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Fragmento de la Sección Uno “Teoría Somática: Conceptos Fundacionales de la Somática” en

Mullan, Kelly, "The Art and Science of Somatics: Theory, History and Scientific Foundations"
(2012).Master of Arts in Liberal Studies (MALS).Paper 89Traducción por Alejandro Convers
Qué es la Somática.
¿Es la somática una ciencia o un arte? ¿O las dos? Somática es el nombre que se la da al campo de
métodos occidentales de cuerpo-mente, abarcando formas de trabajar con el cuerpo que son
terapéuticas, educativas, artísticas y físicamente expresivas. Este tipo de trabajo alienta nuestra
capacidad de usar recursos interiores cuando nos enfrentamos a lesiones, enfermedades o el deseo
de incrementar nuestro potencial personal. La somática se desarrolló históricamente a partir de las
investigaciones creativas sobre las capacidades transformativas del cuerpo y su potencial de
sanación natural. ¿Cuál es el fundamento científico sobre el que se sostiene el arte de la somática?
El campo de la somática ha estado creciendo como una ciencia ingeniosa por más de doscientos
años con raíces en Europa, los Estados Unidos y Australia. La somática tiene lazos con las
tradiciones orientales de cuerpo-mente en India, China y Japón, y actualmente se practica alrededor
del mundo (Eddy Somatic Practices and Dance: Global Influences), sin embargo los métodos más
tempranos emergieron de la cultura occidental. Entre los fundadores y pioneros de las disciplinas
somáticas se incluyen científicos, físicos, doctores, filósofos, psicólogos, atletas y artistas escénicos.
Los principios de la somática se han desarrollado a partir de una serie de teorías multidisciplinares
que surgen de exploraciones experienciales directas sobre el cuerpo, la respiración y los estados del
ser. Las disciplinas somáticas son formas de medicina complementaria a las que se refiere
frecuentemente como terapias del cuerpo, o incluso como la “restauración intuitiva del ser”. Hay
muchas disciplinas somáticas e innovadores en el campo de la somática y no es el propósito de este
artículo enumerarlos, ni analizar la aplicación específica de cada disciplina. A través de esta tesis se
explorarán la teoría somática, los principios detrás de algunas disciplinas somáticas, y el viaje
histórico de algunos de los pioneros que llevaron a la creación del campo de la somática. Además,
se ofrecerá una comprensión básica sobre las bases científicas del trabajo somático. El objetivo de
este artículo es apoyar el trabajo somático como una ciencia informada por un entendimiento
fisiológico del funcionamiento del cuerpo-mente pero además aplicado de una manera que es
creativa e intuitiva.
Las disciplinas somáticas también son llamadas prácticas, técnicas o métodos que buscan definir la
aplicación específica y singular de ejercicios derivados de un linaje educativo particular. Algunas
disciplinas bien conocidas son: la Técnica Alexander, Aston Patterning®, Authentic Movement,
Bartenieff Fundamentals, Body-Mind Centering®, Continuum, Eutony, el Método Feldenkrais®,
Hanna Somatic Education®, Ideokinesis, Integrated Movement, Kinetic Awareness, Pilates, ROM
Dance, Sensory Awareness, Skinner Releasing Technique, Soma Neuromuscular Integration, Rosen
Method, Tragerwork® y la Técnica Topf (Allison 1999, Knaster 1996).
