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Adulto

Se estable que adulto es la “Persona que trasciende los límites de la


adolescencia y que, biológicamente, ha desarrollado sus funciones vitales,
tanto psíquicas como orgánicas.” Ossorio, Ob. Cit; pág. 67

El término adulto se refiere a una entidad, especialmente un ser humano, que


ya ha dejado las diferentes etapas o transcurrido las mismas como la infancia y
adolescencia para alcanzar su completo desarrollo. En la que se puede definir
como la etapa de estabilidad relativa, no crecimiento no declinación por edad y
de vigor físico.

Los sucesos de la vida del adulto, formado como una etapa en la cual se va
desarrollando el aprendizaje y las alternativas de una carrera en el ámbito
laboral.

Adulto mayor

“Esta situación hace que las personas de la tercera edad muchas veces sean
consideradas como un estorbo para sus familias, por lo que un problema
creciente en la sociedad actual es el abandono.” Costa M. Alexis Sexualidad y
tercera edad Única edición 1998

Este es el término o nombre que reciben quienes pertenecen al grupo menudo


que comprende personas que tienen más de 60 años de edad. Por lo general,
se considera que los adultos mayores, sólo por haber alcanzado esta jerarquía
de edad, son lo que se conocen como el resultado a la tercera edad, o
ancianos como bien se les conoce. El adulto mayor pasa por una etapa de la
vida que se considera como la última en la vida humana, en la que muchas
veces los proyectos de vida ya se han consumado y muy probable no dado a
que no todo los individuos las alcanzan. Usualmente las personas de la tercera
edad han dejado de trabajar, o bien se jubilan, por lo que su nivel de ingresos
decrece en forma considerable, lo que junto con los problemas de salud
asociados a la edad pueden traer consecuencias en todos los ámbitos de su
vida.

Debe ser considerada persona adulta mayor toda aquella mayor de 60 años
(OPS y OMS, 2003). Según Cornachione (2008), la vejez ha de contemplarse
como un proceso 11 diferencial y no como un estado. Se trata de cambios
graduales en el que intervienen un número muy considerable de variables con
diferentes efectos o que dará como resultado una serie de características
diferenciales muy acusadas entre las personas de la misma edad cronológica.

Según García (2005), el término tercera edad fue acuñado por los franceses
para denominar a las personas de sesenta y cinco años. Los especialistas
suelen utilizar la palabra “gerente” para definir a las personas mayores. La
extensión de la vida humana ha provocado el surgimiento de fases en las
edades de los hombres. Si, como se piensa, la jubilación es el ingreso oficial a
la vejez, la etapa próxima posterior que le sigue será lo que se conoce como
tercera edad, coincidiendo con la definición viejos-jóvenes (60-75 años). Esta
fase culmina cuando la declinación de la salud se convierte en lo central de la
vida y es cuando aparece la dependencia. Si se considera el período posterior
a la jubilación como la tercera edad, entonces esta fase siguiente de la vejez,
caracterizada por la declinación de la salud y el surgimiento de la dependencia,
se la denominará la cuarta edad coincidiendo con la definición de viejo-viejo (75
y más) (Montero, 2012).

En otro orden se entiende la vejez social como el resultado de la modernidad.


Ésta, con sus adelantos técnicos, ha logrado alargar la vida de los individuos.
En las sociedades pretéritas el grado de envejecimiento, entendido como la
proporción de viejos en una sociedad, estaba en relación con su productividad.

Los viejos que eran una carga se sacrificaban por todos dejándose morir, en
una especie de suicidio altruista, o aceptando su sacrificio en manos de sus
hijos o de algún miembro de la sociedad (Villar, 2009).

Según Asili (2004), al ir evolucionando la sociedad, la situación de los viejos se


fue modificando. Al producir excedentes, la improductividad de los viejos pasó
a un plano secundario y entonces no es necesaria su eliminación. Así, existiría
una fuerte relación entre vejez y producción de excedentes. Esto no quiere
decir que en las sociedades “ricas” la consideración a los viejos sea alta, sino
que la situación de los viejos está relacionada con el grado de producción de
excedentes. A mayor producción de excedentes, mayor probabilidad que la
situación de los viejos mejore. Las condiciones de vida de los viejos en las
sociedades están íntimamente ligadas a las estructuras geográficas
(ambientes), socio-demográficas y socioeconómicas, no descartando las
políticas sociales que se implementan y que se descargan hacia el colectivo, ya
sean éstas positivas (políticas sociales propiamente dichas) o negativas
(salarios decrecientes, marginación cronológica y ancianísimo).

