre el aparato del partido o terrelaciones horizontales y verticales con actores
la dirección de la institución. En este caso no se no públicos y con otras instituciones u organismos
trata de dar más opciones a los ciudadanos-con- políticos), mientras que quedan en un segundo
sumidores, sino de generar consenso hacia la or- plano los aspectos más estrictamente democrati-
ganización o de facilitar la labor de advocacy o de zadores del sistema (capacidad de respuesta, ca-
lobbying desde el exterior, pero siempre enten- pacidad de rendir cuentas, transparencia, canales
diendo que existen unos ‘expertos’ en la institu- de implicación ciudadana). Una vez más, nos inte-
ción que decidirán qué conviene tener en cuenta, resa poner de relieve que conviene ir más allá de
qué conviene asumir y qué no. la utilización (como gadget) de las TIC en los sis-
temas democráticos, y antes de especular sobre
La lógica dominante, no tanto como diseño sino en qué aspecto procedimental, electoral, parla-
como resultante, ha sido la de tratar de usar In- mentario o de control podremos usar esas nuevas
ternet y las TIC como mecanismo que permita tecnologías, pensar al servicio de qué concepción
una mejor adaptatividad del sistema político con de la democracia las ponemos.
relación a un entorno muy cambiante, pero sin
que ello signifique un cambio de paradigma en el En este sentido, podríamos decir que en las dos
modo de funcionar. Los tipos de aplicaciones sur- estrategias de uso de las TIC hasta ahora men-
gidos de las nuevas TIC (websites, boletines elec- cionadas, la más de gestión o administrativa (que
trónicos, listas de correo, sistemas de podríamos calificar como de mejora de relación
información, pequeñas consultas o votaciones con los usuarios) o la más propia de instituciones
electrónicas en momentos puntuales) se han di- y partidos (a la que podríamos referirnos como
rigido a relegitimar y reorientar a las instituciones elitista-democrática), no existe una voluntad de
27 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
relegitimar y
élites políticas y ciudadanía que supongan alteración de las posi-
reorientar a las
ciones de jerarquía tradicionales.
instituciones
políticas y de
Pero ¿es posible pensar en otras alternativas? ¿Podemos pensar
en una relación entre Internet y política que permita desplegar un
potencial distinto? ¿Permite Internet imaginar escenarios de de-
gobierno.
mocracia más directa, con mayor implicación y participación de la
ciudadanía en los asuntos colectivos? La primera respuesta debe
ser: depende. Depende de si lo que se busca es precisamente eso.
Como hemos ya avanzado, Internet no es la pregunta. Pero sí
puede ser una respuesta. Las dos estrategias que ahora analizare-
mos, de forma forzosamente esquemática, se relacionan con las
TIC desde una concepción distinta a las hasta aquí planteadas. No
se trataría aquí de mejorar la relación y la comunicación entre élites
representativas y ciudadanía. La preocupación no estaría centrada
en la mejora de la capacidad de prestación de servicios o en la am-
pliación de la capacidad de elección de los consumidores-ciudada-
nos. En las dos estrategias que pasaremos a analizar, late la
preocupación por la calidad de la participación y la capacidad de
implicación de la gente en los asuntos colectivos tanto a nivel po-
lítico micro como macro. Se parte de la hipótesis de una ciudadanía
activa, interesada en los asuntos colectivos no solo como vía ne-
cesaria para defender sus intereses, sino como forma de entender
la democracia, una democracia relacional y participativa.
28 | Perspectivas sobre el Estado
¿Otra política?
que florecen comunidades plurales, que hacen
de su especificidad o de sus micro o macroiden-
tidades su punto de referencia. La explosión de
Movimientos sociales, Internet y política comunicación y de hiperconectividad que ha su-
puesto el afianzamiento de las TIC ha facilitado y
La política ha ido sufriendo los impactos de los facilita esa continua emergencia, y permite una
cambios tecnológicos y sus estructuras de rela- reconstrucción de la política desde parámetros
ción entre instituciones y ámbitos de decisión, y distintos a los habituales.
el conjunto de la población ha ido modificándose
a medida que se modificaban los instrumentos y Estamos asistiendo al surgimiento de una socie-
las dinámicas sociales que esos cambios tecno- dad en la que la relación forma parte intrínseca
lógicos generaban. Cabe solo recordar lo que de la comunicación y no es un mero resultado de
ocurrió con la prensa escrita, con la radio, con la esta última o un subproducto comunicativo. Los
televisión, etcétera, que fueron obligando a cam- dos elementos clave son la creciente subjetivi-
biar o propulsaron cambios en las organizaciones dad o individualización de los actores (que no for-
políticas y en los mecanismos de relación entre zosamente desemboca en el individualismo) y la
instituciones y ciudadanía. Todo ello en plena so- enorme facilidad de comunicación que generan
ciedad industrial, en pleno proceso democratiza- las TIC. En ese contexto se da una gran demanda
dor del Estado liberal, y con avances y retrocesos de autonomía (que va más allá del esquema liber-
en el acceso social a esos medios. Hoy estamos tad-control tradicional de la sociedad moderna),
dejando atrás la sociedad industrial tal como la surgen mercados alternativos, aparecen nuevas
conocimos, con sus pautas laborales y sus diná- redes y agregados sociales, y emergen nuevas
micas económicas. Y el cambio tecnológico está culturas que hacen de la diferencia su valor aña-
propulsando con gran rapidez cambios en todas dido. En la perspectiva tradicional (que recorre las
las esferas vitales. No podemos, pues, equivo- estrategias anteriormente examinadas), las esfe-
carnos, y confundir Internet y las TIC con nuevas ras de las instituciones públicas parten de un
versiones de los antiguos instrumentos de comu- concepto de libertad y de participación muy vin-
nicación. Es otro escenario social. culado a la libertad y al ejercicio del voto, mien-
tras el control se relaciona con el cumplimiento
Una de las características más significativas de de unas leyes emanadas de esa voluntad popular
las nuevas sociedades, en las que Internet y las expresada con el mecanismo representativo. En
TIC ganan terreno y se desarrollan, es la cre- el nuevo contexto social que estamos descri-
ciente aparición y existencia de espacios de au- biendo, la libertad se basa en una idea de
tonomía y de redes relacionales nuevas, en las intercambio que parte de la reciprocidad, mien-
29 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
tras el control se confía a las propias reglas del puede considerarse monopolio del Estado o coto
intercambio asociativo. Esas dos esferas, estatal cerrado de los organismos públicos. Las institu-
y social, interaccionan con las esferas del mer- ciones políticas no ocuparían ya el centro o el vér-
cado, de la familia y demás redes informales, ge- tice de las condiciones de ciudadanía, de
nerando múltiples posibilidades de relación y de bienestar. Por debajo se ha ido tejiendo esa ur-
comunicación. dimbre cívica, fundamentada en las lógicas y en
los bienes relacionales. Es, precisamente, este
En ese contexto, Internet y las TIC son, al mismo aspecto autónomo y relacional lo que caracteri-
tiempo, los factores fundamentales con los que zaría ese nuevo tejido social. Y esas mismas ca-
explicar esa nueva realidad y, asimismo, consti- racterísticas son las que, al mismo tiempo, le dan
tuyen el marco natural que permite su desarrollo, ese carácter fragmentario, de multiplicación de
autonomía y constantes posibilidades de innova- grupos aislados, en que puede resultar difícil ar-
ción y de articulación. Gracias a las TIC, es posi- ticular o reconocer una ‘sociedad’ como tal. En
ble empezar a hablar de pluralismo reticular o de esa fragmentación, llena de potencialidades y de
promoción o potenciación de la autonomía social posibilidades, puede resultar difícil reconciliar plu-
capaz de generar inclusión y cohesión al margen ralismo con justicia, diversidad con pertenencia
de las medidas uniformizadoras y de los dere- o democracia con diferencia. Por otro lado, no po-
chos abstractos de ciudadanía. La pluralidad de demos caer en un ciberoptimismo ingenuo, y
formas de bienestar (el llamado welfare mix que conviene recordar que el peso de las organizacio-
recoge el distinto grado de protagonismo pú- nes públicas y mercantiles en la Red es muy sig-
blico, mercantil o social en las políticas sociales) nificativo, y genera y puede generar nuevas
no es, en ese marco, una respuesta instrumental jerarquías, controles y monopolios. A pesar de
a problemas de sostenibilidad de las políticas de ello, lo cierto es que, a la sombra de las TIC,
bienestar. Va surgiendo, en cambio, una forma crece sin parar la realidad y el entramado cívico
específica de ciudadanía social que encuentra y asociativo, haciendo surgir nuevas comunida-
sus propios valores en la urdimbre asociativa y des reales o virtuales, desarrollando nuevas iden-
cívica que se va tejiendo. Una ciudadanía comu- tidades, nuevos espacios o esferas públicos, e
nitaria, territorializada o no, y que cuenta con las incrementando la reflexividad política y las nue-
grandes potencialidades y ventajas de desarro- vas autonomías sociales.
llarse en el marco cada vez más consolidado de
la sociedad de la comunicación. El movimiento del 15M en España no puede ex-
plicarse fuera de ese contexto. No puede califi-
La política se vuelve más difusa, adquiriendo ca- carse de inesperado ni de sorprendente, ya que
racterísticas diferentes en cada ámbito, y ya no sus bases existían desde hacía tiempo y los
30 | Perspectivas sobre el Estado
nodos sobre los que se ha asentado estaban en nada. La sensación de lejanía entre políticos elec-
buena parte establecidos. Pero sí ha sido inespe- tos y ciudadanía es un lugar común cuando se
rado y sorprendente el gran seguimiento que ha habla de los problemas de la democracia, y lo
tenido por parte de personas que se han visto de hemos expresado aquí mismo de diversas ma-
golpe interpeladas y representadas por un con- neras en páginas anteriores. Recordemos al res-
junto de personas que expresaban su indignación pecto que la idea original del sistema
y rechazo por lo que estaba ocurriendo. Y por lo representativo es que las elecciones garanticen
poco que hacían los que se llamaban represen- al máximo la cercanía entre los valores y los in-
tantes políticos para defender sus derechos y tereses de la ciudadanía, y los perfiles políticos y
condiciones vitales. De alguna manera, han coin- las posiciones de los representantes. La base del
cidido la emergencia de un conjunto de redes que poder y legitimidad de los políticos electos está
confluyen después de varias ‘movidas’. Algunas en su representatividad, y ella deriva del proceso
algo alejadas pero significativas, como las de la electoral.
alterglobalización. Otras más próximas en el
tiempo y más fundamentadas en las redes socia- La teoría política ha ido distinguiendo entre dos
les, como las de V de Vivienda o las movilizacio- formas de representación. Por un lado, se habla
nes contra la Ley Sinde. De esos mimbres surge de la representación-delegación, que hace refe-
la dinámica que se nuclea en torno a lo que fue la rencia a la capacidad de llevar a cabo un mandato,
convocatoria del 15 de mayo, y que supo recoger es decir, la capacidad de actuar para conseguir
y convocar a mucha gente que, de manera indivi- ciertos objetivos. Los políticos nos representarían
dual, social y familiar, había llegado a un punto de en la medida en que ‘transportan’ nuestros valo-
saturación sobre su malestar y se sentía poco o res, nuestras demandas, nuestros intereses. Por
nada representada por partidos, sindicatos y otro lado, tendríamos lo que podríamos denomi-
demás canales altamente institucionalizados. nar como representación-fotografía, que se basa-
ría en la capacidad de los representantes de
En efecto, uno de los eslóganes más repetidos encarnar lo más cercanamente posible al con-
durante las manifestaciones y concentraciones junto de los que pretenden representar. En ese
en distintas ciudades del 15M ha sido el de “no sentido, la representación se basa en el parecido,
nos representan”, dirigido a los políticos que ejer- en la capacidad de los políticos de parecerse a
cen su labor en nombre de todos. Esa ha sido nosotros, a los que concretamente les votamos,
también una de las consignas más atacadas por en formas de vida, en maneras de pensar, en el
parte de quienes acusan al 15M de ser un movi- tipo de problemas que nos preocupan. Las elec-
miento de corte populista y de impulsar la anti- ciones cubrirían ese doble objetivo de delegación
política. Pero la gente del 15M no ha inventado y de parecido, y el grado de confianza que ten-
31 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
drían los políticos derivaría del grado en que se frecuentes de la legitimidad, lo cual no debería
logre cubrir esas expectativas. pasar forzosamente por una mayor frecuencia
electoral, sino por incorporar más ‘voluntad po-
Con el grito “no nos representan”, el movimiento pular directa’ (consultas, debates, etc.) en ciertas
15M está advirtiendo a los políticos que ni se de- decisiones.
dican a conseguir los objetivos que prometieron
ni se parecen a los ciudadanos en su forma de El tema está en poder y saber combinar legitimi-
vivir, de hacer y de actuar. El ataque es, pues, dad electoral con legitimidad de la acción. Hasta
doble: a la delegación (no hacen lo que dicen) y al ahora, esa legitimidad se conseguía en las nego-
parecido (no son como nosotros). En este sentido, ciaciones a puerta cerrada entre representantes
podemos entender que el movimiento 15M no políticos, y también entre ello y los intereses or-
ataca a la democracia, sino que lo que está recla- ganizados. Ahora la exigencia, cada vez más pre-
mando es, precisamente, un nuevo enraizamiento sente y expresada asimismo con fuerza por el
de la democracia en sus valores fundacionales. Lo 15M, es más transparencia y más presencia di-
que critica el 15M, y con razón, es que para los re- recta de la ciudadanía, sin que todo ello pase for-
presentantes el tema clave parece ser el acceso zosamente por la intermediación de lobbies,
a las instituciones, lo que garantiza poder, recursos sindicatos, patronales o cámaras. Antes los polí-
y capacidad para cambiar las cosas. Para los ciu- ticos justificaban su privilegiada posición por el
dadanos, en cambio, el poder sería solo un instru- hecho de que tenían información, construían su
mento y no un fin en sí mismo. criterio y tomaban decisiones con respaldo ma-
yoritario de los representantes. Ahora la gente,
En este sentido, Rosanvallon (2008) define el ac- mucha gente, tiene información, construye su cri-
tual modelo de democracia como ‘democracia de terio y quiere participar en las decisiones que les
elección’, entendiéndola como aquella centrada afectan. Como ya hemos mencionado, lo que In-
estrictamente en colocar en el poder a unas per- ternet y las TIC ponen en cuestión es la necesi-
sonas o a desplazar del mismo a otras. Dados los dad de la intermediación. Sobre todo, de la
problemas que venimos comentando de déficit intermediación que no aporta valor y que, ade-
de representatividad y de falta de confianza, ¿por más, en el caso de los políticos, goza de privile-
qué no instaurar un sistema de ‘deselección’ en gios que ya no se consideran justificados
que los ciudadanos pudiesen revocar su mandato (sueldos, inmunidades, regalías).
si se sienten defraudados en sus expectativas?
(lo que de hecho ya existe en California en forma Por otro lado, sabemos que el núcleo duro de la
de recall). La nueva época en la que estamos ge- abstención se concentra normalmente en los ba-
nera y precisa mecanismos de renovación más rrios y lugares con menos renta, con menor nivel
32 | Perspectivas sobre el Estado
Ahora, la exigencia
es más transparen-
educativo, con peores condiciones de vida. Son voces no escucha-
das y, por tanto, con tendencia a ser desatendidas. Necesitamos
cia y más presen- pensar no solo en formas de mejorar la representatividad de los po-
cia directa de la
líticos, sino también en dimensiones de la representación que la
zosamente por la
Y en este sentido, hemos también de valorar cómo influyen Internet
intermediación de
y la nueva época en protagonismos e identidades colectivas.
patronales o
sentación y de visualización de esos movimientos. En efecto, uno
cámaras.
de los problemas más recurrentes con los que se han enfrentado
los integrantes y participantes en el 15M ha sido y es la falta de li-
derazgos claros, la falta de rostros con los que los medios de co-
municación tradicionales pudieran identificar el movimiento. La
ambigua expresión de ‘indignados’ ha sustituido la falta de identi-
dad ideológica que permitiera colocar a los movilizados en alguna
de las categorías programáticas a las que estamos acostumbrados
en la contemporaneidad. Categorías que nos permiten reducir la
complejidad de matices ideológicos de cada quien, situándolo en
el ‘cajón ideológico’ correspondiente. Es evidente que el calificativo
de ‘indignados’ no nos explica mucho sobre qué piensan y cuáles
son sus coordenadas normativas o propositivas. Pero, de lo que
nadie duda es de la capacidad de sacudir y de alterar la forma de
entender el mundo y de relacionarse con el sistema político e ins-
titucional que ha tenido el 15M.
cierto también que hay evidentes amenazas a los meros ejecutores de esas políticas. En cambio,
niveles de vida y de derechos alcanzados, sin que lo que ha permitido Internet, a coste muy redu-
los poderes públicos sean capaces de proteger cido, ha sido conectar cabreos y acciones.
a sus ciudadanos, en una evidente pérdida de so-
beranía y de legitimidad democrática. No solo no El zócalo en el que apoyarse ha sido, por una
hay dimensión ética alguna en el capitalismo es- parte, el movimiento de cultura libre, con su ha-
peculativo y financiero, sino que además están bilidad de retournement, dirían los situacionistas,
en peligro las promesas de que, si nos portába- es decir, con su capacidad de hacer descarrilar,
mos bien, viviríamos cada vez mejor, seríamos de reconducir y de recrear todo tipo de produc-
más educados y gozaríamos de una buena salud. ciones culturales y artísticas, rompiendo moldes
La absoluta falta de control y de rendición de y derechos de propiedad, compartiendo y difun-
cuentas democrática de los organismos multila- diendo. Por otra parte, se ha aprovechado la gran
terales y las agencias de calificación de riesgos, capacidad de inventiva y de contracultura gene-
añadidas a las más que evidentes conexiones y rada en América Latina, donde hace ya años pro-
complicidades entre decisores políticos y gran- baron de manera directa y cruda las recetas
des intereses financieros, han provocado que, neoliberales. El movimiento de cultura libre, con
como hemos avanzado, por primera vez en éxitos tan evidentes como Wikipedia, muestra la
mucho tiempo, en Europa se conecte conflicto fuerza de la acción colaborativa y conjunta, sin je-
social y exigencia democrática, reivindicación de rarquías ni protagonismos individuales. Combi-
derechos y ataques contundentes, a la falta de nan el ideal de la igualdad con la exigencia del
representatividad de los políticos. Tanto por su respeto a la autonomía personal y a la diferencia.
falta de respeto a los compromisos electorales Cada vez más gente, más preparada, más preca-
como por su fuero y sus privilegios. ria, con mejores instrumentos, más conectada,
servirá de voz a esa gran masa de la ciudadanía
Parece claro que mucha gente ha empezado a que sabe que las cosas van mal y que la situación
darse cuenta de que la hegemonía neoliberal, a actual no puede durar. Tratar de ponerle nombre
la que han servido en Europa, sin reparo y sin al movimiento, de identificarlo y de encasillarlo,
apenas distinción, tanto conservadores como so- significaría ahora limitar su potencialidad de cam-
cialdemócratas, puede conducirnos, de persistir, bio y de transformación.
