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¿Por qué lo niños deberían aprender a través

del movimiento? Un experto en


neuromotricidad responde
Desde niño, el profesor Pablo Del Pozo Moreno descubrió los
beneficios del movimiento. Años después, se dedicó a estudiar la
“neuromotricidad”. Ahora, desde la evidencia, rescata la
relevancia de este concepto en el aprendizaje de niños y niñas.
Escrito por: Camila Londoño
agosto 31, 2018

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Desde muy pequeño, el profesor Pablo Del Pozo Moreno se interesó en el


movimiento. Nació prematuro y los médicos recomendaron a sus padres que no
realizara deportes en equipo; según ellos, él podría tener dificultades motrices en
este tipo de dinámicas. Pero Pablo amaba correr, saltar, moverse de muchas
formas y terminó metido en múltiples actividades deportivas. Desde entonces,
comprobó que el movimiento, sólo tenía beneficios. “Empecé a superar las
dificultades motoras que tenía desde el nacimiento y cada vez mejoraba más
y más, llegando a ser tan bueno como cualquier niño. La práctica de deporte
no sólo repercutió en una mejora motriz, sino también en una mejora social
y en mi autoestima”, cuenta Pablo. Pero no sólo eso mejoró… según el profesor,
hasta su caligrafía cambió y entonces, su interés por el movimiento y cómo éste
puede cambiar a una persona, le interesó cada vez más.

Años más tarde descubrió que existía una carrera llamada “Ciencias de la
actividad física”, cuyo foco era el estudio de la actividad física. “Así empezó
todo”, dice Pablo. Actualmente, el docente tiene 32 años, lleva más de 10 años en
el mundo de la educación y ahora es profesor en preescolar, primaria y
secundaria en un colegio de Castro Urdiales, España. A lo largo de su carrera, e
inspirado en su propia experiencia de aprendizaje, se ha dedicado a estudiar la
ciencia del movimiento en el desarrollo del sistema nervioso.

Elige Educar: ¿Por qué te interesa tanto el aprendizaje a través del


movimiento?

Pablo Del Pozo: Durante muchos años se ha tenido claro que el realizar ejercicio
físico mejora nuestro sistema cardíaco. Es fácil de entender que con ejercicio
ponemos a trabajar al corazón y al sistema circulatorio y este pequeño esfuerzo lo
vuelve más saludable y más eficaz. Sin embargo, los especialistas del
movimiento humano nos enfocamos en la salud y dejamos de lado el sistema
nervioso, no hemos sabido ver el potencial enorme que el movimiento tiene en el
desarrollo y el mantenimiento del sistema nervioso. El movimiento es de las
pocas actividades que desarrolla tanto el sistema nervioso central como el
periférico y esto es muy importante porque unas conexiones neuronales correctas
facilitarán todos los demás aprendizajes, por eso es tan importante que empiecen
a salir especialistas que se dediquen al estudio y desarrollo de este nuevo campo
educativo llamado neuromotricidad.
EE: ¿Cómo se define la “neuromotricidad”? ¿Podrías darnos algunos
ejemplos concretos de esto?

PDP: Neuromotricidad aparece por primera vez descrito por Lapierre (1974), la
define como un proceso cerebral que considera el movimiento desde el impulso
excitatorio de la neurona piramidal cortical hasta la contracción muscular o
motora. Es decir el movimiento no es sólo la acción muscular sino que lleva
consigo toda una acción nerviosa igual de importante. Los sistemas educativos
tradicionalmente han utilizado sólo el lenguaje para la mejora cognitiva dejando
a un lado el movimiento. A principios del siglo pasado algunos médicos
empiezan a relacionar trastornos psiquiátricos con alteraciones motrices. Aparece
entonces el término psicomotricidad que nos es más que la unión de conceptos
psíquicos y motores. Se puede afirmar entonces que el origen de la
psicomotricidad es clínico porque buscaba el tratar diversas patologías mentales.
Sin embargo la neuromotricidad nace de la mano de la neurociencia como una
herramienta más para mejorar las conexiones nerviosas en todos los niños. No
podemos saber cuánto tiempo mantendrá un niño un tema de historia o de
biología en su cabeza pero lo que sí está claro es que los circuitos neuronales
creados por el movimiento para esos aprendizajes perduraran para siempre.

