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Viscosidad

Las propiedades de densidad y peso específico son medidas de la “pesadez” de un fluido. Sin embargo
resulta claro que estas propiedades no son suficientes para caracterizar de manera única cómo se
comportan los fluidos, ya que dos fluidos (como el agua y aceite) pueden tener aproximadamente el
mismo valor de densidad aunque un comportamiento bastant e diferente al fluir. Aparentemente existe una
propiedad adicional necesaria para describir la “fluidez”.
A fin de determinar esta propiedad adicional, considérese un experimento hipotético en que un
material se coloca entre dos placas paralelas bastantes anchas, como se muestra en la figura 1.2a. La placa
inferior está fija, pero la placa superior se puede mover libremente. Si un sólido, como el acero, se
colocase entre las dos placas y se cargara con la fuerza P como se muestra, la placa superior se
desplazaría una distancia pequeña, δα (suponiendo que el sólido estuviese sujeto mecánicamente a las
placas). La recta vertical AB rotaría por un ángulo pequeño, δβ, hasta la nueva posición AB`. Se observa
que para resistir la fuerza aplicada P, en la interfase placa-material se debe crear un esfuerzo cortante τ, y
para llegar al equilibrio se debe cumplir que P = τA, donde A es el área efectiva de la placa superior
(figura 1.2b). Es bien sabido que para sólidos elásticos, como el acero, el pequeño desplazamiento angular
δβ (denominado deformación de corte) es proporcional al esfuerzo cortante, τ, que se crea en el material.

Placa fija
FIGURA 1.2
a) Deformación del material
colocado entre dos placas
paralelas.
b) Fuerzas que actuan sobre
la placa superior.

(a) (b)

¿Qué ocurre si el sólido se sustituye por un fluido como el agua? De inmediato se observaría una
diferencia fundamental. Cuando la fuerza P se aplica a la placa superior, ésta se mueve de manera
continua con una velocidad, U (una vez que se extingue el movimiento transitorio inicial), como se ilustra
en la figura 1.3. Este comportamiento es consistente con la definición de fluido, es decir, si se aplica un
esfuerzo cortante a un fluido, éste se deforma de manera continua. Una revisión mas detallada del
movimiento del fluido, entre las dos placas revelaría que el fluido en contacto con la placa superior se
mueve a la velocidad de la placa, U, y que el fluido en contacto con la placa inferior fija posee una
velocidad igual a cero. El fluido entre las dos placas se desplaza con una velocidad u = u(y) que varía
linealmente, u = Uy/ b, como se ilustra en la figura 1.3. Así, en el fluido entre las placas se forma un
gradiente de velocidad, du/dy. En este caso particular, el gradiente de velocidad es constante, ya que
du/dy = U/ b, pero en situaciones de flujo más compleja esto no es cierto. La observación experimental de
que el fluido se “adhiere” a los linderos del sólido es de suma importancia en mecánica de fluidos, y se
llama condición de no deslizamiento. Todos los fluidos, tanto líquidos como gaseosos, satisfacen esta
condición.
En un pequeño incremento de tiempo δt, una recta vertical imaginaria AB en el fluido giraría un
ángulo δβ, de modo que

Como δα = Uδt, se concluye que

Se observa que en este caso δβ es función no sólo de la fuerza P (que rige a U), sino también del tiempo.
Así no es razonable tratar de relacionar el esfuerzo cortante τ con δβ como se hizo para sólidos. En vez
de ello, se considera la razón de cambio de δβ y la razón (o velocidad) de deformación de corte se define
como
que en este caso es igual a

La continuación de este experimento revelaría que a medida que el esfuerzo cortante τ se

Placa fija FIGURA 1.3 Comportamiento de un fluido


colocado entre dos placas paralelas.

incrementa al aumentar P (recuérdese que τ = P/ A), la razón de deformación de corte aumenta en


proporción directa, es decir,

o bien,

Este resultado indica que para fluidos comunes como agua, aceite, gasolina y aire el esfuerzo cortante y
la razón de deformación de corte (gradiente de velocidad) se pueden relacionar mediante una expresión de
la forma
(1.9)

donde la constante de proporcionalidad se designa por la letra griega μ (mu) y se denomina viscosidad
absoluta, viscosidad dinámica o simplemente viscosidad del fluido. En concordancia con la ecuación 1.9,
las gráficas de τ contra du/dy deben ser lineales con la pendiente igual a la viscosidad, como se ilustra en
la figura 1.4. El valor real de la viscosidad depende del fluido en cuestión, y para un fluido en particular,
la viscosidad también depende bastante de la temperatura, como se ilustra en figura 1.4 con las dos curvas
para el agua. Los fluidos para los cuales el esfuerzo cortante está relacionado linealmente con la razón de
deformación de corte (también denominada velocidad de deformación angular) se denominan fluidos
newtonianos. Afortunadamente, la mayor parte de los fluidos comunes, tanto líquidos como gaseosos, son
newtonianos. En la sección 6.8.1 se proporciona una expresión más general de la ecuación 1.9, que se
aplica a flujos más complejos de fluidos newtonianos.
Los fluidos para los cuales el esfuerzo cortante no esta relacionado linealmente con la razón de
deformación de corte se denominan fluidos no newtonianos. Aunque existen varios tipos de fluidos no
newtonianos, los más simples y comunes se muestran en la figura 1.5. La pendiente del esfuerzo cortante
contra la razón de deformación de corte se denota como viscosidad aparente, μap. Para fluidos
newtonianos, la viscosidad aparente es la misma que la viscosidad y es independiente de la razón de
deformación de corte.
Para fluidos que adelgazan con el esfuerzo cortante, la viscosidad aparente disminuye con una
razón de deformación de corte creciente; mientras más se somete al fluido a esfuerzo cortante, menos
viscoso se vuelve. Muchas suspensiones coloidales y soluciones de polímeros adelgazan con el esfuerzo
cortante. Por ejemplo, la pintura látex no gotea de la brocha porque la razón de deformación de corte es
pequeña y la viscosidad aparente es grande. Sin embargo, fluye suavemente sobre la pared porque la
delgada capa de pintura que hay entre la pared y la brocha produce una gran razón de deformación de
corte (du/dy grande) y una pequeña viscosidad aparente.
Para fluidos que se espesan con el esfuerzo de cortante, la viscosidad aparente aumenta con una
razón de deformación de corte creciente; mientras más se somete el fluido a esfuerzo cortante, más
viscoso se vuelve. Ejemplos comunes de este tipo de fluido incluyen la mezcla de agua y harina de maíz y
la mezcla de agua y arena (“arena movediza”). Así la dificultad para retirar un objeto de la arena
movediza aumenta drásticamente a medida que aumenta la velocidad con que se retira el cuerpo.
El otro tipo de comportamiento indicado en figura 1.5 es el del plástico Bingham, que no es fluido
ni sólido. Este material es capaz de resistir un esfuerzo cortante finito sin moverse (por lo que no es un
sólido). La pasta dentífrica y la mayonesa son ejemplos comunes de materiales del tipo plástico Bingham.

FIGURA 1.4 Variación lineal del esfuerzo


cortante con la razón de deformación para fluidos
comunes.

FIGURA 1.5

Shearing stress, τ: Esfuerzo de corte


Rate of shearing strain: Variación de la velocidad de la deformación o gradiente de velocidad
Shear Thickening: Espesamiento. (Fluidos que se espesan con el Esfuerzo de corte)
Shear thinning: Adelgazamiento.( Fluidos que se adelgazan con el Esfuerzo de corte)
τ yield : Esfuerzo de cedencia o fluencia. (Punto de cedencia)

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