a más y más pobreza y a un deterioro general de
las condiciones de vida de amplísimas capas de ¿Qué tiene que ver todo ello con los temas que
la población. Y que, frente a ello, poco puede es- aquí hemos ido apuntando, relacionados con la
perarse de un sistema político y de los grandes democracia y sus dilemas? Aún es pronto para
partidos que son mayoritariamente vistos como sacar demasiadas conclusiones al respecto, pero
34 | Perspectivas sobre el Estado
parece indudable que nuevas formas de hacer a través del cuerpo político que expresa la asam-
política y de ejercer representación y tomar de- blea de los ciudadanos, se entendía que ello no
cisiones van a ir apareciendo. solo no era ya posible por la expansión del
‘demos’, es decir, por la cantidad de gente a quien
¿Democracia
reunir y con quien debatir, sino que, más allá de
ese impedimento físico o cuantitativo, la lógica
directa?
que existía detrás del ideal de la democracia di-
recta podía llegar a ser contraproducente.
que van más allá de lo que las pequeñas unida- necesarias y siendo conciente de que las formas
des de población pueden asumir. A pesar de ello, de deliberación en asamblea son distintas a las
se reconoce (Dahl) que la democracia represen- que se dan por teléfono o en un fórum virtual, se
tativa tiene su ‘lado oscuro’ o un precio a pagar: podría al menos pensar hasta qué punto empie-
el enorme poder discrecional sobre decisiones zan a darse las condiciones para avanzar hacia
muy significativas que delegan los ciudadanos a formas de democracia en las que sea posible
sus representantes. acercarse a los viejos ideales rousseaunianos sin
las cortapisas del tamaño del ‘demos’ y que, al
Sabemos que las élites representativas han de mismo tiempo, permita obtener eficiencia en la
moverse en los límites institucionales y procedi- toma de decisiones.
mentales que son propios de los regímenes de-
mocráticos, pero también sabemos que esos Pero ¿de qué democracia directa hablamos? No
límites acostumbran a ser amplios, y, al no ser creo que sea necesario insistir en los problemas
muy robustos ni constantes los mecanismos de que genera una concepción de democracia di-
control o de participación popular, el hecho es recta de tipo referendario, basada en la instanta-
que la discrecionalidad de las élites para interpre- neidad de la toma de decisiones, sin
tar su mandato de representación, incluso en de- mediaciones deliberativas ni institucionales.
cisiones de contenido estratégico o de gran Hace ya años, un magistrado de la Corte Consti-
significación, es muy notoria. Por tanto, una vez tucional italiana, Gustavo Zagrebelsky, ponía de
aceptado el principio de representación, el énfa- relieve la falta de adecuación entre los presu-
sis se pone en establecer las cautelas y los equi- puestos deliberativos de la democracia y la pre-
librios necesarios para controlar, en la medida de cipitación no exenta de demagogia que rodean
lo posible, esos márgenes de discrecionalidad, y los referéndums instantáneos, y para ello utili-
para fijar una renovación periódica de la confianza zaba el ejemplo bíblico de la elección directa y
y una clarificación de responsabilidades vía re- popular que decidió entre Barrabás y Jesucristo.
frendo electoral. La extensa literatura sobre democracia delibera-
tiva nos muestra la importancia extrema que los
¿Qué cambios pueden producir en ese escenario procesos deliberativos y participativos tienen en
la aparición de las TIC y la generalización de In- una concepción plena de lo que es una democra-
ternet? Si bien continúa siendo cierto que todos cia liberal. Siguiendo a Jürgen Habermas, se
los ciudadanos de cada país no pueden encon- afirma que las decisiones en democracia se car-
trarse cara a cara, sí es ya posible que puedan gan de valor y de significación más sobre la base
comunicarse a distancia a través de las redes que de la transformación que sigue a la deliberación
ofrecen las TIC. Por tanto, con todas las cautelas que sobre la simple agregación de preferencias.
36 | Perspectivas sobre el Estado
Por lo tanto, toda incorporación de las TIC a los nutren de contenidos y concentran el protago-
procesos de toma de decisiones públicas debería nismo en sede parlamentaria.
tener en cuenta ese profundo carácter delibera-
tivo de la democracia. De no ser así, podría ocu- A partir de esas premisas, se puede imaginar un
rrir que esas decisiones pudieran ser sistema en el que el gobierno fuera elegido con
notablemente inconsistentes entre sí, o bien que mecanismos similares a los actuales y en el que
estuvieran demasiado afectadas por situaciones las decisiones que hoy toma el Parlamento, y
emocionales coyunturales. Por tanto, debería- otras consideradas suficientemente significati-
mos dirigirnos hacia perspectivas en las que vas, fueran sometidas al refrendo directo de toda
fuera posible o imaginable utilizar los potenciales la ciudadanía con derecho a voto utilizando los
comunicativos y de toma de decisiones colecti- instrumentos que ofrecen las TIC y sus desarro-
vas que Internet, sin duda, presenta (y que ya llos futuros. Esos momentos decisionales se
han sido probados en contextos privados u orga- concentrarían en ciertas fechas y en los períodos
nizacionales), sin que ello hiciera perder capaci- previos, se produciría el debate público, animado
dad y calidad deliberativa a todo el nuevo proceso por unos partidos políticos que deberían orientar
decisional inspirado en un acercamiento a los va- sus funciones hacia una labor de brokerage y ar-
lores de una democracia directa que siempre ha ticulación de intereses y alternativas, perdiendo
sido vista como auspiciable pero no viable. peso su actual énfasis en la ocupación de espa-
cios institucionales. Se dibuja así un sistema en
Si combinamos potencialidades de las TIC, para el que el voto directo no se produciría sin media-
avanzar hacia formas de democracia directa ción ni deliberación. No hablamos, por tanto, de
hasta hoy inexploradas, con la necesidad de con- una simple democracia plebiscitaria. El voto di-
tar con mecanismos que aseguren deliberación recto contaría con la imprescindible mediación
y que canalicen opiniones y debates hacia formas partidista, configurando así una salida pragmática
de tomar decisiones pragmáticas y eficientes, que podría permitir alianzas con los protagonistas
deberíamos repensar nuestras actuales institu- actuales de los procesos de intermediación y re-
ciones democráticas. Parlamentos, gobiernos y presentación de la voluntad popular.
partidos son hoy por hoy elementos centrales en
el sistema democrático. Desde nuestro punto de Es importante tener en cuenta que, hasta ahora,
vista, son los partidos políticos los que hoy por las instituciones existentes han tendido a usar y
hoy ejercen el rol clave de mediación-control a modelar las TIC como mecanismo de reforza-
entre población y gobierno, con la constante co- miento de sus posiciones de poder. No es sor-
laboración amplificadora de los medios de comu- prendente, por tanto, y tal como hemos ya
nicación, siendo esos mismos partidos los que mencionado, que las instituciones políticas y de-
37 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
Deberíamos dirigir-
nos hacia perspec-
mocráticas hayan buscado la aplicación de las TIC a sus rutinas sin
romper los paradigmas comunicacionales y de poder previos. Pero
estamos hablando de otra democracia, de otra forma de hacer po-
tivas en las que
fuera posible o ima-
lítica, y, por tanto, esa simple adaptación no parece auspiciable.
nicativos y de toma
cambiar significativamente su actual forma de operar. Su trabajo
de decisiones co-
se haría menos seguro, y sus funciones y el tipo de reclutamiento
que actualmente impulsan deberían modificarse sustantivamente.
Los partidos son hoy organismos o entidades notablemente cerra-
lectivas que Inter-
net presenta sin
das y muy volcadas a la ocupación de espacios institucionales, con
perder capacidad y
los líderes que comunican constantemente los mensajes a afilia-
calidad deliberativa
dos, votantes, simpatizantes y ciudadanía en general. La labor de
de las propuestas de democracia directa reseña- opiniones legas en temas de complejidad técnica
das, algunos de los que se han señalado como relevante, pero que son difícilmente resolubles sin
más significativos son la falta de continuidad y de esa visión de no experto. En el fondo uno acaba
estrategia definida en la opinión de la ciudadanía; pensando que los argumentos contra la democra-
la falta de información y debate suficiente, sin cia directa, basados en la falta de formación sufi-
asunción de responsabilidades sobre los efectos ciente de los ciudadanos para tomar decisiones,
de las decisiones tomadas; el peligro de falta de podrían servir igual para argumentar contra la
participación que permita el control del voto en misma democracia genéricamente definida.
ciertas decisiones por parte de minorías con in-
tereses muy definidos, el exceso de complejidad Los problemas derivados de la propia forma en
en las políticas o decisiones a tomar, o los pro- que se han desarrollado las TIC (muy vinculadas
blemas derivados del propio uso de las TIC, su a perspectivas de carácter mercantil y econó-
control, garantías, etc. mico), el control sobre la Red y sobre la produc-
ción del software, la desigualdad en su acceso o
El punto en el que se alude a la falta de prepara- los posibles problemas de control y de garantías
ción de la ciudadanía para enfrentarse a la com- que plantea su uso, son claros y van a seguir
plejidad de los temas que hoy nutren los debates existiendo durante largo tiempo. De manera
legislativos es, probablemente, el más de fondo. mucho más concreta, existen problemas en la
Voces como las de Schumpeter o Sartori han afir- propia forma en que se deba desarrollar la vota-
mado que la ciudadanía no tiene el interés sufi- ción electrónica. Nada de eso puede ser negado.
ciente para seguir debates de fondo e interesarse Pero, volviendo a los primeros párrafos de este
por temas que no estén muy conectados a sus texto, no deja de ser importante, a pesar de todo
intereses más inmediatos. Por otro lado, argu- ello, el preguntarse hacia qué democracia avan-
mentan que la tecnificación de muchos de los de- zamos y hacia cuál nos gustaría acercarnos. El
bates sobre alternativas ante problemas cuadro de alejamiento ciudadano del sistema po-
concretos aleja a la ciudadanía de su posible im- lítico que parece extenderse y afianzarse avala el
plicación. Su implicación en la decisión, afirman, avanzar aunque sea de forma experimental para
solo podría afectar negativamente la calidad del detectar fortalezas y debilidades. Lo que parece
resultado final. No parece un argumento fácil de indudable es que ya no es posible hablar de re-
sustentar en momentos en los que, si por una novación de la política ni de replanteamiento de
parte cada vez está más en duda la univocidad de las políticas sin incorporar no solo Internet y lo
las respuestas técnicas, más se oye hablar de que significa, sino también el gran cambio tecno-
construcción social del riesgo o de technology lógico que la era digital ha supuesto.
assesment, aludiendo a la necesidad de incorporar
39 | Perspectivas sobre el Estado
Joan Subirats
Los instrumentos de las políticas, las vías de co- esferas— y sus instrumentos de acción —las po-
municación política deben necesariamente re- líticas públicas—?
pensar sus rutinas y formas de proceder ante el
alud de cambios tecnológicos que, en poco Hemos tratado de responder parcialmente a esta
tiempo, han cambiado nuestras vidas. Lo que pregunta a lo largo de las páginas anteriores. Los
hemos incorporado en este apartado es solo una laberintos decisionales a los que se enfrentan los
tímida muestra del mucho camino a recorrer en sistemas políticos en la actualidad no proceden
este sentido. tanto de la propia incapacidad de la forma de ope-
rar de la política y de las instituciones en que se
¿Conclusiones?
despliega formalmente, sino más bien de la pro-
pia complejidad y falta de definición precisa y
consensuada de los problemas con que se en-
frenta. Agravado todo ello por los efectos de una
Todo se mueve a nuestro alrededor, y vivimos globalización que nos hace interdependientes,
con muchas más incertidumbres. ¿Cómo tomar sin establecer mecanismos de regulación y go-
decisiones individuales y colectivas sobre esta bernanza a la altura de esa interdependencia. Las
realidad movediza y cómo incorporar a esas de- políticas que derivan de esas instituciones, de las
cisiones las perspectivas y los efectos a largo distintas esferas de gobierno aquí analizadas, se
plazo? La política, en su capacidad de gestionar ven afectadas por la rapidez con que se han mo-
de manera pacífica y consensuada la toma de de- vido y transformado los que serían sus objetivos
cisiones que afectan a una comunidad, padece de actuación (las personas, sus entornos, los pro-
de manera directa ese conjunto de problemas y blemas que les aquejan), sin que su capacidad
de cambios muy esquemáticamente resumidos de adaptación a esa nueva realidad se haya pro-
en estas páginas. Pero es la política el gran obje- ducido. Así, muchas de esas políticas nos resul-
tivo de este ensayo. El sistema político no fun- tan contradictorias, ineficaces o perfectamente
ciona como debería. La política está en crisis. Los prescindibles.
políticos acumulan agravios y reproches. La ca-
pacidad de los gobiernos (europeo, estatal, auto- Nuestra propuesta ha sido la de repensar los pro-
nómico o local) está cada día puesta en cuestión blemas, examinar e integrar su complejidad en
por asuntos que se originan muy lejos o sobre nuestros análisis para, desde esa reconsidera-
los que no tienen competencias directas, pero ción de los temas y desde esa aceptación de la
que, a pesar de ello, les explotan en sus caras y complejidad no como obstáculo, sino como con-
afectan directamente a sus ciudadanos. ¿Cómo dición, poder repensar la política y las políticas de
repensar la política —el gobierno en sus distintas respuesta. Proponemos profundizar en la demo-
40 | Perspectivas sobre el Estado
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Nuria
Cunill
Grau
Doctora en Ciencias Sociales (Universidad Central de
Venezuela). Asesora Especial del CLAD. Académica en la Uni-
versidad de Chile y en el Centro de Investigación en Sociedad y
Políticas Públicas de la Universidad de Los Lagos, Chile.
Abstract
Muchos cambios se han suscitado en los últimos 30 años que de-
safían las nociones tradicionales de Estado y sociedad. Uno de los
más fundamentales ha sido provocado por la conciencia de que las
instituciones importan y, por ende, que no es posible pretender nin-
guna transformación sin considerar el peso que las reglas de juego
—formales e informales— tienen en la conducta social. Con esta
idea muy presente, el trabajo se concentra en una de las facetas a
través de las cuales se expresa el Estado, la provisión de servicios
sociales, en tanto ella nos coloca en una de las dimensiones clave
del desarrollo: la construcción de ciudadanía social. La argumenta-
ción que se desarrolla es que se han producido en las últimas déca-
das cambios de inusitada magnitud que nos enfrentan a un nuevo
Estado y a un nuevo ámbito de lo público que requieren ser proble-
matizados ante cualquier intento de recuperar su centralidad.
Introducción
Haremos este ejercicio concentrándonos en una
de las facetas a través de las cuales se expresa
el Estado, la provisión de servicios sociales, en
Muchos cambios se han suscitado en los últimos tanto ella nos coloca en una de las dimensiones
30 años que desafían las nociones tradicionales clave del desarrollo: la construcción de ciudada-
de Estado y sociedad. Uno de los más funda- nía social. La argumentación que desarrollare-
mentales ha sido provocado por la conciencia de mos es que se han producido en las últimas
que las instituciones importan y, por ende, que décadas cambios de inusitada magnitud que nos
no es posible pretender ninguna transformación enfrentan a un nuevo Estado y a un nuevo ám-
sin considerar el peso que las reglas de juego bito de lo público que requieren ser problemati-
—formales e informales— tienen en la conducta zados ante cualquier intento de recuperar su
social. Las corrientes institucionales, basadas en centralidad. Con base en tal cuadro, también ar-
esta convicción, dan un paso más (un gran salto, gumentaremos que es requerido un nuevo
propiamente) pretendiendo derivar cuáles son las juego, radicalmente cuestionador del tipo de ins-
instituciones que se asocian al desarrollo y, por tituciones y de lógicas de pensamiento que se
tanto, que requerirían ser construidas a tal fin. han asentado. Insinuaremos, además, que sus
Ellas, si bien ya han suscitado contundentes es- condiciones de posibilidad comienzan a aso-
tudios críticos que interpelan sus pretensiones marse tanto en la práctica como en la teoría, pero
de causalidad, se han convertido en hegemóni- que el puzle aún está inacabado, requiriendo jun-
cas en el campo del desarrollo. tar piezas e incluso crear otras, teniendo en
cuenta los cambios que han experimentado no-
Pero la ‘cuestión institucional’ no solo incumbe a ciones como la igualdad, la diversidad y la liber-
las teorías del desarrollo en términos generales. tad, así como los errores del viejo patrón
También interpela a las teorías sobre el Estado y Estado-céntrico de las reformas en la administra-
la administración pública y, consecuentemente, ción pública.
a las concepciones acerca de su reforma. Adop-
tando la metáfora del ‘juego’, nuestro objetivo
será mostrar que en la actualidad este ha sido
probablemente el campo donde las ideas hege-
mónicas han encontrado el mayor asidero prác-
tico, al punto de generar un juego sobre lo público
cuyas consecuencias son gravitantes indirecta-
mente en la relación Estado y desarrollo, y direc-
tamente en la relación Estado y ciudadanía.
45 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
El juego actual y
1
Esta sección, en parte, recoge datos
sus reglas
expuestos en Cunill (2009).
