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Las infecciones por el virus de la hepatitis D (VHD) solo ocurren en las personas
infectadas con el VHB; la infección simultánea por ambos virus puede causar
una afección más grave y tener un desenlace peor. Hay vacunas seguras y
eficaces contra la hepatitis B que brindan protección contra la infección por el
VH es decir este es un virus defectuoso que necesita el virus de hepatitis B para
existir. Esto se debe a que se envuelta externa del VHD está formada por parte
del VHB. Se estima que el 5% de los pacientes con hepatitis B están coinfectados
por el virus de la hepatitis D. El virus de la hepatitis D (VHD) se encuentra en la
sangre de las personas infectadas con el virus.
Coinfección: si tanto los marcadores del HBV como los anticuerpos anti-HDV son
positivos y de fase aguda, es decir, anticuerpos de tipo IgM para cada uno de
los virus. Es decir, se adquiere la infección por ambos virus al mismo tiempo. La
coinfección evoluciona a cronicidad en un 5% de los casos.
Sobreinfección: si los marcadores del HBV son positivos pero con anticuerpos de
tipo IgG y los anticuerpos contra el HDV son positivos y de tipo IgM. Es decir, se
adquiere la infección de HDV cuando ya se estaba infectado por al HBV. La
sobreinfección evoluciona a cronicidad en un 80% de los casos.
Síntomas
La hepatitis D puede hacer que los síntomas de la hepatitis B sean más fuertes.
Dolor abdominal
Orina de color oscuro
Fatiga
Ictericia
Dolor articular
Inapetencia
Náuseas
Vómitos
Pruebas y exámenes
Usted podría necesitar los siguientes exámenes:
Tratamiento
Muchos de los medicamentos utilizados para tratar la hepatitis B no sirven para
el tratamiento de la hepatitis D.
Pronóstico
Las personas con una infección aguda por el VHD a menudo mejoran en un
período de 2 a 3 semanas. Los niveles de las enzimas hepáticas regresan a la
normalidad al cabo de 16 semanas.
Complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
Prevención
Los pasos para prevenir esta afección incluyen:
Detectar y tratar una infección por hepatitis B tan pronto como sea posible para
ayudar a prevenir la hepatitis D.
Los adultos que tienen un alto riesgo de adquirir una infección por hepatitis B y
todos los niños deben de vacunarse. Si no contrae hepatitis B, no puede contraer
hepatitis D.
Hepatitis E
El virus de la hepatitis E (VHE), como el VHA, se transmite por el consumo de agua
o alimentos contaminados. El VHE es una causa común de brotes epidémicos
de hepatitis en las zonas en desarrollo y cada vez se lo reconoce más como una
causa importante de enfermedad en los países desarrollados. Se han obtenido
vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección por el VHE, pero no tienen
una distribución amplia.
Es una infección producida por virus con RNA lineal y con trasmisión entérica
(oral-fecal). Es una infección aguda que no crónica. Se presenta en brotes
epidémicos y es endémico en regiones de Asia, Oriente medio, norte de África
y América Central. Actualmente existen evidencia de que es una zoonosis (se
puede trasmitir de los animales a las personas). Su reservorio principal es el cerdo.
Es una hepatitis mortal únicamente en mujeres embarazadas. Se transmiten al
igual que los HAV por vía enteral. Se detectan anticuerpos tipo IgM e IgG anti-
HEV pero disminuyen muy rápido tras la infección aguda. No disponemos en
clínica de marcadores serológicos. Como los HAV, nunca cronifican.
Diagnóstico de examen
Detección de IgM anti –VHE e IgG anti- VHE respectivamente mediante la
reacción de polimerasa, invertasa transferasa.
Transmisión
El virus de la hepatitis E se transmite principalmente por vía fecal-oral, como
consecuencia de la contaminación fecal del agua de bebida. Otras vías de
transmisión que también se han observado son:
Síntomas
El periodo de incubación tras la exposición al virus de la hepatitis E varía entre
tres y ocho semanas, con una media de 40 días. El periodo de contagio se
desconoce.
Diagnóstico
Los casos de hepatitis E no se pueden distinguir clínicamente de otros tipos de
hepatitis víricas agudas. Por consiguiente, el diagnóstico de la infección por el
virus de la hepatitis E suele basarse en la detección en la sangre de anticuerpos
IgM e IgG específicos contra este virus. Otra prueba es la reacción en cadena
de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT-PCR), que detecta el RNA del virus
de la hepatitis E en la sangre o las heces, pero puede necesitar laboratorios
especializados.
Se debe sospechar hepatitis E en los brotes epidémicos de hepatitis transmitidas
por el agua que se declaran en los países en desarrollo, especialmente cuando
la enfermedad es más grave en las mujeres embarazadas, o si se ha descartado
la hepatitis A.
Tratamiento
No existe ningún tratamiento que pueda alterar el curso de la hepatitis aguda.
La prevención es la medida más eficaz contra la enfermedad.
Prevención
El riesgo de infección y transmisión se puede reducir:
Hepatitis G
Es el virus más nuevo, se conoce poco. Se cree que se transmite a través de la
sangre sobre todo en personas que usan drogas endovenosas, y se supone que
con otras enfermedades y tratamientos relacionados con la coagulación.
Se han descrito dos cepas virales llamadas virus GB-C (HGBV-C) y virus de
hepatitis G (HGV) potencialmente asociadas al desarrollo de hepatitis viral. Estas
dos cepas han demostrado ser el mismo virus. El nombre GB proviene de las
iniciales del cirujano en quien se aisló el virus por primera vez. Su suero fue capaz
de infectar primates, en los cuales se clonaron 3 cepas (GB-A, B y C). Las dos
primeras correspondían a cepas virales propias del animal y la tercera (GB-C)
era originada en el plasma humano.
Patología
Produce una infección autolimitada de unos 6 meses aproximadamente.
Es un virus que no produce una patología hepática grave. En todo caso, una
hepatitis de curso leve, benigna, de corta duración y con mínimo daño a los
hepatocitos.
En los pacientes en los que el VHG está coinfectando con virus B o C los cambios
histológicos son atribuibles a los otros virus no al VHG.
Existen datos preliminares que sugieren que el VHG en las formas de viremia
crónica permanecen integrados a los linfocitos de sangre periférica.
Epidemiología
Los análisis epidemiológicos demuestran que, aunque no esté relacionado con
ninguna enfermedad, la infección por GBV-C es muy común en la población y
está distribuida por todo el mundo. Por tanto, GBV-C puede establecer una
infección persistente pero sin síntomas clínicos ni enfermedad. Parece ser que se
transmite por vía sexual, de madres a hijos y por exposición a sangre
contaminada. Los factores de riesgo para la infección por VHG parecen ser
similares a los de la hepatitis C.
Diagnóstico
Por el momento se cuenta con dos pruebas:
Tratamiento.
En principio, por las características de la enfermedad, no se requiere la
utilización de tratamiento.