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¿Revolución urbana en Madrid?

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Henri Lefebvre y el urbanismo


español

Álvaro Sevilla-Buitrago

«Los derechos necesarios, [incluyendo] el derecho a la lenguaje y vida cotidiana —dirigido por el filósofo Luis Martín
ciudad, ya no son suficientes. Santos3—, en 1974 a Barcelona, y entre 1972 y 1975 como
También hace falta que lo urbano se haga amenazador.» asesor en el estudio de Gaviria sobre las ciudades de ocio
en Levante4. Lefebvre mantendrá también contactos y co-
Henri Lefebvre laboraciones con arquitectos catalanes, especialmente con
Ricardo Bofill en la época del barrio Gaudí en Reus, el Walden
7 y la Ciudad en el Espacio5.

Sería engañoso identificar linealmente la obra de Henri La mayor parte del opus lefebvriano sobre ciudad y espa-
Lefebvre con la apropiación institucional de la misma o cio se traduce al castellano inmediatamente tras la apari-
la cultura urbanística y política en la que se gesta el Plan ción en francés, con muy buena acogida. Entre 1969 y 1983
General de Ordenación Urbana de Madrid. Entre finales de Península lanza cuatro ediciones de El derecho a la ciudad,
los sesenta y principios de los setenta, en un momento en La revolución urbana y De lo rural a lo urbano, y una edición
que la crítica al urbanismo del Movimiento Moderno y la re- de Espacio y política. Derecho a la ciudad II; El pensamiento
novación del discurso arquitectónico reincidían, en general, marxista y la ciudad se publica inicialmente en México y es
en un enfoque morfológico, el trabajo del francés atrajo a reeditado en 1983 por la Universidad Politécnica de Madrid.
una generación de estudiantes ávidos de una perspectiva Estos libros contienen una reelaboración continua de te-
social y política. Esa generación lideró más tarde la iniciativa mas que pueden contrastarse con ciertas claves del Plan
del Plan General manejando códigos y referencias explícitas General. A un nivel elemental, la impugnación de la ideo-
a sus libros. Era un tremendo salto cualitativo respecto a la logía del crecimiento —«herida de muerte»hacia principios
concepción urbanística habitual en España y Madrid hasta de los setenta según Lefebvre6— resonaba en la reacción
ese momento, pero esa movilización era parcial y problemá- del Plan frente al desarrollismo precedente. La mirada re-
tica a varios niveles. Tras su expulsión del Parti Communiste formista sobre la ciudad —el popular eslogan «Recuperar
Français PCF en 1958, Lefebvre había reforzado su inclina- Madrid»— se hacía asimismo eco de la preferencia por la
ción libertaria y sus trabajos sobre urbanismo abrazaron la remodelación frente a la construcción de nueva planta que
perspectiva del socialismo autogestionario, un posiciona- Lefebvre había tanteado explícitamente7. El esfuerzo por
miento de difícil digestión para la coalición reformista del «rematar»o «suturar»el «borde desvaído»de la ciudad para
Madrid de la Transición. En su deriva del campo de la sociolo- hacerlo más legible desde una perspectiva morfológica8
gía urbana al de la filosofía del espacio, Lefebvre profundizó puede asociarse a la crítica lefebvriana de la anti-ciudad
la raíz crítica de su discurso, planteándolo como una ventana generada por la urbanización industrial y su producción de
intelectual al horizonte de lo «posible»más que como una conglomerados informes9. Más ampliamente, el ethos del
aproximación inmediatamente operativa para la planifica- «urbanismo cualitativo»derivaba del mismo principio que
ción. Aunque mantuvo el interés por el potencial del dise- había llevado a Lefebvre a defender la ciudad como valor de
ño para facilitar «desviaciones»en los usos normalizados uso y «obra»colectiva frente a la ciudad-producto entendi-
del espacio, abandonó paulatinamente su esperanza inicial da como valor de cambio, como mercancía, idea que reapa-
de una alianza entre la clase obrera y los cuadros técnicos rece de forma persistente en su trabajo de esos años. Estos
comprometidos. Afianzando sus principios, Lefebvre había enfoques, en todo caso, eran ya generalizados en el debate
devenido inapropiable para la práctica profesional hacia me- de finales de los setenta. Lo específico de Lefebvre, espe-
diados de los setenta. El arranque del Plan General coincidió cialmente en el desarrollo de las ideas inicialmente vertidas
con el comienzo de un olvido que le relegaría a una posición en el fundacional Derecho a la ciudad, es que consideraba
marginal tanto en Francia como en España. esas aproximaciones cruciales pero insuficientes, exigien-
do «medidas más radicales»para transformar la vida coti-
La etapa más importante de la relación de Lefebvre diana en profundidad10. Como puede apreciarse en la cita
con España se produce de la mano del sociólogo Mario que abre este artículo, el propio «derecho a la ciudad»—
Gaviria, estudiante durante su etapa en la Universidad de su fórmula más exitosa y a la par escurridiza, estructural al
Estrasburgo al que le unirá una larga amistad1. Además de discurso en torno al Plan General— era para Lefebvre una
editar la edición original de Du rural à l’urbain (1970) Gaviria aspiración limitada que debía ser superada por el potencial
promueve la traducción de sus libros y acerca el Seminario implícito en «lo urbano»para subvertir el orden socio-es-
de Sociología Urbana de Madrid —incluyendo un activo gru- pacial heredado11. Para Lefebvre «calidad del espacio»y
po de estudiantes de arquitectura— al trabajo del francés2. «calidad de vida»estaban estrechamente ligados, pero su
Organiza además sus frecuentes visitas académicas, en- consecución requería un momento disruptivo, la apropia-
tre otras en 1968 al Seminario, en 1970 al simposio Ciudad, ción popular del espacio al margen del Estado12.
El Urbanismo de la Transición. El Plan General 95
de Ordenación Urbana de Madrid de 1985