Para el propósito de esta tesis utilizaré el término trabajo somático para denotar el campo de las
disciplinas somáticas. Me enfocaré principalmente en las disciplinas que incluyen movimiento
funcional. En su libro "Descubriendo la Sabiduría del Cuerpo” Mirka Knaster categoriza el trabajo
somático al lado de otras disciplinas mente-cuerpo. Ella dividió una variedad de disciplinas en:
masaje tradicional occidental, acercamientos estructurales (como trabajo de postura o métodos de
trabajo corporal profundo), disciplinas somáticas funcionales, sistemas energéticos del oriente que
reconocen el chi, ki y kundalini, artes orientales de movimiento como el yoga y el T’ai Chi Chuan,
artes de movimiento occidentales asociadas con el mundo de la danza y sistemas de convergencia
contemporáneos. Knaster le llama a las disciplinas mente/cuerpo “Vías del Cuerpo”. Sin embargo,
también aclara que hay muchos nombres para el trabajo somático y, en últimas, es labor del
practicante definir como quiere etiquetar su práctica (28). Martha Eddy, científica del movimiento,
erudita y fundadora del Dynamic Embodiment Somatic Movement Therapy Training declara:
El trabajo somático es frecuentemente denominado como trabajo del cuerpo, terapias del
cuerpo, trabajo hands-on, integración cuerpo mente, disciplinas de cuerpo-mente, terapia
de movimiento, terapia somática, consciencia del movimiento, educación del movimiento
(Eddy, 1991-92), y/o educación somática (Questal 2000). Más recientemente las disciplinas
que involucran movimiento como una clave en el proceso de aprendizaje se identifican
ahora como parte del campo de la terapia y educación del movimiento somático.
(International Somatic Movement Education and Therapy Association 2002). (Global
Influences 47)
Además Eddy aclaró que la educación de movimiento somático está conectada a la “medicina y
filosofías de mente-cuerpo de Oriente, pero es diferente porque surgió en Occidente y
frecuentemente tiene artes creativas o ciencias del cuerpo como una parte integrada en la filosofía
subyacente” (comunicación personal 2012).
Entender dónde se encuentra el trabajo somático como arte y ciencia está en el corazón de esta
investigación. La metodología heurística está creciendo como un vehículo de investigación que se
apoya en el conocimiento intuitivo del investigador para organizar datos cualitativos desde los
cuales se puedan establecer ideas de investigación. La investigación cualitativa en las ciencias
humanas se orienta hacia la construcción de teorías, el establecimiento de ideas a través de
racionamiento inductivo y análisis de datos. Los datos para esta tesis se recogieron por medio de
una revisión general de la literatura, la investigación histórica y pruebas clínicas relacionadas. En la
Sección Tres voy a trazar correlaciones entre estudios de investigación clínica cuantitativos sobre
medicina cuerpo-mente e investigación cualitativa en el campo de la somática para afianzar aún más
los conceptos científicos detrás de las prácticas somáticas. Mi investigación busca crear una “meta-
visión” de la teoría somática, sus pioneros principales y sus bases como una ciencia humana.
A los estudiantes de somática se les alienta a construir investigación en el campo que ahora se
conoce formalmente como: Educación y Terapia de Movimiento Somático. La Educación Somática
de Movimiento emplea una combinación de actividades experienciales de consciencia del
movimiento, guía verbal y toque guiado (Eddy, comunicación personal por email 2012). Los
clientes pueden ser dirigidos verbalmente a través de ejercicios experienciales, o ser guiados por
toque (contacto) para que ganen consciencia de comportamientos físicos que son restrictivos o
contraproducentes. Martha Eddy hace una distinción entre experiencia MenteCuerpo y
CuerpoMente dependiendo de si la consciencia es dirigida por la corteza, o si la consciencia surge
del cuerpo y es notada por la corteza. La conexión cuerpo-mente surge cuando escuchamos las
señales del cuerpo y utilizamos esta consciencia para mejorar nuestro funcionamiento físico. De
forma bidireccional, el cuerpo le informa a la mente tanto como la mente está atenta al cuerpo
desarrollando de este modo un conocimiento sobre la forma propia de funcionar.
El trabajo somático es informado por la experiencia en primera persona del cuerpo, y por la idea de
que desarrollar una mayor consciencia del cuerpo puede hacer posibles cambios en nuestra salud en
general. Estudios de Psiconeuroinmunología han presentado evidencia que respalda nuestra
habilidad de crear cambio físico real utilizando la neuroplasticidad de nuestro cerebro (ver Sección
Tres). La Sección Tres investigará por qué la teoría, el entrenamiento y las prácticas somáticas han
existido como iguales a, pero separadas de, el linaje de la medicina mente-cuerpo, a pesar de la
similitud de los dos campos.