2
Cabe destacar, en todo caso, que la
noción aparece mucho antes aunque
desde fuentes normativas distintas. Ver,
por ejemplo, Ranson y Stewart (1994) y
Cunill (1997).
era atendida por las ONG proveedoras de servi- clave: salud, educación, investigación y desarro-
cios de salud. En El Salvador, en la década del 90 llo, justicia criminal y seguridad social. El agra-
se descentraliza la educación parvularia y básica, vante es que cada vez aflora más evidencia de
transfiriendo el manejo de las escuelas a los ‘Con- que los sectores sociales, en especial la educa-
sejos Directivos Escolares’, integrados por repre- ción y la salud, adolecen de problemas de infor-
sentantes de los alumnos, maestros y padres mación que limitan lo que el gobierno puede
(Fuentes Mohr, 1996). En Perú, desde el año 1994, anticipar, especificar, regular o monitorear, lo que
asociaciones civiles sin fines de lucro —denomi- impone límites a lo que puede ser logrado a tra-
nadas CLAS— actúan en el primer nivel de aten- vés de su privatización y regulación (Ramesh y
ción de salud, llegando a cubrir el 35% de los Araral, 2010, p. 4-7).
establecimientos en el año 2005 (Frisancho,
2005). Concomitantemente a esta realidad, ha dismi-
nuido la percepción de los ciudadanos de la re-
No hay datos acerca de la proporción exacta de gión respecto del poder que tiene el Estado para
servicios sociales que en cada país son presta- resolver los problemas: en el 2003 un 57% de
dos por organizaciones públicas, entidades mer- los habitantes de la región decía que el Estado
cantiles, organizaciones sin fines de lucro y era la institución que tenía más poder, porcentaje
organizaciones sociales de interés público. Sin que ya en el 2005 se había reducido a 49%. En
embargo, los datos fragmentados de los que dis- contraste, ha aumentado la percepción de poder
ponemos sugieren que, tendencialmente, ha cre- de las grandes empresas: de 40% en el 2003 a
cido sobre todo la prestación de servicios 44% en el 2005 (Corporación Latinobarómetro,
sociales por parte de entidades mercantiles; por 2005, p. 18).
tanto, que América Latina (con pocas excepcio-
nes) ha adoptado la lógica del mercado para la
provisión de los servicios públicos en términos La equidad y la legalidad desvalorizadas
más extremos que los países en que surgió este a costa de la búsqueda de una eficiencia
tipo de enfoque. Al respecto basta recordar que no segura
en el Reino Unido, inmediatamente después del
período de las más profundas transformaciones Es innegable que el primario punto de contraste
en esta dirección, se reconocía (Ferlie, Ashbur- entre las nuevas orientaciones en gestión pública
ner, Fitzgerald y Pettigrew, 1996, p. 3) que el sec- y la administración pública tradicional es entre un
tor público pudo haber perdido su rol económico, modelo basado en valores de negocio, inclu-
pero ha retenido un fuerte rol social; continúa fi- yendo un foco en el consumidor, y un modelo ba-
nanciando y suministrando bienes y servicios sado en la legalidad y en los procedimientos
48 | Perspectivas sobre el Estado
(Pierre y Painter, 2010, p. 51). Es innegable tam- tiene pues consecuencias para todos. El punto cen-
bién que la supuesta concentración en la eficien- tral es que el enfoque dominante suele asumir que
cia productiva y en la responsividad ante los la búsqueda de equidad puede entorpecer la efi-
clientes ha encontrado un terreno fértil entre po- ciencia, sobre todo debido a la erosión de los incen-
líticos interesados en ganar adhesión de consu- tivos que podría producirse. Con ello, se asienta una
midores agobiados con altos impuestos y dicotomía entre eficiencia, y equidad, que incluso
servicios de calidad declinante. Pero este esce- desconsidera el hecho de que atender el aspecto
nario opera básicamente en los países desarro- de equidad puede, en muchas circunstancias, ayu-
llados donde los problemas de inequidad no son dar a promover la eficiencia sobre todo si la con-
tan acuciantes como en nuestros países, porque ducta de las personas en esta dirección depende
existe un piso básico de protección para todos. de su sentido de lo que es justo y de su lectura
En la práctica, el que la gente en los países de- acerca de si el comportamiento de los demás lo es
sarrollados se resista a pagar más impuestos im- (Sen, n.d.).
pulsa a los gobiernos a procurar descargarse de
lo que no pueden costear. Por otra parte, ya es evidente que el énfasis en
la eficiencia productiva puede resultar en la le-
En los países subdesarrollados la situación es muy sión de valores democráticos como la legalidad,
distinta, no solo porque la carga tributaria es ínfima la responsabilización política y el debido proceso,
comparada con la de los países desarrollados, sino que son consustanciales a la persecución de
porque el Estado nunca ha llegado a construir total- fines públicos (Pierre y Painter, 2010), pero que
mente los mínimos de bienestar. Ello, obviamente, no se erigieron en objetivos de los nuevos enfo-
no es un problema para todos. Como bien lo ad- ques de gestión pública, tal vez porque ellos se
vierte O’Donnell (2010, p. 166), el Estado no solo originaron en contextos donde se asumían como
tiene muchas caras; muestra diferentes caras a di- dados. Este, ciertamente, no es el caso de la ma-
ferentes individuos. “En todos lados pero más aún yoría de nuestros países, donde la pobreza no es
en países muy desiguales, los ricos y privilegiados solo material, sino legal (O’Donnell, 2010, p. 171),
se encuentran con pocas caras del Estado, y esas distribuyéndose desigualmente incluso en los
pocas caras son frecuentemente amables” (O’Don- ámbitos subnacionales8.
nell, 2010, p. 170), y esto es así en gran medida por-
que los servicios que usan (salud, educación, Lo cierto es que muy tempranamente ya fue ad-
pensiones, seguridad, transporte, etc.) los compran vertido (véase Hood, 1991) que la lógica de la
en el mercado. La ‘selección adversa’ de los que nueva gestión pública solo coloca el foco en la efi-
‘cuestan’ tiempo o dinero, que tiende a producirse ciencia y la eficacia, con la consiguiente subordi-
cuando el énfasis se coloca en la pura eficiencia, no nación y debilitamiento de los valores de la
49 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
La solidaridad en el financiamiento de los justificando así el cobro por el uso de los servi-
servicios públicos como un valor perdido cios públicos. Por tanto, una recomendación bá-
sica que formula es “cobre por el uso del servicio
Uno de los asuntos insuficientemente debatidos toda vez que pueda”; o sea, “privilegie el pago
es que la reforma de los servicios públicos ha sig- de bolsillo”. Si este no es posible por considera-
nificado un cambio dramático en el modo de fi- ciones de equidad, entonces cabría recurrir al fi-
nanciarlos, al inclinar la balanza desde los nanciamiento público, aunque siempre ligado a
impuestos a los cargos directos, preferente- las preferencias de los usuarios. El BID lo expre-
mente a los usuarios. De hecho, según ha sido saba ya a mediados de los 90 de la siguiente ma-
estudiado, las reformas cada vez más se inclinan nera: “la equidad puede mejorarse cuando el
a favorecer este cambio (Batley y Larbi, 2004, p. acceso de los particulares a los servicios está ga-
126). El sustento teórico más genérico es que si rantizado por el financiamiento público que traen
se separa el financiamiento de la producción de consigo a la escuela u hospital, en vez de por su
los servicios y el primero es vinculado con los re- proximidad a una institución planificada centrali-
sultados (por ejemplo, a la cantidad de alumnos zadamente” (BID, 1996, p. 248).
matriculados o al número de pacientes atendi-
dos), o bien se hace dependiente directamente Los resultados más emblemáticos de tal prescrip-
del pago de los clientes (sea directo o indirecto ción los podemos encontrar en el financiamiento de
por medio de vouchers), estos dispondrán de la educación pública chilena. Allí no solo el copago
poder directo sobre los servicios públicos. Así, los es la norma, sino que el pago de bolsillo se ha mul-
resultados podrán ser dobles. De una parte, en lo tiplicado, hasta llegar a la paradoja de que cerca del
que concierne a los clientes, la posibilidad de 70% del financiamiento de las universidades públi-
‘elección’ de los servicios junto con la oportunidad cas depende directamente de los aranceles paga-
de ‘salida’ de aquellos que no les resultan satis- dos por los alumnos. Con ello queda demostrado el
factorios. De otra parte, en lo que respecta a los efecto más directo de este tipo de prescripción: la
servicios, mayores incentivos para mejorar su pérdida de la solidaridad social, vía tributación, en el
desempeño de modo de atraer más clientes y, financiamiento de los servicios públicos.
por ende, más recursos financieros.
La clave estaría pues en lograr que el financia- El debilitamiento del ethos del servicio
miento de los servicios públicos se asocie a los público
usuarios. El Banco Mundial (2004), en su estudio
referido a los servicios sociales para los pobres, Es ampliamente reconocido que la abolición de
afirma que “pagar por los servicios otorga poder”, las carreras unificadas, el intensivo uso de con-
51 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
La reforma de los
servicios públicos
tratos de término fijo para los altos directivos públicos y la flexibi-
lidad obtenida a través del creciente número de personal con arre-
glos temporarios progresivamente han atenuado el ethos del
ha significado un
cambio dramático
servicio público (Gregory, 2007). Todas estas medidas han sido
en el modo de fi-
adoptadas también en la mayoría de los países latinoamericanos,
nanciarlos, al incli-
con el agravante de que, salvo excepciones, nunca llegaron a con-
nar la balanza
solidarse en ellos verdaderas burocracias profesionales. Lo cierto
temente a los
promiso con el servicio público.
Pero, además de tales problemas, hay otro más velado y cuyas usuarios.
consecuencias son también a largo plazo. Alude, de nuevo, a los
fundamentos teóricos de las reglas de juego que han sido insti-
tuidas. Recordemos, al respecto, que tales fundamentos son pro-
porcionados básicamente por tres enfoques: el de la elección
pública (public choice), el de la teoría de la agencia y el de la
Nueva Economía Institucional, NEI. Todos ellos comparten dos
premisas sobre la conducta humana, importadas de la teoría eco-
nómica neoclásica. Primero, que todos somos seres racionales
que, en tanto tales, optamos siempre por la mejor alternativa de
acuerdo a la información disponible. Segundo, que siempre per-
seguimos maximizar el beneficio individual, lo que en el extremo
puede conducirnos al oportunismo, vale decir, a la búsqueda del
interés propio con dolo. Partiendo de estas bases, la NEI incor-
pora la importancia de las estructuras institucionales en que se
insertan los individuos como factor explicativo de sus conductas.
Dado que considera que las preferencias individuales son esta-
bles y constantes, asume que la conducta puede ser estimada y
pronosticada con algún grado de probabilidad con base en los
incentivos institucionales.
52 | Perspectivas sobre el Estado
Lo cierto es que, a partir de la NEI, se constituye pecial, uno de los pilares básicos sobre los que se
en un dogma que la ineficiencia gubernamental asienta la lógica del sector público: la creencia en
se debe a un alineamiento erróneo entre los in- el servicio público. Con ello es derrumbada, en la
tereses individuales, presumiblemente oportu- práctica, la validez de servir a los intereses públi-
nistas, de los políticos y burócratas, y las cos como motivación clave del personal público.
estructuras de incentivos institucionales de las
que disponen. Por ende, que cualquier reforma La consecuencia tal vez más gravitante a largo
debe crear las posibilidades de transformación plazo es la desvalorización misma de la noción de
estructural de los incentivos que afectan la con- lo público. Como lo recuerda Schick (2004, p. 9),
ducta de tales actores. Queda, de esta forma, es- los estados que tuvieron éxito en la construcción
tablecida una conexión entre incentivos, cálculos nacional crearon los servicios públicos teniendo
privados de beneficios personales y mediciones. en consideración que una ética de servicio pú-
blico era la plataforma básica en la que descansa
Ahora bien, el problema central en este sentido el rendimiento estatal.
es que los incentivos que se diseñan tienen que
ser congruentes con la idea de seres humanos in-
trínsecamente calculadores, individualistas, y El tecnocratismo exacerbado y la
hasta oportunistas. Así, se abre la posibilidad de imposibilidad de gestionar las
que el egoísmo y el cálculo terminen siendo pro- interdependencias
ducidos por los propios incentivos y, con ello, que
las interpretaciones de un comportamiento buro- El foco dominante de la nueva gestión pública,
crático egoísta autointeresado se conviertan en como lo destaca Gregory (2007, p. 231), refleja la
una ‘profecía autocumplida’. En estas circunstan- estrecha relación entre los métodos tecnocráticos,
cias aflora la pregunta que formula Gregory (2007, por un lado, y la precisión con la cual los valores de
p. 228): ¿por qué el personal debiera estar preo- la eficiencia y la responsabilización puedan ser me-
cupado con una idea del interés público mientras didos, por el otro. Habría pues una explicación para
su desempeño individual y organizacional está la clara preferencia por todo aquello que puede ser
siendo medido contra objetivos específicos? fácil y precisamente calculable, tal como se lo pro-
—agregaríamos, respecto de los cuales se aso- puso en sus orígenes el propio modelo burocrático.
cian compensaciones pecuniarias que suelen con- La coincidencia con éste, al respecto, estriba en la
vertirse en los verdaderos objetivos a perseguir. aspiración por un mayor control y precisión admi-
nistrativa, solo que la calculabilidad de las ‘reglas’
El problema, en este sentido, es que tales premi- es ahora reemplazada por la idea de la supuesta cal-
sas desafían por completo la ética pública y, en es- culabilidad de los ‘resultados’.
53 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
12
Véase al respecto, por ejemplo, el in-
forme de la Australian Public Service
Commission (2007).
55 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
administración pública
desarrollo en Chile, indica que las co-
munidades progresivamente se trans-
formaron en hábiles especialistas.
Esta percepción es similar a la encontrada en el truirle viabilidad? Parte de estas preguntas nos
ámbito extrarregional. En efecto, a pesar de los retrotraen de nuevo al corazón de una reforma
enormes problemas en la provisión de servicios que se precie de tal: la cuestión de la modifica-
públicos, investigaciones realizadas con los usua- ción de los balances de poder entre el Estado, el
rios de salud y de agua en Ghana, Zimbabue, Sri mercado y la sociedad. Rockman (2003, p. 43) es
Lanka y la India muestran que los usuarios apo- enfático en este sentido: “cualquier reforma de
yan, en general, su mantención en esta esfera y la cual valga la pena hablar es fundamentalmente
rechazan arreglos alternativos. La creencia en que acerca de re-arreglar la distribución del poder, dar
la garantía por la prestación de servicios básicos ventaja a algunos jugadores y perjudicar a otros”.
puede ser asegurada mejor por el Estado, junto El enfoque hegemónico hace una apuesta explí-
con experiencias de privatización que han em- cita en este sentido, reconociendo (al menos en
peorado la situación de los usuarios, parecieran su versión institucionalista) que busca alterar las
estar en la base de tales resultados (Batley, 2003), relaciones de poder en el sector público (Banco
incluso en otros ámbitos. En este último sentido, Mundial, 2004). Su foco son tres tipos de acto-
por ejemplo, después de casi dos décadas de re- res, los formuladores de política, los proveedores
tracción del Estado, el propio Banco Mundial re- de servicios y los clientes, y su propuesta, como
conoce que ya para el año 2005 el 74% de las hemos advertido, dice orientarse a aumentar el
concesiones de transporte y 55% de las de agua ‘poder de los clientes’ de manera de contrarres-
habían sido renegociadas en América Latina (ci- tar el poder de burócratas y políticos visualizados
tado por Ramesh y Araral, 2010, p. 3), todo ello solo como maximizadores de su propio beneficio
como producto de la decepción con los resultados individual. La contracara que ofrece para ello con-
de los procesos de privatización. siste en modificar la estructura de la administra-
ción pública y sus modos de gestión, creando
La necesidad de
incentivos institucionales que, según lo recono-
cen sin ambages sus propios mentores, están
un ‘Nuevo Juego’.
orientados a reproducir la lógica del mercado al
interior del sector público18 y a disminuir el poder
del Estado dentro de él, a la vez bajo una visión
de los intereses públicos que los asimila a la as-
Un puzle aún inacabado piración de la ‘soberanía del consumidor’ en el
ámbito público.
¿Podemos imaginarnos un nuevo juego en el
sector público? ¿Quiénes serían los jugadores? Sabemos que los móviles originales en los paí-
¿Cuáles serían las alianzas necesarias para cons- ses anglosajones fueron aliviar las finanzas públi-
59 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
19
Es sabido que hay diferencias de én-
En este contexto, no es casual que el descontento con los gobier- fasis entre los países mentores, e in-
cluso dentro de ellos según el gobierno
nos, que estuvo en el origen de muchos de los cambios y trascen- de turno. En el caso de Estados Unidos,
dió diferencias ideológicas, vuelva a emerger, aunque reclamando por ejemplo, durante el gobierno de
Clinton el énfasis estuvo en el aumento
ahora lo que en su momento fue la contraconsigna: ‘más interven- de la discreción de los directivos públi-
cos y de los operadores de campo, así
ción del Estado’, e, incluso en nuestros países, ‘más servicios pú- como en la disminución del peso de los
blicos’. La crisis económica mundial que se inicia en septiembre procedimientos, mientras que el go-
bierno de Bush se orientó más a promo-
de 2008 con el colapso de los bancos de inversiones marca un ver la competencia, las tercerizaciones
y las privatizaciones. Sin embargo,
nuevo hito en la validación del Estado. De hecho, el subsecuente como lo destaca Rockman (2003, p. 45),
“la realidad es más convergente que la
rescate financiero anunciado en muchos países ha sido valorado retórica. Ambas administraciones gusta-
como la más grande expansión en el rol del Estado como financia- ban de resaltar las reducciones en la nó-
mina federal de pagos y el dinero
dor, propietario y regulador en la mitad de un siglo (Ramesh y Ara- ahorrado (presumiblemente recortando
tareas)”. En América Latina, en el campo
ral, 2010, p. 1). de los servicios sociales las reformas
institucionales han tenido una clara pre-
eminencia y, en lo formal, también la
El péndulo está pues moviéndose de nuevo a favor del Estado, orientación a la ‘gestión por resultados’,
aunque con extensiones y profundida-
pero es claro que no cabe esperar resultados contundentes en la des variables.
60 | Perspectivas sobre el Estado
21
En Chile, país emblemático y pionero
en la instalación de las reformas con Primero, aparece una condición básica: la revisión de los funda-
enfoque de mercado, han emergido,
sobre todo a partir del año 2000, nue-
mentos teóricos sobre los cuales se basan las transformaciones
vas políticas de protección social que, en el sector público, y específicamente de sus supuestos sobre la
según lo reconoce Larrañaga (2010, p.
14), “expanden significativamente la co- conducta humana. Nos hemos referido antes a la ‘profecía auto-
bertura y los montos de los beneficios
respecto de aquellas que priorizaban la cumplida’: seres egoístas y calculadores creados por los propios
superación de la pobreza en décadas incentivos institucionales que asumen tales supuestos. Por tanto,
anteriores, pero que no aspiran a cubrir
toda la población ni a sustituir los meca- un cambio al respecto, según lo sustentan ya algunos estudiosos,
nismos de mercado existentes” (cursi-
vas nuestras). exige de una nueva filosofía pública que cree un fundamento nor-
61 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
Es altamente pro-
bable que un
mativo sobre el que basar la identidad de la Administración Pública
(Wamsley, 1996) y que se encargue de enfrentar, entre otros, los
dilemas de lo individual vs. lo colectivo y de la eficiencia vs. la equi-
juego alternativo
exija de transfor-
dad, así como de combatir la visión dual de la naturaleza humana
maciones de gran
(mala vs. buena) y de las propias instituciones (control de la natu-
envergadura en los
raleza humana vs. promoción de sus aspectos positivos), que no
propósitos de la
solo han subyacido en los ‘viejos’ y los ‘nuevos’ enfoques de la re-
24
O’Donnell (2010, p. 261) menciona,
entre otros, los convenios interna-
cionales sobre temas de género (1979 y Un fenómeno innegable es la creciente conciencia de derechos
1999), discriminación racial (1965), dere-
(O’Donnell, 2010, p. 229) que va ahora acompañada de una signifi-
chos de los niños (1989) y pueblos indí-
genas (2007), entre otros. cativa disposición a exigirlos, a sabiendas de que no basta inscribir
25
De las que la Constitución de 1989 de derechos en el sistema legal para que ellos operen como tales. En
Brasil es pionera. No puede, en todo
caso, desconocerse que en el ámbito
especial, actualmente crecen las protestas colectivas, así como las
internacional, ya para ese entonces, se acciones judiciales, que ponen en el tapete demandas en torno a
insinuaba una conexión entre desarrollo
humano y derechos humanos. Como lo derechos garantizados alusivos tanto al respeto de la diversidad
advierte O’Donnell (2010, p. 239), en la
concepción del desarrollo humano social como a reclamos por la equidad en la provisión y financia-
adoptada por el PNUD ha sido muy in-
miento de los servicios sociales y, en paralelo, por el asegura-
fluyente el trabajo de Sen, el que ya en
una obra de 1985 sostenía que las “ca- miento de su calidad. Los derechos sociales, en este sentido, se
pacidades son un modo de caracterizar
la libertad positiva, y pueden ser vistas conciben como derechos fundamentales sujetos a la plenitud jurí-
como derechos —derechos positivos
para hacer esto o para ser eso—”.
dica y, por tanto, con obligaciones y responsabilidades precisas
26
para su protección (como los civiles y los políticos).