Envejecimiento

El envejecimiento de la población resulta ser un concepto más complejo y


abarcador. “Una población envejece cuando aumenta considerablemente la
proporción de personas clasificadas como de edad avanzada del total de la
población. Acción de Envejecer.” García Pelayo Ramón y Gros Diccionario
Enciclopédico de Todos los conocimientos Ediciones Larousse Editorial
Noguer. 1975

Se trata inicialmente de definir precisamente el envejecimiento biológico, que


se llama también la senectud, y de dar indicadores fiables. La tendencia
demográfica hacia el envejecimiento de la población se manifiesta en un
aumento en el porcentaje de personas mayores de 65 años, un incremento en
el número absoluto de personas mayores y un aumento de la esperanza de
vida. Esto determina el crecimiento de la población anciana en la actualidad. El
término de envejecimiento es aplicable a un individuo o a una población en su
conjunto, no obstante existen diferencias en ambas aplicaciones. Un individuo
envejece al aumentar su edad cronológica de vida, pasando por varias etapas
enmarcadas estadísticamente.

En el informe sobre el Adulto Mayor y Condiciones de Exclusión en Guatemala,


de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHA,
2005), Oca explica que la población global está en proceso de envejecimiento
lo que plantea grandes desafíos a la gestión económica, estatal y
especialmente a los sistemas de pensiones y previsión social. Para Papalia,
Wendkos y Duskin (2009), el envejecimiento de la población es el resultado de
la disminución de la fertilidad acompañada por el crecimiento económico, una
mejor nutrición, estilos de vida más sanos, mejor control de las enfermedades
infecciosas, agua e instalaciones de salubridad más seguras, y el avance en la
ciencia, la tecnología y la medicina. Los mismos autores plantean que en el año
2006, casi 500 millones de personas en todo el mundo tenían 65 años o más y
el aumento neto anual es de las de 850,000 cada mes. Se estima que en el año
2030, la población total de ese grupo de edad ascenderá a un billón (uno de
cada 8 habitantes del planeta). Es de notar que los incrementos más rápidos se
observan en países en vías de desarrollo donde ahora viven 60% de las
personas mayores del planeta. Morris y Maisto (2009), explican que por
desgracia la visión hacia los adultos mayores se encuentra matizada por mitos.
Por ejemplo mucha gente cree que casi todos los ancianos son solitarios
pobres y aquejados por la mala salud.

Incluso los profesionales del cuidado de la salud en ocasiones asumen que es


natural que la gente anciana se sienta enferma. La falsa creencia de que la
“senilidad” es inevitable en la vejez es otro mito perjudicial al igual de que los
adultos mayores están en su, mayoría indefensos y dependen de su familia
para obtener atención y apoyo económico. Todas las investigaciones de la
vejez contradicen estos estereotipos. Según el mismo autor, cada vez más, las
personas de 65 años y más son saludables, productivas y capaces.
Actualmente se realizan grandes esfuerzos por combatir la discriminación por
edad conocida como “Viejismo” (el prejuicio o discriminación por edad) gracias
a la creciente notoriedad de adultos mayores sanos y activos.

Teorías sobre el envejecimiento biológico:

Con el paso del tiempo los diferentes cambios en el organismo pueden moldear
el comportamiento social y personal del individuo, los hábitos y costumbres
enraizadas se intensifican. Sin embargo, en la etapa de senectud no siempre
se está preparado para cambios constantes o cambios primordiales. Aunque
este es un ciclo de vida más, este no llega de la misma forma a todas las
personas y en las mismas circunstancias.

Es importante recalcar que esta no es una enfermedad o que su llegada


significa la pérdida o inutilidad de las personas, sino que pueden ser
productivas desde otro ángulo o de diferente forma.

Para delimitar el tiempo en que se debe usar el término de adulto mayor,


anciano, viejo, entre otros, se usará lo establecido en la II Asamblea Mundial
sobre el Envejecimiento y la Organización Panamericana de la Salud. En
América Latina se han definido los 60 años como la edad desde la cual se
considera el inicio de la tercera edad.