El trabajo somático usa la “sensación sentida” como una vía para desarrollar consciencia personal,
cuando un dolor necesario o un mal funcionamiento físico aparecen en nuestro cuerpo como señales
de alarma destinadas a inhibir la acción. Para descifrar por qué nuestro cuerpo puede estar
funcionando mal, las actividades de consciencia somática le permiten al individuo acceder a
sentimientos o sensaciones del cuerpo para desarrollar una percepción de los hábitos personales de
movimiento y comportamiento. La alteración de hábitos corporales re-patrona los mensajes que el
cerebro le envía al cuerpo a través del sistema nervioso. En un proceso de auto descubrimiento es
posible aprender cómo percibir hábitos limitantes y entonces, se hacen posibles cambios en el
potencial de acción y alteraciones en el comportamiento, permitiendo un funcionamiento físico más
eficiente como por ejemplo un mayor rango de movimiento, o movimiento sin dolor. Los hábitos
de movimiento ineficientes, la tensión muscular y los desequilibrios posturales drenan la energía del
cuerpo. El trabajo somático apoya la liberación de recursos personales, porque cuando nuestros
sistemas corporales trabajan en armonía, nuestro ser se llena de energía vital.
Los educadores somáticos sirven como guías en procesos de aprendizaje holísticos ayudando a la
gente a hacerse conscientes de cómo nuestro cerebro y nuestro cuerpo trabajan juntos, conectados
como un sistema dinámico, para mantener el equilibrio y el bienestar. Según Leena Rouhiainen el
“término somática se usa ahora para describir una plétora de diferentes prácticas corporales que
asisten al cuerpo a través de la perspectiva de primera persona, están interesadas en el conocimiento
tácito que este abarca y que consideran el proceso de hacerse consciente del cuerpo como un
camino hacia el cambio, el funcionamiento corporal mejorado, y el auto-entendimiento” (The
Evolvement of the Pilates Method and its Relation to the Somatic Field 58).
De nuevo, aunque hay numerosos métodos somáticos y diferentes acercamientos educativos y
terapéuticos, esta tesis busca sintetizar y conectar principios al interior del trabajo somático para
explorar la teoría somática como un campo de pensamiento unificado. Al hacerlo no busco de
ninguna manera ser completamente definitiva sino más bien espero dar una representación básica y
razonable de ideas y principios comunes al campo somático.

Definiendo el Campo de la Somática: Teóricos Hanna y Johnson.


Dos filósofos en los 1970´s, Thomas Hanna y Don Hanlon Johnson ayudaron a definir el trabajo
somático. Ellos enfocaron sus estudios en los métodos de los educadores somáticos fundadores,
inicialmente inspirados por sus propios estudios filosóficos y luego por sus propias prácticas
personales como practicantes somáticos. Thomas Hanna (1928-1990) acuñó el término “Somática”
como el primer intento para representar una visión común para el campo general del trabajo
somático, habiendo sintetizado e integrado ideas de la filosofía, la biología, la neurología, y décadas
de trabajo experiencial fundacional de pioneros somáticos, especialmente el trabajo de Moshe
Feldenkrais. En su propio trabajo explorando el campo somático Don Hanlon escribió “El difunto
Tomas Hanna, como yo un filósofo en recuperación, tuvo éxito en ganar aceptación generalizada
para un nombre y una sombrilla teórica para las muchas escuelas particulares: él denominó el
campo “Somática”, inspirado por la visión de [el fundador de la fenomenología] Husserl de una
“somatología”, una ciencia que uniera un conocimiento metódico del cuerpo derivado de estudios
experienciales con las ciencias biológicas” (Body Practices and Human Inquiry: Disciplined
Experiencing, Fresh Thinking, Vigorous Language 271). La visión de Hanna fue desarrollada a lo
largo de muchos años, derivando de su educación como filósofo y desde 1970 hasta su muerte en
1990 siguió investigando académicamente y en la práctica lo que la “Somática” puede implicar.