En junio de 2011 se modificaron 11
artículos de la Constitución con la finali-
dad de actualizar el marco legal de los
derechos fundamentales, a más de re- La ciudadanía social, en términos de una titularidad universal de
forzar a las comisiones defensoras del
los derechos sociales asumidos como derechos humanos esencia-
cumplimiento y respeto de esos dere-
chos (Quintana, 2011, p. 3). Además se les, vuelve así a reivindicarse. Comienza, además, a encontrar eco
cambió la denominación del Capítulo
Primero de la Constitución para lla- en políticas públicas que formalmente adoptan un enfoque de de-
marse ahora “de los derechos humanos
y de sus garantías”, entendiendo que la
rechos, respaldadas por el régimen transnacional de derechos hu-
expresión derechos humanos es mucho manos24, e incluso en reformas constitucionales25, como la reciente
más moderna que la de garantías indi-
viduales (Quintana, 2011, p. 22). de México26. A pesar de que a veces se trata de derechos progra-
63 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
del existente a inicios de los ochenta, la CEPAL truirle viabilidad a estas nuevas políticas de garan-
(Ocampo 1998, p. 13) sostiene que el abandono tías de derechos permanecerá inconclusa si es
de los impuestos directos como mecanismos de que la propia institucionalidad encargada de su im-
recaudación ha avanzado más de lo deseable en plementación no es adaptada a ellas, desafiando
América Latina. En la OCDE, destaca, el 65% de así en forma expresa las recetas prescritas por los
la recaudación corresponde a impuestos directos enfoques de reforma hegemónicos. Esto a sabien-
(cuatro quintas partes por impuesto a la renta per- das de que los arreglos organizativos y de gestión
sonal), en tanto en América Latina los impuestos contribuyen a la creación de reglas de juego que
directos suman solo el 25% de la recaudación (la afectan los balances de poder y los valores, y con
mayor parte por renta de las empresas) (Ocampo ello las condiciones de implementación de una po-
1998, p. 13). Su conclusión, al respecto, es que lítica con enfoque de derechos.
“existe un amplio margen para fortalecer la tribu-
tación directa (especialmente en las personas) en Algunas pistas acerca de cómo se debe hacer la
la mayoría de los países de América Latina”; con- readaptación las proporciona el propio marco nor-
sidera, asimismo, que, mientras la lucha contra la mativo de tales políticas, al menos en lo que res-
evasión incrementaría la equidad horizontal, esta pecta a tres de sus principios: integralidad,
reforma contribuiría a mejorar la equidad vertical exigibilidad y participación social. En sí, ellos inter-
(Ocampo 1998, p. 15). pelan a tres atributos en el plano de la institucio-
nalidad, que son, respectivamente, los siguientes:
Probablemente, la mejor justificación de la nece- Ahora bien, aunque aún sabemos poco sobre
sidad de gobernanza sistémica que conlleva la este tema, evidencias empíricas disponibles (Cu-
implantación de una política con enfoque de de- nill, Fernández y Vergara, 2011; Repetto, 2009;
rechos queda reflejada en el siguiente aserto de Cunill, 2005) apoyan la idea de que la percepción
uno de los directores entrevistados de los servi- de las interdependencias, y, por ende, la coope-
cios de salud en Chile respecto de la reforma sa- ración conjunta, exigen del uso de mecanismos
nitaria implementada a partir del año 2005 bajo de gestión integradores. Si la planificación es uni-
una orientación de derechos: “Antes nosotros es- lateral, mal puede aumentar la comprensión
tábamos más orientados hacia la administración mutua, lidiarse con las diferencias de intereses y
de los hospitales. Ahora, debemos coordinar, perspectivas y obtener visiones compartidas en
aunar esfuerzos en torno a la salud”. En este caso torno a problemas que exigen del concurso de
queda relevada la importancia de los abordajes actores diversos, por más espacios de coordina-
integrales para propender a la solución de los pro- ción interorganizacionales e intersectoriales que
blemas sociales y, por ende, la necesidad de se generen. Por otra parte, si las articulaciones
construcción de relaciones orgánicas entre los di- que se crean a través de procesos de planifica-
versos actores que tienen injerencia en su logro. ción conjunta no encuentran un respaldo en los
Esto, más aún si consideramos que, según lo ad- presupuestos de los actores concernidos, mal
vierte un reciente estudio referido a los servicios puede lograrse la articulación de sus recursos y
públicos descentralizados: saberes. Finalmente, pierde viabilidad la gober-
[E]n nuestras ciudades se expresa una nanza sistémica si las evaluaciones del desem-
muy variada institucionalidad en la provi- peño se orientan a medir logros individuales y los
sión de servicios públicos, generalmente incentivos se asocian solo a su consecución.
desestructurada y en donde coexisten las
instituciones nacionales-sectoriales, las Todo sugiere, pues, que la existencia de una real
regionales-metropolitanas y las municipa- operación en red para propender a la integralidad
les-locales. Generalmente se trata de ins- de los derechos supone, a lo menos, procesos
tituciones con fuertes grados de conjuntos de planificación, programación presu-
superposición, con competencias insufi- puestaria y evaluación, así como instancias que
cientemente establecidas y donde se posibiliten la articulación de los actores concer-
acumulan inercias e ineficiencias de alta nidos, en el marco de valores que promuevan la
significación (Galilea, Letelier y Ross, colaboración y la comprensión mutua de las in-
2011, p. 35). terdependencias. Los modos de gestión por re-
sultados asociados al patrón hegemónico de
reformas institucionales del sector público no
67 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
solo no problematizan sobre tales cuestiones, Bajo este marco, propender a la accountability
sino que crean efectos reversos en tales senti- supone diseñar un sistema institucional de exigi-
dos, según hemos advertido. Cambios radicales bilidad de los derechos, o sea, de reglas que el
son entonces requeridos para asegurar que el atri- Estado fija para que los portadores de obligacio-
buto de la gobernanza sistémica encarne en la ins- nes que emergen de los derechos ciudadanos
titucionalidad encargada de la implantación de efectivamente las cumplan o sean responsabili-
políticas con enfoque de derechos humanos. zados por sus faltas. Ello, a la vez, teniendo en
cuenta que la propia administración pública
Si colocamos ahora la mirada en otro principio puede asumir una responsabilidad activa en la so-
consustancial a las políticas con enfoque de de- lución de los conflictos, a fin de evitar la excesiva
rechos, la exigibilidad, constataremos que su judicialización de los derechos.
logro deviene también en la problematización de
la manera como hasta ahora hemos entendido el El diseño de un sistema de este tipo, de suyo
asunto de la accountability. complejo, se complica más cuando las garantías
tienen que ser cumplidas por un sistema dual de
La relación entre derechos y políticas sociales se servicios (públicos y privados) respecto del cual,
hace posible básicamente a través de los meca- por tanto, debe operar también la exigibilidad de
nismos de accountability (Abramovich y Pautassi, su cumplimiento. De hecho, estudios muestran
2006). Si estos son débiles, también lo será en (Cunill, 2011a) que un sistema de exigibilidad de
la práctica la mentada relación. Bajo este marco, derechos montado sobre un sistema dual de ser-
la construcción integral del edificio de la accoun- vicios tiene que considerar las desigualdades que
tability reviste particular importancia. Tampoco tal dualidad conlleva y debe buscar expresamente
sabemos suficiente acerca de cómo erigirlo, pero su eliminación o, por lo menos, su atenuación.
sí conocemos que no se agota en la rendición de Ello supone, entre otras cuestiones, que en el di-
cuentas a la sociedad, sino que requiere del di- seño de los mecanismos de información sobre
seño de mecanismos de exigibilidad de los dere- los derechos (y deberes) y de los recursos de exi-
chos que puedan ser accionados directamente gibilidad se tengan en cuenta las capacidades di-
por la ciudadanía (reclamos administrativos, re- ferenciales de la población respecto de su uso.
cursos cuasi judiciales y recursos judiciales), Por tanto, requiere políticas diferenciales de exi-
tanto como agencias independientes para la re- gibilidad que tengan el propósito expreso de que
solución de conflictos (no solo judiciales) y tam- los usuarios del sistema público, y en especial los
bién de órganos estatales (además de sociales) pobres, puedan efectivamente reivindicar sus de-
que puedan velar por sus intereses actuando rechos en forma expedita. También exige de la
como sus agentes. creación de incentivos a la acción cooperativa y
68 | Perspectivas sobre el Estado
autónoma de las agencias que actúan en nombre dimensiones: la institucional, que hemos referido, y
de la ciudadanía, en pos de generar sinergias la social. Esta última es la que específicamente re-
entre las capacidades estatales. Finalmente, en mite al espacio público que existe cuando la socie-
lo que respecta a la cara de la rendición de cuen- dad actúa expresamente en pos de la defensa y
tas de la responsabilización, no basta con obligar ampliación de sus derechos por medio de la partici-
a los organismos a rendir cuentas públicas, y ni pación ciudadana y el control social. Abordaremos
siquiera son suficientes leyes de acceso a la in- estos asuntos a continuación.
formación si no se atiende expresamente a la re-
levancia, accesibilidad y exigibilidad de la
información, acerca de los derechos, así como al La ampliación de la esfera pública:
diálogo social sobre los resultados de las accio- preguntas más que respuestas
nes de los sostenedores de obligaciones.
La esfera pública constituye básicamente el es-
De manera que, cuando está en juego el desarro- pacio político que la sociedad ocupa cuando te-
llo de la accountability en relación con derechos matiza y debate acerca de asuntos de interés
ciudadanos, otros cambios son requeridos en la público y ejerce presión sobre quienes adoptan
institucionalidad pública estatal. Otros más aflo- decisiones acerca de ellos con el respaldo de la
ran cuando se coloca la mirada en cómo la socie- ley o de la autoridad. Interpela, por tanto, al sis-
dad puede perfeccionar directamente la tema político, como también a la administración
accountability. Ello nos da pie para tratar un ter- pública. En general, todos los enfoques autode-
cer aspecto interpelado cuando se trata de im- nominados ‘neopúblicos’ coinciden en reconocer
plementar políticas con enfoque de derechos: el la importancia de la participación ciudadana en la
espacio público que se conforma. Este cierta- administración pública. La literatura al respecto
mente no constituye un objeto de atención del ha proliferado en los últimos años, especial-
patrón hegemónico de reformas. A lo más, su mente aquella que se funda en la teoría norma-
problema es dotar de medios de voz a los clien- tiva de la democracia deliberativa y, en parte, en
tes por medio de la institucionalización de ofici- el neorrepublicanismo30. Puede, pues, concluirse
nas de quejas y sugerencias, encuestas de que hay un arsenal teórico y práctico ya disponi-
satisfacción y, eventualmente, órganos consulti- ble que invoca la ampliación del espacio público
vos. Pero se trata de un asunto clave para hacer como alternativa al tipo de participación ciuda-
exigibles los derechos de la ciudadanía. dana que sugieren los enfoques de mercado e,
incluso, los modelos neocorporativo y pluralista
En este sentido, es preciso destacar que un sistema integrativos31. Aquél, a diferencia de estos últi-
de exigibilidad de los derechos ciudadanos tiene dos mos, no supone la abdicación de la soberanía po-
69 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
Conclusiones
La posibilidad de un nuevo juego que recupere la centralidad del
Estado para la construcción de ciudadanía social tiene ya abiertas
ciertas condiciones, pero también múltiples restricciones. Una,
fundamental, aunque no suficientemente debatida, atañe a los lí-
mites que la propia administración pública y el sector público que
se han configurado en los últimos 30 años imponen al despliegue
de políticas sociales con enfoque de derechos humanos. Estas,
como ha sido destacado, no solo requieren de financiamientos pú-
blicos, sino de una institucionalidad pública robustecida en el
campo de los servicios públicos y de una esfera pública vigilante;
vale decir, exactamente lo contrario a lo que tenemos actualmente
en la mayor parte de América Latina.
41
Bajo el alegato de que las garantías
El asunto clave remite pues a la arquitectura social que legaremos
de salud operan independientemente
del tipo de proveedor y ante las listas a las nuevas generaciones. Si, en definitiva, gana la batalla la uni-
de espera en el caso de los asegurados
por el sistema público, la solución ha versalización de derechos, e incluso su exigibilidad, pero pierde te-
sido entregar un bono para ser usado
en el sistema privado, o sea, proveer de rreno lo público, la victoria probablemente será pírrica.
más recursos al sector privado mercan-
til. De hecho, la garantía de oportunidad
con plazos garantizados se hace efec- Aunque es evidente que hay matices, el escenario, en términos
tiva a través de la compra del servicio
en el sector privado si no hay resolución generales, ya ha sido dramáticamente cambiado. El poder del Es-
en el sistema público.
tado en el sector público ha disminuido tras el vertiginoso creci-
miento de las figuras de las contrataciones externas y vouchers
(todos con financiamiento público) en el campo de los servicios so-
ciales. Pero, además, estos han sido sometidos a una inédita seg-
mentación producto de los procesos de privatización de servicios
públicos esenciales. En este sentido, aquellos países que iniciaron
tempranamente las reformas lo que muestran son dos sectores
respecto de los servicios de educación y salud: uno privado, grande
en extensión y profundidad, y otro público, pequeño y que se sos-
tiene en gran medida con el gasto de bolsillo, pero que a la vez fi-
nancia significativamente al primero. Por su parte, aquellos
servicios que han sido trasladados a niveles subnacionales han ten-
dido a abonar aún más el terreno de los negocios privados tras su
delegación a ellos, o bien han sido reconvertidos en servicios pri-
vados (piénsese en el caso de la figura de las corporaciones muni-
cipales que operan bajo los principios del derecho privado) o se han
fragilizado inclusive más tras la figura de los financiamientos com-
partidos imposibles de ser asumidos por municipalidades o enti-
dades locales pobres.
rechos en el sector público estatal y, eventual- ción pública forma sociedad tanto a través de sus
mente, no estatal. resultados, expresados en bienes y servicios,
como a través de sus procesos. Si estos interpe-
Perfilar una nueva institucionalidad al interior de lan a seres humanos egoístas y calculadores, es
la administración pública probablemente exigirá altamente probable que así fomenten tanto a su
de muchos cambios que aún no sabemos bien interior como hacia afuera de ella el egoísmo, el
cómo enfrentar. En cualquier caso, según lo cálculo, el todo vale. La pregunta final es si acaso
hemos acá advertido, unos ya son evidentes. Go- es éste el tipo de sociedad que puede realizar los
bernanza sistémica, en vez de competencia des- ideales de libertad efectiva e incluso de felicidad
tructiva o redes circunstanciales e instrumentales que ahora es tan crecientemente valorada.
movidas solo por la obtención de beneficios eco-
nómicos. Sistemas institucionales de exigibilidad
de derechos que puedan ser usados por los que
más los necesitan, en vez de que refuercen las
asimetrías sociales. Rendición de cuentas públi-
cas, en vez de presentación unilateral de historias
formales. Evaluaciones que sirvan para orientar
las políticas, en vez de que conduzcan a reificar
solo lo que puede ser fácilmente medido. Valori-
zación del personal público, en vez de marginali-
zación de sus derechos y profundización de sus
desigualdades. Y, en forma destacada, oportuni-
dades para la ampliación de las interfaces entre
el Estado y la sociedad que redunden en la vigo-
rización de la esfera pública, en vez de instancias
instrumentalizadas o directamente cooptadas por
el Estado o copadas por seudos representantes
sociales, que no devienen en incidencia ciuda-
dana sobre la democratización de las políticas ni
sobre la accountability de la gestión pública.
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77 | Perspectivas sobre el Estado
Nuria Cunill Grau
Abstract
Desde la recuperación de la democracia veintinueve años atrás,
conceptos tales como modernización del Estado, reforma del Es-
tado y democratización de las relaciones de empleo público se han
incorporado a los discursos de la dirigencia política y gremial, los
congresos, las investigaciones y cuanto ensayo se haya publicado
respecto de Estado y democracia, muchas veces incurriendo en
imprecisiones y vaguedades. En este artículo se realiza un repaso
detallado de los grandes cambios que ha atravesado el régimen de
empleo público en la Argentina desde el retorno democrático, y se
procura indagar cuál ha sido su impacto en el siempre pretendido
objetivo de modernizar el Estado.
84 | Perspectivas sobre el Estado
Introducción
1) El primero abarca de 1983 a 1989, donde se
intentó introducir algunas figuras nuevas, como el
Cuerpo de Administradores Gubernamentales, sin
Desde la recuperación de la democracia hace ya avanzar en profundidad en la modificación o el
veintinueve años, conceptos tales como moderni- reemplazo de las modalidades escalafonarias here-
zación del Estado, reforma del Estado, democrati- dadas. En lo que hace a la negociación colectiva, la
zación de las relaciones de empleo público y otros ratificación por parte de nuestro país de los Conve-
similares se han incorporado a los discursos de la nios 151 y 154 de la OIT mediante las leyes 23544
dirigencia política y gremial, de los congresos, de las y 23545 en 1988 se continuó con la realización,
investigaciones y de cuanto ensayo se haya publi- entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre de ese
cado respecto de Estado y democracia, por plante- año, de un Seminario Técnico Internacional sobre la
arlo de una manera muy amplia. experiencia de la negociación colectiva en un grupo
de países expresamente seleccionados de Europa
Cabe distinguir dos tipos de análisis: por un lado, y América. De ese encuentro resultó la conforma-
el que trata de abordar la situación y el rol del Es- ción de una comisión bipartita (Estado-sindicatos)
tado hacia afuera, es decir, la relación del Estado asesorada por el Dr. Geraldo Von Potowsky en su
con la economía, la organización social, y su ca- carácter de experto de la OIT, que trabajó entre no-
pacidad para articular y dar respuestas a las de- viembre de 1988 y febrero de 1989 y presentó un
mandas sociales; por otro, el que analiza el proyecto de ley al por entonces ministro de Trabajo
Estado hacia adentro, esto es, su organización y Seguridad Social de la Nación, Dr. Ideler S. Tonelli.
administrativa, sus procesos de gestión y su re- El proyecto fue remitido al Congreso, y, si bien no
lación con los empleados públicos. En este tra- llegó a tratarse ese año debido a la crisis que devino
bajo abordaré el segundo, sin dejar de observar en la entrega adelantada del gobierno por parte de
la íntima relación con la definición ideológica que Raúl Alfonsín a su sucesor Carlos Menem, consti-
se adopte respecto del rol del Estado en la co- tuyó el antecedente más importante de la Ley
munidad y su organización interna, así como en 24185 posteriormente sancionada.
las relaciones laborales de sus dependientes.