Según Papalia, Wendkos y Duskin (2009), son: las teorías de la programación


genética y las teorías de la tasa variable. Teorías de la programación genética:
Se le atribuye a la genética un porcentaje alto en los procesos de
envejecimiento pero no se establece con claridad cuáles son los mecanismos
involucrados. Estas teorías proponen que el cuerpo humano envejece de
acuerdo con un plan de desarrollo normal incorporado en diferentes variantes
raras de genes. A estas teorías pertenecen las siguientes:

Teoría de la senectud programada: Esta teoría propone que el envejecimiento


es resultado de la conexión y desconexión en secuencia de ciertos genes. La
senectud es el momento en que se hacen evidentes los déficits resultantes
relacionados con la edad.

Teoría endocrina: Los relojes biológicos actúan a través de las neuronas,


quienes a su vez estarían controlando el ritmo del envejecimiento en las
persona.

Teoría Inmunológica: El deterioro programado de las funciones del sistema


inmunológico da lugar a una mayor vulnerabilidad a las enfermedades
infecciosas y por ende al envejecimiento y a la muerte.

Teoría evolutiva: Según esta teoría a la capacidad reproductiva es el propósito


principal de la selección natural. El envejecimiento es un rasgo evolucionado
que permite que los miembros de una especie vivan solo el tiempo suficiente
para reproducirse.

Los ancianos como tema de estudio

Continuando con el tema principal y el objeto de estudio de la presente


investigación se proporcionarán datos y conceptos acerca de esta población
que ayudarán a comprender y a tener un panorama amplio sobre el sujetos en
los que algunos planteamientos teóricos de carácter histórico y evolutivo, en la
que nos dará vista como una en las cuales muchas de las condiciones
precedentes ponen un toque de diferenciación y punto de importancia.
Exclusión social

Los adultos mayores, son susceptibles constantemente a sufrir de exclusión


social, la cual se define ―como un proceso social de separación de un
individuo o grupo respecto a las posibilidades laborales, económicas, políticas y
culturales a las que otros sí tienen acceso y disfrutan. Dicho proceso de
separación puede tener diferentes causas (no solo económicas y laborales) y
manifestaciones (no solo de pobreza). La exclusión supone dejar fuera de las
dinámicas e intercambios sociales y de los procesos de participación a
determinados ciudadanos, incluso cuando esos, en ocasiones, parezcan
situados en el núcleo mismo de la sociedad. Exclusión social, en este sentido,
significa no acceso, o acceso de mediado, a los derechos y oportunidades
vitales fundamentales. Rubio, Ma. José y Monteros, Silvana. La Exclusión
Social, Teoría y práctica de la intervención, Editorial CCS, Madrid, España,
2002. p. 21

La exclusión social, se presenta con frecuencia dentro de la sociedad


guatemalteca afectando a los grupos más vulnerables, como lo son los adultos
mayores y los niños en situación de pobreza, a los cuales se les niega el
acceso a los servicios básicos y a tener mejores condiciones debido a la
situación socio-económica imperante. social, los bajos montos de las pensiones
de jubilación, son factores que inciden en el descenso del nivel de bienestar.
Otro escenario de exclusión económica de los adultos mayores es el mundo
laboral. La tasa de participación en la economía es inferior a la de los demás
adultos. Este hecho, más allá de responder a una decisión voluntaria o una
limitación impuesta por problemas de salud, obedece a disposiciones que rigen
el retiro de la actividad y características restrictivas del trabajo. Además de
obstáculos como los altos índices de desempleo y subempleo, la vulnerabilidad
y el riesgo de los adultos mayores aumentan por rezago tecnológico y la
estigmación como individuo poco productivo, que les limita competir con
generaciones de trabajadores más jóvenes y mejor calificados. Instituto de
Investigaciones. Escuela de Trabajo Social. Exclusión Social. Op. Cit. p. 81.