Hanna conectó nuevas formas de pensar sobre la experiencia corporal y la curación para crear una
teoría en proceso de la somática. Encontró que el trabajo somático incluía la organización de
información sensomotora. Por ejemplo, en 1980 Hanna comentó sobre el trabajo de pioneros
somáticos tempranos diciendo que sin el conocimiento de la neurofisiología ellos hicieron
descubrimientos sobre el funcionamiento sensorio-motor mientras experimentaban con la
manipulación del movimiento. Al guiar a clientes a través de patrones motores para permitir la
entrada de nueva información sensorial, descubrieron que después de eso el cliente era capaz de
integrar nuevos patrones motores a un nivel voluntario (Body of Life 159). Hanna teorizó que el
trabajo somático incluía la adquisición de habilidades sensoriales por encima de habilidades
motoras, en lugar de la idea de que el cambio físico era el resultado de “mente sobre materia”.
Dirigir atención y enfocar “awareness” en la sensación corporal, activa mecanismos en el cerebro y
se hace posible la modificación de funciones sensorio-motoras. La somática involucra
experimentar la mecánica del movimiento y la “cibernética de la coordinación”. Eso es, a través de
una experiencia educada el cuerpo aprende como un sistema cómo mejorar sus propios patrones de
movimiento.
Como teólogo y fenomenólogo educado en la Divinity School de la Universidad de Chicago Hanna
escribió su disertación sobre el existencialismo, que luego fue publicada como “The Lyrical
Existentialists” (1962) Hanna escribió su siguiente libro como profesor de filosofía de la
Universidad de Florida explorando lo que él llamó ‘Científicos Somáticos’ (Darwin, Freud,
Lorentz, Piaget, Reich) y ‘filósofos somáticos’ (Kant, Kierkegaard, Marx, Cassirer, Camus,
Merleau-Ponty, Nietzche). En su libro ´Bodies in Revolt: A Primer in Somatic Thinking’ (1970),
Hanna explora la idea de una “cultura somática”, “una cultura que alienta el sentir; que alienta el
tipo de percepción sensorial que no está orientada primariamente con el entorno, más bien una
percepción sensorial que es propioceptiva- que auto-percibe el ‘cuerpo’ y la ‘mente’. Auto-
percibirse es una forma de awareness disciplinada en la que los estímulos externos son ignorados,
para enfocarse en las sensaciones internas del cuerpo. Hanna enfatizó que la palabra Somática
viene del soma, que “no significa el ‘cuerpo’; significa ‘Yo, el siendo corporal’… Los somas son un
tipo de ser vivo y orgánico que usted es en este momento, en este lugar donde usted está. Soma es
todo lo que es usted” (Bodies in Revolt 35). En un ensayo posterior “Qué es la Somática” Hanna
clarifica: “La somática es el campo que estudia el soma: a saber el cuerpo como es percibido desde
adentro por la percepción de primera persona” (citado en Bone, Breath and Gesture, Johnson 341).
Hanna expandió sobre la palabra griega ‘soma’ como la había utilizado el fundador de la
fenomenología Edward Husserl. De acuerdo a la Stanford Encyclopedia of Philosphy, “la
Fenomenología es el estudio de las estructuras de la conciencia experimentadas desde el punto de
vista de la primera persona”. El punto de vista de primera persona conocido desde adentro es el del
soma. La palabra ‘soma’ se deriva de la antigua descripción griega de un cuerpo vivo conocido por
el yo, y significa la ‘persona completa’. Es primario a su definición el enfoque en lo vivo, una vez
se fallece, el soma ya no existe más y es el cuerpo mismo el que permanece. (El Soma) es el cuerpo
vivo que se conoce a si mismo (Eddy Lecture 2008). De esta forma la idea del soma está atada a la
conciencia personal y su propio ser entero. El soma no es estático sino dinámico como la vida
misma.