2) La segunda etapa, de 1990 a 1999, se carac-
Se pueden contemplar cuatro grandes momentos terizó en su primera mitad por la instalación del
o períodos en la materia que intentaremos —con la tema de la reforma del Estado como cuestión es-
arbitrariedad propia de toda clasificación— que se tratégica del gobierno.
delimitan de la siguiente manera:
En consonancia con el llamado Consenso de
Washington, que, fogoneado por el Banco Mundial
85 | Perspectivas sobre el Estado
Omar Alfredo Autón
y el Fondo Monetario Internacional, se aplicó como de su conclusión) acordaron el primer convenio co-
receta única en los llamados países emergentes, se lectivo de trabajo para el sector público, que fue ho-
privatizaron amplias áreas de las empresas del Es- mologado por el Decreto 66/1999. Finalmente, en
tado, se abrió la economía al mercado mundial y se 1999 se sancionó la Ley Marco del Empleo Público
desreguló la actividad económico-financiera. Nacional 25164, destinada a regular las materias no
comprendidas en la negociación colectiva.
En lo que hace a nuestro tema de atención, se
avanzó en una reforma administrativa que reem- 3) El tercer período comprende el bienio 2000-
plazó, en la Administración Central, el escalafón 2001, que se caracterizó por un fuerte retroceso en
1428/1973 por el Sistema Nacional de la Profesión el compromiso con esta temática y un frustrado in-
Administrativa (SINAPA) aprobado por Decreto tento de dar marcha atrás en la democratización de
993/1991. Con el nuevo sistema se proponía lograr las relaciones de trabajo y avanzar en proyectos
mayor profesionalidad y eficiencia en el aparato bu- como los llamados acuerdos-programa y la contra-
rocrático del Estado mediante instituciones tales tación de ‘gerentes’ sin estabilidad laboral, en busca
como el ingreso por concurso a la planta perma- de una supuesta eficientización de la gestión, que
nente, el acceso a cargos gerenciales por concurso, no avanzaron por la resistencia del sector sindical.
el reemplazo del concepto de antigüedad como La crisis posterior, que concluyó con los infaustos
base de la carrera administrativa por la evaluación sucesos de diciembre de 2001, dejó como herencia
de desempeño y la acreditación de requisitos míni- para el sector un recorte del 13% de los salarios de
mos de capacitación y procesos de selección para los trabajadores.
los ascensos. Se creó, además, el Cuerpo de Eco-
nomistas de Gobierno, el cual se agregó al Cuerpo 4) A partir de 2002 se inició la cuarta fase. Se re-
de Administradores Gubernamentales ya citado. tomaron lentamente las políticas de reordena-
miento del sector, la reinstalación de la negociación
En materia de negociación colectiva se sancionó en y la puesta en marcha de los institutos del SINAPA.
1992 la Ley 24185, reglamentada el año siguiente Además, se dejó sin efecto el recorte salarial men-
por el Decreto 447, que instituyó la negociación co- cionado en el acápite anterior y se dictó la Resolu-
lectiva en el Sector Público Nacional y completó así ción 48, que completó el andamiaje legal del artículo
el ciclo iniciado con la ratificación de los Convenios 9 de la Ley 25164 y su similar del Decreto 1421 re-
151 y 154 mencionados anteriormente. glamentario de la ley, que permitió avanzar en la re-
gularización de una inmensa planta de trabajadores
En diciembre de 1998, el Estado nacional y la Unión contratados bajo modalidades como la locación de
del Personal Civil de la Nación (la Asociación de Tra- servicios, que habían pasado de 3071 en 1999 a
bajadores del Estado abandonó la negociación antes 15.661 en 2002.
87 | Perspectivas sobre el Estado
Omar Alfredo Autón
El reinicio de la
negociación colectiva y
su agenda
La experiencia de los años anteriores había dejado algunas conclusio-
nes marcadas a fuego: no hay Estado moderno sin Nación integrada,
sin país con sus ojos volcados hacia la inclusión y la justicia social.
Como contrapartida, no hay dignidad para el trabajador público si no la
tienen los trabajadores en general. La estabilidad democrática, la soli-
dez institucional, el crecimiento económico en un marco de equidad y
de redistribución de la riqueza, y la defensa de los derechos sin olvidar
las propias obligaciones, son condiciones indelegables e indiscutibles
para todo lo demás. En ese marco, la reiniciación de la negociación co-
89 | Perspectivas sobre el Estado
Omar Alfredo Autón
lectiva tuvo una agenda marcada por los siguientes dar un salto cualitativo y abrir las discusiones por
temas: sector, y avanzar en esas regulaciones que conte-
nían las disposiciones que más afectaban a los tra-
1) Ratificar los conceptos de idoneidad, mérito bajadores.
e igualdad de oportunidades en el empleo público.
En este sentido, una vez recuperada la visión estra-
2) Ratificar la filosofía de que no hay derechos tégica de la necesidad de construir políticas públicas
del trabajador, carrera administrativa, recuperación a partir del consenso, con el diálogo paritario (nom-
salarial ni profesionalización sin un Estado fuerte, bre que identifica en la Argentina a la negociación
presente, inteligente, eficaz y eficiente (y viceversa) colectiva por su concepción de paridad) como he-
—que son, al fin, dos brazos de un mismo tronco. rramienta, la negociación tuvo un desarrollo espec-
tacular en los últimos ocho años.
3) Poner en marcha un proceso de recuperación
y jerarquización en las remuneraciones del sector En primer lugar, se puso en marcha una política de
luego del desastre de la economía en 2001. recuperación salarial combinada: se alcanzaron
acuerdos generales anuales para la totalidad de los
4) Encarar la eliminación de modelos precarios trabajadores involucrados en el Convenio, que per-
de relación laboral que habían proliferado en esos mitieron ir recuperando los niveles salariales previos
años, buscando eludir los congelamientos de vacan- a la catástrofe de 2001 y, a su vez, evitaron un nuevo
tes vigentes a través de modalidades contractuales deterioro por los procesos inflacionarios. Al mismo
que ocultaban la relación de empleo. tiempo, en los acuerdos se buscó no solo un au-
mento nominal, sino la mejora de la calidad del sa-
5) Teniendo en cuenta el esquema legal de la ne- lario, a fin de recuperar la jerarquización seriamente
gociación colectiva en el Sector Público Nacional ar- dañada por el achatamiento de las escalas. Prueba
gentino, que prevé la existencia de un convenio del valor político de la negociación colectiva es que
colectivo general o marco —el cual establece los se pudo ir saliendo de la crisis y recuperar el salario
conceptos ideológicos de la relación de empleo— sin que se perdieran horas de trabajo dado el bají-
y, luego, de los convenios colectivos sectoriales simo nivel de conflictividad. Los trabajadores saben
—que reflejan la aplicación y adaptación de esos ins- que el camino es el diálogo, y la negociación colec-
titutos a las diversas y disímiles realidades de la ac- tiva, la herramienta.
tividad estatal (área de administración, científicas,
artísticas, sanitarias, etc.)—, la renovación del Con- Concomitantemente, las partes pusieron en marcha
venio Colectivo General vigente desde 1998 era una un proceso de regularización de los trabajadores lla-
condición necesaria, pero no suficiente. Hacía falta mados ‘contratados’; en cuatro años lograron que
90 | Perspectivas sobre el Estado
Cualquier modelo
escalafonario y de
más de veinte mil de ellos pasaran a revistar bajo un régimen de rela-
ción de empleo con seguridad social, licencias e incorporación al Con-
revisiones y actua-
previsto en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, aspecto opi-
lizaciones perma-
nable en tanto la Corte Suprema de Justicia sostuvo en 2007, en un
nentes, en tanto
fallo histórico, que “[t]odo empleado público goza de la estabilidad ab-
aparecen nuevas
soluta prevista en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, con in-
funciones, activida-
dependencia del régimen laboral que rija esa relación”*.
des, tecnologías La firma del nuevo Convenio Colectivo General para la Administración
y modalidades
Pública Nacional, homologado por el Decreto 214/2006, constituyó un
laborales.
paso decisivo en la consolidación de los puntos 1 y 2 de la agenda
antes mencionada. Y fue incluso más allá: creó un fondo permanente
de capacitación y recalificación laboral de carácter paritario no solo en
su gestión y administración, sino también en su conformación, ya que
los sindicatos aportan el 50% de su capital; rejerarquizó la Comisión
de Igualdad de Oportunidades y de Trato como parte de una batalla
contra la violencia laboral y la discriminación; y amplió la participación
sindical a áreas antes impensadas, como la elaboración de estructuras
orgánico-funcionales y el establecimiento de las dotaciones de perso-
nal, tanto en lo relativo al número de empleados como a su perfil labo-
ral y profesional.
El Convenio
pecuaria e Industrial (INTA e INTI) —sectores estra-
Colectivo del
tégicos en el respaldo estatal en tecnología para el
desarrollo agropecuario e industrial—, del Servicio
Personal de la
Nacional de Calidad de la Producción Agropecuaria
—tanto cárnica como granífera, cruciales para las
Administración
exportaciones—, y el personal artístico de la Or-
questa Sinfónica Nacional, el Ballet Folklórico Nacio-
Pública
nal y el Coro Polifónico.
encuadrado
En las discusiones se comenzó a desgranar el
múltiple universo de la actividad pública estatal
en el SINAPA
del Gobierno nacional: se estudiaron y diseñaron
sus carreras profesionales, horarios, licencias,
modalidades de ingreso y desarrollo profesional,
así como las estructuras salariales, de modo que
permitieran ya no solo recuperar poder adquisi- Después de diecisiete años de vigencia, el Sistema
tivo, sino jerarquizar actividades, roles, profesio- Nacional de la Profesión Administrativa, más allá de
nes y, fundamentalmente, el perfil de los sus virtudes y defectos iniciales, daba claras mues-
trabajadores de estos organismos, su capacita- tras de obsolescencia, y los aires modernizadores
ción, el rol de las universidades, etc. que le dieron origen no habían logrado instalar un
tema central: cualquier modelo escalafonario y de
Este paso adelante puso en primer lugar de los de- carrera requiere revisiones y actualizaciones perma-
beres pendientes la rediscusión del Sistema Nacio- nentes, en tanto aparecen nuevas funciones, acti-
nal de la Profesión Administrativa, régimen laboral vidades, tecnologías y modalidades laborales. En el
de los 50.000 agentes de la Administración Central caso del SINAPA, no solo no se le practicó ninguna
y, como se dijo, primer ensayo de modernización y reingeniería, sino que debió afrontar medidas de go-
profesionalización del empleo público. bierno y criterios de la dirigencia política claramente
adversos a su filosofía. A saber:
Después de dieci-
siete años de vi-
gunda reforma del Estado, se habían eliminado entre 12 y 15% de las
vacantes financiadas. La pérdida entre 1996 y 2008 fue de unos 9000
gencia, el SINAPA, cargos, un 30% de los existentes en 1991 cuando entró en vigencia el
tudes y defectos
iniciales, daba cla-
2) Aparición del ‘fenómeno contratos’. Paralelamente a la reducción
ras muestras de
de las plantas permanentes, en 1995 se habilitó, a través de la Reso-
obsolescencia.
lución 92/1995, el ingreso de personal bajo la modalidad contractual de
locación de servicios. Esa norma fue reemplazada por el Decreto
1184/2001. En 2002, los contratados eran 15.661, y, al momento de
reiniciarse la negociación en 2004, sumaban 18.115.
Cambio de paradigma,
resultados y desafíos
El giro profundo que significó la asunción por parte del Gobierno na-
cional de la negociación colectiva y la participación como pilares cen-
trales de la política de empleo público se reflejó no solo en la firma del
nuevo Convenio Colectivo General, sino también en los convenios sec-
toriales, lo cual desembocó en la creación del Sistema Nacional de Em-
pleo Público (SINEP) que reemplazó al SINAPA, homologado por
Decreto 2098/2008.
El giro profundo
que significó la
a) Solución definitiva del problema del personal contratado. Si
bien se ha avanzado muchísimo en la eliminación de los contratos
gociación colectiva
del empleo público, en tres años no fue posible hacerlo efectivo
y la participación
más que en unos 1000 casos, pese a todos los esfuerzos y com-
trales de la política
brir las más de 15.000 vacantes existentes. Si tenemos en cuenta
de empleo público
que solo en el SINEP existen hoy más de 30.000 contratados, en-
tenderemos la gravedad del problema: hacen falta decisiones de
en la firma del
Es indefendible que entre dos profesionales que hacen una misma
nuevo Convenio
labor, con la misma responsabilidad y antigüedad, haya una dife-
Colectivo General,
rencia salarial de 30 a 45% solo porque uno de ellos pertenece a
sino también en
planta y el otro es contratado, con el agravante de que este último
Abstract
Con muy pocas excepciones, se considera que los Estados latino-
americanos no llegan a construir relaciones auténticamente demo-
cráticas (ni ‘liberales’ ni ‘radicales’) con sus respectivas sociedades,
dado que caen en la tercera y más inauténtica opción, la ‘populista’.
El populismo estaría caracterizado por la cooptación de la sociedad
civil (entendida tanto como las ONG y los movimientos sociales)
por parte del Estado a través del mantenimiento intencionado de
niveles de alta desigualdad social y del uso de redes clientelares.
El propósito de este artículo es analizar cada una de estas visiones
y determinar hasta qué punto puede afirmarse que estas catego-
rías ayudan a comprender la realidad política latinoamericana.
1
Agradezco a José Itzigsohn y Patricio
Korzeniewicz sus valiosas conversa-
ciones sobre estos temas.
98 | Perspectivas sobre el Estado
Introducción
gan a construir relaciones auténticamente demo-
cráticas (ni liberales ni radicales) con sus respec-
tivas sociedades, dado que caen en la tercera y
Para algunos observadores, el futuro de la demo- más inauténtica opción: la ‘populista’. El popu-
cratización de América Latina depende de hasta lismo estaría caracterizado por la cooptación de
qué punto la sociedad civil y el Estado puedan re- la sociedad civil (entendida como las ONG y los
lacionarse efectivamente según patrones institu- movimientos sociales) por parte del Estado a tra-
cionales inclusivos. El desarrollo de esfuerzos vés del mantenimiento intencionado de niveles
asociacionales voluntarios, de capital social y de de alta desigualdad social y del uso de redes
organizaciones no gubernamentales, dicen, po- clientelares. El propósito de este artículo es ana-
dría proveer de instrumentos más efectivos para lizar cada una de estas visiones y determinar
el control de las agencias estatales y de los par- hasta qué punto puede afirmarse que estas ca-
tidos políticos, de tal manera de asegurar gobier- tegorías ayudan a comprender la realidad política
nos más eficientes, transparentes y participa- latinoamericana.
tivos. Llamaremos a este primer paradigma ‘libe-
La visión liberal-
ral-democrático’.
democrática de
Para otros, la consecución de un régimen político
más igualitario e inclusivo requiere de mayor es-
las relaciones
pacio para la participación de aquellos movimien-
tos sociales que han sido más críticos de las
entre Estado y
políticas neoliberales, como los de campesinos,
de desempleados o de trabajadores. Llamare-
sociedad civil
mos a esta visión ‘radical-democrática’.
los pequeños pueblos de la Nueva Inglaterra pu- solidaridad y en la igualdad. Solo dentro de una
ritana creaban la vida pública de sus habitantes, red de normas de la sociedad civil que existan de
y de la forma en que estas asociaciones opera- manera independiente del Estado y que sean
ban en una esfera de casi total y completa auto- consistentes con la ley “pueden la democracia li-
nomía de la intervención estatal y del mercado, beral y el capitalismo florecer” (Chatterjee, 2006,
aún resuena fuertemente. p. 33, traducción de la autora).
Los teóricos liberales de la sociedad civil sostie- Estas asociaciones autónomas y con espíritu cí-
nen que los fenómenos que tienen lugar en las vico tienen, sin embargo, un importante rol que
microinteracciones sociales (en la forma de todo cumplir, en tanto ellas pueden servir como efica-
tipo de asociaciones voluntarias, tales como clu- ces instrumentos de control sobre las agencias
bes, iglesias, grupos de padres, grupos de alco- estatales, los oficiales elegidos y los partidos po-
hólicos anónimos y cualquier otro tipo de líticos, para asegurar así gobiernos más transpa-
organización formada de manera voluntaria por rentes, eficientes y participativos.
ciudadanos privados) tienen externalidades posi-
tivas, como la creación —involuntaria— de lazos La redistribución del ingreso requiere de dos ele-
sociales caracterizados por la confianza, la civili- mentos: la institucionalización de mecanismos
dad, la tolerancia y la aceptación de las normas. eficaces de rendición de cuentas y el ejercicio
Este enfoque sostiene que la aceptación de las efectivo de la competencia política. Estos ele-
normas, la cooperación y la confianza son funda- mentos son fundamentales para garantizar el
mentales para que la democracia funcione. Esta funcionamiento adecuado del sistema democrá-
visión, por otra parte, mira con aprehensión al tico, cuya validez no se sostiene únicamente por
conflicto social, que es, en general, entendido la celebración de elecciones periódicas. Si la ca-
como un síntoma de la falta de confianza y de ca- pacidad del Estado no está acompañada de un
pital social (Warren, 1999; Cohen y Arato, 1994; proceso de consolidación democrática que impli-
Putnam, 1993 y 2000). que rendición de cuentas, pesos y contrapesos,
y competencia política, la democracia no logrará
En palabras de Jürgen Habermas, la sociedad incidir positivamente en la disminución de los ni-
civil debe constituirse en la esfera de la vida so- veles de desigualdad (PNUD, 2010).
cial en donde relaciones libres, autónomas y no
colonizadas pueden florecer (Habermas, 1999). Para esta visión, la relación entre sociedad civil y
Las instituciones políticas, por su parte, deben Estado es un juego de suma cero: aun sin mala
existir separadas de, aunque conectadas con, las intención, el Estado, en su permanente ansia de
instituciones de la sociedad civil basadas en la expansión burocrática, quiere subsumir a las aso-
100 | Perspectivas sobre el Estado
ciaciones dentro de su lógica particular, y las aso- Estado de una forma fundamentalmente adver-
ciaciones cívicas deben mantenerse vigilantes y sarial con el objetivo de cambiar de raíz sus es-
demostrar una constante voluntad de obligar al tructuras, de tal manera que el Estado devuelva
Estado ‘a rendir cuentas’ sobre sus acciones y un grado amplio de autonomía a las organizacio-
sus intenciones (Arnson et al., 2009). nes civiles (Goldfrank, 2011); en las versiones
más radicales, el Estado debería desaparecer
La visión radical-
casi por completo (Borón, 2004; Karatzogianni y
Robinson, 2010).