Los adultos mayores son en su mayoría excluidos del área laboral, debido a
que para algunas empresas no son mano de obra calificada y por los
problemas de salud que la mayoría presenta, no son rentables para muchas
instituciones. Los adultos mayores que son económicamente activos en su
mayoría se dedican a trabajos de conserjería, jardinería, albañilería, trabajos
domésticos entre otros, lo que no les permite recibir una remuneración que les
alcance para cubrir todas sus necesidades básicas

Exclusión del capital social

La familia es la unidad social y biológica –según el contexto cultural- se


encarga de brindar apoyo emocional, económico, social y salud a sus
miembros adultos mayores cuando quedan en situación de dependencia. Sin
embargo, en Guatemala, estos casos no parecen significativos, pues la
mayoría de adultos mayores, un 58% continúan siendo jefes de hogar y
aportan su trabajo y experiencia a la familia. La situación de mayor
vulnerabilidad, según el estudio de Estrada Galindo, se encuentra en aquellos
adultos mayores pertenecientes a familias con miembros de distintas edades
(multigeracional) en las zonas urbanas. Por lo general viven en condiciones de
pobreza y desprovistos de cuidados formales y de protección oportuna a su
salud. ‖ Ibíd. p. 82-83

Con base en lo antes mencionado, se puede afirmar que existen adultos


mayores en total abandono, debido a que los hijos los han excluido de sus
familias y en muchos casos se sienten una carga para los mismos, por los
gastos que representan, lo cual afecta su salud emocional por no sentirse
cómodos dentro del contexto familiar. Son pocos los hogares donde se
evidencia que el adulto mayor realmente se siente parte del núcleo familiar. A
lo que se le suman los problemas de salud y la discriminación que sufren por
parte de los entes públicos y privados

Exclusión familiar:

“El problema de la longevidad, parte de las condiciones de vida en familia, por


ser ésta el medio primordial de seguridad humana. Un problema general es la
desintegración familiar, en donde la presencia de los ancianos no tiene ningún
valor; el tener gente anciana en los hogares actuales representa una “carga”
económica y al adulto mayor muchas veces sólo le queda la posibilidad de la
mendicidad o buscar ayuda de las Instituciones que se encargan de velar por
los derechos humanos, como lo es la Procuraduría de los Derechos Humanos y
la Procuraduría General de la Nación. El adulto mayor en su mayoría tiene
escasa participación en la relación hogareña, generalmente no los comprenden
porque se convierten en personas inoportunas y casi nunca se les toma en
cuenta ante las decisiones familiares, han sido despersonalizados, convertidos
en objetos humanos a quienes pueden manipular sin tomar en cuenta su propia
opinión. Si conviven con familiares que no sean hijos, éstos le limitan el afecto,
buscando la manera de deshacerse de ellos para no responsabilizarse del
cuidado que requieren. En otras ocasiones y por lo general, la familia es de
escasos recursos económicos y el adulto mayor no le queda otra opción que
recurrir a las Instituciones encargadas de velar por sus derechos, con el
propósito de no ser un obstáculo en el seno familiar” 22 Ibid, pág. 135...

Integración social en la adultez mayor

Según Bravo (2000), la integración social es la percepción del individuo de las


relaciones interpersonales y los roles sociales en la vida, como la necesidad de
apoyo familiar y social, la relación médico-paciente y el desempeño laboral. 15
El grado de bienestar del adulto mayor ha puesto una mayor atención a los
mecanismos formales e informales de apoyo. Entre los primeros destaca el
papel de los sistemas de seguridad social; en los segundos sobresale el papel
de las redes sociales a través del estudio de los vínculos con familiares,
amigos, vecinos y compañeros de trabajo, entre otros (Montes De la Oca,
2006).

Calidad de vida

La calidad de vida se define como el bienestar, felicidad y satisfacción de la


persona, lo que le permite una capacidad de actuación o de funcionar en un
momento dado de la vida. El concepto de calidad de vida en términos
subjetivos, surge cuando las necesidades primarias básicas han quedado
satisfechas con un mínimo de recursos (Oblitas, 2008).

Según la Organización Mundial de la Salud, citada por Marcos (2012), la


calidad de vida es: "la percepción que un individuo tiene de su lugar en la
existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive
y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas, sus inquietudes.
Se trata de un concepto muy amplio que está influido de modo complejo por la
salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus
relaciones sociales, así como su relación con los elementos esenciales de su
entorno" (p. 337 ).