La sintonía entre el pensamiento lefebvriano y las políticas moderno en los setenta. Su trabajo, sin embargo, cayó pron-
municipales era más obvia en aspectos concretos como las to en el olvido tanto en Francia como en España en el nuevo
políticas de «centralidad», término que Lefebvre tendió a contexto económico-político de los años 80, en un mo-
identificar con la propia condición urbana y que determi- mento clave en que el Plan General estaba virando hacia
naba las opciones sobre estructura del planeamiento. El otros horizontes en el curso de su elaboración y tramita-
énfasis de la corporación municipal en el reequipamien- ción. Lefebvre mantuvo su colaboración con figuras alter-
to y acondicionamiento del espacio público de los barrios nativas en la esfera del diseño, pero en ese momento su
periféricos, planteado explícitamente como un intento de participación en procesos como el de un plan municipal era,
descentralizar la vida urbana13, coincidía con la noción de desde la lógica de la Administración, impensable20. Habría
ciudad emancipada como un entorno en el que cualquier que esperar varias décadas a su renacimiento, póstumo, de
lugar podría convertirse en un espacio de centralidad14. la mano de nuevas apropiaciones desde la academia y los
Lefebvre subrayaba también la necesidad de preservar movimientos sociales, un reencuentro internacional e inter-
los centros históricos como espacio de centralidad popu- generacional aún en marcha hoy día, también en el contexto
lar frente al avance de nuevas centralidades terciarias y la español21.
mercantilización y elitización del acceso al patrimonio, de
nuevo una idea manejada en el Plan General15. Esta sinto-
nía se manifestaba también en otras políticas más allá de la
planificación. Expresión privilegiada de la ciudad, Lefebvre 1. Sobre la relación con Gaviria y la presencia de Lefebvre en la España de
consideraba la «fiesta»una condición de centralidad fun- los setenta, ver VAZ, Céline: «‘Les Pyrénées séparent et relient la France
et l’Espagne’: Henri Lefebvre et la question urbaine espagnole à la fin
damental. La fiesta era simultáneamente sublimación del du franquisme», L’Homme et la société n°185-186, 2012/3, pp. 83-103;
encuentro frente al consumo en el centro histórico y mani- STANEK, Łukasz: «Introduction. A manuscript found in Saragossa: toward
an architecture», en LEFEBVRE, Henri: Toward an Architecture of Enjoyment.
festación popular de una «lucha contra el aburrimiento»en Minneapolis: University of Minnesota Press, 2014, pp. XI-LXI.
los barrios periféricos16. El rastro de ese concepto podía se- 2. Ver la ponencia en el Seminario incluida en LEFEBVRE, Henri: De lo rural a lo
urbano. Barcelona: Península, 1971, pp. 221-224, o las referencias a los tra-
guirse en los esfuerzos de la primera corporación municipal
bajos del Institut de Sociologie Urbaine ISU en el análisis de nuevos barrios
de la Transición por recuperar las celebraciones de barrio y madrileños, por ejemplo en GAVIRIA, Mario (dir.): «Gran San Blas: Análisis
otros eventos populares, destacados a menudo por diver- socio-urbanístico de un nuevo barrio español», separata de Arquitectura
nº113-114, 1968, pp. 4, 65. Gaviria había concebido en 1965 el Seminario de
sos autores en torno al equipo del Plan General. Sociología Urbana a imagen del ISU, fundado por Lefebvre en 1963.
3. MARTÍN ROJO, Luisa: «Ciudad, lenguaje y vida cotidiana. En torno a una
conferencia de Henri Lefebvre en el Simposio de Burgos, 1970», Viento
Sin embargo su extraordinaria valencia crítica hacía al pen- Sur nº150, 2017, pp. 87-92. La ponencia fue publicada posteriormente en
samiento de Lefebvre inoperativo más allá de estas lecturas LEFEBVRE, Henri: Espacio y Política. Derecho a la ciudad II. Barcelona:
Península, 1976, pp. 63-72. Martín Santos volvió, escéptico, a la noción