Don Hanlon Johnson escribió que la palabra soma también se discute en el Nuevo Testamento en
donde San Paulo lo usa para “designar el cuerpo luminoso transformado por la fe” (Bone, Breath
and Gesture XV). Desde un punto de vista somático, tener fe en el cuerpo significa no abandonar el
yo a una autoridad externa. Es una fe en la habilidad del cuerpo para aprender y transformarse a
medida que gana conciencia de sí mismo. La filosofía somática ve el cuerpo como un sistema en el
que solo el individuo puede sentir y saber. A través del sentir interno el individuo descubre lo que
se necesita para su propia curación, ayudado por el contacto guiado o la visión de un practicante.
Cabe anotar que Hanna exploró inicialmente el pensamiento somático a través de las teorías de
científicos y filósofos y fue sólo posteriormente, cuando empezó a presenciar a practicantes reales
que estaban haciendo exploraciones físicas y sensoriales, que acuñó el término ‘Somática’. De
hecho, Johnson escribió sobre la visita de Hanna al Esalen Institute en California a principios de los
1970s’s en donde vio “a los verdaderos artesanos -no académicos- haciendo existencialismo y
fenomenología en la carne, sin saber mucho sobre el significado filosófico, histórico y cultural de lo
que estaban haciendo” (On the Edge of the Future, 10). Inspirado en este trabajo experiencial,
Hanna fundó en 1975, al lado de Eleanor Criswell Hanna (una líder en psicología humanística), el
Novato Institute for Somatic Research and Training en donde practico y desarrolló su método
somático (integrando el trabajo de Feldenkrais) por los próximos 15 años. Su trabajo fue creado en
colaboración con Eleanor quien ha continuado con el programa desde su muerte. En 1976 Hanna
fundó el Somatics Magazine-Journal para explorar el trabajo de practicantes somáticos a través de
“artículos populares, estudios teóricos, poesía, reseñas de libros y artículos de investigación, y para
1988 había escrito el libro “Somatics” para seguir desarrollando sus teorías y prácticas.
Johnson explica como un practicante (o terapeuta) somático le ayuda a un paciente:
La curación ocurre en la medida en que el espíritu de investigación se comunica a través de las
manos, ojos, y lenguaje del practicante al punto que despierta en el paciente sus propias capacidades
de aprendizaje/curación. Es tan animante ser tocado de esta forma con una sensibilidad curiosa. Por
ejemplo, mientras el “practicante” explora respetuosamente, con dedos educados por un largo
entrenamiento, una articulación previamente no sentida entre una costilla y un proceso vertebral, he
descubierto a mi mente expandiéndose y profundizándose. O, al hacer lo idiosincráticos y
desorientadores ejercicios de Feldenkrais en los que uno aprende a interrumpir las respuestas
reactivas de movimiento automático entre, por ejemplo, los movimientos de la cabeza y los brazos,
me doy cuenta de nuevas posibilidades de liberarme a mí mismo de viejos hábitos de reacción a la
rabia. Las rigideces musculares que reflejan miedo a lo desconocido y comodidad en las
suposiciones del presente se aflojan para permitir la entrada de algo nuevo. (Sensitive Inquiry: A
Sane mind in a Savvy body 34)
Johnson fue estudiante de fenomenología en Yale y sacerdote jesuita por más de 14 años hasta que
le dio por tomar un curso de teología en el Esalen Insitute donde conoció a los innovadores en el
campo de la somática. Su comunidad jesuita quedaba cerca de Esalen y él también, como Hanna,
presenció el trabajo transformativo de mente-cuerpo y conoció profesores que inspiraron su propia
inmersión en la exploración de formas de educación corporal. Johnson consolidó la teoría somática
al lado de Hanna aclarando el trabajo de pioneros que crearon métodos mente-cuerpo
aparentemente diferentes, y señalando las similitudes entre sus resultados transformadores. Sus
búsquedas incluyeron fundar el primer programa universitario de somática en Estados Unidos en el
California Institute of Integral Studies en 1983 (construido en colaboración con otros educadores).