La calidad de vida se entiende como una combinación óptima de factores


psicológicos, afectivos, de salud, económicos, políticos, culturales y
ambientales. Son aquellas condiciones de vida que tienen una fácil traducción
cuantitativa o incluso monetaria como la renta per cápita, el nivel educativo, las
condiciones de vivienda, es decir, aspectos considerados como categorías
separadas y sin traducción individual de las condiciones de vida que reflejan,
como la salud, consumo de alimentos, seguridad social, ropa, tiempo libre,
derechos humanos. Las tres dimensiones que engloban e integralmente
comprenden la calidad de vida son: Dimensión física, dimensión psicológica y
dimensión social (Montes De la Oca, 2006).

Calidad ambiental en la adultez mayor

La importancia del componente ambiental en el análisis y valoración de las


personas mayores, de su adaptación o de su capacidad funcional, está en
relación con las características tanto de los sujetos como del propio ambiente.
La presión ambiental es percibida como la demanda o el grado de exigencia del
ambiente sobre el individuo. La cualidad positiva o negativa de la interacción
entre la persona y el ambiente, puede ser determinada en función del grado de
competencia del sujeto.

El modelo ecológico sobre la vejez sostiene que la conducta es una función de


la competencia de individuo y la presión ambiental de la situación. El
comportamiento se considera resultado de una combinación de la presión
ambiental de una determinada magnitud, que actúa sobre el individuo que tiene
un grado específico de competencia (Arrazola, Yanguas, Arriola, y Uriarte,
2001).

Salud en el adulto mayor

La Organización Mundial de la Salud (2004) define a la salud como el bienestar


físico, mental y social; sin embargo, el concepto es más amplio y significa no
únicamente estar libre de enfermedades. Según Oblitas (2008), la salud incluye
dos dimensiones. La dimensión física es la percepción del estado físico o la
salud, entendida como ausencia de enfermedad, los síntomas producidos por
la enfermedad, y los efectos adversos del tratamiento. No hay duda que estar
sano es un elemento esencial para tener una vida con calidad. Y la dimensión
psicológica, la percepción del individuo de su estado cognitivo y afectivo como
el miedo, la ansiedad, la incomunicación, la pérdida de autoestima y la
incertidumbre del futuro. También incluye las creencias personales, espirituales
y religiosas como el significado de la vida y la actitud ante el sufrimiento.

En el adulto mayor, la salud es definida como la capacidad para atenderse a sí


mismo y desenvolverse en el seno de la familia y la sociedad, la cual le permite
desempeñar sus actividades de la vida diaria por sí solo. El hecho de que la
persona tenga una limitación funcional para realizar alguna de sus actividades
de la vida diaria le afectará en su calidad de vida. El grupo de edad avanzada
desea estar libre de enfermedades. Una de las estrategias más importantes
para obtener estos cambios es la participación del individuo con
responsabilidad, mediante el auto cuidado (Asili, 2004).

Para Rodríguez (2006), las personas mayores necesitan que los servicios que
se les ofrecen sean de calidad. El objetivo básico de la calidad de vida es que
los servicios para las personas con pérdida de autonomía deben demostrar que
se realizan a unos niveles mínimos exigidos por la normativa vigente y que
permitan vivir dignamente. Se trata pues de que se produzca una adaptación
del adulto mayor en el medio biológico, social y psíquico, estos tres aspectos
están en continuo cambio. Para esto es necesario trabajar en el estilo y nivel de
vida, en las condiciones y modos de vida, en el contexto económico y social, la
cultura, y la historia de vida individual y personal. Este último es un elemento
esencial.

Satisfacción con la vida en la adultez mayor

Según Bravo (2000), muchos ancianos se perciben a sí mismos como


individuos con una carga de experiencias a ofrecer y con sensación de
bienestar. Consideran que envejecer no implica una declinación progresiva o,
por lo menos, incontrolable. Esta satisfacción con la vida, no obstante, debe
estar apoyada en la seguridad económica y social, una nutrición adecuada, un
estado de salud relativamente bueno y relaciones familiares continentes.
Fallando cualquiera de ellos, la percepción de bienestar se modifica tanto
transitoria como permanentemente. Por su parte, los factores socioeconómicos
gravitan poderosamente en la sensación de bienestar general de los ancianos.
Los bajos ingresos por beneficios jubilatorios, o su ausencia, así como
deficiente o ninguna cobertura médico-social, generan distintos grados de
satisfacción por la vida, alterándola.

