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Diálogo con Rafi Eitan, mítico agente del Mossad

"Las autoridades argentinas ayudaron a


Joseph Mengele"
Lo dijo quien capturó a Eichmann
Miércoles 3 de setiembre de 2008 | Publicado en diario de hoy

Por Jana Beris


Para LA NACION

JERUSALEN.- Rafi Eitan, hoy ministro en el gobierno de Ehud Olmert y uno de los
mitos vivientes del Mossad, el servicio secreto israelí, fue el jefe del operativo de
captura de Adolf Eichmann en Buenos Aires, en 1960. Mientras tenía en sus manos al
encargado de la "solución final", la matanza de los judíos europeos, ubicó también a
Joseph Mengele, el "Angel de la Muerte" de Auschwitz, a quien estuvo muy cerca de
capturar.

Durante una entrevista con LA NACION, Eitan, de 81 años, dice saber con certeza que
Mengele, un médico nazi que experimentaba en los campos de concentración con los
detenidos, recibió ayuda de las autoridades argentinas durante su estada en el país.

-Usted comandó el operativo en el que fue capturado Adolf Eichmann. ¿También


buscaba a Joseph Mengele?

-Recibimos información sobre su dirección en Buenos Aires, la confirmamos y la


pregunta era si llevar a cabo otro operativo, si demorar el traslado de Eichmann a Israel.
Isser Harel, jefe del Mossad, y yo discrepábamos. Mi opinión era que debíamos primero
terminar lo que ya estaba en curso, mantener en secreto el operativo Eichmann y luego
volver a buscar a Mengele. Sus vecinos nos dijeron que un día antes de nuestra llegada
él había salido de vacaciones o algo similar. Harel quería que demoráramos el tema de
Eichmann hasta que Mengele volviera y que nos lleváramos a los dos. Expliqué que en
todo operativo hay riesgos y si hacíamos los dos juntos, estábamos duplicando los
riesgos en ambos operativos. Cuando llegamos a Israel con Eichmann, el primer
ministro David Ben Gurion dijo que era muy importante publicar el operativo de forma
muy especial. Yo tenía claro que le resultaba importante revelar lo que se había hecho
de forma dramática.

-Volvió a la Argentina para tratar de capturar a Mengele. ¿Cómo fue ese operativo
y cuándo comprendieron que se les había escapado?

-Algunos agentes volvieron de inmediato a la Argentina. Yo fui más tarde. Pero


Mengele ya no vivía allí.

-¿Se fue porque supo que lo habían ubicado?

-Indudablemente. Lo empezamos a buscar entonces en otros sitios. Al principio


recibimos información según la cual se encontraba en una colonia alemana en Paraguay,
en la frontera con la Argentina, no lejos de Encarnación. Lo buscamos allí. Las
informaciones eran claras; indicaban que tenía allí una casa, pero no lo hallamos. Luego
se mudó a San Pablo, donde murió años después. Descubrimos el sitio en el que estaba
en San Pablo entre 1963 y 1964, pero luego vino la crisis de los misiles alemanes en
Egipto (por la ayuda de científicos alemanes al plan militar de El Cairo) y como
nosotros en un país como Israel tenemos que lidiar con muchos operativos, nos
ocupamos de eso. Luego vino la Guerra de los Seis Días en 1967 y las huellas de
Mengele desaparecieron. Después, casi no lo buscamos más.

-Si hubieran encontrado a Mengele, si hubieran logrado capturarlo, ¿su juicio


habría sido tan dramático como el de Eichmann?

-Sin ninguna duda.

-¿Qué pensaba usted? ¿Qué sentía cuando buscaba a Mengele?

-Cuando uno preguntaba a un judío, en cualquier sitio de la Europa ocupada por los
nazis, quién era Eichmann, todos lo sabían. El pasó país por país y en cada lado
organizó el envío de los judíos locales a los campamentos de concentración y de
exterminio. Mengele era conocido únicamente por quienes habían pasado por el campo
Auschwitz-Birkenau. La mayor parte de aquellos que habían conocido a Mengele
murieron. Por eso después de la guerra lo buscamos también a él. Pero antes de la
guerra, todos podían apuntar hacia Eichmann y decir "él había orquestado la
aniquilación". Mengele fue uno de sus instrumentos.

-A pesar de esta aclaración, si uno menciona a Mengele y recuerda lo que hizo, los
pensamientos son terribles.

-Por la crueldad, por lo animal de su actitud, de sus experimentos. Si hoy, en algún


marco médico, hicieran en animales lo que él hizo en seres humanos, los responsables
irían a prisión.

-¿Hubo momentos en los que temieron por sus vidas, pensando que no podrían
salir de allí, ni con Eichmann ni sin él?

-Hubo momentos difíciles. Cuando ya teníamos a Eichmann, tuvimos que pasar por dos
puestos de control militar fuera de lo planeado. Pero pudimos salir.

-¿Cree que Eichmann y Mengele pueden haberse ocultado tantos años en la


Argentina sin contar con la ayuda de las autoridades?

-Respecto de Eichmann, sabemos con certeza que no había recibido ayuda oficial. Pero
a Mengele, que tenía bienes, lo ayudaron las autoridades argentinas desde el comienzo.

-¿Sabían claramente de quién se trataba?

-Claro que sabían.

-Y desde entonces, ¿volvió a la Argentina?


-Varias veces, y hace pocos años.

-Seguramente sabían quién era usted.

-No lo publiqué, pero estoy seguro de que sabían.

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