Johnson escribió numerosos artículos académicos para el ‘Somatics Journal’ de Hanna, entre otros,
en los que se enfocó en los principios comunes que conectaban, en lugar de diferenciar y separar, la
variedad de técnicas disponibles.
Johnson abandonó a los Jesuitas para convertirse en estudiante de la pionera somática Ida Rolf de
1970 a 1978 y un practicante de su método Rolfing (una forma de trabajo con el cuerpo en tejidos
profundos). Johnson encontró en sus propias experiencias de Rolfing que los cambios físicos en su
cuerpo resultaron en un nuevo sentido de sí mismo. Como escritor prolífico Johnson fue el autor
del primer libro sobre Rolfing, y el editor de dos libros que unieron escritos y entrevistas (unas
inéditas, otras reeditadas) con pioneros somáticos y sus protégés: “Bone, Breath and Gesture:
Practices of Embodiment” (1995) y Groundworks, Narratives of Embodiment (1997). Estos libros
seminales, fueron los primeros en compilar una historia de métodos somáticos pioneros y describen
su aplicación real en la práctica, y construyeron sobre el trabajo de Michael Murphy (co-fundador
del Esalen Institute quien escribió sobre pioneros de la somática en “The Future of the Body:
explorations into the further evolution of human nature (1992). Johnson rastrea algunos de los
trabajos somáticos más tempranos a principios del siglo XX. En “Bone, Breath, and Gesture”
explora el trabajo de Elsa Gindler, Charlotte selver, Carola Spreads, Marion Rosen, Ilse
Middendorf, F.M. Alexander, Moshe Feldenkrais, Ida Rolf, Bonnie Bainbridge Cohen, Judith
Aston, Irmgard Bartenieff, Mary Whitehouse, Gerda Alexander, Emilie Conrad, Elizabeth Behnke,
Thomas Hanna y Deane Juhan.
Como partidario del trabajo somático entre 1970-1990 en el Esalen Institute en California, Johnson
organizó “encuentros de las mentes” entre innovadores somáticos e “investigadores biomédicos,
científicos sociales, filósofos y profesores espirituales para explorar cómo estos trabajos con el
cuerpo pueden llegar a afectar la corriente principal del pensamiento, y como a su vez el discurso
sobre estos trabajos se podría hacer menos ideológico, auto-centrado, y fundamentado en
investigación seria”. Sus discusiones apuntaban a avanzar el trabajo somático en la esfera de la
ciencia y se enfocaron en “acercamientos prácticos y teóricos a la encarnación”.
Johnson escribió sobre Hanna diciendo que el “preveía una somatología, una ciencia que pudiera
unir los estudios empíricos del cuerpo (ciencia en tercera persona) con estudios experienciales
directos (ciencia en primera y segunda persona). Sin embargo, existe un dilema, porque la ciencia
médica, en contraste con la somática, históricamente no ha integrado la experiencia subjetiva el
individuo en su investigación clínica. Los estudios de investigación al interior del campo médico se
construyen alrededor de una perspectiva de la tercera persona del cuerpo, con observadores externos
e impersonales, utilizando métodos reduccionistas para recoger datos cuantificables capaces de ser
reproducidos una y otra vez. En contraste, los métodos somáticos son incuantificables para algunos
pues se basan en la experiencia y son por lo tanto subjetivos. En la ciencia reduccionista la
objetividad y la verdad sólo se pueden encontrar con estudios de datos de tercera persona; la
investigación clínica no permite que la experiencia sentida por el individuo tenga algún significado
o peso en los resultados de los estudios. Lo subjetivo, la experiencia en primera persona es, por lo
tanto, vista como algo inverificable. (Petitmengin 229-69) Hanna escribió sobre la exclusión de la
somática en su totalidad de la ciencia reduccionista:
“Verdad y ciencia se hicieron sinónimos y que sólo se podría llegar a la verdad a través de
observación de tercera persona por individuos, o por instrumentos observados por individuos. Esto
es asombroso cuando reflexionamos que un millón de individuos podrían claramente demostrar en
su interior experiencias idénticas que eran replicables y predecibles, y aun así estos millones de
experiencias no podrían ser ‘verdad’, porque fueron somáticas y subjetivas, en lugar de
extrasomáticas y objetivas. Para la ciencia, nada de la experiencia humana era verdad, ni era capaz
de ser verdad” (Somatics, 14)
Adicionalmente, el trabajo somático ha sido excluido de la ciencia reduccionista en gran parte
porque evolucionó fuera de las instituciones educativas tradicionales, en contraste distintivo a las
prácticas de salud que se desarrollaron al interior del mundo médico. Johnson exploró la progresión
del trabajo somático en el artículo “Ways of the Flesh, a Brief History of the Somatics Movement”:
“La somática se desarrolló de ‘abajo hacia arriba’, a partir de un amplio rango de métodos
experimentales de manipulación, movimiento y conciencia fuera de las universidades y clínicas.