Resulta paradójico que tanto un excelente nivel socioeconómico y su


contracara, la carencia de medios mínimos para una subsistencia digna,
resulten en un acortamiento de la esperanza de vida. En el primer caso, por
una ingesta alimentaria rica en grasas, lo que deviene en un aumento de
enfermedades cardiovasculares y cáncer y, en el segundo aspecto, por falta de
nutrientes esenciales para el mantenimiento de la salud (Oblitas, 2008).

Aquellos viejos que mantienen lazos afectivos activos con su familia (casados,
con hijos, nietos o sobrinos) viven más años que quienes carecen de red socio-
familiar. Se observa que el índice de mortalidad es mayor entre los viudos
durante los seis primeros meses de duelo, disminuyendo luego. Otro punto a
tener en cuenta es el menor 18 prestigio que tiene el anciano por causa de la
modernización. Ello se debe a cambios en los valores, educación, estructura
nuclear de la familia y vivienda más pequeña (Rodríguez, 2006).

Respecto a la independencia de los ancianos, existe un aumento de la


tendencia de éstos a vivir en un hogar independiente de los hijos pero
manteniendo estrecho contacto con ellos, rechazando en lo posible la
institucionalización en un hogar geriátrico. En estudios realizados en oriente y
en occidente se observan diferencias fundamentales en este aspecto. Los
orientales presentan mayor preferencia que los occidentales sajones a convivir
con sus hijos y nietos en la ancianidad (Martínez, 2004).

Servicios sociales y sanitarios en la adultez mayor

Según Martínez (2004), la organización institucional y comunitaria debe


prepararse para prevenir y tratar adecuadamente estos problemas, que
ameritan un abordaje integral e interdisciplinario (médicos, trabajadores
sociales, enfermeras, psicólogos, psiquiatras y terapeutas). El contar con la
comunidad con recursos de apoyo grupal donde la persona mayor pueda
socializar, recrearse o capacitarse; contar con cursos de preparación para la
jubilación; y entrenar al personal y la comunidad en la detección y abordaje de
estos casos.

Las personas mayores necesitan que los servicios que se les ofrecen sean de
calidad. El objetivo básico de la calidad de vida es que los servicios para las
personas con pérdida de autonomía deben demostrar que se realizan a unos
niveles mínimos exigidos por la normativa vigente y que permitan vivir
dignamente. Se trata pues de que se produzca una adaptación del adulto
mayor en el medio biológico, social y psíquico, estos tres aspectos están en
continuo cambio individual y personal (Rodríguez, 2006).

Actividad y ocio en la adultez mayor

Se reconoce que la participación es un elemento crítico de la calidad de vida y


los expertos coinciden en señalar que hay amplias oportunidades para
fortalecer la 16 participación, integración social y el trabajo voluntario de las
personas mayores, pese a que hay organizaciones muy activas en ese sentido,
como algunas asociaciones de jubilados o pensionados. Se considera
especialmente importante que los adultos mayores participen en las decisiones
que los afecten, para lo cual es preciso fortalecer las agrupaciones existentes y
reforzar el intercambio entre ellas, procurando fomentar la formación de redes.
También es importante: a) apoyar el desarrollo de organizaciones dedicadas al
adulto mayor a fin de incrementar su protagonismo y capacidad para auto
gestionarse y generar recursos; b) incluir a personas mayores en las distintas
instancias que formulen y diseñen políticas, programas y proyectos; y c)
ampliar el diálogo entre las autoridades gubernamentales locales y las
organizaciones del adulto mayor (Rodríguez, 2006).

Para Cornachione (2008) el tiempo de ocio en los hombres y en las mujeres se


ha incrementado en los últimos años entre los habitantes de grandes ciudades,
pero no obstante ello, el reparto del tiempo de ocio entre las personas adultas
es desigual. Por una parte están las personas inactivas con una sensación de
gran disponibilidad y de tiempo vacío, mientras que otras con el trabajo se
constatan como les disminuye el tiempo libre. La edad y el trabajo entre las
personas adultas mayores es lo que regula o marca la disponibilidad de tiempo
libre.