En cuanto a los ejemplos es simple, todos los especialistas que realizan


actividades de psicomotricidad donde se intenta facilitar el mayor número de
patrones motores posibles están trabajando neuromotricidad, porque esos
patrones estarán generando conexiones nerviosas que el niño acabará utilizando
para otras cosas. Por ejemplo, si un niño afianza a través del juego una correcta
lateralidad, esto afectará en su aprendizaje para leer o escribir, porque si tienen
bien claro cuál es su lado izquierdo y derecho, es menos probable que confundan
la “p” con la “q”.

EE: ¿Por qué los niños aprenden a través del movimiento y cómo se puede
explicar esto desde la neurociencia?

PDP: El movimiento sólo es la herramienta… A través del movimiento sólo


aprenderán nuevos patrones motores, sin embargo en su sistema nervioso se
crearán una serie de conexiones neuronales que les permitirán ser más eficaces en
otras acciones de la vida. Las zonas del cerebro encargadas de recordar a un niño
que para realizar un lanzamiento a canasta se requiere un orden y una secuencia
de acciones concretas, es la misma que recordará al niño cuáles son los pasos que
debe seguir para comprar una barra de pan o para resolver una ecuación. De esta
forma, con el movimiento sólo creamos nuevos conectores neuronales que poco a
poco se irán llenado de contenido. Que los niños aprendan más en movimiento no
tiene porqué ser así. Es decir, si el movimiento es disruptivo puede que el niño no
aprenda nada, pero si por el contrario, formamos a los docentes para que
encuentren en el movimiento una forma de captar la atención del niño, entonces
convertiremos al movimiento en aliado del aprendizaje. Un cuerpo que se mueve
requiere un cerebro activo y si conseguimos enfocar esa actividad cerebral hacia
aquello que queremos que los niños aprendan entonces tendremos gran parte del
trabajo conseguido. No podemos olvidar que la motivación es el elemento clave
para que exista aprendizaje y el movimiento genera una serie de sustancias
bioquímicas en nuestro cerebro que favorecen la motivación. Con el movimiento
favorecemos la segregación de serotonina en el cerebro que se encarga de reducir
la ansiedad y regular los estados de ánimo, además generaremos endorfinas
llamadas hormonas de la felicidad, se aumenta la producción de acetilcolina que
es fundamental para favorecer los estados de atención, aprendizaje y memoria. Y
por último la dopamina que va a permitir que se cansen menos muscularmente,
provocando que los periodos de aprendizaje puedan ser más largos. De esta
forma el uso del movimiento a través del juego en el aula va a permitir un clima
agradable que tendrá como consecuencia directa una mejora de los procesos de
aprendizaje.

EE: ¿Qué tipo de habilidades se desarrollan a través del movimiento?

PDP: Se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que a través del movimiento
lo que desarrollamos principalmente son habilidades motrices. Al nacer, la
primera evaluación médica que se realiza tiene que ver con reflejos motores para
comprobar si nuestro sistema nervioso presenta algún problema. A partir de ahí,
estos reflejos motores nos van a permitir interactuar con el entorno e ir
avanzando poco a poco hacia patrones motores básicos (gateo, reptado, etc).
Estos patrones nos permiten nuevamente relacionarnos con el entorno
permitiendo de esta forma el desarrollo de un montón de habilidades que no
tienen que ver con el movimiento (sociales, afectivas, emocionales, etc). No
podemos olvidar que somos seres sociables y que la interacción social se produce
a través del lenguaje, en gran medida lenguaje no verbal y el movimiento. En la
medida en que los patrones motores básicos se convierten en habilidades básicas
o específicas, podremos ir interactuando de forma diversa con el medio. Nadar,
montar en bicicleta, conducir un coche o cocinar, son sólo algunos ejemplos
donde las habilidades motrices cobran una importancia fundamental y en el
proceso de realización de estas acciones, el ser humano continúa aprendiendo.