Estos métodos poco convencionales eran desarrollados típicamente para responder a problemas de
salud críticos que no respondían a tratamientos médicos y psicológicos existentes… Como puede
aplicarse a un gran rango de condiciones, la Somática es a veces confundida con otras prácticas
como medicina conductual, terapia física convencional, quiropraxia y masaje. Sin embargo, estos
otros sistemas presentan una actitud y un acercamiento a la salud diferente. La medicina
conductual, por ejemplo, emplea una terminología que incluye ideas como controlar los procesos de
enfermedad del cuerpo a través de visualizaciones, afirmaciones, dispositivos de
bioretroalimentación y cambios en actitud y otros estados mentales. Ese acercamiento se diferencia
enormemente del contexto típico de la somática en el que la gente es animada a “escuchar” los
mensajes de su propia carne, a “aceptar” sus patrones de respiración, a “seguir” sus estilos de
movimiento, y a poner atención a las revelaciones que emergen al interior mismo del movimiento”.
La cualidad de desarrollar una autoridad interna al escuchar la “voz” del cuerpo propio es central a
la teoría somática. De muchas maneras, el escoger simplemente el permanecer en el presente ‘en el
ahora’ enfocándose en la respiración, es una práctica somática, como forma de estudio
fenomenológico sobre la experiencia subjetiva. El trabajo somático también desarrolla conciencia
del movimiento desde las más mínimas y sutiles sensaciones internas hasta movimientos motores
más grandes de las extremidades para que puedan surgir nuevos patrones y para que pueda ser
estimulado el potencial innato de aprendizaje/curación.
Además de ser una forma de educación corporal, el trabajo somático también puede ser beneficioso
para el bienestar emocional. Algunas prácticas se han integrado en el trabajo psicoterapéutico.
Johnson exploró los beneficios de la terapia somática al tratar a víctimas de trauma como co-editor
de “Body in Psychotherapy: inquiries in somatic psychology (1998). De hecho fue a partir del
trabajo somático que luego surgió el desarrollo de campos como la psicología somática y la
psicoterapia corporal. Entre los métodos de psicoterapéuticos orientados hacia el cuerpo están:
Wilhelm Reich (Vegetotherapy), Alexander Lowen y John Pierrakis (Bionergetics), Stanley
Keleman (psicología formativa), Ron Kurtz (Hakomi), Peter Levine (Somatic Experiencing) e Ilana
Rubenfeld (Rubenfeld Synergy Method) según la Asociación para Psicoterapia Corporal de Estados
Unidos. Otros sistemas incluyen: Bodynamic Analysis (Lisbeth Marcher), Psychomotor Therapy
(Albert Pesso y Diane Boydon), Focusing (Eugene Gendlin), Gestalt (Fritz y Laura Perls) y
Biosynthesis (David Boadella). Explorar estos sistemas va más allá del alcance de esta tesis, sin
embargo, los menciono para que el lector note la amplia influencia que ha tenido el trabajo
somático.

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