Ingresos en la adultez mayor

Según Torres, citado por Villarreal (2002), la seguridad económica de las


personas adultas mayores se define como la capacidad de disponer y usar de
forma independiente una cierta cantidad de recursos económicos regulares y
en montos suficientes para asegurar una buena calidad de vida. Para las
personas en edad avanzada, contar con seguridad económica es fundamental
para disfrutar un envejecimiento en condiciones de dignidad e independencia;
además de satisfacer las necesidades de los adultos mayores, permite que
tomen decisiones y continúen participando activa y significativamente en la vida
cotidiana, cumpliendo roles importantes dentro de las familias. A primera vista
se puede notar que tiene muchas implicaciones y encierra gran complejidad,
pues no sólo denota que los adultos mayores tienen recursos, sino cuántos
tienen (que además sean suficientes), la periodicidad con que los reciben (que
deben llegarles regularmente) y, además, que los adultos mayores tengan
plena disponibilidad de esos recursos (Sánchez y Algado, 2009).
Según la Organización Internacional del Trabajo (2006), tradicionalmente, en el
estudio de la seguridad económica se han identificado tres pilares de
protección: la familia, el mercado y el Estado. De estas tres fuentes de
ingresos, dos son consideradas como formales y una como informal. Las
fuentes formales corresponden a la participación económica (salarios y
remuneraciones al trabajo) y a la seguridad social (pensiones, seguros de
salud, subsidios por discapacidad), mientras que los apoyos familiares (ayuda
monetaria, regalos, etc.) son reconocidos como una fuente informal de ingreso
para los adultos mayores, pero cuya importancia es extremadamente alta
(Bleda, 1997).

Aspectos Familiares de la Tercera Edad:

Alrededor de la tercera edad muchos hijos pueden mirar a sus padres


objetivamente, sin idealizarlos ni exagerar sus defectos. A pesar de la ayuda
mutua que puede darse entre padres de mayor edad e hijos hay personas que
son capaces de recibir ayuda tanto de sus hijos como de sus nietos; en
especial si sufre de deterioro mental, estados del ánimo y cambios de
personalidad. A pesar de que las madres se preocupan por perder su
independencia y ser cargas para sus hijos; ellos son los que se dirigen primero
cuando necesitan atención, las necesidades de los padres adultos parecen
caer en la categoría de las exigencias no normativas y no anticipadas; deben
volverse dependientes de su cuidado físico, financiero y emocional. Papalia y
Wendkos (1996).

Abandono del Adulto Mayor

Se puede definir como abandono del adulto mayor el ―descuido u omisión en


la realización de determinadas atenciones o desamparo de una persona que
depende de uno, o por la cual uno tiene alguna obligación legal o moral, puede
ser intencionada o no intencionada‖27 . Dentro de las causas del abandono se
puede mencionar los siguientes factores: El económico, social, el rechazo y la
desintegración familiar. Los adultos mayores pueden sufrir de los siguientes
tipos de abandono el parcial, el total y físico.

En lo que respecta al abandono total se han presentado casos de personas


que viven solas y dependen de la caridad de los vecinos, realizan en algunos
de los casos trabajos de mano de obra no calificada, de la ayuda en víveres
que les brinda la municipalidad y del aporte económico del adulto mayor, que
brinda el Programa del Aporte Económico del Adulto Mayor del Ministerio de
Trabajo y Previsión Social para sobrevivir, los que tienen acceso a este
beneficio y los que no dependen de la caridad de otras personas. En algunos
de los casos cuando el abandono es de forma parcial salen a pedir limosna,
para satisfacer mínimamente sus necesidades básicas, las familias les brindan
únicamente en donde vivir y en algunos casos alimentación.
En lo que respecta al abandono físico, también se manifiesta pero en menor
cantidad, debido a que son pocos los casos donde las familias les brindan una
mensualidad y se desatienden de ellos, generalmente cuando los adultos
mayores reciben ayuda económica de los familiares, también reciben una
atención personalizada la cual puede ser por una enfermera o un familiar.
Concluyendo abandono es la falta de atención y cuidados por parte de los
familiares, lo que afecta a los adultos mayores en el aspecto psicológico y
emocional, contribuyendo a que en muchos de los casos pierdan el amor a la
vida. Este es un factor que asecha a la población adulta mayor a nivel general
en Guatemala, hablando específicamente del municipio de Santa Catarina
Pinula, se puede mencionar que un amplio sector de la población adulta mayor
sufre de este problema de una forma u otra.

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