Son muchos los autores que clasifican las habilidades motrices y no existe un
consenso claro sobre cuál es la mejor clasificación. Pero una cosa sí está clara:
los patrones motores se desarrollan junto a la maduración del sistema nervioso,
por esta razón es importante analizar los patrones de movimiento y evaluarlos,
para ver si el desarrollo nervioso del niño es acorde a su edad porque eso afecta a
otras múltiples tareas. Todo el mundo entiende que los reflejos motores de un
niño recién nacido sean medidos para comprobar si el sistema nervioso está
maduro o hay alteraciones, sin embargo esta evaluación ya no se produce en los
primeros años en la escuela y es necesario porque un sistema nervioso que no
está madurando correctamente dará otros múltiples problemas en el aprendizaje.
El movimiento es la mejor herramienta que tenemos para evaluar futuros
problemas de aprendizaje y se necesitan protocolos de evaluación que nos den
pistas a los educadores de que algo está fallando.

EE: ¿Puede ser el movimiento, la base del aprendizaje?

PDP: Según Sousa (2014) la razón principal para valorar la acción motriz en el
desarrollo cognitivo, es que los animales tienen cerebro y las plantas no. Es la
necesidad de desplazarse la que hace que nuestro cerebro recoja y envíe
información a todas las partes de nuestro cuerpo. Y es esta interacción con el
entorno la que hace que nuestro cerebro se desarrolle. Suelo poner el ejemplo de
un edificio, los pilares maestros, las estructuras básicas no pueden verse a simple
vista pero sin embargo, son fundamentales para que todo el edificio se mantenga
en pie. En el ser humano pasa algo parecido; lo esencial es nuestro sistema
nervioso, que no puede verse, pero que sin él, el interactuar con el entorno y
aprender, sería imposible. Si nos basamos en la neurociencia que nos dice que el
movimiento genera nuevas conexiones nerviosas en nuestro cuerpo, debemos
como educadores crear un tejido nervioso amplio y fuerte que permita al niño
aprender el mayor número de contenidos, y para crear este complejo sistema de
tejido neuronal la mejor manera es dar al niño una gran amplitud motriz. Una vez
que tengamos los cimientos sólo hará falta llenarlos de contenido.

EE: ¿Todos los niños aprenden a través del movimiento?

PDP: Todos, sin excepción, deben aprender a través del movimiento. Será labor
del docente adaptar las actividades para que todos los niños puedan participar en
ellas, sin importar sus características anatómicas, biomecánicas o fisiológicas. El
sistema educativo actual tiene alumnos con grandes cabezas, anchos oídos,
amplios ojos, una boca cerrada y un cuerpo muy pequeñito al que nunca ha dado
importancia. Queramos o no, somos seres en movimiento y esto demuestra la
enorme importancia del movimiento sobre la salud de los niños. Ahora, lo único
que estamos haciendo es abrir una nueva ventana que demuestre la importancia
del movimiento sobre el desarrollo del sistema nervioso. Ningún niño puede
quedarse fuera de este tipo de actividades, aunque posiblemente, en algunas
ocasiones, éstas deberán ser modificadas para adaptarse a la diversidad motriz
que existen en todas las aulas, pero no me cabe ninguna duda que estas
modificaciones no serán difíciles, siempre que exista un profesorado motivado
para conseguir clases más dinámicas.

EE: ¿Qué pueden hacer los profesores para fomentar el aprendizaje a través
del movimiento?

PDP: En un sistema educativo anacrónico donde los profesores y los niños han
sido educados para permanecer sentados mirando a una pizarra y escuchando al
profesor, el introducir el movimiento dentro del aula ordinaria puede ser una
fuente de descontrol y disrupción. Por esta razón es importante la formación
previa del profesorado en el uso del movimiento, porque recordemos que este no
es más que una herramienta para crear clases y actividades más dinámicas. Sin un
profesorado cualificado que sepa utilizarlo, el movimiento por sí solo no servirá
de nada. En caso de no poder acudir a cursos de formación y querer aún así
introducir el movimiento en el aula para crear clases más dinámicas, yo siempre
recomiendo unos puntos fundamentales que se deben trabajar previamente con
los alumnos.

Consensuar señales para recuperar el control: Si observamos que el ambiente de


trabajo se vuelve demasiado disruptivo o ruidoso, debemos tener establecido con
los alumnos una serie de señales que permitan volver a un ambiente de trabajo
calmado. Por ejemplo, cuando el profesor o algún compañero levante un brazo,
aquellos que lo vean deberán levantar el brazo también para que todos lo
vayamos apoyando poco a poco y el ruido vaya disminuyendo volviendo a un
clima de trabajo agradable.

Reglas claras: Antes de comenzar a movernos es necesario dejar claro las reglas
de la actividad, que es lo que se puede y lo que no se puede hacer. Si las reglas
no quedan claras antes de que los alumnos se levanten es fácil perder el control
de la actividad, por supuesto si alguien no cumple alguna regla no puede
continuar en la actividad.

Conocer perfectamente a los alumnos: El movimiento en el aula implica una


atención mayor del maestro sobre todo lo que sucede en la clase. Muchos
docentes quieren realizar actividades originales y divertidas sin conocer
previamente el nombre de sus alumnos, si no conocemos a todos nuestros
alumnos será muy difícil llamar la atención sobre una acción o actitud concreta.
Si esta conducta es disruptiva y no logramos cortarla puede extenderse al resto de
la clase.

Trabajar la desinhibición: Puede ser difícil que alumnos que están


acostumbrados a permanecer sentados en un aula sin tener que interactuar entre
ellos, cambien de la noche a la mañana y comiencen a interactuar entre ellos en
movimiento. Esto puede provocar mucha vergüenza sobre todo en determinadas
edades por lo que es necesario realizar clases previas con actividades de
desinhibición y confianza que creen un clima agradable en el aula para que se
produzca la interacción.

Espacios amplios: Las aulas actuales están pensadas para alumnos pasivos, en
las que no es necesario interactuar, sin embargo, si queremos introducir
movimiento en las aulas, será necesario buscar clases amplias que permitan el
movimiento del alumno y la renovación de aire fresco.

Neuromotricidad
A pesar de la facilidad con la que ejecutamos cada actividad motora en nuestro día a día, el
movimiento es una habilidad de gran complejidad que abarca un gran número de estructuras
cerebrales en continua interconexión. Muchas de estas áreas son las mismas que se utilizan para
orientar y mantener la atención y un mal control de ellas implicará un problema muy común en
las aulas hoy en día: las dificultades atencionales.
Además, cuanto mayor es el control corporal, mayor es la capacidad cerebral que puede
dedicarse a otras actividades. Es decir, cuanto mayor sea la capacidad de un niño para realizar
movimientos precisos y coordinados sin necesidad de utilizar un gran número de recursos
cerebrales, mejor será el procesamiento de la información del entorno y de procesos superiores
como el razonamiento o la atención.
Existen numerosas ramas que trabajan el movimiento como medio o como fin y es importante
realizar una pequeña aclaración sobre los diferentes tipos de tratamientos motrices, ya que a
pesar de encontrar numerosos puntos en común, la finalidad suele ser diferente:

 Connector.
Fisioterapia:
Se ocupa principalmente de problemas musculo-esqueléticos a nivel rehabilitador. Aunque sí
existen terapias basadas en la evidencia neurológica como son la terapia Vojta o Bobath, éstas
suelen estar dirigidas a patologías graves como parálisis cerebral, hemiplejías, hemiparesias u
otras lesiones ocurridas a menudo en el periodo perinatal.
 Connector.
Psicomotricidad:
Trata de favorecer el desarrollo cognitivo mediante las acciones motrices, buscando una mejor
comprensión del esquema corporal y el entorno.

Neuromotricidad:
Entiende las dificultades motrices como un signo observable de una mala organización
neurológica y utiliza el movimiento como medio para realizar la reorganización pertinente.
Las etapas de Educación Infantil y Primaria son muy importantes en todo lo referente a la
motricidad, ya que es en estos años cuando ha de producirse el establecimiento definitivo del
control del propio cuerpo, para poder dirigir el aprendizaje al control del entorno.
Un tratamiento neuromotriz va dirigido a niños con torpeza motriz visible, tanto a nivel fino
como grueso y que le impida realizar con eficacia cualquier tarea, ya sea desde la escritura
hasta la coordinación en el deporte.

 Connector.
Patrones básicos de movimiento:
El movimiento representa una de las principales modalidades de respuesta del cerebro a los
diferentes estímulos sensoriales que constantemente le llegan tanto desde el organismo como
del exterior.