democrática de
Según esta visión, la sociedad civil está más
las relaciones
orientada hacia la denuncia de la desigual distri-
bución del poder que por la construcción de con-
entre el Estado y
fianza y, en las palabras de Touraine (2000, p. 58),
sigue a un “espíritu democrático” que “no confía
la sociedad civil
en las instituciones, cree en la democracia di-
recta y lucha contra la desigualdad”. Della Porta y
Diani (1999) afirman que los movimientos socia-
les sostienen la legitimidad de alternativas a la
La consecución de arreglos más inclusivos y democracia parlamentaria y critican tanto a la de-
equitativos requiere de mayor espacio para la par- mocracia liberal como a la ‘democracia organi-
ticipación; no necesariamente de organizaciones zada’ de los partidos políticos.
voluntarias, sino de los movimientos sociales
que se movilizaron en contra de las políticas ne- En síntesis, las visiones liberal-democrática y ra-
oliberales que fueron implementadas en la región dical-democrática de las relaciones entre Estado
en las últimas tres décadas (sobre todo, campe- y sociedad civil difieren en sus metas, aspiracio-
sinos, desempleados, mujeres, indígenas o tra- nes y enfoques metodológicos. La visión liberal-
bajadores). Estos reclaman una mayor participa- democrática se enraíza en la estilización de las
ción de los movimientos sociales en los espacios trayectorias históricas de los países anglosajo-
de gobierno. Llamaremos a esta la visión ‘radi- nes, que privilegia la autonomía de la sociedad
cal-democrática’ de las relaciones entre Estado civil como condición para la producción de con-
y sociedad civil. fianza y de solidaridad, y afirma que las organiza-
ciones autónomas de la sociedad civil tienen un
Los teóricos de la democracia radical sostienen rol importante que cumplir en su función de con-
que la democracia civil debe relacionarse con el troladores y vigilantes del Estado. La visión radi-
101 |Perspectivas sobre el Estado
María Esperanza Casullo
La cooptación
paradójica disminución del poder radical de
esos movimientos y organizaciones. Por ejem-
populista de la
plo, para Svampa (2006), el kirchnerismo ha te-
nido éxito en cooptar (mediante la
sociedad civil
incorporación de dirigentes piqueteros a su go-
bierno) o reprimir el activismo radical antineoli-
beral de la Argentina, y así ha logrado impedir
las transformaciones sociales más profundas
Un análisis de estas dos tradiciones de pensa- que se dejaron vislumbrar en 2001. Según
miento es especialmente interesante en este mo- Svampa:
mento histórico, cuando los nuevos gobiernos de [e]l proceso de integración ha sido
izquierda en Latinoamérica están aparentemente acompañado por la invisibilización y es-
expandiendo los lazos entre la sociedad civil y el Es- tigmatización de un conjunto de organi-
tado de múltiples maneras, ya sea adoptando sus zaciones antisistémicas o críticas del
agendas, incorporando dirigentes o armando coali- gobierno actual. (…) La disminución de
ciones electorales que comprenden a los movimien- movilizaciones de desocupados, espe-
tos sociales —incluyendo un presidente, Evo cialmente en la ciudad de Buenos Aires,
Morales, que llegó a la política desde su rol como y la fragmentación del espacio militante
dirigente sindical campesino cocalero— (Levitsky y están ligadas a este fenómeno (Svampa,
Roberts, 2011; Weyland, Madrid y Hunter, 2010). 2006, p.5).
Ni los críticos liberales-democráticos ni los radica- Similares debates se dan actualmente sobre la
les-democráticos niegan tales acercamientos de los trayectoria seguida por el MAS boliviano luego de
nuevos gobiernos de izquierda latinoamericanos la llegada de Evo Morales a la presidencia. Sec-
hacia organizaciones no gubernamentales y de base tores importantes del movimiento indigenista re-
y los movimientos sociales; sin embargo, presentan chazan el enfoque moderado de Morales, que
sospechas acerca de la autenticidad de los mismos. Madrid (2008) llama justamente “etno-popu-
102 | Perspectivas sobre el Estado
lismo”. Los más críticos sostienen que el “popu- Una segunda categoría consiste de la par-
lismo orgánico de masas” (Levitsky y Roberts, ticipación institucional “de abajo hacia
2011) de Evo Morales no es más que un “falso arriba”, que aparece solo cuando las crisis
indigenismo” que, en realidad, enmascara un de representación no conducen a la desin-
nuevo colonialismo o, a lo sumo, una forma de tegración del sistema político. [Leonardo
neocorporatismo (Stefanoni, 2007, p. 49). Avritzer] [d]estaca los casos de Brasil, Uru-
guay y Chile, donde la participación surge
La crítica liberal hacia los nuevos populismos pa- de una interacción entre las sociedades ci-
rece ser completamente opuesta en sus preocu- viles locales y el poder político, y las ins-
paciones a la de la izquierda radical en la tancias de participación no entran en
superficie. Mientras que la visión radical-demo- conflicto con las instancias de la represen-
crática se enfoca en los efectos sofocantes y des- tación (Arnson et al., 2009, p. 13).
movilizantes que el acercamiento a la sociedad
civil de los gobiernos populistas de izquierda ha Entonces, liberales-demócratas y radicales-de-
tenido sobre los movimientos sociales, la visión mócratas tienen críticas muy diferentes acerca
liberal-democrática teme que los lazos con las or- de los efectos de las nuevas relaciones entre los
ganizaciones sociales, sobre todo la incorporación gobiernos populistas de izquierda y la sociedad
a las coaliciones de gobierno de los movimientos civil. Sin embargo, existe entre ambos campos
sociales más contestatarios —como los piquete- dos coincidencias interesantes. Primero, tanto
ros argentinos o las organizaciones indigenistas la visión liberal-democrática como la radical-de-
de Bolivia—, culminen en una sobrepolitización mocrática entienden que el Estado debe respe-
de la sociedad civil y en la asfixia del sistema po- tar y aumentar al máximo la autonomía de la
lítico institucionalizado. sociedad civil y reducir sus ámbitos de incum-
bencia lo más posible, dejando un amplio espa-
La izquierda radical-democrática acusa al Estado cio para el autogobierno de las organizaciones
populista de impedir el avance de la causa radi- sociales autónomas, ya sea bajo la forma de
cal, mientras que los liberales lo acusan de no ONG o movimientos sociales. Segundo, ambas
frenar a los movimientos más radicales y alertan coinciden en que, más que avanzar hacia una
sobre las posibilidades de que la participación verdadera profundización de la democracia,
alentada ‘desde arriba’ (como se daría en Vene- América Latina lo hace hacia la cooptación de la
zuela, Bolivia, Ecuador y la Argentina) culmine en autonomía de la sociedad civil por parte del Es-
una pérdida de autonomía de la sociedad civil: tado, a través del mantenimiento de altos nive-
les de desigualdad social y pobreza y el
despliegue de redes clientelares. Es decir,
103 |Perspectivas sobre el Estado
María Esperanza Casullo
2
Se engloban en la categoría ‘popu-
ambas señalan que hoy se extiende en América Latina un tercer
lismo de izquierda’ los gobiernos de
paradigma, llamado ‘populista’, y coinciden en sus fallas2. Hugo Chávez en Venezuela, Néstor
Kirchner primero y Cristina Fernández
de Kirchner después en la Argentina,
Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa
Tanto los liberales como los radicales coinciden en que los gobier- en Ecuador, así como el anterior go-
nos populistas de izquierda se acercan hacia las organizaciones de bierno de Fernando Lugo en Paraguay
(Levitsky y Roberts, 2011; Arnson et al.,
la sociedad civil con la intención de manipularlas, disminuir su au- 2009).
El populismo y
trales de los nuevos gobiernos de iz-
quierda, por sus críticos.
el clientelismo
Los temas de clientelismo y de populismo son recurrentes en las
críticas liberales y radical-democráticas. Aunque sus diagnósticos
son diferentes y sus recomendaciones son distintas, ambas con-
cuerdan en que los nuevos gobiernos latinoamericanos construyen,
a pesar de sus discursos participativos, lazos corruptos y manipu-
lativos con la sociedad civil gracias al ‘clientelismo’ y al ‘populismo’.
Se asume (a me-
nudo acrítica-
Tommasi, Echebarría, Lora y Payne (2005, p. 115): “Las debilidades
inherentes en los procesos democráticos han impedido la preven-
clientelismo y el
‘corrupción’ y la captura de instituciones públicas por intereses es-
populismo son
peciales” (traducción y énfasis de la autora). En otras palabras, el
fenómenos que
clientelismo es la relación asimétrica que se establece entre un
suceden exclusiva-
patrón y un cliente, en la cual el primero entrega al segundo bienes
Sin embargo, existen otros problemas. El principal Brusco y Nazareno (2001, p. 9), por ejemplo, luego
de ellos es la manera en que el uso del cliente- de analizar la volatilidad electoral de los sectores po-
lismo como variable explicativa se intersecta con pulares y de clase media en dos provincias del norte
afirmaciones sobre la relación entre política y argentino, encuentran que los votos de los pobres
clase social. Se asume (a menudo acríticamente) eran más volátiles de elección en elección que los
que el clientelismo y el populismo son fenómenos de las clases más acomodadas. Calvo y Murillo
que suceden exclusivamente en las clases popu- (2004), por caso, han dado cuenta de que los parti-
lares, es decir, que los pobres se encuentran des- dos políticos argentinos que representan sectores
provistos de agencia y que son forzados a tradicionalmente de clase media también hacen uso
renunciar a sus derechos a cambio de las dádivas de tácticas clientelares, solo que dirigidas a públicos
materiales que se encuentran forzados a aceptar. de clase media. Stokes (2005) ha demostrado que
En consecuencia, los ciudadanos involucra- clientelismo y proselitismo son partes interconec-
dos en prácticas de clientelismo habitual- tadas de la formación de la identidad peronista, y
mente son aquellos que perciben que sus que se vuelve imposible determinar hasta qué
intereses no se encuentran representados punto la fidelidad electoral de los sectores populares
cabalmente por las vías institucionales es- tiene que ver solamente con una o con la otra. Le-
tablecidas, mientras los ciudadanos que vitsky (2001), por su parte, ha identificado al pro-
tienen sus necesidades básicas satisfechas fundo enraizamiento social del peronismo como la
optan por establecer una relación de repre- clave que permite explicar su resiliencia.
106 | Perspectivas sobre el Estado
La política vista
Entonces, por una parte, la producción reciente
‘desde abajo’:
sobre efectos de clientelismo muestra, antes que
un control ‘de arriba hacia abajo’ sobre sujetos des-
repensar la
politizados, un panorama más complejo en el que,
como describen Schedler y Manríquez (2004) para
complejidad
el caso mexicano, los sectores populares no ma-
nifiestan sentirse obligados a votar de una manera
de la política
determinada, y aun si aceptan los bienes que se
les ofrecen, no tienen mucho empacho en romper
popular
sus promesas o en demandar (mediante sus pro-
pias asociaciones o movimientos sociales) por sus
latinoamericana
derechos. Es decir, no puede afirmarse de ninguna
manera que los sectores populares hayan ‘renun-
ciado a sus derechos’ por el clientelismo o el po-
pulismo —un argumento que Merklen (2005)
presenta en Pobres ciudadanos—. Si miramos las relaciones entre sociedad civil y
Estado en la América Latina de hoy, encontra-
Las mismas poblaciones participan en las redes mos, antes que casos simples y dicotómicos (li-
clientelares, en los movimientos sociales, en los bertad vs. dominación, solidaridad vs. populismo,
partidos programáticos y, muchas veces, incluso clientelismo vs. ideología, radicalismo vs. coop-
en las ONG. Más que estrategias excluyentes, se tación), una complejidad de prácticas de distinto
trata de una panoplia de estrategias de acción co- sentido que se superponen y codeterminan.
lectiva, todas ellas atravesadas y modeladas por
la política y el poder. Las sociedades civiles latinoamericanas, incluso,
y muy especialmente sus sectores populares,
han demostrado y demuestran que sus relacio-
nes con el Estado se dan de múltiples y dinámi-
cas maneras, en un proceso continuo de
negociación y de rearticulación. Como sostiene
Natalucci (2012, p. 2): “Los movimientos socia-
les, los sindicatos y los partidos políticos coordi-
nan y articulan acciones y estrategias en
respuesta a diferentes conflictos”. Las organiza-
ciones de la sociedad civil, los movimientos so-
107 |Perspectivas sobre el Estado
María Esperanza Casullo
Las sociedades
civiles latinoameri-
ciales, los partidos políticos y las agencias gubernamentales no
están ‘encerrados’ en un solo tipo de relación, sino que están cons-
tantemente evaluando sus oportunidades y realizando elecciones
canas, incluso, y
muy especial-
estratégicas. Cooptación y empoderamiento se mezclan, y las co-
populares, han
viendo para fines muy distintos, según quienes las miren.
demostrado y
demuestran que
Más aún, las relaciones entre sociedad civil y Estado no son nece-
sariamente de suma cero; ciertamente, los grupos populares no
entienden el juego de esta manera. En gran medida, las demandas
sus relaciones con
el Estado se dan
de los sectores populares se centran alrededor de la consecución
de múltiples y di-
de ‘más Estado’, es decir, más bienes públicos en sus comunida-
námicas maneras,
des, más políticas públicas dirigidas a ellos, mayores regulaciones
en un proceso
hacia el mercado. El Estado no solo ‘avanza’ hacia la sociedad por
continuo de
pura voluntad de dominio, sino que el establecimiento de las fron-
teras entre el uno y la otra es un proceso de marchas y contramar-
chas donde ambos actores manifiestan autonomía relativa
negociación y de
rearticulación.
(Korzeniewicz y Casullo, 2007).
Governed: Reflections on Popular Politics in Most torales en una sociedad democrática. La bús-
of the World, es posible terminar afirmando que queda del voto, dice Chatterjee (2006), expande
las opciones electorales de las clases subalternas la participación política desde las estructuras for-
o populares nacen de su permanencia en un esta- males y organizadas, como las ONG, los partidos
dio ‘prepolítico’ de acción colectiva; el peligro, por y los movimientos institucionalizados, hacia es-
supuesto, es no ver que, como sucedía en la India pacios multiformes e informales, basados en es-
de la posindependencia, las clases subalternas tructuras comunicativas que no solíamos
“estaban siendo políticas en sus acciones colecti- reconocer como políticas. Esto no es, tal vez, lo
vas, solo que lo eran de manera diferente que las que manda la teoría sobre la creación virtuosa de
élites” (Chatterjee, 2006, p. 39, traducción de la nuevas ciudadanías, pero es la manera en que se
autora). expanden los horizontes de lo político en nues-
tros países en el momento actual: desde abajo
Es necesario comprender hasta qué punto las de- hacia arriba, en los espacios en donde se mezclan
nuncias, tanto liberales como radicales, sobre la necesidad con la libertad y la autonomía con el
‘movilización populista’ y ‘clientelismo’, no son, cálculo. Es, sin lugar a duda, un proceso mucho
en realidad, intentos de defender ideas precon- más caótico y de final más abierto que el que a
cebidas acerca de lo que lo político ‘debería ser’ muchos les gustaría; también es, sin embargo,
de la “invasión de las prácticas desordenadas, co- tremendamente creativo y, por qué no, inclusivo.
rruptas e irracionales de una cultura popular no
reformada en los salones y cámaras de la vida
civil” (Chatterjee, 2006, p. 47-8, traducción de la
autora). Las quejas sobre la subsunción de una
política ‘virtuosa’ en el populismo y clientelismo
parece trasuntar, por momentos, una queja
sobre que ‘se hace política con que y con quie-
nes no debe hacerse’. En estos discursos sub-
yace, a menudo, el disgusto por la politización
de arenas de la vida que para los demócratas
radicales o liberales no deberían ser políticas,
sino tecnocráticas o regidas por una ‘confianza’
prepolítica.
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110 | Perspectivas sobre el Estado
Médici
*
Abstract
La crisis de 2001 y la configuración de un nuevo modelo de de-
sarrollo a partir de 2003 abrieron el camino a una nueva definición
de seguridad social. Desde entonces, el sistema se ha transfor-
mado bajo un paradigma que concibe la seguridad social como un
poderoso instrumento estatal para mejorar la calidad de vida de los
sectores más vulnerables de la sociedad; en este sentido, el sis-
tema ha pasado de una lógica íntegramente contributiva a un es-
quema mixto. El objetivo del trabajo es analizar las transformaciones
recientes del sistema de seguridad social argentino e identificar sus
propias especificidades, concomitantes con el nuevo modelo de
desarrollo llevado adelante desde 2003.
*
Los autores agradecen los valiosos
aportes de Nicolás Dvoskin, especial-
mente en la segunda sección.
114 | Perspectivas sobre el Estado
Introducción
La crisis de 2001 y la configuración de un nuevo
modelo de desarrollo a partir de 2003 abrieron el
camino a una nueva definición de seguridad social.
La seguridad social es una indudable y eficaz he- Desde entonces, el sistema se ha transformado,
rramienta de política pública para mejorar las con- bajo un paradigma que concibe la seguridad social
diciones de vida de la población. En este sentido, como un poderoso instrumento estatal para me-
si bien los primeros antecedentes de la seguri- jorar la calidad de vida de los sectores más vulne-
dad social en la Argentina se encuentran en las rables de la sociedad. En este sentido, el sistema
conquistas de determinados gremios en la pri- pasó de una lógica íntegramente contributiva a un
mera década del siglo XX, fue recién con el pe- esquema mixto que, entre otros aspectos, incor-
ronismo que se universalizó la cobertura de los poró al sistema previsional a personas mayores de
trabajadores a través de la generalización a todas sesenta y cinco años sin los aportes individuales
las ramas de las cajas otrora particulares (CIFRA- correspondientes al sistema contributivo tradicio-
CTA, 2009). La universalidad de la cobertura so- nal, y al sistema de asignaciones familiares a niños
cial quedaba garantizada sobre la base de un cuyos padres habían quedado excluidos del sis-
mercado de trabajo caracterizado por el pleno tema contributivo.
empleo y las buenas condiciones laborales. Este
esquema se sustentaba en el entendimiento de En este contexto, el objetivo del trabajo es anali-
la seguridad social como parte de los derechos zar las transformaciones recientes del sistema
sociales de los trabajadores, consagrados en la de seguridad social argentino e identificar sus ca-
Constitución de 1949 y, después de su anulación, racterísticas específicas, concomitantes con el
en el artículo 14 bis de la Constitución de 1957. nuevo modelo de desarrollo llevado adelante
desde 2003. En la siguiente sección se expone
Luego de la dictadura militar de 1976, y especial- una síntesis de la discusión teórica sobre las di-
mente tras la privatización del subsistema previ- ferencias y tensiones entre los esquemas contri-
sional en la década del noventa, el crecimiento butivos y no contributivos de los sistemas de
de la pobreza, el desempleo y el empleo no re- seguridad social; luego se relata brevemente las
gistrado provocaron que gran parte de la pobla- transformaciones más relevantes de la seguridad
ción quedara fuera de la cobertura social y que el social argentina en perspectiva histórica; poste-
sistema tuviera una fuerte merma en sus ingre- riormente se presentan las principales medidas
sos por la reducción de la población aportante (Ia- del modelo de desarrollo instaurado desde 2003,
cobuzio, 2003). que consideramos que dieron paso a la confor-
mación de un nuevo paradigma de seguridad so-
cial. Se cierra con las conclusiones.