elementales. Inicialmente había atribuido a la planificación lefebvriana de «apropiación»en sus Diez lecciones de sociología.
un valor estratégico de experimentación y apoyo técnico. 4. El proyecto dará lugar a varias publicaciones, incluyendo GAVIRIA, Mario
(dir.): España a go-go: turismo chárter y neocolonialismo del espacio.
Para Lefebvre, en ese momento, la iniciativa del cambio ur- Madrid: Turner, 1974; y la revisión del Plan General de Benidorm en
bano pertenecía a la clase obrera, pero los urbanistas po- GAVIRIA, Mario, IRIBAS, José Miguel, SABBAH, Françoise y SANZ, Juan
Ramón: Benidorm, ciudad nueva. Madrid: Editora Nacional, 1977. Lefebvre
dían «ayudar al alumbramiento de lo posible mediante una se desviará de la solicitud inicial de Gaviria de preparar un libro sobre las
mayéutica nutrida de ciencia», contribuyendo a articular un nuevas ciudades de ocio y escribirá el manuscrito Vers une architecture de
la jouissance, inédito hasta su reciente edición en inglés a cargo de Łukasz
programa que podía ofrecerse a los partidos políticos para Stanek, la mencionada Toward an Architecture of Enjoyment.
su desarrollo17. Mangada utilizaría términos similares para 5. STANEK, Łukasz: Henri Lefebvre on Space: Architecture, Urban Research and
the Production of Theory. Minneapolis: University of Minnesota Press, 2011,
justificar la estrategia de participación de la primera fase18. pp. 33, 204-219. Lefebvre elogia al Bofill de esta época en el mencionado
Pero para Lefebvre había un exceso en lo urbano que ni la Espacio y Política, p. 18.
6. Ibíd., p. 131. Ver también LEFEBVRE, Henri: La revolución urbana. Barcelona:
planificación ni el Estado podían subsumir, haciendo irre-
Península, 1972, p. 178.
conciliable su perspectiva y los intentos de hacerla ope- 7. De lo rural a lo urbano, p. 183.
rativa. La ciudad era para él un espacio de liberación de 8. LEIRA, Eduardo: «Del Plan de Madrid: elementos para un debate», Ciudad y
Territorio nº59-60, 1984, pp. 84, 88.
flujos, de apertura permanente a lo posible, que escapa a 9. La revolución urbana, pp. 20-21.
la inevitable vocación de orden de la planificación, siempre 10. Ibíd., p. 183.
11. Espacio y política, p. 8.
inclinada a un cierto cierre del espacio como escenificación 12. Ibíd., p. 131.
de un determinado poder. La acción estatal opera siempre 13. LEIRA: «Del Plan de Madrid», p. 95; MANGADA, Eduardo: «De la ideología al
pragmatismo económico: recordando el Plan General de Madrid 1985», en
inhibiendo la plena realización de lo urbano; lo urbano, en ECHENAGUSIA, Javier (coord.): Madrid: Materia de debate, vol. 3: Espacio o
contrapartida, sólo puede avanzar y servir al nivel del habi- mercancía. Madrid: Club de Debates Urbanos, 2014, p. 186.
14. L a revolución urbana, p. 136; Espacio y política, pp. 18-19.
tar cotidiano refutando el orden estatal. El urbanismo sólo 15. LEFEBVRE, Henri: El derecho a la ciudad. Barcelona: Península, 1969, pp.
se liberaría de la ideología imperante recurriendo al pensa- 27-29; MANGADA: «De la ideología», pp. 184, 186.
16. D  e lo rural a lo urbano, pp. 118-121; El derecho a la ciudad, p. 18.
miento crítico, pero éste se había constituido en antagonis- 17. Ibíd., pp. 128, 132-33, 166.
ta permanente del urbanismo19 . 18. Ver por ejemplo MANGADA, Eduardo: «Gobierno autonómico, ordenación
del territorio y desarrollo del espacio regional», en AA VV: Metrópolis, terri-
torio y crisis. Madrid: Asamblea de Madrid, 1985, pp. 247-248.
Aunque pueden parecer crudos desde la perspectiva ac- 19. E spacio y política, p. 18.
20. STANEK, Henri Lefebvre on Space, pp. 233-44.
tual, en estos enunciados residía la audacia que convirtió 21. Ver por ejemplo el especial de la revista Urban nº2, Espectros de Lefebvre,
a Lefebvre en una voz genuina en la crítica al urbanismo 2011.

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