Tono muscular:
Contracción permanente, pero de grado variable, de todos los músculos del organismo y su
evolución condiciona que el desarrollo psicomotor sea adecuado.
 Connector.
Control postural:
Conjunto de estructuras que se dirigen a mantener las relaciones del cuerpo consigo mismo,
respecto al espacio y procurar posiciones que permitan una actividad definida y útil, que
posibiliten los aprendizajes.
 Connector.
Equilibrio estático:
Proyecta el centro de gravedad del cuerpo dentro del área delimitada por los contornos externos
de los pies. Con cierta importancia en el mundo deportivo, sobre todo en algún ejercicio de la
gimnasia artística o de la escalada, se puede definir como la capacidad de mantener el cuerpo
erguido o en cualquier posición estática, frente a la acción de la gravedad) y equilibrio
dinámico (es el estado mediante el que la persona se mueve y durante este movimiento
modifica constantemente su centro de gravedad y su sustentación).
 Connector.
Coordinación:
Tanto entre las diferentes partes del cuerpo como en el procesamiento óculo-manual.

Lateralidad:
Es la utilización preferente de ojo, oído, mano y pie (Portellano, 2005) y no sólo de la mano,
como se entendía anteriormente. El cuerpo humano se organiza de forma contralateral, es decir,
el ojo, el oído, la mano y el pie derechos, son controlados por el hemisferio izquierdo y por el
contrario, el ojo, oído, mano y pie izquierdos, son controlados por el hemisferio derecho.
Cada hemisferio tiende a procesar la información de una forma diferente. El hemisferio
izquierdo es práctico y concreto, analiza la información de forma secuencial. El hemisferio
derecho se ocupa de información espacial, es intuitivo e influye en gran medida en la vida
social.
Además, cada hemisferio está especializado para unas funciones concretas, como el lenguaje,
que es controlado por el hemisferio izquierdo, o la organización espacial, que es controlado por
el derecho (hay que tener en cuenta que las actividades cognitivas que desempeñamos los
humanos, son altamente complejas, por lo que siempre se utilizarán ambos hemisferios aunque
cada uno de ellos procese la información para la que está predispuesto y de la forma para la que
está preparado).

Se ha observado que existe un número muy elevado de alumnos con algún problema en la
lateralidad. Estos problemas pueden pasar desapercibidos, pero pueden dificultar el desarrollo
de una actividad académica óptima al alumno, propiciando un sobreesfuerzo en muchos casos
que puede desembocar en cansancio, abandono parcial o incluso total de sus responsabilidades
escolares.
La lateralidad es una manifestación externa de la organización cerebral. Una mala lateralidad
puede estar indicándonos problemas a nivel interno, que hay que tener en cuenta. Algunos de
los signos que aparecen cuando existe algún problema de lateralización son los siguientes:

 Connector.
Cambiar de mano en función de las actividades que se realicen
 Connector.
Dificultades al escribir, con inversión de letras o números
 Connector.
Lentitud al realizar las tareas escolares
 Connector.
Dificultades lectoras

Problemas de direccionalidad izquierda-derech

¿Por qué necesita el niño moverse?


 Las primeras experiencias de aprendizaje del niño se dan en el dominio de
la coordinación motriz, adaptándose y explorando las nuevas y cambiantes
situaciones que le rodea. Según Sugrañes y Ángels (2008) el niño se
adapta al mundo que le rodea desde que nace, a través de diversas acciones
motrices, y explora, conoce, aprende y se conecta al mundo exterior a
partir de esa necesidad de moverse que tiene, lo que hará que aparezcan
aprendizajes presentes y futuros.
 Según Jager (2010) el niño necesita moverse para desarrollarse, aprender a
través de sus movimientos y controlar sus impulsos, siendo la motricidad
uno de los aspectos de más influencia en los procesos de desarrollo y
aprendizaje (Martín, 2003), influyendo en la vida cotidiana y en sus fines
educativo (Rigal, 2006).
 Para producir un desarrollo integral y armónico del niño es de vital
importancia la estimulación psicomotriz (Teixeira, Abelairas y Arufe
Giráldez, 2015). El niño necesita moverse para canalizar su energía a
través del movimiento, siendo el proceso de aprendizaje un proceso
dinámico y no estático para el cerebro humano. Por ello, el movimiento
tiene una gran importancia para el desarrollo cognitivo, social, afectivo y
emocional de los niños.