115 | Perspectivas sobre el Estado
Demian Panigo y Florencia Médici
social en su faceta redistributiva, más allá de las En síntesis, podemos ver cómo de dos definicio-
estructuras de incentivos que de ella se puedan de- nes sistémicas radicalmente opuestas pueden
rivar. Adicionalmente, “las cuentas individuales no surgir innumerables propuestas, tanto acerca de
son un componente deseable de la seguridad so- quiénes han de ser los beneficiarios como de
cial” (Diamond y Orszag, 2005, p. 21). Sin em- quiénes deben aportar para que los beneficiarios
bargo, los autores no proponen un esquema no puedan serlo de manera efectiva. En cualquier
contributivo de seguridad social, sino una modifi- caso, el abanico de posiciones es ciertamente
cación de las estructuras vigentes para que el es- muy amplio, lo que señala a las claras que el de-
quema sea más progresivo; esto es, que continúe bate al respecto continúa abierto.
siendo un sistema que protege a la población reti-
rada sin hacerla responsable de sus riesgos. Como discutiremos en los próximos puntos, en
la Argentina hubo en los últimos años un creci-
Una perspectiva más tendiente a pensar la po- miento significativo de los beneficios no directa-
tencialidad no contributiva de la seguridad social mente contributivos, que configuró formas
es la que podemos encontrar en Steuerle y Bakija previsionales que se asemejan a algo mixto, en
(1997, p. 37), quienes, al pensar en una reforma donde lo no contributivo es para los más débiles.
Perspectiva
en los países desarrollados, afirman que ésta
“probablemente será más efectiva si retorna a
histórica del
principios básicos como la progresividad, la equi-
dad y la eficiencia”.
sistema de
Una posición íntegramente no contributiva es la
seguridad social
que puede encontrarse, por ejemplo, en la de-
fensa que realiza O’Brien (2008) del sistema de
argentino
seguridad social de Nueva Zelanda, según el cual
todos los ancianos reciben un ingreso equiva-
lente que no es deducido de aportes y contribu-
ciones, sino financiado directamente con rentas
tributarias, que son defendidas socialmente, en El pilar más importante del sistema de seguridad so-
tanto se entiende que los impuestos progresivos cial argentino (SSSA) fue el subsistema previsional,
a nivel general permiten construir una sociedad que tuvo al comienzo una lógica de capitalización in-
menos desigual (O’Brien 2008, p. 40). dividual. Desde principios del siglo pasado los traba-
jadores comenzaron a incorporarse al sistema de
forma acotada, pues se limitó a sectores específicos
118 | Perspectivas sobre el Estado
gistrados financiaban los beneficios previsionales yoría de los trabajadores fue responsable de su
a los cuales ellos mismos no podían acceder. propia cuenta de capitalización. Se reforzó así la
Además, en 1976 se volvió a modificar la tasa de idea de que cada individuo posee o adquiere su
sustitución del salario, que se ubicó en el rango jubilación por mérito propio, y se eliminó todo
del 70-82%. viso de solidaridad intergeneracional.
Durante los 80, con excepción de 1985, los ingre- Las consecuencias de la reforma se percibie-
sos y gastos corrientes del sistema previsional es- ron de manera inmediata. En primer lugar, y
tuvieron por debajo del valor de 1980, y se contrariamente a uno de sus objetivos, dete-
deterioraron durante toda la década. En 1988, fi- rioró de manera significativa las finanzas públi-
nalmente, mediante la Ley 23549 fueron gravados cas, porque el Estado se hizo cargo de las
los combustibles de venta al público y los servi- erogaciones correspondientes a los beneficia-
cios telefónicos para financiar el sistema de pre- rios del sistema de reparto, pero no percibió
visión social. En los años subsiguientes, el monto los ingresos de numerosos trabajadores. En
de contribuciones se fijó en 11%. segundo lugar, el nivel de cobertura empeoró
desde 1998, a medida que se deterioró la si-
En sintonía con la lógica neoliberal de achica- tuación del mercado laboral, hasta el punto
miento del Estado, privatizaciones y liberalización que, hacia fines de los noventa, uno de cada
económica y financiera, en 1993 se aprobó la Ley dos argentinos en edad de jubilarse no poseía
24241, con la cual se conformó un régimen pre- cobertura previsional (ver gráfico 1, p. 120).
visional mixto en el que coexistían la capitaliza-
ción y el reparto. Este fue el inicio del Sistema Con respecto al subsistema de Asignaciones Fa-
Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) miliares3, desde la década del treinta existieron
constituido por dos fondos, uno administrado por asignaciones por maternidad y por hijo para cier-
el Estado y otro por las AFJP. La reforma del sis- tos sectores; en 1957 se conformó la Caja de
tema previsional transformó el sistema de solida- Asignaciones Familiares para el Personal de la In-
ridad intergeneracional en uno de capitalización dustria mediante la Ley 7913 y el Decreto Ley
individual. 7914, y en los años posteriores se constituyeron
para otros sectores (OIT, 2010).
Mientras que desde 1954 hasta 1994 el sistema
previsional se mantuvo dentro de la lógica de re- Las cajas se organizaban como mecanismos de
parto, en convivencia con regímenes indepen- compensaciones de acuerdo con la estructura fa-
dientes como las cajas provinciales y miliar, y eran financiadas por todos los empleados
profesionales, a partir de ese último año la ma- del sector (Rofman et al., 2001). Con la Ley 18017
123 | Perspectivas sobre el Estado
Demian Panigo y Florencia Médici
3
Los demás subsistemas pertenecien-
de 1967 se creó un régimen orgánico de asignaciones familiares,
tes a la seguridad social argentina son:
con leyes únicas para los distintos sectores de trabajadores, y re- seguro de desempleo (Ley 24013),
Riesgos del Trabajo (Ley 24557) y Sis-
cién en 1997 se estableció un Régimen de Asignaciones Familiares tema Nacional de Seguro de Salud
(leyes 19032 y 23660).
de alcance nacional y obligatorio (Ley 24714). No obstante, con esta
última reforma se limitó el acceso al beneficio a los trabajadores re-
gistrados cuyos ingresos no superaran los $1500 mensuales.
El sistema de
ferido a la generación de empleo (en cantidad y
seguridad social
calidad) como a la recomposición del poder ad-
quisitivo de los trabajadores (Beccaria, 2007). La
argentino en el
nutrida agenda de políticas públicas orientadas
al mundo del trabajo representó un giro coper-
modelo de
nicano respecto de lo ocurrido los años anterio-
res (Panigo y Neffa, 2009): fortaleció los efectos
desarrollo
sobre el mercado laboral y se articuló como
parte componente de un nuevo régimen de acu-
mulación, en el que los derechos individuales y
colectivos de los trabajadores pasaron a confor-
El nuevo siglo se inició con importantes desafíos mar un eje central de la reconfiguración del te-
en el plano socioeconómico. Las estadísticas de jido social y de las relaciones de clase.
desempleo-subempleo, pobreza, indigencia y ex-
clusión del mercado laboral en 2003 reflejan la En este contexto, las principales transformaciones
magnitud de esos retos. La economía se encon- en materia de seguridad social fueron el Programa
traba en recesión, con un PBI que de marzo de de Inclusión Previsional, los mayores haberes ju-
1999 a marzo de 2002 había caído el 18%, y el bilatorios, la reforma general del sistema previsio-
mercado laboral estaba profundamente deterio- nal y la Asignación Universal por Hijo.
rado. A comienzos de 2003, 38,1% de la pobla-
ción estaba desempleada o subempleada,
42,7% de los hogares del total del país eran po- Programa de Inclusión Previsional
bres, y 20,4%, indigentes (ver tabla 1, p. 124).
Durante 2005 la ANSES llevó adelante un pro-
A partir del cambio de administración en 2003 grama de inclusión previsional (PNIP) destinado a
se inició la conformación de un nuevo modelo todas las personas en edad de retiro que no con-
macroeconómico, que pasó del régimen de acu- taran con el número de aportes necesarios para
mulación financiera previo a uno de acumula- jubilarse (Ley 25994 y Decreto 1454). El elevado
ción productiva con inclusión social. Los rasgos desempleo involuntario y la precarización laboral
más salientes del nuevo entorno macroeconó- desde mediados de los ochenta habían impedido
mico fueron su capacidad de sostener altas que un número significativo de trabajadores pu-
tasas de crecimiento de la producción —7,8% diesen acumular los aportes necesarios, por lo
anual promedio entre 2003 y 2011— y la recu- que la medida buscó atender esa problemática.
peración del mercado de trabajo, tanto en lo re-
Demian Panigo y Florencia Médici
Conclusión
Aún quedan objetivos pendientes es pos de al-
canzar una mayor generalización de derechos,
como la extensión de las asignaciones familiares
A partir de las políticas públicas implementadas por adopción y matrimonio, de la ayuda escolar
desde 2003, el sistema de seguridad social ar- para los trabajadores no registrados y los desocu-
gentino ingresó en un nuevo paradigma. La im- pados y del seguro de desempleo, así como la
plementación actual refiere a una forma mixta incorporación al sistema previsional de cerca del
contributiva-no contributiva en la que los criterios diez por ciento de adultos mayores. No obstante,
de legitimación de la seguridad social cambiaron la instauración de un nuevo paradigma de la se-
rotundamente. Así como en los años 90 se hacía guridad social basado en derechos para todos, y
responsable a cada trabajador por su futuro —al no en privilegios para algunos, nos permite ser
asignarle una caja individual de capitalización de auspiciosos respecto del futuro.
ahorros— y sólo los hijos de quienes tenían un
trabajo registrado podían percibir sus asignacio-
nes, a partir de los últimos años ha sido el Estado
el que tomó la responsabilidad de asegurar el fu-
turo de los grupos excluidos, principalmente
niños y adultos mayores, quienes, si bien finan-
ciaban de forma indirecta el sistema, no eran be-
neficiarios del mismo.
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135 | Perspectivas sobre el Estado
Demian Panigo y Florencia Médici
Dufour y
Nelson
Profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires y
profesor de la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
Abstract
En los últimos años se ha desarrollado en la Argentina un creciente in-
terés por analizar el desarrollo de las ciencias sociales en general y de
la ciencia política en particular; numerosos trabajos y presentaciones a
eventos científicos lo demuestran. Esto nos indica la maduración que
han tenido nuestras disciplinas desde la democratización a comienzos
de la década de los ochenta, como así también la necesidad de los aca-
démicos y científicos sociales de reflexionar sobre la propia práctica.
Algunos
fluencia de varias disciplinas preocupadas por los
lineamientos
problemas que presenta; de esta forma, las cien-
cias de la administración, la sociología, la psico-
conceptuales
logía, la antropología, la economía y otros
saberes participan de un terreno rico e interdis-
ciplinario (Bulcourf y Cardozo, 2010b, 2010c). Al-
gunos expertos también sostienen que los
En los últimos años hubo en la Argentina un cre- estudios sobre administración y políticas públicas
ciente interés por analizar el desarrollo de las ya constituyen una disciplina propia; en el plano
ciencias sociales en general y de la ciencia polí- académico, existen actualmente en la Argentina
tica en particular; numerosos trabajos y presen- varias licenciaturas con denominaciones afines.
taciones a eventos científicos lo demuestran.
Esto nos indica la maduración que han tenido Para estudiar los campos científico-académicos
nuestras disciplinas desde la democratización a es fundamental comprender los procesos socia-
comienzos de la década de los ochenta, como así les, políticos, culturales y económicos que los
también la necesidad de reflexionar sobre la pro- condicionan y permiten u obstaculizan su de-
pia práctica por parte de académicos y científicos sarrollo. Varios expertos han llamado a estas di-
sociales (Fernández, 2002; Lesgart, 2003; Neir- mensiones la ‘historia externa’, concepto con el
burg y Plotkin, 2004; Blanco, 2006; Bulcourf, que se refieren a los procesos más amplios den-
2007; Bulcourf y D´Alessandro, 2002, 2003; Bul- tro de los cuales se desenvuelve la comunidad
courf y Cardozo, 2009a, 2010). científica, a diferencia de la ‘historia interna’, que
refiere a las relaciones sociales producidas den-
Paulatinamente, estos estudios pasaron de pe- tro de una determinada comunidad científica.
queños ensayos descriptivos a trabajos más
complejos, que han tratado de indagar en profun- Es preciso reconocer a su vez la existencia de al-
didad el proceso de desarrollo de las ciencias gunos elementos analíticos que nos permiten in-
sociales incorporando elementos de la epistemo- dagar estos niveles:
logía, la historia y sociología de la ciencia y lo que
se ha pasado a denominar ‘estudios metateóri- 1) los actores, tanto individuales como colec-
cos’. Entre los campos más específicos se des- tivos, que hacen a la comunidad;
tacan el área de estudios sobre el Estado, la
administración y las políticas públicas. Su parti- 2) sus productos, expresados principalmente
cularidad nos permite verla como un área dentro en publicaciones científicas, descubrimientos e
de la ciencia política, a la vez que espacio de con- inventos (en nuestro caso, por lo general, revis-
139 | Perspectivas sobre el Estado
Pablo Bulcourf, Gustavo Dufour y Nelson Cardozo
tas especializadas, libros, documentos y ponen- [L]a administración pública aparece en el ho-
cias a eventos científicos); rizonte académico como un subcampo de
especialización de la ciencia política. A partir
3) instituciones, en especial de investigación de la década del 80, y fuertemente en la dé-
y docencia a nivel superior, pero también algunas cada del 90, comienza a ampliarse la oferta
dependencias públicas que pueden ser funda- de formación en este terreno, al tiempo que
mentales para algunas áreas, y aparece una mayor preocupación en el ám-
bito de la investigación por temas ligados a
4) las redes profesionales y científicas que ar- este campo (Agoff, 2003, p.1).
ticulan las acciones de los actores e interrelacio-
nan a las propias instituciones, generalmente Uno de los aspectos que menciona Oszlak en re-
creando ámbitos propios para el intercambio y las lación con el caso argentino es que existe una
experiencias conjuntas, como congresos y jorna- desvinculación entre la implementación de las po-
das científicas (Bulcourf, 2007; Bulcourf y Car- líticas públicas y la investigación en el campo dis-
dozo, 2010). ciplinar; la falta de articulación entre ambas
instancias ha tenido consecuencias negativas para
Administración y
la consolidación del área de estudio (Oszlak, 1997).
En nuestro país, la administración pública es emi-
políticas
nentemente un área de especialización dentro de
las ciencias sociales que se realiza con posteriori-
públicas en la
dad a los estudios de grado. El desarrollo de la ad-
ministración pública como campo interdisciplinario
Argentina
tiene su origen dentro del posgrado antes que del
grado. Con excepción de la Universidad Nacional
reciente
de Cuyo y de la corta experiencia en la Universidad
del Salvador, el nacimiento de tramos de licencia-
tura con la denominación ‘administración pública’
es bastante reciente; esto se relaciona con la cre-
Este conjunto de estudios es uno de los espacios ación de nuevas universidades y con los cambios
más desarrollados dentro de las ciencias socia- vinculados a las visiones sobre las ciencias socia-
les, bajo una concepción ampliamente interdisci- les y su campos de aplicación.
plinaria desde el proceso democratizador iniciado
a comienzo de la década de los ochenta (Bulcourf Según Andrieu y Asencio (2006), los posgrados
y Cardozo, 2010c). Como menciona Agoff: con orientación en políticas públicas surgieron en
140 | Perspectivas sobre el Estado
1985, cuando se creó la maestría en Políticas Pú- cado luego como artículo en varias revistas de la
blicas del Instituto Torcuato Di Tella (después Uni- especialidad, es la obra argentina más utilizada en
versidad Torcuato Di Tella), con el apoyo del los distintos capítulos que integran el libro Estado
Banco Interamericano de Desarrollo. Sin lugar a y Administración Pública. Críticas, enfoques y
duda, el hito más relevante en la constitución de prácticas en la Argentina actual compilado por Gui-
la administración pública y la creación de progra- llermo Schweinheim en 2009. Esta publicación co-
mas de posgrado orientados al sector público fue lectiva reúne las ponencias más destacadas de los
la creación de la maestría en Administración Pú- cinco primeros congresos argentinos de Adminis-
blica en la Facultad de Ciencias Económicas de tración Pública organizados en forma conjunta por
la Universidad de Buenos Aires. Del relevamiento la Asociación Argentina de Estudios de la Adminis-
de la CONEAU y los diversos portales de las uni- tración Pública (AAEAP) y la Asociación de Admi-
versidades hemos podido rastrear quince maes- nistradores Gubernamentales. En materia de
trías en administración o gestión pública. En lo teoría del Estado, dos trabajos de Guillermo
que respecta a carreras de grado, sólo encontra- O´Donnell son los más utilizados en la disciplina:
mos siete, muchas de las cuales ‘combinan’ en Apuntes para una teoría del estado, en su origen
sus denominaciones los términos ‘administra- un documento del CEDES, y el famoso libro de-
ción pública’ y ‘ciencia política’. nominado El estado burocrático autoritario.
El principal referente del área es indudablemente Entre algunos de los más influyentes expertos
Oscar Oszlak, quien fue fundador del CEDES en el área podemos mencionar a Fabián Repetto,
(Centro de Estudios de Estado y Sociedad) junto autor de Gestión Pública y desarrollo social en los
con Guillermo O’Donnell y Marcelo Cavarozzi. noventa. Las transformaciones de Argentina y
Durante 25 años se desempeñó como director Chile. Otros trabajos destacados son La reforma
de la maestría en Administración Pública de la managerialista de Alejandro Estévez, quien tam-
UBA. Entre sus principales obras podemos men- bién compiló Estado, sociedad y cultura demo-
cionar La formación del Estado argentino, Mere- crática en la reforma del Estado argentino, e
cer la ciudad. Los pobres y el derecho al espacio Introducción a la Administración Pública Argen-
urbano, y la compilación de la obra colectiva Te- tina: Nación, provincia y municipios de Horacio
oría de la burocracia estatal, en la que aparece Cao, Gustavo Blutman y Estévez.
un estudio anterior escrito en forma conjunta por
Oszlak y O´Donnell, ‘Estado y políticas estatales De los iniciadores de los estudios sobre adminis-
en América Latina: hacia una estrategia de inves- tración pública cabe mencionar a Pedro Andrieu,
tigación’. Este trabajo, aparecido originalmente quien hace más de 40 años constituyó la primera
en 1976 como Documento del CEDES y publi- cátedra de ‘Administración pública y empresas
141 | Perspectivas sobre el Estado
Pablo Bulcourf, Gustavo Dufour y Nelson Cardozo
El hito más
relevante en los
públicas’ en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. De la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires
no podemos dejar de mencionar a Mabel Thwaites Rey, quien ha
programas de pos-
grado orientados
escrito las obras Alas rotas. La política de privatización y quiebre
al sector público
de Aerolíneas Argentinas y La autonomía como búsqueda, el Es-
fue la creación de
tado como contradicción, así como la compilación Entre tecnócra-
la maestría en
tas globalizados y políticos clientelistas. Derrotero del ajuste
Administración
neoliberal argentino, junto con Andrea López. Asimismo, entre
otros grupos de investigación en administración pública dentro de
la UBA podemos mencionar el Programa de Estudios sobre Sector
Pública en la
Universidad de
Público y Reforma del Estado del Instituto Gino Germani, dirigido
Buenos Aires.
por Dora Orlansky, y el Centro de Investigaciones en Administra-
ción Pública (CIAP) de la Facultad de Ciencias Económicas, dirigido
por Isidoro Felcman, ambos sedes de proyectos UBACYT que de-
sarrollan actividades de investigación en forma regular desde 1994
y 2001, respectivamente.