 Tan importante es la relación y conexión entre el cerebro y cuerpo (Jensen,
2008), que los mecanismos de aprendizajes primarios y básicos del niño
como son la lectura y la escritura se verán mejorados encontrándose
implícitos en las diferentes áreas motrices, así como la simbolización y el
lenguaje en un nivel superior cerebral.

 ¿Qué papel tiene la emoción en el
aprendizaje?


 Las emociones son las encargadas de matizar el funcionamiento del
cerebro ya que los estímulos emocionales interactúan con las habilidades
cognitivas, afectando la capacidad de razonamiento, la toma de decisiones,
la memoria, la actitud y la disposición para aprender. Además, las
investigaciones han demostrado que emociones y sentimientos negativos
provocan un impacto negativo en el aprendizaje, afectando a las
habilidades cognitivas, perceptivas, emocionales y sociales. Este binomio
entre cognición-emoción es indisoluble y es el que lleva a los educadores a
concebir el entendimiento de lo que es enseñar y aprender.
 Aprender es una de las conductas (conscientes o inconscientes) innatas y
intrínsecas al proceso de la vida misma, siendo un proceso y mecanismo
de supervivencia para adaptarnos al medio nada más nacemos,
elaborándose códigos que vienen impresos en el genoma humano y que
empujan al aprendizaje. Para que estos códigos genéticos entren en marcha
y lleven al aprendizaje del ser humano debemos de tener la vivencia de las
acciones y sensorialidad del mundo, expresando la conducta con el
movimiento. Eso incluye que para aprender es necesario el componente
sensorial, emocional y motor.
 El niño aprende temprano, desde el nacimiento, y aprende de muchas
maneras pero constantemente, siendo a través de todos estos aprendizajes
los que el ser humano cambia constantemente su conducta y su
pensamiento. Los niños aprenden de manera:
 - Explícita o computacional: aprendizaje consciente con procesos de
hechos y sucesos en el tiempo.
 - Implícita: aprendizaje inconsciente nada más nacer sin requerir
procesos cognitivos conscientes.


 ¿Cómo deben intervenir los educadores?

 -
 El camino hacia el aprendizaje es activado por la emoción, de manera
que los educadores lo primero que deben establecer como objetivo no es la
transmisión de contenidos, si no lograr captar la atención de nuestros
alumnos, formando parte las emociones de la metodología de trabajo como
reacciones psicofisiológicas, biológicas o/y de estados mentales ante
diversos estímulos.
 Esto debe ser así debido a que se ha demostrado que las emociones
alteran los tiempos de atención además de influir en la memoria, por ello
se debe de trabajar las emociones más básicas como la curiosidad, la
sorpresa, la alegría y la felicidad, siendo en las clases de Educación Física
la que crea estas emociones en los alumnos debido a su situación
hedonística y catártica, secretando neurotransmisores que causan esto.

 Pe Pero también se deben trabajar otras emociones como el miedo, la
desconfianza y la ira para que el alumno no las reprima y que no puedan
perjudicar su bienestar o salud. Además deben de conocer que a partir de
cómo se utiliza y se entona la palabra puede crear ese atractivo capaz de
activar la atención del que escucha y aprende, así como para memorizar lo
que está escuchando, debido a que la emoción está relacionada con las
palabras siendo importantes estas cómo se dicen porque son el vehículo
del conocimiento para un buen aprendizaje.



 Un educador tiene que ser emocionalmente inteligente para crear un clima
en el aula favorable y crear emociones y sentimientos de los alumnos para
captar la esencia de la enseñanza, correspondiendo esta elaboración en el
sistema límbico o cerebro emocional. Estas emociones creadas por los
educadores encenderán y mantendrán la curiosidad, la atención y el interés
por el descubrimiento de todo lo que es nuevo, siendo la base de todos los
procesos de aprendizaje y memoria, así como crear sentimientos que son
las reacciones subjetivas de las emociones. Por ello, creando emociones en
el alumnado, los educadores evitarán en el alumno un “Apagón
emocional” producido por el aburrimiento, el desinterés y la vivencia
apagada del aprendizaje

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