Estudios de grado
presentan artículos referidos a la administración
y posgrado
pública de los principales referentes del área.
Entre las revistas específicas podemos mencio-
nar Política y Gestión, publicación arbitrada que
editan conjuntamente la Escuela de Política y Go-
bierno de la Universidad Nacional de San Martín, Como se sostuvo anteriormente, a partir de los
la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la años 80 hubo un desarrollo de las instituciones
Universidad Nacional del Noroeste, el Centro de de enseñanza en la temática de la mano de los
Estudios Interdisciplinarios de la Universidad Na- programas de maestría, con el punto de partida
cional de Rosario, el Centro de Estudios Históri- que significó la creación de la maestría en Admi-
cos de la Universidad Nacional del Litoral, el nistración Pública de la Universidad de Buenos
Centro de Análisis de Políticas Públicas de la Uni- Aires. El gobierno de Alfonsín, en una clara polí-
versidad de Chile, el Centro de Investigaciones y tica de profesionalización de la función pública y
Estudios Sociales del Uruguay (CIESU) y el Cole- generación de conocimientos sobre el Estado,
gio de Sociólogos de Uruguay. Dirigida en la ac- dio impulso a la creación de dicho programa con
tualidad por Marcelo Cavarozzi, se han editado el apoyo del Instituto Nacional de la Administra-
diez números desde 2000. ción Pública, la Secretaría de la Función Pública
y el CONICET, que aportó becas para que funcio-
La Asociación de Administradores Gubernamen- narios públicos pudieran dedicarse a tiempo
tales publica desde 1993 la revista Aportes para completo a su formación de posgrado. Siguiendo
el Estado y la Administración Gubernamental, que esta idea, Seró de Bottinelli sostiene que:
combina escritos de divulgación y reflexión con ar- [N]o es casual que su inicio se haya pro-
tículo científicos; hasta el día de hoy se han edi- ducido a poco del retorno a la democracia.
tado 27 números. Por otro lado, en 2008 se creó El entonces Secretario de la Función Pú-
la revista Nuevo Espacio Público, perteneciente al blica y presidente del Instituto Nacional
Instituto Provincial de la Administración Pública de de la Administración Pública, Prof. Jorge
Río Negro, que se presenta como una revista es- Roulet, tenía en claro que sólo una admi-
pecífica del área de Estado y políticas públicas y nistración pública profesionalizada haría
cuenta con cuatro números editados. Desde 2011, posible la sustentabilidad del sistema de-
el Departamento de Planificación y Políticas Públi- mocrático (Seró de Bottinelli, 2001, p.1).
cas de la Universidad Nacional de Lanús edita la
revista Perspectivas de Políticas Públicas. Así, durante el gobierno de la transición, la pro-
fesionalización del sector público se apoyó en un
pilar más académico, que se referenció en aquel
144 | Perspectivas sobre el Estado
posgrado, y en la formación de altos gerentes pú- programa con ‘orientación sectorial’. A raíz de
blicos mediante la creación del Cuerpo de Admi- ello, podemos ordenar las maestrías de acuerdo
nistradores Gubernamentales, el cual desarrolló con el criterio que toman Andrieu y Asencio
un tramo formativo de excelencia con la idea de (2006) para dividir temáticamente los posgrados
generar una burocracia meritocrática inspirada en en Administración Pública, la clasificación que
el ENA de Francia. hace el INAP en su red de posgrados. Aquí po-
demos encontrar las siguientes áreas temáticas:
Con el transcurso de los años fueron creándose Gestión pública, Jurídica, Auditoría y control, Eco-
sucesivamente programas de maestría de admi- nomía, finanzas y estadísticas, Políticas sociales,
nistración pública. Del relevamiento de la CO- Justicia y seguridad, Desarrollo económico, De-
NEAU y de los diversos portales de las fensa y Salud.
universidades, hemos podido rastrear quince
maestrías en administración o gestión pública. En lo referido a la formación de grado, la primera
De ellas, sólo la de la Universidad de Buenos carrera con el nombre de Administración Pública
Aires ha sido acreditada como ‘A-Excelente’ por fue la de la Universidad Nacional de Cuyo en
la CONEAU, mientras que la de la Universidad 1952, bajo la dirección de Dardo Pérez Ghilou y
San Andrés obtuvo la calificación ‘An’ (nuevo). Un con un fuerte contenido orientado hacia la ges-
hito importante será la creación del primer doc- tión pública. Tres años antes, la nueva Constitu-
torado en Administración Pública en la Facultad ción de 1949 había hecho obligatoria la
de Ciencias Económicas de la Universidad del Li- enseñanza de contenidos políticos y de identidad
toral dirigido por Miguel Asencio, único ciclo de nacional en todos los estudios universitarios en
doctorado orientado específicamente a esta la Argentina, y aquella institución fue la primera
rama del conocimiento. en reformar sus planes. Creó un Departamento
de Estudios Políticos encargado de impartir cur-
Ahora bien, es menester señalar que el área de sos especializados y publicar una revista perió-
formación de posgrado en administración pública dica, que luego generó la ‘demanda’ de
es mucho más amplia que la referida a los pro- instrumentar una carrera de grado afín, la licen-
gramas de administración o políticas públicas. Al ciatura en Ciencias Políticas, hoy denominada
tomar este último criterio, dejamos de lado a uno Ciencia Política y Administración Pública. En sus
de los cinco posgrados en ciencias sociales de la comienzos, los contenidos curriculares estuvie-
Argentina acreditado como ‘A’: la maestría en Po- ron orientados a la formación de funcionarios pú-
líticas Sociales de la Universidad de Buenos blicos con altos conocimientos de derecho
Aires. Esto se debe a que no incluimos dentro de público, historia y filosofía (Guardamagna, 2008).
las maestrías en administración pública a ningún
145 | Perspectivas sobre el Estado
Pablo Bulcourf, Gustavo Dufour y Nelson Cardozo
Instituciones
y redes especializadas
Existen múltiples espacios de encuentro para los estudios en el área
de Estado, administración y políticas públicas, más aún si se consi-
deran los campos de especialización. El seminario RedMuni, referido
a los estudios municipales y locales, o el Congreso Nacional de Po-
líticas Sociales, son puntos nodales de intercambio académico de
gran trascendencia en sus respectivas áreas. La Asociación Argen-
tina de Políticas Sociales, por su parte, propicia en forma continua
espacios de reflexión en temáticas relacionadas con el desarrollo e
implementación de las políticas sociales; desde 2002 ha organizado
cuatro Congresos Nacionales de Políticas Sociales y una cantidad
importante de eventos de discusión y reflexión.
aparte por su es- afirmar el interés público mediante el desarrollo del conocimiento
pecificidad temá-
y las prácticas en materia de administración pública, favoreciendo
tica es el Congreso
el intercambio y la diseminación de estudios y experiencias reali-
Argentino de
zados en el campo académico y de la gestión”. El Congreso Argen-
Administración
tino de Administración Pública ha mostrado a lo largo de estos 10
Pública, organi-
años un crecimiento tanto de participantes como de ponencias pre-
sentadas; su último evento se realizó en 2011 en Resistencia,
zado desde 2001 Chaco. Entre los productos de la AAEAP que podemos señalar, se
en forma bienal.
destaca la publicación del libro Estado y Administración Pública:
Críticas, enfoques y prácticas en la Argentina actual antes mencio-
nado. Cabe mencionar los aportes sustantivos para su creación y
continuidad de Alberto Bonifacio y Guillermo Schweinheim.
cados a estos temas, organiza jornadas y semi- tado y las políticas públicas: Retomando el de-
narios de reflexión y debate, y trabaja en con- bate de ayer para fortalecer el actual, compilado
junto con diferentes sectores del Estado y de la por Carlos H. Acuña, sintetiza gran parte de la tra-
sociedad civil en la producción de conocimiento. yectoria mundial y regional sobre la problemática
del Estado y las políticas públicas. Los desafíos
En 2009, la entonces Secretaría de Gabinete y de la coordinación y la integralidad de las políticas
Gestión Pública (hoy Secretaría de Gabinete y y gestión pública en América Latina, también
Coordinación Administrativa) de la Jefatura de compilado por Acuña, aborda el tema de las ca-
Gabinete de Ministros constituyó, mediante re- pacidades estatales que se vuelven necesarias
solución 77/2009, un Consejo de Expertos en para garantizar el diseño e implementación de
Gestión Pública, “institucionalizando este ámbito políticas públicas coordinadas e integrales. Por
para contribuir a entablar un fructífero diálogo con último, la traducción al castellano de la destacada
referentes de máximo prestigio en la materia”. compilación de Paul Sabatier Teoría del proceso
Del mencionado pronunciamiento participaron 35 de las políticas públicas es uno de los libros más
académicos y gestores destacados del área de importantes de los últimos años dentro del
la administración pública: Carlos H. Acuña, Pedro campo de los estudios sobre políticas públicas.
Andrieu, Claudia Bernazza, Mario Burkún,
Eduardo Bustelo Graffigna, Horacio Cao, Marcelo Entre las redes internacionales en las que parti-
Cavarozzi, Nuria Cunill Grau, Alejandro Estévez, cipan fuertemente académicos e investigadores
Sebastián Etchemendy, Julio César Fernández argentinos, sobresale el Consejo Latinoameri-
Toro, Pablo Fontdevila, Mercedes Iacoviello, Ber- cano de Administración y Desarrollo (CLAD), el
nardo Kliksberg, Mario Krieger, Francisco Longo, cual desarrolla una intensa labor junto a los go-
Marcos Makón, Caio Marini, Roberto Martínez biernos de la región, como numerosos eventos
Nogueira, Pablo Micheli, Guillermo O’Donnell, científicos y publicaciones. A nivel internacional,
Dora Orlansky, Oscar Oszlak, Marta Oyhanarte, varios expertos argentinos participan de las áreas
Adam Przeworski, Fabián Repetto, Andrés Rodrí- de Estado, administración y políticas públicas de
guez, Carlos Ruta, Julio Saguir, Bianor Scelza Ca- la International Political Science Association
valcanti, Guillermo Schweinheim, Fernando (IPSA), organización integrada por politólogos de
Straface, Joan Subirats y Pablo Vinocur. los cinco continentes; además de publicar una re-
vista periódica, realiza congresos mundiales trie-
En el marco de la Jefatura de Gabinete de Minis- nales, cuya última edición se llevó a cabo en 2012
tros también merecen mención tres trabajos re- en la ciudad de Madrid. Dentro de las asociacio-
cientes publicados por el Programa de nes regionales también cabe mencionar a la Aso-
Modernización del Estado. Lecturas sobre el Es- ciación Latinoamericana de Ciencia Política
148 | Perspectivas sobre el Estado
(ALACIP), que realiza congresos regionales en 3. los temas sobre los que se estructuran las
forma bienal donde se presentan múltiples po- propias agendas de investigación de los acadé-
nencias sobre administración y políticas públicas; micos orientados a esta área de estudios, y
el último evento a la fecha ha sido en 2012 en la
ciudad de Quito. 4. la diversidad, solapamientos y sustentabili-
dad de las redes especializadas.
Conclusiones
Este ‘mirarse y reflexionar sobre sí mismo’ como
tentativas
disciplina emergente constituye, sin duda, un sín-
toma de la magnitud y madurez que ha adquirido
en los últimos años el área de los estudios en ad-
ministración y políticas públicas. Sin embargo,
En este trabajo no se ha pretendido realizar un faltan más y mejores trabajos empíricos que re-
relevamiento exhaustivo de las distintas dimen- flejen el progreso real que ha experimentado el
siones que dan cuenta del desarrollo de este área. Nuevos trabajos permitirán seguramente
emergente campo de estudios en la Argentina. dar cuenta de procesos y comunidades que se
Su único propósito es promover la realización de desarrollan a distintas velocidades. Conocer las
trabajos que aborden las trayectorias, secuencias fortalezas y las debilidades presentes al interior
y ritmos en que se ha desarrollado el área de los del área es una condición necesaria para empren-
estudios en Administración y Políticas Públicas. der de manera más articulada y planificada la
Algunas nuevas agendas de investigación han co- tarea de potenciar y construir capacidades para
menzado a preguntarse lo siguiente: promover un desarrollo disciplinar más equili-
brado y sustentable.
1. el proceso de producción, publicación y cir-
culación del conocimiento científico vinculado a
esta área de estudios;
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En CLAD, II Congreso del
153 | Perspectivas sobre el Estado
Pablo Bulcourf, Gustavo Dufour y Nelson Cardozo
Autores
1975; actualmente es asesor letrado en el Minis-
terio de Salud de la Nación. Dirigente sindical
desde 1983, ocupó diversos cargos: desde 1990
integra la Comisión Directiva de la Seccional Ca-
Joan Subirats pital Federal y Empleados Públicos Nacionales de
la Unión del Personal Civil de la Nación, y desde
Doctor en Ciencias Económicas por la Universi- 1998 ocupa el cargo de Secretario de Profesio-
dad de Barcelona. Catedrático de Ciencia Política nales de ese gremio. Desde 2006 es miembro ti-
en la Universidad Autónoma de Barcelona. Direc- tular de la Comisión Permanente de
tor del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas Interpretación del Convenio Colectivo General
de la UAB desde su creación hasta julio de 2009; para la Administración Pública Nacional. Desde
actualmente es responsable del Programa de 2009 se desempeña como representante del
Doctorado del IGOP. Especialista en políticas pú- Cono Sur e integra el Comité Ejecutivo Mundial
blicas, en gestión pública y en problemas de in- de la Internacional de Servicios Públicos (ISP). Di-
novación democrática y sociedad civil. Autor de rige la revista Escenarios para un nuevo contrato
numerosos libros y editor de publicaciones espe- social de la UPCN.
cializadas, colabora habitualmente en diversos
María Esperanza Casullo
medios de comunicación, como el diario El País.
Autores
Doctor en Economía por la École des Hautes Étu- Licenciado en Ciencia Política y Profesor de En-
des en Sciences Sociales, Paris. Docente inves- señanza Media y Superior en Ciencia Política por
tigador de la Universidad Nacional de La Plata, de la Universidad de Buenos Aires. Docente de la
la Universidad de Buenos Aires, de Paris-Jourdan UBA y de la Universidad Argentina de la Em-
Sciences Economiques-ENS, de la Universidad presa; investigador en la UBA, la Universidad Na-
Nacional de Moreno y del CEIL-PIETTE del CONI- cional de Quilmes y el Instituto Nacional de
CET. Autor de numerosos libros, artículos y do- Estudios Estratégicos de la Seguridad (INEES).
cumentos sobre la problemática económica y Sus áreas de investigación son la enseñanza y
social en América Latina, actualmente concentra desarrollo de la ciencia política, los sistemas de
sus esfuerzos de investigación en el análisis for- pensiones y las políticas de seguridad ciudadana.
mal de las economías periféricas y el impacto de Publicó artículos sobre esas temáticas en revis-
las políticas sociales en América Latina. tas científicas de la Argentina y de Brasil, Chile,
España, Uruguay y México.
Florencia Médici
Gustavo Dufour
Magíster en Economía por la Universidad Nacio-
nal de La Plata y doctoranda en Ciencias Econó- Magíster en Gobierno y Administración Pública
micas en la Universidad de Buenos Aires. por la Universidad Complutense de Madrid y Ma-
Docente de Problemas Socioeconómicos Argen- gíster en Administración Pública por el Instituto
tinos en la Universidad Nacional de Moreno y jefa Universitario de Investigación Ortega y Gasset
de Trabajos Prácticos en la asignatura Creci- de Madrid. Profesor regular en la Universidad de
miento Económico de la Facultad de Ciencias Buenos Aires y en la Universidad Nacional Arturo
Económicas de la UBA. Becaria CONICET (Tipo Jauretche, y profesor invitado en la Universidad
II) del Centro de Estudios e Investigaciones La- de San Andrés, la Universidad del CEMA y la
borales (CEIL). Publicó diversos artículos en re- FLACSO (sede Buenos Aires). Especialista en
vistas académicas nacionales. temas de administración y políticas públicas, en
los últimos años ha focalizado su interés en el
Pablo Bulcourf
análisis de las políticas y reformas educativas en
América Latina y en los procesos de descentrali-
zación que se han implementado en la Argentina.
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Autor de numerosos artículos y capítulos de li-
Buenos Aires. Profesor Adjunto regular e investiga- bros, ha realizado trabajos de consultoría para
dor en la Universidad Nacional de Quilmes y do- distintos organismos estatales e internacionales;
cente e investigador en la Universidad de Buenos actualmente se desempeña como consultor del
Aires. Investigador Categoría II del Programa de In- Proyecto de Modernización del Estado de la Je-
centivos a Docentes Investigadores del Ministerio fatura de Gabinete de Ministros de la Nación.
de Educación. Coordinador de la Comisión Técnica
Asesora Nº 2- Ciencias Sociales, de la Secretaría de
Investigación de la UBA, Secretario Académico del
lnstituto Nacional de Estudios Estratégicos en Se-
guridad (INEES) y Secretario General de la Sociedad
Argentina de Análisis Político (SAAP).
Dirección de
Investigaciones
Instituto Nacional de la Administración Pública
Año 1. Número 1.
Abril de 2013
ISSN 2314-2936
Registro de la propiedad intelectual en trámite
Equipo
Esta publicación fue realizada con el apoyo del Proyecto "Promover y fortalecer las estrategias de la
Secretaria de Gabinete y Coordinación Administrativa para mejorar la atención al ciudadano y contribuir
a la institucionalización de una gestión pública de calidad" (PNUD ARG/12/012).
El contenido de esta publicación no refleja necesariamente las opiniones del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo, de su Junta Ejecutiva o de sus Estados miembros.
Coordinadora general del Proyecto PNUD ARG/12/2012: Nadia Moragas
Impreso en: